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Elementos de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social.

Ficha de jurisprudencia N* 3

RELACION LABORAL. CASOS DUDOSOS

1. CNAT, Sala IV, 30/3/99, “Blasivh Juan c/ Savino Enrique”.


La modalidad con que se desarrolla la actividad de “remisero”, en la que éste aporta su propio vehículo
y tiene a cargo el mantenimiento del mismo, quedándose con el 80% de los importes recaudados por
los viajes efectuados, y sin que esté sometido al poder disciplinario de el o los titulares de las agencias
que los nuclean, excluye la existencia de una relación dependiente, por lo que cabe concluir que se
trata de un trabajo autónomo. No empece dicha conclusión la circunstancia de que, conforme las
ordenanzas vigentes, la actividad desarrollada por el servicio de autos de remises debe ser efectuada a
través de “agencias” que obran como “proveedoras de clientes” y representantes de los propietarios de
los vehículos para lo cual deba mantener un local con personal que diagrame los viajes y efectúe un
contralor del estado de aquéllos, servicios éstos por los que percibe dicha agencia el 20% de lo
recaudado.

2. CNAT, Sala X 31/7/00 “Díaz Carlos c/ Obelisco Remises”.


Constituye relación de naturaleza laboral la que existe entre el titular de una agencia de remises y los
conductores de vehículos que integran su flota, aún cuando éstos sean propietarios de tales rodados, ya
que se insertan en forma personal, habitual y contínua dentro de una organización empresaria ajena, a
cambio de una retribución.
Las agencias de remises constituyen empresas en los términos del art. 5 LCT toda vez que están
integradas por personas (empleados administrativos, choferes), bienes materiales (oficinas, teléfonos) e
inmateriales (nombre comercial, clientela) organizados en procura de fines económicos.

3. CNAT, Sala I, 24/5/99, “Bourgeois Oscar y otro c/ Gas del Estado Residual”.
Aunque los actores prestaban servicio personal en su propio consultorio y en el domicilio de los
pacientes, redundando ello en beneficio de la demandada, al no probarse que cumplían órdenes de
trabajo por parte de ésta, con horario asignado o que fueran controlados en cuanto a la cantidad de
servicios o sujetos a poder disciplinario alguno, no puede concluirse que entre las partes haya existido
un verdadero contrato de trabajo.

4. CNAT, Sala X, 31/3/00, “Gagliardini Cesar y otros c/ Obra Social Personal Industria Molinera”.
Al haberse admitido en el responde que los actores, de profesión médicos, efectuaban tareas en el
sanatorio explotado por la accionada a cambio de una retribución mensual (calificada como
honorarios), se torna aplicable la presunción contenida en el art. 23 LCT, esto es que cabe presumir la
existencia de un contrato de trabajo, salvo que se demuestre lo contrario.
Si la actividad de la demandada consiste en prestar asistencia médica a sus afiliados, los médicos
vinculados a ella que cumplen sus tareas en forma habitual en el propio sanatorio se encuentran ligados
por un vínculo de subordinación en los términos de los arts. 21, 22 y 23 LCT, dado que están integrados,
junto con otros medios personales y materiales a la empresa (art. 5 LCT) para el logro de los fines de la
misma.

5. CNAT, Sala VII, 10/3/97, “Echegaray Luis Orlando c/ Echlin Argentina SA”.
Acreditada la prestación personal de servicios del fletero, es aplicable la presunción del art. 23 LCT,
frente a la cual es a la demandada a quien incumbe la carga de acreditar que aquél es titular de una
empresa comercial según las reglas del Código de Comercio. Al respecto, la condición de tal no cabe ser
extraída del hecho de que el fletero sea dueño del vehículo con el que se efectúa el transporte o que
afronte los gastos de éste. El vehículo es el medio necesario para posibilitar el cumplimiento de una

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actividad remunerada y que beneficia al empresario, quien por dicha vía obtiene la distribución de la
mercadería.

6. CNAT, Sala I, 19/10/99, “Propato Marcelo c/ Sadia Empresa Constructora SA y otro”.


La sumisión del fletero a una serie de directivas de una empresa no resulta por sí solo concluyente para
acreditar un vínculo de subordinación toda vez que la existencia de hojas de ruta y la coordinación de
horarios constituyen notas comunes que pueden encontrarse presentes tanto en una relación
comercial como en un contrato de trabajo, pues responden al orden propio de toda organización
empresarial.
A fin de establecer la naturaleza de la relación entre un fletero y una empresa adquiere especial
relevancia considerar si media aporte de vehículo por parte del primero, si éste asume los gastos de
mantenimiento así como los riesgos del transporte y los de las mercaderías, así como si existía
posibilidad de hacerse sustituir por otro chofer. (CSJN, 26/9/89, “Gimenez Carlos Alberto c/ Seven Up
Concesiones SA”).
El hecho de que la empresa de correos determinara los destinos, zonas, trámites a efectuar y límites
horarios de quien fue contratado para la distribución de la correspondencia, no es índice de relación de
trabajo pues es lógico que dichas indicaciones debe darlas la empresa usuaria.

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