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El cultivo del pepino.

TAXONOMÍA
El pepino pertenece a la familia Cucurbitaceae, cuyo nombre botánico es Cucumis sativus.

(InfoAgro, 2016)
ORIGEN
El pepino es originario de las regiones tropicales del sur de Asia, siendo cultivado en la India
desde hace más de 3.000 años (InfoAgro, 2016).
MORFOLOGÍA
Planta: Herbácea anual trepadora (InfoAgro, 2016).
Raíces: Sistema radicular muy potente. Consta de raíz principal, que se ramifica rápidamente
para dar raíces secundarias superficiales muy finas, alargadas y de color blanco. El pepino
posee la facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello (InfoAgro, 2016).
Tallo: Los tallos son angulosos y espinosos, de porte rastrero y trepador, llegando a alcanzar
hasta 3,5 metros de longitud. De cada nudo parte una hoja y un zarcillo. En la axila de cada
hoja se emite un brote lateral y una o varias flores (InfoAgro, 2016).
Hoja: Simple de largo pecíolo y gran limbo acorazonado, con tres lóbulos más o menos
pronunciados (el central más acentuado y generalmente acabado en punta), de color verde
oscuro y recubierto de un vello muy fino. Las hojas son alternas y opuestas a los zarcillos
(InfoAgro, 2016).
Flor: Flores de corto pedúnculo y pétalos amarillos. Las flores aparecen en las axilas de las
hojas y pueden ser hermafroditas o unisexuales.
Los primeros cultivares conocidos eran monoicos y presentaban flores masculinas y
femeninas. Al inicio de la floración, muestran solamente flores masculinas. Posteriormente,
hacia la parte media de la planta, están en igual proporción las flores masculinas y las
femeninas y por último, en la parte superior, predominan las flores femeninas. El porcentaje
de flores masculinas y femeninas varía según las condiciones climáticas (InfoAgro, 2016).
Inducción de flores femeninas: Días cortos, temperaturas bajas y suficiente agua.
Inducción de flores masculinas: Días largos, temperaturas altas e insuficiente agua.
Fruto: Pepónide áspero o liso, dependiendo de la variedad, que vira desde un color verde
claro, pasando por un verde oscuro hasta alcanzar un color amarillento cuando está
totalmente maduro, aunque su recolección se realiza antes de su madurez fisiológica
(InfoAgro, 2016).
Fenología
El ciclo del pepino es corto y puede variar dependiendo de la localidad y de las condiciones
edafoclimáticas del cultivar sembrado y del manejo agronómico que este reciba en el
trascurso de su desarrollo (Lopez, 2013).

(Lopez, 2013)
Requerimientos climáticos y edafológicos
Temperatura: Las temperaturas que durante el día oscilen entre 20ºC y 30ºC apenas tienen
incidencia sobre la producción, aunque a mayor temperatura durante el día, hasta 25ºC,
mayor es la producción precoz. Por encima de los 30ºC se observan desequilibrios en las
plantas que afectan directamente a los procesos de fotosíntesis y respiración y temperaturas
nocturnas iguales o inferiores a 17ºC ocasionan malformaciones en hojas y frutos. El umbral
mínimo crítico nocturno es de 12ºC y a 1ºC ya que se produce la helada de la planta (Garcia,
2015).
Humedad: Es una planta con elevados requerimientos de humedad, debido a su gran
superficie foliar, siendo la humedad relativa óptima durante el día del 60-70% y durante la
noche del 70-90%. Sin embargo, los excesos de humedad durante el día pueden reducir la
producción, al disminuir la transpiración y en consecuencia la fotosíntesis, aunque esta
situación no es frecuente (Garcia, 2015).
Luminosidad: El pepino es una planta que crece, florece y fructifica con normalidad incluso
en días cortos (con menos de 12 horas de luz), aunque también soporta elevadas intensidades
luminosas. A mayor cantidad de radiación solar, mayor es la producción (Garcia, 2015).
Viento: La presencia de viento acelera la pérdida de agua de la planta ya que provoca una
disminución de la humedad relativa, por lo que los requerimientos hídricos aumentan. En
consecuencia disminuye la fecundación por una indecuada humedad de los estilos florales,
detiene el crecimiento de la planta, reduce la producción y acelera la senescencia de la planta
(Garcia, 2015).
pH: El pH óptimo oscila entre 5,5 y 7.
Plagas
Araña roja (Tetranychus urticae, T. turkestani y T. ludeni)
Se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras o manchas
amarillentas que pueden apreciarse en el haz como primeros síntomas. Con mayores
poblaciones se produce desecación o incluso defoliación. Los ataques más graves se
producen en los primeros estados fenológicos. Las temperaturas elevadas y la escasa
humedad relativa favorecen el desarrollo de la plaga (InfoAgro, 2016).
Mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci)
Las partes jóvenes de las plantas son colonizadas por los adultos, realizando las puestas en el
envés de las hojas. De éstas emergen las primeras larvas, que son móviles. Tras fijarse en la
planta pasan por tres estados larvarios y uno de pupa, este último característico de cada
especie. Los daños directos (amarillamientos y debilitamiento de las plantas) son ocasionados
por larvas y adultos al alimentarse, absorbiendo la savia de las hojas. Es potencialmente
transmisora de un mayor número de virus en cultivos hortícolas (InfoAgro, 2016).
Trips (Frankliniella occidentalis)
Los adultos colonizan los cultivos realizando las puestas dentro de los tejidos vegetales en
hojas, frutos y, preferentemente, en flores (son florícolas), donde se localizan los mayores
niveles de población de adultos y larvas nacidas de las puestas. Los daños directos se
producen por la alimentación de larvas y adultos, sobre todo en el envés de las hojas, dejando
un aspecto plateado en los órganos afectados que luego se necrosan (InfoAgro, 2016).
Enfermedades
Oidiopsis (Leveillula taurica)
Es un parásito de desarrollo semi-interno y los conidióforos salen al exterior a través de las
estomas. Los síntomas que aparecen son manchas amarillas en el haz que se necrosan por el
centro, observándose un fieltro blanquecino por el envés (InfoAgro, 2016).
“Ceniza” u oídio de las cucurbitáceas (Sphaerotheca fuliginea)
Los síntomas que se observan son manchas pulverulentas de color blanco en la superficie de
las hojas (haz y envés) que van cubriendo todo el aparato vegetativo llegando a invadir la
hoja entera, también afecta a tallos y pecíolos e incluso frutos en ataques muy fuertes. Las
hojas y tallos atacados se vuelven de color amarillento y se secan (InfoAgro, 2016).
Mildiu (Pseudoperonospora cubensis)
El micelio fúngico es hialino (incoloro) y los esporangios, (donde se producen las esporas),
son de color gris pudiéndose apreciar directamente en el envés de las hojas. En presencia de
agua libre, los esporangios liberan esporas que nadan en el agua gracias a sus flagelos y
cuando encuentran una zona adecuada, germinan e infectan los tejidos de la planta, siendo la
temperatura óptima para la infección de 16 a 22ºC (InfoAgro, 2016).
Cultivo de pepinos hidropónicos
Pepinos prosperan en hidroponía debido a su rápida tasa de crecimiento y exigencias de calor,
humedad y nutrientes. Estas son una de las plantas de mayor rendimiento generalmente
cultivadas en invernaderos (GroHo, 2018).
Castillo, et a.l (2014) afirman que la mayoría de los sistemas hidropónicos establecidos se
aplica una solución nutritiva que contiene fertilizantes disueltos con todos los nutrientes
minerales esenciales para las plantas, en concentraciones óptimas para su crecimiento y
desarrollo. Para que las plantas de pepino (Cucumis sativus L.) crezcan sin limitaciones
nutricionales, la solución nutritiva debe tener un pH entre 5.5 a 6.5, una conductividad
eléctrica (CE) entre 1.5 y 3 dS m-1, y los nutrimentos minerales deben estar disociados en
proporciones y concentraciones que eviten precipitados y antagonismos (Adams, 2004). La
planta modifica el consumo de nutrimentos en función de sus fases de crecimiento y
desarrollo, condiciones climáticas, y características de la solución nutritiva como la CE, pH
y oxígeno disuelto.

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