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DOCTORADO EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA

ANÁLISIS ECONÓMICO
DOCENTE: DR. MIGUEL ÁNGEL CURIEL ARÉVALO

ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA EDUCACIÓN Y DE LAS


INSTITUCIONES EDUCATIVAS

MTRA. FLOR MARÍA HERNÁNDEZ CISCOMANI


MTRO. MANUEL RAYMUNDO VILLALOBOS AMAVIZCA

Hermosillo, Sonora. Junio 10 de 2018


Índice.

I. INTRODUCCIÓN……………………………………..…………………….. 3

II. VALOR ECONÓMICO DE LA EDUCACIÓN………………………….... 5

III. COSTOS EDUCATIVOS……….………………...…………..…………… 7

IV. CONCLUSIONES………………………...………….……………………. 13

V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………..………………………... 14
I.- INTRODUCCIÓN

La formación del individuo es un aspecto susceptible de ser analizar analizado


desde distintas vertientes debido a la variedad de relaciones que genera en
cualquier ámbito: social, cultural, jurídico y por supuesto económico. A todo esto, se
une el hecho de que todo proceso formativo implica una transmisión de
conocimientos, técnicas, aptitudes o hábitos de un sujeto a otro, encaminada a
alcanzar una diversidad de objetivos, entre estos el desarrollo de cualidades,
modificación de conductas, formación de nuevos profesionales, reciclaje de los ya
existentes o contribución al desarrollo socioeconómico.

Cualquier proceso formativo, enfocado a la consecución de objetivos variados, es


demandante de una buena cantidad de recursos humanos, materiales o financieros
y, en todo caso, generalmente escasos. Esta lógica, alineada a la definición básica
de Economía, puede ser suficiente para justificar la necesidad de incurrir en el
estudio económico de la educación. Sin embargo, los especialistas económicos,
tanto los pertenecientes a la escuela clásica como a la neoclásica, nunca se
adentraron en la educación con el objetivo principal de resolver sus problemas de
optimización de los recursos.

No obstante, surgen las interrogantes: ¿Por qué los sujetos invierten en educación?
¿Qué factores son los que determinan la demanda educativa? ¿Qué razones
explican la intervención pública en la educación o la oferta educativa? ¿El gasto
público educativo es excesivo o insuficiente respecto a sus objetivos? ¿Por qué las
empresas prefieren sujetos con mayores contenidos educativos? ¿Qué hace que
entre aquellos con los mismos contenidos educativos unos sean elegidos y otros
no? ¿La formación es un elemento determinante del desarrollo económico,
inversión, o un resultado del mismo, consumo? ¿Qué nivel educativo tiene una
mayor/menor relación costo/beneficio? o ¿Cuál es el valor económico de la
educación, rentabilidad individual, social o ambas?
Al analizar estas interrogantes, es evidente que todas ellas guardan relación directa
con la estructura socio–laboral, abordan directamente el problema de la valoración
de la educación como factor susceptible de crear producto económico, valor
añadido. Estamos, por tanto, ante una de las funciones del sistema educativo que
más horas de desvelo ha generado en los pensadores económicos hasta la fecha,
la calidad de la mano de obra empleada en el desarrollo de una actividad productiva.

En la actualidad, los gobiernos tienden a considerar como objetivo primordial del


sistema educativo, satisfacer las aspiraciones individuales y sociales demandadas
por el ciudadano, en lo que se refiere a la adquisición de los recursos personales y
técnicos necesarios para afrontar con garantías la complejidad de la vida activa en
nuestros días. Sin embargo, fue la necesidad de alcanzar un nivel de desarrollo
socioeconómico y explicar el crecimiento económico debido al incremento de la
productividad humana lo que provocó que, determinados pensadores,
pertenecientes mayoritariamente a las clases aristocráticas de los siglos XVI en
adelante, se detuvieran a reflexionar sobre las bondades de educar a sujetos no
pertenecientes a las llamadas clases privilegiadas, una novedad en ese tiempo.
II.- VALOR ECONÓMICO DE LA EDUCACIÓN

La concepción de la educación como factor determinante del progreso y desarrollo


económico tuvo lugar en el periodo comprendido entre las décadas de los años 1950
y 1970, en las que todo país desarrollado elevó su presupuesto educativo de forma
extraordinaria (Fermoso, 1997).

De hecho y, aunque la educación ha estado siempre presente en el mundo


económico, la mayor parte de las veces lo ha sido de forma testimonial. En la etapa
preclásica apenas existen referencias, sólo Sir William Petty (1623–1687) se
aproximó al tema midiendo el valor económico del individuo y situando la riqueza de
un país en función del grado de conocimiento de sus habitantes (Bowman, 1972)
pero sin llegar a representar el nacimiento de un bloque homogéneo de
pensamiento acerca de la "inversión humana".

El mercantilismo no supuso avance alguno en la influencia de la formación sobre la


productividad humana, incluso eran frecuentes las referencias contrarias al
incremento educativo: "el bien de la sociedad exige que el conocimiento no vaya
más allá de lo necesario para el trabajo diario" (Sanchis, 1991), la educación era
considerada como un instrumento de alteración del orden social, en cuyos puestos
más altos estaban unos pocos, los más educados.

No es hasta la segunda mitad del siglo XX cuando proliferaron los estudios sobre la
economía educativa, de forma paralela al impulso que adquiere la necesidad de
explicar el desarrollo económico, que tras el periodo bélico se convierte en objetivo
central de la política mundial; siendo el momento a partir del cual instituciones como
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) o el Banco Mundial impulsan y patrocinan reuniones, seminarios foros
de debate y/o trabajos que abordan la relación entre la educación y el desarrollo
económico así como la provisión de estadísticas e informes al respecto.
Podría Definirse al Proceso de Enseñanza como: “Un proceso (hecho pedagógico)
por el cual un insumo básico (alumno ingresante) es sujeto de adiciones
(transferencia de conocimientos) y transformaciones (adquisición de experiencias e
interacción alumno-docente), en una secuencia predeterminada (currícula) con
controles de calidad parciales (pruebas de evaluación) y finales (graduación),
existiendo la posibilidad de reprocesamientos productivos (repetir cursos) y
descartes o fallas (deserciones). Los agentes de este proceso (directivos y
docentes) definen las tecnologías y son responsables de los controles de calidad”:
(Piffano, H.)

En el análisis de los costos resulta indispensable, caracterizar al producto y al


proceso. Para la obtención de un producto se requiere de:

 Un destinatario (sujeto) del proceso: es el elemento básico sobre el que se


adicionan o aplican los insumos productivos.
 Los Insumos o aditivos productivos
 Los procesos o técnicas de transformación

La existencia de un proceso productivo reconoce como elementos:

 Tecnologías de incorporación de insumos


 Mecanismos de control del proceso o calidades parciales y finales
 Mecanismos de recuperación o reprocesamiento por fallas o defectos
 Uno o más agentes del proceso

El sector educativo de un país apunta fundamentalmente a la formación humana,


académica y técnica (o profesional) de los individuos de una sociedad, y a la
conservación, profundización, extensión, difusión y acrecentamiento de
competencias.
III.- COSTOS EDUCATIVOS

La conceptualización económica del Sector Educativo y de las problemáticas del


mismo, se ha intensificado en los últimos tiempos, profundizando los estudios sobre
costos en educación, debido en gran medida a la crisis del sector público y a la
aparición de una notable competencia de instituciones privadas que se han
incorporado a este segmento de actividad.

Las principales caracterizaciones que pueden establecerse en referencia a este


sector son:
 El bien o servicio educativo es ofrecido y demandado en el mercado: Las
decisiones de oferta a cargo del sector público o privado y las decisiones de
demanda están en manos de los tomadores del servicio educativo.
 Es un servicio cuya provisión genera externalidades: La educación, si bien
impacta de manera directa sobre el individuo, tanto en su nivel de formación
académica, técnico-profesional y cultural, trasciende a la persona educada,
para impactar en la sociedad. Puede hablarse por tanto de un bien mixto, en
cuanto no existe apropiación privada de los beneficios sociales.
 La demanda puede justificarse sobre la base de criterios de consumo o de
inversión: Se pueden demandar servicios educativos para acrecentar el
acervo cultural o las competencias en determinada rama del saber, en cuyo
caso será considerada bien de consumo. Si en cambio, lo que se persigue
es obtener beneficios a largo plazo, y que son por otra parte superiores a los
costos privados en los que se debe incurrir, medidos y descontados a una
tasa relevante, estaremos frente a un criterio de inversión.
 Desde el punto de vista de la oferta puede considerarse un proceso de
producción que implica la prestación de un servicio educativo. En este
proceso, a través de la aplicación de un conjunto de acciones e insumos, se
pretende transformar al educando en un egresado o alumno formado, de
acuerdo al perfil de egreso diseñado.
 La oferta del servicio educativo puede ser realizada por el sector público o
por el sector privado. En el primer caso se presentan habitualmente los
siguientes inconvenientes:
o Cantidad de servicio prestado
o Calidad del servicio
o Tecnología
o Financiamiento

En el caso de que el servicio lo preste el sector privado, además se agrega el


inconveniente de la regulación de la provisión del servicio, en lo que concierne a la
entrada en el mercado, condiciones de la prestación del servicio y condiciones sobre
el arancelamiento, entre otros problemas.

Se hace indispensable en este contexto, se analice estratégicamente a la


organización, considerando un sistema de información adecuado que permita
analizar y tomar decisiones, a base del estudio del proceso de generación de los
costos posibilitando un seguimiento y control en tiempos reales.

OBJETOS DE COSTOS EDUCATIVOS

Entendiendo el proceso educativo (docencia o área académica) como flujo, el


producto sería la matrícula capacitada, que puede adquirir diferentes grados o
niveles de perfeccionamiento (asignaturas cursadas y aprobadas, años de cursados
y aprobados, etc.).

Si la determinación de costos se realiza atendiendo a la generación de graduados,


aquellos estudiantes que no terminan sus estudios y que utilizan recursos en la
institución educativa, generan costos adicionales dentro del proceso de producción
del graduado, incrementando los costos.
Si se tiene en cuenta la formación parcial de los individuos, en función de distintos
niveles de formación (asimilable al concepto de productos semielaborados), deberá
considerarse un proceso de producción conjunta en el que se obtienen diferentes
tipos de productos (graduados, alumnos con determinado año aprobado o con
determinada cantidad de asignaturas aprobadas). La determinación de costos
medios se realizará entre todos los alumnos egresados con diferentes niveles de
formación.

La problemática de la determinación del producto es esencial para el tratamiento de


los costos a los efectos de la toma de decisiones siendo un aspecto relevante para
la determinación del nivel óptimo de producción.

Para diferentes tipos de productos existirán por lo tanto diferentes niveles óptimos
de producción. Si el producto es el graduado: la matrícula que deserta representará
un costo, y la deserción nula se convertirá en un objetivo en sí mismo y un signo de
eficiencia.

Si los productos intermedios también son considerados como tales, el nivel de


producción de cada grado de calificación debe ser óptimo (el costo marginal igual a
beneficio marginal, medidos ambos en términos sociales).

En definitiva, los egresados o la matrícula, constituyen los objetos de costo normales


en la medición del producto educativo. Sin embargo, y de acuerdo a las necesidades
de gestión de las Instituciones Educativas, deberán considerarse otros productos-
objetos de costo siguiendo distintos objetivos propuestos por la dirección.

LOS COSTOS EN EL PROCESO DE GESTIÓN EDUCATIVA

El concepto de costos comprende a todos los recursos económicos generados por


las actividades realizadas (en una unidad académica u otro objeto de costo) con la
finalidad de crear valor en la sociedad. El conocimiento es el producto más valorado,
por lo tanto la universidad debe “generar y comunicar conocimiento y cultura” es
decir destinar esfuerzos para lograr los objetivos propuestos.

Así, el costo incurrido en la generación de los productos educacionales (formación


de graduados, cursos de posgrado, actividades de investigación, etc.) será el valor
de los bienes y servicios utilizados durante determinado período de tiempo,
dependiendo de cuál sea la definición adoptada como unidad de medida del
producto educativo.

La determinación de costos no es un fin en sí mismo, no existe un solo costo sino


que éstos se calculan en función al objetivo perseguido por la organización. Por otra
parte la información de costos debe cumplir con el objetivo de medir la proyección
interna y posibilitar su comparación con lo proyectado.

Todas las acciones para mejorar aspectos económicos y de administración del


proceso educativo deben enfocarse en el mejoramiento de la eficiencia - reducción
de costos y mejoramiento de la producción en términos cuantitativos y cualitativos.

El análisis de los costos en educación constituye un elemento relevante en el


proceso de administración de los recursos, al permitir establecer un parámetro
básico para la eficiencia y para el establecimiento de las metas u objetivos que
pretende alcanzar el sistema. En este marco las formulaciones de costos podrían
hacerse en los siguientes términos: cantidad de productos a un determinado costo
o costo total para determinada cantidad de productos.

La determinación adecuada de costos en cualquier actividad, genera información


que resulta relevante para el proceso de toma de decisiones. En el caso de costos
específicos en el área educativa, el ámbito de aplicación de los resultados de
estudio de costos está centrado principalmente en los siguientes aspectos
 Eficiencia Interna: En términos absolutos de una unidad educativa (escuela,
Instituto, universidad, facultad, carrera, etc.). En el caso de establecimientos
públicos, esta medida absoluta depende de un presupuesto público.
Adicionalmente, la eficiencia relativa, es un indicador de particular
importancia para la gestión educativa, basado en la comparación de costos
entre unidades similares en cuanto a tamaño, tipo de formación, etc. La
utilización de costos estándar a nivel local, e internacional, o bien definidos
para cada unidad académica, brindan información de desvíos de metas
preestablecidas.
 Planeamiento estratégico y operativo: La utilización de información sobre
costos, resulta fundamental para la toma de decisiones estratégicas. Estas
decisiones pueden estar dirigidas a la modificación del tamaño de los
establecimientos, apertura de nuevas unidades o carreras, cambios en los
planes de estudio, asignaciones de recursos entre modalidades de la
enseñanza, etc.
 Relaciones interinstitucionales: La medición objetiva de costos puede
favorecer la relación entre los diferentes centros de estudio. La comparación
de costos, más allá de inspirar políticas globales hacia el sector, puede
proporcionar la base para detectar casos o políticas exitosas a ser imitados
por el resto de las instituciones educativas.

TIPOS DE COSTOS

Los costos pueden clasificarse de diversos modos para dar respuestas a los
distintos requerimientos, en fijos o variables, directos o indirectos, marginal de corto
y largo plazo, incurridos y de oportunidad, totales, medios y marginales;
estratégicos, tácticos u operativos, controlables y no controlables, por actividades,
etc.

La información debe elaborarse de manera que sirva para los distintos propósitos
que establezca la dirección, debe proveer diferentes tipos de costos que se adapten
a las necesidades de las situaciones cambiantes en las que se debe decidir, siendo
necesario atender a los siguientes aspectos por lo menos:
 - Medición de los ingresos – costos - beneficios.
 - Información para la planificación.
 - Información para el control.
 - Información para la toma de decisiones.
 - Información sobre las distintas actividades que componen la cadena de
valor y sobre los inductores o bases que reflejan la relación causal de las
mismas.

Para satisfacer las necesidades informativas generadas por estos diversos


propósitos, se necesitan costos, que muestren de forma clara y relevante lo que
debe decidirse y realizarse de forma racional en cada momento.
IV.- CONCLUSIONES

A manera de conclusión, en este punto, es posible mencionar que la funcionalidad


de un análisis económico en una institución educativa, así como en cualquier otro
tipo de organización, está enfocado al conocimiento a manera de radiografía de los
aspectos financieros de la misma.
En este sentido, es posible hacer referencia a que la institución deberá conocer este
tipo de información para poder proceder a la adecuada y bien informada toma de
decisiones en aspectos como:

1. Ampliación de la oferta educativa.


2. Modificación de la oferta educativa.
3. Adecuación de las instalaciones físicas.

De esta forma, los directivos pueden ser capaces de definir tanto las necesidades
como las prioridades de intervención dentro de la institución.
Es necesaria la consciencia de que el adecuado análisis económico o financiero de
una organización educativa, nos deberá ayudar a eliminar los aspectos románticos
del negocio, es decir, nos debe poner sobre la realidad cruda, con la frialdad de un
número duro que nos indique el verdadero estatus de nuestra institución, con esto,
podemos adecuar los rumbos y las decisiones concernientes a ella.
Este tipo de análisis nos va a indicar el rendimiento y la rentabilidad de las finanzas
de la organización.
V.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Boschin, M., Metz, N . (2009). Gestión de costos en Instituciones Educativas. Junio


10, 2018, de Universidad del Aconcagua Sitio web: file://Dialnet-
GestionDeCostosEnInstitucionesEducativas-3363720.pdf

Bowman, M. (1972). Revolución en el pensamiento económico a causa del concepto


de Inversión Humana, en Blaug, Mark (ed.) Economía de la Educación. Textos
escogidos, Madrid, Tecnos.

Fermoso Estebanez, Paciano (1997). “Manual de Economía de la Educación”,


Madrid, Narcea.

Morduchowicz, A. (2011). Teoría y práctica de la estimación de costos educativos.


Junio 10, 2018, de Fineduca Sitio web: file://Downloads/24764-145391-1-PB.pdf

Piffiano, H. (1993). “El Financiamiento de la Educación Universitaria y su


Racionamiento”, en Foro sobre Organización y Financiamiento de la Educación
Universitaria en Argentina, (Ed.), Harvard Club de Argentina, Buenos Aires.

Sanchis, E. (1991). “De la escuela al paro”. Madrid, Siglo XXI.

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