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Saulo de Tarso, más conocido como San Pablo de Tarso, fue un ferviente apóstol del
cristianismo que en los primeros años de nuestra era se ocupó especialmente de difundir el
mensaje que Jesucristo vino a dejarnos en la tierra y en ese camino terminó por convertir al
Cristianismo, la doctrina religiosa que nació con Jesús, en religión universal.
Pablo habría nacido entre los años 5 y 10, en Tarso justamente, una ciudad que ocupa el
territorio que hoy pertenece a Turquía; asimismo, Saulo, disponía de la ciudadanía romana.
Si bien Pablo había nacido en el seno de una familia de judíos fariseos, en el marco de la
cultura helena y de haber participado en las primeras persecuciones que se perpetraron contra
los cristianos, durante un Viaje a Damasco, poco tiempo después de la crucifixión de Jesús, se
convertiría a la nueva fe que en aquel tiempo era considerada una secta herética del judaísmo,
según supo relatar, habría sido el mismísimo Jesús quien se le apareció en ese viaje y lo invitó
a difundir la buena nueva y así lo hizo…
Respecto de su formación, Pablo, contaba con una sólida formación académica que incluía
conocimientos sobre teología, filosofía, hechos jurídicos, lingüística y mercantil, además,
hablaba perfectamente los idiomas: griego, latín, arameo y hebreo, situación que por supuesto
le abriría el camino para la difusión de su mensaje.
Para concretar su misión, San Pablo, viajó por diversas partes del mundo: Grecia, Asia Menor,
Siria, Palestina, también, escribió cartas a diferentes pueblos del mediterráneo, entre otros.
Más de la mitad de los Libros del Nuevo Testamento de la Biblia se le atribuyen a San Pablo.
Cabe destacar, que conceptos como los del pecado original, la creencia que Jesús murió en la
cruz por los pecados de los hombres y que su sufrimiento redime a la humanidad, que
Jesucristo era el mismísimo Dios y no tan solo un predicador, el rechazo de la sexualidad y la
subordinación de la mujer, entre otros, se le deben a San Pablo.
En Jerusalén, sus ideas no fueron aceptadas de ningún modo por los judíos más ortodoxos, en
tanto, una vez allí fue detenido, juzgado, y enviado a Roma, donde probablemente murió
ejecutado cuando corría el año 67.
El principal santuario de San Pablo es la Basílica de San Pablo Extramuros em Roma, Italia.
19 OCT 2017
Dado que, según se cree, hacia parte de la tribu de Benjamín, se le dio el nombre
de Saúl (o Saulo) que era común dentro de esta tribu porque era un homenaje a la
memoria del primer rey de Israel. Pero ya que era también un ciudadano romano,
además llevaba el nombre latino de Pablo (Paulo). Esto no era extraño, porque los
judíos de aquel entonces solían tener dos nombres: uno hebreo y otro latino o
griego.
Puesto que, todo judío estaba en el deber de enseñar a su hijo un oficio, el joven
Saulo se especializó en hacer la lona de las tiendas.
“Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles.” San Pablo
Se cree que ya para el año 30, Saulo no debía de residir en Jerusalén cuando tuvo
lugar la crucifixión de Jesús; sin embargo, se piensa que habitaba en la Ciudad
Santa cuando, seis años más tarde, fue asesinado el apóstol Esteban al ser
apedreado.
Pero todo cambió, en el año 36, cuando los jefes de los sacerdotes de Israel, le
confiaron la misión de buscar y hacer detener a los partidarios de Jesús en la
ciudad de Damasco. Ya que, cuando iba camino hacia esta ciudad, fue testigo de
forma inesperado de la manifestación prodigiosa del poder divino; fue
repentinamente deslumbrado por una misteriosa luz, arrojado a tierra y perdió la
visión durante un tiempo. Hecho que le dio un rumbo completamente distinto a su
vida, ya que entonces, decidió convertirse en cristiano (nombre que se le dio a los
seguidores de Jesucristo). Lo que, a su vez, conllevó a que pidiera ser
bautizado y adoptara el nombre de Pablo (según lo cuenta en el libro de
Hechos). Ya que según el relato del mismo libro (Hechos, capítulo nueve): “Le
rodeó un resplandor de luz desde el cielo. El cayó en tierra y oyó una voz que le
decía —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él dijo: —¿Quién eres, Señor? Y
él Respondió: —Yo soy Jesús, a quien Tú persigues. Pero Levántate, entra en la
ciudad, y se te dirá lo que te es preciso hacer…”
De vuelta a Damasco, fue violentamente atacado por los judíos más radicales,
motivo por el que se vio forzado a abandonar clandestinamente la ciudad,
descolgándose en un gran cesto desde lo alto de unas murallas.
San Pablo huyó entonces a Jerusalén, donde fue visto por Bernabé, quien lo llevó
con Pedro y con Santiago, y allí debió huir nuevamente para escapar de los judíos
de habla griega que le persiguieron por sus predicas. Es entonces conducido a
Cesarea, y luego, enviado a refugiarse en Tarso, donde se encuentra de nuevo
con Bernabé, con quien parte hacia Antioquía, donde pasan un año
evangelizando. Haciendo que Antioquía se constituya como el centro del
cristianismo.
De esta manera, San Pablo, se convirtió en uno de los principales difusores del
mensaje que había dejado Jesús por diferentes ciudades (nombradas en sus
Epístolas), arriesgando su vida, sufriendo persecuciones, encarcelamientos y,
finalmente, perdiendo la vida al ser decapitado en Roma entre los años 58 y
67, durante el gobierno de Nerón