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Caballo
Estado de conservación
Domesticado
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Perissodactyla
Familia: Equidae
Género: Equus
Especie: E. ferus
Subespecie: E. f. caballus
LINNAEUS, 1758
Sinonimia
Equus caballus
Índice
1Etimología
2Taxonomía
3Evolución
4Anatomía
o 4.1Porte
4.1.1Ponis
o 4.2Estructura ósea
o 4.3Cascos
o 4.4Dientes
o 4.5Aparato digestivo
5Colores y marcas
o 5.1Capas
o 5.2Manchas
5.2.1En la cabeza
5.2.2En las extremidades
o 5.3Remolinos
o 5.4Espejuelos
6Biología y comportamiento
o 6.1Reproducción
o 6.2Edad
o 6.3Temperamento
o 6.4Aires
6.4.1Paso
6.4.2Trote
6.4.3Galope
o 6.5Patrones de sueño
o 6.6Lenguaje corporal
7Razas
8Uso deportivo
9Situación actual
10Caballos famosos
11Véase también
12Referencias
13Bibliografía
14Enlaces externos
Etimología[editar]
El término latino utilizado para denominar al caballo era equus,4 mientras caballus,
que derivó en la palabra «caballo», es un término del latín tardío, posiblemente de
origen celta, que significa «caballo castrado».45 «Yegua» procede del femenino
de equus, «equa».4 A los animales jóvenes en general se los denominaba pullus,
textualmente «pollos», que originó la palabra pulliter, pullitri que derivaría en
«potro» o «potrillo».
Taxonomía[editar]
Linneo clasificó a los caballos domésticos en 1758 en la especie Equus caballus. Al
demostrarse que los caballos domésticos actuales y su antepasado silvestre extinto,
clasificado como Equus ferus (caballo salvaje), pertenecían a una misma especie
debía asignársele un único nombre científico. Generalmente en casos como este se
aplicaría el principio de prioridad usado en la nomenclatura científica, que establece
que debe permanecer como nombre específico el primero en haber sido registrado,
siendo caballus el más antiguo. Pero la Comisión Internacional de Nomenclatura
Zoológica determinó en 2003 en la opinión 2027 que los caballos actuales, al igual
que otras diecisiete especies domesticadas, debían nombrarse como su variedad
salvaje extinta, Equus ferus, para evitar la paradoja de que los linajes anteriores, los
silvestres, fueran nombrados como subespecies de sus descendientes. Por lo tanto
el nombre específico que prevalece para los caballos actuales es Equus ferus,
quedando el término caballus como nombre trinomial que designa a la subespecie
doméstica.1
Los caballos se clasifican dentro del orden de los perisodáctilos, perteneciendo a
la familia de los équidos, a la que también pertenecen los asnos (Equus africanus),
el onagro o el kulán (Equus hemionus), el kiang (Equus hemionus kiang) y
las cebras, en la que están estrechamente emparentados al pertenecer todos al
único género superviviente, Equus.
Evolución[editar]
Esquema resumido de la evolución del caballo
La evolución del caballo puede seguirse a través del registro fósil llamado Eohippus,
un pequeño mamífero herbívoro que vivió durante el Eoceno, hace cincuenta y cinco
millones de años, en América del Norte. Se supone que de él descienden todos los
équidos posteriores, incluido el género Equus.
El Hyracotherium fue alguna vez considerado como el miembro más antiguo de la
familia Equidae antes de que su especie tipo, H. leporinum, fuera reclasificada como
un paleotérido, un tipo de perisodáctilos relacionados tanto con los équidos como
con los brontotéridos.6 A primera vista era similar a un perro pequeño.
La evolución posterior de Hyracotherium le hizo aumentar su altura hasta los
115 cm y perder sus dedos hasta hacerse monodáctilo, es decir, con un solo dedo.
Poco a poco, su único dedo se endurecería mediante mutaciones, hasta desarrollar
cascos que les permitían huir de los depredadores. En esa época aparecieron a la
vez en Norteamérica y Eurasia diversas especies y géneros relacionados.
Parece ser que las especies euroasiáticas desaparecieron; sin embargo, las
especies americanas dieron lugar durante el Oligoceno al género Mesohippus del
tamaño de una gacela, que tenía sólo tres dedos en las patas delanteras y que ya
presentaba pies con forma de casco.7
Algo más tarde, en el Mioceno, a Mesohippus le
sucedió Hypohippus y Anchitherium; se cree que ambas especies colonizaron
después Eurasia desde América del Norte. Otros descendientes
de Mesohippus fueron Miohippus y Merychippus; este último género
desarrolló dientes con coronas muy altas, lo que le permitió, a diferencia
de Hyracotherium, que pastaba hierba, ramonear las hojas y brotes de árboles y
arbustos. Entre los descendientes de Merychippus estaba Hipparion, que durante
el Plioceno se desplazó y expandió desde Norteamérica hasta Eurasia,
y Pliohippus (primer antepasado de un solo dedo), antecesor de Pleshippus y de su
sucesor, el caballo moderno, es decir, el género Equus, que apareció hace cinco
millones de años.8
Se cree que durante el Pleistoceno, hace unos quince mil años, el
género Equus extendió su área de distribución desde Norteamérica
a Eurasia y África cruzando el puente de Beringia.9 Hace unos 10 000 años, los
caballos se extinguieron en Norteamérica,1011 por causas aún desconocidas, quizá
por algún cataclismo climático que modificó los ecosistemas americanos.12 Diversos
hallazgos en cuevas de Europa indican que el caballo era un animal muy abundante
durante la Edad de Piedra en dicho continente; se han encontrado suficientes restos
de esqueletos de caballos dentro y en los alrededores de estas cuevas como para
afirmar que eran consumidos por el ser humano. El número de caballos disminuyó
en el neolítico, cuando Europa estaba cubierta por bosques en su mayor parte. Se
han encontrado restos de la Edad del Bronce, embocaduras y piezas de arneses,
que demuestran que el caballo ya estaba domesticado en esta época. Esta
domesticación siglos más tarde permitió, tras el descubrimiento de América, que los
caballos fueran reintroducidos por los conquistadores españoles en el continente
que los vio surgir.
Anatomía[editar]
Porte[editar]
La altura de los caballos, como en los demás cuadrúpedos, se mide hasta la cruz,
donde encuentran las escápulas, es decir el punto donde se une el cuello con el
lomo del caballo. Se elige como referencia este punto por ser una altura estable que
no puede subir o bajar como la cabeza o el cuello.
El tamaño de los caballos varía considerablemente entre las distintas razas, y
también está influido por la nutrición. Según su porte las razas de caballo suelen
dividirse en tres grupos:
pesados o de tiro;
ligeros o de silla;
ponis y razas miniatura.
La altura de los caballos de silla o ligeros suele oscilar entre 142 y 163 cm y su peso
oscila entre 380 y 550 kilogramos.13 Los caballos de silla más grandes tienen una
altura a partir de 157 cm y llegan hasta 173 cm, pesando alrededor de 500 a 600 kg.14
Las razas de tiro o pesadas miden generalmente de 163 a 183 cm y pueden pesar
entre 700 y 1000 kg.15
El tamaño de las distintas razas de caballos puede variar considerablemente, como puede
observarse en estos dos ejemplares adultos.
Poni trotando.
Colon de caballo
Los caballos son herbívoros con un aparato digestivo adaptado a consumir una
dieta de hierba y otros materiales vegetales durante la mayor parte del día.34 En
comparación con los humanos tienen un estómago relativamente menor pero unos
intestinos mucho más largos que permiten un flujo continuo de nutrientes. Un
caballo de 450 kg come entre 7 y 11 kg de comida diariamente, y en condiciones
normales bebe de 38 a 45 litros de agua. Los caballos no son rumiantes, por lo que
solo tienen una cavidad en su estómago, a diferencia de las vacas o las ovejas que
tienen cuatro cavidades. Pueden digerir la celulosa de la hierba gracias a que
poseen un ciego muy desarrollado, por el que la comida pasa antes de llegar
al intestino grueso. A diferencia de los humanos los caballos no pueden vomitar, por
eso los problemas digestivos pueden provocarles cólicos que les pueden ocasionar
la muerte.35
Colores y marcas[editar]
Ponis islandeses con distintas capas. De izquierda a derecha: alazán, negro, roano y blanco.
Caballo bayo
Caballo palomino con barra
La «raya de mulo» es una línea oscura que recorre toda la zona de la espina
dorsal del caballo, desde la cruz hasta la cola.
En la cabeza[editar]
Barra o cordón: tiene una línea blanca de los ojos al hocico, pudiendo ser más o
menos ancha.
Cabeza de moro: la cabeza es de un tono más oscuro que el cuerpo.
Carablanca: la parte frontal de la cara es totalmente blanca, incluyendo la zona
de los ojos.
Careto: tiene una mancha blanca que se va ensanchando desde la frente hasta el
hocico.
Corte: tiene una mancha blanca en el hocico.
Lucero: tiene una mancha blanca en la frente, que puede ser en rombo, en media
luna, en cruz, etc.
En las extremidades[editar]
Biología y comportamiento[editar]
En la naturaleza los caballos son presas de los depredadores y por ello tienen
fuertes instintos de huida y defensa. Su primera reacción ante una amenaza es
asustarse y huir pero también son capaces de defenderse cuando no pueden
escapar o cuando se amenaza a sus crías. Suelen ser curiosos, y cuando se asustan
suelen investigar un instante sobre la causa de su miedo y no siempre huyen al
descubrir que hay peligro. La mayoría de las razas de silla se han desarrollado por
su velocidad, agilidad, resistencia y estado de alerta; cualidades naturales que
provienen de sus ancestros salvajes. Aunque por la cría selectiva algunas razas son
más dóciles, en especial los caballos de tiro.42
Los caballos son animales de manada, con jerarquías claras, liderados por un
animal dominante (generalmente una yegua). Por lo tanto, son animales sociales que
establecen vínculos de unión con individuos de su propia especie y con otros
animales, incluidos los humanos. Se pueden comunicar de varias formas, con
vocalizaciones y relinchos de varios tonos, mediante el acicalado mutuo y el
lenguaje corporal. Muchos caballos son difíciles de manejar si se separan del grupo,
pero con entrenamiento, aprenden a aceptar la compañía humana, y así se sienten a
gusto separados de otros caballos.43 Cuando son encerrados sin compañía y sin
recibir ejercicio y estimulación adecuada, pueden desarrollar lo que se llama vicios
de establo, varios malos hábitos de origen psicológico, entre los que se incluye la
masticación de las maderas, dar coces a las paredes, andar hacia delante y atrás,
entre otros problemas.44
Reproducción[editar]
El caballo alcanza la madurez sexual a los cuatro años. La gestación dura unos
once meses, y la hembra da a luz una única cría (el nacimiento de gemelos es algo
raro como los partos de tres o más potrillos, y se da más en yeguas de edad
avanzada). Los caballos domésticos pueden tener dificultades en el acoplamiento
sexual por lo que, en ciertas ocasiones, a la hora de fecundar a la hembra se hace
necesario que dirija el pene del caballo una persona, a la que se la llama
«mamporrero».
Edad[editar]
Tienen una vida media de veinticinco a cuarenta años en cautividad y en libertad
viven en torno a los veinticinco años. La inclinación de los dientes incisivos se
incrementa con el tiempo y sirve para determinar la edad del caballo. Es normal que
en cualquiera de los casos vivan algo más. La madurez no la alcanzan hasta los
cuatro años, cuando dejan de ser potros (potrancas en el caso de que sean
hembras). A esa edad se los comienza a domar y a montar. A los cuatro años son
considerados caballos adultos, y tienden a tranquilizarse. Un caballo con buena
salud puede ser montado hasta bien entrados los veinte años.
Temperamento[editar]
Por su temperamento las razas se dividen en:
Paso
Paso[editar]
El paso es el aire más lento, con cuatro tiempos. El caballo en este aire avanza en
bípedo lateral (es decir, avanza el pie derecho y después la mano derecha, seguido
por el pie izquierdo antes de la mano izquierda). Es un aire marchado, pues siempre
hay dos o tres pies apoyados en el suelo dependiendo del momento, y simétrico,
porque el movimiento del bípedo diagonal izquierdo se repite de manera idéntica en
el bípedo contrario. Se calcula que su velocidad media es de 6 a 7 km/h en un
caballo de estatura media.
Trote[editar]
Trote
El trote es un aire más rápido que el paso, de dos tiempos (dos bípedos diagonales),
simétrico y saltado (porque en un momento determinado, el caballo queda en
suspensión, sin ningún pie apoyado en el suelo).El trote puede ser de trabajo (a
buen ritmo), reunido (un aire cadenciado, lento y elevado) o largo (en el que el
caballo alcanza la mayor amplitud de tranco; no por ello es el más rápido). Hay dos
formas de montar al trote:
Galope