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RESUMEN
El estudio del tema propuesto tiene lugar tomando como punto de partida, la
definición y el fundamento legal de la caución, para proceder luego a la
descripción de la finalidad de dicha caución y las características sobresalientes de
su reglamentación en el artículo 85 A, incluyendo también la reseña de los
cuestionamientos o críticas más destacadas que la doctrina ha pronunciado
respecto a deficiencias de la regulación normativa de la medida cautelar, con el fin
de presentar algunas soluciones propuestas desde el sector académico orientadas
a fortalecer la protección de las medidas cautelares dentro del proceso ordinario
laboral.
ABSTRACT
The proposed study of the subject takes place taking as a starting point, the
definition and the legal basis of the bond, and then proceed to the description of
the purpose of such security and the outstanding features of its regulations in
Article 85 A, including also the review of the more important questions or criticisms
that the doctrine has ruled on shortcomings of the legislation regulating the extent
to present some proposed solutions from the academic sector aimed at
strengthening the protection of the precautionary measures in the ordinary process
labor.
INTRODUCCIÓN
1
Carnelutti, Francesco (1944). Sistema de Derecho Procesal, Tomo I, Buenos Aires, Editorial UTEHA, p. 2
3
vínculo que los une, sino, por cuanto, según lo destaca Jaime Azula Camacho
(2006), “envuelven un orden riguroso ya que necesariamente habrá uno que
constituye la premisa esencial del siguiente, el cual, por su parte, es presupuesto
del posterior”. 2
Sin embargo, más allá de la técnica procesal, es evidente que el propósito del
procedimiento no radica solamente en proferir una sentencia acorde a la legalidad,
sino que se encuentra en la satisfacción de los derechos y garantías vulnerados,
pues esta es la finalidad de quien acude a un proceso judicial: obtener la
protección de un derecho vulnerado; motivo por el cual, en el ámbito del Derecho
Laboral puede decirse que el fin del procedimiento ordinario consiste en procurar
el restablecimiento a favor del empleado o trabajador de los derechos y garantías
mínimas contempladas en la legislación laboral sustancial.
Pero, el paso del tiempo que supone el avance de cada una de las diferentes
etapas del proceso ordinario judicial laboral hasta el proferimiento de la sentencia,
constituye un potencial factor de peligro que podría llevar a la ineficacia frente al
caso concreto de las garantías y prerrogativas económicas o asistenciales
consagradas por la legislación en beneficio del trabajador, si se tiene en cuenta
que los principios de la libertad comercial y de la autonomía contractual
imperantes en el medio jurídico – económico nacional facilitan la libre disposición
de bienes por parte del futuro obligado al pago de los derechos y acreencias
laborales a favor del empleado o trabajador como cumplimiento de la sentencia
proferida dentro del proceso ordinario laboral.
La finalidad de la medida previa en el proceso laboral radica en que por evitar pagar
una indemnización tan onerosa el empleador puede ocultar sus bienes, enajenarlos, y
de esta manera se ve frustrada la pretensión del trabajador que ganó el juicio y que al
iniciar la acción ejecutiva laboral no tendrá bienes para embargar. 4
Para la Corte, las medidas cautelares, son aquellos instrumentos con los cuales el
ordenamiento protege, de manera provisional, y mientras dura el proceso, la integridad
de un derecho que es controvertido en ese mismo proceso. De esa manera el
ordenamiento protege preventivamente a quien acude a las autoridades judiciales a
reclamar un derecho, con el fin de garantizar que la decisión adoptada sea
materialmente ejecutada. Por ello, estas medidas buscan asegurar el cumplimiento de
la decisión que se adopte, porque los fallos serían ilusorios si la ley no estableciera
mecanismos para asegurar sus resultados, impidiendo la destrucción o afectación del
derecho controvertido. 5
METODOLOGÍA
6
Corte Constitucional, Sala Plena, Sentencia C – 379/2004 pp. 7 y 8.
8
quinto día hábil siguiente, oportunidad en la cual las partes presentarán las pruebas
acerca de la situación alegada y se decidirá en el acto. La decisión será apelable en el
efecto devolutivo.
7
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1564 de 2012. Bogotá D.C., 2015. [En línea 2013]
Consultado [05 de Febrero de 2015] disponible en:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/codigo_sustantivo_trabajo.html#129A
8
Rojas, Armando (16 de Junio de 2002). “Algunos aspectos de la reforma al Código de Procedimiento
Laboral”. Revista De Derecho de la Universidad del Norte, 18, p. 9.
9
Corte Constitucional, Sala Plena, Sentencia C – 379/2004 pp. 7 y 8.
9
10
Valencia Grajales, Juan Carlos. “Medida Cautelar en los procesos ordinarios laborales”. [En línea 2013]
Consultado [05 de Febrero de 2015] disponible en http://abogados-exitosos.blogspot.com/2012/09/la-medida-
10
Es decir que no se ordenan embargos en esta etapa del proceso ordinario laboral. Si
se quieren embargos para hacer efectivo el pago de las obligaciones laborales, se
deberá esperar hasta la sentencia que declare los derechos laborales y con esta
misma demandar en proceso ejecutivo, solicitando ahí si el embargo de bienes del
empleador o empleadores condenados. 11
cautelar-en-los-procesos.html.
11
Valencia Grajales, Juan Carlos. “Medida Cautelar en los procesos ordinarios laborales”, [En línea 2013]
Consultado [05 de Febrero de 2015] disponible en http://abogados-exitosos.blogspot.com/2012/09/la-medida-
cautelar-en-los-procesos.html.
11
Existe pues una tensión entre la necesidad de que existan mecanismos cautelares, que
aseguren la efectividad de las decisiones judiciales, y el hecho de que esos
mecanismos pueden llegar a afectar el debido proceso, en la medida en que se
imponen preventivamente, antes de que el demandado sea derrotado en el proceso.
Precisamente por esa tensión es que la doctrina y los distintos ordenamientos jurídicos
han establecido requisitos que deben ser cumplidos para que se pueda decretar una
medidas cautelar, con lo cual, la ley busca que esos instrumentos cautelares sean
razonables y proporcionados. 13
12
Rojas, Armando. Op. cit. p. 9.
13
Corte Constitucional, Sala Plena, Sentencia C – 379/2004, p. 8.
12
Bajo ésta línea argumentativa se puede ver que la caución consagrada como
medida cautelar dentro del proceso ordinario laboral no cumple con éste propósito
de establecer un equilibrio o punto intermedio entre los derechos del trabajador
demandante y las garantías procesales del empleador demandado, por cuanto su
regulación jurídica muestra que no protege adecuadamente a la parte débil de la
relación laboral, es decir, el trabajador quien se ve forzado a acudir al proceso
ordinario para reclamar el pago de sus derechos económicos. Esta opinión
encuentra respaldo en el criterio expuesto por diversos autores. Así, el DR. Juan
Carlos Valencia Grajales (2012 parra 3) afirma categóricamente:
Esta medida no demuestra efectividad, pues de una parte los Juzgados laborales del
país son reacios a dictar esta medida y de otro lado apenas la caución para garantizar
las resultas del proceso oscila entre el 30% y el 50% del valor de las pretensiones que
a la fecha de presentación de la demanda se hayan causado. 14
Similar idea expresa el DR. Oscar Augusto Rincón Martínez (2008), quien
manifiesta:
consideramos que no es lo suficientemente fuerte, más bien floja, para garantizar los
derechos de los trabajadores que acuden a la jurisdicción laboral en el cual se debaten
sus derechos que no se han reconocido, porque si el interés del empleador es
insolventarse para no cancelar los derechos laborales que le están reclamando nada le
impide enajenarlos u ocultar sus bienes y la sanción que establece el artículo citado, el
de no ser oído en el proceso, no le generará ningún perjuicio económico, y el mayor
perjudicado será el trabajador que gane el proceso pues al iniciar el proceso ejecutivo
no tendrá bienes para embargar. 15
16
Rojas, Armando. Op. Cit. p. 9.
14
Así mismo, los señores Carlos Fernando Acevedo Supelano y Julián Martínez
Herrera expusieron como argumentos para demandar la constitucionalidad del
artículo 85 A del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, dentro del
procedimiento que dio origen a la sentencia de constitucionalidad C-379/2004, el
que la medida cautelar era inadecuada porque el trabajador demandante tenía
otros medios para lograr la garantía y la seguridad en el pago de sus derechos
económicos, como lo es la prelación de créditos laborales y porque la sanción de
no escuchar al demandado dentro del proceso tomaba como base una presunción
de mala fe la cual contradecía el ordenamiento legal en donde se establece que la
mala fe debe probarse. La Corte Constitucional en los antecedentes de la
sentencia C-379/2004 resume de la siguiente forma los planteamientos de los allí
demandantes:
17
Corte Constitucional, Sala Plena, Sentencia C – 476/2003, p. 3
15
La caución establecida en la norma acusada no presenta una adecuada relación del fin
con el medio, puesto que existen otros medios alternativos para proteger al trabajador
cuando se inicia un proceso concursal, medios alternativos como la prelación de
créditos laborales; el ejercicio del derecho de separación previsto en el artículo 147 de
la Ley 22 de 1995 y la responsabilidad patrimonial del liquidador por los perjuicios que
pueda causar a los trabajadores.
Ante las anotadas deficiencias que se encuentran en el texto del artículo 85 A del
Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, han surgido algunas
posibles soluciones a las dificultades derivadas, principalmente, de la perspectiva
del trabajador quien viene a ser la parte débil de la relación procesal, estas
propuestas buscan restringir la libre circulación de los bienes del demandado en el
18
Corte Constitucional, Sala Plena, Sentencia C – 379/2004, p. 3.
16
tráfico jurídico y comercial, con el fin de impedir las circunstancias para que el
empleador demandado oculte o transfiera sus bienes.
En éste sentido, vale la pena destacar que como alternativa, el DR. Oscar Augusto
Rincón Martínez (2008) plantea establecer la posibilidad de decretar en el proceso
ordinario laboral la inscripción de la demanda frente a los bienes sometidos a
registro del demandado como se hace en el procedimiento civil, bajo una
interpretación constitucional de las disposiciones relacionadas con el derecho a la
igualdad y el derecho al acceso a la justicia, lo cual hace así:
Entonces en primer lugar observamos un trato desigual, frente al sujeto que acude a la
jurisdicción laboral y al que acude a la jurisdicción civil, es decir se le otorga una
ventaja al segundo frente al primero que no tiene cuando en realidad están en la
misma situación.
(…) se debe permitir por parte de los jueces laborales la inscripción de la demanda al
sujeto que los acude con fundamento en el principio fundamental a la igualdad que por
ser un derecho fundamental tiene aplicación directa. 19
artículo 590 de la Ley 1564 de 2012 – Código General del Proceso -, en virtud de
las cuales se autoriza al demandante a solicitar la práctica de medidas de
prevención acordes con las circunstancias específicas de cada caso concreto.
En efecto, el artículo 690 del Código de Procedimiento Civil, que contenía las reglas
aplicables para medidas cautelares, fue derogado a partir del 1 de octubre de 2012 por
el Código General del Proceso que, en su artículo 590, abrió paso a un sistema de
medidas cautelares innominadas en Colombia. La citada norma preveía tres medidas
cautelares: (i) inscripción de la demanda (para los bienes sujetos a registro), (ii)
secuestro de bienes y (iii) embargo.
Si bien ello permitía a la parte que solicitaba la medida dar a su pretensión cierta
eficacia, no era muchas veces una herramienta que pudiera adaptarse a múltiples
situaciones -jurídicas o de hecho-. Por lo tanto, en muchos casos tales medidas
taxativamente señaladas por la legislación anterior resultaban insuficientes.
Ahora bien, el cambio que introduce el Código General del Proceso consiste en que,
teniendo en cuenta la variedad de escenarios que ofrecen los litigios, las partes puedan
solicitar medidas cautelares ajustadas a cada caso en concreto, y con las que puedan
buscar la protección efectiva de sus intereses, e incluso de los intereses de la parte
sobre la que recaen dichas medidas.
Un cambio de este calibre implica la ruptura del esquema clásico de las tres medidas
cautelares, que por excelencia contenía el Código de Procedimiento Civil, para abrir
paso a un sistema en el que cualquier medida cautelar que las partes encuentren
posible y ajustada a derecho tiene cabida. Así, dentro de esta variada gama de
posibilidades (ya no de medidas cautelares taxativas) encontramos que en un proceso
pueden ser decretadas autorizaciones o prohibiciones que se deriven del Código Civil,
del Código de Comercio o incluso de cualquier otra norma vigente. 20
20
García Montero, María Alejandra. “Medidas Cautelares Innominadas”. [En línea 2013] Consultado [05 de
Febrero de 2015] disponible en : http://www.prietocarrizosa.com.co/es/noticias/medidas-cautelares-
innominadas
18
En el inciso segundo del artículo 444 se añade: «Las medidas cautelares podrán
llevarse a efecto antes de notificarse a la persona contra quien se dicten, siempre que
existan razones graves para ello y el tribunal así lo ordene. Transcurridos cinco días sin
que la notificación se efectúe, quedarán sin valor las diligencias practicadas». La
norma es similar a lo analizado en el artículo 22 inciso 2º de la ley 19,968, con la única
excepción que en materia laboral no se previó la posibilidad de extender el plazo para
realizar la notificación de la demanda. Las razones de este cambio para mí no son
claras ni razonables.
El inciso 3º del artículo 44, el más extenso, se expresa lo siguiente: «Las medidas
precautorias se podrán disponer en cualquier estado de tramitación de la causa aun
cuando no esté contestada la demanda o incluso antes de su presentación, como
19
Del análisis de éstas dos propuestas se evidencia que la eficacia de las medidas
cautelares dentro del proceso ordinario laboral está condicionada al cambio de
mentalidad que puedan llegar a tener los jueces de la república frente a la
implementación gradual del Código General del Proceso en el contexto del
procedimiento laboral, como quiera que, particularmente con la segunda
propuesta, es evidente la ampliación de una variedad de medidas de protección
frente a las conductas evasoras que puedan llegar a realizar los empleadores
demandados, lo cual generaría una mayor eficacia del proceso en su finalidad de
garantizar el respeto por los derechos y prerrogativas consagradas a favor del
trabajador que resultan vulnerados con el incumplimiento del empleador
demandado.
Acerca del tema, anota la DRA. María Alejandra García Montero (2013 parra 9):
Bajo éste nuevo panorama, además de que las medidas cautelares terminan
robustecidas, pueden resultar siendo más eficaces dentro del proceso judicial, con lo
que se evita que sean proferidas sentencias sin ningún efecto práctico. Del mismo
modo, al ser permitido solicitar cualquier tipo de medida cautelar, también resulta
protegida la parte afectada, pues la medida, como quedó dicho, de ninguna manera
puede resultar excesiva o desproporcionada. 22
CONCLUSIONES
21
Marín González, Juan Carlos (Junio de 2006). “ Medidas Cautelares en el ordenamiento jurídico chileno: Su
tratamiento en algunas leyes especiales. Algunos aspectos de la reforma al Código de Procedimiento
Laboral”. Revista de Estudios de la Justicia, 08, pp. 31 y 32.
22
García Montero, María Alejandra. “Medidas Cautelares Innominadas”. [En línea 2013] Consultado [05 de
Febrero de 2015] Disponible en : http://www.prietocarrizosa.com.co/es/noticias/medidas-cautelares-
innominadas
20
Finalmente, el artículo permite entender que ante las dificultades generadas por la
regulación del artículo 85 A del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad
Social, una posible solución podría encontrarse en la gradual aplicación que pueda
llegar a tener en la jurisdicción laboral la implementación gradual de las medidas
innominadas que consagra el Código General del Proceso, por cuanto estas
medidas innominadas producirán una gran variedad de medidas de protección
frente a las conductas evasoras que puedan llegar a realizar los empleadores
demandados, lo cual podría resultar beneficioso para garantizar el respeto por los
derechos y prerrogativas consagradas a favor del trabajador.
BIBLIOGRAFÍA
Azula Camacho, Jaime. Manual de Derecho Procesal, Tomo I “Teoría General del
Proceso”, Bogotá D.C., Editorial TEMIS, 439 páginas.