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PANORAMA
UNIVERSAL.

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PATAGÍDNIA.
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PANORAMA
UNIVERSAL.
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un
 HISTORI A
DE LA

PATAGONIA, TIERRA DE FUEGO,

Q, wsam amwwmm
POR

Mr. FEDERICO LOAUROIX,

DE LA ISLA DE FRANCIA.

TRADUCIDA AL CASTELLANO

POR

una soriehaïl literaria.

BARCELONA.

IMPRENTA DEL LIBERAL BARCELONES.

18M.
su
 HISTORIA
DE LA

PATAGONIA, TIERRA DEL FUEGO

É \%%%¡% %%%%\%%®s
POB.

Mr. FEDERICO LACROIX,

DE LA ISLA DE FRANCIA.

Los aiscs de que vamos á ocupar animar mucho á los Pata ones yArau
nos se iallan com rend idos entre los canos á seguiuel ejemp o de las po
38-55 rados de atitud S. y los 60 blaciones mdí_ enas del centro; las
77 de onjitud occidental. Situados cuales se han ejado inocular dócil
en la estremidad del nuevo mundo y mente de los vicios de nuestra socie
bajo un clima inhabitable, solo han dad. Enefecto, por donde quiera, la
podido ser examinados con un obje raza blanca ha introd ucido en la Amé
to científico. Son pocos ó ningunos rica meridional la anarquía y la in
los habitantes que hay allí, y en el moralidad; por donde quiera el des
- sunmuy raros establecimientos, mas potismo monárquico ó la ambicion
pronto abandonados que formados. de algunos intrigantes sin talento ha
En el norte como en el mediodía, el producido el mas lamentable desór
cuidado de la ropia subsistencia den, y ha impedido el desarrollo de
ocupa demasia o a sus habitantes las naciones mas favorecidascon res
paraque les quede tiempo de tomar pecto á la intelijencia. Desde las
parte en los principios de civilizacion rovincias septentrionales del Brasil
que se conocen en los estados inme iasta Buenos-Aires , desde la Boli
diatos del Perú y Chile. Son aquellos via y el Perú hasta las fronteras me
pueblos hoy dia , con corta diferen . ridionales de Chile , no hay mas que
cia, en sus ábitos lo que eran en la luchas sangrientas , escisiones con
época en que se descubrió aquella tinuas y detenciones forzosas en el
parte de América ; si bien es verdad camino de la barbarie y de la igno
que la imprudencia y la conducta, rancia ; espectáculo bien propio pa
esencialmente impolítica de los pri rajustificarla paradoja de J. J. Rons
meros Españoles que se establecieron seau sobre el estado salvaje. No es
en inedio de ellos, debió privarles estraño pues que los pueblos del Sur
de todo lo que la Euro a hubiera no hayan sido todavía tentados de
podido darles y enseñar es para be tomar su parte en las funestas ven
neficio suyo y de su propio interés. tajas de semejante civilizacion.
Agréguese á esto ue el aspecto que Lo que sí admira es cómo aquel
ofrece la presenti a civilizacion de instinto de curiosidad que á falta de
los paises limítrofes , no ha debido otros motivos impulsa al hombre á
PATAGONIA. (Candamo .I.) 1
 2 - HISTORIA DE LA
reconocer paises lejanos , se haya
apenas escitado respecto de los de
Magallanes; pues en tanto que las
potencias marítimas se disputan á
porfía laperseverancia y los esfuer
zospara examinar las rejiones hela
das del polo ártico y para descubrir
el, pasaje inútil al nordeste, la estre
midad sur del continente america
no permanece envuelta en un pro
fundo misterio, como si ella hubiese
sido defendida por un muro incon
trastable. Al unos navegantes se
aventuraron astante hácia la parte
del estrecho de Magallanes y el cabo
de Hornos, para enriquecer la cien
cia náutica con nuevas observaciones
sobre aquellos parajes tanpeligrosos;
pero no se ocupaban sino lijeramente
de examinarel interior de las tierras,
deconocer el carácter y las disposicio
nes de los habitantes, de estudiar la
naturaleza del suelo y sus productos, das , comprendiendo en ellas el ar
y calcular las ventajas que se pudie chipiélago de la Tierra del Fuego.
ran sacar de un establecimiento for
mal en aquellos lugares. Así .es que do oriental de la Patagonia pre
estamos reducidosáconjeturasvagas,
particularmente sobre la parte inte
rior de la Patagonia, la cual es ente
ramente desconocida hasta el punto
de haberse visto obligados los jeó
grafos á dejar en sus mapas los cla
ros de sus pormenores. Dia vendrá
sin duda «en que no habrá un solo
punto de la superficie del globo que
no haya sido visitado , en que cada
sér habrá dicho á la ciencia sus
cualidades y afinidad; en ue nada
en fin de lo que existe que ará por
definir y clasificar. Entretanto el or
gullo del hombre se vé obligado á
huinillarse ante lo qïue para él está
bajo el dominio de os enigmas.
PATAGONIA.
Situacíon jeografica. — Configu ra
ciorz jeueral y limitaba—La Patagonia
se estiende del norte al sur sobre
una lonjitud de cerca de cuatrocien
tas sesenta y cinco leguas , entre los
35-38 grados , y 53-54 de latitud S.
Su lado occidental principiando en
los 38 rados , y el oriental en los 42
de latitud, sus tres puntos estre
mos , el cabo Corrientes al este, el
cabo Froward al mediodía , y el
proinoiitorio que se adelanta en el
I
rande océano austral, en frente dc
a isla de Chiloé al oeste, forman
como un vasto triángulo , cuyos la
dos desiguales presentan en su línea
dos curbaturas conexas al norte y al
oeste, ycóncavas al este. Los límites
de este pais son al norte, el Chile, del
gue está separado por .los Andes;
espues el golfo de Guaiteca hasta
mas allá del volcan de Chillan , y el
Rio-Negro, cuyo curso de oeste al es
te subeÏdel sural norte; al este el océa
no Atlántico; al mediodía el estre
cho de Magallanes, y al oeste, el gran
de océano austral. Las dimensiones
de la Patagonia varian mucho : se
calcula que llegará á cien le uas su
lonjitud mediana , médida esde el
fondo del golfo San Jorje al este ,
hasta el de Guaiteca al oeste; y se
cuenta su superficie total en sesenta
y seis mil seiscientasleguas cuadra
(xd/os, cabos y momañzzru-El la
senta dos grandes golfos , el de San
José al norte , y mas abajo al sur el
de San Jorje. Por la parte de oc
cidente tiene tres; el de Guaiteca ,
al norte, el de Peñas, mas arriba , y
el de la Trinidad, que,con el anterior,
forma la inmediata isla de Tres-Mon
tes. La punta detierra, que mas bien
merece el nombre de cabo, es la de
Froward, á la estremidad sur del
continente y por encima del ángulo
obtuso que describe el estrecho de
Magallanes.
tarse todavía Sin embar
el cabo o puede
delias ci
Vírjenes,
ue se adelanta en las olas, no le'os
e la abertura oriental del estrec o.
En el cabo Froward princi ia, bajo ‘
el nombre de Sierra Neva a de los
Andes , la jigantesca cadena que
atraviesa todo el nuevo mundo, cos
teando, á mas ó menos distancia, el
lado occidentaLEstas montañas y sus
numerosas cadenas secundarias com
ponen la armazon de las comarcas
de que hablamos. La de Casuhati,
que principia en la parte occidental,
cerca del cabo San Andrés, se inter
na subiendo hácia elnordeste,y vuel
ve de pronto para dilatarse del norte
al sur, hasta casi llegar al estrecho
de Jtlagallanes.
u
 PATAGOIA .
Volcane.r.—-Ningun pais mejorque tiene su archipiélago , y por la’ tier
este justifica la opinion de muchos ra de Guillermo V1 y la península de
sabios que atribuyená las erupciones Brunswick, cuenta un inmenso nú
volcánicas la formacion del conti
nente americano.Los cráteres, toda
vía abiertos del San Clemente , del
¡Medielena , del Minchimadiva , del
Osorno y del Chillan, en la Patagonia;
aquellos mas numerosos que se ven
a lomerados en el archipiélago de
' agallanes;y otros en fin de que ha
llarémos las señales,tibias todavía,en
las islas Malvinas , son mas que su
ficientes pera dar un cierto gradode
probabilidad á esta asercion.
Riosa—La Patagonia no tiene gran
des rios.El mas notable, descendien
do de la parte oriental,es el Río-Ne
gro, que no debe confundirse con el
rio del mismo nombre que desem
boca en el de las Amazonas. El de
%ue ahora hablamos toma su oríjen
ajo los 36° 50’ de latitud , y tiene
su desembocadero sobre los 41°
de latitud y 63° de lonijitud occi
dental. Mas abajo está e rio de los
Camerones, el cual se supone que tie
ne su nacimiento, como el anterior,
en la falda oriental de los Andes. Su
corriente es desde luego del norte al
sur, declinando lijeramente del oes
te á este , y subiendo despues en
aquella direccion del. norte al sur.
Su manantial está situado, se un se
dice, en los 40" 30’ de latitu y 71°
20’ de lonjitud; su desembocadero
en los 45° de latitud y 66° 20’ de lon
jitud occidental. Este rio tiene una
porcion de corrientes , lo que unido
las pocas noticias exactas que hay
del interior del pais , hace muy difi
cil, por no decir imposible, determi
nar su curso principal. Mas abajo
está la débil corriente, llamada Rio
Deríderado, que principia en el lago
Colugua e or 71° 50’ de lonjitud y
47° 15’ e atitud sur; y en fin el
Gallegos , cuyo curso es todavía un
problema para los jeógrafos, no obs
tante que algunos indican que sigue
del norte al sud la direccion de los
Andes , y que vuelve del oeste al es
te para desagnar en el Atlántico,
por encima del cabo de las Vírge
nes. La parte occidental, profun a
mente cortada por los golfos de Guai
teca y de la Trinidad ,' que cada uno‘
3
mero de corrientes,—de las cuales
ninguna merece que se haga de ellas
mencion.
Lngosu—Una particularidad que
debe notarse, es la disposicion de
la mayor parte de los rios y arroyos
que surcan la parte occidental á
trasformarse en pe ueños lagos, ya
sen á la mitad, ya a fin de su curso.
De estos, los mas dignos de citarse
son el de Tehuel , colocado , por
lo que se infiere , en el centro de la
Patagonia; el de Nahuelhapi, ue se
estiende en la inmediaciou e los
Andes, y que es bastante grande pa.
ra contener una pequeña isla llama
da de los Tigres ; en fin un d¡lata-
doestanque,situa o en la estremidad
nordeste de la tierra de Guillermo
1V, no lejos del Otway-Water , cuyo
circúito no se eleva lo suficiente a
ra que propiamente sea un ver a
dero lago mas bien que una de aque
llas hondonadas tan comunes en la
parte del oeste. En cuanto á los la
gos de menor dimension que se ha
cen casualmente en las llanuras,
todos son salobres , por lo menos en
la parte septentrional. .
Gli/na, arpectm— En jeneral se
sabe muy poco de las roducciones
de la Patagonia. Las ú timas tierras
de la América meridional, aunque
apenas pasan el 55° grado de la
titud sur , están espuestas a una
temperatura casi tan áspera co
mo la de Groenland. No han si
do realmente objeto sino de estu
dios particulareswsi es que lostesti
monios de los viajeros parecen con
frecuencia contra ictorios, habien
do hecho cada uno de ellos estensivo
a todo el pais lo que deberia haberse
ceñido unicamente .á la locali
dad que habian examinado. El in
terior del Africa-y de la Nueva Ho
landa se halla casi en el mismo esta
do ¡y mucho trabajo habrá de cos
tar todavía antes que dejemos de la
mentarestaignoranciaLaPatagonia,
segun el aserto de varios viajeros, no
ofrece mas que vastos desiertos , al
gunas praderas muy raras,y espa
cios inmensos impregnados dc nie,
4 iiisïoiiu DE LA
tro. Segun otros , por el’ contrario , cutivos todo el hemisferio austral del
se hallan magníficos bosques, abun nuevo mnndo, permaneció ocho me»
dantes en madera para construir ses en la Patagonia estudiando las
, casas. Estas observaciones son cier riquezas minerales y animales de
tas, si se refiere la primera á la parte este misterioso pais, viviendo bajo
nordeste ylsudeste del territorio , y la tienda del indíjena. Así es co
la segunda á la parte oeste ' sudoeste; mo ha podido darnos á conocer con
no siendo por lo demás e admirar los pormenores mas minuciosos
la gran variedad de aspecto que todas las artes de aquella vasta
ofrece un pais tan vasto como este , rejion que ebió tener tiempo de vi
pues en la Europa misma tenemos sitar , tales como la zona septentrio
ejemplos masnotables de ella en una nal, próxima al Rio Negro , y la zo
escala mucho menos estensa. Tam na oriental hasta la península de
oco es de olvidar que el hombre no San José. Es una fortuna verdadera
iia llevado allí aun la actividad fe mente el poder referirnos en este
cunda de su industria; siendo lo ue Junto á una obra tan preciosa como
ha obtenido con ella, bajo latitu es la de Mr. de Orbi ny, por quien ade
frias y en paises todavía mas ingra más hemos teni o el gusto de ser
tos, una prueba de lo que pudiera autorizados para ello. Confesamos
hacer en esta, si la poblacion, aumen pues con toda franqueza que cuanto
tada en América en la misma pro vamos á decir sobre el norte de la
porcion que en Europa se diese á Patagonia y la poblacion que la ha
cada tierra su importancia y valor. bita, es el resúmen de las relaciones
Todos los autores no obstante es y de la opinion del sabio viajero,
tán de acuerdo en reconocer que so cuya única guia merece toda confian
bre el límite de la zona septentrio-_ za en semejante materia. Muchas
nal de la Patagonia, el suelo es mas veces le habrémos de citar textual
productivo que en la rejion del sur. mente , por ue hay casos en ue no
n el norte se detiene com lacida la puede remp azar el ‘análisis á a cita
vista sobre la risueña pra era don exacta, y porque hay en las obras
de á veces los frutales de Europa, de este énero períodos _que no per
trasplantados por los primeros colo miten e estracto y conviene repro
nos españoles, se confunden con el ducirlost tales como son, só pena
sauce del pais. Causa una agradable de alterar el asunto á que se re
sorpresa hallar en las riberas del Río fieren y sujetar á su autor á
,Negro la higuera, el cerezo, el man una torpe diseccion. No quiere esto
zano y la viña con toda la riqueza decir que haya tal necesidad, sino
de unavigorosa vejetacion. En su para las cosas que forman el carácter
ma , fuera del territorio-que confina que las distingue esencialmente, co
con la re ública de Buenos Aires, el mo los detalles de, las costumbres,
aspecto e la parte\conocida de la y de ningun modo ara lo que no
Pata onia es esencialmente unifor es parte integrante _ el cuadro de un
me. randes llanuras donde no se pais ó del retrato físico de un pueblo.
divisan mas que escasos matorrales Tampoco de arémos por esto de
abrasados por la sequedad , algunos examinar cui adosamente la opi
montecillos acá y acullá que se ele nion de otros viajeros y aprovechar
van en medio de eriales priva nos de las noticias que faciliten, ha
dos de toda sombra , tal es el ciendo las inducciones á que dieren
triste panorama que se descubre á lugar en nuestro concepto sus con
la vista del estranjero en un radio tradictorias asereiones , aunque ad
muy estenso del territorio patagon. hiriéndonos siempre al testimonio
Lbnstitucíon del terz'eno.-—Al lle de Mr.de Orbigny,como la autoridad
gar aquí nos vemos isados á con mas preferida, y bajo cuyo nombre
sultar la bella obra de Mr. Alcide se distinguirá nuestro trabajo.
de Orbigny sobre la América meridio .El Viaje a’ la América meridional
nal. Este .hábil naturalista que ha no es el solo libro que nos ha sumi
recorrido durante ocho años conse nistrado las noticias curiosas, y bajo
 PATAGONIA.
todos aspectos nuevas, que vamos á
dar: nos hemos tambien valido de
otra obra mas especial y no menos
notable ; queremos hablar del Hom
bre americano , tratado de fisioldía
de los maspreciosos para el estu io
de las razas del nuevo continente, y
que bajo mas de una relacion coloca
efinitivamente á Mr. de Orbigny al
lado de Mr. de Humboldt. (Esta es
tambien la opinion de Mr. Darwin ,
sabio naturalista inglés que ha reco
nocido el estrecho de Magallanes en
compañía del capitan King, cuya
competencia en este punto no pue
de ser contestada.)
Es á la verdad sensible que no se
hayan publicado todavía los tratados
de jeografía, jeolojía, .philolo{'ia y
una parte de la historia natura del
Viaje á la América meridional, pues
que hubiéramos podido, con las in
teresantes noticias que promete la
perfeccion de una obra tan útil
como esta , dar á la descriipcion 'e
neral de la Patagonia un esarroilo
mas proporcionado á las otras partes
de esta relacion.
g Principiamos pues nuestras citas
sobre la constitucion del terreno de
la Patagonia:
«Considerado bajo la relacion de
su composicion, el terreno de la par
te septentrional parece ofrecer des
de el pié de los Andes hasta el mar
una sncesion de capas de tierras
terciadas que contienen alternativa
mente conchas de agua dulce y ma
rinas, y huesos de mamíferos en
medio de un arenisco deleznable, tan
erfectamente colocados, que sobre
as orillas del mar y la ribera del
Rio Negro donde por dó quiera se
notan escar ados de una grande al
tura, se pue eseguirla menor de ellas
el espacio de seis á ocho leguas sin
que varíe de espesor. Hecha la com
paracion de muchas peñas con las
‘descri ciones de los viajeros, han
proba o que el mismo terreno ocu
pa casi toda la Patagonia de la costa
oriental hasta el estrecho de Maga
llanes. Por lo demás , el terreno terequivocadamente los naturales del
ciado sigue por el pié de los Andes pais por sal , no siendo otra cosa
hácia el norte , comunica con el que quecalizo ó sulfato de cal. Algunos de
baña el gran Chaco, y rodea por esos cristales tienen hastadiezó doce
‘:3
todas artes losPampas pro inmen
te dic os, formados invariab ementc
de arcilla de huesos y de tierras mo,
vedizas. Esos mismos Pampas tie
nen mucha menos estension de lo
que- se habia creido, pues que no
participan jeneralmente del terreno
de la Patagonia , acabando á los 39
grados para dar lugar á las tierras
terciadas de los lados australes; así
que, á escepcion de los terromonte
ros y orillas de las riberas, la Patago
nia está sin cultivo, porque no cuen
ta mas que con terrenos arenosos y
secos que carecen de la humedad: ne
cesaria. »
Ya hemos tenido ocasion de decir
que las llanuras de este pais están
impregnadas de sal, y que los lagos
de la parte del norte son salados.
Es tan abundante esta sustancia en
las tierras de la Patagonia que fre
cuentemente se manifiestan sus par
tículas de moho por la superficie, y
hasta sobre los terrizosóterromonte
ros de las márjenes del Rio Negro :
así es que ningun pozo ha dado ja
más agua potable, y la misma que
beben los naturales, á falta de otra
mas dulce, es tan salobre que prod u
ce á los estranjeros fuertes colicos y
una peligrosa disenteria. Esta dis
posicion del terreno y el reciente
descubrimiento de ciertos fósiles que
lo indican, prueban que la Patago
nia ha sido cubierta por el mar; y si
esta hipótesis, que parece muy racio
nal, se admitiese, se esplicaria fácil
mente la formacion de numerosas
salinas que dan á los colonos del Cár
men sus productos naturales: al re
tirarse las aguas, han dejado lagos
salados, cuya parte liquida se ha eva
porado, gracias á lo raras que son
las lluvias y á la estremada sequedad
dela tierra. Así es como las partes
salinas se han concentrado en el fon
do de estos receptáculos , pasando en
fin al estado de cristalizacion. Por
lo demás hay tambien que observar,
que en las orillas de esas salinas sue
le haber cristales, los cuales toman
 I

G HISTORIA DE LA
pulgadas de lonjitud , pueden pa caseras en las granjas , y sucede fre’
sar por los modelos mas completos cuentemente que acosado por el ham-
y mas bellos en sujénero. bre y no hallando con que satisfecer
la, se arroja sobre los cueros de piel
marcan Narunaifl—Vejetaletrm no curtida que usan los habitantes,
La proximidad de los establecimien los cortay se los lleva. Así es que á
tos agrícolas de Buenos-Aires ha sin veces los animales ó los caballos en
fluido muy poderosamente sobre la cerrados en un coto hecho de estacas
parte de la Patagonia que baña el y travesaños, atados con tiras decue
Rio Ne , para que se hallen allí ro, se escapan durante la noche por
hacien as donde se cultivan la haber sido arrebatadas estas tiras
mayor parte de nuestros cereales y por algun descarado zorro. Los Pa- _
algunosárboles frutales, indicados ya tagones les temen mucho: cuentan
en el párrafo relativo al aspecto del de ellos una multitud de historias
pai s. lt-lr. de Orbigny ha reunido cien mas ó menos estravagantes; llegan
to diez y siete especies de plantas, hasta asegurar que son bastante
número mas ue suficiente para vin atrevidos para venir á cortar, mien
dicar al pais e la nota de completa tras duermen , las correas que sus
esterilidad; pero por desgracia, en penden sus-recados puestos debajo
tre esas 117 especies no hay ninguna de la almohada, por cuya razon tie
que sea digna de fijar particularmen nen siempre cuidado de ponerlos
te nuestra atencion. en su caja. Suponen todavía que ti
Animales.—El reino animal ofre rando cierta noche uno de estos zor
ce mas interés. Citarémos el lobo r0 ros del ramal de un caballo para
jo (canis jubatus), que hace la guer apropiárselo , logró cond ucirle hasta
ra á las gallinaceas; el enguardo, su cueva. '
ese tigre americano, que despues de Debemos tambien citar, entre los
haberse hartado de sangre y de car mamíferos que se encuentran en ma- -
ne palpitante, oculta bajo las yer yor ó menornúmero en’ la Patago
bas, las hojasóla arena, el despojo nia, la aemívu/prja, cuya materna’
de su presa para volver á ella cuan ternura es conocida de todo el mun
do le apremio la necesidad; dos espe do, sabiéndose, como se sabe, que al
cies muy pequeñas de gatos salvajes, menor peligro que amenace a sus
el pnjero y el nzbaraczzya, que hacen hijuelos, los esconde en su buche.
la caza, en concurrencia con el en En lo alto del pais se hallan muchas
guardo, en las llanuras que baña el especies de animales roedores, co
Rio-Negro; la mofetaó rivera, que mo los eténomes, que labran las lla
exhala un olor fétido insufrible cuan nuras como nuestros topos; las ra
do un enemigo cualquiera se tas en bandadas numerosas, indíje
la acerca; el O10 canas-o, especie de nas ó traidas por los bu ues euro
huron. que socaha la tierra y que peos; el raton y el gzga, e los que
dotado de las mismas cualidades que algunas familias , venidas del Norte,
la mofeta, arroja tambien cuando se pueblan los pantanos, y hacen oir
le irrita un olor fuerte de almizcle quejidos meláncolic(is en la hora de
(Bufon le llama fuina de Cayena) ; la noche en que la biscarhahuelga ;
el zorrillo , otra clase de mofcta , pa este tiltimo es un animal especial á
recida á las martas en las formas es estas comarcas, y nunca se acerca a
veltas y graciosas, en la iel ne ra los trópicos. Lo mismo sucede al veloz
con dos rayas blancas des e la ea e mara, ó liebre de América. Este cua
drúpedo, que se aproxima al jénero
za hasta la cola, y el zorro de Patago
nia que, segun Catesby, solo difiere de los agoutís, es notable por su cos
del de Europa por la piel de un tumbre de escavar profundamente
gris plateado. Este animal, todavía. la tierra; su piel es parda-roja, os
mas astuto que el que nos es ya co cura por el lomo y blanca por _el
nocido, sale porla tarde de su guari vientreflIácia la cola reina una media
da para ir á sorprender á las aves luna negra que resalta agradable
 PATAGONIA. \
7
mente con lo demás del pelo. Algu te que el arranque, cuya carne y so
nos son tan grandes como los perros bre todo a piel aprecian mucho los
de mediana estatura. Los naturales habitantes. _ ‘
del pais son muy diestros en la caza Este último animal, que no íaltan
encarnizada que les hacen. Como naturalistas que le consideren co
la mara tiene el paso muy irre mo el lama en estado salvaje, es
gular y da mil vueltas cuando huye , en la América meridional el repre
los caballos, acostumbrados áestejé sentante del camello de Oriente. Pue
nero de ejercicios, hacen otrastantas de muy bien ser comparado por sus
evoluciones rápidas como este ani formas esteriores á un asno con dos
mal, y no haciéndolo así son perdi patas y un cuello mas largos. Se
dos. Mas los Indios están ya tan ha allan muchos en todos los puntos
bituados á este arte , ue siguen to tem lados de la América del Sur,
dos los movimientos de caballo ylo des e las islas de laTierra del Fuego
gran llegar á fatigará la liebre en hasta las rejiones montañosas de a
términos que sin apearse la cojen Plata, y aun hasta la cordillera del
por las orejas y se la llevan. Perú. No obstante que estos anima
En Patagonia no se encuentran mo les prefieren los lugares elevados
nos, ni jaguarea‘ ; este último, el mas para habitar, se encuentran tambien
bello 'mas grande de todos los ga en las llanuras de la Patagonia me
tos salvajes, despues del tigre, no ridional. En jeneral andan en cua- '
pasa jamás al sur de las montañas drillas de doce á treinta, aunque no
del Tandil. _ dejan de reunirse en otras mas iiume
Entre los mamíferos desdentados, rosas y apiñadas sobrelas costas sep
no podemos dejar de hacer mencion tentrionales del estrecho de Magalla
del pichi , que ertenece al jénero nes.
del tato. Los individuos de esta fa Un ras 'o característico do este
milia son, como se sabe, notables cuadrúpe o es la curiosidad. Cuau
por la callosidad y dureza de la con do se halla uno por casualidad from
cha que los cubre; tienen el hocico te de un guanaco aislado, en lugar de
untiagudo, orejas grandes, uñas huir, como debería aconsejárselo su
argas, cuatro ó cinco dedos delante instinto salvaje, se detiene y le ob
y cuatro detrás; socavan sus mora serva con atencion; un instante des
das subterráneas y se alimentan de ues, sigue su camino ,_ y Se para f0
vejetales y de insectos. El pichi es avía para volveros á mirar. Si se to
un orracioso y pequeño animal, muy ma alguna postura estraña, como
aíable, absolutamente inofensivo y por ejemplo, si se echa _uno en el sue
en estremo solicitado por la deli o con las piernas al aire , se acerca
cadeza de su carne, que no dis usta ara reconocer el sin ularobjeto que
ria en las mesas mas esplendi as de a notado de lejos. A gunos viajeros
Europa. Los Gauchos y los natura se han valido de este ardid con éxi
les le ponen á cocer sobre el fue o to , y aun á veces, los guanacos pare
por la parte de la concha, y cuan o cian creer que los escopetazos que les
está bien tostado , se caen las esca disparaban sin alcanzarles eran una
mas muy fácilmente. No es raro ha consecuencia de la broma. Mr. Dar
llar los pichis en las casas de los co win, naturalista inglés, ha visto va
lonos, donde se divierten con ellos rios sobre las montañas de la Tierra
ya .por sus gracias, ya por las postu del Fuego no solo relinchar y gritar
ras singulares que toman á veces. cuando se les acercaba, sino empi
Los pantanos del Rio Negro sir narse y saltar de la manera mams ridi
ven de abrigo á un gran número de cula. Son susceptibles de enseiianzzi,
pecarzjr de collar, ó jabalíes de Amé comotambien de mucha familiari
rica, tan ásperos é indóciles en este dad Descaradosentónces en estremo,
pais como lo son en todas partes. se arrojan sobre el hombre y le mal
Una especie de ciervo, llamado. gua tratan por detrás con sus dos rodi
zuu’, es tambien muy comun en la llas. Se asegura que el motivo de es
Patagonia , pero es menos interesan tas bruscas einbestidas suele sei: el ’
8 HISTORIA me LA
amor celoso ue esperimentan por sos no ofrecen señal alguna dehabcr
sus mujeres. o sucede lo mismo sido devorados los guanacos por bes
con el guanaco en el estado pura tias feroces. El mismo hecho se ha
mente salvaje ; no tiene ninguna idea observado por las márjenes del Rin
de la defensa natural, y un solo per Gallegos. Ninguna razon se puede
ro es suficiente para sujetarle , á pe atribuir á esta costumbre; sin em
sar de su alta talla. Cuando reuni bargo es de notar que citando un
dos en rebaños
hombres á caballoson, se
asaltados
desbandiïnr guanaco está herido, se dirije siem
pre hácia el curso del agua que tie
inmediatamente y huyen atolondra ne mas inmediata. Estos hechos pue
damente , sin saber á dónde dirijir den servir á veces para esplicar la
se; esto es precisamente lo que faci existencia de huesos intactos en una
lita la caza que les hacen los In cueva, ó enterrados bajo bancales
dios : fácilmente los empujan hácia de turbiones; enseñándonos tam
un punto central, y los rodean de bien la causa de hallar frecuente
tal modo que muy pronto se hacen mente los despojos de varios mami
dueños de ellos. feros mas bien ue de otras especies
Los guanacos se arrojan volunta en los terrenos angosos. (Estos por
riamente al agua. En el estrecho de menores sobre el guanaco están es
Magallanes pasan á veces de una is tractados de la interesante obra de
la a otra. Biron, en su viaje, los ha Mr. Darwin.) ' .
visto beber agua salada; y los oficia Además de los cuadrúpedos que
les del buque inglés el Beagle divi hemos citado, se hallan en la Pata
saron una cuadrilla entera ue pa gonia bueyes, caballos y carneros
recia estaban bebiendo el liquido ue los colonos europeos han lleva
contenido en una salina del cabo o y connaturalizado allí sucesiva
Blanco. Fuera de esto, no pueden mente.
sufrir el agua salada , esponiéndose Los bueyes producen un comer
á morir de sed en algunos‘ puntos de cio bastante considerable de carne
la Patagonia. Durante el dia se re salada, y se llevan muchos para las
vuelcan con frecuencia en hoyos lle inmediaciones del Cármen._—Estáii
nos de polvo. Los machos se pelean pastando cerca de lashabitaciones y
á veces con encarnizamiento. Estos alh es donde se les mata y se repa
animales tienen una costumbre que ra su carne para ser conduci a a la
parece inesplicable : todos hacen sus poblacion para su venta: El lugar
necesidades corporales en el mismo ' donde se haceesta operacion se llama
paraje, resultando de aquí tales sularlero. Mr. dé Orbigny ha hecho
montones de basura y estiercol que una descripcion quevamos áco iar;
algunos tienen hasta ocho piés de «Los animales son conduci os a
diámetro. Frezier observa que esta la inmediacion del establo , encer
costumbre es tambien -comun al la rando todas las tardes en estos re
ma, y dice que es de grande utilidad diles á los ue se destinan para ser
para los Inc ios. los cuales se sirven muertos al ia siguiente. Desde el
de los escrementos del guanaco pa amanecer los operarios se distribu
ra combustible. ltlr. de Orbiguy con yen el trabajo: los unos montan a
firma esta obscrvacion, y asegura caballo con el lazo , entran en el re
ue todas las especies del jénero, es dil, amarran á cada animal por los
ecir, los lamas , los alpacas y los vi cuernos y le obli an á salir; en tan
cuñas, están dotados de este singular. to ue los otros a fuerza de golpes
instinto. _ Ies acen encaminar hácia el sitio dc
Los guanacos parece que elijen la ejecucion de frente al cobertizo.
determinados lugares con preferen Luego que llega allí , el operario
cia áotros para morir. Se ha visto, por que le im elia por detras, sin
ejemplo, en las orillas de Santa Cruz apearse de caballo , le troncha de
e suelo blanqueado de huesos, prin una cuchillada, rliestramente dada,
cipalmente en los sitios de matorra los corvejones tiaseixis á fin de que
les y cercanos á los rios. Estos hue no pueda andar; en seguida otros
 PATAGONIA. 9
le echan por tierra y le hieren en la las pieles en tierra y se pone en ellas
garganta para desan rarlo, ó bien , una fuerte capa de sal, y sobre esta
si es necesario , le c avan la pun una capa de pedazos de carne esten
ta de su cuchillo por detrás de la didos con cuidado; siguiendo ha
nuca hasta tocar la médula del es i ciéndolo así alternativamente hasta
nazo, lo cual requiere mucha ha i formar una alta pila cuadrada , á la
lidad , y entónces ya el pobre animal que no se toca en diez ó quince dias,
queda sin movimiento ycomo muer para dar tiempo á que las carnes to
to’ hasta que se le acaba de matar. men bien la sal. Trascurrido este
Mientras que los hombres montados tiempo , se espone diariamente al
á caballo continúan así sus opera aire la carne colgada en unas cuer
ciones , otros operarios principian á das hasta que se seca , lo que la ha
desollar y á partir la carne ; y cuan ce ser menos pesada y de mas fácil
do ha sido muerto el número de re trasporte. Las pieles se salan de la
ses suficiente para el trabajo del dia, misma manera que la carne: se las
lo que sucede á veces á las ocho ó deja en monton ó pila por espacio
nueve de la mañana , aunque h.aya de uince dias, ó un mes; y luego
ochocientas ó mil, entóuces para ca se orman paquetes de ellas para
da una se dedican dos trabajadores. embarcarlas y entregarlas al comer
Dividen con el cuchillo la piel en cio.
toda la lonjitud del vientre desde la Las rasas se dividen en tres
cabeza hasta la cola, y las patas por clases: ay desde luego aquella que
la parte interior desde la corva has se saca delos intestinos y ue forma
ta el punto de union de la línea del el sebo,la cual por lo regu ar se en
medio ; cortan los iés y los tiran, via en barricas amontonada sola
desuellan el animal) y sobre la mis mente ó derretida; siendo de esta
ma piel lo despedazan. Sacan los última de la qlije se usa en el pais
cuatro cuartos con una habilidad para el alum rado y la que sirve
admirable y los onen debajo del tambien para la esportacion, además
cobertizo, donde os suspenden en de la que se estrae de las carnes. Es
ganchos preparados al efecto; des ta otra se derrite _y se pone en las
pues ac uellos mismos hombres se vejigas ó grandes intestinos y no se
paran as carnes de los huesos y las emplea en el pais sino para la coci
dividen en cuatro ó seis pedazos, pe na, siendo uno de los artículos mas
ro con una destreza difícil de creer: indispensables, tanto ara la jente
el uno levanta en un solo trozolas de del campo como para a que habita
los costados, y el otro las de la par en Buenos-Aires. Hay en fin en los
, te vertebral, igualmente en grandes saladeros otra tercera clase de grasa:
, pedazos, llevándolos todos al mismo los trabajadores ponen á parte todos
sitio , colocándolos en pilas sobre los huesos ca aces de contener la
los cueros , y separandolos intesti médula, y aca ado el dia, los que
nos que los muchachos cuidan de brantan estrayendo de ellos aquella
limpiar antes de ponerlos en su lu con un palito, y derretida en las cal
gar. - deras, la colocan en ‘pequeños barri
Luego que todaslas reses muertas les. De esta última especie de grasa
han sido partidas, llevan los opera se sirve el propietario para su
rios las pieles al tinglado y sacan la cocina, se da como regalo de ran‘
carne superior de los cuartos, siem precio á los amigos y se vende as
pre con la misma ajilidad, para po tante cara á los glotones ‘ del Bio
nerla sobre los cueros, colocando de la Plata que la estiman mucho ;.
en otro lado los huesos. Concluido siendo con efecto sin contradiccion
esto , principia una nueva operacion el condimento mas delicado y muy
en la que todos toman parte: vuel superior á la manteca de puerco, á.
ven á repasar separadamente cada la de vacasy aun al mismo aceite.
trozo para partirlo si es muy grueso, Las lenguas se salau aparte, y ya
quitarle de encima lagrasa y echar que se han secado, vienen á ser de
le en el monton. Enseguida se ponen este modo un objeto de comercio.
 10 HISTORIA DF LA
15s un manjar bastante bueno yapre mento al aspecto de aquellos hom
ciado de los consumidores de carne bres que, amenazados mil veces de
seca. En el Brasil es donde se hace la muerte, juegan sin embar ocon la
principalmente este comercio, así cólera del toro como con la e la va
como el de la grasa, por ue los ca; supresencia de ánimo es siem
grandes calores de Bahía, de io Ja pre igual á su pujanza y su habili
neiro y de todas las otras ciudades dad; siendo muy raro que sean he
situadas bajo la zona tórrida, no-les ridos. Pero esos hombres que no te
permiten conservar la carne fresca. men la muerte , que se encuentran
Lue o que los operarios han aca con ella á cada aso, son tan duros
bado e trabajo del dia, se dedican á para los anima es como para ellos
limpiar su matadero , se llevan la ca mismos : se gozan con los sufrimien
beza con sus carnes, ¡toda la arma tos de la víctima, cual si esto fuera
zon oseosa del tronco y los huesos una especie de indemnizacion de los
de las patas cerca de la orilla del rio, ries os que les ha hecho correr.
donde amontonan todos estos des La ejan con frecuencia revolcarse
pojos y los intestinos, el corazon, el por largo tiem o- en la tierra cuando
ligado y los livianos, que tambien se e han corta o los corbeiones , y
tiran cuando las pobres jentes del se rien de los lamentables bramidos
Cármen ó los Indios no vienen á que le arranca su dolor: la mutilan
buscarlos. Así es que los huesos, ratuitamente, y la entregan así sin
buscados con tanta. arvidez en Euro efensa á los disformes perros que la
pa, vienen á-quedar sin uso alguno, muerden la lengua y se la arrancan
siendo allí arrdados al campo. A e cuando brama. Prorumpen entón
nas cuando se an corrompido las ces en infinitos aplausos todos los
carnes hace el pro ietario recojer operarios que, cubiertos desangre, la
los cuernos que se esprenden en esprimen gota á gota, recreándose en
tonces mas fácilmente, porque como este espectáculogtue es para ellos muy
hay madera de sobra en los alrede delicioso. ¿Qué umanidad pueden
dores para no tener necesidad de tener unos hombres acostumbrados
emplear losshuesos como combusti á estas escenas? Así es que con la cu
chilla enla mano se están continua
ble, segun lo hacen en todos los Pam
pas de Buenos-Aires, se tiran y no mente amenazandocon la muerte , y
sirven absolutamente para nada. Se se divierten en hacerse chirlos en la
hallan sobre muchos puntos de la cara; de manera que el verdadero to
ribera esos montones considerables rero rara vez deja de tener la cara
de huesos, comoseñal. de haber ha acribillada de cicatrices. Asesinanse
bido por su inmediacion algun sala unos á otros con la misma frialdad
dero, y que permanecerán así hasta que si degollasen un buey ó un ter
que la industria estranjera quie 'nero,sin esperimentar remordimien
ra apropiarselos cargándolos para to alguno. Una circunstancia que tu
trasportarlos á Europa, ó la indus vo lugar despues en el mismo paraje,
tria ind íjena los emplee en el pro io demuestra cuán insensibles son a la
pais cuando la civilizacion habrá le- - agonía de los animales : es el caso
.vado allí sus fábricas. que habiendo acabado de .-tiuatar
El Europeo, testigo de los trabajos todo el ganado menos los becerros,
de un saladero, no puede menos de y temiendo que estos fuesen robados
quedar sorprendido de la habilidad por los Indios enemigos, los encerra
feroz de los operarios y de la destre .ron en el parque donde, faltándoles
za con que huyen el cuerpo de los eltiempo, para sacrificarlos, les corta
cuernos de los toros que, furiosos al ron los corbejones dejándolos por
verse en redados, luchan con una fuer muchos dias en este estado, cosa que
za estraordinaria cuando se acercan les parecia muy natural. .
á sus compañeros ya muertos en la El espectáculo de un saladero es
plaza , saltan , cocean, y ponen al muy triste para quien lo resencia:
Jinete en un verdadero peli ro. Se la noche , los mujidos de os anima
¡rstremece el espectador á cai a Ino les encerrados cn el parque, faltos dc—
 PATAGONIA.
alimento por espacio de dos_ó tres abandonados en el muladar podrian
dias, la agonía del ganado espirando acarrear una danina peste con su pu
bajo la cuchilla del carnicero , la ra- trefaccion.
bia de los que intentan sustraerse á La Patagonia es muy abundante
la muerte y los clamores lejanosdelos en aves, pero no tienen el pluma
operarios,dan á estaescena un carác- je tan hermoso y variado como las
ter aterrador. Causa sumo asco el ver que habitan en otras rejiones de
ocho ó diez hombres provistos de su América. El avestruz , que es muy
correspondiente cuchilla,degollando numeroso en el norte, es mas peque
los unos y despedazando los otros ño que el de Africa, del cual difiere
una porcion de animales , cuyos además por tener cuatro dedos en
miein ros desparramados sirven de los piés, dos delante y uno atrás, por
juguete á los operarios y de presa á ser sus plumas cenicientas y tener
los perros y aves de rapiña, atraidos la cabeza como una oca. Su nombre
allí por la esperanza del botin. indijeno es ñandu. Pone sus huevos
Yo presencié una de esas reunio por octubrey noviembre en los sitios
nes fortuitas de aves que no se mas silvestres, cubriéndolos tan solo
alimentan mas que de carnes muer or la noche, ya el machoya la hem
tas. Vense siempre al rededor de una ra. Cuentan los habitantes que cuan
habitacion una infinidad de catartos do los huevos están ya empollados ,
urubu y aura, los buitres de aquellas rompe los huevos el mismo avestruz
rejiones, ygrandes y pequeños cará para atraer á las moscas y alimentar
caras que viven de los desechos de con ellas sus polluelos. El rasgo
los habitantes; pero estas aves nun mas característico de esta ave es su
ca pasan de veinte á treinta, á menos estrema curiosidad. Cuando está do
que se mate un animal , porque en mesticado suele colocarse en medio
tóuces se reunen en un número con del círculo de las personas que están
siderable hasta que apuran todo el hablando
instinto lepara
es mirarlas meor;
muy fatall en este
los
sustento. Un dia en que se empezó la
matanza en el saladero aparecieron montes porque entónces le sorpren
por la mañana como una docena de de el couguar sin que pueda esca
estos parasitas del hombre; el cebo par. Los naturales del pais buscan
de la carne atrajo mayor número en con ahinco la carne del avestruz: los
muy poco tiempo, reuniéndose en Gauchos comen la pechuga, á la que
pocos dias todas las aves de ra iña llaman pícanílla. Los huevos se ven
de mas de treinta leguas á la re on den entodo el pais y hasta en Buenos
da. Aumentábase por instantes la Aires y Montevideo. Las plumas del
multitud, tanto que á media matan ñandu no son ni con mucho tan her- .
za podian contarse muchos miles de mosas comolas del avestruz africano,
urubus, earácaras, auras y chiman y por lo tanto solo se emplean para
gos que se disputaban con grandes escobillas. La caza de' este pájaro se
gritos los restos descarnados de las hace á caballo, siendo muy diestros
reses.Estas aves se movian apenas á la en ella los habitantes. Es muy difícil
aproximacion del hombre , y al dis cojer al avestruz pofque huye al mas
parar un tiro se remontahan imitan lijero ruido. Desde el momento en
do el estruendo del rayo con sus que se le divisa se debe dar rienda
alas , que ocultaban el sol por su suelta . al caballo y dar tras él
disformidad. En Buenos-Aires, don continuamente hasta que esté á tre
de no .hay urubus están cubiertos cho de echarle al cuello el lazo que
los saladeros de gaviotas blancas que con tanta ailidad arrojan los Gau
se alimentan tambien de las reses chos. Suce emuchas veces que vién
muertas. Al concluirse los alimentos dóse cercado por los cazadores, in
se dispersan estas reuniones de aves, tenta picar al caballo con una espe
no volviendo á comparecer hasta otra cie de pua que tiene en el ala,ycuan
'matanza. En medio de su rapacidad do ha perdido toda esperanza se me
son de suma utilidad , pues á no ser . te entre las piernas de los corceles ,
por ellas los cuerpos de los animales que arrojan asustados á losjinetes
12 _ HISTORIA DE LA
Sobre la arena. Logra escaparse en: mirlo, que viene en el invierno des
tónces, pero en breve es alcanzado de el estrecho de Ivlagallanes; el
por otros enemigos que acaban por burlan ¿[e Patagonia,cuyo canto mo
su'etarle con el lazo fatal : por lo re dulado y cadencioso parece que re
gu ar se le mata en el instante mis meda al de los otros ájaros; el lije
mo, y el vencedor cortándole las alas, rísimo trogladíto , e tímido ¡yua
las coloca en el cuello de su caballo llaxo, y el jugueton gobemosca. Las
en señal de triunfo. Esta caza es un praderas del norte se hallan frecuen
espectáculo sumamente curioso para tadas por algunos pípís que devoran
el estranjero, y anima los llanos de los insectos , y por muchos muscísa
siertos de la Patagonia septentrional. zícolei- , especie de pájaro mosca , y
Hállase además otra clase de estas por el vocinglero tangara , cuyos
aves que los Ganchos denominan ermosos colores pueden rivalizar
avestruz petis-o. con los del colibri. Este pajarillo es, '
El número de aves de rapiña es ’ el único de su clase que frecuenta los
muy considerable en la Patagonia: el pantanos , donde se hallan tambien
temible condor; cuyas alas jigantescas algunos ¡‘tapia/es , y el pájaro mili
abrazan un radio de quince piés, se tar, llamado así, por sus charreteras
ñorea con un vuelo majestuoso las y pecho encarnados.
rejiones del litoral; los Incas del Pe infinidad de olondrinas pueblan
ru le respetan como los Ejipcios al tambien las oril as de el
otros pajarillos,como Rio Negro
diam con i
o gran
milano. El condor tiene por compe
tidores al cathartoaura y al cat/mr pico del Chile, célebre por su pluma
to urubu. El primero, llamado tam je azulysu garganta blanca; el anum
bien vultur aura , es una especie de bí; ave de pluma negra y pata colo
buitre voraz que esparce á su alrede rada , cuyo nido merece describrirse
dor un olor insoportable. El urulm por su orijinalidad, colocado ordina
es de la misma familia que el prece riamente en la punta de las ramas
dente, y el olor que exha a, lo mismo inclinadas ó en medio de arbustos
que sus escrementos, tienen mucha solitarios. Esta mansion, donde va á
analojía con el almizcle, si bien este dormir cada noche la pa_reja,es muy
inismo olor se halla sufocado por el singular, comparada con el volúmen
de carne podrida. Estas aves , como de sus constructores’; tiene de 18
se ha dicho ya , se nutren de reses á 19 centimetros de lonjitud y algu
muertas evitan al pais muchas en nas veces asciende á 40: su forma es
fermedades epidémicas. Cuando los la de un óvalo prolongado ; la parte
urubus se ven acosados al acabar su esterior está protejida por una por
comida , vuelan con dificultad y vo cion de espinas vejetales, colocadas
mitan la carne que acaban de tragar, con tal arte ue no ueden arran
no solo con el objeto de alijerar sn carlas sin que rantaras; lo interior
vuelo, sino tambien con el de entre. se compone de dos gabinetes,uno de
tener á los carácaras que se paran ellos bastante capaz y abierto lateral
para recojer el cebo que les han deja mente: enla primera estancia hay un
do sus enemigos, El carácara es un asadizo que conduce á la segunda,
águila voraz en estremo que anda a cual está muy tullida y es donde
siempre rodando al rededor de las pone sus blancos huevos la hembra
habitaciones alimentándosede ani en el meside los amores, que es el de
males muertos. El águila coronada, octubre. Los anumbis trabajan cons
el águila agura , la bum tricolor y tantemente en componer su nido ,
algunos busardos hambrientos per en lo que ocupan toda su vida, es
siguen á su presa incesantemente. cepto losinstantes que consagran, al
Por el verano regresan á la Patagonia, cuidado de sus hijuelos.
el alcon y algunas aves carnívo El annbato , pájaro de arbustos,
ras nocturnas, como el nacurutu , el - cuyas costumbres son muy parecidas
duque de Europa y el aterrador. á las del anumbí, con un canto muy
Entre las aves de tamaño menor se cromático y cad encioso; el homero,
cuentan los ¡hïnomios , especie de que construye tambien su nido con
 PATAGONIA.
sumo inenio; el ibi: con su chillido
desagra able y el pico largo; el thi
«ronoro, que se arroja al suelo con su
ma velocidad , y confundido con la
tierra por su idoneo color, no vuelve
á remontarse hasta que le pisan; el
hupucertío , pájaro muy tímido; el
heron con sus patas afiladas; el bi
ltom’, especie de heron coronado con
una hermosa guirnalda de plumas
blancas, que muda cada año y son
muy estimadas; hay tambien varias
becadas y cigüeñas con un pico muy
largo; el pico envaínado, que los an
tiguos navegantes españolesé ingle
ses denominaron paloma blanco , y
cuyas costumbres marítimas contras
tan singularmente con su terrestre
aspecto. Citarémos tambien al fla
mmgo, que hace su nido en medio
de las espaciosas salinas que cubren
aquellas llanuras. Agrupados estos
mdos á veces en número de mas de
dos mil, forman un islote ne ro que
resalta en medio de aquella ïilancu
ra.’ Cada nido es un cono de un pié
de latitud y cóncavo para depositar
los huevos ; es muy curioso ver esta
infinidad de conos en medio de las
salinas; parece una de nuestras anti
guas ciudades con sus calles tortuo
sas. El flamíngo tiene las patas y el
cuello desmedidos, el plumafe del
cuerpo blanco y las alas de c0 or de
fuego; se les ve en grandes bandadas
saltar de un lago á otro , prefirien
do siempre el agua salitrosa, y su
meniéndose en el líquido para bus—
car os insectos aquaticos, que. son
para ellos muy apetitosos. No se di
seminan jamás, ycuando están asus
tados huyen todos á la vez forman
do una línea regular de infantería ,
despliegan sus alas de un brillante
encarnado , sin perder por eso su
órden simétrica, y volando forman
otra vez una larga falanje algo curva.
Lle ada la estacion de los amores, tinguirémos dos clases del enero de
vue ve cada pareja al sitio donde se las focas; la una, conoci a con et
habia fijado el año anterior, y re nombre dejbcu de trompa, y la 01m
compone su nido con el pico , ó le
construye de nuevo si le arrebataron
las aguas. Concluida la obra , ponen
los huevos en la parte superior del
nido , y los empollan alternativa
Jnente macho y hembra , montando
á caballo uno encima de otro, única
13
posicion que les permiten sus larguí
simas patas.
Entre los pájaros saltones, distín
guense principalmente el pico dc lo:
campos y el ara patagon , hermoso
papagayo que suele hallarse tambien
en el estrecho de Magallanes.
En la clase de los gallinaceos de
Patagonia , va comprendido el quejo
so tinamous , especie de perdiz de
un gusto es uisito ; la tórtola y el
picha», que l egan á millares por el
invierno , y la eudromta , cuyo plu
maje, salpicado de blanco y de un
fondo pardo , es muy parecido al de
la pintada. Este pá'aro, conocido en
el pais con el nom re de martínete,
vive en familia y queda como inmó
vil enla tierra pelada ó rasa, de don
de se remonta silvando en medio de
la pequeña vandada que le rodea.
Las aves acuáticas están represen
tadas en estas rejiones por dos espe
cies de czlmes ; once de pato»; la oca
antártíca, que viaja hasta la Tierra del
Fuego ; el cuervo marino, cuyas cos
tumbres se han descrito con tanta
frecuencia , y el colimbo, que es el
nadador mas hábil de todas las aves
de esta clase.
Los reptiles son muy pocos; se re
ducen á la tortuga del cabo de Bue
na-Esperanza, cuatro especies de la
gartos y una sola de sapos.
Solamente hay dos ó tres de peces
deagua dulce.
Los insectos son mas numerosos y
ofrecen mayor interés. Donde mas
abundan es en la superficie de las sa
linas. Allíestán impregnados de sal ,
r lo cual se hallan en un estado ca.
al de conservacion.
Frecuentan las costas las ballenas
delfines, cachalotes otros cetáceos:
á cuya caza acuden uques de todas;
las naciones. Puéblanlas tambien
varios anfibios , entre los cuales dis.
llamada vulgarmente ¡con marino.
La pesca de estos anfibios ha llevado
infinidad de Euro eos á las orillas
de la Patagonia. «srbi ny dice que
las naves arriban en os meses de
agosto y setiembre, fondeando ya en
 ‘M HISTORIA DE LA
“l rio Negro, ya en la bahíadeS. Blas partes que se desperdician. Se ha
y en el puerto de la Union. Cada na robado el utilizar los dientes de las
ve tenia una lancha para tras ortar ocas, pero los resultados han sido
la grasa y se uir el litoral de a cos inútiles por su estrema dureza.
ta. Las tripu aciones tomaban pose El aceite ofrece un ramo de co
sion del terreno que se les asignaba, mercio muy lucrativo ; véndese
_y aguardaban allí_ que saliera el tro ordinariamente en Europa como
pel de focas; teniendo cuidado de no aceite de ballena.» Este ramo de pro
atacarlas antes de que hubiesen sali ductos ha hecho acudir tantos Frau
do á tierra todas, y aun en este caso ceses é ingleses á la pesca de estos
las autoridades del Cármen im anfibios, que ya han abandonado
pedian muchas veces que se diese las costas de Buenos-Aires y de la par
principio a la caza. Llegado el dia te septentrional de la Patagonia. Pue
prefijado , seguia la orilla de las de evaluarse en dos mil toneles la can
aguas cada tripulacion armada de tidad de aceite que se estraia anual
lanzas y palancas para colocarse en mente , para la cual se ha calculado
frente de la manada ycortarle la re que debian ser muertas cada año
tirada. Losmachoslos primeros pro unas cuarenta mil focas. -
curaban ganar elagua, pero los pes-< EL iioMnni-z. Tribus índíjenn r. Mr. de
cadores les cortaban el paso y les Orbigny divide l'a estremidad de la
daban un golpe en la trompa para Américameridional en cuatro tribus:
vencerlos mas fácilmente. Levanta 1°.Los Araucanos ó Aucas que se es
base_ enlónces el pez sobre sus alas tienden desde la Plata al Bio-Negro.
dirijiéndose con la boca abierta há en los Pampas,sobre el declive orien
cia sua resor con ánimo de mor tal de los Andes , y sobre el occiden
derle ó a ogarle con el peso de su tal desde Coquimbo hasta el archi
cuerpo; pero este último , práctico piélago de Chonos; 2.° Los Puelches,
en tales maniobras, aprovechaba la que ocupan el espacio comprendido
ocasion para sepultarle la lanza en entre los Ara ucanos y los Patago
el pecho , sacándola despues con nes; 3.“ Los Patagones ó Tuelcos q ue se
presteza. Este golpe es suficiente las estieuden desde el Rio-Negro alestre
mas de las veces para aturdir á la fo cho de Magallanes; 4.° Los Fueguen
ca, que pierde la fuerza con la sangre ses esparcidos por todas las islas de la
‘y acaba de morir á palos: pero suce Tierra del Fuego y en las dos márje
de tambien uc se enfurece con las nes occidentales del estrecho. No tra
heridas y se evanta con mas fuerza tarémos de los Araucanos ni de los
ÓIPIJIÉDÚOSC contra su adversario y Puelches , puesto que ya se ha habla
dando un grito ronco. Entónces do de ellos en la noticia sobre el
se hace la lucha mas difícil, por Chile y los Pampas. Mas adelante ha
que si no se ha vuelto á sacar con blarémos de los Fueguenses , cuya
tiempo la lanza, se rompe con el pe estatura mediana ha dado motivo á
so del animal ó la destroza este con la larga controversia acerca de los
sus dientes. Ninguna foca queda vi grandes y pequeños Patagones. ’I‘an
va, siendo todas destrozadas, á pesar solo nos ocuparémos aquí de la na
de su resistencia. Acabada la matan cion atagona, propiamente tal. Este '
_ za encienden paia los pescadoues so pueb o , que recorre los inmensos
_hre las focas muertas á fin de reco espacios encerrados entre el Atlán
nocer si queda alguna con vida, y tico y la vertiente oriental de los An
en seguida proceden áderretirla ra des, se subdivide en dos tribus, que
sa por medio de los hornos que an son; la de los Tehuelches al norte ,
construido de antemano. «Una foca y la de los Inakenes que habita en las
grande produce por lo comun un costas del estrecho de ltlagallanes.
tercio de tonel de aceite, pero si son Con todo, se nos permitirá que en
hembras se necesitan cuatro ó cinco cuanto á la distincion de estas razas
para producir igual cantidad. Toda ó tribus , no nos sujetemos ‘á una
foca podria dar doble aceite del que exactitud minuciosa que exijiria á
se la estrae si se aprovechasen las cada paso disertaciones causadas ,
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PATAGONIA‘
ettando menos, en medio de un aná
lisis tan rápido como el que hemos
ofrecido. Llamarémos ues Patago
nes (hombres de gran es piés) , al
pueblo de que vamos á hablar pri
meramente, sin que por esto deje
mos de referir aquellos hechos prin
cipales que nos parezcan capaces
de establecer una diferencia. mani
fiesta entre tal y tal tribu, de las que
tambien hablarémos oportunamen
te (l) — tamente conocidas. En cuantoá los
Poblacíon de la Patagonia. Ocho
ó diez mil almas , divididas en hor-
das , cada una de ellas bajo el man
do ó direccion de un caudillo, com
ponen la oblacion de los paises
comprendi os entre el Rio-Negro,
el Atlántico, el estrecho de lllagalla
nes y los Andes. Esta numeracion ,
que únicamente da para las veinte
y seis mil leguas cuadradas conte
nidas en aquel inmenso espacio , la
mediana roporcion de un hombre
para tres ileguas, poco mas ó menos,
se esplicará fácilmente, si se refle
xiona la naturaleza de aquellos
terrenos áridos, y la superficie
necesaria para el establecimiento de
cada toldería, óaldea formada de al
gunas tiendas. Para encontrar el ali
mento en aquel suelo ingrato , se ve
cada‘ familia precisada á esparra
marse ó estenderse mucho mas que
en un pais fértil. Sabido es, por otra
arte, que para poder vivir un pue
blo cazador , necesita una superficie
mas estensa que un pueblo agricul
tor. - que le costabaá Frezier el convencer
Es oportuno observar, que los ha
bitantes de las dos estremidades de
(i) El nombre de «Patagon» fné dado á es
tos Indios en [520 por Magallanes. Segur».
Olivier de Noort(en ln Historia de ias na didos jigantes. Recuerda que en el
vegaciones á las tierras australes, por cl pre
Ines de julio de 1704, los que iban
sidente Brosses), los habitantes dr la ‘Fierra
dei Fuego designan ¡i los Patagones con ei .á bordo del Santiago, de San Maló,
nombre de «'I‘¡re¡nenenu. Los colonosespañu
¡les d-el Cannon les aplicaron la denomina
cion de uT'.huelches; la misma sir’ duda de
que usa Fullmer, y es o hace creer que les
ha sido dada por los ueiches. Los Chonos
de Chile. segun Frezier , los llaman «Ca'hu
cahuesu; Bouguinville «¿Chaonau porque les
ha oido- pronunciar frecuentemente esta
palabra. Los Araucnnos los liaman «Huili
chest) ú «hombres del Sur». En fin, los Pata
gones mismos toman dos nombres diferen
tes , el de «Tehneichen por los del norte, y
el de «lnnke n» por los naturales del sur.
.1
E)
la’ América están muy lejos de re
roducirse en igual proporción que
as demás razas del continente. Es
plicado queda este hecho con res
pecto á los Indios de la América del
Norte , por lo habituadas que están
las mujeres á dar de mamar á sus
hijos hasta la edad de siete ú ocho
años ; por las ocupaciones guerre
ras, que roban la actividad de los
hombres, y por otras causas perfec
naturales del Sur, no se ha demos
trado todavía la razon lójica del es
tado inalterable de su poblacion ;
siendo tanto mas estraño este fenó
meno, cuanto que el amor á la fami
lia, como se verá despues, parece muy
declarado entre los Patagones , cir
cunstancia que por sí sola induce á
pensar que debiera provocar entre
aquellas tribus salvajes el deseo de
reproducirse.
Patagones del Norte. Su retrato.
Todo el mundo sabe que los antiguos
navegantes, empezando por Magalla
nes, que fué el primero que visitó la
costa de la estremidad de la Pata o
nia, han esparcido fábulas ridícu as
acerca de los pueblos de aquel pais. La
pasion á lo maravilloso, que en aque
los tiempos de ignorancia era jene
ral en Europa , encontró particular
objeto de complacencia en las exa
jeraciones absurdas de aquellos via
jeros sobre la estatura de los Pata
gones. '
Por lo tanto , al notar lo mucho
á sus lectores , en el siglo diez y ocho,
de la veracidad de sus antecesores y
de la suya propia , motivo hay para
suponer que no se daba entera fe y
crédito á la existencia de estos preten
mandado por el capitan Harington,
vieron siete de aquellos mismos ji
gantes en la bahia Gregorio ; que
los del San Pedro de Marsella, man
dado por Carmon , otro armador ,
tambien de San Maló , habian visto
seis, los cuales tenian de nueve á
diez piés de altura. El primero que
habia puesto en duda estas relacio
nes maravillosas fué Froger , ¡-e
 16 HISTORIA DE LA
dactor del viaje de Mr, Gennes. «Lo
que le ha engañado , dice Frezier ,
es que en el estrecho de Magallanes,
se han visto Indios de una estatura
que no sobrepujaba á la de los de
más hombres.» Es verdad que con
viene en que la rareza del espectá
culo que presenta una pob acion
robusta y vigorosa , en un suelo in
grato y bajo un cielo inclemente ,
ha podido ocasionar alguna exajera
cion en el cálculo de la estatura de
los individuos descubiertos; pero
añade que en caso de no quererse
considerar sino como aproximativas
las medidas indicadas, se encontra
rá definitivamente una concordan
cia rfecta entre todos los viajeros
‘que an hablado de ellas; y se apre
sura á invocar el testimonio de An
tonio Pigafetta , á quien debemos el
diario del viaje de Magallanes, y que
asegura que en la bahía de San Ju
lian vieron los Españoles muchos ji
gantes tan altos que no les llegaban
á la cintura. Tambien cita á Barto
lomé Leonardo de Argensola , ue
en el libro I de su historia de as
Molucas , dice que el mismo Maga
llanes vió en el estrecho de su nom
bre unos jigantes de mas de diez
piés de altura ; y que en el libro III,
volviendo al mismo asunto , supone
que la tripulacion de las naves de
Sarmiento peleó con unos hombres
que teniandeestaturaunos diez piés
castellanos. Nótase pues la disminu
cion de un pié, atendida la primera gien armados, con los cuales se pre
graduacion ó cálculo; de aquí el sentó allí en actitud de defensa. En
apresurarse Frezier al desqui(e,vol tóncesacudieron los salvajes, en nú
viendo á hablar de su tasa favorita,
apoyándose en el testimonio de Se
baldo de Werd , de Olivier de
Noort , y del Holandés Jorje Schou
ten, que dicen esceder de nueve piés
la altura de aquellos colosos. Para
dar el primero en apariencia mayor
aspecto de verdad á su asercion ,
sostiene que aquellos Indios, espan
tados del fuego de la mosquetería ,
y no sabiendo ya como preservarse
de sus mortíferos efectos , arranca
han árboles para ponerse á cubierto.
Con respecto .á Schouten , cuyo tes
timonio en clase de cirujano seria
admisible á no haber dado alguna
-vez pruebas de escesiva credulidad,
debe advertirse que su observacion
está fundada en haberse encontrado
unas osamentas ba'o unos monto
nes de piedras que l amaron la aten
cion de los marineros del navío an
clado en el puerto Deseado: mas por
desgracia estos residuos no eran mas
que huesos de un mastodonte par
ticular á la América.‘ El monje Per
netty , que escribió despues que
Frezier , da sobre este objeto un es
tracto no menos curioso, sacado del
viaje del comodoro Biron al rededor
del mundo , en 1764 y 1765.
«El 22 de diciembre de 1764, dice,
estando los Ingleses en el estrecho
de Magallanes , á cinco leguas de la
Tierra del Fuego , descubrieron hu
mo que se levantaba de diferentes
sitios enla costa de los Patagones.
Acercáronse,echaron el áncora á cer
ca d'e una milla de tierra , y vieron
clara y distintamente unos hombres
á caballo que les hacian señas con
las manos. Al aproximarse á la cos
ta , se notaron demostraciones de
espanto en el rostro de los que iban
á desembarcar con la lancha , al co
lumbrar en la orilla unos hombres
de prodijiosa corpulencia. El como
doro Biron, movido de la idea de ha
cer un descrubrimiento concernien
te á los Patagones,’ cuya existencia
era objeto de las conversaciones en
Inglaterra , mucho tiempo hacia ,
saltó el primero en tierra , y le si—
uieron los oficiales y marineros
mero de unos doscientos, mirando
á los estranjeros con ademán de es
traordinaria sorpresa , y sonriéndo
se al observar la despro orcion que
habia entre la estatura e los Ingle
ses y la suya. Hízoles seña el como
doro para que se sentaran , y lo ve
rificaron: hecho esto les puso al cue
llo collares de cuentas esmaltadas ,
y cintas , repartiendo además entre
ellos algunas otras baratijas. Su mag
nitud es tan estraordinaria, que aun
sentados eran todavía casi tan al
tos como el comodoro en pie’ ; la e:
tatura de los medianos le pareció
ser de cerca de ocho pie’s , y la mas
alta de nueve, y aun mas.» Advierte
 PATAGONIA.
Pemetty , que segnn la relacion de
los mismos lngleses, de ninguna
medida usaron estos para ase urar
se de la exactitud de su cálcu o; pe
ro ado ta como cierta y valedera la
seguri ad que dan de haber mas
bien disminuido que exajerado la
magnitud indicada. Añade á conti
nuacion , ateniéndose siempre á los
mismos testigos , que la estatura de
las mujeres es tan admirable como
la de los hombres , y que en los ni
ños se notaba la misma proporcion;
y termina con el siguiente rasgo ,
que nos parecerta una bocanada de
parlanchm, si el rave y sabio be
_ nedictino no se hu iese car ado en
cierto modo con la responsa ilidad,
refiriéudolo seriamente : «Hallábase
entre los ¡Ingleses el teniente Cum
mins , y parecia que los Patagones
le veian con placer, á causa de su
grande estatura, que era de seis piés
y diez pulgadas. Algunos de aque
llos Indios le tocaron en el hombro, y
aunque esto era por cariño, sus ma
nos se dejaban caer con tanta pesa
dez que todo su cuerpo se bambo
leó.» Banks , que dos años despues ,
en 1766 , acompañaba al capitan
Wallis en un via'e al rededor del
mundo , renuncia asin embargo al
privilejio de que tan ampliamente
usaron sus antecesores, y reducia la
estatura de los Patagones á propor
ciones mucho mas razonables. El
mayor de los que midió, no escedia,
segun dice , de seis piés y siete pul
gadas inglesas; algunos de ellos de
seis piés y cinco pulgadas , y el ma
yor número de cinco piés y diez pul
gadas hasta seis piés.
En resúmen , y para dar una idea
de- las aserciones contradictorias ,
aventurada por diferentes navegan
tes, sobre este problema tan intere
sante en su punto de vista fisiolóji
ca , vamos á dar en pocos renglones
el cuadro de todos estos testimonios,
dejando á parte la opinion de los
viajeros que no se han declarado ca
tegóricamente en la cuestion:
En 1520, segun Pigafetta,di'o Ma
gallanes : Nuestra cabeza l egaba
apenas á su cintura.»
En 1526, segun el historiador Ovie
PATAGONIA (Cuaderno 2 )
17
do, di'o Loaysa que tenian trece pal
mos e alto.
En 1578 , afirma Drake al contra
rio , que hay Ingleres de mas esta
tura que el mas alto Putagon.
En 1579 habla Sarmiento de jigan
tes de tres varas.
En 1592 se limita á decir Caven
dish, que los Patagones son grandes
y robustos.
En 1593 , habla Ricardo Hawkins
de verdaderos jigantes.
En 1615 , Lemaire y Shouten’, se
gun unas osamentas encontradas
en Patagonia, aseguran que aquellos
habitantes tienen de diez á once piés
de altura.
En 1670, Narborough y Wood ,
observadores mas juiciosos y dignos
de fe , únicamente indican una esta
tura mediana.
En 1704 , supone Carmon que lle
ga á dies piés franceses.
En 1745, Cardiel y Quiroga con
firman la opinion de Narborough y
de Wood.
En 1764 , concede Byron la esta
tura de siete piés ingleses.
En 1766, Duclos-Guyot y Girau
dais , atribuyen á los Patagones mas
pequeños cinco piés y siete pulga
das de Francia.
En 1767 , otros varios viajeros di
fieren en tal manera que unos supo
nen ser la altura de los Patagones de
cerca de seis piés , otros mas de seis,
y otros poco mas de cinco.
En el mismo año afirma el jesuita
Falkuer , que entre aquellos Indios
es raro el que tiene siete piés ingle
ses de estatura, y que la mayor par
te no llegan ni aun á seis.
En 1820, Mr. Gautier, armador de
buques balleneros , solo habla de
que_tienen los Patagones seis piés,
medida francesa.
Este conflicto de opiniones dejó
el problema sobre la estatura de ta
les Indios en la mayor incertidum
bre ; pero hoy dia está definitiva
mente resuelto.Mr. de Orbigny, que
ha visto un gran número de Patago
nes de diferentes parajes, despues
de observaciones rigorosas y repe
tidas, despues de un estudio pro
fundo de tal raza , ha fijado la esta
‘.2
18 .HISTORIA DE LA
tura de los ma ores en cinco piés esto es mas a arente que verdad era
once pulgadas tie Francia , y la me la blancura e sus dientes.
diana en cinco ycuatro. Este aprecio Traje. El de estos Indios se eom
se halla confirmado por el capitan pone de ellejas , ó sean ieles con
King , cuyas tareas en toda la estre pelo. Pre ieren el pellejo el guanu
midad de la América del Sur me co á todos los demás, bien que usan
recen una entera confianza, además únicamente la parte inferior al cue
de que viajaba al mismo tiempo que llo y las piernas , porque la lana es
Orbigny. mas suave y sedosa; al efecto aña
La estatura media de los Pata den ó cosen muchas de ellas con
gones es pues en realidad la de nervios de avestruz , de que hacen
cinco piésy unas cinco pulgadas ; y uso en vez de hilo, componiendo de
en verdad que al paso que es una este modo anchas capas cuadradas.
gran estatura, nada tiene de estraor La zorra y la vivera ó mofeta, es
dinaria ó prodijiosa, porque Euro ecie de gato de garduña , contri
peos hay que son de tanta y mas al uyen tambien con sus pellejos al
tura. Así es como está probado que vestido de los Patagones; pero co
los Patagones, aunque determinada mo su pelo es de mucho menos abri
mente grandes , no son jigantes, en go que el del guanaco , y el Patagon
la verdadera acepcion de este nom pasa toda su vida sin quitarse la ca
bre. , pa ó manto , el pellejo de aquellos
Lo que distin ue particularmente animales es para él una cosa de lujo.
á estos Indios e los demás indíje Bajo aquel ás ero clima , debiendo
nas y de los Europeos, es el tener calcularse to o or la utilidad , la
los hombros anchos hundidos , parte ó cara de a piel en que está
cuerpo robusto , miem ros fornidos el pelo y la opuesta , se aplica al
y formas gruesas y hercúleas. Tie ternativamente al cuerpo , segun la
nen la cabeza voluminosa y aplasta temperatura ; y á fin de que la
da por detrás , la cara ancha y cua parte pelada tenga mejor vista ,
drada , los pómulos algo salientes , dibujan en ella varios adornos á mo
los ojos horizontales y pequeños; su do de grecas. Además de este manto,
frente , sus cejas es esas, sus labios usan un vestido compuesto tambien
gordos y boca gran e, sobresalen de de pieles, y que atado al rededor de
tal manera que si se tirase una línea la cintura , acaba en punta por de
erpendicular desde la frente á _los lante para pararlo entre las piernas
abios , apenas tocaria en la nariz , y que se remangue para atarlo por
la cual es remachada , chata y de ‘detrás. Completan este lijero traje
narigales muy abiertos: A pesar de con un calzado á manera de botas,
este retrato poco lison ero , se en hecho de un retazo de piel, levan
cuentran entre ellos a gunas caras tado y asegurado por encima del to
no muy feas. Aun las mujeres jóve billo. Sus largos y negros cabellos
nes tienen un semblante espresivo van siempre atados encima de la ca
que indica viveza , afabilidad , y que beza con un cordon de cuero ó una
suele hacerlas menos repugnantes. cinta de lana. Ignoran el arte de pin
Gozan de ciertas ventajas que á buen tarse el cuerpo como otros Indios.»
seguro envidiarian algunas de nues Sin embargo , su rostro, dice Mr. dc
tras damas. Tienen la mano y el pié Orbigny , rara vez conserva el color
pe ueños ; su cuerpo no carece de natural: comunmente se le pintan
gar o, y por viejas que sean conser de colorado , negro y blanco , si
van la dentadura cabal ; algo gasta guiendo para esto ciertas reglas. El
da, ero bien arreglada, muy igual, colorado ocupa casi siempre el es
y sobretodo de una blancura estraor pacio que media entre ojos y boca,
dinaria. á escepcion de una puloada , debajo
La tez de los Patagones se aseme del parpado inferior , el cual pintan
ja mas á la de los mulatos que al de negro; y con lo blanco se ponen
color de cobre rojo que se les atri una mancha encima de cada ojo. De
huye favoreciéndolos , y tal vez por iguales colores usan las mujeres ,
 PATAGONIA. i9
menos del blanco , que‘ me pareció dad. Ninguna aptitud tienen para
reservado para el traje ó distintivo la pesca y marinería; siendo los ha
de los guerreros. Jamás se pone en bitantes de la '1‘ierra del Fuego los
marcha ningun Patagon , sin llevar únicos navegantes de toda la punta
consigo muchos taleguitos de piel de la América meridional. Cazado
_ con los colores para pintarse.El tra res , y por tanto nómades , ninguna
je de las mujeres tiene una prenda industria tienen, al paso que los
ó adorno mas que el de los hombres, Araucanos están mucho mas adelan
pues con el manto y el faldon delan tados en esta parte ; de manera que
tero que no arremangan por detrás, surten á los Patagones de los pocos
usan otra cosa semejante que les co tejidos de lana de que hacen uso.
je desde los sobacos hasta las rodi sobresalen no obstante en arreglar
llas. Llevan además el elo bien los mantos que hemos descrito ; y el
suelto por encima de los ombros , modo de preparar ó curtir los ten
y separado por la frente , bien que dones de avestruces para hacer hilo
en dos trenzas que se descnelgan or y cordeles , indica que tienen cier
cada hombro , y pendiente de e las ta habilidad manual. La consecuen
lo mas precioso que pueden juntar, cia de aquella pereza , y aquella es
como es cuentas de vidrio y otras pecie de desden que les carecteriza,
baratijas semejantes , revueltas con es un desaseo inesplicable. Jamás
cha as de cobre y monedas. Han to barren sus tiendas ó toldos , hechas
ma odel lujo menos bárbaro de los de ramas plantadas en circulo , cer
Araucanos el uso de arillos de pla radas por arriba y cubiertas de pie
ta sumamente pesados , pendientes les de uanacos; y cuando les inco
de las orejas. Los Patagones , como moda a inmundicia que allí llega á
casi todos los pueblos de América amontonarse, levantan su morada y
se con cuidado la barba, y asi van á establecerla en otro sitio. No
es que se ve á los hombres con unas se bañan sino durante el calor , y
pinzas de plata , arrancándose con únicamente por refrescarse. a Tan
tinuamente los pelos ó cerdas que solo se cuidan, dice Orbigny, de la
les asoman.» cara y el cabello : de la una para
Carácter. Discordes están los via pintarla de colores mezclados y de
jeros acerca del carácter de los Pa sebo de yegua; y del otro para pei
tagones: unos los han encontrado narlo con una especie de cepillo de
humanos. y sociables ; otros les acu raices.»
san de pérfidos y crueles. Segun las Limitadisimas son las diversiones
diversas noticias que hemos consul de los Patagones. Además de unjue
tado , nos parece que este pueblo es go para el cual usan de dados seme
á lo menos susceptible de civiliza jantes á los del chaquete, tienen otro
cion; pues á pesar de las pocas re reservado esclusivamente para los
laciones continuas que median en jóvenes , y que los Araucanos deno
tre los Españoles y los naturales del minan pilma, cuya descripcion es la
Norte, se observa una diferencia no siguiente: a Se forman los jugadores
table entre estos y los indïenas del en dos hileras , unos en frente de
Mediodía. Al paso que la e ucacion otros , teniendo el campeon ó capa
ha ido borrando sus viciosy sus de taz de cada banda un balon de piel ;
fectos naturales, se les echa en ca el uno al costado izquierdo y el otro
ra que son falsos , arrogantes é in al derecho. Empiezan luego á botar
clinados al robo. Dícese que su dis la de manera que vaya á arar don
crecion y prudencia es á toda prue de está el contrario , que a recibe y
ba , particularmente cuando se trata despide con la mano contra otro de
de un secreto que interesa á la se los adversarios, á quien debe dar en
guridad de su tribu. el cuer o, ba'o pena de perder un
Usos)’ costumbres. La pereza de tanto ; o cual obliga al de enfrente (i
los Patagones es estremada : ocú hacer mil contorsiones para evitarlo,
panse únicamente de sus armas , _y bajándoseó saltando, á fin de ue el
pasan el tiempo en estúpida 0ciosi ba on no le toque y salga del circulo
9.0‘ HISTORIA DE LA
para que el primer ’ugador pierda atado flojamente de manera uc
dos tantos, estando o Ii ado además cuando se trata de sacarlo de la ie
á ir á buscarlo. Mas si e balon da en rida se desprende fácilmente del
el cuer
este de oe de aquel á arrojarlo
cojerlo quien se áiotro,
dirije, dardo. Le disparan con una habili
dad maravillosa. Hacen tambien uso
sopena de perder a partida. En este de un venablo muy corto , y de una .
caso empieza el juego el capataz de honda muy sencilla de cuero , con
la parte contraria. Las actitudes , las la cual arrojan las pied ras-á gran dis
contorsiones y lospara
cada cual se vale ardides devaiion
que el ue tancia y con una destreza y tino casi
sin igual. Pero la mas terrible de to
no le alcance, escita la risa y la alga das sus armas es la quellaman bolas,
Zara del partido opuesto, y. la esci que consiste en dos piedras redon
Iara en cualquiera que fuese es das de cerca de una libra de peso ca
pectador de semejante diversion. El da una, forradas de cuero , y atadas
juego de pílma, en ue tan diestros á los cabos de una cuerda de seis á
son los Indios , sin uda le inventa siete piés de lar o. Hacen uso de
ron por ellos para calentarse duran ella, teniendo en a mano una de las
te el invierno en las rejiones hela piedras , volteando la otra por enci
das que habitan algunas de sus tri ma de su cabeza hasta ue cobre
bus ; pero causa admiracion ver fuerza bastante, y despidiéndola en
cómo pueden resistirlo aquellos at tónces hácia donde quieren , con tal
letas en el mes de febrero , al medio violencia y acierto, que se les ha vis
dia, y con un calor escesivo. El jue to dar con ambas piedras á un tiem
go del balon , añade el autor de este po y á distancia muy considerable ,
relato se conoce en todos los paises. en un hito ó blanco de una pulgada,
Se ha visto efectivamente con el nom á quince lineas de diámetro. De la
bre de quatoroch en la provincia de misma arma usan tambien, como’
Chiquitos , en Bolivia , donde este de un lazo, para la caza, en cuyo ca
juego ha llegado á ser una justa re so las bolas son dobles y aim triples ,
ñidísima y complicada , con sus jue y las arrojan de modo que las cuer
ces , clarines y tiinbales , numeroso das se enreden en las patas del ani
- concurso, y cuanto puede real mal que persiguen , cojiendo así la
zar. res sin herirla.
El Patagon es oco delicado con Hacen comunmente con hogueras
respecto á su comi a. Con igual ape señales telegráficas, y por este medio
tito come la carne estando cruda que se avisan á grandes distancias de los
estando cocida , particularmente la peligros que _les amenazan. Esto mis
de yegua. Come barbaramente , con mo se ractica en un gran número
suma gula , pero es capaz de sufrir ‘de pue los._ .
un largo‘ ayuno. l'.¿a grasa y el sebo, Las armas defensivas son adecua
cuanto mas rancios, son manjares das á los medios de ataque , contri
mas apetitosos , así como la mante buyendo singularniente á volver di
ca mas crasa es el alimento esquisito formes y feos á los Patagones. El dia
de los Islandeses, y el aceite mas de le batalla permanecen casi desnu
turbio el regalo de los Es uimales. dos , con su ceñidor de cuero, del
Las armas ofensivas de os Pata que cuelgan sus-armas: pero los prin
ones se reducen á un arco y unas cipales guerreros ó caudillos van es
flechas. El arco, largode cerca de una cudados de una armadura muy ori
vara , no tiene adorno alguno , y es 'inal adquirida de los Aucas. Se em
de madera blanca, encorbado con zan con una larga coraza de man
fuerza por una cuerda de tendones gas , que parece un camison , com
de animales. Las flechas de madera, puesta de siete á ocho dobleces de
muy cortas, están uarnecidas por una piel flexible perfectamente cur
arriba de plumas. lancas de aves tida, pintada por arriba de amarillo
marítimas , cortasy tiesas, y la pun con una ancha faja colorada sobre
ta con un pedazo de pedernal , _ar la linea divisoria, y el cuello levanta
tísticamente cortado como un rejon, do hasta la barba , cubriendo parte
 PATAGONIA. 21
del mstro. Con esta armadura llevan esperan que llegue la noche, y al
una especie de casco , formado de momento que sa e la luna caen con
dos cueros gordos y fuertes , cosidos furor sobre sus enemigos degollán
"vuntos ; de modo que parece un som dolos sin compasion , ó sobre las
reron de anchas alas,_dominado de bestias y ganados que se llevan. Nun
una cresta ue coje de atrás á delan ca hacen tales sorpresas sino en tiem
te , adornaao de chapas de plata ó po de luna llena, porque entónces
cobre, sujeto por detrás al cuello de no tienenque temer errores funes
la coraza , por delante con un ba tos, y en caso de un revés andan dos
berol , tam ien de cuero. La coraza dias y dos noches sin parar. En es
llega hasta las rodillas, y es muy in tas astucias de guerrra se conocen
cómoda yendo á caballo. Los que no los hábitos y el admirable instinto
la llevan, ó ue no tienen derecho á. de los Americanos del‘ emisferio bo
llevarla , se ejan el cabello suelto real. Estos son los únicos que llegan
sobre los hombros. Con todo este en destreza y habilidad á un ‘grado
aparato belicoso están los Patagones mucho mas notable. Cooper en sus
muy distantes de ser tan temibles últimos IlIo/zícanor y en su Prat/era,
como los Araucanos. Apesar de su ha descrito maravillosamente las sin
alta estatura y su fuerza física , son gulares prácticas de los Indios del
los mas pusilámines de todos los alto Mississipi, en tiempo de uerra;
pueblos de aquellas rejiones, de que y todo cuanto los viajerosnos anre
an sido no‘obstante el terror; pero ferido dela circunspeccion y de la
diezmados or una enfermedad epi intelijencia de los indíjenas del Ca
démica en os años de 1809 á 1811, nadá , en i uales circunstancias ,
y atacados despues por los Arauca prueba que os naturales del Sur
nos , que hicieron en ellos una hor pudieran tambien en esta materia
rible carniceria, han perdido á un recibir lecciones de los Hombres
tiempo su valor y su importancia Rojos.
nacional. Los Patagones no son pues. Aun no hace un siglo que los Pa
temidos de sus vecinos. En tiempo tagones peleaban todavía á pié. Bien
de guerra desplegan el ardid y la es verdad que el caballo no es oriun
astucia, de que hacen tanto alarde do de la América , pues ha sido na
los salvajes de la América. Jamás turalizado allí por los Europeos, de
acometen hasta que el caudillo les quienes los Indios han adquirido,
ha hecho prcventivamente una lar con una superioridad maravillosa ,
ga arenga para escitar en ellos el ar el medio de dominar este soberbio
dor. Preciso es tambien que ante to animal, y deservirse de él útilmen
do reconozcan la posicion del enemi te. Hoy dia son los Patagones del
go , á cuyo efecto envian esplorado Norte casi inseparables de sus cabal
res hasta diez ó doce leguas de dis gaduras , tanto que la mayor parte
tancia. Esta precaucion y el uso de de los viajeros no los han visto sino
las sorpresas , constituyen entre to á caballo. Nada tienen de particular
do el arte de la guerra. Cuando las sillas ó monturas de que usan.
quieren acometer de improviso á sus Los estribos sondemadera y apenas
adversarios , se revisten de una pa tienen la anchura necesaria para el
ciencia y usan de una destreza ma pulgar del pié ; y aun á veces se re
ravillosa. Dejan atados sus caballos ducen á un nudo, ue sirve de pun
lejos, á fin de que no quede rastro al to de apoyo, pasan o el cordel entre
guno de su marcha ; andan muchas el dedo pulgar y el segundo. Las es
veces á gatas, y en ocasiones arras puelas son comnnmente de dos pe
trando como la culebra , para que dacitos de madera moviblesy juntos
no los sientan ni descubranfPara oir atados con una correa. La silla que
el mas leve ruido , aplican el oido al usan las mujeres es muy diferente ,
suelo, y conocen por cálculo aproxi pues consiste en dos rollos de juncos
mativo el número de los guerreros envueltos en una piel muy delgada
con quienes tienen que combatir. y adornados de pinturasvarias. Cuan
Cuando se hallan bien preparados, dounalndiana sale á paseo á_caballo
29 iiisronm DE LA
)one además en el lomo de su caba cabeza de la familia , y este escole
lo un pedazo de cuero,sobre el cual inmediatamente su yegua mas gor
se sienta llevando un estribo suma da para regalar con su carne á sus
mente raro, en que hace ostentacion amigos. La doncella se coloca en
de todo el lujo que la es posible ; es lo interior de un toldo ( tienda )
tribo que llaman keÉa-kenohue , llamada ¡mete nuca, separado de los
y que usan todas las Indianas de las demás y adornado al intento. Allí,
partes australes delos Pampas. Con en una especie de altar , _ recibe
siste en una ieza fuerte de tela de las visitas sucesivas de todos los In
lana, adorna a de coloresvivos, y de dios de ambos sexos de la toldería ,
tres á seis pulgadas de larga , cuyos que van á felicitarla de ser mujer ,
estremos unidos por el mismo tejido y á recibir de su mano una tajada
se separan en franjas desdesu misma de ye ua , proporcionada á su clase
juntura. Este a arato va colgado del ó gra o de parentesco. Cuan do ya
cuello del'caba lo , pendiente sobre han ido todos los visitantes , y nadie
el pecho. Cuando la Indiana quiere de latribu ignora que la jóven India
montar , pone allí un pié, agarra un na es nubil, la sientan en una man
puñado de la crin, y de un salto que ta de lana que su madre coje por de
da como encajada entre los dos ro lante, y su parienta mas cercana por
llos con las rodillas muy levantadas detrás; y llevándola así como en a_n
y los piés colgando; posicion á la ver das, la pasean en tanto que una vie
dad nada cómoda , pero que no im ja , desempeñando las funcioneS de
pide que galopentan velozmente co adivino ó sacerdote‘, marcha al fren
mo los hombres. Suelen llevar las te cantando, sin duda para conjurar
Indianas en estos paseos un sombre al espíritu maligno. Este acom aña
ro de viaje, que parece un gran pla miento se encamina lentamente ¡acia
to ó fuente boca abajo , formado de un lago inmediato , sin que nadie le
mimbres de sauce y de lana, entre siga; y la sacerdotisa entra la prime
tejido con mucha habilidad ador raJtoma un poco de agua y la arroja
nado con chapas de plata o cobre. al aire, hablando largo rato; induda
Llámase este sombrero joa , y va blemente para rogar al dios del mal
prendido por detrás con dos hilos al que proteja á la doncella en su nue
cabello, y por delante con un barbo va situacion. Las demás mujeres sc
quejo. meten tambien en la la una , y ter
Desconocen los Patagones la poli minado el conjuro zam ullen allí a
gamia. Muy diferentes en esto á losla jóven Indiana por tres veces con
Araucanos, el marido jamás abando secutivas, la enjugan bien, estien
na la mujer lejítima; de suerte queden algunas piezas de tela en la ori
el hombre ni aun puede dejar una lla, la acuestan y la cubren con lo
concubina , sino cuando de ella no mejor que tienen. Al cabo de un lar
tiene hijos. Si en una guerra hace go rato , cuando la sacerdotisa ha
cautivas , estas son criadas y“ no ri concluido y em ezado de nuevo sus
vales de la esposa de un Patagon. Los oraciones , vue ven la neófita á la
maridos son sumamente zelosos, y toldería , y en ella tiene represen
castigan con gran rigor la-mas leve tacion desde entónces. Esto se hace
infidelidad ; pero mientras perma jeneral entre los pueblos de la Ame
nccen solteras, gozan las mujeres de rica meridional , sin mas que variar
una libertad completa , bien queson las ceremonias , segun los, paises.
ejemplarmente castas y honestas. Al celebrarse los matrimonios , el
Si uiendo una costumbre jenera pretendiente está obli ado á hacer
liza a entre los Patagones , Arauca regalos á los padres de afutura, que
uos y Puelches (dice el sabio natura á veces suelen fijar‘ el precio que
lista que tantas noticias nos ha dado quieren por su hija, y si no escede del
de aquellas reiones) luego ue una caudal del novio , se arregla todo fa
'óven tiene in iciosde su nu ilidad, cilmente; en la intelijencia de que
o advierte á su mad re ó su mas cer nunca se fija la atencion en la con
cana jiarientc, quien lo manifiesta al ducta jiasada de la novia ,— porque

5 , .
 PATAGONIA . 23
eonsiderándola dueña de su persona, composicion , y se arreglan median
nin un mérito se hace de lo que ha te algunos regalos.
hec o en un tiempo en que no esta Las mujeres lo hacen todo , me
ba obligada á guardar fidelidad á nos cazar y guerrear. Multi licanse
nadie. Luego que los interesados es sus ocupaciones , y sufren urísimo
tán acordes , la madre de la futura trato, aun durante la preñez. Cuan
y sus amigos construyen el toldo do paren , apenas se les conceden
matrimonial para los nuevos con tres dias de reposo. Asísteles en el
sortes , donde se establecen , y al arto una adivina, y al nacer el ni
punto van á rodearlos todos los adi no se celebra comnnmente con can
vinos y parientes. Los primeros de tares danzas y festines , á lo cual
estos empiezan por dar consejos al suele añadirse conjuros contra los
marido sobre la conducta que debe espíritus malignos. Los Patagones
observar con su mujer ysusdeberes, y aman á sus hi'os hasta el estremo de
consecutivamente hacen lo mismo idolatrar en el os.
con ella predicándola particularmen Si hay un hecho digno de part¡- .
te acerca de la sumision. Dados ya to cular atencion universalmente, es la
dos los consejos oportunos, ad ivinos y unanimidad de los ueblos en hon
parientes cantan y danzan al rededor rar la memoria de os muertos. El
de la tienda , ejecutando una música salvaje llega á esceder en esto al hom
disonante con calabazones y caraco bre civilizado. Solo piensa en el
les marinos. En aquel intervalo en muerto; en el muerto, nada mas;
cienden los hombres una gran ho en la tumba y las exequias, espre
guera y asan carne , de la cual pre sando así enérjicamente un amor
sentan de cuando en cuando tajadas verdadero. Ni conoce el fausto en la
á los recien casados , haciéndoles desesperacion, ni menos compren
tambien nuevas amonestaciones. Pa deria el despotismo que nosotros
san así la noche , y al dia siguiente llamamos bien pareceró decoro.
por la mañana, se les considera defi Conservan los Patagones por mu
nitivamente casados cuando todos cho tiempo en la memoria las per
los habitantes de la toldería los han sonas á quienes amaron , y no po
visitado ya estando aun en la cama. cas veces se les oye lamentarse y re
Enseguida la nueva esposa se es ferirlas virtudes y buenas prendas
mera y complace en ataviarse con del difunto. Al punto que muere un
todo lo mas precioso que su marido cabeza de familia, los amigos se pin
la ha regalado; siendo para ella cosa tan de negro y van sucesivamente á
del mayor re ocijo, si él, á ejemplo consolar a la viuda y los huérfanos.
de los Aucas, ía ha dado un gorro de El cadáver es despojado inmediata
cuentas de vidrio de colores, ensar mente de sus vestidos por los pa
tadas en, tendones de avestruz. Las dres ó parientes, y luego , estando
joyas consisten en diferentes barati caliente todavía , le doblan las pier
as. Sila reciencasada tiene un ca nas de manera que la barba descan
allo, le ensilla, le adorna con todo se en las rodillas , y en los talones en
cuanto tiene, monta.y sale á pasearse, la arte inferior del cuerpo , cruzán
haciendo ostentacion de todas sus do e además los brazos sobre las
riquezas entre los vecinos. piernas. (jueman en seguida una
Cuando una mujer se escapa de la parte de o que le pertenecia en
tienda del marido , en busca de un señal de duelo: aniquilan su mora
'adossudemujer
querido, ara vivir con él, el esposo, da; todo iio sus
quehijos
no esson
propio;
despoy
Si es de a ta categoría ó tiene amigos
mas poderosos que el. raptor , hace ia viuda, sin asilo muchas veces, casi
que le restituyan su mujer; pero si desnuda , espera en las cercanías
este se encuentra en clase mas elevaque algunos parientes vayan á darla
algun vestido.. Esta desgraciada se
da, el marido tiene que sufrir pacien
temente que le hayan arrebatado su embarduna inmediatamente la cara
compañera , sin poder quejarse. Las de negro’, se corta el pelo por ‘delan-
mas veces entran los interesados en te , se peina lo restante dejándolo

¿ ‘.0
 24 nisronm m: LA
tendido por encima de los hombros, para quitarle el vestido y lasalhajas;
y se encierra en una tienda vieja, de profanacion que suele ser causa de
donde no sale en un año, vestida lú disensiones y, odios mortales entre
gubremente, sin poder lavarse has las tribus y naciones limítrofes. Co
ta pasado otro año mas,.y guardan mo todos los ganados y caballos son
do en todo aquel tiempo la vida mas del cabeza de familia , cuando mue
austera. La menor infraccion de es re una Indiana antes que su marido,
ta costumbre se miraria como una únicamente se puede destruir lo
afrenta á la memoria del difunto, y que la pertenece en propiedad , que
los suyos tend rian derecho ara cas se reduce á sus vestidos y algunos
tiqar de muerte á la culpab e y á su adornos, En su entierro se hacen las
cómplice. mismas ceremonias, pero ni el viu
«Plegado de aquel modoel cuerpo do ni los hi'os llevan luto alguno es
del difunto, y quemada su tienda , terior, ye primero puede casarse
' los parientes mmolan á sus manes desde luego si qnisiere.»
cuantos animales tenia, matándo rarsconm nm. son. No habien
los en el campo, inclusos . los caba do visitado Orbigny mas que el nor
llo_s , y ningun Indio prueba su car te Ï; el nordeste de la Patagonia, y
ne únicamente reservan del degüe- ha iendo fijado con particularidad
llo su mejor caballo para llevar sus observaciones al espacio com
el cadáver á la sepultura con sus 'prendido entre los cuarentav cua
, armas y sus joyas, que deben ser renta y dos grados _de latitud sur; á
enterradas con el. Sus hijos ó so fin de que nuestra relacion sea mas
brinos le acompañan hasta la últi completa, creemos deber reunir los
ma mansion, marchando á lo lejos documentos que nos suministran
por el campo; particularmente si Wallis y Parker King, relativos á
están cercanos á alguna nacion di los naturales de los confines meri
ferente de la suya, ó-de cristianos, dionales.
para que ninguno de ellos les vea. La estatura de los Patagones del
Cuando semonsideran solos y muy Sur ó Inakenes, parece ser la misma
lejanos , para no ser atisbados ó se que la de los indíjenas del Norte.
guidos, hacen uu_hoyo redondo de Los que vió el capitan King en la
unos dos piés de diámetro , y harto bahía Gregorio, tenian de cinco á
profundo para que el cuerpo puesto seis piés ingleses el ancho de sus
en él pueda quedar sentado y cu espaldas yda lonjitud de su busto '
bierto con algunos piés de tierra so les daban a primera vista la aparien
bre la cabeza (1). Con él entierran cia de una raza verdaderamente ji
sus armas, sus espuelas de plata y gantesca; pero cuando sus mantos
sus mejores vestidos, á fin de que se entreabrian, notábase que la par
los encuentre, en la otra vida, é m te inferior de su cuerpo no estaba
molan luego el caballo sobre la se en armonía con las proporciones
pultura para que le tenga á mano de la parte superior. Sus piernas y
cuando quiera hacer uso de él. He sus muslos eran cortos y enjútos (l):
cho todo esto, regresan dando gran por un efecto de esta conformacion
des rodeos para no dejar rastro de deben parecer á caballo’ mucho mas
donde han estado, y evitar que nin grandes de lo ue son realmente.
guno vaya á desenterrar el cadáver " King midió a cabeza y los hom
bros de un Pata on , y he aquí el re
(i) Mr. de Orhigny contradice aquí la sultado de sus o servaciones z
opinion de Falkner, quien dice que ios
Patagones y los Aucas hacen esqueletos de
los cuerpos de sus inuertos , y que los tras De la rnronilla á la estremidad
nan muy lejos. La costumbre de que ha superior de los ojos.‘ . . . 4 p.
)la Orbigny, parece ser comun á la tribu A la punta dela nariz . . . . 6
de las Moiucns. Sin embar o, los viajeros
añaden que entre las de ¡cha tribu , una Ala boca. . . . . ._ . . 7
mujer a1 ciana está encargada de abrir cada,
año la u bóveda,» y nola sepultura , en que (l)_ Orbigny dice que no ha observado ea
ha sido sepultado el cuerpo , y limpiarle y isa gisposicion iïsica en los Patagones de!
vesiirle. u .
. PATAG ON I E PATAS ON I A
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.. (¡fl/y!) /Z_' (l ._. a4 ¡K

Pa.agones dei Sur’.

 PATAGONIA. 25
A la barba“ . . . . . . g que pasa al rededor de ellos. Los
Anchura de la cabeza de sien á viajeros que han tenido relaciones
sien. . . . É’ . . . . 7 g con los habitantes de la parte Sur,
Anchura de las espaldas dehom- han atribuido n‘o solo al‘ humo‘, si
bro á hombro. . . . . 18 f no tambienála vista del‘ fuego, las
enfermedades de ojos, casi jenerales
«La cabeza de otro Patagon, añade entre los Indios, y á estas causas el
el capitan King , era larga y aplasta no calentarse por delante.
da, pero cubierta de pelo hasta la Entre los Patagones del Sur es fre
distancia de pulgada y media del ar cuente la poligamia. Compran las
co de las cejas, gue estaba casi del mujeres muy jóvenes, dando encam
todo raso. Los ojos eran pequeños, bio , gra-no, cascabeles, vestidos ó
la narizchata,la boca muy hundida, caballos. Van vestidas como los
los labios gordos , y el cuello corto ; hombres, de pieles de guanaeo. El
las espaldas muy anchas, los bra manto que se hacen con el despojo
zos poco musculosos , como tam de aquel animal va prendido por
bien los muslosy las iernas. El pe delantecon‘ un alfiler de plata; le
cho era alto y bien esarrollado , y van el cabello como las Indianas del
laestatura del Patagon de cerca de Norte. -
seis pies.» Los naturales del Sur entierran
, Se ve pues que no hay gran di los muertos de diferente modo que
ferencia, en cuanto á lo físico, en los de la otra parte. Véase sino la
tre los naturales del Sur y los de la descripcion que Parker King nos da
parte septentrional. El rasgo caracte de la sepultura de un niño cerca de
rístico de los primeros es la delgadez la bahía Gregorio: «Habia, dice, un
de los miembros inferiores. monton cónico de ramas secas_y de
Los toldos de los Inakenes son de broza , de diez piés de alto y veinte y
forma rectangular: tienen diez ó cinco de circunferencia, rodeado
doce piés de largo, diez de ancho, todo de listones de cobre. La .cum
siete de alto por delante, y seis úni bre de esta pirámide estaba cubier
camente por detrás. Estas sucias ta deun dazo de tela encarnada,
moradas están formadas con unas tachona a de clavos de cobre , y e_n
erchas fijadas en el suelo yahorqui cima de todo unas banderas rojas
iiadas por arriba para sostener los con cascabeles, que movidos por el
cabríos que sostienen el techo. El viento no cesaban de sonar. Al re
toldo esta cubierto de pieles,tan bien dedor de la tumba habia una zanja
cosidas unas con otras, que son ca de dos piés de ancho y uno de hon
si impenetrables al agua y al viento. do. En frente de la entrada, que_ es
No encontrándose fácilmente per taba llena de leña, se veian tendidas
chas ni cabríos en todas partes, los las pieles de dos caballos recien
naturales del pais arrancan los de muertos , sostenidas or cuatro eS
sus tiendas y los llevan arrastrando tacas. Las cabezas de os caballos es
en todas sus escursiones. Cuando taban adornadas de clavos de co
han llegado al paraje en ue deben bre, semejante á los de la cumbre
hacer noche, y escojido e sitio me de la pirámide. En fin_, á la parte
nos espuesto al viento , hacen un ho afuera de la zanja se veian dos palos
yo ó agujero con una barra de hier y en cada uno de ellos dos banderi
ro ó con un madero puntiagudo , nes, uno encima de otro. »
ilantan allí las estacas; y como toda Como los Patagones del Sur no
a armazon de la tienda ó toldo va han aprendido todavía á costa suya ,
ya preparada, en breve queda cor cuán peligrosa es para ellos la pro
riente. ximidad de los Europeos, son mas
En el centro del toldo está el lio aíables y familiares que los de otras
gar, se ha observado que los Pata iartes del pais. Los que habitan en
gones del Norte jamás se ponen de as costas del estrecho de Magallanes,
cara al fuego como los Europeos, aco'en á los estra njeros con cordiali—
' sino de espaldas, para ver mejor lo da Épero cuando son en gran mi
 ._ . ._-A _

26 HISTORIA DE LA ‘
mero imponen á los huéspedes un habian recibido-ningun daño, re
crecido tributo de tabaco , m, fu cobraron en breve su alegría , y sin
siles ó esco etas,pólvora,— alas, y conmoverse mucho oyeron dos des
otros artícu os á ue son apasiona cargas mas.
dos. Cuéntase que iabiendo aborda ‘Pero prescindamos de pormenores
do ála bahíaGregorio la tripula para volver á entrar en lo jeneral y
cion de un bu ue mercante inglés, comun á las tribus de las dos rejio
en 1834, rehuso á los Patagones los nes. '
artículos que deseaban. El capitan Creencíac IBÍIÏÍOSGJ‘. Superstícío
tuvo lamalhadada idea de saltar en nesa-Encuéntranse entre los Patago
tierra: los indíjenas se apoderaron nes , en materia de culto y de nocio
inmediatamente de su persona y le nes relijiosas , los disparates mas es
retuvieron prisionero hasta que les ' traños. Creen en la inmortalidad
fué entregado el continjente de pan del alma , y semejantes á los anti
y tabaco. ' guos pueblos del Norte de Europa y
No es el único rasgo característi a los que cubren todavía una gran
co de los Patagones meridionales la parte del Asia, se figuran un paraiso
confianza y la familiaridad , pues material, otra vida material en fin
hay otrotall ue
lencio: es no debe. especie
aquella quedar de
en in
si donde les acompañarán las, mismas
pasiones y necesidades. Como estos
diferencia y apatía .que, patentizan pueblossepultan con el muerto, se
_en todas las circunstancias en ue gun queda dicho , todo cuanto creen
se escitaria vivamente 1a curiosi ad puede serle útil en el otro _mun
instintiva de los hombres del Norte. do, y proporcionarle allá mejor re
Befiere el capitan Wallis que cuan- i presentacion , adoran definitivamen
do hizo el viaje al estrecho de Maga te un solo sér, ue bajo el nombre
llanes, mandó llevar á bordo mu de Áche/ienat-Igznet , es alternativa
chos Indios y no pudo despertar en mente ara ellos el jenio del bien y
ellos el menor sentimiento de sor del ma , á quien consultan bajo es
presa ». Les llevé, dice'á todas par tas diferentes invocaciones. Indican
tes del navío, y únicamentemiraron tener de él una idea tan alta , pue no
con atencion los animales vivos que le representan bajo ninguna orma,
teníamos á bordo. Examinaban con y se rien de nosotros , como_de las
mucha curiosidad los cerdos y los tima, á la vista de los objetos de
carneros, y se divirtieron en estre nuestro culto. Pero, cosa rara, tie
mo viendo las gallinas de Guinea y nen tambien su fetichismo: _si en
los pavos. De todo cuanto veian solo cuentran un obstáculo le dirijen sus
manifestaron deseos de nuestros súplicas; si esperimentan ó les ame
vestidos, y un viejo Patagon fué el naza algun accidente físico, esto mis
iinicoque se determinó á pedimos mo se convierte para .ellos en un ob
uno. Les ofrecimos cigarros puros, jeto de demostraciones relijiosas que
y aunque fumaron un poco, no de constituyen un verdadero culto. Or
mostraron en ello ningun placer. bigny cita un ejemplo singular so
Les di carne de vaca, tocino, galle bre esto. «Si viajan , dice , y pasan
ta y otras cosas de lasprovisiones del do cerca de un rio divisan algunos
navío: comieron indistintamente de troncos de madera arrebatados por
cuanto se les ofrecióypero no qui la corriente, los toman por divinida
sieron beber sino agua.,Les enseñé des maléficas , se detienen para con
los cañones, y no dieron señales de . jurarlos y les hablan en voz alta. Si
conocer su uso. Hice que se pusie por casualidad aquellos trozos o
ran sobre las armas los soldados de troncos atraidos por un remolino
marina y que ejecutasen parte del del rio parecen arrastrados con len
ejercicio , y ála primera descarga de titud y dando vueltas, creen los In
fusilería se manifestaron nuestros dios que se paran á, escucharles, y
Americanos sobrecojidos de espan entónces prometen mucho para que
to yterror; mas viend'o. que estába les sean propicios, cumpliendo es
mos de buen humor , y que ellos no crupulosamente sus promesas. Sus
 u
{Sam Hoc mofiowumndnm nom od moho-doom th. od~oL...
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. rw---"M.
 PATAGONIA. 27
armas, sus objetos mas preciosos sos pareciendo que padecia , y dán’
son con este motivo arrojados al dose golpes á sí misma, esclamó que
agua, y aun en las ocasiones mas ya tenia el mal y que iba á demos
graves precipitan allí hasta caballos trarlo. En efecto, despues de otros
atados juntos por los iés, creyendo muchos dengues , hizo como que sa
queasí están mas á sa vode los acon caba dela boca del paciente un gor
tecimientos. » Por otra parte , obser do insecto, como un escarabajo, el
va el mismo escritor, estos son los cual mostró á los que estaban pre
únicos sacrificios que hacen; y mien sentes, cual si fuese el emblema del
tras pueblos mas adelantados que demonio ue oseia aquel cuerpo.
ellos sobre otros puntos, inmolaran Esta doci ida del paciente y de
sus semejantes á su bárbara divini cuantos la miran , causará menos es
dad , y que otros conocidos tambien trañeza al saber que la confianza de
por su civilizacion , hicieran correr los Indios en el poder de aquellas
á torrentes sobre los altares de sus magas es tal, que cuando , como
innumerables ídolos la sangre deilos una cosa estraordinaria, se cortan
animales mas útiles, el Patagon, to el cabello, tienen particular cuida
davía medio salvaje , reserva para do de echarlos al rio ó quemarlos,
raras é im ortantes ocasiones la ¡temiendo que alguna vieja se apode
muerte de a gunos caballos. re de ellos y cause la muerte del que
Los Patagones, como tod os los natu los tenia, haciéndole brotar toda la
rales de las tierras australes, son muy sangre por los poros. .
supersticiosos ylpropensos _ á la ma «El temor á los contajios hace con
jia. Las viejas, ec iceras, profeti frecuencia que los Patagones, así
sas ó adivinas , de que hemos ha como las demás naciones australes,
-blado ya tratando de las ceremonias se vuelvan mas inhumanos. Pero,
sobre la nubilidad de las. jóvenes, ¿quien no les disculpará en esta par
son los principales ministros de su te, cuando han visto la mitad de su
culto , y acrecientan su importancia jente arrebatada por la viruela, .á
agregando á estas funciones sa ra consecuencia de sus comunicaciones
das el ejercicio de la medicina. E las con los blancos? Miran esta enfer
son las que invocan á Achekenat medad llevada de Europa , como un
Kanetfcuando la familia, sentada efecto particular del espíritu malig
.en.corro, cree que debe aplacar su no, que pasa sucesivamente de un
cólera ó darle gracias por sus bene cuerpo á otro. De aquí es, que al
ficios. Las palabras que profieren punto que temen una epidemia, y
cuando al fin de la ceremonia han que cualquiera individuo de una de
llegado al mas alto grado de exalta sus familias les da sospecha de estar
cion, son ansiosamente escuchadas invadido, se alejan todos de la tieu
or los circunstantes y considera da , dejando al enfermo únicamente
ás ‘como oráculos infalibles. Pero un poco de carne cocida y agua , y
su triunfo mas completo , es sin con van á establecerse muy distantes. Si
tradiccion cuando ejercen á su ma mueren hasta dos individuos, y otros
nera la medicina. Padecia un enfer se hallan con los mismos síntomas ,
o mo una calentura causada por un entónces ya no les queda duda. La
baño que tomó en el rio, en oca tribu entera abandona el lugar y
sion que . sudaba. Estaba tendido los enfermos, sin mas ue el débil
dentro del toldo. La vieja agorera socorro indicado; y á in de que el
‘que le cuidaba, le puso boca abajo; mal no la acompañe, van los Indios
empezóá chuparle por la nuca, y dando al aire, de distancia en dis
dándole además repetidos golpes en tancia, cuchilladas con sus armas
el pecho y la barba, y haciendo con cortantes, creidos de que así cortan
torsiones, invocaba el jenio del mal, toda comunicacion con la enferme
rogándole que saliese. Chupóle en dad , y al mismo tiempo echan rocia
fin todas las partes del cuerpo, y úl das de agua para conjurar al dios del
timamente y. con mas ahinco la na mal. Al cabo de algunos dias de
riz. De repente hizo jcstos espanto marcha , se detienen poniendo todos
28 HXSTORIA DE LA
sus instrumentos cortantes en di llenas de las ofrendas salvajes: allá
reccion al lugar que abandonaron; ' se ve pendiente una manta , aquí un
y si en la nueva residencia se ma poncho; mas distante cintas de lana,
nifestasen algunas enfermedades, ilos de colores , y por todas partes
huyen de nuevo con las mismas de vestidos mas ó menos estropeados
mostraciones su ersticiosas, espar por el tiempo , y cuyo conjunto pre
ciendo así sus en rmos en todos los senta mas bien que la vista de un al
untos donde han hecho parada. tar una triste prendería, des arrada
Fácil es de inferir que serán pocos por los vientos. Ningun In io pasa
los doiientes que escapen con vida por allí sin dejar alguna cosa. El que
ó se restablezcan de este modo; por nada tiene , se contenta con ofrecer
que si una crisis feliz les salva, en parte de la erin de su caballo , atán
los primeros dias de convalecencia dola á una rama. El tronco caverno
consumen las escasas provisiones so del árbol sirve de depósito á los
que les dejaron, yluego mueren de presentes de hombres y mujeres: ta
hambre ó de miseria , en medio de aco , papel de cigarros, baratijas de
un desierto, no pudiendo llegar á vidrio , y hasta monedasde vidrio se
donde fué su tribu, distante á veces encuentran allí revueltas. Lo que
mas de cien leguas. ¡Figurémonos atestigua aun mas que todo el culto.
cuáles deben ser las angustias del de los salvajes , es el gran número de
desdichado vuelto á la vida , no te esqueletos de caballos degollados en
niendo á su alrededor otro espec honor del jenio del lugar , ofrenda
táculo que el de cadáveres devora la mas preciosa que un Indio puede
rados por millares de aves que des hacerle , y que en su concepto debe
garran las carnes de sus hermanos ser mas eficaz: así es ue los caballos
durante su letargo! Así esque teme tan solo son sacrifica os al árbol del
entregarse al sueño , por no ser víc gualichu y á los rios, que reveren
tima de los monstruos alados, antes cian y temen igualmente por la ne
de su muerte.» cesidad que hay de pasarlos conti
Volviendo á tratar del culto delos nuamente y arrostrar á un tiempo_su
Pata nes , añadirémos que acordes profundidad y su corriente. »
con as naciones vecinas , personifi Admiracion causará tal vez que
can ásu dios Achekenat-kanet en un estas absurdas creencias y estas prác
árbol áislado, llamado por los Puel ticas mas absurdas todavia,' no ha
ches gualichu, y que en todoslos pai yan desparecido con el contacto
ses se conoce bajo igual denomina del cristianismo , que ha tomado
cion. Este dios detestable es un ár posesion de una gran parte del nue
bol achaparrado , que si se encontra vo mundo. Aquí se ve pues uno de
se en un bosque no llamara ¡la aten los hechos mas .característicos de
cion , al paso que como perdido en ciertas razas australes. Jamásha que»
.una inmensa lanura donde’ se es rido abrazar la relijion católica un
tiende, parece que anima y sirve al Patagon, un Puelche, ni un Arauca
viajero. Tiene de alto veinte á trein no. Siempre se han resistido á los.
ta piés; es muy torcido, espinoso , y piadosos esfuerzos de los misioneros.
su copa ancha y redonda: el tronco yhan ermanecido invariablemente -
cor ulento y nudoso , medio carec fieles ‘a sus divinidades. Lo que eran
mi o por los años, y el centro hueco: en otro tiempo con respecto á las
pertenece á las numerosas especies creencias y la supersticion,lo son to
de acacias espinosas que dan una vai davía actualmente, sin que se mani
na cuya pulpa es azucarada, y que los fiesten dispuestos de ningun modo á
habitantes confunden con el nom admitir otras ideas y otros princi
bre de algarrobo.‘ Es muy sin pios. En aquellos paises remotos es
gular encontrar este árbol solo en donde se debe ir á estudiar al verda
lo interior de los desiertos, como ar dero hombre Americano :—allí existe
rojado por la naturaleza para inter en toda la virjinidad de sus tradicio
rumpir en ellos la monotonía. Las nes su antiguo tipo: altí es donde
ramas del algarrobo sagrado están el fi ósofo y el fisolojista pueden en
 PATAGONIA. 29
ïtontrar el punto de partida que les nuevas creencias , deben el poder
falta para sus especulaciones sobre pisar en paz todavía el suelo en que
la antropolojía. No así en la América descansan las cenizas de sus padres.
“del Norte; porque sabido es que el Si la cosmogonía de los Patagones
Indio de aquel hemisferio ha perdido no ofrece una gran variedad de lIe
completamente su primera fisono chos , ni prueba de parte suya gran
mía y se ha europizado bajo la in des rasgos de imajinacion‘, á lo ine
fluencia de la relijion de Jesucristo. nos tiene el mérito de la sencillez.
Los Hurones , los Aleonquinos , los Dios, dicen ellos , entónces jenio be
Chactaws, y otros muohos septentrio néfico, creó los hombres bajo tierra
nales tan miserablemente diezma {les dió sus armas. Esplican tam
dos desde un siglo atrás, ¿han gana ien de un modo muy orijinal la
do algo por ventura con aquella mo aparicion en el continente de diver
dificacion profunda de su carácter y sasEspecies de animales que eran allí
sus costumbres nacionales? ¿Quién desconocidos antes de la llegada de
=se atreveria á afirmarlo? Acaso no ha loseuropeosSu onenquedespuesde
coincidido la introduccion del cris la creacion del hombre, los animales
tianismo en el Nuevo -mundo, con la todos salieron de la misma caverna ,
importacion de las plagas físicas y pero que al punto que el toro se pre
‘morales mas funestas a la especie sentó a la puerta espantó de tal manera
humana? Recorred las aldeas india con sus cuernos á los hombres, que es
.nas del Canadá, y veréis lo que que tos la cerraron precipitadamente, y la
¿da de las numerosas poblaciones que condenaron amontonando á la entra
habitaban aquel pais en otro tiempo: da piedras enormes. l\Ias añaden ue
entrad en las cabañas donde la pa cuando tocó el turno á los Españo es,
labra de los propagadores de la fe estos dejaron abierta aquella malha
‘católica ha penetrado, y ved á qué dada puerta , y entónces salieron el
‘estado de degradacion y miseria es toro, el caballo y todos los animales
tán hoy dia reducidos aquellos hom que hasta entónces estuvieron allí
bres, que causaban admiracion á los encerrados. Preciso es convenir en
primeros viajeros por su intelijencia que esta fábula no es mas maravillo
y su intrepidez caballeresca. Si; la sa ue la ‘del Arca de Noé.
iniciacion de la América en la civili enío nacional. lengua. — A pes
zacion ha sidoy es todavía muy dolo sar de las aserciones absolutas de
rosa! lo mismo ha sido poco mas ó Pauw y algunos antiguos autores
menos en una parte de Europa: so españoles , es positivo que los Pa
lamente la América se ha rebelado tagones no carecen de intelijencia
al antiguo mundo en una é oca en y que su jenio nacional merece to:
que no podia haber ya igua dad en marse en consideracion, Ya se ha
la luchaque debia trabarse entre los dicho que jamás atacan á sus enemi
dos colosos; es decir , al momento gos sin que el cacique haya aren
en que el hombre culto odia cor gado á sus guerreros. Estos discur
romper y oprimir al hom re primi sos tienen siempre un carácter de
tivo sin resistencia de parte de este. enerjía muy admirable , y no ceden
La Europa cristiana ha abusado de á los que Cooper pone en boca de sus
su superioridad ; y ciertamente ba'o salvajes del Norte. Los Patagones
el punto de vista de la moral social , dan tambien pruebas de elocuencia
su mayor crimen fuera el haber des en sus entrevistas con los Es añoles
moralizado y despoblado todo un ó con los caudillos de las tri us ve
mundo nuevo que la providencia cinas: tienen sobre todo en un grado
entregaba á su dominaoion y á su incomparable el talento de hablar
enseñanza y sus doctrinas. Los Pa mucho tiempo sin titubear ni salir
tagones yisus vecinos los Pampas y de la euestion; talento que poseen:
los de C ile, ha.n sido favorecidos tambien los Araucanos. Lo que dis-—
pon la naturaleza de los paises que tinguesn 'enio nacional, es una ten
iabitan ; y gracias que tal vez á su dencia á ar mas enerjía á lo que di-
alejamiento instintivo ¡en cuanto á cen con el uso frecuente de la com
30 HISTORIA 1m LA ,
paracion. Este rasgo deimajinacion viado á los indíjenas del objeto prác
les acerca á los pueblos orientales, tico y útil de la astronom a; así es
que,como se sabe, hacen consistir la como han adoptado una division
poesía en el uso exajerado de la me del tiempo muy racional; han dis
táfora. Así es que Orbigny oyó decir tribuido el año en doce meses, (¡rech
á un Indio', con referencia á una nína) , y cada año, enla primavera,
mujer de jenio áspero , que era mala cuando las plantas empiezan á bro
como la guíndílla. Representan la tar, rectifican y arreglan los dias su
fuerza mediante una carreta con su plementarios. .
tiro, y el valor con un corazon de La falta absoluta de documentos
toro. Para espresar que alguno de nos impide dar una idea completa
los suyos ha tenido miedo en presen del sistema astronómico de los sal
cia del enemigo , dicen jocosamente vajesde la. Patagonia. .
que han temblado sus espuelas. Es La lengua patagona es mucho mas
ta propension á las imájenes retóri gutural que la de los Aucas ,'difíci_l
cas yá la exajeracion, no escluye en de pronunciar y llena de sonidos
ellos la rectitud ‘de juicio y la conci que nuestras letras no pudieran es
sion en la manifestacion verbal de presar. Observaciones recientes in
sus ideas.‘ Tienen, por ejemplo, dos d ican en ella una riqueza y unas com
espresiones, perfectamente exactas, binaciones dignas de atencion. Es
ara designar la falsedad de las pa un idioma mucho mas rico en nom
abras, y la falsedad de las acciones: bres numerales que’ ciertas lenguas
el que acusan de la primera es hombre del continente. Los indíjenas pueden
de dos lenguas‘ , y el otro hombre de contar hasta cien mil. Verdad es que
dos corazones. Para dar á entender sus números ciento y mil les han si
en cierta ocasion que los caciques do trasmitidos por los Puelches y los
habian obrado con toda franqueza Araucanos , quienes los adquirieron
y de buena fe, decia un indíjena : de los Incas; pero esta cantidad de
a Los Caciques no tienen dos corazo designaciones númericas no deja de
nes. Tienen uno, ynada mas.» Todo atestiguar la multiplicidad de ‘las
esto indica á un tiempo en aquellos combinaciones de cálculo á que se
Indios una gran ló'ica y un instinto entre an los Patagones. '
poético indisputabie. Go íem0.—El sistema político de
El hábito de cazar, y la necesidad estos Indios es de los mas sencillos.
de dirijirse durante sus largas es La nacion está gobernada por un je
cursiones por el sol y las estrellas , fe superior, denominado caras-ken ,
fueron el oríjen entre los naturales cuyo poder muy circunscripto se
de aquellos paises de algunas ideas ejerce únicamente en tiem po de paz.
astronómicas. Aquí encontró tam Entónces reune y están bajo sus
bien en que e'ercitar su inclina órdenes todos los jefes subalternos.
cion á la poesia : trasformaron la En tiempo de paz se le mira con
parte del firmamento que les era co mucho respeto, pero no gozaudenin
nocido , en un inmenso cuadro re guna prerrogativa ni privilejio , de
presentando la caza del Indio. De manera que si no proveyese él mis
este modo la via láctea no fué para mo á sus necesidades, ninguno desus
ellos el camino recorrido por la ca pretendidos súbditos se cuidara de
bra Amaltea , sino el del viejo Indio él. Aun en la guerra, las ventajas de
cazando el avestruz. Los tres reyes su categoría se limitan á tener ma
fueron las bolas (tapolec) que echa yor parte en el botin. Este puesto,
ba á dicho pá'aro , cuyos piés son la tan poco digno de envidia, bajo nin-
cruz del Sura paso que las manchas gun concepto es hereditario.
australes de la via láctea únicamen Leyes. -— Nin mas tienen estos
te son á sus ojos unos montones de pueblos, de mo o ne no hay casti
plumas formadas por el cazador. Es go señalado para os delincuentes.
tas alegorías injeniosas , que valen Cada cual vive á su modo , y el mas
tanto como ‘las graciosas fantasías ladron es el mas estimado; conside
del politeismo griego, no han estra rándole el mas diestro.
 -

PATAGONIA. 31
_ Desconociendola particion del ter residida por el mismo Sarmiento y
¡‘(torio entre los individuos de su Biego Flores, pusieron los cimientos
sociedad, las riquezas no pueden de la ciudad de San Felipe. Entónces
'ser entre ellos sino movibles; ycomo echaron de ver que aquella tierra
el uso de destruir al morirse uno era ingrata é inhos italaria. Los ví
todo lo que pertenece al muerto po veres que habian levado se consu
ne á las familias en la continua ne mieron en breve, y empezó á esperi
cesidad de encontrar nuevos medios mentarse un frio rigorosísimo. Sar
de existencia , de ello resulta ue la miento resolvió ir en busca de pro
pro iedad , tal como nosotros a en visiones á varias colonias del Norte;
ten emos , no existe entre los Pata se embarcó, naufragó varias veces ,
gones. Esto esplica á un tiempo su fué apresado por los ingleses, que
opinion acerca del robo y la poca ha retuvieron prisionero. Durante
consistencia de su estado social. este tiempo morian de hambre , de
Hisronxas-Tenninarémos esta no frio , y á manos de los Indíjenas los
ticia del modo posible, atendidos los cuatrocientos desgraciados co'lonos
limites que nos hemos trazado , con que esperaban el regreso de Sarmien
una rápida ojeada sobre la historia to. Reducidos á veinte y cinco , to
de los establecimientos formados por maron el partido de buscar por tier
los Europeos en aquellos remotos ra un lugar mas propicio, donde
paises. encon trasen con que sostener siquie
Diez y seis años despues del des ra su miserable existencia. Empren
cubrimiento de la América por Cris dieron la marcha, y el único de ellos
tóbal Colon, reconocieron Juan Diaz que rehusó seguirlos no volvió á
de Solis, y Vicente Yañez Pinzon, la verlos jámás. Este último fué halla
embocadura del rio de la Plata, y si do en 1587, sobre las ruinas de la
uieron toda la costa hácia el sur ciudad naciente, por el corsario Ca
¡asta el 400 grado de latitud austral. vendiscl1,que se le llevó cautivo. Des
En 1520 invernó Magallanes en el de entónces, la España, algo disgus
uerto de San Julian , y á la fuerza tada del resultado de aquellas aven
levó á su nave un Patagon (1). En turadas espediciones,se mantuvo en
, 1578, pisaron los Ingleses el suelo de sus establecimientos de la Plata.
aquel pais, hasta entónces esplorado Por espacio de muchos años, los '
esclusivamente por los Españoles. ingleses visitaron solos los diferen
El capitan Drake desmintió por la tes puntos del estrecho de Magalla
primera vez los cuentos maravillo nes. Cavendish arribó muchas veces
sos esparcidos en Europa sobre la al puerto Deseado; Juan Chidley
estatura y las costumbres de los Pa fondeó en 1590 en el Puerto del Ham
tagones; pero el error debia reva bre, mudotestigo del desastre de la
lecer por mucho tiempo todavia. Las colonia española, y tres años des
aserciones de Argensola, historiador pues el navío de Ricardo Hawkins
del viaje de Sarmiento , decidieron surcó las aguas del puerto San Ju
al gobierno español á intentar el co lian. Los Holandeses, que aspiraban
lonizar un pais donde , Segun la re tambien al imperio de los mares ,
lacion de algunos hombres entusias se presentaron muy luego en aque
mados , se esperaba encontrar ciu llas costas tan poco conocidas. Se
dades considerables, edificios mag baldo de Weert, Simon de Cord ,
níficos é inmensas riquezas. Desem Oliveros de Noort y Spielberg, se
barcó pues un gran número de Es empeñaron en el terrible estrecho ,
añoles en 1582, enla parte este de y visitaron algunos parajes de la Pa
a península de Brunswick , en el tagonia meridional. Apenas se atre
paraje que hoy se llama Puerto del vieronlos Españoles en 1601 á entrar
Hombre; y estos aventureros , para en el territorio patagon, partiendo
comenzar la obra de la colonizacion, de Buenos-Aires y atravesando los
Pampas. ‘Esta espedicion, dirijida
(I) Véase Picafettn, que ha escrito la rela por Hernando Arias de Saavedra,
cion de este viaje. dióá los naturales ocasion oportuna
 s

32 ¡IISTOPJA na LA
ara advertir que no eran invenci trales de la América, trató seria
les los Europeos, a esar de sus ter mente de fortificar los puntos prin
ribles medios de estruccion; de ci ales del litoral patagon y crear
suerte que la tropa española y su al í colonias.
caudillo. cayeron en manos de los . En su consecuencia se fundó en
Patagones , de cuyo oder salieron 1779 .la colonia de .San José,porD.
con mucha dificulta . Juan de la Piedra, quien muy luego
En 4615, dosflolandeses , Lemai la dejó bajo ladireccion de Antonio
re y Schouten, descubrieron el es de Viedma. Una epidemia .estermi
trecho, á quedespues se dió el nom nadora obligó á los colonos á refu
bre de ¡mode ellos , -.y cuya existen jiarse en Montevideo. En el mismo
cia acreditó á los jeógrafos de aque año se verificó un ensayo mas feliz
lla época.,.qite.el estrecho ‘de Maga .de colonizacion en el paraje donde
llanesno era, como creian, la única se ve ho dia el pueblo del Carmen, ‘
- arteria_por la cual se comunicaba el á pocas aguas de la embocadura de
Océano Atlántico con el mar .Pací Bio-Negro, y en 1780 se intentó el
fico. Zelosos de este éxito los Espa establecimiento de otra colonia por
ñoles, encargaron en 1618 á García Francisco Viedma en el puerto de
de Nodal ue esplorase el nuevo pa San Julian. El hermano de este sub
so, y al ca o de seis años, el Holan intendente, Antonio Viedma , cons
dés Santiago el Ermitaño, fué á truyó allí un fuerte con algunas ca
costear los confines de la Tierra del -sas, ydenominó á tal sitio Florida
Fuego‘. Estas tierras australes fue blanca. El puerto Deseado vió casi
ron visitadas de nuevo por dos In al mismo tiempo comenzar otro es
gleses , Nar-borough y Wood , á fines tablecimiento. Estos diferentes es
del siglo diez y siete; siendo los fuerzos que indicaban claramente
Franceses_los ú t-imos que se aven el proyecto bien meditado de asegu
turaron en aquellas rejiones que aun rar la posesion de la Patagonia á la
no conocian. Desde 1696 .á 1712, corona de España , no tuvieron feliz
aparecieron allí sucesivamente De éxito, por ue esta se vió obligada
gennes, Beauchesne-Gou-in y Frezier; en 1783 á a andonar todos los pun
y desde esta última época espio tos ocupados á escepcion de la colo
raron los parajes de la Patagonia nia naciente de Rio-Negro.
y de la Tierra del Fuego , los nave Francisco Viedm.a_.encargado de
gantes masilugstres del siglo diez. y dar á este establecimiento todo el
ocho, tales como Anson, Byron, auje importancia de que era en
Bougainville, Wallis Cook. tónces susceptible, compró de un
Los progresos de osjesuitas del cacique el curso del- rio desde su em
Paraguay y del alto Peru en mate bocadura hasta San Javier, y supo
ria de colonizacion , inspiraron á la captarse tan bien la voluntad de los
España la idea de confiar ados de naturales, que tuvo la satisfaccion
¿aquellos relijiosos, los PP. Quiro de ver que aquellos hombres , tan
ga y Cardiol, la mision de formar altivos y celosos de su independen
un nuevo establecimiento en el pun cia, le ayudaban espontaneamente
to de la costa patagónica que juzga á la construccion del fuerte del Cár
sen mas favorable. Esta tentativa, men ue en breve puso al abrigo á
verificada en .1745, no produ'o re los ha itantes, reducidos hasta en
sultado alguno , ni la relacion e los tónces á vivir en lóhregas. cavernas.
jesuitas fué de naturaleza capaz de Cediendo, á instancias de Viedma ,
animar en- lo futuro ara empresas se decidió el virey de Buenos-Aires,
semejantes. Pero pub ¡cada la des en 1781 , á enviar al Cármen sete
cripcion de las tierras ma allánicas cientos treinta y cuatro individuos
or el Inglés Falkner , que abia ha rocedentes de las montañas de Ga
itado por largo tiempo en los Pam icia; y desde aquel momento adqui
. as, la España, recelosa de las in rió la colonia una verdadera impor
enciones manifestadas por la Ingla tancia. f
terra con respecto á los paises aus En 17,82, se encargó al piloto Ba
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 PATAGONIA. - i - 33
silio Vlllarino que remontase el cur tantes de la poblacion estaban sin
so del rio para buscar un paso há armas oyendo misa en la capilla , les
cia el Chile por el rio de Mendoza , cercaron , acometieron y degollaron.
que se suponia seruno de los afluen Los tres únicos que se salvaron de
tes del Rio-Negro; )ero esta esplo tan horrible carnicería debieron su
racion interesante ajo el_punto de vida á-la amistad que tenian con al
vista jeográfico no produjo ningun gunos Indios. La colonia fué ente
resultado material para la colonia ramente destruida, las casas que
del Cármen (l). madas y una gran parte de los gana
'1‘odo iba á gusto de los colonos dos arrebatada. '
del Rio-Negro, cuando Juan de la La poblacion del Cármen estaba
Piedra , nombrado en 1784 coman como destinada á ser una mazmora.
dante de aquella poblacion , tuvo la Hácia el año 1809 , en el momento
loca idea de hacer la guerra á las en que los criollos de Buenos-Aires
naciones indíjenas, y_atacó al caci comenzaron el movimiento insur
que , cuya alianza con los Es añoles reccional que produjo su emancipa
habia favorecido hasta entonces el cion de la monarquía española , cin
progreso del establecimiento. La re co de los patriotas mas decididos
ducida tropa de Piedra cometió en valientes fueron desterrados á Pata
esta desgraciada campaña un rigor gonia por el virey Limiers. Los
nada á pro ósito contra los salvajes ejemplos de semejantes deportacio
ue eran victimas de él; mas no tar nes por causa política serenovarou
daron estos en desquitarse, tanto despues con mucha frecuencia , y
que los compañeros de Piedra tu esto contribuyó mas á exaspcrar
vieron que replegarse hácia Buenos los ánimos.
Aires. Apesar de esto se mantuvo la Como todo lo que nos resta decir
colonia , gracias á las fuerzas que el es relativo al Cármen, antes de a
gobierno español mantenia en aquel sar adelante creemos oportuno
a
unto. El comercio llegó á ser tam cer una descripcion de aquel estable
ien muy activo por un efecto de la cimiento.
abundancia de sal reeojida en las Descrípcíon de la poblacion del
cercanías de la poblacion. Cármen. Está situada en la linea que,
La colonia de San José fué mas Segun la mayor parte de losjeógrafos,
desgraciada. Parece que la conducta separa la Patagonia del territorio de
im rudente de un gobernador espa Buenos-Aires; es decir, cerca del 41°
ïio causó su ruina cuando comen de latitud austral y por 64h15’
zaba á prosperar tanto como la del de lonjitud oeste de Paris. La po
Rio-Negro , y que contaba ya veinte blacion se levanta en la márjen del
mil cabezas de ganado. Escritor hay Rio-Negro , dominada y protejida
que dice recordar aquella catástrofe por un fuerte de forma cuadrada
'en pequeño las vísperas sicilianas. ue domina las cercanías y el curso
Segun relacion de uno de los tres ‘(lelrio á cierta distancia. del pueblo.
Españoles que escaparon de las ma Aunque situado á seis leguas de la
’nos de los salvajes, habiéndose reu embocadura del rio, este estableci
nido muchas tribus de Patagones miento, es elúuico que ha quedado en
marcharon contra la colonia , acam ié en las costas de la Patagonia; los
aron en las cercanías , y un dia de buques, aun los de muchas tonela
iesta , mientras que todos los habi das, llegan muy cerca y fondean con
(i) Mr. de Orbigni posee el manuscrito nri seguridad en aguas muy tranquilas
jinal é inédito de este viaje en lo interior del con y profundas. El aspecto del Cármen
tinente americano. Asegura que tiene un gran es agreste y pintoresco. Los sauces
carácter de verdad y exactitud , lo cual le permi que sombrean las orillas del Rio
tirá hacer uso de él para la parte jeográfica de Negro, los terrenos de aluvion, que
su obra. La publicaciou de las observaciones de
Villarino será de un gran socorro para lo deli por ambos lados presentan una lar
nendo del curso del Iiio-Negro y de algunos de ga banda de verdor, los altos acan
\ sus afluentes sobre los mapas de la estremidad tilados ó tajadas rocas que _de dis
de la América. tancia en distancia levantan sus pe.
PATAGONIA (Cuaderno 3 ) 3
 35, HISTORIA DE LA
ladas cabezas, y cuyoscostados, im
regnados de tierra vejetahestán po
blados de verdosos arboles, todo
aquel fresco paisaje, que se desar
rolla y serpentea á lo largo de la
grande arteria de la Patagonia, pre
senta un estraño contraste con los
desiertos comarcanos.
La poblacion del Cármen drá
ascender á unos seiscientos ha itan
tes, compuestos de los primeros co
lonos , la radores ó criadores de ga
nados , la mayor parte procedentes
de las Castillas, comerciantes de va
rias naciones, negros esclavos,_em
pleados como obreros en los diver
sos talleres, y Ganchos desterrados
por crímenes.
El clima es templado, muy apa
cible durante una gran parte del
año y sumamente saludable. _Hiela
muy poco en el Cármen , y jamás
nieva. Sin embargo, jeneralmente
hace mas frio que en ciertas locali
dades situadas á la misma distancia
del Equador en el hemisferio boreal:
esta diferencia debe atribuirse a’ los
hielos eternos de los Andes chileñas,
al poco obstáculo que las vastas
llanuras de la Patagonia oponen á
los vientos que soplan de las rejio
nes magallánicas. Las noches en par
ticular son estremadamente frias á
causa de la ausencia del sol, que
deja libre la influencia del viento,
único azote en aquel punto privile
jiado. Rara vezllueve en la Pata o
nia: los vientos de oeste que pro u
cen la sequedad soplan casi d_e conti
nuo; y esta sequedad es tal jeneral
mente qlue casi al unto queda evapo
rada la luvia , y os cuerpos de os
animales se diseean al contacto del
aire , quedando así muchos años so
bre el suelo mismo sm descompo
nerse. _ _
El comercio del Cármen consiste
,en sal recojida en sus salinas natu
rales, en cueros, lana de carnero ,
carne salada , granos, peletería ,
plumas de nandiufrutas, tales como
manzanas y uvas, aceite de foca , y
jamones tan estimados en Buenos
Aires, como lo son en España los
de Galicia. Los habitantes hacen
tambien un comercio activo con los
Indios, que á este efecto acuden co
mo eujainbres á las cercanías del
establecimiento. Por al unas bara
tijas, aguardiente y ta aco, com
pran á los Patagones los ricos ta i
ces que fabrican con el pelo de os
guanacos, zorras, mofetas y aves
truzes; los Aucas y losFuelches delos
Pampas les llevan sus tejidos de la
na , riendasy cinchas de cuero tren
zado, así como hermosas peleterías.
La poblacion está gobernada por
un comandante militar , delegado y
representante del gobierno de Bue
nos-Aires, y por un administrador
de aduanas. El primero ejerce un
poder absoluto en la colonia , escep
to en materias de rentas, cuyo ra
mo está á cargo de dicho adminis
trador que recauda los de todas cla
ses,
CONTINUACION DE LA HISTORIA DE
LOS ESTABLECIMIENTOS ESPAÑOLES
EN LA PATAGONIA.
No odia dejar de resentirse la
parte e la Patagonia fronteriza con
Buenos-Aires del golpe de la revo
lucion ue hubo en a nel estado en
1810. E partido repu licano triun
fó, y no tardó en hacer marchar un
cuerpo de tropas contra el Cármen ,
á fin de apoderarse de a uella colo
nia. La espedicion tuvo e éxito ape
tecido sin perder un hombre; pero
el delegado del gobierno de Buenos
Aires abusó de la docilidad de los
habitantes portándose como el dés
pota mas intolerable; tomó en rehe
nes cuantos, poseian alguna cosa,
arruinó la agricultura con sus exac
ciones, y oprimió la poblacion por
cuantos medios son imainables. Es
ta conducta impolítica ebia causar
infaliblemente una reaccion: los ha
bitantes, exasperados por las ini
quidades del comandante , se aso
ciaron con afan á los royectos de
dos desterrados Españo esque cons
piraban contra la autoridad repu
licana. Escojióse muy juiciosamen
te el momento de la ejecucion en
1812. Montevideo estaba sitiado por
los patriotas, y esta importante ope
racion inquietaba estraordinaria
mente al gobierno revolucionario,
al mismo tiempo que dividia las
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 PATAGONIA. 33
fuerzas de que podia disponer. Los teras del estado de Buenos-gtires,
conspiradores no perdieron un ins para ir á vender consecutivamente
tante: se apoderaron de un buque el producto de sus rapiñas á los Es
de guerra estacionado en el rio, y pañoles del Cármen. líste jénero de
no fué necesario mas: la autoridad negociar tan singular fué provecho
española reemplazó á la tiranía de soá unos y otros, de modo ue in
un gobernador culpable, mas el sensiblemente a nella po acion
triunfo no fué muy duradero. Ame» que poco antes se allaba en el ma
nazado el Cármen de nuevo por un yor apuro, recobró un aspecto de
batallon republicano, se sometió prosperidad. Notaron los habitantes
humildemente como la primera vez. que el ganado bacuno que habia
Desgraciadamente fueron los habi quedado en paz despues del de
tantes quienes pagaron por los cons güego de los colonos, se multipli
piradores. Los propietarios vieron có prodijiosamente; un cacique, iles
sus ganados muertos, sus casas sa pues de haberse asegurado de la
queadas y sus campos talados. ¡Gol venta de todo elganado que pudiera
pe terrible para la pobre colonia ! llevar al Cármen, cojió y condujo
Detestados por los patriotas á causa cerca de mil reses en dos viajes. Es
de su connivencia con los partida to bastó para mover á los colonos el
rios dela autoridad real, atacados deseo de aprovecharse de un recio
en su caudal y hasta en sus medios tan ventajoso: fueron pues á a pe
de existencia , los habitantes se vie nínsula, y todos los años en la mis
ron reducidos á la mayor miseria, ma época atravesaban valerosamen
demodo que, obligados á vivir de la te los áridos desiertos de la Patago
caza, se desparramaron por los lla nia para ir á buscar reses. Así consi
nos y las orillas del rio, donde pasa guieron recuperarloque habian per
ron algun tiempo la vida nómada y dido y dar nuevo impulso á la agri
precaria de los indíjenas. cultura, fuente principal de su ri
No solamente fueron funestos á las queza.
colonos tales desórdenes, sino que lo Sin embargo, en 1819 vino un pe
eran tambien y de una manera muy ligro muy cercano á poner otra vez
sensible á los nuevos dueños del en cuestion la existencia de la colo
pais. Estos echaron de ver muy lue nia resucitada. Los soldados que el
go que no les quedaba ya nada que comandante republicano habia de
tomar y que vendria momento en jado en el Cármen, despues de los
que los establecimientos agrícolas, desórdenes de 1812 , se msurreccio
completamente arruinados, no pro naron, asesinaron al gobernador, eo
ducirianni aun para proveer á la sub metieron los crímenes mas horri
sistencia de la guarnicion. Forzoso bles, y trataron aquel desgraciado
fué en consecuencia dejar la plaza , pais como provincia conquistada.
y así lo hizo el comandante,confian Cuéntase que en su embriaguez de
doá un subalterno el difícil cargo sangre fusilaron algunos de sus ofi
de mantenerse en un pais donde en ciales y forzaron los demás á llevar
adelante todo debia conspirar con arrastrando sus cadáveres al sitio
tra la dominacion de Buenos-Aires. donde ellos mismos habian de ser
En tanto, el esceso de la miseria enterrados vivos hasta el cuello. Es
habia forzado á los habitantes á res- tos hijos perdidos de la república de
tablecer con los indíjenas ‘relaciones Buenos-Aires se vieron en breve
de comercio que hasta entónces les obligados á poner término á sus
habian sido re ugnantes. Los Indios del gobierno
horrores: central, por
atacados huyeron cobar- ‘i
las tropas
Aucasles lleva an peletería y los te
_'idos ue fabricaban, y los colonos demente y se refujiaron en el pais
es da an en cambio lo poco que delos Aucas, donde continuaron su
habian podido salvar del naufrajio vida de bandidos.
de su propiedad. Este tráfico atrajo El Cármen se habia resentido de
poco á poco á los naturales, y les su esta dura sacudida , pero muy luego
jirió la idea de ir á saquearlas fron se repuso redoblando su actividad
3G HISTÓRIA DE LA
comercial. No encontrando ya los
Indios ganados en San José , adopta
ron el medio de robarlos en las ha
ciendas de los paises limítrofes; y
fueron en breve tan espertos_ en
aquellos latrocinios, que no sabien
do que hacer de las reses que caian
en sus manos, iban á venderlas á
Chile y á otras partes mas lejanas.
Asegúrase que. ascendió a mas de 40
mil el número de las reses vacunas
vendidas por los indíjenas á los colo
nosdel Carmen en los tres años del
gobierno del comandante Oyuela.
Con esto puede uno formarse una
idea de lo mucho que se estendió
en aquella época el comercio d_e cue
ros y de carne salada. Comerciantes
de Buenos-Aires hicieron inmenso
caudal en poco tiempo entre los Pa
tagones, á costa de sus propios com
patriotas , cuyos rebaños pasaban
sucesivamente á manos de los salva
jes, y á las de los mas descarados
compradores. El gobierno de la re
pública hubiera podido reprimir
tan insolente usura ó latrocinio , en
vez de dar lugar á vituperarle por
su indiferenciasobre un estado de
cosas tan contrario á todo principio
de justicia y-moralidad.
No fueron las relaciones mercan
tiles de los colonos con los natura
les la única causa de la importancia
ue estos adquirieron en la época
iio que hablamos. Un acontecimien
to im revisto y muy grave vino a
recor ar á los colonos los peligros
de su posicion en medio de las tri
bus bárbaras , cuya timidez y des
union habian prod ucido¡hasta entón
ces su debilidad. Durante la guerra
de la independencia que ensangreii
tó las llanuras de Buenos-Aires , un
oficial del partido español, llamado
Pincheira, se deserto y paso á los
Indios con la mayor parte de sus sol
-dados. Adoptó la vida de homicidio
y saqueo que ejercian entónces los
Araucanos, y haciéndose cabeza de
wuna banda terrible , entre la cual se
encontraban cerca de trescientos
hombres armados á la europea y
disciplinados, taló las fronteras de
las repúblicas de Buenos-Aires y de
Chile. No tardaron las demás tribus
de indíjenas en reclutar numerosos
desertores; este contajlo se propaga
entre los Ganchos, y aun , segun
cuentan , algunos arrendadores ,
que preferian el gusto delrobo á ma
no armada, á los tranquilos goces
de la vida doméstica. Por último la
audacia de los bandidos se acrecen
tó á tal punto que nadie estuvo ya
seguro en la estancia mejor guarda
da, ni en los asilos que se distinguen
en aquel pais con el nombre de ca
sas fuertes.
Estos desórdenes han continuado
desde aquella época menos san
grientos , y por consecuencia menos
temibles, pero siempre tan funestos
á los intereses y á la tranquilidad de
los habitantes. Los colonos de los es
tablecimientos españoles están en _
continua alertafiemiendo ácada ins
tante las agresiones de los dignos
compañeros de Pincheira.
La guerra que estalló en 1826 en
tre el Brasil y Buenos Aires, tuvo
una singular influencia en el (Zár
men. Habiendo bloqueado la escua
dra brasileña el Rio de la Plata, los
corsarios de la república arjentina ,
mal protejidos por los fuertes de la
Ensenada y de Tuyu , conducian al
Rio-Ne ro las numerosas presas he
chas á a marina del Brasil. El suelo
del Cármen fué entónces pisado por
jentes de todas naciones, que carga
das de botin y poco escrupulosas en
puntos de moral, introdujeron en la
pacífica colonia , convertida para
ellos en una tierra neutral, el gusto
á los artículos de lujo y de las cos
tumbres licenciosas. Bien es verdad
que lo que el Cármen perdió con
respecto á las costumbres lo ganó de
parte del bienestar y del progreso
material. El concurso de los estran
jeros, la presencia de los oficiales de
corsarios, que gastaban locamente
el fruto de sus rapiñas , produjeron
un movimiento mercantil estraordi
nario, y aumentaron considerable
mente la riqueza de los habitantes.
No era ya la modesta poblacion
adonde los Indios conducian sus a
nados por el recio mas módico: os
Patagones se iabian vuelto un centro
im ortante y el punto de reunion de
todos los individuos, Euro eos y
Americanos , entre los cuales abian
 PATAGONIA . 37
despertado las guerras de las repú dio de áridos desiertos empezaron á
blicas vecinas ideas de codicia y esperimentar una sed devoradora ,
amorá las aventuras. aumentada por el calor del estío.
Irritados los Brasileños dela pros Acercábase el ejército al punto de
peridad de un establecimiento que su espedicion y queria ocupar el Rio
era como el depósito de las mercan Negro. Vanos deseos. Encontró la
cías que les robaban, concibieron milicia dispuesta á impedírselo: hu
en 1828 el proyecto de arrebatarlo á bo muchas escaramuzas, muchos
á la república de Buenos-Aires. No muertos de una y otra parte. Pare
tardaron pues en resentar cinco cia acalorarse la accion , cuando el
navíos de guerra en a embocadura jeneral, blanco de los Gauchos,dá
del Rio-Negro: tres solamente con causa de su de
de alamares uniforme , uarneci o
oro, fuégderribado
siguieron franquear la barra del
rio, y avanzaron hácia la colonia. de un balazo. Desalentó su jente :,
La única defensa del Cármen eran una sed cruel atormentaba los solda
algunos marineros de corsarios, al dos y les hacia murmurar; los oficia
gunos soldados de infantería y la les trataban en vano de reunirlos , y
milicia del pais , compuesta de los cl grito 'eneral de rendirse les forzó
habitantes y de los Ganchos. Hubo á entregar sus armas á los milicia
juntas, se tuvo consejo , y todos uná nos, quedando todos prisioneros
nimes fueron de dictámen que se Mientras que los habitantes del Cár
hicierala defensa. Los capitanes de men alcanzaban esta victoria distin
los corsarios armaron inmediata guida , los navíosllegaron hasta cer
mente dos buques, y de acuerdo con ca del fondeadero. Combatieron con
todos los marinos tomaron la reso ardor, yya uno de los buques brasi
lucion de atacar los navíos, en tan leños estaba apresado, cuando la no
to que la caballería cayese sobre las ticia de la derrota del ejército obli
tropas enemigas. El jeneral brasile gó álos otros á rendirse. ’l‘al fué el
iio, Inglés de oríjen , creyó que con resultado de icion brasile-dla es e
soldados a uerridos era fácil vencer ña. Un rasgo de barbarie y de co i
á un puña o de hombres indiscipli cia inaudita acabó con la existencia
nados , y apoderarse del estableci del jeneral de los vencidos. Apenas
miento. Sin pérdida de tiempo, al fué derribado del caballo , se arro'ó
dia siguiente, ejecutó su desembar sobre él un Gaucho, le despojó e
co, echando átierra setecientos hom ¡sl1! rizo unifornlilc: y advirtienïlotqilie
bres, y dejando poca jente á bordo eva a un elani
decortarle o recioso,
dedofino ra asaa
pudiendo
de los navíos. A la parte abajo del
rio habia ue andar seis leguas para carlo de él. El jeneral no estaba si
llegar al Carmen. El guia que lleva no herido , y se habia mantenido
ba le aconsejó , temiendo una em inmóvil con esperanza de salvarse ;
boscada, que echase por lo interior pero el dolor que le causó el corte
de las tierras para caer al improviso del cuchillo del Gaucho fué tan vi
sobre el Cármen; ero entre hom vo que le arrancó un 'emido , y esto
bres habituados á as astucias y ar le vendió. El soldado e tras asó en
dides de los Indios , era im osible tónces el corazon con su sab e , y hu
que fuesen desconocidos to os los yó triunfante con la sortija que tan
movimientos de los enemigos. Los to habia codiciado.
milicianos, en número de ciento á Al año de esta sangrienta lucha se
ciento veinte, tomaron inmediata veian todavía los llanos del Cármen
mente la resolucion de rendirle por sembrados de huesos y plagados de"
sed , y al instante pusieron en ejecu aves de rapiña que se disputaban los
cion este proyecto. Las tropas brasi jirones de carne disecados por el
leñas, compuestas todas de infante sol; restos de los‘ cadáveres de los
ría , se habian puesto en camino sin Brasileños muertos en el combate.
la precaucion de llevar refresco algu Sus enemigos los dejaron insepul
no , de modo que á las cuatro ó cin tos, segun parece: esta barbarie es
co horas de marcha forzada en me jeneral en los-partidos que se hacen
38 IIISÍORÍ-A m: La
una guerra encarnizada en Améri gonia , libres en adelante del contact
ca , aun en aquellas rejiones donde to de los estranjeros , campearán in-
cierta civilizacion ha penetrado. Los solentemente en la morada del hom
prisioneros brasileños hechos en el bre civilizado, suspenderán los ar
combate del Cármen, para desemba neses de sus ca allos de los arteso
razarse de ellos los vencedores , fue nados que aun resuenan actualmen
ron enviados á Buenos-Aires, á pié , te con los sonidos de una música ar
en la estacion mas calorosa del año , moniosa. La destruccion de la colo
y á cargo de oficiales tan bárbaros nia del Cármen será una verdadera
como sus subalternos. Aquellos des —pérdida para los navegantes , y los
dichados anduvieron mas de dos comerciantes de Buenos-Aires , y ha
cientas leguas por desiertos áridos y rá además sumamente difícil cual
ardorosos, devorados de la sed , so quiera otro establecimiento de colo
metidos á las privat-iones mas duras nia en los mismos paises.
y al trato mas inhumano. Un gran
número de ellos ereció en el cami ESTRECHO DE MAGALLANES
no; otros, rendi os de cansancio ó
debilitados por las enfermedades, El gran diccionario publicado en
no pudieron seguir el convoy y fue 1829 por Piquet, se cspresa así en
ron abandonados en aquellas llanu el artículo E; trrc/zo de Magallanes :
ras inhospitalarias. A su regreso, a La entrada del lado del Atlántico
los soldados que los habian escolta se encuentra por 70° 38’ de lonjitud
do, se jactaron de haber adquirido occidental, entre el cabo de las Vír
nuevos títulos á la ratitud de sus jenes, bajo 52° 21’ delatitud sud,_y
com atriotas , por a manera con el cabo del Espíritu Santo , bajo
que abian perseguido á los infor 52° 14’. Tiene diez leguas de an
tunados prisioneros. cho. La del lado del gran Océano.
Ya se ha visto que bayo el imperio se encuentra por 77° 14’ de longi
delas circunstancias se acrecentó‘ la tud occidental entre el cabo Vic
prosperidad del Cármen de una ma toria, bajo 62°19 de latitud sur, y
nera estraordinaria. Por una conse el cabo de los Pilares, bajo 52° 46
cuencia muy natural y fácil de pre Tiene once leguas de ancho des
ver, aquel feliz estado de cosas de de el cabo de las Vírjenes al ca
bin desaparecer tan lue o comocesa bo Froward , que determina con.
ra la concurrencia de os corsarios corta diferencia el medio del estre
estranjeros. Efectivamente , la. paz cho : este se dirije jeneralmente al
celebrada en 3 de octubre de 1828, sudoeste; del cabo Froward al de las.
entre el Brasil y Buenos-Aires, fué Vírjenes se dirije al nordeste , y su
la señal de la decadencia de aquella lonjitud total es de ciento treinta le
colonia, comenzando para ella una guas. La parte mas estrecha se en-
nueva era de calamidades y de rui cuentra cerca de la entrada oriental,
na. Los Indios volvieron a empren- ' y está determinada por el cabo Qran
der el curso de sus devastaciones , y ge , estremidad norte de la Tierra
el terror que difundieron en ambas del Fuego , y puede tener una media
orillas del Bio-Negro fué tal , ue un legua de ancho. Se ha contradicho
gran número de habitantes de Car la existencia de dos grandes pasos
men fueron á buscar en las cerca atravesando la Tierra del Fuego , el
nías de Buenos-Aires la tranquili canal de S. Sebastian, que une el es
dad de que no podian ya gozar ró trecho al Atlántico, y el canal d_e
ximos á los Aucas y Patagones. Ista Sta; Bárbara que le pone en comuni
colonia que tantas alternativas ha te cacion con el gran Océano. Las cos
nido de dicha y de adversidad , se tas de este estrecho son en jeneral
halla hoy dia en el estado mas deplo muy elevadas , llegando en muchos
roble; siendo de temer que de la in parajes á dos y tres mil piés de altu
diferencia del gobierno de Buenos ra perpendicular sobre el nivel del
Aires resulte su total ani uilamien mar , ofreciendo numerosas abertu
to. Entónces los salvajes e la Pata ras ó bahías. En jeneral es muy vio
 PATAGONIA.
lento en este estrecho el viento de
oeste. Entre el canal de San Jeró
nimo y la bahía de Gallant, la costa
norte (Patagonia) presenta una pers
pectiva variada y muy grata, al paso
que á lo lejos (a sur) se colum ) ‘an
picos y montañas cubiertas de nieve.
Ofrece una succsion de montañas,
colinas y llanuras , regadas por rios
y arroyos , y se encuentran algunas
radas seguras. »
Vamos á completar y rectificar so
.bre ciertos puntos esta breve des
eripcion del estrecho, á que dió su
nombre su rimer esplorador, eL‘ ticular al capitan Barker-king, somos
ilustre Magal anes. deudores de los- documentos mas
Considerado este estrecho en su ‘to-
talidad, resenta la figura de un
’ángulo o tuso, cuyo centro está al
sur, y cuyas costas se elevan hácia el“
este y el oeste , profundamente cor
tadas al este por tres relieves o des
’ igualdades, determinadas por dos
bo uetes
dadl , y al
de islas, oeste por
bahíasó una infini
promontorios
y corrientes de agua. Wallis traza
del modo siguiente el cuadro de las
distancias res ectivas de los princi
pales cabos y ahías que cortan par
ticularmente la costa norte.
. Millas‘.
. Del cabo de las Vírjenes a la
punta Dungueness. . . . 5
De esta á la de la Posesion. 18
De esta última al costado mc
ridional del primer boquete 27
De allí al cabo Gregorio. . . 25
De este cabo á la punta de la
isla del Delíín. . ‘ . . .
De esta última á la punta sep
Detentrional
allí á la punta
de la de
isla
Porpass.
Isabel. 1412
De esta punta á la bahía de
Agua dulce (Freshwater) N
1N03
De esta bahía al puerto d'el
Hambre.. . . . . . . del Hambre, á setenta millas de la.
De este puerto al cabo Shalup
De este cabo á la isla del Delíin
De esta isla al cabo de Froward
‘De allí á la punta de la bahía
de Sung. . . . . . . .
De la punta de esta bahía al
cabo Holand. . . .. . . 13%
Del caboHoland al Galland. . 2| ¿
De este ála bahía de Isabel. . 11 3
De esta bahía á la punta de
39
York... G}
De la rada de York al cabo
Quade. . . . . . . . 21'
De este al de Notelz. . . . 21
De este último al de Monday. 28
Del cabo Monda al Upright. 13
De este punto a cabo de los
Pilares. ._ . . ., . . . . 50
376f¡
Despues del viaje de Wallis han
recorrido yestudiado otros navegan
tes los tortuosos contornos del estre
cho deMagallanes. A ellos, y en par
exactos sobre este sitio tan impor
tante á la ciencia náutica.
El estrecho de Magallanes es qui
zás el lugar mas pintoresco del globo .
yel mas digno de ser descrito por:
os poetas. Con Justo motivo es el
objeto de la admiracion de los ma
rinos. ¿Dónde se encontraria en efec
to, dicc el capitan Duhaut-Cilly , un
estrecho tan profundo, tan largo ,__
tan navegable , y sin embargo tan
cerrado , ofreciendo tan gran nú
mero de puertos naturales y de fon
deaderos seguros y cómodos? Agua
escelente por todas partes y leña en
abundancia, caza, pesca y mariscos;
en fin , todos los recursos que puede
ofrecer un pais, hasta ahora inculto
y casi inhabitado.
A la altura de la bahía Gregorio
no ofrece el pais or ambas partes
del estrecho sino iianuras rasas co
mo el resto de la Patagonia. En el
14 cabo Negro, algo mas lejos, toma de
repente los ‘caractéres del suelo de
la Tierra de Fuego. El viajero se sor- .
prende al ver en un espacio de vein
te millas una mudanza tan rara en
á el paisaje. Aun es mas admirable el
contraste si se llega hasta el puerto
N!
¡Qu-lvl
v-A
l bahía Gregorio. Allí se ven las mon
tañas cubiertas de bosques impene
l trables, combatidas sin cesar por las
lluvias y las tempestades , mientras
8 ue un cielo puro y un sol brillante
iluminan con luces espléndidos lla
nuras estérilesy arenosas en las cer
canías del cabo Gregorio.
En el puerto del Hambre se irstien
de la vista sobre masas de rocas gra
40 ' HISTORIA DE LA
níticas , y bosques tan esposos que sus inárjenes: pero al llegar á la me
para dirijirse allí con seguridad, es tad de la caida aparecen de re ent
preciso no perder la brújula de vis á la vista , como si brotasen e en.
ta. El monte Tarn, que se eleva á medio de aquellos espesos bosques;
2600 piés sobre el nivel del ‘mar, do Otros se reunen al fin‘ de su curso ,
mina la bahía donde, como hemos y desembocan juntos en el mar en
visto en la noticia sobre la Patagonia, tre una nube de vapores. Las formas
fundaron los Españoles un estable variadas y los. accidentes de estas
cimiento. Durante el invierno es cascadas , el contraste que ofrecen
sombrío y melancólico el aspecto de con el follaje sombrío de los árboles
este lugar, tristemente célebre. La de que están ‘cubiertos los flancos de
nieve cubre las montañas comarca las montañas; el monte Buckland,cu
nas , y una nube glacial se estiende ya cima cubierta d'e un eterno man
como una sábana por todo aquel to de nieve se eleva cn los aires bajo
pais. En ninguna parte del estrecho la forma de un graciosoobelisco; las
se ven árboles tan hermosos como blancas nubes que se paran al fren
en el estrecho del Hambre. El capi te de aquellas alturas volcánicas; to
tan Duhaut-Cilly dice que quedó ab do esto presenta á los ojos del viaje
sorto por la bellezade los bosques ro un espectáculo’ cuya belleza es
que guarnecen el-rio , cuyas a uas imposible describir. Quizás no hay
se pierden en el fondo de la ba ía. en el mundo entero una escena de
Midió árboles que tenian seis piés la naturaleza que iguale en lo gran
de diámetro, y mas de cincuenta dioso y pintoresco á, la que se con
hasta las ramas, sanos y derechos templa en aquella parte del estrecho
como palos de navío. de Magallanes.
Las tripulaciones de las naves que Las aguas del caboFroward abun
fondean en aquel puerto, cazan mu dan en cetáceos , 'focas y marso
chas especies de aves, en particular las. El agua que. allí arrojan las
gansos , patos silvestres , cercetas , allenas en brillantes chorros ¡pre
gallinetas, chorlitos reales y otras. senta una particularidad notable,
Algunos Patagones errantes se mues pues forma en los aires nubes pla
tran comúnmente en la orilla y van teadas, visibles, por mas de un mi
á hacer un comercio de cambios con nuto , clara y distintamente , á dis
los marinos. Los toldos de estos In tancia de cuatro millas.
dios se ven á lo lejos, dando al pais Del cabo que acabamos de citar
un carácter todavia mas singular. al puerto de Gallant se prolonga la
Antes de lle ar al cabo Froward, ribera septentrional casi en línea
que se avanza a la estremidad de la recta. En la parte opuesta se encuen
provincia de Brunswick, se alarga el ' .tra al contrario una multitud de pa
estrecho y da entrada á los canales sos guamecidos dé altas montañas,
de San Gabriel y la Magdalena. Las separadas unas de otras por barrau
orillas del primero de estos pasos cos profundos. Las_dos orillas están
están cubiertas, hasta el puerto Wa cubiertas de una vejetacionvigorosa,
terfall,de inmensos ventisqueros que bien que los árboles de la parte me
alimentan de trecho en trecho mag ridional son menores. El aspecto dc
níficas cascadas, superiores, con res esta parte del estrecho , lejos de ser
pecto al número y elevacion, á todas horrible, como dice Córdoba , es en
las que se conocen. En una estension la estaeion benigna sumamente in
de nueve á diez millas se cuentan teresante y pintoresco. Es innegable
mas de ciento cincuenta torrentes que las montañas mas elevadas es
que despeñan sus bulliciosas y espu tán privadas de verdor , pero sus
mosas aguas en el canal, desde una crestas, cubiertas de nieve, hacen un
altura que varía de mil quinientos á contraste de los mas poéticos con el
dos mil piés ingleses. Algunos de es terrapleninferior que se halla ente
tos torrentes están tapados por el ramente revestido de verdor. El
follaje de los árboles que sombrean paisaje se hall-a tambien variado por
 PATAGONIA. 4.1 '
los colores con que se adornan , du inserta en dos fragmentos en el zoo’
rante el otoño , los arbustos que lojícaljbumal de Lóndres, tomo III,
se elevan en la orilla. páj. 422, y tomo IV páj. 91; acerca
Al norte de la entrada occidental de la botánica , á la relacion de la
del estrecho y al este de las tres isle espedicion del Beagle y de la Aven
tas de la Victoria, está el golfo de la tura , y particularmente á la parte
Trinidad, donde hay como arrojadas de esta obra redactada por Darwin.
una infinidad de islas diferentes, ue El estrecho de Magallanes ha sido
reunidas tienen el nombre de are i descuidado mucho tiempo por el es
piélago de Toledo. La de la Madre trecho de Lemaire , situado entre la
de Dios es la principal. Separada Tierra del Fuego yla isla llamada
esta isla del continente or el. canal Tierra de los Estados. Pero este últi
de la Trinidad , ancho e unas cua mo estrecho ha sido despues aban
tro leguas , tiene cerca de 25 leguas donado , particularmente desde que
de largo de norte á sur, 15 de ancho el capitan King, que es autoridad en
y termina al nordeste por el cabo de la materia, ha negado positivamente
tres puntas. El eje de esta isla está las ventajas de la navegacion en este
situado por 50° 10’ de latitud sur , y peligroso paso. Hoy dia las ‘naves si
77° 45’ de lonjitudoriental. Los Es no prefieren atravesar el estrecho de
pañoles establecieron un apostadero .ltlagallanes, que ahorra mucho ca
en la isla de San Martin, y factorías en mino, doblan la Tierra de los Esta
muchos puntos de la costa occiden dos, van hasta mas abajo , doblan el
tal de este archipiélago. El capitan cabo de Hornos, situado á la estremi
Parker-King ha señalado en los mis dad sur de la mas meridional de las
mos parajes el grupo de Guayanaco, islas del Ermitaño, y remontan al
pompuesto de islotes , uno de los Océano Pacífico , siguiendo á lar a
cuales contiene una alta montaña distancia la costa sudoeste de a
llamada Nevada de Captana ; y por Tierra de Fuego, Pero este derrote
arbitrariedad ó capricho ha dado el ro de ninñun modo es preferible al -
nombre de Wellington á una isla del estrec o de Magallanes. Las difi
que los Español es denominaron Cam cultades para doblar el cabo de ‘Hor
ana , y ha visitado tambien las is nos son grandísimas: los vientos y
as Lpbos y Iïoca partida. Estas las corrientes son tan mudables en
tierras están situadas á corta distan estos P ara'es,
, J q ue el marino. debe
. .
cia de la orilla occidental de la Pa preferir a ellos lo largo y el fastidio
tagoniaen la direccion de sur á nor de una navegacion que ofrece pocos
te, desde cl cabo de Sta. Isabel hasta peligros , y que presenta ventajas
el golfo de Penas. u Se sabe muy po efectivas para el resto del via e.
co de este archipiélago , dice Malte Efectivamente , cuando uno ha sa i
brun; tan solo que es peñascoso , do del estrecho, reinando los vientos
montañoso y de un aspecto desagra de la parte del oeste, y mas frecuen
dable. Está separado del continente tes al norte que al sur, son favora
or el canal de la Concepcion , y en ‘bles para estenderse por la costa ; y
a costa de este van á terminar los en el caso en que no guardasen cons
Andes , cuyos flancos se cubren allí ' tantemente esta direccion, no habria
de enormes ventisqueros. la esposicion de abismarse en el mar,
Para terminar esta descripcion comparativamente mas tranquilo en
harto rá ida del estrecho de Vaga aquella altura; al paso que un buque
llanes , eberíamos dar algunos por que ha doblado el cabo de Hornos ,
menores sobre los vejetales ylos ani si el viento es nordeste , debe correr
males que se encuentran en sus ori al este de las islas Malvinas, donde
llas y en sus aguas. Pero la concision está entregado á fuertes brisas , y
que nos hemos propuesto impiden á un mar terrible que le coje de
estendernos á mas. Contentarémo través y le fuerza á desafiar al viento
nos pues con referirnos, para go para remontar hácia el norte y apar
bierno del lector en cuanto á la zoo tarse así de su verdadero derrotero.
lojía , á una carta del capitan King, Segun esto, se comprende lo im
 12 HISTQRIA DE’ Lx
portante que es- hoy dia el estrecho Suceso , la línea se- abeja rpendï‘
de Magallanes para penetrar en el cularmente hácia el sur. E: Tierra
Océano Pacífico. Por tanto no hay de los Estados , situada enfrente, y
duda que dentro de algunos años con corta diferencia, á igual distan
será tan conocida como los demás cia de San Vicente- y Diego, forma el
puntos remotos del globo esta pre estrecho de Lemaire. Del cabo del
ciosa comunicacion entre los dos Buen Suceso á la bahía de Valentin,
mares. Acaso pensará tambien algu corre la costa horizontalmente de
na potencia europea ,.interesándose este á oeste; despues baja hácia el sur
por el comercio , en fundar en sus en esta direccion, y hundiéndose- .
costas un establecimiento formal. La profundamente, sube hácia el norte
triste suerte de la colonia del Puerto ara formar la bahía de Nassau. No
del Hambre, es sin duda un doloroso ejos está la embocadura del canal.
precedente, pero no bastante para de San Gabriel, que separa la isla,
desalentar en o sucesivo.Se han vis Dawson de la Tierra del Fuego , pro
. to mantenerse y aun prosperar esta piamente tal; la costa meridional
blecimientos en parajes mucho me está guarnecida de altas montañas ,
nos hospitalarios ue el estrecho de yes uizás la mas elevada dela Tier
Ma allanes , y co onos intelijentes, ra de ’Fuego. Entre sus picos están
pu ieran sacar un partido ventajoso los montes Buckland y Sarmiento
.de los recursos que ofrecen en caza, Ya hemos hablado del primero
pesca , aguas potables y maderas las o ortunamente tratando del estre-
innumerables bahías de la estremi c o de Magallanes. Es un peñasco’
dad sur de la Patagonia. piramidal, de esquila, cuya punta es.
agudísima y tiene 1200 piés de altu
TIERRA DEL FUEGO. ra. El monte Sarmiento se levan
ta unos 2070 metros sobre el ni
D€.|CÏ'l'pCí0Í1j€ÏI€ÏdI.-'- La Tierra vel del mar; su base es ancha y
del Fuego, así llamada , á causa des termina en dos picos punteagu
humo que los Españoles , como pris dos , el uno al nordeste y el otro’
meros esploradores, vieron de lejo al sudeste , a una distancia respec
elevarse de los toldos ó chozas de los tiva de un cuarto de milla inglesa.
indíjenas , está situada por los 53 y Sarmiento, el primero ue le descu
56 grados de latitud austral, 67°50' brió , le dió el nombre e volcan ne
y 77° 75’ de lonjitud occidental. For ‘vom. Visto efectivamente del norte
mada por_ una inmensa aglomera tiene la apariencia de un volcan ;'
racion de islas, estendiéndose en un pero jamás se han visto en e'l señales
espacio de ciento treinta leguas de ni trazas de erupcion; tal vez su for-
largo sobre ochenta de ancho , está ma volcánica no es sino fortuita, por
limitada al norte por el estrecho de ue mirado de la parte de poniente,
Magallanes; al este por el Océano At de ningun modo se asemeja á un
lantico; al sur por el Océano Aus cráter. Esta montaña es el punto mas
ral; y oeste por el mar del sur. Las alto que se ha observado hasta aquí
principales islas de este archipiélago en la 'l'ierra del Fuego: es como el
y las que bañan las aguas del estre teatro de los principales fenómenos
cb_o de Magallanes pueden ser des meteorólijicos de aquellos paises , y
critas como sigue, en cuanto á la su aspecto anuncia el tiempo á los
configuracion esterior de sus costas. marinos, segun se cubre ó despeja
Partiendo al este del promontorio de los vapores que le rodean. Es una
de la Reina Carlota , que forma el especie de barómetro que la natura
costadosurde la entrad a del estrecho, leza ha colocado en aquellos sitios
la costa de la grande tierra llamada donde amenaza al navegante mas de
Kzng Charles iSbut/zland, desciende ó un peli ro. Cuando el viento sopla
baja del norte al mediodía , inclinán del nordeste ó del sudeste , las nu
dose sensiblemente al este, hasta los bes ó nieblas que cubren su cima se
cabos de San Vicente yDiegoDesdeel desvanecen, y entónces presenta la
cabo de San Vicente hasta el del Buen "fferspectiva mas magnífica.
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 PATAGONIA .
Entre el monte Buckland y el Sar
miento, la cresta de la cadena está
ocupada por un estenso ventisquero,
cuyo manantial continuo mantiene
las cascadas de que hemos hablado.
La de las islas del Ermitaño, cuya
estremidad meridional forma el ver
dadero cabo de Hornos,está rodeada
al este de una infinidad de islotes de
poca consideracion, siendo los mas
notables el de Barnevelto , las de
Cvoust y la isla nueva, que se halla
hácia el, norte. Desde el cabo de
Hornos hasta el del Pilar, que for
ma el confin nordeste de la Tierra
del Fuego , describe un círculo la
costa, atravesada por el canal de Na
vidad , la bahía de Sta. Bárbara yel
cabo Glocester. Al entrar en dicho
canal se halla un archipiélago cuyas
isletas principales son la Catedral de
York y la iría de los Tontosy de las
071.1‘ hácia el sur; y en el norte la
isla del Huevo , y la Quemado al nor
deste. Mas arribag’ hácia la parte del
este de la bahía e Sta. Bárbara , se
halla un gru o de cinco islotes , con
el mayor de os cuales termina el ca
bo Negro, hallándose detras del ca
bo Glocester, y subiendo hácia el
norte, un vasto archipiélago en el
cual uede considerarse situada la
isla el Surjidero; cerca de esta se
halla el paraje de mas fondo de todo
el litoral.
Por lo tocante á las costas septen
trionales de la Tierra del Fuego, he
mos hablado ya al tratar del estre
’ cho de Magallanes , y por tanto nos
ceñirémos a recordar lijeramente sol
puntos principales de oeste á este ,
como la bahía y la ensenada de Se
paracion situadas á la entrada del
estrecho; la bahía de las islas ; la en
senada de las Golondrinas; la entra
da del canalde Sta. Bárbara, situada
en frente de Puerto-Gallant; la entra
da del canal de S. Sebastian frente del
puerto del Hambre ; el promontorio
de la Itáfagia , que forma el segun
do grupo e la entrada oriental del
estrecho; el Mondranmque torma el
primer islote mas hácia el norte y al
partir del cual va declinando la costa
de norte á sur y de oeste á este, ara
ir á unirse con el promontorio e la
¿3
Reina Carlota, que nos ha servido de
punto de partida.
Desde el cabo Pilar hasta el de
Hornos la costa es muy cortada y des
igual; en lo interior se hallan mon
tañas cubiertas constantemente de
nieve y cuya elevacion es algunas ve
ces de mas de mil y doscientos metros
y nunca bajan de seiscientos.
Al acercarse á la costa se ven mu
chos brazos de mar que entran en la
tierra en todas direcciones y que co
munican con grandes golfos, situa
dos detrás delas islas del litoral. Las
inontañas contiguas al mar son muy
verdosas por la parte del este, pe
ro estériles por la del oeste , á causa
de estar continuamente espuestas á
los vientos , siendo estos tan fuertes
que derriten en un momento la
nieve. Casi siempre está nublado ó
lloviendo , mostrándose rara vez el
sol.
cano m: nomvos. —- El punto mas
importante de la Tierra del Fuego
por la parte del sur es sin disputa el
cabo de Hornos , cuya posicion he
mos indicado al estremo mas meri
dional de las islas del Ermitaño. Su
elevacion es de 152 metros sobre el
nivel del mar , y las negras escabro
sidades que tiene por la parte del
sur son de un efecto muy. imponen
te. Al hablar del estrecho de Maga
llanes hemos espuesto las ventajas
qliiie tiene el paso al través del estre
c o; pero comoaun no se ha deci
dido la cuestion acerca de la prefe
rencia de ambos derroteros, darémos
algunos pormenores acerca del paso
del cabo de Hornos. _
Algunos marinos son de o inion
que se debe doblar este cabo uran
te el verano , y otros al contrario
opinan que en el invierno. Lo cierto
es que allí como en todas partes son
temibles los equinoccios, esperimen
tándose fuertes ventolinas. Los peo
res meses del año son agosto, setiem
bre ', octubre , noviembre y diciem
bre , pues entónces reinan los vien
tos del oeste , las lluvias , la nieve y
los ventarrones : diciembre , enero y
febrero son los mas calorosos , los
dias largos y el tiempo bueno , pero
los vientos de oeste, a veces muy vio
M BISTORlA DE LA
¡entos y acompañados de lluvia, rei bre, todo á causa de las calmas que
nan en toda esta .estacion. Marzo es ahorra «á las naves que pasan al gran
sin disputa el peor mes del año por Océano.
las continuas tempestades y veutar ASPECTO m: LAIIERRA mu. P1115760.
rones que se suceden. La mejor épo -—El almirante Anson, en su viaje al
ca es muchas veces el periódo de los estrecho de Lemaire pintó la isla
meses de abril , mayo y junio, á lo del Fuego con colores muy sombríos:
menos son de menos temporales: los ero Cook, que la visitó despues, atri
dias son mas cortos, pero no por eso buye esta mala opimon á la estacion
dejan de arecerse á los de verano. en que estuvieron en ella sus prede
Junio y ju io tienen mucha analojía , cesores. «Las alturas, dice, son muy
aunque en este último se notan mu notables, pero no pueden llamarse
chas ventolinas de la parte de este. montañas, aunque se vean peladas
La poca duracion del dia y el rigor sus cimas. El suelo de los valles es
del frio hacen que sea este tiempo muy rico y hondo , y al pié de cada
muy desagradable, pero es la mas colina corre un riachuelo cuya agua
apropósito para pasar á oeste, or es algo rojiza, sin que deje de tener
que casi todos los vientos son de es por esto muy buen gusto. » En la
te. En una palabra, los meses de ve época en que Cook navegaba no_ ba
rano, enero y febrero, son los mejores bia perdido aun su importancia el
para pasar del Océano Pacífico al estrecho-de Lemaire; así es que el
Atlántico; y abril , mayo y junio pa capitan inglés pone mucho cuidado
ra regresar alOcéano Pacífico. En en la descripcion de este estrecho ,
estos sitios se conocen apenas el re al cual da cinco‘ leguas de lonjitud ,
lámpago y el trueno. Báfagas violen indicando además todos los puntos
tas vienen del sur y del surdeste , que pueden uiar al marinero. Tam
anunciadas por -masas de nubes y bien vindica a Tierra delos Estados,
yacompañadas algunas muy
piedra que lasbhace de nieve cuyo suelo no le pareció tan inculto
vecestemibles.
como al almirante Anson. Dos años
Las naves que salen del Atlántico antes, el capitan Wallis, que se halla
para ir al gran Océano deben pro ba reconociendo las costas del estre
curar alejárse mas de cien millas de cho de Magallanes , se espresaba en
la costa oriental de la Patagonia , términos muy diferentes cuando ha
tanto para evitar la marea alborota blaba de la Tierra del Fuego , bien
da_ por las ventolinas del oeste que que estuvo en el mes de febrero que
reinan en el este , como para apro corresponde á nuestro agosto. El
vechar la inconstancia del viento, contramaestre,á quien envio á buscar
cuando está fijo en la parte del oeste. un fondeadero, «encontró, dice, muy
_A pesar de todos estos inconve horroroso y salvaje al pais que baña
nientes , el paso por el cabo de Hor la costa; todo era montañas escabro
nos, tan temido por los antiguos ma sas desde la base ála cumbre, sin
rinos , no es tan peligroso como lo el mas mínimo vestijio de vejetacion.
supuso el almiranteAnson. Dam pier, Los valles no presentaban un aspec
Cook y otros navegantes han contri to mas halagueño; hallábanse cu
buido á desvanecer el terror que ins biertos de profundas capas de nieve,
piraba este cabo de las tempestaz/es: escepto en algunos parajes donde
y los viajeros modernos han acaba habia sido arrebatada ó helada por
do de. disiparlo, pues todos están los torrentes que salen de las grietas
acordes en que las dificultades que de las montañas y se despeñan des
ofrece el lpaso por el estremo de la delas alturas, formándose y aumen
Tierra de Fuego, no son mas que tándose con la nieve derretida. Estos
las contrariedades ordinarias en to mismos valles son tan yermos en los
das las altas latitudes ; y que hasta sitios donde no hay nieve como los
los huracanes son como todos los que peñascos quelos rodean.
estallan en tal estacion en los cabos. Tales testimonios no son contra
bin embargo la derrota por el estre dictorios mas que en apariencia, ,
cho de Magallanes es preferible, so pues que conducen á puntos situa
 PATAGONIA. -
_
4-5
dos a una gran distancia. El ca dera, suavey verdosa en medio de
pitan Parker-King, que ha esplorado su altura , árida y pelada en su cum
cuidadosamente toda la Tierra del bre. Partir al salir el sol, reconocer
Fuego, confirma lo que ha dicho aquellos bosques , aquella pradera,
Cook. Añade que en casi todas las aquel peñasco donde antes que ellos
islas que ha visitado es mágnífica l_a nunca habia penetrado un Europeo,
vejetacion , y que ha visto la verom y volver á la noche á'bordo, les pa
ca y alguna otra flor que en Inglater reció una es edicion tan gloriosa
ra son miradas y cultivadas como como fácil. E cirujano del buque el
lantas muy delicadas. Estos vejeta Endeavour, el astrónomo, el deli
es, añade aquel navegante, estaban neador de Mr. Banks, tres criados ,
en perfecta flor á muy corta distan dos marineros y dos negros se jun
cia dela base de una montaña cu‘ taron á ellos; y el diez y seis de di
bierta de nieve hasta las dos terceras ciembre muy de mañana desem
artes de su altura. Tambien vió co barcó la falúa en la orilla á las doce,
iibris ó pájaros moscas , chupando llenos de confianza. Mr. Banks se
el aroma- de las flores, al cabo de dos apresuró á llegar á la pradera , y la
ó tres dias de lluvias y nieves, du demás jente, metiéndose en la espe
rante los cuales habia estado el ter sura , comenzó valerosamente á su
mómetro á punto de conjelacion. birla montaña. A las tres de la tar
En fin , Mr. Fitz-Roy afirma que en de marchaban todavía á la ventura
ninguna época del año caen del todo sin descubrir el menor sendero que
las ojas de los árboles de la Tierra les condujese al paraje donde de
del Fuego. De estas diferentes rela bian hacer el primer alto. Llegaron
ciones se deduce que si aquel pais el fin al lugar que habian creido de
no tiene un aspecto muy hospitala lejos ser un llano , y se quedaron
rio , al menos está mu-y lejos de ser frios al conocer que era un terreno
tan espantoso como han afirmado pantanoso, cubierto de matorrales de
ciertos viajeros. abedul, altos de unos tres piés , y
La relacion siguiente de una es tan juntos que era imposible apar
cursion hecha por Banks y Solander, tarlos para abrirse camino. Estaban
para estudiar las riquezas de la par obligados á saltar á cada paso, me
te sur de este pais, puede ser consi tiém ose en el fango hasta los tobi
derada como el lado espantoso del llos. Para mayor dificultad en seme
cuadro. jante viaje el tiempo, que se habia
mantenido bueno, se volvió de re
AVENTURA DE BANKS Y DE SOLANDER. pente nebuloso y frio, y un viento
muy sutíl empezóá soplar á bocana
Estos viajeros, que en calidad de das acompañado de nieve. A pesar
naturalistas acompañaban al ca i del cansancio ya estremado y el des
tan Wallis en su viaje al rede or aliento interior que empezaba á
del mundo, encontrándose á media apoderarse de algunos de ellos , con
dos de diciembre de 1766 en el es tinuaron avanzando, creyendo siem
trecho de Magallanes y muy cerca pre haber salido del paso mas difí
de la costa de la Tierra del Fue o há cil y llegado al término de su viaje.
cia un punto donde el desem arco Estaban como á dos terceras partes
no ofrecia dificultad alguna, resol del cenegal, cuando Mr. Buchan,
'vieron no abandonar este paraje sin delineador de Mr. Banks, fué acome
renovar la escursion que habian in tidode un ataque de epilepsia. Que
tentado ya sobre aquel suelo, don dando algunos con él ara asistirle ,
de esperaban descubrir verdaderas y Banks, y Solander, e astrónomo y
riquezas científicas. Ya hemos dichoel cirujano continuaron la marcha.
que el mes de diciembre correspon Estos viajeros llegaron en fin á la
e bajo aquella latitud á nuestros cumbre tan deseada, .y no quedó
.meses de mayo y junio. El tiempo burlada su esperanza, pues allí en
era hermoso y tenian en perspectivacontraron muchas plantas tan dife
una montañita amenísima en su la-— rentes de las que se crian en las al
Mi HISTORIA DB LA
turas de la orilla de la costa‘, como Richemond, uno de los negros de
estas lo son de las producciones de Mr. Banks, empezó tambieu á que
los llanos de nuestros climas. Pero darse aterido, y su amo manifes
el frio era tan rigoroso , la nieve que tando admirable serenidad y valor
caia tan abundante, y la noche esta en aquella situacion que amenazaba
ba tan cerca, que no era posible vol ser de instante en instante mas ter
ver al navío antes de anochecer. Pre rible, inmediatamente hizo que se
ciso fué pues arrostrar todo peligro adelantasen cinco personas, una de
resignándose, como mal menos gra ellas Mr. Buchan, para que prepa
ve, a es erar el dia si uiente en el rasen fuego en el primer araje con
paraje onde se halla an. Tomada veniente;y quedándose con otros
esta resolucion, el doctor y su ami cuatro al lado de Richemond y del
go Banks, contefitos en su interior doctor , les hizo marchar de grado ó
e tener algun tiempo mas para sus de fuerza. Tocaban ya los dos enfer
observaciones , solo pensaron en mos al término de su penosa ¡nar
aprovecharse de él. Sus dos compa cha , cuando declararon esponta
ñeros, menos apasionados á la cien neamente que no podian pasar de
cia y cuidándose por consecuencia alh’. ’l‘odo cuanto hizo Mr. Banks fué
muy poco de herborizar bajo la nie en vano, pues en vez de atemorizar
ve y el viento , marcharon á juntarse á Richemond , respondia este: a No
con los ue habian quedado atrás, deseo mas que detenerme un poco y
señalan o como punto de reunion morir.» El doctor no renunciaba
jeneral una altura por la cual se tanformalmente á la vida, diciendo
proponian pasar para volver al bos que consentia en_ andar, pero que an_
que, atravesando el cenagal. Este tes queria dormir un momento; Iii
nuevo itinerario les parecia mas fá uno ni otro querian dar un paso, de
cil. Todos se juntaron en efecto muy manera ue á pesar del afecto que
pronto en el sitio convenido con Mr. Badia tenia á Solander y lo
mas ánimo que antes. Era ya cerca apreciable qiue le fuese la conserva
del anochecer cuando trataron de cion de Ric emond , conoció que el
asar el paraje pantanoso. El doctor obstinarse mas era comprometer
lander, que mas de una vez habia inútilmente la existencia de los cua
atravesado las montañas que se a tro que quedaban: reunió _á toda
ran la Suecia de la Norue a, sa ia priesa alguna broza y les dejó ten
que un gran frio, particu armente derse en ella y entregarse á un sue
cuando á esto se agrega la fatiga y el ño que podia ser eterno.
cansancio, produce en los miem En el mismo instante algunos de
bros un pasmo casi insu rable. los que habia mandado adelantarse
Exhortó á sus compañeros a que no llegaron con la buena noticia de que
se detuviesen por mas trabajos que estaba encendido el fuego á un cuar
sufriesen: «cualquiera que se sien to de legua de alh. Al noticiario al
te, les dijo, se dormirá, y el que se doctor se animó y consintió en ha
duerma ya no dispertará.» Hecha cerse llevar como á rastra hácia la
esta advertencia, no sin terror, lumbre que le enseñaban a lo lejos;
echaron á andar, pero cuanto mas ' mas en cuanto al pobre Richemond
andaban les parecia haber camina‘ fueron inútiles todos los esfuerzos,
do menos. Aun no habian lle y Mr. Banksdejó para que le cuida
gado al cenagal , yya el frio era tan sen á otro negro y un marinero que
netrante que empezaba á producir aun se mantenian firmes, prome
as efectos indicados. El doctor So tiéndoles que volverian dos de sus
lander fué el rimero que cedió al compañeros luego que se hubiesen
sueño, del cua se habia esforzado en calentado y con su ayuda llevarian _
precaverá los demás. Ni ruegos ni al pobre enfermo si aun estaba vi
pcrsuasiones, nada udo impedir vo. Cumplió su palabra; pero los
que se tendiese en a nieve, y su dos enviados, estraviéndose cierta
amigo tuvo que usar de la violencia mente, volvieron al cabo de dos lio
para mantenerle medio dispierto. ras diciendo que no habian podido
 PATAGONIA.
‘encontrar ni á Richemond ni á nin
guno de los que habían dejado.
En medio de aquel conflicto , el
naturalista, sin dejar de lamentarse
de la falta de tres hombres, busca
ba todavía con afan bajo la nieve al
guna planta ignorada.
Acordáronse por último que ha
bia quedado en la mochilla de uno
de los ausentes una botella de rom,
única provision de la compañía.
Pensaron pues que el negro y el
marinero ue se quedaron al ladode
Richemonii , habrian echado mano
del licor para estar des iertos , y
que habiendo bebido de é los tres y
embriagádose, se habrian apartado
del sitio donde debian esperar los
uias. Perdida ya toda esperanza de
allarlos se oyeron á media noche
gritos re tidos. Banks acude cor
riendo hacia donde le llaman , y en
cuentra al marinero que apenas po
dia tenerse en pié. Guiado por las
noticias que este le da seguido de
cuatro mas, marcha en usca de los
otros y el primero que descubre es
á Ricfiemond , en pié , mas sin po
der andar , y á su compañero tendi
do , tan insensible como un cadáver.
No fué posible sacarlos de aquel si
tio, ni encender fuego en el para
hacerles volver en sí. Forzoso fué
abandonar aquellos desgraciados á
su suerte despues de hacerles allí
una cama de ramas deárbolesy cu
brirles con ellas enteramente. El res
to dela jente se encontraba en una
situacion la mas terrible. De doce
hombres que habian partido por la
mañana llenos de vigor y salud, dos
eran tenidos por muertos , otro esta
ba tan malo que se dudaba pudiese
vivir hasta el dia si uiente, y otro,
Mr. Buchan , se hn laba amenazado
de un nuevo ataque del resultas de
cansancio que habia esperimenta
do durante aquella tremenda noche.
Para colmo de la desdicha, lejanos
del navío una jornada , no tenian
mas alimento que un buitre que ha
bian muerto la víspera al empezar
su espedicion. Amaneció con un
tiempo horroroso, y todos estaban
ateridos. Sin embargo , á cosa de las
seis dela mañana concibieron una
luz de esperanza, distinguienrlo la
¡r7
salida del sol entre nubes que em
pezaban á ser menos densas. Lo pri
mero que hicieron fué ir á socorrer
a los infelices que habian sepultado
entre ramas, y los hallaron muer
tos. Eran las ocho cuando se levan
tó un vientecillo suave, que favore
cido por la accion del sol empezó el
deshielo. Renació en el corazon de
todos la alegría , y con ella el dolor
de un sufrimiento que otros mu
chos habian hecho olvidar hasta en
tóncesrEl precioso buitre estaba in
tacto todavía : despedazado y re
partido entre los diez hombres que
quedaban , y cuando cada uno hubo
comido los dos bocados que le toca
ron, se pusieron en camino. En fin,
á las dos de la tarde desembocaron
impensadamente en la ribera, pre
cisamente en frente del lugar donde
estaba amarrada todavía la falúa
que les habia echado la víspera en
aquella tierra fúnebre.
Hzstoria naturaL—Ya hemos vis
to á cuánta costa enri uecieron los
doctores Banks y Solan er la ciencia
de algunas nuevas plantas. Obser
varon particularmente una especie
de canela, llamada wínterranea aro
matica. El WÍ/ttel , que es su cor
teza, tiene la ho'a ancha como la‘
del laurel: es ver e, pálida por afue
ra y azulada por dentro. Encontra
ron tambien muchas plantas anti
escorbúticas , en cuyo número debe
comprenderse una especie de berro
llamado cardamíus antíscorbutíca;
el apio silvestre , apium ¿muii-carbu
ticum . y una es ecie de caña/reja
roja y blanca. El erro se cria en los
sitios húmedos, y se encuentra prin
cipalmente en la bahía del Buen Su
cero. En particular citando es tierno
es mas saludable: se cria tendido,
sus hojas son de un verde claro , pa
readas, y o uestas la una á la otra,
con una so a á la estremidad ó re
mate , que comunmente es la quinta
en cada tallo. Saliendo la planta de
tal estado, echa unos vásta os, que
tienen á veces dos piés de a to, y en
las puntas unas floreeitas blancas,
seguidas de largas vainas ó silicuas.
Los árboles arecen pertenecer to
dos á la fami ia del abedul , llamada
bctula cintura-tira. Su tronco tiene
148 IIISTORIA DE LA
de treinta á. cuarenta piés de largo, ramente. Algunas dan asilo- á los
y dos ó tres de diámetro en su base: simples polípos; otras alimentan
la hoja es pequeña , la madera blan animales mejor organizados y ma
ca , y se hiende ó parece muy recta sas de bellas ascidias. innumerables
al hilo. Las rocas que forman el mariscos y algunos bivalvos se agar
fondo de la bahía de San Vicente es ran allí tambien. Millares de crustá
tán cubiertas de ovas entre las cua ceos acuden además á todas las par
les merece una descripcion circuns tes de la planta. Mr. Darwin refiere,
tanciada el Irelp , ó jucus gígunteus que removiendo un monton de a ue
de Solander. llos inmensos tallos , cae de e los
Esta planta marítima se cria en una porcion de pececillos, maris
las rocas de las aguas mas rofun cos, jibias , langostas ó cangrejos de
das, en los canalizos ó cana _es_. Mr. todas es ecies , herizos de mar, es
Darwin dice que en todo el viaje _del trellas, olotiirias ó gusanos mari
Beagle y el Avrntura , no ha visto nos , y nereidas de muchas formas.
una roca siquiera que no estuviese «Tantas cuantas veces examiné un
cubierta de esta yerba flotante. El fragmento del filcus giganteus, aña
fucus gíganteus se ha nombrado así, de dicho naturalista, descubrí en él
á causa de la lonjitud de su tallo queanimales de forma nueva y curiosa.
llega á tener, segun el capitan Cook, Numerosas especies de pescados vi
hasta trescientos sesenta piés. Es re ven en medio d» las hojas, encon
dondo, viscoso , lustroso , muy fuer trando en ellas abundante alimento.
te , y poco mas grueso que el pulgar. Aquellas inmensas capas vejetales ,
Concíbese de cuánta utilidad es esta cargadas de animales tan diversos ,
planta singular para los buques que tienen tambien un recurso precioso
navegan en aquellos canales estre para los cuervos marinos y otras
chos, incesantemente ajitados por aves marítimas; para las nutrias,
las tempestades, con decir que en las focasylas marso las. En fin, á
caso necesario puede servir de cables, no ser por ellas, el sa vaje de la Tier
y que á esto ha debido mas de una ra del Fuego , privado de algunos
nave su salvacion. Como se aplana á de sus alimentos predilectos , se en
cierta altura , y forma un ángulo con tregaria con mas ferocidad y gloto
su base estendiéndose por la super nería á sus gustos de canibal; su nii
ficie de las aguas , sucede muchas mero disminuiria iníaliblemente ,
veces que detiene la sonda de los y quizás hasta su raza acabaria por
marinos. Se encuentra desde las is estinguirse. u
las mas meridionales, cerca del cabo La zoolo'ia de la Tierra del Fuego
de Hornos , hasta los 43 gradosde la es muy po re, como es de presumir.
titud hácia el norte: al oeste es tam Entre los mamíferos, además de los
bien muy abundante; se cria en el cetáceos y las focas, se encuentra
espacio de quince grados de latitud, una especie de murciélagos, un nue
y como el ca itan Cook la encontro vo raton , y otras dos especies; el
en la tierra e Kerguelen, de aquí tucutuco , animal roedor, que en
se deduce que ocupa en lonjitud .cuadrillas numerosas habita en la
ciento cuarenta grados. parte oriental ; una especie de zor
El número de vivientes de toda es ra , la nutria marítima , el guanapo ,
pecie , cuya existencia depende esen y un venadodel cual se ven muy po
cialmente del ¿‘elp , es verdadera cos al sur del estrecho de Magalla
mente prodijioso. Se pudiera escri nes. En los bosques se encuentran
bir un abultado tomo de descripcio pocas aves. Algunas veces el acento
nes relativas á los habitantes de uno del papamoscas ó cataraña de cresta
de aquellos lechos de yerba marina. blanca, encaramado en la copa de
Las hojas tienen cuatro piés de lar los árboles mas altos, se oye repetir
go, y cada una de ellas, esceptuando por los ecos de aquellos tristes va
-las que flotan en la superficie d el mar, les; y frecuentemente se hace oir en
está de tal manera incrustada de co los bosques el grito singular del pi
¿rales blancos que blanquea entera co negro , cuya cabeza está adorna
 PA T A GONI A . 49
(la de una hermosa cresta roja. El clima tan crudo , no hayan pensado
sqrta lopus fiu'rus , ó reyezuelo, todavía en vestidos de mas abrigo.
brinca sin cesar ocultándose en Sus cabañas ó wigiïvams tienen la
los matorrales y troncos caldos en forma de un pan de azúcar. Están
fuerza de su vejez. El trepador (sí hechas de largas ramas fijada circu
nallaxis Iupíníeri, es el ave mas co Iarmente en el suelo, reunidas y
mun. Se le encuentra en los bos atadas en la parte superior con jun
ques de hayas, en los barrancos mas cos, y cubiertas de broza; tienen
hondos. Este pajarito parece multi dos entradas ó aberturas, la una á
plicarse, digámoslo así , con la vista la parte del mar y la otra mirando a
del hombre, á causa del hábito que los bosques. El hogar ocupa el cen
tiene de seguir curiosamentelosvisi tro de la guarida, y así lleno cons
tadores que penetran en a uellos ló tantemente de una espesa humare
bregos retiros. Voltea de ár len ár da que, confundida con las exhala
bola muy corta distancia del viajero. ciones letidas producidas por las
haciendooir una especie de mofa sin carnes echadas á perder, de que se
gular. No tiene las costumbres tími compone la provision de invierno de
das del verdadero trepador.(certhíu cada familia, hace aquellas asquero
fumi/íanïr), ni sube’ como este á lo sas moradas casi mcomunicables
largo de los troncos de los árboles; con los estranjeros.
salta con destreza y va buscando in Un arco , unas flechas con un pe
sectos de rama en rama. En las par dernal aguzado y cortante , y una
tes mas escuetas del terreno existen honda , son sus armas predilectas.
tres ó cuatro especies de pinzones , Disparan el arco con una destreza
un zorzal , un estornino o Íctorzzv, maravillosa; pero el uso que hacen
dos y en fin algunas aves de rapiña de la honda es verdaderamente es
y nocturnas. traordinario , pues dan con la pie
Los insectos son en muy corto nii dra en un blanco colocado á una
mero; zxrnurii, en cuanto á los re - larga distancia en una rama de ár
tiles, niuno Si( ¡iiera existe en to a bol. Refiere King que habiendo pe
la estension de ia Tierra del Fuego. dido á un Fueguense que le enseña
Habítantes. —Todos los viajeros se el modo de que usaba de la hon
están acordes en representar á los da, cojió el Indio una piedra del Ia
Fuegnenses, ó habitantes de la Tier mano de un huevo, y habiendo indi-t
ra del Fuego, como los individuos cado como blanco una canoa, se vol
mas miserables de la especie huma vió y tiró la piedra en direccion
na. Tienen la cabeza gorda , como 0 uesta al tronco de un árbol; re
los Patagones, los pómulos salientes ciiazó, pasó por encima de su cabe
y la nariz a lastada, pero la fisono za y fué á caer en la canoa. Mas pare
mía masafa le. Son mas bajos, eor ce que no empleaban sus armas sino
formados, y mas sucios todavía. m en la caza, pues no observaba que se
badurnan algunas veces su cuerpo entregasen á las guerras de tribu zi
con una mezcla de carbon , almagra tribu , que están como destinadasaá
y aceite de foca, lo que les hace no desterrar la ociosidad de las pobla
solamente feos, sino de un olor tan ciones del continente y de las gran
pestífero, que no puede uno acer des islas vecinas.
carse á ellos. Algunos se pintan cier Cuando quieren encender lumbre
tas partes con una tierra arcillosa golpean con un pedazo de mondie ,
blanca. Otros prefieren el color ne teniendo por debajo, para que pren
gro. El capitan King ha visto uno de .dan las chispas, un poco de musgo ó
ellos pintado de blanco. elusa , mezclada con un polvo
Su vestido se reduce á unos man blanquizco hecho de hojas vejetales
tos de pieles de guanacos ó de focas, enteramente secas _v que prende eo
no tan bien hechos como los que mo yesca. El mondie de qfie usan
llevan los indíjenas de la Patagonia. indica haber en las montañas donde
Es verdaderamente estraño que un lo cojen y ue están principalmente K
pueblo sujeto á los rigores de un situadas zii ‘norte, la existencia de
rsracoxu. (Cuaderno 4.‘ 4
50 HISTORIA DE LA a
minas de estaño y quizás de metales á sus mas viejas mujeres para devo
mas preciosos. rarlas cuando temen que les falten
Navegan en canoas de unos quin víveres. Este rasgo dariaá la fisono
ce piés de largo , tres de ancho y mía de aquel pueblo un carácter el
otros tantos de profundidad. Estas mas particular y le distinguiria
embarcaciones, mas vastas, pero me esencialmente de las otras naciones
nos artísticamente hechas que la de de la estremidad meridional de la
los Samoyedos , son de ramillas en América.
corvadas y enlazadas con tendones A pesar de este uso, que contrasta
de animales y listones de cuero. con el amor á la familia , sentimien
Las mujeres tienen el penoso cui to muyparticular en los Fueguenses,
dado de remar en el mar, y los hom son de jenio muy apacible; y despues
bres no las reemplazan sino cuando del primer movimiento de sorpresa,
están rendidas de cansancio. A ellas causada por la vista de un estranje
están tambien confiadas las ocupa ro , le acojen bien. Su intelijencia
ciones domésticas, tanto que con un parece muy ilimitada: sin embargo,
cesto , un palo puutiagudo , un mas de una observacion y articu
morral de piel de guanaco á a es larmente el exámen frenolojico he
palda, vaná desprender de las rocas cho or un oficial inglés en muchas
de los escollos descubiertos por la de el as, prueba que son suceptibles
baja marea , losmariscos _de que se de mucha ed ucacion.
compone el principal alimento de Se sabe muy oco acerca de su reli
aquel pueblo. LosFueguenses, cuyo jion,su onien oque tienen una. Es
apetito no se sacia fácilmente ,‘co probab e que sus creencias se limiten
men tambien carne de foca y de ce como entre los Patagones á supersti
táceo, lo cual se halla atestiguado ciones nias ó menos estravagantesq
por la existencia de muchas osamen Sea lo que se quiera. ningun culto
tas de aquellos animales en sus ca esterior se ha observado en ellos.
bañas. El pescado crudo es tambien Tales son los rasgos y los caracté
para ellos un gran regalo. En cuan res distintivos de los Fueguenses en
to á vejetales , tan solo comen bayas jeneral. La obra de King , Fitz-Roy
de iui despreciable arbusto , y un y Darwin, nos dan algunos porme
hongo de color amarillo, gordo co nores especiales á cada tribu en par
mo una manzanita, y que se cria en ticular. He aquí cómo divide el pri
ran cantidad en la corteza de las mero de estos sabios á los indíjenas
iayas. Lo esterior de esta seta , de la Tierra del Fuego:
de una especie particular , presenta La tribu del Yacana-Kunny ha
una multitud de celdillas profundas, bita la parte nordeste de aquel vasto
asemejándose en esto á un panal ir-' grupo de islas; es poco conocida , y
regular. Los indíjenas le comen cru se compone, segun se_ cree, de qui
do , cuando por su madurez tiene un nientos ó seiscientos individuos sin
sabor algo azucarado , y un olor contar los niños.
análogo al moserïion de Jénova. Los Al otro lado de una alta cadena de
oficiales del Beagle tenian .razon en montañas, al sudeste de los Yacanas,
parte al acusar á los Fueguenses de habita la tribu de los Tekinicas, lla
canibalismo. Esto se vió confirmado mada en otro tiempo Kyuhué, In
r las declaraciones de algunos de dios los mas pobres de la Tierra del
os indíjenas que habiansido con Fuego. \iven en las orillas y cerca
ducidos á Lóndres , y _que habien nías del canal del Beagle , y el
do aprendido la lengua inglesa , die número de los jóvenes en esta tribu
ron al comandante Fitz-Roy esplica ascenderá á quinientos. Al oeste, en
ciones positivas y circunstanciadas tre la rejion occidental del canal del
sobre aquella horrible costumbre: Beagle y el estrecho de Ma allanes ,
de aquí es que el mismo Fitz-Roy no hay una tribu llamada Ali houlip ,
titubea en afirmar que los_Fueguen que cuenta cerca de cuatrocientos
ses son caníbales, y que tieneupar individuos. Las artes centrales del
tieularmente la costumbre de matar estrecho están iabitadas por una
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 TIERRA DEL FUEGO.
TERRE DU FEU
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. .
.

. .
Vara?)- 141

“ado'ar , ¡la .
ll
 PATAGONIA.
horda de doscientos Fuegucnses, á de esta tribu , por el clima á cuya
quienes Bouganville, y despues de influencia está sujeto. El pais que
este otros navegantes , han dado el
nombre de Pet’hwaír, por analojía
con una esclamaeion familiar entre
estos salvajes.
Los Yacana-Kunny se asemejan á
los Patagones por la estatura , el co
lor del cútis y el traje. Parecen estar
ho dia en la situacion en que se ha
lla an los Patagones antes de tener
caballos. Con sus perros, sus arcos y
flechas, sus bolas, hondas , lanzas y
mazas , matan guanacos , tocas ,
avestruces y otras aves. En cuanto
_á_ lo demás, los indíjenas de esta re
jion son mas dichosos, bajo cierto
aspecto, que sus vecinos del conti
nente; porque la porcion nordeste
de la Tierra del Fuego está situada
físicamente mejor que la Patagonia.
Aquí ya no se encuentran las mon
tanas llenas de bosques de las islas oc
cidentales, sino terraplenes poco elc
vados y poblados de árboles en par
te solamente; al norte de estos ter
raplenes se ven vastos espacios casi
descubiertos y que ofrecen recio
sos pastos. Añadamos que e clima
tiene lo mejor entre los estrcmos de
humedad y sequía de que adolecen
algunos paises limitrofes. Es de pre
sumir pues que si algun dia se for
mase una colonia en el pais de los
Yacanas, llamado particularmente
por Narborough tierra nleritlíonal
¡le! rey Ctirlor, tendrá probabilida
des de buen éxito.
Los Tekinicas son pequeños y mal
formados; el color de su cútis es el de
la caoba muy usada , ó mas bien en
tre cobre y bronce. Las piernas son
delgadas y desproporcionadas con el
busto; sus cabellos negros , sucios y
rústicos ocultan una parte de su
rostro y hacen todavía mas horrible
el carácter de su fisonomía. El humo
en que vivenconstantemente envuel
tos, el uso del aceite con que se un
tan el cuerpo, las sustancias con que
se embadurnan , los alimentos insa
lubres y á veces podridos que aglome
ran en su voraz estómago, todo esto
prod uce en su persona efectos fáciles
de conocer. - mente desconocidas , debemos ad
Puede comprenderse hasta cierto
punto el estado de escualidez física
5|
habita está cortado en todas direc
ciones por una infinidad de brazos
de mar , y presenta altas montañas
cuya cumbre se halla ‘cargada de
eternas nieves, mientras q ue su ba
se ó pié se ve cubierto de es esos y
húmedos bosques. Son raros os dias
hermosos en aquella rejion, en la
cual caen como por predileccion las
nubes , las nieblas y las tempestades
formadas á la estremidad de la Tier
ra del Fue o.
Los Alik iOuli s son los mas gran
des y mejor hee os de los Fueguen- ,
ses ; sus mujeres tienen la fisonomía
mucho menos horrible que la de
otras tribus. Sin embargo , estos in- ’
díjenas son inferiores á los Yacanas
y mucho mas aun á los Patagones.
El pais en que residen tiene mucha
analojía con el de los Tekinicas, bien
que en él reinan los vientos mas fre
cuentemente y con mas fuerza.
Los Pecherais son pobres y rnines
Indios de un aspecto repu nante.
Como ocupan la parte centra del es
trecho de Magallanes , les visitan
marinos que navegan en aquel paso
y en jeneral los Europeosjamás han
tenido que quejarse de su carácter.
Los Fueguenses de la ensenada de
Merci tienen el cuerpo ruin , los
miembros disformes y poco muscu
losos; el cabello negro , tieso y espe
so; la barba , los vigotes y las cejas
sumamente cortos y arrancados cui
dadosamente; la frente estrecha , la
nariz muy roeminente , los narija
les anchos, os ojos son pardos yde
tamaño regular, la boca grande , el
labio inferior estrecho; los dientes
pequeños regulares , pero de color
terroso. Su fisonomía es sin espre
sion. Nos quedaun punto importan
te que tratar indicar á lo menos; tal
es la lengua de los lüieguenses. El
vocabulario que damos aquí es un
documento casi orijinal bajo el con
eepto de que no existe todavía sino
en la relacion de Mr. Roy.
Publicando en compendio el’ cua
dro de dos lenguas hasta aquí entera
vertir al lector que la letra l: indica
una aspiracion gutural muy fuerte.
 52 HISTORIA DE LA
Los sonidos uturales son mucho entonaciones de los primeros á los
mas percepti les en los idiomas esfuerzos que uno hace cuando tiene
fueguenses que en la lengua patago en la garganta _un cuerpo estraño
na. Aun se pueden comparar ciertas que qmere arrojar.
. .

ESPAÑOL. ALIKHOULIP. TEKINICA.

.
abeja kikiooul yumerteté
abuelo caouich ó coouich e rilourran
a ua tchauach c amea
ágbol kiareucka ó kafcha wusoureuch
arco kereccana whaianna
arena ,_ untel
ave o paJ aro
barba taouqua eghe
eufca wonné
barco athlé watch
beber afkhella ulla ó allé
blanco akifca
boca euffearé yiack
bueno layip
brazo to uimbé carminé
cabeza ofc ocka lukabé
cabello aïu ochta
caliente ketkhik íickboula
caer ' ablach eu ae
oukplfial
casa heut
ceja tethlui utkhella
cesta kaekhu ó khaïo kaekhensó keuch
cinco cupaspa
comer luffich attema ó ettuma
cortar lcuppa atkbekum
cuatro inadaba carga
cuello chablikha yarek
cuchillo aftare ó aftaila tetlowal ó teclevel
dedo skeulla
dia enoqual
dientes cauouach ó carlich tououm
dos telkiou combelé
esposa achwalluk tooucou
estrella quoounach appernich ou ap.
, (pouna
enfermedad yauhal oma u omey
flecha annagua tiacou
flor iksta aneaca
frio ichacli euccoou
frente telché ochcarché
fuego tettal . puchahké
grito elkesta eurra
uanaco armaeur armaoua
ermana cho] icl waykippa
hermano arré marcos
hijo para] marriou
hombro choiks ahkeka
huevo lithlé herch
hueso ochkia ahtuch
 PATAGONIA. 53
.

ESPANOL. ' ALIKHOULIP. TEKINICA

humo tellicks ó telkhach uckco ú oehat

jóven (una) anna yarumatea
lengua leukin leun
lima conakho anoco
luna nueva yecoat tou uillé
luna llena oquel hou ouch
lluvia cap ocahch rubbacha ó wert
madre cha p dahbé
madera y bosque ucha ahchifú ospatach
mano yuccaba marpo
mañana euchqual maoula
mar ehahbeucl hayeca
marido arrik dougou
muchacha yarreukepa
muerto (participio) willacarwona
muerto (sustantivo) apaina
mujer atlarahich, ó ackhanach kepa ó chepuch
mosca tomattola
mus] o cutlaba lukha
nariz K nohl cucheuk
navío aoun alla
negro fcaI
nieve acho oppunaca
no quitteuk barbé
norte yaou uffahou
nube teullou
nueve yurtoba
occidente eutqualdal uppaheuch
oir tellieh murra
ojo telkh della
oriente yulaba yahcnf
ore'a teldil . eufkhea
pa re cbeeul ayumo
pequeño choks
perro chiloké eacheulla
pié keutliculcul cola
pedernal cathaou
piedra kehtlas o cathow oouei
pierna keut hieta
piel euccoloaik a pulla
pluma ayich o oukou
pescado ap eubin ó apeuffin appeurma
puerco tet l
reir fiail teuchka
sangre cheubba cheubba
seis coumoua
si oo das
siete kooucasta
sol leum leum
suelo tchampth oehé ,
sur , euccoai ahné
 HISTORIA DE LA
. .
ESPAÑOL.
tierra ’ barbé
tres keupeb
trueno cayrou _
uno toouquidoou
venid aqui ya mache u ma
viento heurreuquach
vientre kuppude
viejo kerowich
yelo atkhurska
Al leer este estracto de vocabulario
quedará cual uicra sorprendido de
la admirable
tre i iferencia
los idiomas ue hay
de dos trilbus tan en
in
mediatas la una á la otra. Verdad
es_ que hay en América lenguas ma
dres diferentes por sus raices, y que
se semejan por el mecanismo y el
carácter, y por consecuencia es me
nester atenerse poco á las palabras ,
y mucho por otra parte á las cons
trucciones y al jenio de las lenguas
americanas. Toda la desemejanza
casi completa entre las palabras y las
raices, es un hecho grave y signifi
cativo cuando se trata de dos len
guas habladas por pueblos á quienes
separa un espacio sumamente estre
cho, y á los cuales el hábito de la
navegacion permite conservar rela
ciones casi continuas.
Este hecho característico nos im
pide adoptar , hasta tener prueba
mas convincente , la opinion de Or
bygny, que hace de los Fueguenses
una rama de la raza araucana. No
solamente no se halla la eufonia que
distingue la ¡lengua de los Aucas,
bajo nmguu concepto, en los idio
mas fueguenses , que son bárbara
mente uturales, sino que hay tam
bien di erencia esencial en estos úl
timos entre sí. Las consideraciones
fisoliójicas militan tambien contra la
asercion del sabio naturalista. Si los
Tekinicas son pequeños como los
Araucanos, por otra parte tienen el
ctis de color de caoba, aunque ha
bitan en un pais sumamente fragoso
y húmedo, circunstancia que, se un
el propio sistema de Orbigny, de ie
ALIKHOULIP. TEKIN ICA .
.
tan n
meutta
kekika
ocaalé
weureup
keuttoas
_yiatia..
ra aclarar aquel color. Ahí tenemos
segundamente los Yacana-Kunys ,
que, segun afirma el capitan King y
sus oficiales, se parecen á los Patago
nes en la estatura , la tez , el traje ,
las armas y los usos. Motivo hay pues
pa ra creer que si el viajero ilustrado,
que nos ha sido tan util en nuestra
empresa, hubiese llegado hasta ob
servar á la poblacion fueguense en
su totalidad y en sus individuos, hu
biera adoptado conclusiones dife
rentes. Por desgraciadeclara que no
ha visto sino un Fueguense adoles
cente en el norte de la Patagonia.
Añádasequecuandodeorbignyescri
bió su Hombre americano , la obra
tan esplícita de Kin no se habia pu
blicado todavía , y e consiguiente ,
no ha podido aprovecharse de los
preciosos documentos que los sabios
de la espedicion inglesa han recoji
do sobre esta nacion tan poco cono
cida hasta entónces.
Dirémos,como de Orbignygque Mr.
Bory de Saint-Vincent ha incurrido
en error su poniendo que los Fueguen
ses descienden de la raza negra; es
decir , de la que cubre una parte de
la tierra de Diemen. Con respec
to alcolornada hay mas exacto; pero
por otra parte , preciso es convenir
en que la lonjitud y delgadez de los
miembros de los Fueguenses, su mo
do de andar vacilante, y su estraíia
fisonomía, cuyo tipo se ve represen
tado en una de nuestras láminas ,
les hace semeïirse de una manera
sorprendente a las poblaciones del
gran océano.
A pesar de los pocos datos que el
 PATAGONIA. 55
autor del viaje á la América meri las aves y anfibios ; numerosos
dional puede darnos acerca de los ancones separados unos de otros or
pueblos uo no ha visitado de la puntas peñascosas, y cuyas ori las
Tierra de Fuego, no deja de ser solo ofrecen una vejetacion enfermi
muy sensible , por lo concerniente a za ; cerca de aquellas enseñadas có
los l-‘ueguenses, que no se hayan pu-, modas y espaciosas , som bríos islo
blicado todavía sus observaciones tesó escollos que sirven de asilo á
circunstaneiadas sobre las lenguas los leones marinos; en lo interior
de las naciones australes. Este pre llanuras inmensas, semejantes por
cioso trabajo nos hubiese permitido su uniformidad á los pampas de la
examinar la conexion exacta de los América meridional, y por las cua
idiomas fueguenses , de ue King les se estienden en redes monotonas
nos ha dado una idea , con a lengua los largos tallosde matas rastreras ;
de los Patagones , y de justificaren or aca y acullá arroyos y riachue
tre otras cuestiones, sil emigracion os adonde van á beber los aninia
asiática , probada or l! alte-Brun y les salvajes; barrancos en que el ba
otros jeógrafos , l egó á esteuderse salto eleva su columna regular; mo
hasta la otra parte del Chile; es de les sólidas , reunidas en un desór
cir, hasta el archipiélago de la Tier den espantoso; tales son los objetos
ra del Fuego. en que fijala vista el viajero en aquel
No dudamos que el nuevo voca inmenso archipiélago. No es decir
bulario, de cuyo estracto acabamos por esto , que en aïgunas de aque
de dar una idea , llamará seriamen las islas tan numerosas , no encuen
te la atencion de las personas inteli tre la vista en que detenerse en
jentes , porque las lenguas fueguen aquellos paisajes menos melancóli
¡es ofrecen un elemento de com para cos. Los mandos de yerbas y la
cion de que hasta cstemomento se abundancia de ias aguas corrientes
carecia. - dan á ciertas localidades un aspecto
mas alegre; millares de pájaros de
ISLAS IIIALVINAS. diferentes especies animan aquel
cuadro con sus vuelos y helguetas.
DESCRIPCXON JENERAIu-Las islas A veces tambien un navío fondeado
Malvinas , llamadas, de lüzbtluuzl ó un campamento de pescadores,
por los Ingleses, se componen de establecido en la playa, acreditan al
dos islas principales; la Soledad al observador que a uel rincon del
este, y la de Falkland al oeste , ro mundo no está olvi ado de los hom
deadas de una multitud de islotes, bres.
cuyo número, segun algunos auto La confi uracion del terreno de
res, asciende á ciento y setenta. Están aquellas is as, la naturaleza de aque
situadas casi á la altura y á ochenta llasmontañas que varian su superfi
leguas del estrecho de Magallanes. cie; la existencia de una especie do
Ocupan un espacio de setenta leguas lobozorra, que á pesar de los caracté
del este al oeste, y de cuarenta le res, en aparencia diferentes, es de la
guas de norteá sur, espacio com misma raza que habita en la Pata
rendido entre los 5l°5’ y 52°46' de gonia y la Tierra del Fuego; los nu
atitud austral, 60° y 63°30' de lonji merosos vestijios de volcanes estin
tud oeste. guidos , y otros hechos que no que
La fisionomía jeneral de las Mal remos enumerar en una relacion
vinas es singularinente triste. Hon tan corta , parecen indicar que las
tañas escarpadas y á veces corta Malvinas han sido separadas de los.
das á pico; acantilados de rocas paises magallánieos por alguna re
parduscas , cuyo pié está incesante volucion súbita y terrible. Tal es en
mente combatido por las olas de efecto la opinion de algunos nave
un mar turbulento ; playas de are antes que han esplorado el grupo
. na. donde no se oye masque el silvi se Falkland. Otros piensan que ‘es
do de vientos desencadenados y los tas islas han sido abortadas del seno
‘roncos y pcnetrantes graznidos de del abismo, áconsecuencia dela ba
 36 ' DE LA‘
JHSTORIA
.ada de las aguas, y quieren probar
o por las osamentasjigantescas en
contradas en lo interior de las tier
ras , á una gran distancia de la ori
lla; osamentas que han sido de ba
llenas y que ciertamente no han po
dido ser llevadas á aquellos sitios
lejanos por las aguas del mar, aun
durante las tempestades mas violen
tas. No declararemos cosa alguna en
tre estas dos opiniones, de las cua
les cada una tieneen pro y en contra
hechos igualmente significativos.
La temperatura en este archipié
lago es mas benigna de lo que diera
motivo á creer la latitud en que se
halla situada. El termómetro ape
nas pasa de doce de Reaumur y ra
ra vez baja mas del grado de conje
laeion. Sin embargo , el viento del
sur es muy frio y acarrea las tem
pestades que arrasan aquellas tier
ras. Los vientos dominantes son en
tre el sudoeste y el nordoeste , y
como soplan de las costas de la .Pa
tagonia, son templados y nada no
civos. La humedad producida por
el gran número de corrientes de
agua es allí el azote mas temible y_
del que siempre se han quejado los
colonos. j muy suave. Las hojas de esta planta
Segun las relaciones de los capita
i-res balleneros que arriban á las Mal
vinas, parece que el clima de estas
es hoy dia menos frio de lo que era
en la época de las primeras colonias.
¡il capitan Weddel , que en el curso
de sus tres viajes á las islas austra
les ha pasado dos inviernos en Falk
land , dice ser justa la observacion,
,_v atribuye tal mudanza á la disposi
cion delos inmensos campos de hie
ldque se encontraban en otro tiem
po por la latitud de 50". Estas moles
ílotantes pasaban al norte entre las
Malvinas y la Georgia, y refresca
han singularmente la temperatura.
Un hecho semejante indicará tani
bien modificaciones im ortantes en
el estado de Los hielos el polo aus
tral. _ padilla o junco aplastado y estrecho ,
PRODUCCIONES..— Vejetnles. La flo
ra d e las Malvinas es poco rica ; sin
embargo, el botánico puede hacer
en ellas una. coleccion muy intere
sante. Los llanos y las alturas están
cubiertos de una especie de heno que
se eleva hasta pié y medio, y es un
escelente pasto para los ganados. En
sus costas, cuyo suelo mas variado
les conviene mas , se encuentran has
ta ciento y veinte especies del jénero
de los fanerogamas. En lo interior
se han encontrado los sagamas, en
número de noventa y siete especies;
y en (in, los liquenes , las epaticas y
los musgos componen allí un con
junto de cuarenta y ocho especies.
Encuéntranse en Europa y en el Ca
nadá una multitud de estas plan
tas. El apio rojoy blanco, de un sa
bor dulce y grato, se cria allí sin
cultivo, así como otras plantas anti
escorbúticas, que son como la pro
videncia delas tripulaciones. Pernet
ti
nahabla de una Echa
«viuug''etu- plantadiez
que ydenomi
ochoo _i
veinte hojas de un verde claro juntas
en redondo al cabo de una cola de
color de cereza , gruesa como el ca
ñon de una luma de cuervo , alta
de siete á oc o ulgadas. No tiene
mas ue un tal o, que dá una sola
flor b anca , com uesta de un cáliz
de cinco hojas, i e la forma de un
tulipan, que se abre del mismo mo
do, y espide un olor de almendra
tienen la figura de un corazon pro
longado, y están pegadas al tallo
por la punta , casi siempre abarqui
lladas en forma de canal. EI mismo
viajero describe muy estensamente
otra planta que tiene hasta diez á do
ce raices comolas de la escorzonera,
muy largas. Estas raices están cu
biertas de un pellejo muy delgado
bajo el cual se encuentra’. una sus
tancia pegajosa , acuosa y de un
gusto dulzacho , y luego un sabor
ambarino y semejante á la orina de
gato. Las Malvinas solo tienen débi
les arbustos en corto número, y de
la especie de los brezos. La planta
que suple allí mejor la falta y que de
lejos haria creer que las islas son
muy fragosas , es una especie de es
que se eleva tres piés lo menos y cu
yas hojas en mazorca alargándose
por el co ollo llegan hasta la altura
de seis E siete piés. Estas plantas
destilan una goma resinosa , blanca
al principio cuando esta blanda, y
 PATAGONIA. 57
de color de ámbar cuando seca. T ie aborïeno, no es orijinaria de laTier
ne un olor tan aromático y fuerte ra dei Fuego , y que uo se ha modifi
como el del incienso. Arde como la cado bajo el imperio de circunstan
mejor resina , exhalando un olor cias particulares?
muy suave, ydeja por residuo un Son tan numerosas las aves en las
aceite negruzco, incombustible, y Malvinas , que cubren algunas veces
que enfriandose se convierte en un llanos inmensos playas de muchas
cuer o duro que puede servir para leguas de estension. Las mas nota
enco ar. Esta goma tiene mucha bles son la avutarda, el cuervo ma
analojia con la goma amoníaca: el rino, la golondrina , la gallineta, la
mismo sabor y olor, y el mismo re avefría, el zorzal , el cisne de cabe
siduo despues de la combustion. za negra , la oca y el pato, aclimata
Las aguas que cercan las islas dos por los Españoles y Franceses; el
Malvinas son casi tan ricas como pájaro gobo, esta especie de aníi
ellas en vejetales , y por tanto solo io que los naturalistas han descri
liay lugar para citar la planta llama to tantas veces , que cava sus habita
da vulgarmente bqudrcux. «Eleva sus ciones subterráneas en las ensena
tallos ó palos, dice Pernetty, hasta ladas mas abrigadasy que hace reso
superficie de las aguas, y en ella se ' nar las riberas desiertas con su graz
sostiene or medio ¡le una especie nido, perfectamente parecido al re
de ampol a llena ile aire, que forma huzno del asno. De todos los_anima
el nacimiento ó arranque de la ho les que concurren á las Malvinas los
ja. Sus raices, que suelen tener hasta ue merecen mas atencion y que
veinte brazas de largo, son amari iiurante cierto período han dado tan
llas como el tronco de la planta. En gran importancia á la POSIcIOI}, de
trelazadas una con otra , forman un estas islas, son los anfibios del jene»
haz ó lio al cual se acojen las alme ro foca. Los navegantes señalan par
jas. . ticularmente el otario de Pernet
Animales‘. —A d emás d e los bueyes, ty (l), el oso marino , y el elefante
caballos, cerdos y conejos , que in marino. Pernetty ha confundido al
troducidos por los Europeos en las otario con el elefante de mar, bajo la
islas Malvinas , se han multiplicado denominacion comun de leon ma
allí prodijiosamente, y viven en el rino. '
estado salvaje , se encuentra en «nEsta foca , dice Mr. Lesson en un
aquel archipiélago una especie de artículo notable del Diccionarzo
zorra diferente de las otras es ecies rlásico ¿le Historia natural, adquie
comunes. Se cree ser este ultimo re una estatura considerable, segun
cuadrúpedo peculiar de las Falk Pernetty, pues afirma gue algunas
land , porque tiene proporciones de ellas tienen hasta veinte y cinco
mas grandes que la zorra de la Pa piés de largo y diez y nueve a vein
tagonia y de la 'l‘ierra del Fuego; te piés de circunferencia. Le carac
pero esta opinion nos parece mal teriza el pelo de la parte su erior
fundada. ‘ del cuerpo, particularmente e que
Hoy dia se sabe que la mayor niebla la cabeza , el cuello y las pa
parte de los animales trasportados á ietillas, que es tan largo como el
un clima diferente del suyo propio , pelo de una cabra. Pero_ Forster,
sujetos á nuevas condiciones de exis que es mas digno de crédito , dice
tencia, se trasforman en cierto mo que el leon marino del sur solo tie
do, tanto en cuanto á lo físico co ne unos doce piés de largo cuando
mo en cuanto á costumbres ó pro mas, y siete á ocho las hembras. »
piedades. Así se han visto gatos do He ii uí la descripcion ue hace es
mósticos tomar en el estado salvaje te há il compañero deli ustreCook:
un desarrollo tan estraordinario, «El cuerpo es grueso, cilíndrico ,
que hubiese sido difícil de adivinar
su oríjen. ¿Quien puede asegurar (2) uOtaria leoninau, Peron; «Otaria ju
pues que la zorra de las Malvinas, haiap , Desmnrets ; «platyrhyncus lcouinna,
cuando nadie prueba su carácter Cuvier, etc.
 58 HISTORIA DE LA
muy .craso; la cabeza muy pequeña, hablar. Llama particularmente la
bastante parecida á la del perro de’ atencion por sus formas langarutas
presa; la nariz algo reman ada y eirregulares, así como por su cabe
como cortada en su estreim ad. El za pequeña , redonda, truncada por
labio superior saliente del inferior, delante, y_su semejanza muy exacta
' y guarnecido de cinco hileras de con el hocico de un perro.
cerdas fuertes ámodo de bigotes, El elefante marino , llamado indi
largas y negras , y blancas en la ve ferentemente por los viajeros lobo
Jez. Los orejas son cónicas, largas marino , lean nmríno, y foca ¡[e trom
de seisá siete líneas solamente: su pa (l), es el mas interesante de aque
cartílago es firme y tieso. Los ojos llos amfibios, en cuanto á las cos
son grandes y saltones, el íris ver tumbres , yel mas reparable por la
de; tiene treinta y seis dientes; los gordura. Tiene veinte y cinco y aun
piés anteriores negros, formando treinta piés de largo sobre quince
una banda ancha pelada , y mani ó diez y siete de circunferencia ; su
festando en los dedos señales de nariz , cuando está en zelo, se alarga
uñas únicamente; los piés posterio en forma de trompa, y pasado aquel
res tienen cinco dedos, con uñas tiempo vuelve á su estado natural.
pequeñitas que sobresalen de cinco Haciendo uso de un admirable capí
estones membranosos y delgados. tulo del viaje de Peron a’ las tierras
La cola es cónica y corta.» Pernetty (ULVIIYIIBS, hablarémos de las costum
describe así las costumbres de este bres del elefante marino.
animal: « No es maligno, y huye en Las focas de trompa empiezan á
lugar de acometer: se mantiene de mudar de morada , siguiendo la es
peces, de aves acuáticas que coje tacion , así que llega el estío , emi
por sorpresa, y de yerbas (l). La grando hácia los parajes mas frios.
carne de este animal puede comer Al mes de su arribo se pre arau las
se sin repugnancia , y su aceite es de hembras á parir. Reuni as todas
gran recurso. Su pellejo es muy á juntasen la misma orilla, las rodean
propósito para obras de montura,co los machos para no dejarlas volver
frería , etc. al mar, y no entran en’ él hasta que
El 0ta río de Forster ú oso mari han parido y criado sus cachorros.
no provee de pieles esquisitas á los El parto no dura mas de cinco ó seis
escadores que arriban á las Falk minutos , en cuyo corto intervalo se
iiind. Esta. foca es muy buscada en conoce que la hembra padece mucho,
el comercio, á cansa de su piel, po pues hay momentos en que da lar
blada de un pelo pardo ó rojizo, se gos y agudos gritos de dolor. No pa
gun la edad del animal. Hácense de re mas de un cachorro, el cual tiene
ella sombreros superfinos , guarni al nacer de cuatro á cinco piés de
ciones de vestido, de capas, etc. Este largo, y pesa cerca de setenta libras.
anfibio es muy espantadizo y de Para darle de mamar , se echa la
finisimo olfato,'tanto que advierte madre de lado , _v le presenta las te
cuando se acerca el hombre y con tas. Dura la lactancia siete á ocho
prontitud se mete en el mar donde semanas , durante las cuales nada
está se uro. comen el macho y la hembra. Así se
En in , entre las innumerables ve que estas enflaquecen estraord ina
cuadrillas de animales que v:_in á riamente , y aun se ha visto morir
descansar en aquellas silenciosas algunas durante tan penoso perío
playas se encuentra el Otario mota do. Cuando tienen los cachorros seis
so, que sin duda es el leon marzno ó siete semanas, sus padres los llevan
de la menor especie , de que habla (2) «Phocn proboscidean, Peron, Viaje á
Pernetty. Se diferencia notablemen las tierras austrnles; aleun marino», Dam
te de los demás de que acabamos de pier y Auson; nloho niarinogxPéi-rietty, viaje
i‘: las Malvinas; uphoca leoninau Lindo;
nphoc: de hocico arrugado-', Forster .V
(2) Peron asegura que estos animalesja Buffon; a macrorhinns proboscideus » , ‘F.
más comen yerba. y así lo afirman varios (iuvier; «iniourougu de los negros dc Nueva
pescadores ingleses. _ llolanJu.
 PATAGONIA. 59
al agua, y toda la manada echa á cuadrilla , se acerca á la compañera
nadar á un tiempo. La marcha de ue haelejido; esta se tiende inme-
estos maníferos dentro de las olas diatamente; él la abraza fuertemen
es muy lento, viéndose forzados á te con las nadaderas de delante, y
salir muchas veces « á la superficie en la embriaguez del amorolvida sus
para respirar. Se ha observado que recientes luchas y sus heridas, que
los mas jóvenes , cuando se a artan echan sangre á borbotones. En_ tai
de la manada, son persegui os in éxtasis, que dura de doce áquince
mediatamente por algunos de los minutos , nada fuera capaz de dis
mas viejos que á bocados les obligan traerles , ni aun el dolor mas agudo
á juntarse con los demás. A las dos y penetrante.
ó tres semanas de este ejercicio, vuel No son menos singulares ni me
ven los elefantes marinos á la playa nos interesantes que su , modo de
impulsados por el deseo de la repro reproducirse , los hábitos de los ele
duccion. fantes‘ marinos. Les gusta zambii
A la voz imperiosa del amor se de llirse en agua dulce y tenderse en
clara la guerra entre estos móns playas arenosas. Duermen en la_su
truos espaiitosos , peleando los ma perfieie del mar como en la orilla.
chos con furor, siempre uno contra Cuando están reunidos en tierra eu
’otro y nada mas. Su manera de re cuadrillas numerosas para dormir ,
ñir es muy singular. Los dos rivales velan constantemente uno ó muchos
van arrastrando muy despacio, se de ellos y en caso de peligro estos
jpntan digámoslo así , hocico con centinelas dan un grito de alarma, y
ocico; levantan toda la parte ante vuelven todos á las olas protectoras.
rior del cuerpo apoyándose en las Su modo de andar es el mas estra
nadaderas, abren su ancha boca; sus ño: van como á rastra, remando con
ojos parecen inflamados de deseos y susnadaderas; y el cuerpo, en todos
furor , se embisten con violencia , sus movimientos, parece tiritar , co
vuelven á car ar uno contra otro, mo una enorme vejiga llena de jale
dientes con ientes , quijada con tina, efecto de loespesa que es la ca
quïada , se hacen recíprocamente pa de grasa aceitosa que los envuelve.
anc as heridas , á veces se sacan los A cada quince ó veinte pasos tienen
ojos en aquella lucha , y _no pocas que pararse, jadeando de cansados ,
pierden asi sus largos colmillos. Cor y como aplastados bajo su propio
re la sangre abundantemente; pero peso. Si durante su fuga se presenta
estos obstinados adversarios , como alguno delante de ellos , se detienen,
si no lo advirtiesen , continuan pe y si á fuerza de golpes se les fuerza
leando hasta que ya no tienen fuer á moverse, manifiestan padecer mu
zas. Es raro sin embargo el ver que cho. Lo mas admirable en tales ca
dar algunos de ellos en el campo de sos , es que las pupilas de sus ojos ,
batalla , y las heridas que se hacen , que en el estado natural es de un
por profundas que sean , se cicatri verde azulado claro , se vuelve en
zan con una prontitud increible. Se tónces de color de sangre ennegre
mejante curacion depende mucho cida. _
menos de la calidad de su grasa , El grito de las hembras y de los
que de la espesura de la capa que machos jóvenes se parece mucho al
ella forma al rededor del animal , y mujido de un vigoroso toro ; pero
cuyo efecto es poner las partes heri en los machos ya grandes, el prolon
las á cubierto del contacto del aire , gamiento tubuloso de sus narices da
il mismo tiempo que impide la he á su grito tal inflexion , que aunque
norrajia. mucho mas fuerte tiene gran seme
Durante aquellos sangrientos com janza con el ruido que uno hace
iates, las hembras mostrándose in gargarizando. Este eco ronco y sin
diferentes esperan que la suerte de-, gular se oye de lejos , causando al
:ida quién ha de ser su dueño. El gun espanto , cuando en medio de
macho , orgulloso por su victoria , una noche borrascosa despierta uno
e avanza en medio de la tímida sobresaltado por los ahullidos con
60 IIISTORIA DE LA
rusos de aquellos colosos anfibios , y marinos á lanzadas; pero hay un me
no se desvaneciera el temor, á no dio mucho mas sencillo y muy sin
ser por la certeza de la debilidad gular para darles muerte: tal es el
y mansedumbre de aquellos anima de un fuerte olpe con un palo en
es. el hocico. Un Ïtombre solo, sin efu
Cuando un elefante marino repo sion de sangre, puede matar así cen
sa tendido en la playa, y le incomoda tenares de estos pobres animales.
la fuerzade los rayos del sol, se le ve Abriendo el estómago de los que
levantar re etidamente con sus an acaban de espirar , se encuentra en
chas nada eras de delante, gran ellos comunmente , además de una
porcion de arena humedecida con gran porcion de ova, piedras á veces
agua del mar, y echársela en el lomo tan numerosas y tan gordas, que a
hasta que se halla enteramente cu rece imposible puedan contener as‘
bierto , de modo que entónces pare sin desgarrar por su pesadez las pa
ce una gran roca. , ‘ redes del seno donde se hallan. Dice
Los elefantes marinos son esen Forster que el estómago de muchos
cialmente pacíticos , en tal manera de estos anfibios muertos por su
que los hombres pueden bañarse jente , estaba lleno de diez o doce
sin peligro en las aguas donde se piedras red ondas y pesadas , cada
encuentran reunidos , y así lo ha una del bulto de dos puños.
cen los pescadores sin temor alguno. ISLA m: LA SOLEDAD. ——- La isla
Estos animales son susceptibles de mas interesante con respecto á pro
cierta enseñanza. Habiéndose pro ducciones , y en la arte histórica ,
puesto un pescador inglés salvar á es la que los Españo es denominaron
uno de estos mamíferos , se declaró ¡le la Soledad , y posteriormente lla
su protector consiguiendo de sus maron de Conti los Franceses. Situa
compañeros que no ¡ie hiciesen daño, da al este del archipiélago de las
y así viviólargotiempo pacífico y res Malvinas, está separada de la gran
petado en medio dela m,atanza.El pes de isla occidental por un estrecho
cadorse acercaba á él todos los dias de siete á doce millas de ancho , lla
para acariciarle, y en pocos meses se mada por los Españoles canal de San
hizo tan manso, que se dejaba mon Cárlos , y por los Ingleses canal
lary meterle el brazo en la boca; iba Falkland , nombre en otro tiempo
cuando le llamaban , y en una pala comun á las dos islas , pero que no
bra, el dócil animal aguantaba cuan se aplica ya sino á la mayor.
to queria hacerle el marinero sin La Soledad tiene setenta y ocho
irritarse por nada. Desgraciadamen millas de nordeste á sudeste , y cua
te , habiendo tenido el Inglés un al renta y cinco en su mayor anchura :
tercado con uno de sus compañeros, sus costas ofrecen ensenadas y puer
este por una cobarde venganza, ma tos entre los cuales , el que ha con
tó la foca protejida de su adversario. servado el nombre de bahía Fran
Lo mas digno de admiracion en cem , es el mayor y mas seguro. El
el período de la vida del elefante ma punto mas elevado de la isla es el
rino, es que inmediatamente que se monte Chatellux , situado cerca de
siente enfermo , se sale del mar , se dicha bahía. Muy inmediato arran
interna en tierra mas de lo acostum ca una cadena de montañas poco ele
brado , se echa al pié de algun ar vadas y dispuestas en formade re
busto , y permanece allí hasta que cinto; mas no se puede-andan por
muere , como si quisiera dejarla vi ellas sin encontrar á cada paso e
lla en losmismos lugares en que la druscos de asperon , amontona os
recibió. Los pescadores han obser confusamente. De lo interno de su
vado que sin tener ninguna señal base sale un ruido monotono, ocasio
de herida ó contusion , parece que nado por las aguas corrientes que
entónces adece mucho, y muere al marian de la cumbre. De sus entra
cabo de algunos dias de agonía. ñas salen helechos jigantescos que
Segun queda dicho en el artículo tapizan con sus ramosos troncos
de la Patagonia, matan los elefantes aquellas enormes moles de rocas.
 PATAGONIA. .61
Cruzan las llanuras y los valles , cu contra el furor de los vientos; y si
biertos de pastos , varios arroyos de aquellos accidentes del suelo no fue
a ua crista ina , mas ó menos grata sen tan frecuentes, se atribuiriau sin
a aladar, segun la madre de turba mas exámen á aquellos animales.
ó e chinarro por donde pasa. Por Pernetty habla de un sitio en que
uno y otro lado se ve el suelo tapiza la disposicion singular de las pie
do de verdor , en ue brillan la ele dras parece ser el resultado de un
gante anémona y a violeta de sua temblor de tierra que pudo trastor
vísimo perfume. Las márjenes de nar en otro tiempo la isla de la So
estos arroyos, aunque pantanosas, ledad. Presentaba, dice , un espectá
están cubiertas de una vejetacion tulo horriblemente hermoso. Las
tan activa y espesa que casi en par piedras, todas de asperon porfiriza
te alguna se descubre la superficie do, están cortadas en tablones de
del terreno. Encuéntranse hermosos diez piés de largo, seis de ancho , y
lagos en los llanos y deliciosas ca uno y medio de grueso. Se hallan en
vi ades hasta en la cumbre de las todas posiciones, pero tan bien co
montañas. Por todas partes hay locadas como silo fuesen artística
abundancia de aguas frescas y pu mente. «Son como los muros de una
ras. ciudad , en los cuales se ven aleros
El suelo de la isla de la Soledad se en línea recta, cual si fuesen eornisas
‘compone de tierras ocreosas, rojas ó cordones; voleados lo menos de
y amarillas, de espato y de cuarzo. ié ymedio, y que corren todo lo
La abundancia de pizarras rojizas y argo, tanto de las partes entrantes ,
de color de plomo revela allí la como de los ángulos salientes , figu
existencia de una gran cantidad de rando salidizos; y hasta molduras
azufre. Algunos peñascos de cuarzo se encuentran allí. Al otro lado de
rotos han indicado una materia vi aquellas ruinas hay un valle profun
triólica y cobriza. Pernetty supone do de mas de doscientos piés, ancho
haber encontrado allí una substan de medio cuarto de lcgua , cuyo
cia verdosa que tiene las cualidadesfondo está cubierto de iedras re
del cardenillo. Toda la vejetacion de
vueltas, y que parece ha er servido
los llanos, como la de los montes , de albeo á un rio ó ancho torrente
se halla en un terreno turboso de que hubiese idoá perderse enla gran
gran espesura. Dotado aquel suelo bahía del oeste. Antes de llegar á
de la cualidad esponjosa , en sumo la altura que termina el va
grado , absorve la humedad con tal lle, se encuentra una esplanada
prontitud , que en breves instantes ancha , de cerca de diez ó doce toe
suele secarse el césped á poco tiem sas
baja, ydeKi ue se estiende
anfiteatro desde
hasta la parte
la otra par
de las mas abundantes lluvias.
‘sta turba, tan preciosa que como te de las primeras ruinas. Sobre cs
un recurso defprovision de leña, exis ta esplanada hay dos depósitos de
te en capas, mas profundas en lo in agua , el uno redondo y de veinte y
teriordel pais(pie en lo litoral. Zapa cinco piés de diámetro , el otro oval
da en sus oril as de una manera ir v de treinta y tres piés. Desde la
regular , ofrece de lejos con frecuen base de la colina se encuentran bar
cia la perspectiva de un muro ó de rancos enteramente colmados de
un foso; y el viajero que recorre ta aquellas piedras despeñadas, y ent: e
les soledades , le cuesta trabajo creer estos, cortos espacios de terreno ir
que aquello no es obra de los hom regulamcubiertos de yerbasy de bre
bres. Estas especies de inurallas na zos, salvados digámoslo así del tras
turales , mas comunes en las alturas, torno jeneral. Los peñascos , arroja
tienen de ordinario cuatro y cinco dos confusamente unos sobre otros,
piés de elevacion sobre el terreno dejan entre sí por todas partes aber
que las cerca, y es muy difícil es turas, cuya profundidad puede con
plicar su formacion. En cuanto á lo jeturarse.
demás , es cierto que los caballos Las plantas que se encuentran en
encuentran allí un abrigo favorable la isla de la Soledad son todas indí
62 HISTORIA DE LA
jenas. La mayor parte resinosas ó especies. En la cumbre misma dq
cubiertas de un barniz lustroso que monte Chatellux encontré casi todas
las preserva de los efectos de la hu las que se me habian ofrecido á la
medad. Los antiguos colonos lleva vista en las diversas estaciones. Cin
ron plantas y árboles exóticos , pero co plantas solamente me han pareci
hoy en dia no se encuentra ningun do particulares en las alturas mas
vestijio de ellos. Los vientos y no elevadas, ásaber: un bello aspidium,
la naturaleza turbosa del suelo , se que se cria en las hendidi_iras de las
oponen al desarrollo de los vejetales rocas , y que de su semejanza con
estranjeros; pues todavía se ve cerca . un helecho, único en su jénero,ha to
de las ruinas del establecimiento de mado el nombro de nzohríoídes; el
la bahía francesa , la tierra vejetal curioso y raro nassauvia , al cual he
que los Españoles trasportaron , y denominado serpensyy que he reedi
que se halla tan despejada como las do en la alta montaña , al sur de
rocas de la costa. nuestro fondeadero , y sobre el Cha
Como una de las rimeras plantas tellux ; el cenomyce vermicularic ,
indíjenas , se debe ablar de la que blanco como la nieve , cuyos troncos
Parker-King ha denominado Tra entrelazados y confusamentetendi
plant (planta del té). Puesta en infu dos por el suelo , parecen otras tan
sion, tiene el mismo gusto que el té tas raices de grana , blanqueadas
ordinario , y es difícil diferenciarla. por el aire; en fin , otras dos planti
Produce una vaina pequeña , que tas que forman c0 etes cerrados ,
cuando está madura tiene un sabor igualmente admira les por su es
agradable. En cuanto al resto de la tructura, y que se ha descubierto ser
nomenclatura, nos limitarémos á lo la una el drapetes muscoizíes , reco
que el naturalista D’Urville refiere á jida ya por Commerson en las orillas
consecuencia de una escursion que del estrecho y descrita por Lamark ;
hizo en el monte Chatellux , mien y la otra , una nueva especie de 7m
tras estuvo fondeada en la bahía leriana, que he denominado s-edgfo
francesa la corbeta Coquíllt’. lia. Es! as tres últimas se crian esclu
«El monte Chatellux , cuya eleva sivamente en la cumbre misma del
cion llega á quinientos ochenta y monte Chatellux. Rara vez se encuen
cinco metros sobre el nivel del mar, tra en el llano un hermoso helecho,
es el punto culminante de la isla de el lornaría- magulláníca , pero cubre
la Soledad , y domina una vasta lla las orillas de aquellas corrientes de
nura, surcada de numerosos torren enormes fragmentos de asperon cuar
tes y dividida por los inmensos bra zoso muy frecuentes en las laderas
zos de la bahía Marville. En esta es de todas las montañas. La uinea me
cursion se invirtieron dos dias, y en laxarztha se cria con preferenciaen
este tiempo tuve ocasiou de ad ui las rocas eladas , batidas por los
rir una idea exacta de la natura eza vientos de sudeste ; y por su nú
de la isla. El resultado de mis obser mero y su semejanza , sus troncos
vaciones fué que la vejetacion era ramosos,variados de negro, amarillo
tanto menos variada cuanto mas se y leonado , forman muc s veces en
alejaba de las costas , y particular a superficie de aquellos pedregales,
mente de las que presentan á la vez praderas de nueva especie. Es de ad
mogotes, pantanos y rocas-. Mas lejos vertir que aquellas rocas de una na
se atraviesan millas enteras de nn . turaleza única y constante , están
terreno casi cubierto únicamente todas formadas de capas muy irre
por los tapices espesos de las tres gularesfinclinada baïio un ángulo de
gramineas mas conocidas en la isla 40 á 50'y echadas de este al oeste.
(lasfestuca erecta, el arurulo antorc «En el número de las plantas úti
tíca y el arumlo pilosa). Los gomeros les al hombre en aquellos arajes
están muy esparcidos. Luego que desiertos, citaré la acedera y a 011i
uno comienza á subir , advierte que lidu , de las cuales la última me ha
la flora se va haciendo mas copiosa , parecido preferible á la otra en el
pues encuentra mayor número de gusto; cl apio , abundante .en los
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 PATAGONIA. 63
mogotes arenosos; los tallos del animal acerca del número de los
¡ilantel y las hojas amargas del tara agresores. Igualmente ha de tener
xacum la-vígatum , de que pudieran cuidado de asestarle á la frente ó al
hacerse ensaladas tan agradables co costado, porque las heridas le enfu
mo salutíferas. Los frutos de los Per recen , y entónces es muy temible.
netia , mfrtus rubuJ , han sido Los caballos tampoco temen al hom
muy preconiza os por Bougainville, bre cuando va solo; pero suelen dis
Pernetty y Gaudichaud; pero como persarse al estruendo de un arma
no he visto sino las flores, no puedo de fuego.
decir hasta que unto merecen ser No se reduce á esto la riqueza ani
elojiados. La be la jbtuke (festuca mal de la isla de la Soledad , pues
fluúellata) por la cualidada, bundan sus costas y lagos se hallan pobladas
cia y largura de sus cañas, serviria de un número prodijioso de pesca
útilmente en mas de una ocasion; dos; particularmente en la bahía
y le msguardaria de la intemperie principal.
del aire , en tanto que la parte infe Esta se halla situada al oeste de la
rior del tallo le daria un alimento isla. Los Españoles la dieron el nom
sano y agradable. El empetrunz, con bre de ba/ua de la Soledad, y los In
su fuego chis cante calentaria rápi gleses el de Berkeley Sou/ul. Tiene
damente los ornos; el chíliotricum quince millas de lonjitud sobre cua
íormaria hermosas cercas; ydel ba tro de latitud. A la punta nordeste
c/zaris se haria cerveza como la ha de la entrada se estiende una série
cenlos colonos de Bougainville. Creo . de arrecifes que por la parte del este
igualmente que las tres grandesfru se dirijen á una roca cubierta al ni
cacra-s, macrocystir communís‘, Dur vel del agua,donde se estrelló enl1820
víllwa ntilísy Lessoníu flavicans, que la corbeta francesa Urania. Al lado
tanto abundan en aquellas máijenes, opuesto se distingue la isleta de los
fueran muy propias para beneficiar Cerdos, llamada así por la abun
las tierras y prepararlas al cultivo.En dancia de los que en ella se crian.
una palabra , la primavera, la viole La bahía, propiamente tal se estien
ta, suaves y agradables perídicuím y de hasta los islotes Pinguinos y de
el eleganle stutice, pudieran ser el los Lobos marinos. La conca donde
ornato de aquellos jardines.» se va á parar despues de haber pasa
Los animales domesticados entre do entre estas dos islas , recibió el tí
nosotros y las que pueblan las quin tulo de rada de San Luís.
tas y campiñas de Europa , son muy
numerosos en la Soledad y en la isla
Falkland é islotes circunvecinos. Al ISLA DE FALKLAND PROPIAMENTE
abandonar este archipiélago los Es DICHA.
pañoles y Franceses, dejaron bueyes,
caballos , cerdos , cone'os, etc. los Esta isla es mayor que la de la So
cuales se han multiplica o estraordi ledad , y sus costas tan desiguales ,
nariamente , á pesarde la caza conti ue es muy difícil determinar sus
nua iI_e los pescadores y marinos, dimensiones: sin embargo , por un
-que tienen en ellos un recurso pre cálculo puede decirse que tiene cien
ciosísimo , lo mismo que las tripula millas de este á oeste y setenta de
ciones de los buques que recorren norte á sur.
aquellos mares. Así es que no dejan La principal bahía sobre la costa
de ir á tocar en las Malvinas para re septentrional es la que conduce al
frescar los víveres. Puerto-Egmont. En el. fondo de esta
La caza de los toros y caballos es bahía fué donde se estableció la co
muy fácil; los primeros no huyen lonia inglesa para asegurar el donii
nunca de una sola ersona; de ma nio de la Gran Bretaña sobre la mas
nera que se les pue e matar á pisto vasta de las Malvinas. Elsitio en que
letazos; pero los cazadores deben te se fundó la ciudad fué muy mal es
ner mucho cuidado en mantenerse cojido , segun se ve por las ruinas
en línea cerrada para isngañar al que ocupan el reverso meridional de
 .fill HlSTORlA DE LA
una alta montaña. Los jardines de con una nube espesa de vapor mez
bian hallarse al oeste , de manera clada de espuma. Llanuras cubiertas
que estaban privados del sol duran de yerbas; y lagos, cuyas aguas se
te la mayor parte del dia. ven rizadas por innumerables aves,
Despues de Puerto-Egmont , el y bañan el pié de las montañas ; si
mas considerable es la bahía de West tios salvajes y precipicios pintores
Point, al estremo oeste de la penín cos ; enormes preduscos confusa
sula meridional de Byron’s Sound. mente amontonados ofreciendo se
Estas bahías y las delas islas vecinas ñales evidentes de convulsiones ter
son el refujio de los balleneros , restres; esto es cuanto se vé en lo in
cuando el mal tiempo les sorprende terior de New-Island.
en aquellos mares borrascosos. Puer A principios del año de 1814, el
to-Egmont era muy concurrido años capitan Barnard , de la marina de
atrás por la abundancia de comesti los Estados-Unidos, se vió forzado á
bles que facilitaba á los marinos. En tocar en New-Island, durante un viaje
efecto , hallábanse cerdos, ocas sil em prendido para completarun carga
vestres, etc.; pero hoy dia son’ muy inentode pie es finas. Así que se dis
raros estos animales, y las únicas ponia á dejar esta soledad, encontró
rovisiones que dá de sí la isla Falk en la costa meridional la tripulacion
and, se reducen á algunas ocas y de un navío inglés que naufragó, y .
patos que por alimentarse de pesca que se componiade treinta personas,
do tienen una carne muy desagrada entre las cuales habia algunos pasa
ble. jeros andaban errantes por aquellas
Terminarémos aquí nuestros por playas, poseidos de la desesperacion.
menores jeográticos acerca de las El buque americano era muycbico, y
Malvinas.’ Solo harémos mencion los naufrá os muchos; pero la hu
de las islas A.nican y la de los Leones manidad a zó su imperiosa voz , y
marinos , que están al sur de la So Barnard no titubeó en recojer á los
ledad; dela isla Beauchenc que es la ingleses.
mas meridional detodas; al nordeste El primerimpulso de estos desgra
las islas Jasonsó Salvajes, llamada, ciados al verla jenerosidad del capi
Sebald en otro tiem o; de la del Pan tan americano, fué el de un. vivo
de azúcar , colocarla al frente de agradecimiento; pero esta impresiou
la isla Saunder, y los Muelles verdes fué poco á poco cediendo á una idea
( Quaís pero), algo mas hácia el norte. enteramente contraria. Los Estados
NEW-ISLAND o NUEVA ISLANDIA.— Unidos de América se hallaban en
Un nuevo ltobinson. -La isla Nueva guerra entónces con la Gran Breta
no mereceria que hiciésemos de ella ña, y esta circunstancia lessujirió
especial‘ mencion si no hubiera sido un pensamiento sumamente injurio
el teatro de una aventura muy dra so ara el honrado Bernard. Este le’;
mática que no debemos pasar en si hagia prometido bajo su palabra
lencio. de honor, dejarles en un puerto br:
Digamos desde luego , para dar sileño cuando regresara á su patria.
una idea del lugar de la escena , que Pero esta promesa no les tranquili
esta isla es montañosa en estremo y zaba; imajináronse que el capitan
que su parte occidental ofrece una tenia el odioso proyecto de traficar
cadena, série de horrorosos precipi con su libertad y entregarles por
cios; en cuyo fondo bulle á veces el una recompensa al gobierno de los
mar con un ruido espantoso. Un Estados-Unidos.
muro impenetrable de pcñascos se Mientras tomaban incremento es
eleva quinientos cincuenta piés so tas sos echas entre los ingleses ,
bre las olas , y cuyo aspecto sombrío Barnar( se molestaba yendo él mis
infunde un terror inesplicable en el mo en persona á New-lslandpara
alma del espectador. Cuando el vien cazar aves y animales salvajes a
to de oeste sopla con violencia , las fin de proveer suficientemente ile
’olas furiosas se estrellan contra esta víveres la embarcacion. Un dia des
mole jigantesca,envolviendo su base pues de haber andado errante mu
 PATAGONIA.
cho tiempo con cuatro marineros
regresaba cargado de caza, pensan
do en el gusto que iba á dar á la tri
’ pulacion al presentarla las provisio
nes frescas; ya estaba cerca de la
playa é iba á embarcarse en la lan
cha , cuando echó de ver que habia
desaparecido el buque. Atribuyó la
causa á la niebla que se habia le
vantado durante su ausencia, pero
por mas ue llamaba nadie respon
dia decidióse entónces; á ir reman
do hácia donde habia dejado ancla
do el buque, y lle ado al sitio acabó
de convencerse e que habia des
aparecido.Los ingleses habian corta
do efectivamente el cable y tomado
el rumbo de Rio Janeiro abando
nando sin piedad á su libertador y
á cuatro marineros mas en aquellas
rejiones inhospitalarias.
El pasmo , la indignacion y el do
lor se apoderaron del alma del ca
pitan. ¡Horrorosa ingratitud! Con
denar á un largo suplicio á uien
les habia acojido con tanta li era
lidad ! Un momento de reflexion hi
zo adivinar al capitan la causa del
complot ejecutado con tanta cobar
día en ocasion en que habia encar
gado la custodia de su buque á la
tripulacion estranjera; conoció que
el miedo de serentregados al gobier
no de los Estados Unidos les hizo
cometer una accion tan baja y villa
na; y esta idea que los náufragos
formaron de él, mas que su horro
rosa posicion , hizo que se arrepin
tiera de haber cedido á un impulso
de humanidad.
¿Cómo vivirian él y sus cuatro
compañeros? Los Ingleses no habian
dejado ni viveres ni vestidos , su
desnudez era completa , pero la ne
cesidad es madre de la industria.
Los huevos de los albatros y algunos
mariscos que recojieron en la orilla
del mar, les facilitó or unos dias
alimento abundante. uego enseña
ron á un perro , que por casualidad
llevaron consigo, á cazar los cerdos,
cuya carne les fué de mucha utili
dad. Plantaron tambien al unas pa
tatas, que habian sacado el barco
para almorzar el dia de la infausta
cacería , y ' al año siguiente reco'ie
ron una cosecha suficiente para a
PATAGONIA. (Cuaderno 5.)
65
cer rovisíon de invierno. La piel de
las ocas que mataron con las pocas
municiones ue tenian les sirvió de
vestidos. En in, lograron construir
una casita de piedra bastante sólida
para resistir á la violencia de los hu
racanes, tan frecuentes en aquellos
parajes. No hablaremos de su situa
cion moral, pues harto se puede co
nocer.
El que padecia mas era Barnard.
Los marineros habian olvidado todo
respeto subordinacion hácia su
amo des e que se vieron abandona
dos con él en aquellas rocas solita
rias. La autoridad de su jefe se li
mitaba á darles consejos para su
propio interés, pero aun así la en
contraron dura , y formaron una
liga contra él. El capitan bajaba la
cabeza y sufria las humillaciones
ue le hacian pasar sus subordina
dos, haciéndose cargo de que la pa
ciencia y la resignacion eran suma
mente necesarias en su triste y peli
grosa situacion.
Una noche en que bajo un frívolo
retesto se habian separado de él
os cuatro marineros para cazar en
otro paraje, no regresaron á la ca
baña á la ora acostumbrada. Vino
la noche y Barnard los_ esperó en.
valde. Al amanecer dirijiose con un
siniestro resentimiento al sitio
donde esta a amarrada la lancha,
pero esta habia desaparecido. Co
noció entónces que aquellos misera
bles se habian fugado dejándolo
abandonado á la suerte. El dolor que
esperimentó fué inesplicable, ¡vién
dose solo, en medio de aquella in
mensa Tebaida, sin mas apoyo que
sus fuerzas, ni mas consuelo que
los recuerdos y las oraciones! Los
hombres groseros que habian parti
cipado de sus padecimientos le hi
cieron esperimentar cruelmente el
peso de su despotismo brutal; había
se indignado cruelmente contra los
tiránicos procederes de aquellos bár
baros,y a ora que se hallaba á solas
consigo mismo, ahora que ninguna
voz respondia á la suya, echaba de
menos su presencia. Es preferible,
decia, vivir entre enemigos que ha-.
llarse solo. En efecto , la soledad es
un tormento que pocos hombre,
5
 66 HISTORIA DE LA
pueden soportar , porque enerva ,
corroe y paraliza las fuerzas del al
ma , abate eljenio mas intrépido, es
un veneno que destila gota á gota
en las venas y mata infa iblemente.
El capitan entró desaniniado en
su cabaña. Sin embargo, al dia si
guiente volvió á sus tareas cotidia
nas como si estuviese con sus com
pañeros , trabajando sin interrup
cion para no entre .arse á la deses
peracion dominan o así su espíritu
.c0n el uso escesivo de sus fuerzas
físicas. Preparaba ya pieles de focas,
iba á caza con su perro, único com
pañero que le habia quedado , ó
juntaba provisiones para la época en
ue escasease la caza. Subia una ó
os veces al dia á una penosa altura
situada en una montaña elevada,
especie de observatorio natural cer
ca de su vivienda, y desde la. cum
bre paseaba lar o tiempo sus mira
das con ansied ad por la inmensidad
del Océano, interrogando al hori
zonte y quedándose extático cuan
do veia un punto negro que tenia la
apariencia de im buque; pero luego
bajaba de la montaña sumamente
abatido y entregado á la meditacion
dolorosamente. Todas las impresio
nes crueles esperimentadas por el
héroe de Daniel de Foe acomete
rian sin duda al capitan americano
durante el largo período de su ais
lamiento; tantas cuantas angustias
atormentaron al habitante solitario
de la isla de Juan Fernandez, otras
tantas sintiera tambien Barnard.
Léanse las escenas mas tiernas del
escritor inglés y se creerá leer la
historia del prisionero de las Malvi
nas.
Ya habian trascurrido muchos
meses desde la huida delos marine
ros, cuando un dia que Barnard se
hallaba sentado á la puerta de su
cabaña , vió unos bultos parecidos á
hombres ue se dirijian hácia él.
No se enganó , pues eran los cuatro
fujitivos que, no habiendo podido
pasar mas adelante de las islas veci
nas , é incapaces de poder adquirir
la subsistencia, venian á implorar
el perdon de su superior y vivircon
él. Este dia fué de fiesta en New-Is
land; celebróse la llegada de los
marineros y cada cual olvidó por
un momento sus sombrías ideas y su
presente situacion.
¡Pero a ! la guerra volvió 'á en
cenderse e nuevo entre Barnard y
los cuatro subordinados. Uno de es
tos ideó la muerte del capitan , pero
la animosidad de los demás no lle
gaba hasta este estremo; así es que
escubrieron el proyecto de su ca
marada y le hicieron abortar denun
ciándole el delincuente al capitan, á
guien Barnard tuvo la jenerosidad
e enviar diariamente víveres. Este
retiro forzoso, esta especie de reclu
sion en un paraje tan apropósito
ara reconcentrar serias ideas, in
uyeron poderosamente en el ánimo
del criminal. Al cabo de tres sema
nas juzgó el capitan que estaba sufi
cientemente castigado y le permitió
volver á sentarse con ellos al .hogar.
Desde entónces reinó entre los cin
co la mayor armonía , y el bien
jeneral fué consiguiente á esta paz
tardía.
Entregáronse con nuevo ardor á
la caza y la pesca de lobos marinos ,
cuyos despojos les eran tan precio
sos. Estendian frecuentemente sus
escursiones hasta las islas vecinas ,
donde hallaban caza abundante, y
cuando la jornada habia sido pro
ductiva , cuando una temperatura
dulce y apacible habia favorecido
la espedicion , regresaban mas con
tentos á su amada vivienda. Sin em
bargo , el capitan echaba de ver que
el desaliento empezaba á apoderar
se de sus compañeros. El mismo,
á pesar de sus esfuerzos voluntarios
y la filosofía que habia ad uirido en
e'l duro ensayo de su sole ad , sen
tia disminuirse de dia en dia su
fuerza moral. La nostaljia minaba
sordamente la eíiistencia de estos
hombres , víctimas de la traicion
mas horrorosa. Quizás su estrella
les destinaba á sucumbir bajo el pe
so de la cruel agonía que les devo
raba, cuando en 10 de diciembre
de 1815 , una vela lejana les anun
ció el fin de su cautiverio, y ocos
momentos despues estaban á rdo
del buque libertador. Quiso la ca
 PATAGONIA. 67
sualidad que este misnio Barnard, paso que separa las dos islas princi
vendido por unos Ingleses, debiese pales. El islote descubierto porBeau
la libertad á otros de la misma na chesne en el sur, fué visitado en
cion, porque el bajel que los recibió i708 or Wood Roger y Courtney,
á su bordo habia salido de un puer que abian seguido toda la costa
to de la Gran Bretaña. oriental. Estos navegantes, lo mis
New-Island guardó en su seno du mo que Hawkingsy otros esplora
i'ante dos años á estos desgraciados, dores, creyeron que las Malvinas es
que no podian envidiar á Robinson taban cubiertas de bosques espesos,
mas que un historiador tan hábil y se engañaron; porque no se en
como Daniel de Foe. cuentranen ellas sino campos de es
pesa y crecida yerba.
OJEADA HISTóRICA ACERCA. DE LAS. En 1760 dirijió la Francia sus mi
MALVINAS. ras hácia este archipiélago, pues
los gastos de la guerra con Ingla
Apesar de la opinion de los anti terra y las necesidades del comer
guos 'eografos , estas islas no han cio nacional obligaron á los minis-.
sido escubiertas por Americo Ves tros de Luis XV á buscar en el es
pucio, porque la tierra que este viótremo de la América un punto sus
en 1502 bajo el paralelo 52 no ceptible de establecer un buen fon
se refiere mas que á la posicion de deadero y un establecimiento im
las Malvinas. Estas rejiones pues portante. Sus navíos, destinados al
no pueden ser otras mas que aque gran Océano, tuvieron que arribar
llas de que en 1675 tuvo noticia An al Brasil ó rio de la Plata , donde ha
tonio de la Roca, y que reconocidas bian de encontrar mil obstáculos.
porDuclos Guyot en 17 56 fuéron ape La posicion de las Malvinas que el
Ilidadas Georgia porelcapitan Cook. almirante Anson habia señalado ya
A quien debe atribuirse el primer á solicitud del ministerio in lés, fi
descubrimiento es al célebre nave jó la ateneion del gabinete e Ver
gante John Davis, que ha dado su salles,el cual, en vistade los informes
nombre al estrecho que separa el que tuvo, creyó que no podia dejar
Labrador de la costa occidental dede pros erar cua quiera colonia en
Groenlandia. Arrojado á aquellas una de as islas de este vasto archi
arenas en un viaje al mar del Sur, piélago. Encargó pues á Bougainvi
el capitan inglés bautizó al grupo lle que fuese á establecer una colo
delas Falkland con el nombre de nia duradera en el sur de América.
Davísïrouthem íslands. El 3 de febrero de 1764 arribó es
Dos años despues el capitan Ri te marino á la Soledad , y se a ode
cardo Hawkins reconoció la parte ró sin mas ni mas de esta isa en
septentrional de estas islas, á las nombre de la Francia , construyen
que denominó entónces Mazden do.un fuerte y levantando un obe- .
land (tierra de la Vírjen). En 24 de lisco en su recinto , donde puso una.
enero de 1600, descubrió Sebaldode inscripcion en que la con arrogancia
Weerd en la parte occidental tres is se atribuia el. descubrimiento y con
lotes , y les puso su nombre. Las quista de esta isla,
Malvinas fueron reconocidas en 1615 Apenas hubo ensayado Bougain
por Sehouten y Lemaire, y en i701 ville el plantear la colonizacion ins
)or Beauchesue Gouin , cuyo nom talando las familias destinadas á re
)re ha quedado á aquella isleta,que sidir en la isla, cuando el comodoro
forma el límite austral del archipié Byron echó el áncora en el norte de
lago. Ultimamente, en 1706 y 1714, la Soledad,en el puerto de la Cruza
los Españoles las denominaron Mal dadlamándole Puerto Egmont , y to
vinas. mando posesion de todo el archipié
Puede decirse que hasta 1670 no lago en nombre de la Inglaterra. Pe
se esploraron estas islas. El prime ro ninguna formalidad siguió á esta
r0 que lo verificó fué John Strong, tentativa de establecimiento; solo
quien llamó canal de Falkland al en 1766 se vió al capitan Mac Bride
 68 IIISTORLÁ DE LA
empezuruua colonia nue no debia
tener mejor éxito que el que tuvo la
francesa.
No dejó de sorprender á la Espa
ña esta abierta violacion de sus de
rechos. Colocadas en los dos estre
mos de la América meridional dos
potencias marinas estranjeras’ y po
derosas, podian dar un golpe de
mano á las posesiones trasatlánti
cas españolas. En vista de esto, el
gabinete de Madrid reclamó enérji
camente de la Francia las islas Mal
vinas, que no eran mas que una de
pendencia de la América del sur, y
esta nacion tuvo que ceder y entre
gar al gobernador de otras islas, D.
Felipe Ruiz Puente, laisla y estable
cimiento de Puerto Luis en 1.° de
abrilde 1767.
Dos años despues de la evacuacion
de los Franceses, saliendo un dia de
la bahía de laSoledad un navío espa
ñol, encontró por casualidad á un
buque inglés que venia-de Puerto
Egmont/Estraordinaria fué la sor
resa de ambas tripulaciones al sa
Jer, en vista
estaban de hacia
las dos sus pabellones, ue
tiempo hailbi
tando en un mismo tiraje sin sa
berlo. No era aquel a la ocasion
oportuna de obrar, contentándose
los Españoles con intimar á los In
leses que abandonasen aquellas is
as;
Ambas colonias dieron conoci
miento á sus gobiernos del hecho,
pero los Españoles fueron los pri
meros que recibieron una satisfac
cion. Sabedor del establecimiento
británico D. Francisco Bucareli y
Ursua, gobernador de Buenos-Ai
res , envió á Port Egmont cinco fra
ratas con mil quinientos hombres
de desembarco. Prevenidos con
. tiempo los Ingleses reunieron tam
bien sus fuerzas y trataron de opo
nerse á Maradiaga comandante de
la escuadrilla espanola. El número
era casi igual por ambas partes, y
despues de un combate encarnizado,
quedó la victoria por los Españoles ,
.quienes se apoderaron dela colonia
inglesa en 10 dejunio de 1770.
Vivamente picada la Inglaterra,
reclamó enérjicamente cerca del o
bierno español, y al cabo de muc as
contestaciones y conferencias diplo
máticas, se permitió al gobierno
británico volver á tomar posesion de
Port Egmont; pero apenas lo hubo‘
hecho , cuando abandonaron aquel
punto los Ingleses con suma admi
racion de sus vecinos.
Los Españoles establecidos en es
tas islas no dieron á su colonizacion
todo el desarrollo de que era suscep
tible;era pues evidente que solo las
conservaban por miras puramente
olíticas. Por otra parte, el clima
úmedo y cálido era insalubre; la
agricultura no prosperaba, y los ár
boles trasplantados de la isla del
Fue o , no se pudieron aclimatar.
Así ué que abandonaron guslosísi
mos aquel suelo tan poco adecuado
á su temperamento meridional. Pe
ro el gobierno español, que queria
conservar á toda costa aquel puesto
avanzado de sus posesiones colonia
les en América , conservó una corta
guarnicion en la estremidad occi
dental del archipiélago, y las naves
españolas iban allá de cuando en
cuando para saber qué jentes y pa
bellones se presentaban á visitar
aquellas costas , hasta que á rinci
pios de este siglo tuvo que a ando
nar la España aquel punto definiti
vamente.
La importancia de las Malvinas
como uesto de arribada y militar ,
o po ia ocultarse al gobierno repu
blicano de Buenos-Aires. En 1820,la
fragata Heroínmmandada por el ca
pitan Jewitt, fondeó en la bahía
francesa y tomó osesion de estas is
las en nombre e la república. To
doinducia á creer que el obierno
revolucionario de la Platai aá ocu
parse seriamente en colonizar las
Malvinas; pero las violentas convul
siones políticas de que era en tónces ,
teatro la América meridional , impi
dió llevar á cabo este proyecto : cre
íase jeneralmente que ya se habia
abandonado del todo, cuando en
1829 se espidió un decreto en que,
despues de haberse abrogado la re
pública de Buenos-Aires todos los
derechos de la corona de España so
bre las tierras de cerca del cabo de
Hornos, contenia las siguientes dis
posiciones:
 PATAGONIA.
Articulo t.° Las islas Malvinas y
las adyacentes al cabo de Hornos en
el Océano atlántico, tendrán un go
bernador military político , que se
rá inmediatamente nombrado por
el gobierno de la república.
Art. 2.“ Este gobernador residirá
en la isla de la Soledad, donde se le
vantará una batería y se enarbolará
el pabellon de la República.
Art. 3.° Dicho gobernador cuida
rá de la observancia y ejecucion de
las leyes de la república, así como
de los reglamentos concernientes á
la pesca de focas y ballenas en las
costas. . alegre conversacion amenizó la co
Poco tiempo despues se supo en
Europa que Mr. Luis Vernet de
Hamburgo, que acababa de esplo
rar las Malvinas, estaba nombrado
obernador de estas islas, y que ha
ia partido con su familia y cuaren
ta colonos ingleses y alemanes, aramarinos y pescadores. El estableci
empezar el proyectado estab eci miento de Mr. Vernet consiste en
miento en la bahía francesa. unos quince esclavos que él_ mismo
No pasarémos adelante sin dejar ha comprado al gobierno arjentino,
de manifestar ue las razones que
se alegaban enel decreto de la repú
blica de Buenos Aires eran suma
mente estrañas. Una colonia que se
eniancipa , no por eso hereda el ter
ritorio contiguo que perteneció á
sus dueños , pues si esta doctrina
tan singular se admitiese en el códi
go de las naciones , hubieran podi
doreclamar por ejemplo los Esta
dos Unidosde América á Terranova
y el Canadá á título de herencia.
En semejantes casos la fuerza cons
tituye la autoridad , y por esta razon
pasaron las Malvinas á manos de la
república arjentina. Por lo demás,
el gobierno de Buenos-Aires no te
nia necesidad de apoyarse en tan
frívolos argumentos y encubrir su
usurpacion con la capa de la lejiti
midad , pues no necesitaba eseusa
para justificar un hecho que mu
cho tiempo hacia estaba autori
zado por el uso entre los pueblos ci
vilizados.
Creemos que no carecerá de inte
rés el saber lo que fué en poco tiem
po la colonia de la Soledad en manos
de Mr. Vernet. El siguiente estracto
de una carta escrit al capitan Kinga,
_
or un oficial amigo suyo , nos fa
icita curiosos pormeno :‘« El esta
69
blecimiento , dece , forma un se
micírculo ¿al rededor de un te
rreno á dondesellega por un pa
sadizo estrecho que forma parte de
la bahía. Los Españoles tenian defen
dida esta entrada or dos fuertes
que en la actualida están arruina
dos. El gobernador Vernet me reci
bió con benevolencia; es un sujeto
muy instruido y posee varios idio
mas. Su casa larga y baja , consta de
un solo piso con paredes de piedra
muy gruesa. Encontré en ella una
buena librería , compuesta de obras
españolas , alemanas é inglesasiUna
mida, ála cual asistieron Mr. Ver
net, su mujer, y algunos convidados;
r la noche hubo música, canto y
aile. Este concierto improvisado
me pareció muy estraño en las islas
Falkland donde solo creia encontrar
con la condicion de enseñarles al
gun oficio útil, y darles libertad al
cabo de algunos años de serviduin
bre. Estos esclavos son de edad de 15
á 20 años y arece que se tienen por
dichosos. El número total de losha
bitantes de la isla no pasará de cien
to, comprendidos veinte y cinco
Ganchos y cinco Indios. Habia dos
familias holandesas, cuyas mujeres
se ocupaban en ordeñar las vacas y
hacer manteca; dos ó tres familias
inglesas, y una alemana; el resto se
componia de comerciantes españo
les y portugueses. Los Gauchos eran
de Buenos-Aires, y su capataz un
francés.»
Estos pormenores prueban que los
colonos tenian motivos para confiar
recojer el fruto de sus sudores. Des
graciadamente una catástrofe impre
vista cayó sobre ellos y aniquiló el
fruto de sus trabajos.
Mr. Vernet además del título de
gobernador de las Malvinas, habia
obtenido el rivileiio esclusivo de
la esca en e archipiélago. Apenas
se alló revestido de sus funciones,
mandó alejar las naves anglo ameri
canas, cu as tripulaciones devasta
ban las ba ias mas pobladas de am
íibios, y mataban indistintamente
 70 HISTORÏA
en todo tiempo el ganado errante en
las llanuras. Habiendo visto en 1831
un buque de aquella nacion , u_e
estaba paescndo en las costas Ma vi
nas á pesar de los avisos oficiales co
' inunicados al cónsul de los Estados
Unidos,se apoderó el gobernador
de la embarcacion , y este acto de re
presion le acarreóá él ya su desgra
ciada colonia , toda la cólera del ca
pitan americano , Silas Duncan , co
mandante de la corbeta Líezngton.
Sin estar en lo mas mínimo autori
zado este marino por su gobierno,
se dirijió á las Falkland , atacó re
pentinamente el nuevo. estableci
miento, saqueó las propiedades de
sus colonos y arrasó, sus viviendas.
Muchos de ellos fueron conducidos
prisioneros á bordo de la corbeta,
ycon muy mal trato á Buenos-Ai
res, dondelos dejaron en manosdel
gobierno en 1832. Los Estados Uni
dos aprobaron la conducta brutal
del capitan Duncan , y reclamaron
no tan solo las indemnizaciones por
los per'uicios causados al comercio
de la nion, sino tambien una re
paracion por los supuestos daños
que habian recibido personalmente
los ciudadanos americanos.
Mientras que estaban perdiendo
el tiempo los Estados Unidos con la
república de Buenos-Aires en inter
minables discusiones , la Inglaterra,
que no habia cesado de considerar
se como única soberana de las islas
Falkland , y que ya antes habia pro
testado contra la instalacion de la
colonia republicana , dió órden al
comandante de su estacion naval en
la América del Sur, ara que man
dase un navío al arc ipiélago é hi
ciese tremolar en aquellas islas la
bandera británica, confirmando los
FIN.
l)! LA
derechos del dominio ingles y ha
ciendo desaparecer todo cuanto per
teneciaal obierno’ deBuenos-Ayres.
lin 2 de fe rero de 1832, fondeó la
fragata. Clio en la bahía de Berkeley ,
y la Tyne en Port Egmont. En am
os puntos se enarboló el pabellon
inglés con salvas de artillería. La
corta guarnicion republicana rindió
las armas sin ninguna resistencia , y
partió para la Plata en un scboener.
armado que liabia en la bahía. _
Desde entónces pertenecen las
Malvinas á la Gran Bretaña, aunque
esta potencia no se ha ocn ado en sa
car los recursosqueindu ablemente
ofrecen aquellas islas. En 1834 fué
enviado á Puerto Luis un teniente
dela marina real, con órden de re
sidir en él, sin que sepamos lo que
haya hecho des nes, porque aquí
carecemos de ocumentos, tanto
franceses como ingleses , relativos á
este asuuto.
Seguramente no hemos dicho to
do lo concerniente á las Malvinas ,
por ue la posicion de estas islas al
con in meridional del continente
americano, en parajes muy precio
sos para el comercio, les promete
un destino no menos fecundo en vi
cisitudes como ha sido el período de
su existencia cuyo cuadro acabamos
de bosquejar.
Sin embargo , han perdido de su
importancia como puerto de arriba
das, estando de dia en dia mas aban
donado el paso al Océano-Pacifico
por el cabo de Hornos, para el es
trecho de Magallanes. Los ballene
ros y otros barcos que se dedican á
la pesca de las focas cerca de las tier
ras polares, son los únicos que van
lzoy dia á las Malvinas para refres
car sus víveres.
.
 RÑIDÏIQE
DE LA

PATAGONULTIERBA DEL FUEGO

Se www %M;m%%%u
wuv0—-—

Páj _ Pá
Gobierno. . . . . . .
INTRODUCCIÓN. Í
Leyes. . . . . . . . . id.
PATAGONIA.
Historia. . . . ¡v-obíacilcan ‘dei 31
Descripcion de la
Sïtuacíon jeográficau—Configura Cármen. . . . . . 33
cionjeueralylímiies. . . . Continuacion de la historia de los
Golfos , cabos y montañas" establecimientos españo es en
Volcanes. . . . . . . . . la Patagonia. . . . . .
Ríos" . . . . . . Estrecho de Magallanes.
Lagos. . . . . . .
Clima,aspect0. . . . . . . ruina} mu. yume.
Constitucion del terreno. . . . Cabo de Hornos. . . u.
Viaje á la América meridional. . Aspecto de la Tierra del Fuego. .
Aventura deBanks y de Solander.
HISTORIA NATURAL.
Historia natural. . . . . .
Vejetales. . . Habitantes. . . . . . . .
Animales. . . . . . . . . Idioma. . . .
El hembra-Tribus indíjenas. .
ISLAS MALVINAS.
Poblacion dela Patagonia .
Patagones del norte. Su retrato. Descrípcion jeneral.
Traje. . . . . Produccionesr-Vejetales. .
Carácter. . . . . . Animales. . . . . . .
Usos y costumbres. . . . . Isla de la Soledad. . . . . .
Patagones del sur. . . . . Isla de Falkland propiamente dicha.
Creencias relijiosas. supersticio New-Island d Nueva Islandia. .
nefl, , . v u o I o . o Ojeada histórica sobre las Malvi
Ienio nactonal, lengua. . nas. .
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INÁÜÍML
PARA LA COLOCACION m: LAS LÁMINAS.

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1 s Mapa de la Patagonia .Isla de Wollaston cerca

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Patagones del Norte. 14y15 del cabo de Hornos. id.
Patagones del Sur. náys5 Fueguenses. 49 y 50
Toldo y sepulcros de los Wigwams de los Fue
Patagones. n5yn6 guemes en Puerto-Es
Fondeadero y ruinas es pernnza. id.
pañolas en Puert-De 10 Fneguenseu. 5o y 51
' seado 3sy35 13 Colonias Perto-Luis
Aldea del Cármen. 36y34 en la isla de la Sole
Monte Sarmiento. 4=y43 dad. 63'
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