Para elaborar una propuesta conceptual para comprender al sujeto mapuche, es

pertinente ahondar en como es la dinámica de el espectáculo del otro. Primero que todo, es
necesario advertir dos principales cualidades de la otredad: la primera es que “desde muchas
direcciones, y dentro de muchas disciplinas, esta cuestión de diferencia y otredad ha llegado
a jugar un papel crecientemente significativo.” (Hall, 2010, p. 423). La segundo es el carácter
ambivalente que esta tiene, pudiendo ser positiva o negativa. Por un lado, es necesaria para
la producción de significado, para las identidades sociales, la subjetividad del sí mismo, entre
otros aspectos, sin embargo, también puede ser amenazante, puede producir hostilidad,
sentimientos negativos y agresión hacia el otro (Hall, 2010).
No se puede pasar por alto la parte negativa de la ambivalencia de la otredad, debido a la
gran repercusión que puede traer para una comunidad. Por ejemplo, un estereotipo, es la
reducción a rasgos simples y esenciales que están fijos en la naturaleza, dejando de lado toda
la idiosincrasia que puede componer al otro. Además de esto “la estereotipación despliega
una estrategia de “hendimiento” .Divide lo normal y lo aceptable de lo anormal y de lo
inaceptable. Entonces Excluye o expulsa todo lo que no encaja, que es diferente.” (Hall, 2010,
p. 430). Finalmente, el estereotipo tiende a ocurrir donde hayan grandes diferencias de de
poder, por lo general, el grupo subordinado o excluido son los estereotipados, estableciendo
una frontera entre lo “normal” y lo “desviante”. Debido a esta diferencia de poder, es que el
estereotipo tiene un carácter etnocentrista, lo que hace que las normas de otra cultura se
apliquen en la de otros (Hall, 2010).
En base a estos estereotipos es que nacen significados de lo que son algunas nociones de
otredad. Es aquí donde se aterriza todo este entramado teórico a nuestro sujeto en cuestión,
el mapuche. Al ser el pueblo mapuche una comunidad que es considerada minoría, surgen
estereotipos acerca de esta, los cuales son planteados por discursos hegemónicos que buscan
establecer la normalidad a través de estos. “En suma, el estereotipo es lo que Foucault llamó
una especie de juego“saber/poder”. Clasifica a la gente según una norma y construye al
excluido como otro.” (Hall, 2010, p. 431).
De este modo , es como el estado Chileno, el cual tiene una relación de poder asimétrica con
el pueblo mapuche, basado en estereotipos sobre estos, promueve el programa de Chile
indígena, promoviendo un discurso hegemónico etnocentrista, el cual se reproduce de manera
que crea un significado que a la larga tiene influencia en la pragmática de programa de
gobierno, lo cual busca normalizar las