La Ley Avellaneda: Inmigración y Colonización
Crear riqueza
Nicolás
Avellaneda.
Presidente
argentino
1874/1880.
Renovación Presidencial:
Partido Autonomista
Nacional
Los candidatos de los partidos tradicionales eran Alsina y Mitre por el
nacionalismo. Sarmiento consideraba necesario un candidato con
vinculaciones en el interior y por eso apoyo a su Ministro Nicolás
Avellaneda, nacido en Tucumán y graduado en Córdoba. Dispuesto a
usar su poder para influir en la elección , Sarmiento auspicio la
formación de un partido nacional respaldado por la mayoría de los
gobernadores; el autonomismo decidió unirse al oficialismo
conformando el Partido Autonomista Nacional, en respaldo de la
fórmula de Nicolás Avellaneda – Mariano Acosta; los nacionalistas le
opusieron la formula Bartolomé Mitre – Juan Torrent. Les elecciones
se realizaron en forma fraudulenta no obstante lo cual el Congreso, a
cargo del escrutinio, consagro la victoria de la formula oficial.
La rebelión mitrista de 1874
Los nacionalistas no aceptaron el resultado; consideraron que el
fraude invalidaba la elección e iniciaron un levantamiento; la rebelión
mitrista de 1874. El movimiento
conto con apoyo en el interior
y sectores del ejército, la
sublevación se extendió a
Córdoba y Sarmiento designo al
Coronel Julio A. Roca para
reprimirlo. Desde Montevideo,
Mitre introdujo hombres y armas
en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, el movimiento no
conto con apoyo popular.
Avellaneda asumió como
presidente en medio de la
contienda, las tropas leales
derrotaron a Mitre, y los jefes
rebeldes fueron juzgados y
condenados al destierro. Como
consecuencia el mitrismo quedo
desprestigiado y la autoridad
presidencial consolidada.
Presidencia de Nicolás Avellaneda (1874-1880)
Avellaneda mantuvo el programa de su antecesor, aunque la
crisis económica (1873-76) impuso la reducción de gastos y la
paralización de obras públicas. Su presidencia transcurrió
entre grandes dificultades políticas; una de ellas estaba
estrechamente relacionada con las consecuencias de la
revolución mitrista, otras se vinculaban a los diversos
levantamientos locales que alteraban el orden en las
provincias: los motines estallados en Santa Fe, la revolución
correntina y el tercer levantamiento de López Jordán en Entre
Ríos. El gobierno recurrió a la intervención nacional y al
ejército para dirimir esos y otros conflictos de poderes y
ambiciones personales producidos en Jujuy, Salta y La Rioja.
La conciliación política
La política de Avellaneda se caracterizó por buscar caminos
para la pacificación y conciliación política. Vencida la rebelión
mitrista solicito al Congreso una ley de amnistía para los
A tal fin, Avellaneda envió al Congreso su proyecto de ley de “Inmigración y Colonización”, en la que
sostenía como cuestión de Estado el poblamiento del territorio nacional. Por esos años, Sarmiento, en
sus obras, alentaba la inmigración, como manera de revertir la natural tendencia al ocio que él
observaba en nuestros habitantes. Avellaneda coincidiría plenamente con tales ideas. En su gestión, se
sostenía que “todo está salvado cuando hay un pueblo que trabaja”. Había, que incentivar al trabajo, y
la manera más práctica era inyectando con rapidez sangre de inmigrantes que vinieran a trabajar y a
enseñar las bondades del trabajo a los gauchos.. En su mensaje de apertura de las sesiones ordinarias
del Congreso Nacional, el 1º de mayo de 1876, el presidente Avellaneda anunció su ambicioso
proyecto: “Podemos distribuir mejor la inmigración, extendiéndola por todo el país, radicarla y
ofrecerle un incentivo con la adquisición de la propiedad territorial, abriéndole en el exterior al mismo
tiempo nuevas corrientes. Economicemos, principalmente, todos los ramos de los servicios públicos,
pero gastemos para hacer más copiosas y fecundas nuestras corrientes de inmigración. El agente
maravilloso de la producción, el creador moderno del capital es el inmigrante, y afortunado el pueblo
que puede ponerlo a su servicio, porque llevando consigo la más poderosa de las fuerzas renovadoras,
no tendrá sino perturbaciones transitorias y será constante su progreso. No hay gasto más
inmediatamente reproductivo que el empleado en atraer al inmigrante y en vincularlo con el cultivo del
suelo”.
Promover la inmigración
La Ley de Inmigración pretendía eso: captar gran cantidad de trabajadores para ocupar y desarrollar el
campo argentino. Significó equiparar los derechos civiles de argentinos y extranjeros. Fue la primera ley
nacional que trató temas migratorios. La Ley Avellaneda se dividía en dos partes: la primera sobre
Inmigración y la segunda sobre Colonización. La parte “De la inmigración”, creaba el Departamento de
Inmigración (predecesor de la Dirección Nacional de Migraciones). Distinguía a los inmigrantes de los
“viajeros” (los actuales “turistas”).
Concedía estos beneficios al inmigrante: alojamiento, manutención y traslados dentro del país. La ley
creó oficinas de empleo, para buscarles trabajo y defenderlos de los abusos laborales de los
empleadores locales. Regulaba las condiciones que debían reunir los barcos para transportar a los
inmigrantes. Establecía el procedimiento de desembarco, los documentos y recaudos sanitarios que se
les iba a exigir. Creó una red de agentes y comisiones de inmigración en Europa, para promover a la
Argentina como destino. El último capítulo indica cómo se financiarían las distintas actividades y
organismos.
De este modo, el Estado argentino concedía a los inmigrantes europeos anticipos para pasajes,
alojamiento en hoteles y asilos, trabajo y tierras. Se buscaba convertir al inmigrante en colono,
propietario pequeño o mediano de tierras en el campo. Se creó el legendario Hotel de Inmigrantes en
Buenos Aires para proveer alojamiento y comida a la llegada al puerto de los extranjeros. Luego se
previó su traslado a su lugar de asiento definitivo. Estos beneficios se concedieron no sólo a los
inmigrantes traídos por empresas o agentes de colonización, sino también a los que arribaran por su
cuenta.
La segunda parte de la ley -“De la colonización”- promovía el establecimiento de colonias en territorios
nacionales, terrenos particulares o provinciales, mediante el Departamento de Tierras y Colonias. A ese
fin, se loteaban las tierras públicas en parcelas de cien hectáreas cada una. A las primeras cien familias
se les otorgaba un lote, en forma gratuita, y se les permitía que compraran más tierras, a dos pesos por
hectárea, mediante formas de pago accesibles. Se facultaba al gobierno a contratar la provisión de
casas, herramientas, enseres, animales y alimentos para los colonos, a precios subvencionados. El
espíritu de la ley era claramente promover la ocupación del campo y las actividades económicas
agrarias con el propósito de contribuir con el desarrollo económico del país.
Esta ley tuvo un efecto impactante en los años siguientes. Permitió la llegada de casi cuatro millones de
extranjeros. Sin embargo, lejos de establecerse el grueso de los recién llegados, en el campo, como era
la idea de Avellaneda, muchos de ellos se establecieron en los centros urbanos próximos a los puertos.
De más de 68.000 inmigrantes registrados en 1875, poco más del 10 por ciento se volcó al trabajo rural,
y no todos ellos se radicaron definitivamente.
revolucionarios del 74. El presidente llamo a la conciliación, definida quien -según sus propias palabras- ahorró definitivamente. Las
como un acuerdo político entre los distintos sectores del país para poder “sobre el hambre y la sed de los argentinos”. tierras dominadas
enfrentar y superar la crisis económica, en ella se ofrecía una amplia •En 1875 se dictaron leyes para proteger las (600.000 km2) se
amnistía y reincorporación de los jefes revolucionarios al Ejercito industrias locales y recaudar más impuestos incorporaron al estado
Nacional, a su vez que se exigía a los nacionalistas la obediencia a la ley y con motivo de las importaciones, elevándose como Territorios
las autoridades constituidas. Liberales y las tasas en un 20 %, llegando hasta Nacionales y fueron
autonomistas se conciliaron mediante las el 40 % en productos importados aprovechados para la
figuras de sus jefes, Mitre y Alsina. que se fabricaban en el país. ¿El explotación agrícola y
Sin embargo, fue difícil la aceptación de la resultado?, la disminución de las ganadera (ovinos),
conciliación en los dos partidos; un sector del importaciones. Las exportaciones muchos de los
autonomismo la repudio y fundo el Partido agrícolas, sobre todo cerealeras, y inmigrantes llegados al
Republicano, dirigido por Aristóbulo del Valle y cárnicas, se multiplicaron hacia los país a partir de 1880 se
Leandro Alem. mercados europeos, gracias a la instalaron en la región y
Con el apoyo de la conciliación el autonomista protección brindada desde el Estado y en el caso de la carne, fundaron ciudades y colonias.
Carlos Tejedor fue elegido gobernador de por los adelantos en materia de congelamiento.
Buenos Aires. Al asumir reactualizo el problema
de la capital, calificando de “ilustre huésped” al La integración territorial: el avance definitivo del gobierno
gobierno nacional. Aparecían dos temas que nacional
podían hacer fracasar la conciliación: la futura Producida la unión definitiva del país la ley 215 (1867), ordeno
candidatura presidencial y la cuestión de la llevar las fronteras interiores hasta los ríos Neuquén y Negro,
capital de la Republica. pero la Guerra del Paraguay impidió la campaña. El presidente
Avellaneda decidió enfrentar el problema de la integración territorial que
La crisis económica de 1873-76 impedía terminar de organizar la Republica y la privaba de terrenos aptos
Durante su administración, Avellaneda debió hacer frente a serios para el desarrollo agro ganadero, cuya explotación ayudaría a superar la
problemas económicos debido a la crisis mundial que estalló en 1873. Los crisis y a completar la transformación económica y social. Por otra parte
orígenes de esta crisis estaban asociados con: 1) la gran afluencia de permitía asegurar la soberanía argentina en la región patagónica,
dinero por la acumulación de los empréstitos: 2) el desequilibrio de la terminando con las pretensiones de expansión de Chile. Sus ministros de
balanza comercial (pese al aumento de las exportaciones no se pudo Guerra Alsina y Roca, desarrollaron en forma sucesiva distintas tácticas
equilibrar con las importaciones cuando se reduce el ingreso de metálico contra el indio, que finalmente resultaron complementarias.
de Europa por la crisis);3) la escasez de tierra en la campaña bonaerense La estrategia de Alsina: avance gradual de la civilización
por la superpoblación de ovinos y la escasez de fuerza de trabajo; 4) los En 1876, Alsina ordeno construir una muralla de palos, complementada
conflictos electorales y la revolución mitrista, que exigieron recursos y con una gran zanja, cerca del límite entre La Pampa y Buenos Aires, con la
desalentaron la inversión productiva; 5) el retiro del capital extranjero finalidad de contener los ataques y reforzar la frontera. El Proyecto,
que asesto el golpe de gracia. Ante el déficit, Avellaneda decide: conocido como la “zanja de Alsina”, no tuvo los resultados esperados,
•Cerrar momentáneamente las nuevas importaciones pues los indígenas burlaban con facilidad las dificultades de la barrera;
•Bajar el déficit interno, despidiendo 6000 empleados públicos y bajando mientras tanto el problema de la frontera interior y las incursiones de
los sueldos a todos un 15%. Incluyendo el propio sueldo del presidente, malones indígenas que asolaban la campaña continuaban sin resolverse.
La conquista del “desierto”: el General Roca y la campaña al
Rio Negro

En 1877, tras la muerte de Alsina, el General Julio Argentino

Roca fue designado Ministro de Guerra. Roca un militar de
gran experiencia, consideraba que para poder ocupar
definitivamente las tierras de la Patagonia era necesario
avanzar sobre el terreno. Luego de manifestar su plan en el
Congreso, consiguió que el poder legislativo aprobara un
nuevo presupuesto para realizar otra campaña contra el
indio. Roca logro reunir un numeroso ejército y dotarlo de
modernos fusiles. Las primeras expediciones se realizaron
con éxito entre 1877 y 1878. En 1879 se concretó la etapa
final de la campaña, durante la cual Roca logro expulsar a
los indígenas del otro lado del Rio Negro. Entre 1880 y
1885, nuevas campañas lograron reducirlos