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Ética para Amador

Capítulo 1: De qué va la ética

Uno de los primeros términos a los que se vincula la ética es la libertad, el autor
ejemplifica con algunos casos de animales en los que se evidencia el instinto y el
deber de estor para realizar actividades propias de su naturaleza, expone que los
seres humanos, a comparación de los animales, poseemos la capacidad de elegir
entre una cosa y otra, pero no significa que el hombre pueda actuar a su antojo.
Las personas no somos libres de elegir los hechos que nos pueden suceder, pero
si lo somos para responder de alguna forma lo que nos pasa. A raíz de esta
libertad de elección, se permite la conceptualización de “lo bueno y lo malo”
dependiendo de sí es conveniente o no. De esta forma, para decidir acerca de si
es favorable o no, es necesario adquirir el “saber vivir” o ética para tomar las
decisiones correctas y moldear una parte de nuestras vidas.

Capítulo 2: “Órdenes, costumbres y caprichos

La toma de decisiones está estrechamente vinculada a diversos motivos por los


que se ve subordinada. El autor plantea que existen tres atribuciones por los
cuales nos motivamos a realizar tal acción, estas son: la costumbre, el capricho y
la orden. La costumbre y la orden están dadas por agentes externos, ya que una
costumbre es lo que seguimos por una convención y una orden es lo que se nos
manda a realizar alguna acción. Además, el capricho no necesita de agentes
externos, este se encuentra en el interior del sujeto y equivale a realizar una
acción porque eso es lo que se desea. La decisión acerca de las acciones a llevar
a cabo se ejecutan, mayormente, de forma automática o funcional, pero en ciertas
ocasiones, la elección de uno de los motivos es determinada según sea el más
adecuado al contexto de forma racional, cada motivo depende de una necesidad.

Capítulo III: “Haz lo que quieras”


A pesar de que nuestro actuar esta mediado por costumbres, reglas y caprichos,
el ser humano es libre de realizar cualquier acto, pero se debe entender que la
libertad es decidir y también es darse cuenta de lo que se está decidiendo, para
ello es necesario replantearnos las decisiones que se quieren llevar a cabo. Para
hablar de ética es necesario definir “lo bueno” puesto que este varía según las
circunstancias en las que se encuentre el individuo y sea empleado. La moral tiene
que ver con las costumbres y las ordenes y estas no siempre son “buenas” por lo
tanto deben ser estudiadas para conocer si es una buena elección. Se define a la
Moral como el conjunto de comportamientos y normas que se aceptan como
válidos, en cambio, ética es la reflexión sobre por qué son considerados como
válidos y la comparación con “otras morales”.

Capítulo IV: “Date la buena vida”

Para decidir es necesario abandonar las órdenes, costumbres y caprichos, para


plantearnos desde la propia conciencia el qué hacer con nuestras vidas, La
libertad no debe confundirse, somos libres para reflexionar y tomar
concienzudamente decisiones que resulten ser lo mejor posible desde diferentes
puntos de vista, no para hacer lo que se quiera sin restricciones de ningún tipo. El
autor expone por medio de la historias de Esaú y su hijo Jacob y Kane, es que lo
que realmente busca el hombre es darse “La buena vida” de manera humana y
racional, en la que por medio de la libertad de elección, se tenga conciencia de
que la vida continua y no es cosa de un momento además de la necesaria relación
con otras personas, puesto que darse la buena vida es también dar buena vida.

Capítulo V: ¡Despierta, Baby!

Para darnos la buena vida es necesario reflexionar y comprender este término a


partir de la perspectiva del conjunto, la importancia de aprender a tratar a los
humanos como humanos, no como objetos o medios para conseguir algo, para
alcanzar la buena vida es fundamental la relación entre pares, el concepto de
humanización en el que necesitamos del otro para desarrollarnos plenamente.
También, cabe destacar que el valor de los objetos es solo eso, las cosas no son
las personas mismas. El respeto de una persona es primordial, no es objeto ni
considera a los otros como tales. En resumen, se refiere a vivir humanamente, y
vivir humanamente tiene una condición ética que es la de no vivir de cualquier
modo, y tener una moral. Vivir humanamente es comprender el porqué de cómo
va la vida que llevamos, y que es lo que nos puede ayudar a hacerla buena.

Capítulo VI: “Aparece Pepito Grillo”

Aparecen dos conceptos, imbécil y egoísta. La palabra imbécil se entiende, desde


el punto de vista de la moral, como una persona coja de ánimo, de espíritu débil
en la que debemos evitar convertirnos. El egoísmo lleva a la perdición, dado que
busca sin ningún filtro el alcanzar lo que se desea sin importar el resto.

El autor menciona distintos tipos de imbéciles: Los que no quieren nada y todo les
da igual, el que cree que lo quiere todo, el que no sabe lo que quiere, aquel que
tiene claro lo que quiere pero no tiene las intenciones de hacerlo hoy y el que
desea las cosas con tanta fuerza y veracidad, pero por conseguirlas se engaña y
confunde la buena vida con lo que lo destroza. Para evitarlo, es necesario tener
conciencia que no todo da igual, fijarnos en que se hace, es lo que se quiere
realmente y renunciar a la excusas para entregar la libertad, y así tomar la
responsabilidad de nuestros actos.

Capítulo VII: “Ponte en su lugar”

Savater afirma que lo que hace humana a la vida es el transcurrir en compañía de


humanos, y de esta forma se vincula a la ética puesto que le interesa es cómo vivir
bien la vida humana en compañía de otros humanos y para esto es necesario ver
a los demás humanos como semejantes, observa que lo más importante de los
hombres no es si su conducta parece conveniente o no, sino que con el solo
hecho de ser humanos, son convenientes, puesto que la humanidad coincide y se
refuerza, otorga la ventaja de la complicidad y el afecto de más seres libres. Cabe
destacar que independiente del actuar de un individuo, este nunca deja de ser
humano y tiene el derecho de que alguien intente ponerse en su lugar, para
comprender sus razones, lo que hace y siente, con la finalidad de vivir bien en pos
de la virtud de la justicia.

Capítulo VIII: “Tanto gusto”

Ante la discusión ente lo moral y lo inmoral surge la perspectiva del sexo, este se
entiende para la mayoría de las personas como algo inmoral ya que el miedo al
pacer es una de los principales temores sociales del hombre. Los puritanos son
caracterizados como calumniadores profesionales del placer dado que disfrutan el
no dejar disfrutar, son temerosos de lo que pueda provocarles el placer, aseguran
que tiene más mérito sufrir que gozar, creen que cuando uno vive bien debe sufrir
y cuando sufre es porque está viviendo bien, se consideran como guardianes de la
moralidad. El puritanismo es lo más opuesto a la ética. También se indica que lo
correcto es usar los placeres porque se enriquece la vida, y no abusar de ellos que
provoca que la vid se empobrezca y solo tenga valor el placer del cual se abusa.

Capítulo IX: “Elecciones generales”

La política y la ética buscan la mejor manera de vivir bien. Sin embargo se


diferencian en que la ética se basa en la libertad individual, mientras que la política
intenta coordinar la convivencia social en donde no se pase a llevar sus libertades.
El autor considera que un sistema político preferible debe cumplir con lo siguiente:
a) Que se respete al máximo la libertad humana, insistiendo en la responsabilidad
de actuar; b) Tratar a las personas como tales, considerando los intereses ajenos
como propios (justicia) o ponerse en su lugar. Aquello que nos permite exigir ser
tratado como semejante se le llama dignidad que hace a las personas ser
insustituibles.; c)Garantizar la asistencia comunitaria a los que sufren y la ayuda a
los que por cualquier razón menos pueden ayudarse a sí mismos. Las exigencias
mínimas que la sociedad política debe cumplir son los derechos humanos.

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