Arteterapia

Guiones de actividades
"Aventura en el mar"
Dra Anna Glińska – Lachowicz 

Grupo de edad a partir de 5 años

Número de participantes grupo de preescolar
Lugar aula de preescolar
Materiales auxiliares (anexo): ilustración que presenta una isla
Materiales auxiliares a preparar por uno mismo:
cualquier música relajante, una concha, rotuladores, pizarra, imanes, hojas A4 y pegamento
Objetivos:  reducción de la tensión muscular y desarrollo de la imaginación

I. Preparación
Al principio presta atención a que haya espacio en el aula. Si es posible, limita los objetos que puedan
distraer la atención. Ten cerca de ti un reproductor de CD con una música relajante encendida
(elección libre). Recuerda que la música no sea demasiado fuerte, de forma que complemente tus
palabras. Si quieres, puedes leer el cuento sin que participe la música. Todo depende de las
posibilidades de concentración de los niños. Prepara también rotuladores, bastantes hojas A4,
pegamento e imanes. Las ideas que se les ocurran a los niños se colocarán en la pizarra. Pon la concha
en un lugar no visible.

II. Desarrollo
Cuéntales a los niños que las actividades serán muy agradables. Pide que todos se sienten o se
acuesten en un lugar cómodo, que les deje libertad, y que a continuación cierren los ojos y escuchen
con atención el cuento (en este momento puedes poner música relajante).

AVENTURA EN EL MAR

Imagínate que estás acostado en una balsa mecida por el mar. El viento sopla
agradablemente en tu cara y revuelve tu pelo. A menudo cae alguna gota sobre tu
cuerpo. El agua es muy salada, como si alguien le hubiera echado una tonelada de sal.
El sol calienta agradablemente tu cuerpo. Escuchas el murmullo del mar.
Estás muy a gusto. Por encima de ti vuelan gaviotas, que trazan ochos. De repente te
levantas y ves una isla en la lejanía. Agarras un remo y remas con todas tus fuerzas en
dirección a la isla. Ya has llegado...
Te bajas de la balsa, el agua te llega hasta los tobillos y sientes como los pececillos te
hacen cosquillas en los pies. Llegas a la arena, que está caliente como si estuviera
ardiendo. Con unos rápidos saltos llegas hasta un lugar en el que todo está muy verde.
Aquí crecen muchos tipos de frutas, que nunca antes habías visto. Tienen un aspecto
apetitoso, se te hace la boca agua. Sin embargo, ves un cocotero y rápidamente trepas
a él para coger su fruto. Te elevas con las piernas y los brazos, es muy difícil.
Finalmente coges un coco,
Bajas con él al suelo, lo abres. Mmmmm... un placer, el agua de coco refresca
agradablemente y los trocitos de coco crujen entre tus dientes.
Te sientes soñoliento... Cierras el ojo derecho, luego el ojo izquierdo.
Te quedas dormido...
Tras leer el cuento puedes tocar delicadamente la cabeza de cada niño y "despertarlos" sin hacer
ruido. También puedes pedir que esto lo haga por orden el niño que elijas. Habla con los niños
sobre el argumento del cuento. Pregunta:
• ¿Cómo te sentías mientras leía el cuento?
• ¿En qué pensabas?
• ¿Qué pudiste imaginar fácilmente?
• ¿Qué te costó imaginar?

A continuación saca de su escondite el tesoro, que es el símbolo de la historia: la concha. Diles

que vas a pasarla. Para conseguir un efecto de concentración de la atención, puedes mencionar
que la concha habla un "idioma marino" especial. Muestra a los niños cómo puede escucharse este
idioma y acércate la concha a la oreja. El juego termina en el momento en que la concha regresa a
la persona que dirige la actividad. Recuerda a los niños que en la historia había una isla como
muchos tipos de frutas. Pídeles a los niños que colaboren. Pídeles que dibujen una fruta
excepcional y que nunca antes hayan visto. Tras realizar los trabajos colócalos en la pizarra,
pinchándolos en un árbol en la ilustración de la isla.

III. Finalización
Propón a los niños que la relajación se convierta en un ritual del grupo. Para que sea así, es
necesario repetir esta técnica. El método de visualización es sencillo de realizar por el profesor.
Se pueden aprovechar historias ya preparadas o inventarse otras. Para finalizar, se puede volver
a jugar a pasar en silencio la concha y escuchar su "idioma marino".
 Arteterapia
Guiones de actividades 
"¿Cómo aprender a descansar?"
Dra Anna Glińska – Lachowicz 

Grupo de edad a partir de 5 años

Número de participantes grupo de preescolar
Lugar aula de preescolar
Materiales auxiliares (anexo): dibujo de la habitación para la relajación (a diseñar)
Materiales auxiliares a preparar por uno mismo:
lápices de colores y rotuladores
Objetivos: 
• desarrollo de la habilidad de concentrarse en el texto leído
• aprendizaje de métodos de relajación
• valoración del papel del descanso en la vida del hombre
• formación de la imaginación

I. Preparación
Para la realización de este guión no hacen falta muchos materiales auxiliares y puede realizarse con el
grupo completo. Prepara el número adecuado de ilustraciones que presentan la habitación, así como
lápices de colores y rotuladores.

II. Desarrollo
Reúne a los niños en un círculo, si quieren pueden acostarse. Lee la historia completa y a continuación
anima a los niños a realizar un trabajo plástico: una habitación para la relajación.

SOBRE UNA ABEJA QUE NO SABÍA DESCANSAR

Hace mucho tiempo en un reino llamado el País Dulce vivía una colonia de abejas. Las
abejas eran increíblemente trabajadoras y todos los días recogían néctar para su
reina. En la colonia de abejas había también una abeja, Frania, que iba a la guardería.
Frania ya estaba en la clase de los mayores, así que a diario aprendía cada vez más.
En la guardería pasaba el tiempo muy intensamente. Cuando era la hora de las clases
con la señorita, la abeja escuchaba con mucha atención y respondía a las preguntas.
Era muy inteligente. Frania también dibujaba muy bien. En su tiempo libre en la
guardería jugaba con otras abejas a las casitas, las tiendas y a construir con bloques.
Tras volver a casa la abeja ayudaba un poco a sus padres en las tareas domésticas.
Mientras, por la tarde hacía muchas cosas diferentes: dibujaba, construía, saltaba en
el brincolin y no estaba ni un poquito cansada... ¿Raro verdad? ¿Se pueden imaginar
que todavía seguía teniendo fuerzas después de todo el día saltando y haciendo otras
cosas? Nuestra abeja Frania tenía un problema: no sabía descansar. Todo el tiempo
estaba en movimiento y hacía alguna cosa, y al día siguiente se levantaba muy
cansada. Un día durante las clases en la guardería Frania simplemente se quedó
dormida. Esto preocupó mucho a su tutora, que decidió hablar con sus padres. La
señorita de la guardería de abejas era muy agradable y tenía muchas ideas
interesantes.
Les ofreció ayuda a los preocupados padres.
¿Qué cren que hizo? Decidió que todos los días llevaría a Frania a una pequeña sala especial en la
guardería, en la que le enseñaría a descansar y relajarse. La abeja no podía esperar a las primeras
actividades. Después de comer Frania fue con la señorita a otra sala, en la que se estaba muy a
gusto. En esta sala había mantas, colchones, peluches y una grabadora de la que salían los sonidos
de una música agradable para el oído. La maestra contó un cuento a la abeja que le permitió
relajarse y descansar. Luego hicieron juntas una bonita imagen con pequeñas cuentas. Frania se
dio cuenta de que no era necesario hacer algo todo el tiempo y que el descanso también es
agradable y ayuda a renovar fuerzas. Los padres estaban encantados con las actividades y los
progresos de su hijita.
La pequeña abeja iba de buen grado a las actividades de relajación y aprendió a valorar el tiempo
libre.

Pregunta a los niños:

• ¿Les gustarían también unas actividades como estas?
• Intenten diseñar una sala en la que les gustaría descansar y relajarse.

III. Finalización
Las actividades pueden resumirse con una discusión acerca de los métodos de relajación.
Pregunta a los niños cómo les gusta descansar y anímalos a realizar esta actividad. También
puedes hacer preguntas sobre el cuento:
• ¿Qué problema tenía la abeja Frania?
• ¿Quién fue la primera en darse cuenta del problema de Frania y cómo la ayudó?
• ¿Cómo era la habitación para la relajación?
• ¿Qué juegos utilizaba la maestra para ayudar a la abeja a relajarse?