EL MUNDO DE SOFÍA

Jostein Gaarder

Muchos aseguran que la mejor manera de leer, es ponerse en los zapatos de los
personajes. Para tener total claridad de la obra este paso es fundamental, ya que
la realizarlo, es más fácil comprender las reflexiones de la pequeña Sofía y
cuestionar la información que llega cada vez que abre el buzón. Es importante
hacer énfasis en esto, ya que claramente el objetivo del autor es transmitir sus
conocimientos de una manera nunca antes hecha además de ser fácil de leer.
El libro de antemano, advierte su tema central: la filosofía. Es una novela que
resume la materia ya mencionada de una manera fácil de digerir. Mientras se va
pasando de página en página, Gaarder logra conquistar a quien lee, de tal manera
que no interrumpimos la lectura, va dejando pistas y datos sembrando un profundo
interés por parte del lector hacia los posteriores acontecimientos dentro de la
historia.
Millones de personas tienen problemas durante alguna etapa de su vida para
entender como tal el concepto de filosofía, más aún, para comprender su
naturaleza y razón de existir entre muchas otras cosas que están presentes en la
vida diaria. Esta situación es planteada en el libro con una extraordinaria simpleza
capaz de convertir el mundo de Sofía, en el mundo del lector. Cada reflexión y
cada aprendizaje que formula Sofía mediante las cartas anónimas, las realiza de
igual manera quien esté leyendo la novela.
Desde cierto punto, leer el escrito es crecer como persona, pues considero que
tiene el don de abrir la mente las personas, nos hace pensar más allá de las
explicaciones que se ofrecen en fuentes de información. Esto es solo un ejemplo
de los efectos que pueden tener las ideas del autor sobre aquellos que leen la
novela… además de la comprensión de la historia de la filosofía y su evolución a
través de los años.
La obra muestra en las primeras páginas a una niña de catorce años en busca de
su identidad y después del viaje realizado a través de las palabras del filósofo
Gaarder, vemos a Sofía con nuevos conocimientos, nuevas percepciones de la
vida y su maravillosa personalidad adquirida por medio de las epístolas.
La situación se presentó durante la realización de la lectura, no sólo en el
personaje, también en mí. Comencé con ciertos criterios que al final de la lectura,
fui capaz de ver que han sido complementados o transformados totalmente
convirtiéndome en una mejor y más informada persona, con la habilidad de ser
más consciente de mi existencia además de ser más flexible frente a las
respuestas creadas por otros pensadores.
Dentro de los primeros capítulos, se compara al filósofo con la capacidad de
asombro de un niño. En el mundo hay mucha gente en busca de su propia verdad,
esto llevándonos de cierta forma, a ser filósofos (aunque tal vez sin darnos
cuenta). Si tuviéramos presente siempre esta pequeña referencia del autor,
resultaría muy fácil comprender la filosofía… ¡es totalmente verdad!
El asombro durante los primeros años de vida es infinito, el niño nunca deja de
preguntar y si tuviéramos la capacidad de no dejar de asombrarnos por el contexto
que nos envuelve, habría muchas preguntas, y desde luego, mayor diversidad de
opiniones o respuestas nacidas de la búsqueda de la verdad que realiza el
hombre.
Si se lee con atención la obra, podemos percatarnos de la presencia de la
naturaleza. El autor hace notar el vínculo que la raza humana tiene con la
naturaleza, ya que ha sido puesta muchas veces y por diferentes filósofos como la
explicación de los fenómenos presentados a lo largo de nuestra vida.
El libro es filosofía y la vida de una niña de catorce (a punto de cumplir quince).
Pienso que fue importante la introducción a la vida personal de Sofía, porque
mostraba el efecto que el curso estaba teniendo tanto en sus relaciones sociales
como en su formación individual; esto es paralelo a cualquier otra persona en el
mundo fuera del libro. Lo que aprendemos nos guía a ser alguien. Nos da las
herramientas necesarias para desarrollarnos en todos los contextos, pero vivimos
tan acostumbrados a la realidad, que no percibimos los cambios que tenemos a lo
largo de la vida.
Al tener escrito este evento, verlo plasmado en la vida de otra persona en vez de
la propia, facilita el tomar conciencia de esto, darle la importancia que merece y
analizar el peso que conlleva la sabiduría que nos ofrece la filosofía.
El libro no responde las dudas que se tienen sobre la vida y la filosofía. Al
contrario, plantea más preguntas tanto al personaje principal del escrito, como a la
gente que lo lee, provocando, como ya se mencionó antes, que las ideas que se
tienen firmes se vuelvan inciertas; aunque finalmente, de eso trata la filosofía y sus
ramas: hay que cuestionar...
‘Un filósofo sabe que en realidad sabe muy poco…’
Palabras que Gaarder escribió en el libro y expresan que la filosofía no solo es
dudar, sino que es necesario ser consciente de lo que sabe, aceptarlo para
continuar buscando el significado de nuestra existencia.
Además de la frase citada anteriormente, la obra muestra la necesidad del hombre
de tener fe en algo. Según la información que proporciona la historia, desde la
aparición del hombre en la Tierra, se ha necesitado creer en algo. Antiguamente
se creía en dioses, se creó la religión e incluso quienes no creían en un dios,
tenían sus pensamientos en algo o alguien. Es relevante, ya que gran parte de la
filosofía esta puesta en el tema pero sobre todo, es uno de los factores de mayor
peso que pueden ayudar a la gente a ser alguien, a contestar la pregunta inicial de
las cartas a Sofía: ‘¿Quién soy?’.
Cuando Sofía ve a Platón en el video, le pide que haga unos ejercicios. Tiene que
reflexionar sobre por qué los caballos son iguales, ella crea una conclusión y más
adelante se le explica que son iguales porque comparten el mismo origen. Al igual
que los caballos, todos los seres humanos somos diferentes e iguales al mismo
tiempo porque tenemos el mismo origen.
Una gran diversidad de reflexiones se pueden realizar con Sofía, y más porque
una respuesta nos lleva a otra pregunta del mismo tema; creo que uno de los
objetivos del autor, además de mostrar la filosofía por medio de una novela, es
convertir a todo aquel que lo lea, en un mejor filósofo. Al proporcionar este tipo de
ejercicios a la niña, crea toda una revolución en la mente de muchos, nos hace
cuestionar cosas que ya se tenían resueltas, siembra dudas en vez de aclararlas y
es algo que resulta fascinante; porque al hacerlo, te hace pensar diferente. Ver
desde otro ángulo cualquier tema que esté dentro de tu mente en ese momento.
Jostein Gaarder, con el libro ‘El mundo de Sofía’ plasmó su inteligencia al guiar a
los lectores; hacernos vivir la filosofía por medio de la lectura de una novela y
mostrarla tan sencilla que te hacer ser capaz de ver la agudeza que compone a la
materia al igual que recalcar su presencia en la vida cotidiana. El resto, depende
completamente de quien lea ‘El mundo de Sofía’, creo que no solo es tomar el
texto y recorrer cada línea, se necesita tener una mente abierta, ser flexible con
los personajes entre otras cosas, pero principalmente, necesitamos vivir el tema
que expone Jostein.
A nivel personal, el libro es una manera fantástica de adentrarse a la filosofía,
donde podemos jugar con el pasado y el presente; es decir, fusionarlos para
entender las ideas de grandes filósofos de la historia además, se puede observar
con claridad la evolución del hombre a través del tiempo, cuestión que es esencial
para entender a la raza humana actual y su contexto.
Después de leer el libro se puede llegar a la conclusión de que el ser humano
jamás dejará de hacer preguntas, por consecuencia, jamás dejaremos de
aprender. También muestra que conocer la vida de grandes filósofos puede ser
muy útil, no para encontrar respuestas, sino para crear nuestra propia verdad,
llevándonos a la formación de nuestra propia persona.
Bibliografía:

Título: El mundo de Sofía

Autor: Jostein Gaarder
Editorial: Siruela
Ciudad y año de publicación: Oslo, 1991
Número de páginas: 633
Género literario: Novela