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Marco teórico

Para principios del siglo pasado existía una necesidad de comprender la dinámica de los sucesos

sociales y su origen en los entornos más cercanos al individuo , en el proceso terapéutico llevado a

cabo por las diferentes escuelas psicológicas que en ese momento fundamentaban sus principios en

intervención, en el proceso de satisfacer la respuesta a las conductas individuales y reduccionista se

da base a la terapia del modelo sistémico con una idea más holística del individuo y sus cuestiones

personales.

Así en 1960 surge la terapia familiar de orientación sistémica. Las escuelas que dominaron este

enfoque principalmente fueron: el modelo estratégico del Mental Research Institute (MRI), en Palo

Alto California, el modelo familiar estructural de Minuchin, y el modelo narrativo de Milán, (Sierra,

& Garrido Fernandez, 2009; Serebrinsky, 2009).Este modelo provocaba una revolución y un cambio

paradigmático en el campo de las ciencias sociales, ofreciendo una diferente visión del mundo y de

pensar, donde lo individual y aislado era fundamental para comprender los comportamientos así el

entorno y el contexto eran parte principal en la comprensión del individuo.

El pensamiento sistémico es opuesto al reduccionismo, se centra en la idea de sistema, elemento

donde sus características y su composición cuyas funciones son un “todo” mediante la relación de

sus partes. Este modelo terapéutico, que iba más allá de lo que se entiende al individuo como

elemento aislado, permite llegar a patrones de mayor complejidad y profundidad. Su objetivo era el

estudio de las relaciones, los patrones de interacción y las estructuras que los mantenían,

derivándose del mismo la posibilidad de comprender su complejidad y poder modificarla.


El trabajo de Wiener (1948), creador de la Cibernética, fue un aporte de consideración para la

teoría antes mencionada. Este autor extrapoló el concepto de auto regulación, proveniente de

ciencias tecnológicas, al estudio del ser humano. La teoría de Weiner es un elemento fundamental en

el modelo de la terapia sistema donde reconoce al individuo como un receptor y procesador de

información externa por medio de sus sentidos así el individuo actúa sobre el medio reproduciendo

esa información.

El biólogo y filósofo austríaco Ludwind Von Bertalanffy quien formuló la Teoría General de los

Sistemas en 1968 permite comprender el comportamiento de un sistema con características propias.

Este utilizó el concepto de sistema como “un complejo de elementos en interacción” para más tarde

aplicarlo al ámbito terapéutico hasta convertirse en el modelo predominante en los estudios de

familia y las relaciones, así este modelo fue tomando fuerza en las ciencias humanas con el fin de

crear e implementar técnicas mas científicas.

Los antecedentes más destacados de las terapias sistémicas podemos encontrarlos en el

psicoanálisis. Ejemplo de ellos son los términos “Madre esquizógena” de Frieda From-Reichman,

“Madre perversa” de Rosen o el uso de entrevistas familiares de Bell.Aun así, los inicios más claros

de esta terapia surgieron con el antropólogo Gregory Batenson y un equipo de veteranos en

la “Administration Hospital de Palo Alto”. Bateson se unió a otros investigadores como Jackson,

Haley y Weakland para analizar el sistema comunicacional de las familias esquizofrénicas, con el fin

de responder a los problemas presentes en la conducta de los individuos

1981 P. Watzlawick, teórico de la comunicación humana, destacaba la importancia del contexto

para entender cualquier conducta humana como un fenómeno permanece inexplicable en tanto el
margen de observación no es suficientemente amplio como para incluir el contexto en que dicho

fenómeno tiene lugar. También el antropólogo Bateson introducía el concepto de “marcador de

contexto”, para referirse a todo ese conjunto de señales que permiten diferenciar los contextos y

responder de diferente forma ante los mismos estímulos en diferentes situaciones. Por lo tanto, la

conducta, violenta o no, se convierte en un fenómeno de tal complejidad que no podría entenderse

sin un estudio completo y pormenorizado del contexto y sus relaciones.

Esta nueva perspectiva sistémica, que lleva consigo un cambio metodológico, dirige sus

investigaciones al estudio de las relaciones dentro y fuera del sistema, ya que al fin y al cabo son

éstas las responsables del mantenimiento sintomático de las disfunciones. Desde este modelo los

comportamientos violentos y disfuncionales, pasarían a percibirse como relacionales y su origen ya

no se situaría en el interior de la persona, sino entre ella y los sistemas, o sea en la “relación”.

Terapia estructural sistémica

El modelo estructural de terapia familiar, fue desarrollado en la década de 1970-1979 por Salvador

Minuchin a partir de su práctica clínica al abordar los problemas de salud mental en poblaciones

marginadas de Estados Unidos, y personas que tenían miembros con problemas psicosomáticos. Este

concepto nació mientras Minuchin trabajaba como psiquiatra en la correccional para niños de

Wiltwyck, Nueva York, debido a que los jóvenes atendidos en esta institución, una vez rehabilitados y

dados de alta, reincidían, debido a los problemas familiares, estos jóvenes usualmente pertenecían a

familias inmigrantes con limitaciones en el lenguaje.

Al observar la necesidad de intervenciones terapéuticas concretas y con acciones orientadas, en lugar

de abstractas y verbales, Minuchin junto con Braulio Montalvo modificaron la técnicas ya existentes

tomando una nueva alternativa a la que denominaron “más acción menos habla” y emplearon técnicas
de acción, técnicas de Rol-playing, técnicas basadas en acciones para la casa o domicilio, así como

otras completamente innovadoras, que tuvieron como utilidad el diagnóstico y el tratamiento (Sánchez,

2000).

El principal giro que dio este modelo, se orientó a la inclusión del contexto y a la responsabilidad

compartida de los miembros de la familia y su relación con la aparición del síntoma al mismo tiempo,

se busca entender cómo es que el síntoma actúa como el esfuerzo de algunos miembros para mantener

la estabilidad familiar (Desatnik, 2004). Está enfocada en las aportaciones de Salvador Minuchin, sin

embargo, las personas con las que trabajo inicialmente fueron: Jay Haley, Jorge Colapinto, Braulio

Montalvo, Harry Aponte, Bernice Rosman y su esposa Pat Minuchin.

El objetivo de la terapia

El objetivo de las interacciones en el presente, es el sistema familiar, el terapeuta se asocia a este

sistema y utiliza a su persona para transformarlo, al cambiar las posiciones de los miembros de la

familia, cambian sus experiencias subjetivas. Minuchin (1974) considera de gran importancia

durante el proceso, lo que llamo propiedades del sistema, en las cuales destacan: Primero, que una

transformación de su estructura permitirá al menos alguna posibilidad de cambio. En segundo lugar,

el sistema de la familiar está organizado sobre la base del apoyo, regulación, alimentación y

socialización de sus miembros, por lo que el papel del terapeuta es unirse a la familia para reparar o

modificar su funcionamiento para que desarrolle sus tareas con eficiencia. En tercer lugar, el sistema

de la familia tiene propiedades de auto perpetuación, por lo tanto, el proceso terapéutico será

mantenido en ausencia del terapeuta por los mecanismos de autorregulación de este. Preservando el

cambio.
La familia en la terapia familiar

Minuchin postula que la familia no es una entidad estática, si no que esta un continuo

movimiento por lo que la evaluación debe centrarse en base a la interacción familiar, es decir, tanto

en las pautas transaccionales como en las construcciones de la realidad que se conectan con las

experiencias familiares (Desatnik, 2004), por lo que es necesario tomar como guía una serie de

hipótesis diagnosticas sobre la interacción sistémica entre el contexto familiar toral y las conductas

sintomáticas de los miembros individuales (Ochoa, 2004). La familia constituye el factor

sumamente significativo, es un grupo social natural, que determina las respuestas de sus miembros a

través de estímulos desde el interior, que se refleja en la protección psico-social de sus miembros y

desde el exterior donde se permite la acomodación a una cultura y la transformación de esa cultura

(Minuchin, 1974). La familia como matriz de identidad destaca el sentido de pertenencia y el sentido

de identidad. En el primero, la pertenencia de acompaña con una acomodación por parte del niño a

los grupos familiares y con sustitución de pautas transaccionales en la estructura familiar que

mantienen a través de los diferentes acontecimientos de la vida. El sentido de identidad, de centra en

cada miembro influido por su sentido de pertenencia a una familia especifica. Sin embargo, también

en este proceso se encuentra inherente el sentido de separación y de individuación los cuales se

logran a través de la participación en diferentes subsistemas familiares en diferentes contextos

familiares, al igual que a través de la participación en diferentes contextos familiares. Sin embargo,

este modelo no se limita exclusivamente a la familia, si no también se han considerado el contexto

institucional y el ámbito psicosocial en los que también se encuentran interacciones (Desatnik,

2004). El desarrollo de la familia normal, incluye fluctuaciones, periodos de crisis y su resolución

es un nivel más elevado de complejidad (Umbarguer, 1983).


La estructura familiar

La figura central de este modelo es la estructura, la cual ha sido definida por Minuchin como “el

conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los

miembros de la familia, es decir, que el sistema familiar se expresará a través de pautas

transaccionales cuyo funcionamiento se da con base en reglas acerca de quiénes son los que actúan,

con quién y de qué forma. Cuando se da una desviación respecto al nivel de tolerancia del sistema,

es decir, cuando se sobrepasan los índices de equilibrio familiar, es cuando puede presentarse el

síntoma. Es aquí cuando el terapeuta necesita preguntarse: ¿Cuáles son las interacciones que se dan

dentro de una estructura especifica que llevaron a una desviación tal en la que el síntoma es

“necesario” como un mecanismo regulatorio para que se mantenga la estabilidad familiar? Una

familia es un sistema que opera a través de pautas transaccionales. Las pautas repetidas establecen

pautas acerca de qué manera, cuando y con quien relacionarse, y estas pautas son marcadas por la

familia. Las operaciones repetidas constituyen una pauta transaccional. Las pautas transaccionales

regulan la conducta de los miembros de la familia, son mantenidas por dos sistemas de coacción. El

primero es genérico o implica reglas universales que gobiernan la organización familiar. El segundo

es idiosincrático, e implica las experiencias mutuas de los diversos miembros de la familia, las

expectativas se encuentran sepultados por años de negociaciones explicitas e implícitas entre los

miembros de la familia, y están relacionados con los pequeños acontecimientos diarios (Minuchin,

1974).
Síntesis de estudio de caso:

Familia nuclear extensa (papa, mama, hijos, nuera, nieta, abuelo, tía, sobrinos), en unión libre

hace 22 años, dos hijos, el padre Andres Ramirez de 45 años de edad, la madre Helena Cuervo de 47

años de edad, el hijo mayor Heiver Ramirez de 21 años de edad, la hija menor Mariam Ramirez de

12 años de edad, la conyugue del hijo Karime Peralta de 22 años de edad y la hija de esta última Lía

Ramirez de 1 mes de edad.

Aunque ya llevan muchos años conviviendo últimamente, se han presentado inconvenientes entre

la pareja (papa y mama), debido a problemas económicos y de administración de responsabilidades

en donde se ha visto afectados todos los miembros de la familia, tanto así que han llegado a faltarse

el respeto verbalmente debido a las diferencias que presentan continuamente. Aunque la llegada de

su primera nieta ha logrado consolidar un poco a la familia, aun se observa su poca interacción y su

disfuncionalidad en cuanto a la forma de comunicarse y adquirir responsabilidades en el hogar. El

otro factor influyente es la adolescencia de la hija menor, la cual atraviesa una etapa de descortesía y

poca colaboración con los quehaceres diarios, esto le preocupa mucho a la madre, puesto que refiere

que su padre no hace nada por corregir este tipo de conductas apáticas, por otra parte el

sostenimiento del hogar es prácticamente tarea del padre solamente, ya que el hijo mayor aunque

trabaja tiene la responsabilidad de sostener a su pequeña hija que acaba de nacer y a su esposa, por

el cual el dinero no alcanza. En cuanto a los demás familiares que son el abuelo, la tía, los sobrinos,

viven del otro lado de la casa ya que es una residencia familiar dividida en dos apartamentos, pero

aun así la relación con ellos no es muy favorable, que debido al fallecimiento de la abuela se han
desencadenado muchos inconvenientes por motivos de herencia que han logrado romper lazos

afectivos entre la familia del padre.

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