El mapa del tesoro

05. abr
Coaching ontológico Crecimiento personal Educación Psicología Vida social

Yo creo que cuando se trata de sueños, metas, objetivos y propósitos, el secreto

consiste en insistir, persistir resistir y nunca desistir.

Dentro de los muchos recuerdos que tengo del colegio, con frecuencia llega a mi
memoria el del profesor Valerio. Tenía una manera creativa de dictar su clase, pues
rompía todos los paradigmas clásicos de la docencia. Salíamos del salón,
aprovechaba la naturaleza, usábamos las diferentes instalaciones del colegio y
hacía del proceso de aprender algo novedoso y fascinante.

Dos veces por semana, en el taller de biología el profe tenía la costumbre de

escribir una frase en la parte superior del tablero, que firmaba con la sigla
“VAGO” y que, para un alumno de quinto de primaria como yo, era la reflexión
esperada, para quedarme pensando por el resto de la semana.

Esa mañana el profesor escribió como de costumbre, su frase del día; y al leerla,
una ola de energía motivadora cambio mi perspectiva de la vida.

La frase decía: “Insistir, persistir, resistir y nunca desistir”.

En ese momento, por mi mente pasó todo mi futuro. Me imaginaba logrando metas y
proyectos y cumpliendo cada uno de mis propósitos. Sin saberlo estaba diseñando un
mapa del tesoro, energizado por la certeza de que todo lo bueno, se puede lograr si
hay disciplina y empeño.

En la actualidad sigo utilizando la técnica del mapa del tesoro. Consiste en una
serie de pasos, claros, específicos y operativos para el logro de metas.

En primer lugar, describo el desenlace de lo que quiero alcanzar en forma

afirmativa y en presente y lo acompaño con una imagen vívida y poderosa.

Segundo soy muy claro y concreto en lo que espero lograr.

Tercero diseño los indicadores de éxito para poder evaluar mis logros, paso a paso.

Cuarto me convenzo de que soy dueño de la situación y la tengo bajo control,

anticipándome a cada detalle dentro del proceso, desde el presupuesto de
motivación, tiempo y dinero.

Quinto me hago la pregunta ética: ¿aquello que deseo no sólo va en mi beneficio,

sino en el de los demás?

Entonces comienzo con un inventario de mis sueños con esta pregunta: ¿Que es
aquello que quiero que suceda en mi vida?

Y comienzo a describir todas aquellas cosas que deseo sentir, tener, hacer, ser y
compartir.

Selecciono los cuatro objetivos que considero más importantes para este año.

Luego elaboro el cronograma de actividades.

Y hago una lista de los recursos económicos, actitudinales y de las herramientas

que poseo para lograr las metas.
Entre esas herramientas está el tipo de personalidad y el conjunto de habilidades
que he desarrollado y puedo desarrollar.

Al mismo tiempo construyo un listado de lo que me impide alcanzar las metas.

Teniendo en cuenta los cuatro objetivos del año, elaboro un primer borrador paso
por paso y de manera simultánea, miro los posibles escenarios y me propongo varios
planes de acción para alcanzar las metas, y si es del caso, aplicar los correctivos
si no estoy cumpliendo el plan.

Me aseguro de que las metas sean alcanzables, medibles y controlables por mí y

sobre todo, verifico que sean posibles dentro de la lógica, en el campo de todas
las posibilidades.

Yo creo que al profesor Valerio Antonio González, le debo una parte de mi futuro,
pues aún hoy sigo insistiendo, persistiendo, resistiendo y nunca desistiendo cuando
mi meta tiene sentido, porque procura mi bien y el de los demás.

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