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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

UCAYALI
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE AGRONOMIA

CATEDRA : Propagacion de plantas

TITULO: Tecnicas de injerto.

DOCENTE : Dr. Fernando Perez Leal

INTEGRANTES : Franklin Santiago Murga 0002160638

GRUPO : VI Dia: jueves Hora: 10:00 am

CICLO ACADEMICO : 2018 - II

FECHA DE ENTREGA : 18/09/18

PUCALLPA – PERU
2018

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I. Introducción

El injerto es una práctica habitual en agricultura y horticultura, aunque su


conocimiento a nivel general está poco extendido. Sin duda esta práctica
tan antigua, sería imposible en la actualidad y lo hubiera sido en tiempos
pasados mantener muchas de las variedades de plantas de cultivo, en
especial de frutales. Se tienen datos que confirman que estas técnicas de
los injertos eran conocidas en China y en Mesopotamia hace más de
2.000 años. El término injertar tiene la misma raíz que insertar, ensartar,
ingerir, o su forma antigua enxerir. La palabra latina de la que proceden
estas denominaciones es insitio, siendo insitivus el árbol o arbusto
injertado. Desde antiguo se conoce un arbusto del grupo de los ciruelos
que servía como portainjertos de variedades cultivadas, pues no todos los
patrones, portainjertos o receptores del injerto se utilizaban para este fín y
la experiencia había seleccionado los mejores; se trata de Prunus insititia.
o ciruelo de injertos. Otras rosaceas que se utilizan como portainjertos son
los majuelos o Crataegus monogyna. y los membrilleros o Cydonia
oblonga.; y en el grupo de los Prunus el cerezo de Santa Lucia o Prunus
mahaleb. es uno de los más utilizados. Realmente se trata de una
ingerencia de una planta en otra, ensartando la ramilla de una en el tronco
de otra, o insertando un pedacillo de planta en otro. Si nos referimos a la
esfera de los mitos y de las creencias, en el mundo clásico se consideraba
que el dios Saturno había inventado el cultivo de los árboles frutales y
también el injerto de estos, todo ello como un efecto civilizador y un bien
para la humanidad. Ya Virgilio nos habla de ella, la acción de injertar,
aludiendo su personaje Melibeo a que “injerta el peral”. El injerto era
motivo de reflexión sobre el orden natural, ya que aunque este había
surgido para educar la naturaleza, no todos los injertos eran posibles.
Según ciertas creencias no se permitía mezclar todas las especies.
Además el abuso de injertos posibles haría que los rayos fulminaran en
igual número al árbol en cuestión, interpretándose como un castigo divino
para erradicar una monstruosidad y evitar así una posible transgresión.

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II. Revisión bibliográfica

Injertos. Data de tiempos muy antiguos es así que se


encuentran pruebas de que esta práctica existe desde
hace 1000 años antes de Cristo y si observamos
simplemente a la naturaleza vemos que en ella se producen
injertos de manera natural. La práctica de esta técnica ha
ido mejorando con el transcurso de los años evolucionando
con el aumento del conocimiento sobre fisiología y citología
que permite entender los diversos procesos que se
producen entre el patrón y la púa.
La injertación es una técnica muy antigua de propagación
vegetal, existen evidencias que prueban que era utilizada
por los Chinos en el 1000 a. C. Presumiblemente, el hombre
haya tomado la idea a partir de la observación de los
injertos que se producían naturalmente entre las ramas de
los árboles al frotarse las cortezas entre sí por acción de
distintos elementos, como por ejemplo el viento, y quedar
expuestos los tejidos específicos que, con el tiempo,
generaban una fuerte unión.
A continuación se expone una recopilación que tiene como
objetivos fundamentales resumir e ilustrar sobre los
aspectos más relevantes que hacen de esta técnica una
herramienta valiosa en la propagación de los árboles
frutales.

Fig. 1: La parte que constituye la porción baja o raíz se llama patrón, pie o portainjerto y la parte superior de la nueva
planta se la denomina púa, aguja o injerto.

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El injerto o púa unión del injerto el patrón se convierte en un árbol o copa junto al
patrón.

Reproducción y Multiplicación

Si bien a menudo, estos dos términos son utilizados indistintamente para


referirse a la propagación de los vegetales, sus significados son diferentes y es
conveniente emplearlos en su correcta acepción. Se reproduce un frutal cuando se
emplea la vía sexual (semillas) y se multiplica cuando se utiliza la vía asexual (yemas,
estacas, etc.).
La reproducción es el medio natural por el que se propagan las plantas,
asegurando la perpetuación de las especies; por el contrario la multiplicación es el
medio artificial, creado por el hombre, que permite, fundamentalmente, conservar las
características de una variedad, originalmente obtenida por vía sexual o por
mutaciones, que no se perpetúan fielmente por semillas.
Entre los métodos empleados para la multiplicación de frutales, la injertación es, sin
duda alguna, uno de los procedimientos utilizados con mayor frecuencia, que ofrece
enormes ventajas sobre otros métodos de propagación asexual como son, por ejemplo,
la multiplicación por estacas o por acodos.

Aplicaciones de la Injertación

Objetivo fundamental: consiste en posibilitar la multiplicación de una


variedad o de una mutación de semilla o yema, conservando sus
características ya que con la injertación no hay disgregación de las mismas.
Otras aplicaciones específicas de la injertación son:
% Propagar especies que no producen semillas viables en
% determinadas condiciones ambientales.
% En especies que producen muy pocas semillas.
En especies que no toleran, total o parcialmente, la propagación
% por estacas.
Cuando se requiere adaptar los árboles a diferentes condiciones de
% clima y suelo,
% Regular el desarrollo y la entrada en fructificación de los árboles,
prevenir ataques parasitarios o enfermedades; la injertación permite
combinar un portainjerto con determinadas características con la
variedad a cultivar.
% Sustituir, mediante el reinjerto, cultivares superados desde el punto
de vista agronómico o comercial.
Condiciones que posibilitan el éxito del injerto
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La factibilidad del injerto exige la presencia simultánea de dos tipos de
condiciones.
Una de ellas deriva de la habilidad del injertador para poner en contacto las
partes adecuadas de la anatomía vegetal que posibilitan la soldadura, durante
un tiempo lo suficientemente largo para que la misma se produzca.
En este sentido, debe favorecerse el mayor contacto posible entre los tejidos de
multiplicación tanto del patrón como del injerto, denominados cambíums y que
se ubican por debajo de la corteza. Dichos tejidos son fácilmente dañados al
exponerse al aire, deshidratándose rápidamente en su superficie, lo que afecta
negativamente el "prendimiento" del injerto.
De esto se deduce la necesidad de realizar la operación con rapidez y limpieza,
utilizando la técnica adecuada, mediante el uso del procedimiento de injerto
más apropiado considerando que las diferentes especies vegetales presentan
distintos grados de aceptación a los variados métodos de injertación.
La segunda condición depende de factores genéticos y consiste en la afinidad
existente entre los organismos o las partes a unir. Es decir, la facultad existente
entre dos individualidades para que sus tejidos puedan unirse y formar uno
solo. En general cuanto mayor es el grado de "parentesco" botánico entre las
plantas que se quieren unir, más posibilidades hay que se presente afinidad
entre ellas, si bien existen numerosas excepciones. Es así que hay total
afinidad entre partes vegetales pertenecientes a una misma varíedad como
entre distintas variedades de una misma especie vegetal.

Clasificación y descripción de diferentes tipos de


injerto
El método de propagación por injerto es conocido desde tiempos muy
antiguos, por lo cual no es de extrañar que exista una gran cantidad de
procedimientos para practicarlo, si bien en muchos casos sólo se trata de ligeras
variaciones de los sistemas clásicos.
Los tipos de injerto pueden ser básicamente divididos en tres
grupos:
  De yema
 de púa
 de aproximación
A estos se suman tipos especiales como lo son el de arco y el de puente
empleados para "reparar" plantas heridas o vigorizar plantas debilitadas.

III. Objetivos

 Conocer los diferentes tipos de injerto, su forma de aplicación, ventajas,


desventajas y como actúa un injerto dentro del patrón.

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 Darnos una idea de las diferentes relaciones y procesos que ocurren en
los tejidos meristemáticos de la planta en el proceso de desarrollo de un
injerto.

 Entender las diferentes relaciones que existen entre un injerto y el patrón,


conocer la compatibilidad e incompatibilidad entre injerto y patrón así
como su eficiencia y procesos por los que se produce esta
incompatibilidad.

 Determinar la importancia que tienen los injertos, como una herramienta


de propagación de plantas y una forma de mejorar la calidad y eficiencia
de algunos cultivares.

 Utilizar la información adquirida y llevar a práctica los métodos aprendidos


en el desempeño de nuestra carrera profesional.

IV. Materiales y métodos

IV.1 materiales

 Cuchilla de injertar.
 Tijeras de injertar.
 Hilo o cinta de injertar.
 Pasta vegetal selladora.
 Piedra de afilar o asentar.

IV.2 metodología

Forma metodológica (pasos) de un injerto por el método del escudete o T normal,


cada método es distinto, lo principal es obtener la mejor yema o cultivar y la
planta o rootstook a injertar, así obtener de forma vegetativa cultivare
homogéneos de mayor producción.

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V. Resultado

Injerto de Corona bajo bolsa de plástico

Pongo como ejemplo un Injerto de mandarino de Filipinas sobre limonero. Este tipo
de injerto se puede hacer en primavera en cualquier árbol o arbusto de hoja
perenne, ya que precisa que el árbol ya esté despierto de su letargo invernal y la
corteza del patrón se despegue con facilidad en:

Naranjo.

Limonero

Mandario.

Pomelo.

Palto.

En los árboles y arbustos de hoja caduca la técnica es la misma, pero se hace


desde mediados hasta finales de invierno y se puede prescindir de la bolsa de
plástico.

En estos árboles caducos también se puede hacer este tipo de injerto en plena
vegetación, desde finales de mayo hasta mediados de agosto, tratándolos como
si fueran de hoja perenne, utilizando la misma técnica descrita a continuación.

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En primer lugar se corta con un serrucho una rama del patrón.

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A

continuación con el cuchillo de injertar se hace un corte vertical en la corteza del


patrón de unos 5 cm.

Con la ayuda de la parte posterior del cuchillo de injertar se despega la corteza


del patrón.

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A continuación se coge una ramita de la variedad a injertar, se le cortan las
hojas, excepto la superior, dejando el pecíolo y con el cuchillo de injertar se
rebaja uno de los lados de la ramita en semibisel. Debemos evitar tocar con los
dedos la parte cortada.

Aquí vemos como queda el corte en semibisel.

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A continuación se introduce la estaquita por el lado biselado dentro del corte del
patrón, introduciendo toda la parte biselada, de manera que ambos cortes
contacten íntimamente y se pueda producir su unión.

Así queda introducida la estaquita o yema del vegetal.

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Seguidamente se ata el injerto con nailon verde o blanca y se envuelve todo el
injerto con mastic de injertar, sin olvidarnos de la parte superior del corte del
patrón y la parte superior de la estaquita. De esta manera queda herméticamente
sellado el injerto, con lo que se evita su secado por transpiración se suministra
agua y nutrientes al injerto.

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Cuando las yemas de las estaquitas brotan, se espera a que los brotes tengan
unos 10 ó 15 cm y luego se desata el nailon. En caso de estar en una zona
azotada por los vientos, se atan ramas al patrón y se sujetan a ellas los brotes
tiernos para que no se rompan

Luego se moja con agua limpia la estaquita y se cubre el injerto con una bolsa de
plástico transparente, evitando así que la estaquita se seque. Pasados unos 15 ó
20 días, ya se puede retirar la bolsa, ya que en este tiempo ambos cambiums ya
se han unido y sellado.

Injerto de Chapa
Pongo como ejemplo un Injerto de naranjo Washington Navel sobre limonero. Este tipo de
injerto se hace en Abril, Mayo y Junio a ojo velando, es decir, que las yemas brotan el mismo
año y en Julio, Agosto y Septiembre a ojo durmiente, es decir, que la chapa o placa agarra bien,
pero las yemas no brotan hasta la primavera siguiente.

Este método de injerto funciona bien en los cítricos, en el olivo y en los algarrobos.

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En primer lugar se corta con el cuchillo de injertar la corteza del patrón en una zona lisa y sin
yemas, haciendo dos cortes horizontales unidos por un corte vertical en forma de H acostada.
Luego con ayuda del cuchillo de injertar se despega la corteza de la madera de cada lado como
si abriésemos una ventana y se recorta un poco la corteza de cada lado en sentido vertical, para
que luego no cubra completamente la chapa. Obsérvese el cambium más claro bajo la corteza,
que es la única parte del árbol que crece y debe entrar en íntimo contacto con el cambium de la
chapa.

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A continuación con el cuchillo de injertar se hacen dos cortes horizontales completos en la
corteza de una rama de la variedad a injertar, rodeándola completamente, seguidos de otro corte
vertical que unan ambos cortes horizontales. Luego con la ayuda del cuchillo se despega la
corteza y se saca entera. Esto es la CHAPA a injertar, que puede tener una, dos y hasta tres
yemas.

La chapa ya despegada y preparada para ser injertada.

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En este caso la chapa tiene dos yemas, señaladas por los dos pecíolos de las hojas, que
habremos cortado para disminuir la transpiración del injerto. Obsérvese el cambium interior de
color más claro y jugoso, que es la parte viva de la chapa y es lo que debe unirse íntimamente
con el cambium del patrón.

A continuación se coloca la chapa en la ventana del patrón, con las dos partes de la corteza ya
rebajadas, para que no cubran completamente la chapa. Observarse que la chapa y la ventana del
patrón tienen las mismas medidas.

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Aquí se aprecia mejor la corteza rebajada del patrón, dejando descubiertas ambas yemas con los
pecíolos. La corteza de la chapa, tanto en su parte superior como en su parte inferior, debe
coincidir con la corteza de la ventana del patrón, para que haya una continuidad, una vez
agarrado el injerto.

Seguidamente se ata el injerto con cinta plástica transparente, especial para injertos de cítricos.
Esta cinta es la misma que se utiliza para los injertos en tomateras y sandías. Es muy resistente,
muy fácil de manejar y su transparencia permite ver el estado del injerto. Una vez rodeado
completamente el injerto, simplemente se hacen dos nudos simples con los dos cabos de la
cinta.

Pasados unos 10 días, si el injerto ha agarrado, los pecíolos se caen nada más tocándolos con el
dedo y dejan una herida bien verde en la chapa.

A los 15-20 días se desata el injerto y, si no han brotado ya las yemas, no tardan demasiado en
hacerlo.

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Injerto de Chip mallorquín.

Pongo como ejemplo un Injerto de Higuera bífera (que da dos cosechas de higos) sobre
una higuera borde nacida de semilla de unos 4 años.

Este tipo de injerto se puede hacer en primavera, cuando el patrón y el injerto están en pleno
crecimiento. También se puede hacer en verano, pero en este caso la yema no se desarrolla hasta
la primavera siguiente.

Este método de injerto es especial para higueras y otros ficus, pero también sirve para cualquier
árbol o arbusto de madera blanda. Yo he hecho varios injertos de chip mallorquín injertando
yemas de Datura arbórea o floripondio de flores rojas sobre otro floripondio de flores blancas,
dando lugar a un árbol con flores de dos colores.

También es un buen método para el palto, el Mango, la Morera y la Asimina triloba

(Paw-Paw tree).

En primer lugar se hace un corte pequeño en el patrón en forma de lengüeta de arriba abajo y
luego otro corte más arriba de unos 3 ó 4 centímetros, también en forma de lengüeta más
alargada, cortando hasta llegar a la lengüeta inferior y quitando un trozo de corteza con un poco
de madera.

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En esta imagen se aprecia muy bien la forma del corte y las tres capas del tallo:

A-La capa exterior con la piel o corteza muerta y justo debajo el Floema o corteza viva.

B- La capa intermedia muy delgada o Cambium, que es la única parte del árbol que crece: hacia
fuera dando el Floema o corteza y hacia dentro dando el Xilema o madera.

C- La capa interna con el Xilema o madera tierna y viva, la cual, al lignificarse y endurecerse,
muere y da lugar a la madera propiamente dicha.

A continuación se corta un escudete con un poco de madera que contenga una yema sin
desarrollar y una hoja, la cual debe cortarse dejando el pecíolo.

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El escudete con madera o CHIP debe ser de madera tierna del mismo año, o sea, que aún no esté
lignificada del todo. El Chip debe tener la misma forma exacta del corte que hemos hecho antes
al patrón. Se aprecia la yema sin desarrollar y el corte inferior en semibisel que encajará en la
lengüeta inferior del corte del patrón.

El pecíolo de la hoja cortada nos sirve para manipular con facilidad el chip, sin tocar la parte
interna, lo cual debe evitarse para no contaminar con bacterias y hongos el corte, lo cual haría
fracasar el injerto.

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Aquí se aprecian muy bien las tres capas de cualquier planta lignificada. La parte blanca interna
es el xilema en vías de lignificación. Le sigue el xilema vivo que poco a poco se va lignificando
hacia dentro. Luego viene una capa delgadísima en forma de línea verde que es el verdadero
CAMBIUM, la única capa que crece y que debe ponerse en íntimo contacto con el cambium del
patrón para que se produzca su unión y el injerto tenga éxito. A continuación le sigue hacia
fuera el floema o corteza viva, seguida de la corteza muerta y seca.

A continuación se coloca el Chip en el corte del patrón, ajustándolo bien para que coincidan las
tres capas antedichas.

Al patrón se le pueden hacer varios injertos a la vez, incluso de diferentes variedades de higuera.

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Seguidamente se ata el injerto con cinta plástica transparente. Esta cinta es la misma que se
utiliza para los injertos en tomateras y sandías. Es muy resistente, muy fácil de manejar y su
transparencia permite ver el estado del injerto. También se puede atar con rafia de injertar.

Obsérvese que ha quedado el pecíolo fuera. Esto tiene dos finalidades: por una parte los jugos
del pecíolo sirven en los primeros días como alimento e hidratación del chip, el cual los
reabsorbe para sobrevivir y por otra parte, si el injerto agarra, al cabo de unos 8 -12 días, al tocar
el pecíolo con el dedo, éste cede fácilmente y se desprende del chip, dejando en él una marca
bien verde y sana. En cambio si el injerto fracasa, el pecíolo cae con dificultad o se queda
pegado al chip muerto y seco.

Han pasado 8 días y, al hacer una ligera presión con el dedo sobre el pecíolo, éste se ha
desprendido con mucha facilidad, lo cual es indicativo de éxito.

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En esta imagen se ve la marca bien verde y sana dejada por el pecíolo al desprenderse. Este
detalle significa que el chip está bien vivo y que ya recibe nutrientes y agua del patrón.

En esta fase hay que esperar una semana más y luego desatar el injerto, volviéndolo a atar
enseguida, pero dejando la yema descubierta, para que pueda brotar.

Pasadas unas semanas la yema del chip empieza a brotar. En este momento o un poco antes, si
se está seguro de que el injerto ha agarrado, se corta el patrón por encima del injerto. En otras
especies esto no se debe hacer hasta que los brotes del injerto midan 10 ó 15 cm, pero en el caso
de los ficus en general se puede hacer sin problemas, dada su facilidad para rebrotar tras una
poda enérgica, sin demasiado peligro de ahogar al patrón o el brote del injerto.
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Una semana después el brote mide unos 4 cm. Ya tenemos una higuera de la variedad deseada.

Y aquí está después de 27 días. Ha crecido 30 cm.

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INJERTO OMEGA

Pongo como ejemplo un Injerto de Kiwi hembra sobre Kiwi macho.

Este tipo de injerto se puede hacer en todos los árboles y arbustos, tanto de hoja caduca
como de hoja perenne, en cualquier mes comprendido entre finales de invierno y
principios de otoño. En los injertos Omega de árboles y arbustos de hoja perenne hay
que cubrir el injerto con una bolsa de plástico. También deben cubrirse los injertos de
hoja caduca si se hacen en plena vegetación, pero no si se hacen cuando el árbol está
aún hibernando.

Un detalle importante a tener en cuenta es que la estaca a injertar y el patrón debe tener
exactamente el mismo grosor.

En primer lugar se corta con unas tijeras de podar un trozo de tallo con una yema de la
planta a injertar y seguidamente se procede a hacerle el corte omega en su parte inferior
con un aparato especial para este tipo de injertos.

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Aquí podes ver estos alicates especiales. Professional Grafting Pliers.

Y aquí se aprecia la cuchilla en forma de Omega.

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El mismo trozo de tallo anterior visto de lado.

En el patrón se hace un corte invertido con el mismo aparato, donde encajará


exactamente el injerto.

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A continuación se acopla el injerto en el patrón, introduciéndolo de lado, respetando la
corvadura en omega.

Aquí se puede ver en detalle el anclaje perfecto del injerto en el patrón.

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A continuación se ata con cinta plástica especial para injertar tomateras y sandías, se
envuelve con mastic de injertar el extremo superior del injerto para que no pierda agua
y no sea atacado por hongos y se deja sin cubrir con una bolsa de plástico, por ser de
hoja caduca y estar todavía hibernando.

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Injerto lateral subcortical

Pongo como ejemplo varios injertos de estacas o púas de pistacho hembra sobre
pistacho borde.

Este tipo de injerto se puede hacer con éxito desde mediados del invierno hasta finales
de la primavera en los siguientes árboles de hoja caduca, dependiendo de la especie, ya
que precisa que el patrón esté empezando a despertar del letargo invernal y su corteza se
despegue ya con facilidad:.

-Durazno, Ciruelo, Damasco, Guayabo, Manzano, Granada.

En árboles de hoja perenne es igual de exitoso, pero debe cubrirse el injerto con una
bolsa de plástico:

-Todas las especies de cítricos, Palto, Mango.

Los árboles de hoja caduca en plena vegetación, incluso en verano.

En primer lugar se hace un corte en T en una zona lisa de la corteza del patrón con el
cuchillo de injertar. Con mucho cuidado y ayudándose con el separador del cuchillo de
injertar se despega la corteza como si se abriera una ventana.

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Se rebaja la estaca o púa a injertar por un solo lado en semi-bisel.

Lado no biselado de la estaca.

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Se introduce la estaca por el lado biselado debajo de la corteza levantada del patrón.

No es necesario introducir la estaca bajo los dos lados de la corteza levantada, es


suficiente que se introduzca en uno de los dos lados. El resultado es el mismo, ya que lo
más importante es contactar íntimamente la parte biselada de la estaca con el cambium
subcortical del patrón.

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En este caso queda una yema introducida, lo cual es una ventaja en el caso de que, una
vez agarrado y brotado el injerto, el viento rompa el injerto. Si queda la parte
introducida, la yema puede brotar y salvar el injerto.

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Seguidamente se ata fuertemente el injerto con rafia de injertar.

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Se embadurna la unión con pasta selladora o carpicola de carpintería.

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Aquí se ven dos injertos laterales subcorticales a distintos niveles en la misma rama de
pistacho borde.

Y ya están hechos los injertos laterales subcorticales. Este tipo de injerto es una
variante del Injerto de Hendidura lateral, modificado por mí, cambiando el corte del
patrón en forma de lengüeta por el corte en T de la corteza, igual al corte del Injerto de
Escudete, pero cambiando el escudete por una estaca.

Este tipo de injerto se puede hacer en todos los árboles y arbustos, tanto de hoja caduca
como perenne, con la salvedad de que en los de hoja perenne se sustituye la estaca por
un esqueje con hojas y se cubre el injerto con una bolsa de plástico transparente durante
varias semanas, para que no se deshidrate. Otra circunstancia a tener en cuenta es que el
patrón debe estar a punto de despertar de la hibernación, para poder despegar la corteza
con facilidad.

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Injerto de Escudete

Pongo como ejemplo un Injerto de naranjo Navelate sobre limonero. Este tipo de injerto
se hace en abril, mayo y junio a ojo velando, es decir que la yema brota el mismo año y
en julio, agosto y septiembre a ojo durmiente, es decir que el escudete agarra pero la
yema no brota hasta la primavera siguiente. Es el injerto típico de los cítricos y los
rosales. También se utiliza con éxito en otros frutales como el durazno, mango,
aceitunas, algarrobo, almendro, etc. de preferencia en pleno verano sobre ramas nuevas
del mismo año.

En primer lugar se corta con el cuchillo de injertar la corteza del patrón en una zona lisa
y sin yemas, haciendo un corte horizontal y otro vertical que va desde el corte
horizontal hacia abajo varios centímetros, en forma de T.

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A continuación, ayudándonos con el cuchillo de injertar, se despega la corteza de ambos
lados como si abriésemos una ventana.

Aquí vemos en detalle cómo se despega la corteza, dejando al descubierto el cambium,


blanco y jugoso.

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Seguidamente cogemos la rama de la variedad a injertar y con el cuchillo de injertar cortamos
la corteza en forma de ESCUDETE, procurando que quede en la parte ancha superior una yema
buena con el pecíolo de una hoja, que habremos cortado para disminuir la transpiración del
escudete. Luego, haciendo palanca con cuidado con el cuchillo de injertar, despegamos el
escudete, evitando tocar con el cuchillo la parte interna de la yema.

Así debe quedarnos el escudete, con su forma típica de escudo medieval.

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Visión lateral del escudete con el pecíolo cortado. Al manipular el escudete debemos
evitar tocar con los dedos la parte interna y jugosa, que es el cambium, la parte viva que
crece y se une íntimamente al cambium del patrón. Para evitar tocarlo, debemos coger el
escudete por el pecíolo.

Aquí vemos la parte interna del escudete con el cambium y varios puntitos verdes que
corresponden de arriba abajo a la parte interna de la yema, la base del pecíolo de la hoja
(dos pequeños puntitos) y luego más abajo el esbozo de una espina, que en este caso no
se ha desarrollado. Debemos evitar coger los escudetes de una yema con espina, ya que
al intentar despegarlos, la espina no se despega y rompe el escudete.

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A continuación cogemos el escudete por el pecíolo y lo introducimos en la ventanita
abierta del patrón.

Si hemos despegado bien la corteza del patrón, la introducción del escudete es muy
fácil.

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Una vez introducido debemos encajarlo perfectamente en la abertura del patrón,
procurando que la parte superior del escudete contacte con el corte horizontal del
patrón, para que, una vez agarrado el injerto, haya una continuidad en las cortezas.

Y por último atamos el injerto con cinta plástica transparente, dejando fuera el pecíolo,
que nos servirá para saber si el escudete ha agarrado, ya que, en caso de haber agarrado,
a los 12 ó 15 días, al tocarlo con el dedo, se despegará con mucha facilidad, dejando en
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el escudete una herida bien verde. En cambio, si no ha agarrado, el pecíolo se seca y
queda pegado al escudete, de manera que, si se despega, deja una herida marrón en el
escudete, lo cual significa que éste ha muerto y el injerto no ha agarrado.

Pasados unos 20 ó 25 días, la yema brota y ya podemos desatar la cinta plástica. Esta
cinta es la que se usa habitualmente para los injertos de tomateras y sandías. En caso de
no tener esta cinta, la atadura se puede ha cer sin problemas con rafia verde o blanca.

VI. Conclusiones

 La enjertación es un método de propagación, mediante el se logra


obtener una nueva planta, a partir de una parte vegetativa relativamente
pequeña, que se fija en una nueva planta la cual le sirve de sostén la
cual se le denomina patrón.

 Es esencial emplear yemas frescas y evitar que se deshidraten.

 Observar si los patrones y las yemas desprenden con cierta facilidad su


corteza la cual se llama están en savia.

 Los amarres de las yemas injertadas y vivas se sueltan a los 12 y 15


dias después de realizado el injerto. Cuando está vivo es cuando
mantiene su color natural de la especie.

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VII. Recomendaciones

Una vez conocido que entre las partes a injertar existe afinidad,
dependerá de la habilidad del injertador el prendimiento del injerto como
así también de la consideración de otros aspectos.
La elección del procedimiento más adecuado dependerá de: %Las
especies que se injertan.
%El estado del material vegetal de que se dispone, considerando
tamaño y condición fenológica (reposo invernal, comienzo de la actividad
vegetativa, etc.), época del año y condiciones ambientales.
%Uso de material vegetal fresco o almacenado en condiciones
apropiadas.
%Realización de] injerto en ambiente favorable, fresco y húmedo.
%Empleo de herramientas apropiadas y bien afiladas, tales como:
navaja de hoja curva o recta, de doble hoja, tipo serpeta, tijera de podar,
serrucho curvo, cuchillo ancho, mazo o martillo de madera, piedra de
afilar o asentar, además del uso de materiales, selladores y para
ataduras, de buenas características. En este último aspecto todos los
tipos de injertos requieren de una adecuada atadura. Para este fin se
dispone de gran cantidad de materiales, desde la rafia, el hilo de
algodón impregnado en cera o parafina, hasta las cintas de goma o
polietileno, de uso común en la actualidad, cuya elasticidad permite un
buen ajuste entre las partes injertadas sin una excesiva presión y con un
adecuado aislamiento del aire y del agua, facilitando el prendimiento. La
atadura es conveniente efectuarla de abajo hacia arriba. En aquellos
injertos que comprenden el uso de varetas, además de la atadura, se
recomienda el recubrimiento de las partes vegetales heridas o cortadas
con ceras o "mastiques", para cuya elaboración se recurre a la
combinación de distintos materiales tales como cera de abeja, parafina,
brea, sebo y la resina entre otros.

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VIII. Bibliografía
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13-19.

IX. Anexos
Imagen 1: Distintos métodos de injerto aplicativos a los vegetales de acuerdo a su
nivel de dificultad.

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Cuadro 1: comparación de tipos de injerto con los distintos métodos empleados
las especies mencionadas en el cuadro.

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