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PROMUEVE ACCION POPULAR DE INCONSTITUCIONALIDAD

- SOLICITA CAUTELAR - PLANTEA CASO FEDERAL

Sres. Jueces de la Corte de Justicia de la Provincia de Salta:

Eduardo Jesús Romani, Abogado, con


domicilio en Calle Alsina 476, P.B., Dpto. 4, de esta Ciudad de
Salta, por mis propios derechos y en mi carácter de Presidente del
Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta, con
el patrocinio letrado del Dr. Carlos Rolendio Catán Rivero,
Abogado, matricula profesional N° 2.324, constituyendo domicilio
procesal en calle General Guemes N° 994, a los Sres. Jueces me
presento y respetuosamente digo:

I.- PERSONERÍA:
Que conforme lo acredito con copia
certificada de Acta de Consejo Directivo Nº: 01 de fecha 22 de
Octubre de 2010, me desempeño actualmente como Presidente
del Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta.

Asimismo también concurro, en este acto,


en mi carácter de habitante de la Provincia, conforme se
desprende de la copia certificada de mi D.N.I. que acompaño.

II.- OBJETO:
Que vengo en legal tiempo y forma
procesal a promover Acción Popular de Inconstitucionalidad
prevista y reglada por los Arts. 92 y 153 inc. 2° de nuestra
Constitución Provincial contra el Ministerio Público de la Provincia
de Salta, a fin que se declare la Inconstitucionalidad,
inaplicabilidad y suspensión definitiva de las Resoluciones
Generales Nº: 7727/10, 7721/10, 7796/10, 7685/10, 7853/10,
7914/10 y 7946/10, 99/09, 133/10, 152/10, 160/10, 178/11 y
cualquier otra norma, reglamento, circular o instructivo que se
dictare en concordancia con las citadas, por contravenir la
Constitución Nacional en sus Arts. 1, 5, 18, 19, 75 inc° 22, 99 inc.
3°; art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos;
Constitución de la Provincia de Salta, Arts. 1, 4, 5, 18, 19, 20, 22,
86, 93, 121, 144, 164, 165, 166, 167, 168; Art. 1 de la Ley
Provincial N° 4337; Arts. 2 de la Ley Provincial N° 6643; Arts. 32 y
17 de la Ley Provincial N° 7328 (orgánica del Ministerio Público);
Art. 71 del Código Penal; Arts. 6, 18, 28, 63, 179, 350 y siguientes
del Código Procesal Penal de Salta; arts. 102 y 103 de la ley de
Procedimientos Administrativos de la Provincia de Salta N° 5348;
Leyes Provinciales N° 6192 y 6263; todo ello, de acuerdo a las
consideraciones que a continuación expongo.

III.- COMPETENCIA - TRAMITE:

La acción se interpone ante este Tribunal


con competencia originaria para entender en acciones populares
y/o de inconstitucionalidad en contra de normas administrativas
generales emanadas de la Procuración General de la Provincia,
conforme lo dispone el Art. 153 inc. 2° de nuestra Constitución;
solicitando se otorgue a la presente el tratamiento procesal de la
acción de inconstitucionalidad en los términos de los Arts. 704 y
subsiguientes del Código Procesal Civil y Comercial de la
Provincia de Salta.

IV.- PLAZO:

Conforme surge del propio Art. 704 del


Código Procesal Civil y Comercial de Salta, el plazo para
interponer la presente acción popular de inconstitucionalidad sería
el de 30 días hábiles, bajo pena de caducidad: “Artículo 704º:
Demanda. Plazo. La demanda se interpondrá ante la Corte de
Justicia dentro del plazo de treinta días, computados desde que el
precepto impugnado afecte de hecho, los intereses del actor.
Después de vencido dicho plazo, se considerará caduca a la
acción de inconstitucionalidad, sin perjuicio de la facultad del
interesado para ocurrir a la jurisdicción ordinaria en defensa de
los derechos que estime afectados.
Cuando los preceptos impugnados no hayan sido aplicados
aún al demandante y la acción deba ejercitarse con finalidad
preventiva, podrá deducirse desde la publicación de la Ley,
Decreto, Reglamento u Ordenanza.
La parte que se considere agraviada mencionará la Ley, Decreto,
Reglamento u Ordenanza impugnados y citará la cláusula de la
Constitución que sostenga haberse infringida.”

Según la normativa citada y ante la


ausencia de publicación oficial de la Resolución N° 133/10 y
complementarias, puede deducirse que el plazo de 30 días
mencionado aún no ha comenzado a correr para ésta parte.

No obstante lo cual, en aras de la buena fe


que debe imperar dentro de todo proceso judicial, declaro bajo
juramento que tome conocimiento en forma personal e
institucional del contenido de la Resolución N° 133/10 y
complementarias de la Procuración General de la Provincia en
fecha 11/02/11, con motivo de una convocatoria solicitada al
Consejo Directivo del Colegio de Abogados y Procuradores de la
Provincia de Salta por un grupo de matriculados penalistas que
manifestaban su preocupación por la situación de incertidumbre
que generaba el dictado de la Resolución impugnada, cuya
existencia había trascendido en medios periodísticos, sin que se
conociera su contenido, generándose un revuelo de comentarios
generalizados entre los colegas del foro, algunos de los cuales
aportaron el texto de dicha resolución en la reunión aludida.

Asimismo, en fecha 15/02/11, se recepciona


en el Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de
Salta, una denuncia formulada por un profesional de la matrícula
solicitando la intervención del Colegio Profesional al que
represento, cuya copia simple acompañamos como prueba.

Es por lo expuesto que solicito se tenga por


deducida en tiempo y forma útil la presente acción, atento que
constituiría un premio injusto declarar perimido el plazo de treinta
días contra un bloque normativo de alcance general que hasta la
fecha permanece sin publicación oficial, en abierta violación al
principio de publicidad de los actos de gobierno (Art. 1 y 5 C.N.) y
contraviniendo el art. 1° de la Ley Provincial N° 4337 y 2° de la
Ley Provincial N° 6643, así como el art. 102 y 103 de la ley N°
5348.

Sin perjuicio de lo expuesto, cabe destacar


que desde la fecha que tomamos conocimiento (11/02/2011)
todavía no transcurrieron los 30 días que otorga el Art. 704 del
C.P.C.C. (para el supuesto de afectación de hecho en los
intereses del actor), venciendo el mismo en fecha 01/04/2011, a
Hs. 10:00; amén de entender que el término ni siquiera ha
empezado a computarse para ésta parte por la falta de
publicación, tal como se expusiera ut supra.

V.- LEGITIMACION ACTIVA:

Mi carácter de habitante de la Provincia de


Salta, me habilita a litigar en defensa de la Constitución conforme
su Art. 92; no obstante lo cual, el artículo 132 inciso 6º) de la Ley
de Ejercicio Profesional Nº 5412, impone al Colegio de Abogados
y Procuradores de la Provincia de Salta, al que represento, el
deber-atribución de bregar por la buena administración de justicia;
imponiendo también a cada abogado de la matrícula, en su
carácter de servidor de la justicia, la obligación de respetar y
hacer respetar las leyes y las autoridades legítimas; y de cooperar
con el cumplimiento de los fines de la institución que lo representa
(artículos 35, 43 y 86).

La Constitución Provincial establece la


legitimación invocada en los siguientes términos: “Artículo 92.
ACCIÓN POPULAR DE INCONSTITUCIONALIDAD. Todo
habitante puede interponer la acción popular directa para que se
declare la inconstitucionalidad de una norma de alcance general
contraria a la Constitución”.

Por su parte, la jurisprudencia ha admitido


la participación procesal de asociaciones profesionales que
representan al estamento de abogados. En este orden ha
expresado, en relación a una institución pionera como el Colegio
de Abogados de la Capital Federal que: “El C.P.A.C.F. posee
legitimación suficiente para accionar cuando demanda la nulidad
de una resolución administrativa, en representación de sus
matriculados” (Autos: C.P.A.C.F. c/Sec. del Estado y Rel.de la
Com. (Dir.Nac. de Migraciones) s/ amparo Causa: 6128/96
Mordeglia, Argento - Fecha: 17/04/1997 C.NAC.CONT.ADM.FED.,
SALA III).

Además se dijo en el precedente “Monner


Sans”, un caso similar al presente como lo veremos más adelante,
en donde se discutía acerca de la constitucionalidad de leyes
secretas –en el presente tratamos de resoluciones administrativas
“secretas” por parte del Procurador General de la Provincia de
Salta (por su falta de publicación)- “Si la función del abogado es –
en esencia- la de auxiliar de la justicia, habiéndole otorgado al
Estado un Monopolio especial en la medida en que –a diferencia
de otros países- sólo se puede acceder a los estrados judiciales
con patrocinio letrado. El ser un auxiliar de la justicia no es un
mero título vacío de contenido, sino justamente lo contrario; es
decir, aquel que incita o excita al órgano judicial para que éste a
través de la sapiencia del experto en derecho avance hacia la
consagración de la Justicia; pilar de todo Estado de Derecho.
Retomando el hilo de la legitimación, y su existencia o no en el
caso concreto, cabe considerar la citación que se ha hecho en la
causa al Colegio de Abogados. Sin que se pueda acusar de
redundancia, cabe definir al Colegio Público de Abogados como
un Ente Público no Estatal, propiamente dicho en el cual el
Estado ha depositado funciones que le son propias como es el
mantenimiento de la matrícula y la disciplina ética y jurídica de los
abogados. Por ello, la asociación del abogado al Colegio Público
es compulsiva y ningún hombre de derecho puede ejercer su
profesión sin estar debidamente matriculado. Resulta evidente
entonces que, si al abogado particular le interesa en el ejercicio
de su profesión la realización del valor justicia, mucho más debe
interesarle a un órgano regido por el Derecho Público y creado
por el propio Estado para regular una profesión que considera
imprescindible. En síntesis, lo que aquí se discute es la
existencia de una excepción al principio básico de todo régimen
republicano, como es la publicidad de los actos de gobierno en la
medida en que existen leyes y decretos que al ser denominados
"secretos" no son conocidos por la población, contradiciendo otro
principio básico que viene desde el derecho romano según el cual
el derecho se presume conocido por todos. Que, remitiendo al
texto frío de la norma constitucional al iniciar el Artículo 43 cuando
dice "Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de
ampara (…)" la respuesta que deviene en forma clara es que
tanto el Dr. Monner Sans como el Colegio Público de Abogados
se encuentran legitimados para cuestionar constitucionalmente la
existencia de las llamadas "Leyes Secretas" (Monner Sans
Ricardo c/ Estado Nacional s/ Amparo Ley 16.986. Gallegos
Fedriani, Morán. - Fecha: 14/06/2006 CAM.NAC.CONT.ADM.FED.
Sala V).-.

Es por ello que al tratarse de una persona


jurídica de derecho publico no estatal posee legitimación, entre
cuyos deberes y atribuciones se haya la de actuar judicial o
administrativamente en defensa de los intereses profesionales,
pudiendo otorgar mandatos a tal efecto; … “así como la función
de cumplir y hacer cumplir el mandato ético superior de la
abogacía de defender la justicia, la democracia, el estado de
derecho y las instituciones republicanas en toda situación en la
que estos valores se encuentran comprometidos, conforme los
derechos y garantías constitucionales”

A tenor de lo que dispone el artículo 43 de


la Ley de Ejercicio de la Abogacía Nº 5.412, es también deber del
abogado cooperar al perfeccionamiento del derecho y sus
instituciones.

La norma establece que: “El abogado


debe adquirir conciencia que desempeña una función social
y que a él especialmente le incumbe la tarea de procurar el
incesante progreso y perfeccionamiento del derecho y sus
instituciones, conforme a los ideales de justicia, libertad,
seguridad jurídica y paz social. No retaceará su apoyo a
cuanto ello tienda”.-
“Es deber primordial del abogado,
respetar y hacer respetar las leyes y las autoridades
legítimas. Pero debe negar su cooperación a cualquier
autoridad en la medida que ella viole el imperio de la ley”. -

En igual orden de ideas, el artículo 35 de la


normativa citada establece que: “El abogado debe tener
siempre presente que es un servidor de la justicia y que su
intervención es indispensable para su eficaz
administración”.-

Dado que la entidad que represento, inviste


la calidad de persona jurídica pública no estatal, me asiste el
interés legítimo en la impugnación judicial de un conjunto de
resoluciones administrativas que impactan en el proceso penal y
el régimen legal formal de la Provincia de Salta, exigiendo el
respeto de la legalidad y el cumplimiento fiel de las normas
constitucionales para el procedimiento de creación del Cuerpo de
Investigadores Fiscales, o de cualquier otro al que se pretenda
asignar competencias legítimas.

VI.- ADMISIBILIDAD FORMAL.

Conviene señalar en forma liminar -antes


de ingresar al fondo de la cuestión y abordar la tacha de
inconstitucionalidad de las normas que se impugnan- que
concurren en el caso la totalidad de los recaudos de admisibilidad
formal de la acción, puesto que:

a) La demanda se promueve por parte interesada, afectada por la


aplicación de las normas que se impugnan.
b) Se funda en la violación de preceptos de la Constitución
Nacional y de la Provincia.
c) Se individualizan las disposiciones legales que se reputan
contrarias a la Constitución y se las confronta con los preceptos
constitucionales que resultan palmariamente vulnerados.

VII.- HECHOS

Que como es hoy de publico y notorio


conocimiento, y además surge de la prueba que se adjunta y
ofrece, el Procurador General de la Provincia de Salta ha dictado
un conjunto de normas administrativas generales, iniciando con la
N° 99/ 09 orientadas a la creación y funcionamiento de un
Cuerpo de Investigaciones Fiscales “CIF” que actuará en la órbita
de la Procuración General.

Dicho accionar motivó que el Colegio de


Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta, manifestara su
posición al respecto mediante un comunicado publicado en su
pagina web oficial (www.abogadosdesalta.org.ar) en fecha 17 de
febrero de 2011 con el siguiente tenor: “El Colegio de Abogados y
Procuradores de la Provincia de Salta, manifiesta su
preocupación y desacuerdo por la forma en que se ha dictado la
Resolución 133/10 y sus complementarias emanadas de la
Procuración General del Ministerio Publico de la Provincia de
Salta por la que se creó el Cuerpo de Investigadores Fiscales
(C.I.F).
Siendo la presente una cuestión de evidente interés público con
connotaciones jurídicas y sociales, resulta necesario pronunciarse
en defensa de la juridicidad y del Estado de Derecho, en forma
ajena a toda puja de poder e intereses político.
Estamos a favor de la modernización del servicio de
Administración de Justicia, acorde a las nuevas doctrinas del
Derecho Procesal Penal, diferenciando con nitidez la función
acusadora de los Fiscales respecto a la función decisoria de los
Jueces. Para este fin, es necesaria la mejora de los medios
técnicos y métodos de investigación científicos en la lucha contra
el delito, en pos del descubrimiento de la verdad. En este sentido
rescatamos la importancia de la creación del Laboratorio Regional
de Ciencias Forenses que funcionará en la órbita del Ministerio
Público.
Pero todo lo expuesto debe hacerse respetando a raja tabla los
pilares básicos de un Sistema Republicano; esto es, el fiel
cumplimiento de las formas, legalidad y publicidad de los actos de
gobierno.
Entendemos que esta resolución tiene un fuerte impacto en el
proceso penal y afecta el ejercicio de nuestra profesión,
encontrándose en juego la inviolabilidad de la defensa en juicio de
los ciudadanos que nos fue confiada por ley a los abogados de la
matrícula para ser ejercida con todas las garantías del debido
proceso.
Siendo el Ministerio Público quien, en representación de los
intereses generales de la sociedad debe velar por la exacta
observancia de la Constitución Nacional, Provincial y de las leyes,
resulta contrario a derecho la falta de publicidad de la Resolución
de la Procuración General por considerarla una infracción a la
validez y vigencia de la norma; y una afectación al Principio
Republicano de publicidad de los actos de gobierno, demostrando
la imposibilidad de que la misma se adecúe al ordenamiento legal
vigente y satisfaga el mandato constitucional, por lo que es
imperativo replantear la cuestión a los fines de armonizar y
adecuar dicha normativa a los preceptos constitucionales.
La terminología utilizada en la Resolución cuestionada (“tareas
básicas de inteligencia” “averiguaciones varias”,) o las funciones
(v.g. “entrevistar… sospechosos”), resultan ajenas y confusas a la
ortodoxia en el respeto de los derechos humanos y garantías de
los ciudadanos, presentando serias deficiencias que requieren ser
subsanadas o adaptadas a nuestra Carta Magna, puesto que de
ella debe partir toda interpretación a realizarse de las normas
procedimentales.
Por otro lado, una resolución que asigna facultades a un sujeto
esencial del proceso penal, que tiene por tarea acusar (fiscal),
debe guardar ante todo las formas y el contenido en las
instrucciones, con límites precisos en la asignación de
competencia, pues allí es donde más que nunca se debe ser
estricto con la utilización del lenguaje, máxime si se tiene en
cuenta que la normativa vigente establece que el órgano
encargado de custodiar la legalidad y defensa de los intereses
generales de la sociedad es el propio Ministerio Publico.
En consecuencia, el Colegio de Abogados y Procuradores de la
Provincia de Salta entiende pertinente que la Resolución 133/10
debe cesar en su aplicación hasta que la misma sea debatida y
sometida a discusión científica con todos los actores involucrados
en el servicio de justicia, respetándose la ordenación de
competencias que emana de la Constitución Nacional y
Provincial. Copia FACA y Poder Legislativo de la Provincia”

Posteriormente, y haciéndose eco de algunos


de los planteos formulados por el Colegio de Abogados y
Procuradores, el Sr. Procurador General procede a emitir y
publicar en fecha 23 de febrero de 2011 la Resolución N° 178, en
un intento extemporáneo de legitimar las facultades asignadas al
cuerpo por él creado e intentar subsanar el defecto de publicación
de todo el bloque normativo generado.
Asimismo, en apoyo de su tesitura, y
accionar inconstitucional, convoca al Consejo Federal de Política
Criminal y al Consejo Federal de Procuradores Fiscales,
Defensores Oficiales y Asesores de Incapaces de la Nación, los
cuales en fecha 4 de marzo de 2011, emiten el siguiente
comunicado: “RECHAZO A LOS ATAQUES AL MINISTERIO
PÚBLICO FISCAL DE SALTA,
SE CREA COMISIÓN DE SEGUIMIENTO
El Consejo de Procuradores Fiscales, Defensores y Asesores
Generales de la República Argentina y el Consejo Federal de
Política Criminal, reunidos en Asamblea Extraordinaria en la
ciudad de Salta, a los tres días del mes de marzo del año dos mil
once, DECLARAN:
Que conforme se ha sostenido, invariablemente, la independencia
de los Ministerios Públicos constituye el núcleo de la Institución,
garantizando el desarrollo de las importantes funciones a su
cargo. Cualquier afectación a esta independencia pone en crisis
la esencia misma de este Organismo y del sistema republicano.
El Ministerio Público debe ser proactivo y adoptar las iniciativas
que contribuyan al buen desempeño de las misiones y funciones
encomendadas por la Constitución y la ley a los órganos que lo
componen sin injerencias ni limitaciones; tanto más en un
Ministerio Público como el de la provincia de Salta que se destaca
en el país por su independencia de los otros poderes del Estado,
conforme lo establecido por su Constitución y la Constitución
Nacional.
La independencia funcional del Ministerio Público Fiscal debe ser
siempre resguardada en defensa de los intereses de la
comunidad, especialmente en la investigación de aquellos hechos
que puedan comprometer la responsabilidad de funcionarios
públicos por actos cumplidos en ejercicio de sus funciones.
Con frecuencia se advierte que los órganos de la justicia son
objeto de ataques por grupos de poder o factores de presión en la
medida en que desarrollan políticas criminales que pretenden
llevar el derecho penal a niveles de eficacia en la lucha contra el
delito y en particular contra la corrupción pública y los delitos
económicos u organizados.
En el entendimiento de que los reparos sin sustento formulados al
Ministerio Público de Salta representan un ataque directo a su
autonomía, respaldamos su independencia, apelando a que los
demás actores locales garanticen su respeto, salvaguardando la
igualdad ante la ley y permitiendo se realice el derecho penal
cuando así corresponda y no solamente para perseguir la
delincuencia generada por la exclusión. En ese sentido
respaldamos las políticas y determinaciones que ponen de pie a
los Ministerios Públicos.
En esta provincia los Fiscales Correccionales están obligados a
llevar adelante la investigación de hechos delictivos de su
competencia, deber impuesto por la ley. Ante ello, el Procurador
General con el Colegio de Gobierno, poseen la facultad de
reglamentar el modo y la forma de llevar adelante las
investigaciones, con irrestricto respeto de las garantías
constitucionales tal como emerge del art. 3ro. del Anexo I de la
Resolución 178/11 que fija los límites claros, precisos y
terminantes que aseguran la legalidad de su funcionamiento y el
control jurisdiccional.
Las resoluciones y decisiones que en cada jurisdicción se tomen
para concretar la implementación del sistema acusatorio en
general y el funcionamiento de los cuerpos de investigaciones y
laboratorios forenses en particular, como todo acto administrativo,
está sujeto al control jurisdiccional, no siendo razonable,
conducente ni apegado a derecho que, so pretexto de ello, se
instale una campaña de descalificación personal e institucional
que trasluce intereses espurios.
Advertimos con gran preocupación un absoluto desborde en las
acciones emprendidas por algunos sectores contra el Ministerio
Público de Salta, con entidad tal como para producir un retroceso
en materia legal e institucional que perjudicaría a la sociedad
salteña toda. No obstante observamos con satisfacción, la
prudencia y mesura en el actuar de los tres poderes del Estado,
que trae aparejado el convencimiento de que la cuestión
encontrará su cauce natural de análisis y resolución. Sin perjuicio
de lo cual se constituyó una Comisión permanente de
seguimiento de la situación, a cuyo fin se invitará a participar a
todos los operadores del sistema, interesados en contribuir al
mejoramiento del servicio.”

En tal estado de cosas, y por una feliz


coincidencia, se encontraba previamente convocada en la ciudad
de Salta la reunión ordinaria de la Federación de Colegios de
Abogados y Procuradores del Noroeste Argentino, quienes
advertidos de la grave situación de incertidumbre que pesaba
sobre las garantías ciudadanas, manifiesta con claridad su apoyo
a la postura institucional del Colegio Profesional anfitrión,
mediante el comunicado de fecha 4 de marzo de 2011: “La
Federación de Colegios de Abogados del NOA, en reunión
ordinaria de fecha 04 de Marzo de 2011 celebrada en la ciudad de
Salta con la presencia del Vicepresidente 1º de FACA Dr. Ricardo
De Felipe; el Presidente de la Federación Colegios de Abogados
del NOA y Presidente del Consejo de Abogados de la Rioja Dr.
Fernando Vietto; Vicepresidente del Consejo de Abogados de la
Rioja Dra. Claudia Zarate, Secretaria Dra. Maria Marta Juárez;
Presidente del Colegio de Abogados de Catamarca Dr. José
Ernesto Vila Melo; Presidente del Colegio de Abogados de Jujuy
Dr. Mario Rodolfo Mallagray, Dr. Jorge Marcelo Ibáñez, consejero;
El Presidente del Colegio de Abogados de Tucumán Dr. Eudoro
Domingo Aráoz, Integrante del Tribunal de Disciplina Dr. Joaquín
Arch; El Presidente del Colegio de Abogados del Sur – Tucumán
Dr. Marcelo Alejandro Molinuevo, Secretario Dr. Sergio
Hernández, Vocal Dr. Eugenio Racedo y El Presidente del Colegio
de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta Dr. Eduardo
Jesús Romani, Secretario Dr. Humberto Pedro Burgos (h),
Consejeros Dr. Sergio Díaz Lenes, Dr. Abraham José Tuma, Dr.
Mario Fabián Torrente, Dr. Ariel Del Monte, Dr. José Maury,
representante legal Dr. Carlos Rolendio Catán Rivero, DECLARA:
Que tomando como propios los Principios Básicos sobre la
función de los abogados aprobados por el Octavo Congreso de
Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente, celebrado en la Habana del 27/08 al 07/09 de 1990,
“considera que las Asociaciones Profesionales de Abogados
tienen entre sus funciones esenciales cooperar con las
instituciones gubernamentales para impulsar los fines de la
justicia y el interés público mediante actos concretos de sus
integrantes”.
Que por su parte, es deber del Estado la implementación de
políticas criminales, a través de sus poderes públicos, quienes
trabajando mancomunadamente deben utilizar los mecanismos
institucionales formalmente establecidos por las Constituciones
Nacional y Provincial, tendientes a dar una respuesta legítima al
reclamo e insatisfacción social existentes en lo que respecta a la
investigación y juzgamiento de los hechos delictivos, lo que
involucra aspectos fundamentales que hacen a la existencia
misma de la Republica y a un adecuado Servicio de
Administración de Justicia.
Que es preocupante el estado de incertidumbre en que se
encuentran las garantías constitucionales de los ciudadanos ante
la evidente modificación del régimen procesal penal de la
Provincia de Salta, por un conjunto de simples resoluciones
administrativas no publicadas por parte del Ministerio Público, que
afectan los principios de inviolabilidad de la defensa en juicio,
derecho de defensa y presunción de inocencia.
Que estamos ante un grave conflicto normativo e institucional
generado por el dictado de la Resolución Nº 133/10 y sus
complementarias y modificatorias que ha creado el Cuerpo de
Investigadores Fiscales (C.I.F), omitiendo su oportuna publicación
en el Boletín Oficial de la Provincia de Salta, puesto que la misma
pugna desde la forma, y más aún luego, desde su contenido con
los principios, derechos y garantías reconocidos
constitucionalmente, en especial los principios republicanos y de
publicidad de los actos de gobierno.
Que es coincidente y unánime la opinión alcanzada por los
señores Consejeros de ésta Federación de Colegios de Abogados
de la Región del Noroeste sobre los conceptos vertidos por el
Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta en
su comunicado de fecha 17/02/11, en relación a la modernización
del sistema de justicia, mejora de los métodos de investigación
penal y salvaguarda del laboratorio de ciencias forenses.
Que asimismo es coincidente y unánime también la opinión en
relación a la amenaza sobre las garantías y derechos individuales
de los ciudadanos ante algunas de las competencias y funciones
del Cuerpo de Investigadores Fiscales (v.g. preparación para
entrevistar testigos y sospechosos, realizar tareas básicas de
inteligencia, averiguaciones varias).
Que consideramos que la omisión por parte del Ministerio Publico
Fiscal de la Provincia de Salta de publicar dichas Resoluciones,
constituye una flagrante violación al principio constitucional de la
publicidad de los actos de gobierno.
Que en relación a la especificación de funciones del
Departamento de Investigaciones y Criminología y Técnico
Científico del CIF, dada por la Resolución de la Procuración
General de la Provincia Nº 178/11, publicada en fecha 23/02/11,
se considera a la misma un intento extemporáneo e informal de
legitimación sin garantizar en lo más mínimo la inviolabilidad de la
defensa en juicio y el debido proceso, en el estricto marco de la
legalidad.
Que dentro del marco de un proceso penal, debe buscarse un
equilibrio entre la persecución penal y los derechos del imputado,
atendiendo al valor supremo de las garantías constitucionales, y
el derecho de la sociedad de protegerse frente al delito. Que en
este sentido sobre las actuaciones fiscales nacidas al amparo de
estas resoluciones administrativas podrían pender un sinnúmero
de planteos de nulidad e inadmisibilidad que afectarían la buena
marcha de los procesos penales y en consecuencia, como un
efecto no deseado se pondría en riesgo la seguridad pública.
Que como dice nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación
nada se logra propiciando un derecho oscuro, desconocido,
nocturnal, poco preciso, cuyas normas son el marco de la
injusticia. La experiencia demuestra que no es por esa vía
destructiva del estado constitucional que puede mejorarse la
seguridad general que sólo florece y avanza, si se procura el
perfeccionamiento profesional de los cuadros de investigación
judicial, dotándolos de un nivel decoroso de existencia y de los
medios modernos de investigación.
Que dada la trascendencia y gravedad institucional de todas
estas cuestiones, el reclamo del Colegio de Abogados y
Procuradores de la Provincia de Salta no debe ser tomada como
un reclamo sectorial, puesto que afecta no sólo al ejercicio
profesional de los abogados sino a toda la ciudadanía; siendo el
único camino posible, la protección de los derechos humanos y
garantías de los individuos mediante la aplicación efectiva de los
mandatos constitucionales para contrarrestar los embates del
autoritarismo, la arbitrariedad y la discrecionalidad.
Que en la controversia generada por este tema de evidente
interés público es menester, escuchar a todos los interesados, al
solo fin de que conjuntamente defiendan la juridicidad y el Estado
de Derecho, manteniéndose el debate ajeno a toda puja de poder
e intereses políticos sobre el tema. Para ello, esta Federación
Noa, se compromete formalmente a seguir de cerca los
acontecimientos, asumiendo su deber de apoyar las acciones
legales que se pongan en curso en defensa de la Constitución y
sus instituciones.
Que resulta imperante entonces, instar al Ministerio Publico de la
Provincia de Salta a dejar sin efecto las resoluciones
mencionadas precedentemente y replantear la cuestión a los fines
de armonizar y adecuar sus acciones a los principios rectores que
emergen de nuestra Constitución Nacional y Tratados
Internacionales, recordando que las mismas configuran un bloque
de constitucionalidad y que las normas adjetivas inferiores deben
adecuarse a los principios allí establecidos.
En consecuencia, a fin de encontrar solución a este grave
conflicto normativo e institucional, se propicia abrir a debate y
discusión científica la cuestión por los canales constitucionales
pertinentes, toda vez que de este modo se podría tener en cuenta
las diferentes posturas de todos los actores que participan en el
Servicio de Administración de Justicia.”

Con posterioridad, la Federación Argentina


de Colegios Abogados en su reunión de fecha 17 de marzo de
2011 demostrando un sólido compromiso con la defensa de la
legalidad en todo el territorio nacional, emitió un claro manifiesto
en apoyo de la postura institucional del Colegio de Abogados y
Procuradores de la Provincia de Salta, en los siguientes términos:
“GRAVE CONFLICTO NORMATIVO E INSTITUCIONAL EN
SALTA
El Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta,
ha manifestado su descuerdo por el dictado de la Resolución Nº
133/10, sus modificatorias y complementarias emanadas de la
Procuración General del Ministerio Público, quien creó en su seno
el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), conculcando así,
toda normativa vigente, colocando a los ciudadanos en un
verdadero estado de indefensión respecto de sus derechos y
garantías constitucionales, como así también afectando
gravemente el ejercicio de nuestra profesión, tal como se advierte
de la lectura de los artículos 3º y 5º de la Resolución Nº 178/11 de
la Procuración General.-
Lo expresado, es producto de la arbitrariedad del Sr. Procurador
que con la connivencia de los Fiscales, Defensores y Asesores
que integran el Ministerio Público, sea por acción u omisión, no
efectuaron los controles de legalidad de las normas que les
impone la Constitución Provincial y Ley Orgánica del Ministerio
Público. Arrogándose facultades legislativas que carece,
violentando los principios del Sistema Republicano, como es la
división de poderes. Es así, que el artículo 4º de la Constitución
provincial, al referirse a la indelegabilidad de facultades dispone
que: “Los poderes públicos no pueden delegar facultades
conferidas por esta Constitución, ni atribuirse otras que las
expresamente acordadas por ella”.
Asimismo el artículo 166º del mismo cuerpo legal al determinar
las atribuciones y deberes del Ministerio Público, estatuye en el
inciso c) “el deber de velar por el respeto de los derechos,
deberes, principios y garantías constitucionales, estando
legitimado para demandar la inconstitucionalidad de toda ley,
decreto, ordenanza, actos, contratos o resolución de cualquier
autoridad pública provincial o municipal”.- De una interpretación a
contrario sensu, puede evidenciarse que el propio Ministerio
Público con su accionar cercena abiertamente este precepto
constitucional.
Para mayor abundamiento, el inciso j) del citado artículo,
categóricamente establece que el Ministerio Público “solo tiene
iniciativa legislativa no exclusiva, con respecto a la ley de
organización del Ministerio Público, Códigos Procesales, y demás
leyes vinculadas a la administración de justicia y al ejercicio de
sus funciones”
El Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta
en fecha 17/02/11 expresó, “… resulta menester pronunciarse, en
defensa de la juridicidad y del Estado de Derecho, en forma ajena
a toda puja de poder e intereses políticos”. Argumentando
además, “estar a favor de la modernización del servicio de
Administración de Justicia, diferenciando con nitidez la función
acusadora de los Fiscales respecto de la decisoria de los Jueces.
Por ello, se rescató la importancia de la creación del Laboratorio
Regional de Ciencias Forenses…”
La Federación de Colegios de Abogados del Noa, se pronunció
en fecha 04/03/11, señalando que la creación del CIF “tiene una
importante incidencia en el desarrollo de un proceso penal y que,
por tanto, las observaciones institucionales no deben ser tomadas
como un reclamo sectorial”, puesto que aluden no sólo al ejercicio
profesional de los abogados sino a toda la ciudadanía. En tal
sentido, se insistió con que el único camino posible para proteger
derechos humanos y garantías individuales, es mediante la
aplicación efectiva de los mandatos constitucionales para
contrarrestar los embates del despotismo, la arbitrariedad y la
discrecionalidad.
En este contexto, se instó al Ministerio Público Fiscal a dejar sin
efecto las resoluciones cuestionadas y adecuar sus acciones a
los principios rectores de nuestra Constitución Nacional, Tratados
Internacionales y Constitución Provincial, recordando que las
mismas configuran un bloque de constitucionalidad y que las
normas adjetivas inferiores deben adecuarse a los principios allí
establecidos.
Se afirmó que “es preocupante el estado de incertidumbre en que
se encuentran las garantías constitucionales de los ciudadanos
ante la evidente modificación del régimen procesal penal de la
Provincia de Salta, por un conjunto de simples resoluciones
administrativas no publicadas por parte del Ministerio Público”. El
grave conflicto normativo e institucional generado en la Provincia
por el dictado y aplicación de la Resolución Nº 133/10, sus
complementarias y modificatorias del Procurador General del
Ministerio Público, creando el Cuerpo de Investigadores Fiscales
(CIF), omitiendo su publicación en el Boletín Oficial de la
Provincia de Salta, pugna desde la forma y más aún luego desde
su contenido con los principios, derechos y garantías reconocidos
constitucionalmente, en especial los principios republicanos, de
publicidad y fundamentalmente el de transparencia de los actos
de los poderes públicos.
Por otra parte, la Federación de Colegios de Abogados del Noa,
aseveró “que dentro del marco de un proceso penal debe
buscarse un equilibrio entre la persecución penal y los derechos
del imputado, atendiendo al valor supremo de las garantías
constitucionales…”. Concluyendo que la omisión por parte del
Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Salta de publicar
dichas resoluciones, constituye una flagrante violación y
aniquilación de los Principios, Derechos y Garantías
Constitucionales que deben imperar en un Estado de Derecho,
demostrando así su incapacidad de adecuarse y dar cabal
cumplimiento a los mandatos constitucionales dispuestos para
contribuir a un sistema penal justo y equitativo y a la protección
integral y eficaz de todos los ciudadanos.
Así también, fueron unánimes al expresar que en relación “a la
amenaza sobre las garantías y derechos individuales de los
ciudadanos, ante algunas de las competencias y funciones del
Cuerpo de Investigadores Fiscales (vg., preparación para
entrevistar testigos y sospechosos, realizar tareas básicas de
inteligencia, averiguaciones varias)”.
Que por las consideraciones expuestas, la FEDERACION
ARGENTINA DE COLEGIOS DE ABOGADOS (F.A.C.A), reunida
en la ciudad de Mar del Plata, MANIFIESTA:
1º) Ratificar en todas sus partes los pronunciamientos efectuados
por el Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de
Salta y la Federación de Colegios de Abogados del Noroeste.-
2º) Esta Federación asume el compromiso formal de apoyar las
acciones legales tendientes a la defensa de los preceptos
constitucionales y sus instituciones.-
3º) Rechazar categóricamente el marco normativo por el cual se
conformó el Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) en la
Provincia de Salta, al pretender emplear cualquier medio con el
objeto de instaurar un determinado sistema procesal, sin respetar
la división de poderes y el cumplimiento de los mandatos
constitucionales.
4º) Reivindicar la función que cumplen las Asociaciones
Profesionales de Abogados, de cooperar con las instituciones
gubernamentales para impulsar los fines de la Justicia y el interés
público, mediante actos concretos, desempeñando su verdadero
rol de actores para coadyudar al efectivo funcionamiento de la
Administración de Justicia.
5º) La creación de un cuerpo especializado para investigar delitos,
que conlleva la modificación sustancial de la normativa legal
vigente, debe realizarse mediante el dictado de una ley.-
6º) La Procuración General del Ministerio Público de la Provincia
de Salta, debe limitarse al fiel cumplimiento de las atribuciones,
deberes y funciones conferidos por la Constitución de la Provincia
de Salta y Ley Orgánica del Ministerio Público, entre otras, el
control de legalidad custodiando los intereses generales de la
sociedad.-
CONCLUIMOS: Que las Resoluciones dictadas por la
Procuración General de la Provincia de Salta, que imponen
nuevas funciones, competencias y procedimientos judiciales,
deben cesar inmediatamente hasta tanto sean debatidas y
sometidas a discusión científica con todos los sectores
involucrados y por los canales y en el ámbito adecuado.”

Es oportuno destacar que durante toda


ésta sucesión de hechos el Colegio Profesional que represento
instó de manera constante al dialogo constructivo, mediante
invitaciones formales dirigidas al Sr. Procurador Fiscal de la
Provincia, las cuales fueron rechazadas sistemáticamente.

De igual forma, el pronunciamiento


realizado por los Sres. Procuradores del País en apoyo del
Ministerio Publico de la Provincia de Salta, instaba al dialogo
mediante la creación de una comisión de seguimiento, la que
nunca funcionó, ni generó actividad alguna integrativa de los
operadores jurídicos de la Provincia.-

En consecuencia, en tal estado de cosas,


me veo en la obligación de instar la presente acción de
inconstitucionalidad en defensa de la legalidad y el estado de
derecho.

VIII.- FUNDAMENTOS DE LA ACCION

La acción que se promueve ante esta Corte


de Justicia es el medio adecuado y eficiente para detener los
desbordes y excesos de poder relatados y mantener intangible la
supremacía de la Constitución. Su procedencia y aplicabilidad al
caso, emergen de la nítida voluntad del convencional de 1.986
-que desde ya hacemos propios- y que por su importancia
transcribimos en extenso1:

…“En la acción no se halla


comprometido el interés particular. Más aún, puede estar
ausente… Ello así porque en este tipo de acciones lo que está
verdaderamente implicado es la supremacía de la
Constitución no pudiendo comparecerse con ella la
subsistencia de un acto-ley, decreto, resolución u
ordenanza en pugna con la norma jurídica fundamental.

En consecuencia, cuando se declara la


inconstitucionalidad se está velando por la preeminencia de la
Constitución, la certeza del orden constitucional y la seguridad
jurídica. En suma, se está resguardando la efectiva vigencia
de los derechos personales y el régimen republicano de
gobierno que se asienta sobre la división de poderes en
cuanto ésta constituye la mejor garantía contra los
excesos de poder. Por lo tanto está en juego un indudable y
transparente interés público que excede el mero interés de las
partes.

Así, a la visión privatista de la acción


se añade un enfoque publicista donde no tiene relevancia la
lesión concreta del particular pudiendo considerarse parte
interesada para ejercer la acción a aquella que simplemente
pretenda dilucidar la presunta ilegalidad de un acto de la
autoridad que se reputa contrario a la Constitución. Ello así

1 Diario de Sesiones. Honorable Convención Constituyente. IX Sesión Ordinaria.


Industrias Graficas Codex. II Edición, págs. 652, 697 y cctes..
porque puede suponerse, razonablemente, que todo
ciudadano está interesado en asegurar la prevalencia de la
Constitución como garantía de la libertad siendo ello
justificación suficiente aunque no haya tenido un perjuicio
tangible.

... de las precedentes reflexiones cabe


deducir que los actos inconstitucionales son insubsistentes y
que necesariamente debe haber una forma de declararlos
ineficaces aunque no exista un damnificado concreto que
pueda acreditar un daño material.

Dentro de un orden constitucional


democrático una norma repugnante a la Constitución no
puede permanecer como tal. Este es el bien jurídico
protegido por la acción popular directa de
inconstitucionalidad para cuya articulación son “parte
interesada” potencialmente todos los ciudadanos…

En este sentido Silva (Acción de


Inconstitucionalidad en el Derecho Público Argentino, Rev.
Superior Tribunal de Chaco, pág. 148) expresa: que en la
acción popular directa es patente el concepto de función cívica
… de tal modo que cualquiera del pueblo o todo ciudadano
tiene el derecho-función atribuido por la Constitución, para
hacer valer el interés público (común). De esta manera el
interés individual coincide con el que puede atribuirse a los
órganos del Estado.

Bielsa (La acción popular y la facultad


discrecional administrativa, La Ley T° 73, pág. 711), por su
parte, dice en lo que respecta a la acción popular:
consideramos que su ejercicio es función pública, aunque el
actor no sea funcionario… y es función pública, por su objeto,
por su fin, por su modo de ejercicio y por sus efectos. Su
objeto es la impugnación de un acto del Estado. Su fin es la
anulación o extinción del acto; su modo de ejercicio en el
Derecho Público; sus efectos jurídicos modificar el
ordenamiento positivo o los actos de la autoridad pública.

Sánchez Viamonte (Manual de Derecho


Constitucional, págs. 322/323. Ed. Kapeluz. 1959) refiriéndose
a la acción popular directa sostiene que no requiere la
afectación de un interés patrimonial o material y que su
objetivo es la declaración de inconstitucionalidad resultando
investido el actor que la interpone de una cierta representación
del interés público afectado…

El objeto y finalidad de la acción popular


directa marca la trascendencia de la institución y la
importancia de su inserción en la Constitución de Salta. Se
trata de un instrumento que favorece la mayor participación de
los ciudadanos que tendrán así a su alcance un medio más
para afirmar la supremacía de la Constitución y la plena
vigencia de una democracia participativa”.

IX.- AGRAVIO CONSTITUCIONAL - TEORIA DE LOS ACTOS


PROPIOS

1.1.- Respeto a ultranza de nuestra Ley Fundamental

Las resoluciones cuya inconstitucionalidad


se solicita colisionan con los preceptos constitucionales, en tanto
y en cuanto adoptan un criterio de atribución de facultades y
ejercicio de las mismas que está reñido con los postulados de la
estructura jurídica en que se asienta la ley fundamental, tanto
nacional como provincial.
El principio de Supremacía Constitucional
impone a todo magistrado la obligación de examinar las normas
en los casos concretos que se traen a su decisión comparándolas
con el texto de la Constitución para indagar si guardan o no
conformidad con ésta, y abstenerse de aplicarlas si la encuentra
en oposición a ella.

Dicha atribución constituye uno de los fines


supremos y fundamentales del Poder Judicial y una de las
mayores garantías con que se ha entendido asegurar los
derechos consagrados en la Constitución Nacional.

No hay norma que pueda cercenar la


facultad que nuestra Carta Magna otorga al Poder Judicial para
velar por el cumplimiento de las leyes y la tutela de los derechos
subjetivos de los ciudadanos. Lo contrario importa relativizar las
facultades que tiene ese poder destinado a hacer prevalecer el
principio de legalidad de raigambre constitucional y consagrado
expresamente en el Pacto de San José de Costa Rica, que
integra la Constitución (art. 75 inc. 22).

El respeto a las garantías y restricciones


que impone la Constitución, son límites infranqueables, que bajo
ningún fundamento pueden suspender otras garantías y principios
constitucionales, como es el principio de legalidad, estado jurídico
de inocencia, debido proceso e inviolabilidad de la defensa en
juicio.

Nuestra norma fundamental custodia el


principio de la tutela judicial efectiva, siendo atribución específica
del Poder Judicial, el conocimiento y decisión de todas las causas
que versen sobre puntos regidos por la Constitución, resultando
obligación indeclinable de los jueces, la resolución de aquellas
propuestas en el marco de su jurisdicción. Si así no fuera, se
estaría aceptando la preeminencia de un poder sobre otro, la
violación del principio de división de poderes – base del estado
republicano (arts. 1 y 29 C.N.).

En síntesis, los poderes públicos no pueden


delegar facultades conferidas por la Constitución Provincial, ni
atribuirse otras que las expresamente acordadas por ella (art. 4),
lo que significa que la intromisión por parte de un Poder del
Estado resulta incompatible con el diseño institucional de nuestro
régimen político.-

Por su generalización y abstracción, las


normas cuestionadas transgreden los límites del art. 28 de la
Constitución Nacional y violentan el apartado 1 del art. 21 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San
José de Costa Rica y arts. 1, 8 y 25 de la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre (art. XVIII – derecho y
justicia -) y Declaración Universal de Derechos Humanos (arts. 8 y
10), todos con jerarquía constitucional por imperio del art. 75 inc.
22 de la C. N., constituyendo un avasallamiento de la jurisdicción
violatorio del Estado de Derecho. En consecuencia, deben ser
declaradas inconstitucionales.

1.2. - División de Poderes.-

Como ya lo manifestara la Cámara


Nacional Contencioso Administrativa, Sala II, 25/6/02, en autos
“Grimberg Marcelo Pablo c/ P.E.N. Decreto 1570/01 s/ Amparo ley
16.896”, donde se declaró inconstitucional el art. 1º de la ley
25.587, conviene recordar que la división del Gobierno en tres
grandes departamentos, el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial,
independientes y soberanos en sus esferas, constituye un
principio fundamental de nuestro sistema político. De ello se sigue
forzosamente que las atribuciones de cada uno le son peculiares
y exclusivas, pues el uso concurrente o común de ellas haría
necesariamente desaparecer la línea de separación entre los tres
altos poderes políticos, y destruiría la base de nuestra forma de
gobierno (Fallos 310:1162).

Puntualmente, nuestro más Alto Tribunal


señaló que los otros poderes del Estado carecen de atribuciones
para modificar, mediante el ejercicio de sus funciones específicas,
las previsiones constitucionales impuestas para asegurar la
independencia del Poder Judicial (Fallos, 324:1177).

Desde esta perspectiva, el bloque


normativo bajo análisis establece una clara injerencia en el ámbito
decisorio propio del Poder Legislativo, pues resulta competencia
exclusiva de los legisladores crear o modificar las normas
establecidas por el código de rito.

Tal función, que hace a la esencia del


Poder Legislativo y a nuestro sistema republicano de Gobierno, no
puede ser limitada por otro poder del Estado sin que ello suponga
un avasallamiento a los principios de nuestra Ley Fundamental.

Por otra parte, la independencia del Poder


Judicial significa un muro constitucional de contención de la
arbitrariedad del poder público y también del privado. Es hora,
entonces, de recordar que sin independencia efectiva de nuestros
magistrados y respeto irrestricto a sus competencias no hay
"debido proceso legal", no hay Estado de Derecho.

Joaquín V. González recordaba que la


división de poderes es "la mejor manera de defender y garantir
contra las tentativas de la tiranía, los derechos y libertades de los
hombres"; es un principio fundamental de nuestro sistema político
y está en la esencia misma de nuestro régimen republicano. Cada
uno de los tres poderes de gobierno debe sentirse separado y
soberano en su respectiva esfera de acción exclusiva, lo cual
supone que no debe haber jamás interferencias indebidas desde
cualquiera de los poderes del Estado.

1.2.a.- Análisis orgánico constitucional y legal de


atribuciones del Ministerio Público y del Ministerio Fiscal de
la Provincia de Salta.

La Constitución de la Provincia de Salta,


evidencia la necesidad de que sus instituciones deban encontrar
desarrollos analíticos y minuciosos en los poderes constituidos -y
en el legislativo particularmente- conservando y compatibilizando
la armónica coexistencia entre todos los poderes del Estado,
impuesta por la necesidad de conservar la esfera de libertad y
dignidad de las personas sujetas a la autoridad de la jurisdicción
de que se trate.

Debe reconocerse que las delimitaciones y


contenidos constitucionales y legislativos no inhiben el ejercicio de
las facultades reglamentarias asignadas a los poderes
constituidos. Ello es evidente ante la necesidad de descender los
marcos normativos al casuismo, que solo puede atender quien
ejerza la jefatura de cada una de las agencias públicas, cuidando
que dicho marco de poder reglamentario se encuentre dentro las
previsiones constitucionales y legislativas, sin violentarlas ni
extralimitarlas.

De lo contrario, habría de admitirse el


ejercicio indiscriminado de facultades legislativas, jurisdiccionales
o administrativas en manos de cualquiera de los poderes políticos
clásicos, e incluso en los llamados extrapoderes.

La clara demarcación de los límites


constituye una garantía de funcionamiento republicano; pero por
sobre toda cuestión, una garantía democrática para las libertades
públicas, fin último de toda organización social que procure la
realización efectiva del Bien Común por medios legítimos.

1.2.b.- Fuentes del poder reglamentario del Ministerio Fiscal.

La organización y funcionamiento, tanto


del Ministerio Público y Ministerio Fiscal, reconocen como fuente
primera la letra constitucional -arts. 164, 165, 166, 167 y 168 de la
Constitución de Salta-, remitiendo a la legislación ordinaria, la
reglamentación detallada de las potestades que tendrán aquellos
órganos (mediante ley orgánica 7.328).

La Constitución provincial dispone en su


art. 167 que “el Ministerio Público es autónomo e
independiente de los demás órganos del Poder Público”.

Por su parte, el art 164 del mismo plexo


normativo, establece que: “El Ministerio Público es ejercido por
un Procurador General, un Defensor General y un Asesor
General de Incapaces quienes tendrán a su cargo la
superintendencia y las potestades administrativas y
económicas del mismo en forma conjunta…”

Mientras que el artículo 166 dice que:


“sus atribuciones y deberes, son las fijadas por la ley y
especialmente deben:
a) Promover la actuación de la justicia en defensa de la
legalidad y de los intereses generales de la sociedad.
Intervenir en toda causa judicial en que esté interesado el
orden público.
b)Velar por el respeto de los derechos, deberes, principios
y garantías constitucionales, estando legitimado para
demandar la inconstitucionalidad de toda ley, decreto,
ordenanza, actos, contratos o resolución de cualquier
autoridad pública provincial o municipal.
c) Velar por la buena marcha de la administración de
justicia y controlar el cumplimiento de los plazos
procesales, estando facultado para acusar a los miembros
del Poder Judicial y del Ministerio Público ante quien
corresponda.
d) Velar por el correcto cumplimiento de las leyes y
garantías y de los derechos humanos en las cárceles y
todo otro establecimiento de internación.
Accionar en defensa y protección del medio ambiente e
intereses difusos.
e) Ejercer la acción penal en los delitos de acción pública.
Asimismo ejercita las acciones para hacer efectiva la
responsabilidad penal en que hubieren incurrido en
perjuicio de la Administración Pública.
f) Nombrar a sus empleados conforme a lo dispuesto en
el Artículo 64º Inciso 2) de esta Constitución y removerlos.
Los funcionarios letrados, son designados previo
concurso público. Proponer y administrar su propio
presupuesto, enviándolo al Poder Ejecutivo para su
remisión al Poder Legislativo a efecto de su
consideración.
g) Tener iniciativa legislativa no exclusiva con
respecto a la ley de organización del Ministerio
Público, Códigos Procesales y demás leyes
vinculadas a la administración de justicia y al
ejercicio de sus funciones. Integrar el Consejo de la
Magistratura.”

Dicha enumeración no es taxativa, no


obstante lo cual, respecto de otras atribuciones y otros deberes
que pueda tener el Ministerio Público exige la remisión y su
asignación de facultades por Ley.

La única mención al aspecto legislativo en


la Constitución Provincial sólo le otorga como facultad al
Ministerio Publico la “iniciativa legislativa no exclusiva” en orden a
su ley orgánica, a las leyes adjetivas …“y las demás vinculadas a
la administración de justicia y al ejercicio de sus funciones”.
Reitero, se trata de iniciativa legislativa -que no es ni siquiera
exclusiva-, pero no asigna facultades o atribuciones legislativas.
Es decir, no goza de estas últimas aunque la materia se vincule a
la administración de justicia o al ejercicio de sus funciones.

Por su parte, la Ley 7.328 -Orgánica del


Ministerio Público-, en el Título II, Capítulo I, art. 32 dispone que
el Procurador General ejerce la jefatura de los fiscales de todos
los fueros, pudiendo dictar las instrucciones generales que
estime necesarias para la función operativa de aquellos. Como
también podrá expedir instrucciones generales a los fiscales de
todos los fueros e instancias y atender las consultas que le fueren
formuladas por los mismos y las demás funciones dispuestas
por las leyes de la Provincia y las que le fueron
encomendadas por el Colegio de Gobierno del Ministerio
Público.

En el Título I, Capítulo I, art. 17 de


Disposiciones Generales del mismo cuerpo normativo, se
prescribe: “En lo concerniente a asuntos administrativos,
relacionados con el funcionamiento del Ministerio Público, el
procedimiento disciplinario, las cuestiones edilicias, horarios
y demás circunstancias que no estén legisladas por la
presente, podrán ser motivo de regulación reglamentaria para
lo cual el Colegio de Gobierno tiene la más amplia potestad.
En lo posible se le dará una estructura unitaria, bajo el título de
Reglamento General del Ministerio Público.

2.- Atribución indebida de la Suma del Poder.-

Una primera conclusión me permite


adelantar que la Constitución de Salta y la Ley Orgánica 7.328 le
concede al Procurador General: a) Iiniciativas legislativas -no
exclusivas- con respecto a la ley de organización del Ministerio
Público, Códigos Procesales y demás leyes vinculadas a la
administración de justicia y al ejercicio de sus funciones; b)
Facultades de expedir y dictar instrucciones generales en asuntos
administrativos, relacionados con el funcionamiento del Ministerio
Público, el procedimiento disciplinario, las cuestiones edilicias y
horarios y c) demás circunstancias “administrativas” que no estén
legisladas por la ley 7.328.
En efecto, surge con clara evidencia, que la
decisión unilateral de la Procuración General de dictar una serie
de resoluciones, en la práctica implica la suma de las funciones
del Estado, ya que intenta ejercer, además de las propias,
atribuciones de tipo legislativo y judiciales, de las que carece.

Es por ello, que puede afirmarse, sin


eufemismo alguno, que en la historia argentina no existen
antecedentes –aún hasta incluyendo los períodos de alteración
del orden constitucional-, de tamaña atribución de funciones en
una sola persona. No existe funcionario político o judicial que
cuente con semejante atribución de poderes, sencillamente
porque lo impide en forma expresa nuestro orden constitucional,
que se ha ocupado de adoptar el modelo republicano y la división
de las funciones del poder del Estado.

El conjunto de resoluciones observadas


pone la suerte de los habitantes de la provincia, en manos de un
funcionario que no tiene ningún tipo de control, salvo el político, y
con un grado de decisión superior incluso al de los Sres. jueces o
legisladores.

Queda entonces de manifiesto un ejercicio


desmedido del rol de la Procuración General, dirigiendo,
planificando, observando, vigilando, decidiendo, sobre los
habitantes de esta provincia, por fuera del orden jurídico vigente;
o sea que se convierte en una especie de inquisición (sin
limitación temporal) sobre la suerte y fortuna de los ciudadanos,
sin detrimento alguno, sin trabas, sin garantías, sin
responsabilidades directas, transformando a su gusto las leyes
de la convivencia democrática.
De la simple lectura de las mismas, se
evidencia claramente, la violación de elementales principios de
raigambre constitucional, estableciendo un procedimiento ilegítimo
hecho a la medida de las necesidades de los Fiscales
Correccionales, con una evidente desigualdad entre las partes del
proceso, y con una escasa intervención del Juez como tercero
imparcial y garante de los derechos constitucionales.
Representando ello, una peligrosa ventaja procesal a favor del
Ministerio Publico Fiscal que se da de bruces contra los principios
de debido proceso, igualdad de armas y defensa en juicio.

Se produce un avance de la arbitrariedad


desde el propio Estado, bajo un disfraz legal, poniendo en serio
riesgo las garantías constitucionales, al fundamentar la normativa
en una peligrosa visión de modernizar el servicio de
administración de justicia, a cualquier costo, otorgando a su favor,
para ello, un procedimiento con características muy particulares a
diferencia de cualquier otro proceso judicial legitimo.

Y no se trata de poner en tela de juicio la


capacidad del Estado para asegurar el fin que persigue un
proceso penal, que sin lugar a dudas, es el descubrimiento de la
verdad y aplicación de la ley penal sustantiva. Pero sí es
necesario señalar que los recaudos destinados a asegurar dichos
fines, de modo alguno pueden exceder en su contenido y alcance,
las limitaciones impuestas por la Ley fundamental. De lo contrario,
caeríamos en la maraña de que “el fin justifica los medios”.

3.- Publicidad.-
Resulta aquí aplicable lo señalado por la
jurisprudencia respecto de la importancia fundamental que posee
la publicidad de los actos para el correcto funcionamiento del
sistema republicano de gobierno: “... el principio de la publicidad
de los actos es de valor esencial a la forma republicana de
gobierno y debe ser observado”.

3.1.- La clandestinidad del Bloque normativo impugnado.-

El principio de publicidad representa un


signo típico del estado democrático de derecho cuya infracción
adelanta la ilegalidad del comportamiento o normativa de que se
trate. La publicidad marcó en occidente la transición entre el
Estado Absolutista y el Estado de Derecho.

Acertadamente Alicia Oliveira2 sostiene


que “si quienes nos gobiernan deben mantener algo secreto no
sólo crean un derecho injusto, sino que nos alertan sobre lo
negativo del contenido de lo oculto, el que -sin duda- producirá
una reacción negativa en los gobernados. De allí que la
publicidad de los actos de gobierno no sólo sirve para controlar
sino que es, esencialmente, una forma de control”.

Consecuente con su linaje medieval e


inquisitivo los instrumentos que impugnamos, violentando el
principio republicano de publicidad de los actos de gobierno,
permanecieron fuera del alcance de la población y de las
autoridades públicas por espacio de muchos meses hasta que
medios periodísticos nos impusieran del asunto y desatara
algunas explicaciones más inquietantes e irrazonables del
Procurador General; sin que hasta la fecha, inclusive, se tenga
noticias de su publicación oficial, en abierta infracción a lo

2 Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires,


República Argentina; en www.ciudadpolitica.com
dispuesto por los arts. 102 de la ley 5348, art. 1 de la ley 4337 y
art. 2 de la ley 6643, reglamentarias todas del principio
establecido en los arts. 1 y 5 de la Constitución Nacional.

Será el Boletín oficial de Salta quien disipe


toda duda a este respecto, para lo cual pido se libre el oficio
pertinente.

4.- Violación del art. 18 de la Constitución Nacional, 8 de la


Convención Americana sobre Derechos Humanos y 18 de la
Constitución de la Provincia de Salta

La Constitución Nacional cumple un rol


fundamental en tanto exige que los derechos humanos
reconocidos en ella sólo pueden ser reglamentados a través de
una ley dictada por el órgano legislativo.

Las Resoluciones Generales Nº 133/10,


178/11 y concordantes de la Procuración General que se
impugnan, configuran una clara violación del art. 18 de la
Constitución Nacional, 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y 18 de la Constitución Provincial.

En efecto, el acto de creación de un cuerpo


especializado de investigaciones Fiscales (C.I.F.) contiene todas las
notas típicas de una sanción legislativa, asignándole a estos
“investigadores fiscales” la misión de investigar a los ciudadanos
portadores de derechos constitucionales y garantías legales;
dotándolos también de amplísimas facultades como es realizar
tareas de inteligencia u otras medidas, en cualquier momento y sin
limitación temporal, a fin de resguardar el éxito de la investigación
penal.
Asimismo, el art. 3 de la Resolución 178/11
establece que el fiscal discrecionalmente evaluará la posible
intervención del Juez Correccional y de Garantías, cuando los
empleados del departamento constaten una situación en la que la
investigación encomendada no pueda cumplirse sino mediante la
afectación de garantías constitucionales.

Pero no sólo ello, sino que se agregó como


artículo 5 de la Resolución 178/11 una norma que establece el
carácter confidencial de las investigaciones encomendadas por los
Fiscales a los empleados miembros del Departamento, atribuyendo
además al fiscal interviniente, la facultad discrecional de autorizar la
consulta de las mismas a los letrados interesados.

Asimismo la Resolución N° 133/10, faculta a los


empleados miembros del Departamento a realizar tareas básicas
de inteligencia, averiguaciones varias, sin la intervención judicial
debida, pudiendo preparar la entrevista de testigos y sospechosos,
como así también anticipar defensas y buscar evidencias.

Palmaria es la inconstitucionalidad de esta


norma, la cual carece del aval del Poder Legislativo, violentando
especialmente el art. 18 de la Constitución Nacional y el art. 4 y 127
de la Constitución Provincial, que reserva al poder legislativo la
función de legislar, la cual, por su indelegabilidad, no puede ser
ejercida por el Procurador General.

Establecer que el Fiscal evaluará


discrecionalmente la posible intervención del juez o limitará el libre
acceso de la defensa a las actuaciones por él conducidas, u
otorgará a las mismas un carácter confidencial, invierte los roles,
convirtiendo al Fiscal en un inquisidor medieval.

Por ello, estas normas contravienen los


principios constitucionales del debido proceso, juez natural, defensa
en juicio y estado jurídico de inocencia, al establecer un sistema de
investigación penal paralelo e ilegítimo con graves condicionantes
al libre acceso de la defensa; sin limitación temporal y librado al
arbitrio exclusivo y excluyente del fiscal interviniente, quien puede
discrecionalmente mantener el mismo alejado, “sine die”, de los
ojos del juez correccional y de garantías competente.

Es decir, la vulneración específica del


derecho de defensa, se realiza mediante la ejecución de esas
actividades por empleados administrativos dirigido por el Fiscal
interviniente y sin necesidad de intervención del juzgado
correccional y de garantías competente, sin que el ciudadano pueda
oponerse a ello, y peor aún con la posibilidad de no enterarse
jamás.

Se está frente a un caso donde la parte del


proceso (Fiscal) se transforma en juez previo de las garantías, ya
que desplaza en un primer momento al juez competente de sus
funciones, lo cual vulnera claramente el debido proceso adjetivo,
reglamentado por el Código Procesal Penal de la Provincia y la
división de roles entre Ministerio Publico Fiscal y el Poder Judicial
de la Provincia.

Asimismo, el bloque normativo de


Resoluciones Generales impugnadas genera incertidumbre sobre la
posible concurrencia de facultades y atribuciones asignadas al
Cuerpo de Investigaciones Fiscales con las conferidas por la Ley
(art. 179 y 180 CPP) a la policía de la Provincia de Salta, quienes
deben su existencia a la ley orgánica N° 6192.

Además, la problemática relacionada con


la consecución, a cualquier costo, de la prueba incriminante por
parte del Estado para utilizarla contra las personas es típica de los
países con regímenes autoritarios. No hace falta ninguna prueba
para vislumbrar la entidad de los riesgos implicados en la
Resolución N° 133/10 y sus concordantes.

No solo lo relacionado a los principios de


legalidad e inviolabilidad de la defensa han sido alcanzados y
abrogados por la Resolución N° 133/10 y sus concordantes, sino
que además se han alterado los postulados de política criminal,
cuya definición compete a los poderes políticos del Estado.

La legalidad como garantía se traduce en


mandato que disciplinan los excesos de poder y subordinan toda
competencia criminal sustantiva y adjetiva a previsiones
emanadas del Poder Legislativo, sea federal o local.

Por ello, por muy acertada que pudiera


presumirse una regulación como la que se impugna, no será
propia ni aceptable en un Estado Democrático de Derecho si no
se aviene con las pautas constitucionales básicas y fundantes.

De admitirse el temperamento contrario no


cabría tampoco elevar objeciones contra regulaciones legislativas
del Ministerio de la Defensa, del Pupilar, de la Auditoría General
de la Provincia, de la Policía de la Provincia, etc., aunque resulte
imperioso insistir en que todas ellas -creadas o no por la letra
constitucional- han sido desarrolladas en sus propósitos y
potestades por las leyes emanadas de las Cámaras Legislativas
del Estado.

Es por ello, que la entidad de las


irregularidades y vicios mencionados anuncian la incertidumbre y
gravedad de los actos generados desde el Cuerpo de
Investigaciones Fiscales y los que sean sus consecuencias, en
claro detrimento del principio de inviolabilidad de la defensa en
juicio y la igualdad de armas en el proceso.

Es decir, cuanto acto fuere practicado por


el Cuerpo de Investigadores Fiscales será susceptible de ser
revocado o declarado ilegal por infringir el principio sustancial y
procesal de legalidad y el derecho de defensa, por contravenir los
contenidos de la Constitución Nacional, la Constitución de Salta,
el Código Procesal Penal y la Ley Orgánica del Ministerio Público.

TEORÍA DE LOS ACTOS PROPIOS:

Cabe resaltar que tal estado de


incertidumbre es generado por el Procurador General , quien supo
decir en su obra “Las Garantías del Imputado”, al tratar el principio
de legalidad y la restricción a los derechos del imputado que: “la
intervención o afectación de los derechos del imputado debe
cumplirse en función de pautas suministradas por el Poder
Legislativo, con arreglo a la normativa constitucional. Esto
significa que la ingerencia sólo es válida si resulta
previamente descripta y autorizada por una ley del Congreso
Nacional o de las Legislaturas provinciales. Para algunos,
dada la vigencia del principio de la separación de los poderes
(uno de los postulados básicos que guían el funcionamiento
del Estado en un sistema republicano), la intervención sobre
los derechos debe ser una tarea natural y privativa del poder
legislativo, uno de los contenidos esenciales del ejercicio de
la función legislativa. Para ello se tiene en cuenta que la
afectación de los intereses de índole individual constituye
presupuesto necesario para proteger y defender los intereses
de índole general y, en éste radical aspecto, es al legislador a
quien compete la búsqueda de formulaciones que armonicen
las esferas de ambas categorías de intereses.”

La intervención legislativa se cumple


por medio de restricciones permitidas en virtud de un
mandato de índole constitucional, mediante la sanción de
leyes especiales para tales fines …” (Fleming, Abel; López
Viñals, Pablo, “Garantías del Imputado”, 1 a ed., 1a reimp.,
Rubínzal-Culzoni, Santa Fé, 2008, p. 39)

Lamentablemente, el Sr. Procurador


General al disponer la creación del CIF, arrogándose
indebidamente facultades legislativas, contraviene sus propios
actos al haberse olvidado de los claros principios enunciados en
el trabajo referido.

Otra contradicción emanada de la citada


obra la encuentro en lo atinente al principio de igualdad de armas
dentro del proceso cuando dice: “la contienda que supone el
proceso acusatorio únicamente es concebible en un plano de
igualdad de armas, con una defensa y una acusación dotadas
de poderes equivalentes. Son claras expresiones de ése
deseado equilibrio, la posibilidad de que la defensa se
inmiscuya de manera constante en toda actividad del
proceso, pues el secreto no tiene lugar en el proceso
acusatorio”. (Ob. Citada, p. 617)
Lo expuesto, una vez más evidencia la
contradicción en que incurre el Sr. Procurador General, atento lo
normado en la Resolución N° 178/11 en sus arts. 3 y 5 antes
analizados.-

En igual sentido, resulta contradictorio


cuando dice: “también se asocia directamente con el principio
de igualdad de armas el suministro de los medios para una
adecuada defensa en la esfera técnica, lo que a su vez
supone que la asistencia letrada no se provea de un modo
meramente formal, sino que se desempeñe de manera
efectiva en la oposición de la acusación. La equivalencia de
poderes procesales para ser real debe tener vigencia en todo
el proceso, aspecto éste en que el procedimiento mixto se
muestra particularmente deficitario dada la minusvalía del
imputado frente al poder omnímodo del órgano jurisdiccional
en la etapa instructora; en ésta concepción ritual se obliga al
encauzado a tolerar un verdadero avasallamiento de sus
derechos fundamentales durante la parte preparatoria, con el
argumento de que se trata de acusaciones de carácter
provisorio, que sirven para dar lugar a la etapa de juicio en la
que de manera definitiva se decidirá su situación con pleno
respeto del derecho de defensa; lo que en realidad termina
ocurriendo es que el plenario se termina convirtiendo en una
convalidación de la instrucción, lo que lleva a una grosera
conculcación del principio de igualdad de armas”. (Ob.
Citada, p. 618)
Lo transcrito, se contrapone con lo
establecido en el bloque normativo impugnado que impone
restricciones al libre acceso de la defensa a las actuaciones y
dispone su carácter confidencial.-
Lo referenciado, son solo algunos de los
ejemplos de contradicciones en que incurre el Sr. Procurador
General, entre su accionar actual y las posiciones explicitadas en
su obra.-

X.- MEDIDA CAUTELAR

La gravedad y flagrancia de los vicios que


contiene la Resolución N° 133/10 y sus concordantes llenan el
requisito de “fumus bonis iuris” propio del adelanto jurisdiccional y,
al mismo tiempo, revelan la imperiosa e impostergable necesidad
de suspender su inminente aplicación hacia terceros
“investigados” sin venia legislativa alguna toda vez que ella carece
-por lo vertido- de presunción de legitimidad y ejecutoriedad (art.
73 LPA), es decir carece de fueros en derecho.

Si bien las Resoluciones impugnadas


pueden haber producido algunos efectos administrativos internos
-gastos, contratación de personal, designación de funcionarios,
equipamientos, compra de insumos, inauguración, tele
conferencia, etc.- los que quedarían dentro de la esfera de
potestades del Procurador General o del Colegio de Gobierno- los
daños y gravámenes, así como los riesgos potenciales para la
salud de las garantías constitucionales comprometidas son
enormes, por lo que debe suspenderse preventivamente su
aplicación a los fines de evitar perjuicios concretos a los
ciudadanos hasta que se resuelva definitivamente sobre su
declaración de inconstitucionalidad e ineficacia.

Dejando aclarado que la solicitud cautelar


es únicamente referida al funcionamiento del CIF, y no del servicio
que presta el Laboratorio Regional Forense del Noa.
Ofrezco con este escrito Contracautela
suficiente y solicito se provea inaudita parte este requerimiento,
previo a correr traslado de la acción.

XI.- SINTESIS:

En conclusión, debe declararse la


inconstitucionalidad tal como se pide por las siguientes razones:

1) El bloque normativo impugnado es


claramente inconstitucional porque viola los arts. la Constitución
Nacional en sus Arts. 1, 5, 18, 19, 75 inc° 22, 99 inc. 3°; art. 8 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos; Constitución
de la Provincia de Salta, Arts. 1, 4, 5, 18, 19, 20, 22, 86, 93, 121,
144, 164, 165, 166, 167, 168; Art. 1 de la Ley Provincial N° 4337;
Arts. 2 de la Ley Provincial N° 6643; Arts. 32 y 17 de la Ley
Provincial N° 7328 (orgánica del Ministerio Público); Art. 71 del
Código Penal; Arts. 6, 18, 28, 63, 179, 350 y siguientes del Código
Procesal Penal de Salta; arts. 102 y 103 de la ley de
Procedimientos Administrativos de la Provincia de Salta N° 5348;
Leyes Provinciales N° 6192 y 6263;

2) Estamos ante una norma dictada por un


órgano que no tiene competencias legislativas ;

3) El bloque normativo impugnado no fue


publicado en su totalidad;

4) Viola el sistema republicano de gobierno


y la división de poderes;
5) Viola el debido proceso, el principio de
legalidad, el estado jurídico de inocencia, la inviolabilidad de la
defensa en juicio y el principio de igualdad de armas en el
proceso;

XII.-PLANTEO CASO FEDERAL:

Para el improbable caso de que recayera


una sentencia contraria a los derechos constitucionales
invocados, dejo planteada desde ya la Cuestión Constitucional
Federal porque en tal caso se estarían vulnerando los derechos
garantizados por el art. 1 y 5 (forma republicana de gobierno,
publicidad de los actos de gobierno), 18 (inviolabilidad de la
defensa en juicio), 19 (legalidad), 28 (facultades reglamentarias),
75 inc. 22 (Tratados Internacionales con rango constitucional), con
reserva expresa de acudir a la Excma. Corte Suprema de Justicia
de la Nación a través del recurso previsto por el art. 14 de la Ley
48.-

XIII.- PRUEBA: Acompaño y ofrezco la


siguiente:
Constancias de autos que hagan al
derecho de mi parte;
Documental:

a) Copia de Actas de Consejo Directivo N°


1,
y 18;
b) Copia del D.N.I. N° 23.079.438;
c) Copia de Denuncia formal contra la
Resolución N° 133/10 mediante nota N° 1189 de fecha 15/02/2011
presentado por el Dr. Santiago Eduardo Pedroza;
d) Copia de Resolución F.A.C.A. Noa;
e) Copia de Resolución F.A.C.A. Nacional;
f) Copia de Resoluciones emanadas del
Ministerio Público de la Provincia de Salta;

Para el caso de desconocimiento, solicito


se libren los oficios pertinentes con el objeto que se certifique la
autenticidad de toda la documentación acompañada en copia.-

Informativa:

Solicito se libre oficio al Boletín Oficial de


la Provincia de Salta con el objeto que informe si las Resoluciones
impugnadas fueron objeto de publicación oficial, acompañando la
pertinente copia certificada en caso afirmativo.

XIV.- PETITORIO:

Por todo lo expuesto, pido:

1.- Se me tenga por presentado, en el


carácter invocado, por constituido domicilio procesal y denunciado
el real.

2.- Se agregue la documentación anexa y


se reserve por Secretaría el original.

3.- Se provea inaudita parte, como Medida


Precautoria, la suspensión preventiva de la Resolución 178/11 y la
aplicación de la Resolución N° 133/10, concordantes y toda otra
norma que habilite el funcionamiento del CIF.
4.- Ejecutoriada aquella se ordene correr
traslado de esta demanda.

5.- Se tenga por planteada la Cuestión


Constitucional Federal, conforme se expone ut supra;

6.- Oportunamente se declare la


inconstitucionalidad e inaplicabilidad, nulidad y suspensión
definitiva de las Resoluciones Generales Nº: 7727/10, 7721/10,
7796/10, 7685/10, 7853/10, 7914/10 y 7946/10, 99/09, 133/10,
152/10, 160/10, 178/11 y cualquier otra norma, reglamento,
circular o instructivo que se dictare en concordancia con las
citadas.

7.- Condenación en costas.

SERA JUSTICIA

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