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Por principio
Ergo, la idea central que aquí trato es el sentido del posgrado de la Universidad Pedagógica
Veracruzana. Sostengo que el desarrollo y fortalecimiento del posgrado en la UPV está en
función de la orientación de éste hacia la investigación y generación de conocimiento en
armonización con el desarrollo y mejoramiento de las competencias docentes. El argumento
principal lo constituye la precariedad gnoseológica subyacente a la orientación
profesionalizante del posgrado y las implicaciones de ésta ante la complejidad de los
fenómenos y problemáticas sociales y educativas actuales.
*
Ponencia presentada el 22 de enero de 2013 en 1er. Encuentro Académico 2013, en el marco del Eje Rector
No. 7 “Reforma Curricular: diversificación y flexibilización de la oferta Educativa” del Plan General de
Desarrollo Institucional 2011-2025 de la Universidad Pedagógica Veracruzana, realizado en el Aula 2 del
Edificio de Posgrados en la ciudad de Xalapa-Enríquez, Veracruz.
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Doctor en Educación con Especialidad en Mediación Pedagógica por la Universidad De la Salle (San José,
Costa Rica) y la Universidad Veracruzana. Director de Centros Regionales de Estudios de la Universidad
Pedagógica Veracruzana.
1
Debe entenderse complejidad en el sentido de Roger, quien señala que ésta “no es una ciencia, es una manera
de pensar, es un modo de acercarse a la realidad a partir de estrategias que hacen de la multidimensionalidad y
la dialógica principios insustituibles hoy. Pensar en forma compleja implica un conocimiento del conocimiento,
como lo es la constitución de sujetos educativos en el marco de procesos de formación en el
posgrado y el desarrollo de la investigación en éste, mismas que se conjugan con mi
experiencia vital en procesos y prácticas educativas en distintos ámbitos y niveles educativos.
un conocimiento de los modelos paradigmáticos, culturales y educacionales que dan forma al sujeto de la
escuela. Los modelos que formatean y a su vez deforman la visión del mundo. ”(Roger, 2006: 2).
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Aquí debe entenderse por política en el sentido de politics, que refiere a una dimensión específica de lucha, a
un terreno de confrontación o a procesos de consensos, negociaciones antagonismos, divergencias y
convergencias en función de la detentación del poder del Estado, por parte, o primordialmente, de political
groups. Vid infra Parsons, Wayne (2007).
3
Como es el caso de la Licenciatura en Educación Básica. Vid infra Fuentes N. F. (2010).
2
académicas y administrativas que contribuyeran al crecimiento orgánico, regulado y a la
calidad de la oferta educativa en este nivel, socavó el desarrollo académico, y minó la calidad
de las actividades sustantivas de la institución —como es el caso concreto de la investigación
y la extensión cultural— y deterioró la esencia del trabajo universitario: el respeto a las ideas
y a la expresión de las mismas.
En segundo lugar, también se infiere que dicha opacidad procede de la anorexia teórica y la
precariedad gnoseológica en el ámbito académico, pues la ausencia de elementos
insustituibles y propios del diseño curricular en el campo de la educación y del posgrado —
como lo es precisamente la adopción de una postura teórica (onto-epistémica), el
entrenamiento en el uso de de alguna herramienta de inteligibilidad, la configuración de una
racionalidad investigativa y, en consecuencia, el desarrollo de habilidades investigativas,4
e.g.— evidencia la visión reducida y acrítica desde la cual se trazó en los últimos tiempos—
pero no se pensó— el sentido de la formación de estudiantes de posgrado en la universidad 5
y, por tanto, también el sentido y rumbo del posgrado en su conjunto.
4
Para abordar más al respecto, sugiero revisar el texto de la conferencia “Evaluación curricular y evaluación
de programas con fines de acreditación. Cercanías y desencuentros” dictada por Ángel Díaz Barriga durante el
Congreso Nacional de Investigación Educativa. Sonora, 2005. Vid infra.
5
Incluso, si hubiese prevalecido una visión tecnocrática vanguardista y no anacrónica de las autoridades, quizá
alguno de los programas de posgrado en operación estaría inscrito en la actualidad en el Padrón Nacional de
Posgrados (PNP) del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONACyT).
6
A este respecto, es necesario destacar que el posgrado en la Universidad Pedagógica Veracruzana tuvo su
emergencia a finales de la década de los ochenta con la puesta en operación, precisamente, de la Especialidad
en Investigación Educativa.
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Los objetivos de la Especialidad en Investigación Educativa son los siguientes: 1. Formar profesionales
dedicados al estudio, investigación y tratamiento de la problemática que enfrenta el sector educativo estatal; 2.
Formar en el participante una concepción científica del hecho educativo; y 3. Elaborar proyectos de
investigación a través de los cuales se analice y se dé una respuesta a los problemas educativos que enfrentan
los docentes en su práctica cotidiana.
3
contribuyeron al prestigio de las acciones educativas y formativas de ésta en el contexto
regional.
8
En la noción “ciencia” que uso aquí queda superada la univocidad, los determinismos y el sentido progresivo
y lineal de la visión positivista y del pensamiento moderno-occidental. Se asume una perspectiva holística en
la que las humanidades y las artes están implícitas al igual que “otras” áreas del conocimiento.
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No con ello debe entenderse que el contenido base de dichas posturas constituya el carácter distintivo de uno
u otro programa académico de posgrado. Más bien debe inteligirse que la toma de postura —teórica (onto-
epistémica), metodológica y ético-política— de éstos ante la realidad compleja de los fenómenos educativos
representa ya, en sí misma, el principal rasgo identitario del posgrado y, ergo, el sentido y orientación de éste
en cuanto a la formación de sujetos educativos.
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Morín señala que el “paradigma juega un rol al mismo tiempo subterráneo y soberano en cualquier teoría,
doctrina o ideología. El paradigma es inconsciente pero irriga el pensamiento consciente, lo controla y, en ese
sentido, es también sub-consciente. […], el paradigma instaura las relaciones primordiales que constituyen los
axiomas, determina los conceptos, impone los discursos y/o las teorías, organiza la organización de los mismos
y genera la generación o la regeneración (2001: 9)
4
para los procesos de escolarización (2011: 5), en los que la formación científíca, la
orientación investigativa y en el uso de ésta para la comprensión y transformación del estado
de cosas, así como la toma de posturas teóricas, metodológicas y axiológicas resultan
ausentes o ininteligibles en los curricula y, por tanto, escasamente tratadas.
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A este respecto resulta productivo señalar que Alvarado y Treviño comentan que la dimensión ético-política
que la formación para la investigación y la generación de conocimiento brinda a los sujetos educativos posibilita
que éstos puedan posicionarse, tomar decisiones relacionadas con problemáticas que van más allá de la
dimensión pragmática de la práctica profesional y hacer propuestas significativas para realmente hacer una
diferencia en los escenarios sociales futuros (2011: 3).
5
y pseudoreflexiva, trivial y contemplativa y, ergo, apática y evasora de la labor académica y
de lo que ésta y el posgrado implican.
Es decir, sin una perspectiva científica, sin el acento en alguna racionalidad investigativa y
sin elementos que posibiliten el diseño y desarrollo de proyectos para la resolución de
problemáticas específicas de la educación en distintas escalas y dimensiones, no sólo se
acentúa la similitud entre un posgrado en educación y una licenciatura en educación, sino
que también se promueve la idea —ya socializada— de que el posgrado en educación de
orientación profesionalizante, para los egresados de licenciaturas en educación, constituye
un espacio remedial para superar los deficits formativos de las escuelas formadoras de
docentes. Lo cual, desde mi perspectiva, constituye el punto de crisis del carácter y de la
orientación “profesionalizante” de los posgrados en educación para maestros de educación
básica,12 ya que un posgrado en educación que se sobreponga a los deficits de formación de
las escuelas formadoras de docentes bajo el eufemismo de la orientación profesionalizante
con centralidad en el desarrollo y mejoramiento de las competencias docentes, o con énfasis
en la profundización de ciertos contenidos o temáticas, reduce su espectro de atención a los
aspectos más técnicos y pragmáticos de la actividad docente, y a la vez imposibilita el
desarrollo académico propio del nivel del posgrado.
12
Mismo que se ha matizado desde discursos distintos, entre los que destacan el desarrollo de competencias
docentes y la profundización en contenidos o temáticas de algún nivel o modalidad educativa.
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formadoras de docentes, y en segundo lugar porque las competencias docentes pueden
desarrollarse en el marco de los programas de educación continua que se ofertan.
En esta virtud, la profundización en una temática o en un nivel educativo sin una perspectiva
investigativa y sin la asunción de posturas teóricas no necesariamente tiene que realizarse en
el posgrado, sino quizá en el esquema de la formación continua. Más ahora cuando la
normatividad del sistema de incentivos para los maestros en educación básica otorga mayor
puntaje a los programas académicos de corta duración, como lo son los talleres, cursos y
diplomados.13
En virtud de lo expuesto, considero que resulta necesario reformular el sentido del posgrado
en la universidad, pues en el marco de una serie de transiciones en distintos órdenes (político,
económico, ambiental, valoral, social, cultural, educativo, e.g), las instituciones de educación
superior formadoras de docentes, y en especial el posgrado, deben atender orgánica y
autopoiéticamente las necesidades de formación que dichas transformaciones implican.
13
En el punto 6.5 “Formación continua (Primera, Segunda y Tercera Vertiente)” de los Lineamientos Generales
de Carrera Magisterial se explicitan los puntajes a obtener en el programa de incentivos Carrera Magisterial
(SEP-SNTE, 2011: 31-34).
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las disposiciones de la ANUIES 14 y otras entidades con respecto al posgrado. Asimismo,
deben integrarse las disposiciones de las políticas globales sobre educación, educación
superior y educación para un mundo sustentable. 15
Sin embargo, en el nuevo sentido del posgrado, ante todo, debe armonizarse la identidad del
posgraduado con imperativos ético-políticos y ético-cívicos que procedan de la reflexión
profunda del ethos educativo, de la proximidad a la realidad compleja y de la sensibilidad
ante los efectos que generan las lógicas de conocimiento unívocas, unidireccionales y
lineales; configuración identitaria en la que el diálogo y la conversación, más que el debate
y la discusión, deben promoverse como procederes consustanciales de las actividades
investigativas, creativas, propositivas y resolutivas que distinguen a este nivel. Los
programas propedéuticos contribuyen significativamente en la configuracion de dicha
identidad común.
En esta virtud, si se considera, como lo señala Velasco Toro, que la era de la acumulación de
conocimientos por repetición está agotada, que la educación actual reprime al asombro,
sofoca la curiosidad intelectual y mina la capacidad de interrogar acerca de la vida, de la
naturaleza, de la sociedad, de las cosas y de las relaciones entre éstas, y que la investigación
debe ir más allá de las ortodoxias propias de los manuales de investigación para tratar las
realidades complejas desde un pensamiento y un método que relige (2012: 120), ¿cuál es el
papel del posgraduado de la universidad ante este escenario, ante su propia formación, ante
su desempeño docente, ante su aprendizaje, ante su desarrollo académico, ante sus
intencionalidades investigativas?; ¿cuál es el papel del posgraduado ante una dinámica social
en el que las tecnologías de la información y comunicación, en conjunción con las redes
sociales virtuales, están subvirtiendo las interacciones humanas, modificando el status quo
de los núcleos familiares y transformando las escalas valorales?; ¿cuál es papel del
posgraduado en educación ante los grandes problemas socioeducativos de la entidad:
14
15
Como son, e.g, Los objetivos para el desarrollo del milenio de la UNESCO, Vid infra.
8
analfabetismo, deserción escolar, rezago educativo y pobreza?; 16 ¿cuál es el papel del
posgraduado en educación en un contexto incipientemente democrático, en el que los
ciudadanos están dejando de signicarse como vasallos del Estado exigiendo transparencia y
rendición de cuentas en el uso de los bienes públicos?
Es más, ¿cuál es el papel del estudiante, del docente de posgrado y de los académicos de la
universidad en el marco de la democracia cognitiva de Velasco Toro? Democracia cognitiva
en la que el sujeto reconoce su derecho al aprendizaje complejo, y por tanto su derecho a la
inclusión, a la libertad de pensar en la creatividad y de ejercer esa libertad en el aprender
(2012: 119); y consecuentemente, ¿cuál es el papel de la comunidad académica de la UPV
ante el escenario deseable que se formula en el PGDI-UPV? Escenario en el que se explicita
que la formación inicial, continua y posgrado responden a las necesidades de formación de
los docentes e investigadores educativos (UPV, 2012: 58), y en el que se infiere que la UPV
creará las condiciones (normativas, académicas, técnicas y procesuales) para arribar a dicho
escenario.
4. A modo de colofón
16
Recupero la información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Vid infra.
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una extensión de la licenciatura, o también —lamentablemente— en un programa remedial
de los déficits formativos de la ésta.
Referencias bibliográficas
Díaz Barriga, Ángel (2005). “Evaluación curricular y evaluación de programas con fines de
acreditación. Cercanías y desencuentros”. Conferencia para el Congreso Nacional de
Investigación Educativa. Sonora.
Fuentes N. F. (2010), “La Licenciatura en Educación Básica Plan 2009 con Énfasis en
Preescolar y Primaria. Condiciones de emergencia, posibilidades/imposibilidades y
prospectivas. Ponencia presentada el 23 de abril del 2010 en el “Congreso Veracruz.
Retos y perspectivas de la Educación Normal”, celebrado del 22, 23 y 24 de abril de
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El educador brasileño Hugo Assmann apunta que “es preciso sustituir la pedagogía de las certezas y de los
saberes prefijados por una “pedagogía de la pregunta”, de la mejora de las preguntas y de “acceso” a las
informaciones. En suma, por una “pedagogía de la complejidad”, que trabaje con conceptos transversales,
abiertos a la sorpresa y a lo imprevisto. (Assmann, 2002: 195).
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A este respecto considero productivo citar a Herran, quien señala que “los nuevos tiempos traen mayor
apertura, flexibilidad, mayor relación, y una nueva comprensión supradisciplinar (inter, trans y metadisciplinar),
capaz de: recoger mejor la complejidad de lo investigado, enriquecer las percepciones y los enfoques
disciplinares, acortar distancias entre fenómeno y conocimiento del fenómeno, para estudiar “el fenómeno, pero
todo el fenómeno” (P. Teilhard de Chardin), y desarrollar, paralelamente a la técnica, la capacidad de cooperar
y autoindagarse, con el fin de promover perspectivas de conocimiento más creativas y conscientes. (Herrán,
2003: 525)
10
2010, en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” de
Xalapa, Veracruz
Morin, Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. México:
UNESCO.
Parsons, Wayne (2007). Políticas Públicas. México D.F., FLACSO México y Miño y Dávila
Editores.
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