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En la actualidad, se han tomado gran variedad de organismos -modelos biológicos- con el fin
de comprender el funcionamiento de otros individuos entre ellos el humano y, además, han
sido fundamentales en el estudio de enfermedades. Últimamente varios científicos han puesto
su atención en un espécimen muy particular llamado Tardígrado.
Los tardígrados, también llamados osos de agua debido a su aspecto, son invertebrados que
están presentes en diferentes cuerpos de agua como océanos, ríos y lagos. Tienen cuerpo
alargado, cuatro pares de patas con garras, cerebro, órganos sensoriales, músculos y aparato
digestivo con dos aberturas (la boca y un conducto por donde excretan sus desechos y paren
a sus crías). Sin embargo, no poseen sistema respiratorio, corazón, ni riñones. Se alimentan
de bacterias, algas, hongos, líquenes y pequeños invertebrados como nematodos (p. 2).
Sin embargo, el interés que despiertan estos maravillosos seres no radica en las características
mencionadas anteriormente, la atracción que han generado se debe a que pueden entrar en un
estado denominado criptobiosis, en donde pueden reaccionar ante una amenaza ambiental
reduciendo o, incluso, suspendiendo su sistema metabólico y, en el momento que su entorno
sea favorable podrá regresar a su estado natural (Redacción El Mundo, 2016, párrafo 8).
Jason Bittel en Una proteína de los tardígrados protege al ADN humano de la radiación (2016)
habla de un beneficio para el Homo sapiens, en donde, gracias a la inserción de Dsup en células
humanas, las personas podrán someterse a tratamientos de radioterapia sin resultar afectadas.
Esta no es la única ventaja para la humanidad, otra muy importante, es la accesibilidad a lugares
en donde hay condiciones ambientales extremas como el polo norte o la Antártida; por otro
lado, permitiría el trabajo de la investigación en laboratorios bajo condiciones extremas como
la radiación; en el caso de que ocurra una extinción masiva por causa de ráfagas de rayos
gamma se podría conservar la especie humana, ya que se hizo un experimento en donde se
expusieron a los tardígrados a una energía de 5000 a 6000 grays notando que estos seguían
vivos (Guarino,2017, párrafo 6).
Otro beneficio enorme que traería Dsup, es la posibilidad de llevar vida terrestre a diferentes
lugares del espacio como Marte, esta eventualidad se descubrió hace algunos años gracias
Ingemar Jönsson y sus compañeros de la Universidad de Kristianstad en Suecia, que en el afán
de reconocer al tardígrado, cargaron en la parte exterior de la plataforma Biopan-6 a
Richtersius coronifer y Milnesium tardigradum los cuales estuvieron expuestos al vacío,
radiaciones y bajas temperaturas en el espacio durante 10 días, logrando sobrevivir (Ledford,
2008, párrafos 3,4).
El reto para la ingeniería genética y la investigación será lograr que otros organismos puedan
producir el gen responsable de la resistencia a factores ambientales del tardígrado y tener en
cuenta si está edición genómica tendrá consecuencias negativas en el transcurso del tiempo.
Cibergrafía:
2. Bittel, J (2016). Una proteína de los tardígrados protege al ADN humano de la radiación.
Recuperado de: https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/una-proteina-de-los-
tardigrados-protege-al-adn-humano-de-la-radiacion/
Redacción, El Mundo (2016). Científicos, resucitan un oso de agua que estuvo congelado
30 años. Recuperado de:
http://www.elmundo.es/ciencia/2016/01/15/5698f2e6268e3e23618b45bb.html
Guarino, B (2017). Estos animales pueden sobrevivir hasta el final de la tierra. Recuperado
de: https://www.infobae.com/america/wapo/2017/07/14/estos-animales-pueden-sobrevivir-
hasta-el-final-de-la-tierra/