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MODIFICACIONES INTRODUCIDAS POR LA LEY 1564 DE 2012 EN MATERIA

DE NOTIFICACIONES DENTRO DEL PROCEDIMIENTO CIVIL

RESUMEN

El artículo analiza y describe las principales modificaciones que la Ley 1564 de


2012 implementa respecto a los lineamientos para realizar las notificaciones de las
providencias adoptadas en los procesos civiles. El estudio del tema adopta como
punto de partida la originalidad que ha generado en el contexto nacional la
utilización de las nuevas tecnologías de la informática y de las comunicaciones
que propició el Código General del Proceso, con el propósito de dirigir la atención
hacia el análisis de las más importantes variaciones que el código efectúa frente a
la regulación que establece la manera en que deben comunicarse los actos
procesales provenientes del operador de la jurisdicción a los demás sujetos
procesales, destacando también algunas novedades y críticas en su
reglamentación, a partir de la opinión que expone la doctrina autorizada sobre el
tema.

PALABRAS CLAVES: Notificaciones / ley 1564 de 2012 / procesos civiles /


nuevas tecnologías.

ABSTRACT

The article analyzes and describes the major changes that Law 1564 of 2012
implements regard to the guidelines established for notifications of the measures
taken in civil proceedings. The proposed study of the subject takes as its starting
point the originality that generated in the national context the implementation of
new technologies of information and communication that led to the General
Procedural Code, in order to draw attention to the study of the most important
changes that the code performs against the regulation that defines how the
procedural steps should contact the operator from the jurisdiction of the other
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parties to proceedings, also highlighting some gaps and critics in its regulation,
from review exposing the authoritative doctrine on the subject.

KEYWORDS: Notifications / Law 1564 of 2012 / civil / new technology processes.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad ha tenido amplia divulgación la noticia de la promulgación de la


Ley 1564 de 2012, por medio de la cual se expide el “Código General del
Proceso”. Naturalmente, la expedición de la norma ha generado múltiples
opiniones en la Academia, en el quehacer laboral o en las conversaciones del “día
a día” (por citar algunos ejemplos); circunstancia que de manera forzosa dirige la
atención hacia el análisis de las características esenciales de la Ley 1564 de 2012,
particularmente en lo relacionado con los cambios o modificaciones que el código
introduce en las diferentes figuras del procedimiento que se utilizan en las diversas
ramas del Derecho.

Este interés se explica debido a que la promulgación del Código General del
Proceso representa un hecho de trascendencia histórica para Colombia, si se
tiene presente que por medio de la Ley 1564 de 2012 se busca reglamentar y
regular de manera armónica los aspectos que conciernen al procedimiento que se
despliega en cada una de las diversas ramas del derecho procesal, lo cual es
novedoso, pues se aparta de las directrices que venía adoptando la tradición
jurídica nacional, al abandonar el tratamiento particular e independiente de cada
uno de los procedimientos y que conllevaba expedir varios códigos de
procedimiento aplicables a una sola rama de la legislación.

Por ello, no puede desconocerse el gran interés que ha causado la actual entrada
en vigencia de algunas de las disposiciones de la Ley 1564 de 2012; razón de
importancia para estudiar y dar a conocer a la comunidad educativa universitaria
los cambios introducidos por el Código General del Proceso en un área específica
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de gran relevancia como lo es el contexto de las notificaciones en el proceso civil,


en atención a que la norma modifica los parámetros que han regido en ésta
materia (ya sea por derogatoria o por modificación de disposiciones). Siendo ello
así, el estudio de tales cambios o variaciones y la difusión de los mismos para su
conocimiento por parte de la comunidad académica constituyen los propósitos
esenciales de éste artículo.

METODOLOGÍA

Se presentan en éste documento los resultados del análisis y estudio efectuado


acerca de las modificaciones más sobresalientes que la Ley 1564 de 2012
introduce frente a las normas que regulan la manera de notificar las providencias
judiciales en los procesos civiles, mostrando una aproximación del tema que
estudia los aspectos globales más destacados, sin agotar el estudio del tema,
dado que ello requiere de un estudio mucho más profundo (monografía o tesis)
que supera los propósitos de éste artículo.

El artículo busca generar un espacio de reflexión, abordando el tema en sus


aspectos más importantes para lograr una fácil comprensión del mismo,
enriqueciendo el análisis del tema con aportes doctrinales, desde el ámbito teórico
descriptivo, respecto a un tema de reciente desarrollo dentro del ordenamiento
jurídico procesal, como lo es la gradual aplicación del Código General del Proceso
en el ámbito del procedimiento civil.

De igual forma, con miras a dar a conocer los principales aspectos del tema ya
mencionado, el artículo ha sido elaborado siguiendo el esquema del modelo
investigativo de naturaleza sociojurídica (dogmática) y de carácter descriptivo; por
cuanto el artículo muestra una aproximación cualitativa del tema, la cual se
desprende de la consulta e interpretación de la información que se obtiene de las
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fuentes examinadas, junto con aquellas que son materia de publicación o difusión
a través del acceso a Internet, conforme con las referencias utilizadas.

1. EL NUEVO ENFOQUE DE LA COMUNICACIÓN DE LOS ACTOS


PROCESALES EN EL CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO.

Con el fin de comprender el verdadero alcance que traduce el Código General del
Proceso, vale la pena traer a colación que el Congreso aprobó esta norma
marcando un hito en la historia legislativa al buscar la simplificación y celeridad del
trámite de las demandas y de los procesos. Lo dicho, con fundamento en que
como lo expone un estudio realizado por el Grupo Legal de la publicación
Portafolio:

Después de tantos años se modifica el Código de Procedimiento Civil a través de la


Ley 1564 de 2012. Se espera que esto sea suficiente para que los procedimientos
se tramiten de manera más ágil y se acabe, la congestión judicial. En su momento,
el actual Código de Procedimiento Civil fue un gran avance frente a la Ley 105 de
1931 (Código Judicial). Así también se espera que este Código tenga un avance
para el bien de todos los colombianos. (2012, párrafo 1).

Dicha originalidad y carácter vanguardista se explica en la medida en que se trata


de una norma jurídica que ha sido promulgada recién iniciado el siglo XXI y en ella
se abordan las temáticas del proceso bajo una visión novedosa, pues la norma
decide en forma abierta reconocer la gran influencia que dentro del contexto social
han tenido los recientes avances técnicos y de comunicación con los cuales han
sido revolucionado el devenir informático de la interacción global.

Sobre el particular, Muñoz Montoya anota:

así como el C.P.C tuvo como gran logro la gratuidad de la justicia frente al Código
Judicial, la Ley 1564 de 2012 tendrá como gran logro la implementación de las TIC
en el Procedimiento Civil (Ver arts. 171 y 291 del Código General del Proceso) y la
creación de procesos especiales para situaciones cotidianas que hoy por hoy se
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resuelven en procesos ordinarios porque el C.P.C ni siquiera las contemplaba (como


los Procesos Monitorios del Art. 419 del C.G.P) o introduce grandes avances como
el Proceso de Insolvencia de Personas naturales No Comerciantes contemplado en
el Art. 531 del C.G.P (A.K.A: Ley 1380 de 2010). (2012, párrafo 3).

Esto, en la medida en que una de las finalidades del Código General del Proceso
consiste en modernizar los procesos, permitiendo y generando validez a la
utilización en el contexto del procedimiento judicial (actos procesales de parte y de
juez, examen de expedientes, práctica de pruebas) de los mecanismos
informáticos, concretamente del correo electrónico, de los mensajes de datos y del
Internet. De ahí que, con sobrada razón lo expresa el grupo de investigación en
nuevas tecnologías de la Universidad de Antioquia:

Con la aplicación del Código General del Proceso, se permitirá la presentación de


demandas por medios electrónicos y en general de cualquier actuación judicial,
como: presentación de memoriales, registro de las actuaciones, realización de las
notificaciones y traslados, forma de llevar los expedientes y celebración de
audiencias y diligencias. A la vez, se autoriza la realización de pujas electrónicas en
los remates y se complementa el mecanismo tradicional de emplazamiento con el
Registro Nacional de Emplazados, que estará disponible en Internet. (2012, párrafo
2).

Ahora bien, llegados a éste punto de la argumentación es importante destacar que


uno de los aportes más valiosos del Código General del Proceso se encuentra en
la modernización del Derecho Colombiano para tratar de lograr la disminución de
la congestión judicial y la celeridad en el desarrollo de los trámites judiciales, frente
a la notoria problemática relacionada con la enorme demora, la gran cantidad de
requisitos formales y el copioso desgaste que produce el trámite de un proceso;
cosa que sin lugar a dudas, constituye uno de los factores de mayor desconfianza
por parte del ciudadano del común frente a la administración de justicia, quien
cada día se ve agobiado por la llamada coloquialmente “tramitomanía” imperante
en nuestro país.

Lo expuesto, en consideración a que el Derecho no puede ser ajeno en ninguna


medida al impacto social generado por los avances tecnológicos que inciden
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condicionando las relaciones sociales, al punto de variar significativamente las


costumbres y modelos de pensamiento.

Al respecto, para entender el objetivo que inspira la expedición del Código General
del Proceso, son de gran trascendencia las palabras pronunciadas por el
presidente Santos, quien al sancionar la Ley 1564 de 2012 manifestó:

"Ya era hora de que llegara el siglo XXI a los despachos judiciales. A través del Plan
de Justicia Digital vamos a tener, muy pronto, litigio en línea y expedientes digitales,
que remplacen ese arrume de papeles que son la pesadilla de todos los juzgados.
Ahora se va a poder cumplir el sueño de las partes y sus apoderados de poder
enterarse de las decisiones judiciales y remitir memoriales sin tener que hacer
desplazamientos que, en el mundo de hoy, son inconcebibles e ineficientes.
Gradualmente se llegará a que todas las actuaciones procesales se puedan hacer
por medios electrónicos". (2012, Párrafo 4)

2. PRINCIPALES CAMBIOS INTRODUCIDOS POR LA LEY 1564 DE 2012 AL


RÉGIMEN DE LAS NOTIFICACIONES.

Según se expuso en los párrafos anteriores, el Código General del Proceso tiene
como finalidad modernizar los procesos, simplificar los trámites y dotar de
celeridad a las actuaciones, a través de la implementación de las herramientas
que ha traído el uso de la tecnología informática en las comunicaciones. Estos
postulados rectores tienen especial influencia en el campo de las notificaciones
procesales, las cuales traducen la manifestación práctica y concreta de la
comunicación dentro del procedimiento judicial. En éste campo es donde se
explica la necesidad de procurar por agilizar el procedimiento y eliminar tanta
formalidad que ha existido en el proceso civil, pues un asunto de poca complejidad
como lo es comunicar el proferimiento de una providencia y la decisión que allí se
adopta, tenía una amplia variedad de formalidades externas cuyo incumplimiento
posibilitaba dilatar o desviar el debate procesal de los aspectos relacionados con
el fondo de la controversia.
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En el campo de las notificaciones, de entrada debe advertirse que la modificación


principal se refiere a que en el esquema de los procedimientos por audiencias
promovido por la Ley 1564 de 2012, adquiere protagonismo y preponderancia la
notificación por estrados, la cual vendrá a ocupar un lugar de mayor importancia
que el otorgado en el régimen del Código de Procedimiento Civil. Sobre el
particular, Acero Gallego anota

Dado que la mayoría de las providencias se proferirán en las diferentes audiencias,


es lógico concluir que la manera más usual de notificación será en estrados,
mientras que las demás formas de notificación se requerirán solo de manera
excepcional, en relación con aquellas providencias que se profieran por fuera de
audiencia o las que se profieran en audiencia pero que eventualmente ameriten la
práctica de notificación personal. (2014, p. 12).

En cuanto atañe a las notificaciones, es importante advertir que con el Código


General del Proceso se han adoptado derogatorias y modificaciones al tenor de
las normas que traía el Código de Procedimiento Civil, con miras a depurar
aquellos aspectos que exigían la realización de formalidades innecesarias con las
cuales se quebrantaba la celeridad y agilidad que deben inspirar cualquier acto de
comunicación, al igual que se busca brindar a las partes la posibilidad e iniciativa
de desplegar la práctica de la notificación para obtener mayor impulso y evitar
interrupciones que dificulten el buen curso de la actuación, sin abandonar en su
mayor parte, las clases de notificación implementadas en nuestro medio por el
Código de Procedimiento Civil; motivo por el cual en opinión de algunos autores, el
régimen de las notificaciones no ha sufrido variaciones sustanciales con la
expedición del Código General del Proceso.

En éste sentido se orienta Acero Gallego, quien sobre el particular expresa lo


siguiente:

Vale decir que respecto del régimen en sí de las notificaciones no hay cambios
profundos, salvo algunas modificaciones introducidas en relación con el
emplazamiento, así como la posibilidad de enviar el citatorio del artículo 291 del
CGP y el aviso de que trata el artículo 292 del mismo Código, a la dirección de
correo electrónico del sujeto a notificar. (2014, p. 12).
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2.1. NORMAS DEROGADAS POR LA LEY 1564 DE 2012.

Bajo la línea trazada, debe referirse que fueron derogados varios artículos del
Código de Procedimiento Civil. Entre tales derogatorias se destaca la del artículo
319, relacionado con las sanciones por información falsa; la del artículo 323 con la
cual se eliminó la notificación de sentencias por edicto y la del artículo 324 alusivo
a la fijación y desfijación de edictos y estados. Así, en el régimen inicialmente
descrito por el Código de Procedimiento Civil, según lo describe López Blanco, la
disposición del artículo 319 operaba de la siguiente manera:

El artículo 319 del C. de P.C. en la redacción que le introdujo la Ley 794 de 2003
elimina la expresión “juramento falso” empleada en el título original de la norma por
“información falsa”, pero el resto de la norma se mantiene similar, con un agregado
final en donde se advierte el deber del juez civil de remitir copia de lo pertinente “al
juez competente en lo penal para que adelante la correspondiente investigación”,
conducta que así la norma no lo hubiese ordenado, de todos modos está en el
deber de observar el funcionario que se percata del deber de observar el funcionario
que se percata de la existencia de la falsa información, pues ésta conducta se halla
tipificada como delito de fraude procesal previsto en el artículo 453 del Código Penal
por constituir un medio para llevar a error a un servidor público, como lo es el juez,
para obtener providencia contraria a la Ley, de ahí que la supresión del requisito
formal e inocuo del juramento, no tiene ninguna consecuencia en el campo penal,
porque el tipo advertido no lo exige. (2005, pp. 722 y 723).

En complemento de lo dicho, en el régimen inicialmente descrito por el Código de


Procedimiento Civil, según lo describe López Blanco, la disposición del artículo
323 operaba de la siguiente manera:

La notificación por edicto está reservada como forma subsidiaria de notificación de


las sentencias, cuando éstas dentro de los tres días siguientes a su proferimiento,
no pueden notificarse a todas las partes. El edicto debe reunir determinados
requisitos cuya observancia es menester tener presente, porque si bien es cierto,
por el sólo hecho de que no se cumplan la totalidad de ellos la notificación no
necesariamente será nula, existen irregularidades que permiten predicar la
necesidad de que se vuelva a surtir nuevamente la notificación por edicto ante las
graves deficiencias cometidas por el secretario en su elaboración. De conformidad
con el artículo 323 del C. de P.C. ésta notificación debe encabezarse con la palabra
edicto en la parte superior; luego se indicará el proceso de que se trata y las partes
que obran dentro de él; en seguida, la fecha de la sentencia y la firma del secretario;
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además se indicará en él las fechas y horas de su fijación y desfijación. (2005, pp.


727 y 728).

Y aunado a lo descrito, en el régimen inicialmente señalado por el Código de


Procedimiento Civil, según lo describe López Blanco, la disposición del artículo
324 operaba de la siguiente manera:

Los edictos deben ser fijados en lugares visibles de la secretaría por el término de
tres días, y el secretario ha de anotar en ellos el día y la hora de fijación y
desfijación, con el fin de poder determinar si en realidad se cumplió adecuadamente
con ese término de publicidad. No se requiere para el edicto dejar testimonio de su
notificación al pie de la sentencia notificada, como sí sucede para los estados,
debido a que se debe archivar dentro del expediente el original del edicto, mientras
que una copia se guardará en el archivo. (2005, p. 728).

De ésta manera, el Código General del Proceso mantiene y conserva como


formas, la notificación personal, la notificación por aviso, la notificación por
estrados, el emplazamiento, la notificación por conducta concluyente y la
notificación por estado mediante mensaje de datos; eliminando la notificación de
sentencias por edicto.

2.2. NORMAS MODIFICADAS POR LA LEY 1564 DE 2012.

Por otra parte, en materia de modificaciones, la redacción del Código General del
Proceso estableció significativas variaciones respecto a la manera en que se
realiza la notificación personal y la notificación por aviso; modificaciones a través
de las cuales se manifiestan los principios inspiradores que se describieron en los
dos primeros párrafos del presente numeral. Por ejemplo, en el artículo 290 del
Código General del Proceso se suprimió la expresión “y en general la de la
primera providencia que se dicte en todo proceso” que utilizaba el artículo 314 del
Código de Procedimiento Civil, al igual que se sustituyó el numeral 5º del artículo
314 del Código de Procedimiento Civil; ello en aras de dotar de mayor celeridad al
impulso de la actuación y de propugnar por eliminar requisitos formales
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(notificación estrictamente personal mediante presencia física del notificador o del


sujeto procesal), así como evitar maniobras dilatorias que generaban el
estancamiento del proceso por cumplir con la imperiosa necesidad de enterar en
forma directa y presencial en el Juzgado frente al primer acto procesal adoptado
por el operador judicial.

En aras de impedir maniobras dilatorias y el trámite de actuaciones incidentales


no necesarias e inconvenientes, en el artículo 291 del Código General del Proceso
se contempló la posibilidad de efectuar la notificación personal mediante la
entrega de la comunicación que se envía por correo a través de entrega realizada
a la persona quien atiende en la recepción, cuando se trata de unidades
inmobiliarias cerradas; lo cual no podía efectuarse con el sistema del artículo 315
que por interpretación jurisprudencial, exigía la entrega directa de la comunicación
en la unidad inmobiliaria específica a la cual iba dirigida, al punto en que no
realizar dicha entrega directa originaba la causal de nulidad por indebida
notificación. Aquí se aprecia el propósito que inspira a la Ley 1564 de 2012 para
propugnar por la celeridad procesal evitando dilaciones injustificadas.

En torno a la razón de ser que inspiró el uso de la expresión “y en general la de la


primera providencia que se dicte en todo proceso” que utilizaba el artículo 314 del
Código de Procedimiento Civil, López Blanco señala:

Se explica esta disposición por cuanto mal puede el legislador pretender que los
asociados estén permanentemente asistiendo a los juzgados del país a investigar si
se promovió un juicio contra ellos, con el fin de proceder a defenderse. Por ello, ante
esa situación desprevenida en la que de ordinario se encuentra una persona
respecto a la posibilidad de una demanda en su contra, o por lo menos de la fecha
en que se le va a presentar la misma, se debe asegurar por el medio más eficaz el
conocimiento de las providencias judiciales que denoten la existencia del proceso,
esto es el de la notificación personal que garantiza que la persona demandada fue
debidamente enterada de la actuación iniciada en su contra. (2005, p. 726).

De otro lado, sobre la forma en que operaba la notificación contemplada en el


numeral quinto del artículo 314 del Código de Procedimiento Civil, López Blanco
anota:
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En relación con el numeral 5° del artículo 314 señalo que si ya está en curso un
sistema de notificación diverso de la personal no es posible realizarla, así lo solicite
el respectivo interesado, debido a que tan sólo confusión en el cómputo de los
términos traería el permitir la posibilidad. En otras palabras, una vez fijado el edicto
o el estado, precluye la posibilidad de ejercitar el derecho que confiere el numeral 5°
del artículo 314 y que debe la parte atenerse a la notificación que ya está cumplida
para efectos de ejercitar los derechos que estime pertinentes sobre la base de la
notificación surtida.

También es de advertir que éste numeral no permite, como algunos habilidosos


abogados lo han pretendido, exigir que se les hagan personalmente todas las
notificaciones respecto de las providencias que en un futuro se puedan dictar. En
absoluto, opera en cada caso aislado y específico para permitir que sólo para esa
determinación pueda el interesado notificarse de manera personal antes de que se
haya fijado el estado o el edicto. (2005, pp. 700 y 701).

No obstante, el principal cambio que establece el Código General del Proceso en


el tema de las notificaciones, radica en la implementación de nuevos mecanismos
para dar lugar a la comunicación de los sujetos procesales de las diferentes
providencias adoptadas en el curso del proceso, permitiendo el despliegue de la
iniciativa y actividad de los propios sujetos procesales interesados en que se
realice la notificación. Entre tales mecanismos, el Código General del Proceso
implementó en el numeral 3 del artículo 291 la notificación personal a través de
correo, en el sitio indicado en la demanda, mediante autorización expresa para
que el interesado remita directamente la comunicación a quien debe ser notificado.
A su vez, la Ley 1564 de 2012 contempló en el inciso tercero del artículo 292 una
autorización expresa para que el interesado elabore el aviso de notificación.

En éste aspecto, es esencial destacar que el sistema del artículo 315 del Código
de Procedimiento Civil solamente autorizaba a la parte interesada para elaborar en
forma directa la comunicación (también llamada citatorio) en el caso en que el
secretario no la hubiese elaborado y remitido dentro del término de cinco días
hábiles siguientes a la ejecutoria de la providencia por notificar; mientras que para
el caso del aviso, el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil no
contemplaba ningún tipo de autorización a la parte interesada para elaborar el
aviso, pues su elaboración siempre dependía de la secretaría del Juzgado.
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Sobre estos aspectos, López Blanco comenta:

Pone de presente el artículo 315 del C. de P.C. que la parte interesada solicitará al
Secretario que se efectúe la notificación, lo que no requiere de memorial alguno,
pues basta la simple manifestación verbal en tal sentido, es más, estimo que aun sin
ella, el secretario está en el deber de proceder de inmediato, porque ésta exigencia
no puede ser entendida como que el secretario sin petición de parte no está
autorizado para notificar, si se recuerda que el impulso del proceso corresponde de
oficio al Juez y que ese deber igualmente se predica del secretario. (…) Si vencen
los cinco días y el secretario no ha remitido la comunicación, la parte interesada
elaborará una con el lleno de los datos sobre la existencia del proceso, su
naturaleza y la fecha de la providencia que se debe notificar, remitiéndola por un
medio idóneo a la dirección que corresponda.

(…) El aviso, a diferencia del previsto en el artículo 315 que la parte puede redactar
bajo los parámetros del formato señalado en el acuerdo 2255 emanado del Consejo
Superior de la Judicatura, se elabora por el secretario con datos similares a los
existentes, dado que se indica que deberá expresar su fecha y la de la providencia
que se notifica, el juzgado que conoce del proceso, su naturaleza, el nombre de las
partes y la advertencia de que la notificación se considerará surtida al finalizar el día
siguiente al de la entrega del aviso en el lugar de destino”. (2005, pp. 702, 703 y
724).

Igualmente, el Código General del Proceso dispuso en el inciso quinto del artículo
292 que el aviso y la providencia que se notifica pueden ser enviados por correo
electrónico a la dirección que se conozca de alguno de los sujetos procesales a
quien se dirige la notificación o aquella dirección electrónica de notificaciones que
se registre por los particulares quienes deban inscribirse en la Cámara de
Comercio; lo cual representa una innovación frente al esquema de los artículos
315 y 320 del Código de Procedimiento Civil, debido a que conforme con el citado
artículo 315 solo podría enviarse dicho citatorio escrito mediante correspondencia
en documento físico dirigido a la dirección registrada en Cámara de Comercio, sin
consagrar la posibilidad de enviar la notificación al correo electrónico, posibilidad
que sí autoriza el Código General del Proceso.

En éste punto se puede apreciar que el Código General del Proceso tiene como
propósito apartarse de la dinámica formalista propia del citatorio escrito enviado
mediante remisión postal certificada que el Código de Procedimiento Civil
reglamentaba en el artículo 315 mediante empresa de correspondencia, para
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promover un nuevo método que se sustenta en mensajes dirigidos a los correos


electrónicos o a los buzones electrónicos para notificaciones judiciales
consagrados especialmente en el caso de las entidades públicas, el Ministerio
Publico, personas privadas que ejerzan funciones públicas y particulares que
deban registrarse en la Cámara de Comercio, tal como lo dispone el artículo 612
de la Ley 1564 de 2012.

Sobre el particular, Nisimblat comenta lo siguiente:

En materia de notificaciones, se mantuvo la imposición para las personas jurídicas


de derecho privado y los comerciantes inscritos en el registro mercantil de registrar
una dirección electrónica a la cual podrán enviarse las comunicaciones de que
tratan los artículos 291 y 292 del C.G.P., que contemplan la notificación personal y
la notificación por aviso, norma que, como se dijo, ya había sido incorporada al
proceso civil por la Ley 794 de 2003. (2013, pp. 54 y 55)

Además, la Ley 1564 de 2012 consagró en el inciso primero del artículo 108 que
en el emplazamiento, la publicación debe hacerse en un diario de amplia
circulación nacional o local. En éste punto, la posibilidad de acudir a la publicación
de circulación local representa un avance en relación con el artículo 318 del
Código de Procedimiento Civil, el cual solamente permitía hacer la publicación en
un medio de comunicación de amplia circulación nacional. Al respecto, López
Blanco afirma lo siguiente:

La publicación se hará a criterio del juez únicamente “por una sola vez, en un medio
escrito de amplia circulación nacional o en cualquier otro medio masivo de
comunicación”, sin que exista contradicción en la norma al resaltar que “El juez
deberá indicar en el auto respectivo el nombre de al menos dos medios de
comunicación de amplia circulación nacional que deban utilizarse”, porque aquí tan
sólo se consagra el deber del juez de señalar, cuando menos dos medios masivos
con ese carácter de amplia circulación nacional, especificando su nombre, de
manera que la parte interesada en la publicación, a su criterio elegirá el que más le
convenga. (2005, p. 719).

Ahora, como principal variación a destacar en lo referente a emplazamiento, el


Código General del Proceso estableció en los incisos quinto y sexto del artículo
108 la creación de un registro nacional de personas emplazadas. De ahí que
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cuando se formalice el emplazamiento, deberá remitirse una comunicación a dicho


registro por parte de quien emplaza, indicando algunos datos del emplazado;
disponiendo igualmente la norma que el registro publicará la información y 15 días
después queda surtido el mismo. El Código General del Proceso en el parágrafo
primero del artículo 108 dispone que el Consejo Superior de la Judicatura llevará
ese registro; cosa que traduce una significativa novedad de la Ley 1564 de 2012,
en razón a que dentro del sistema de notificación por emplazamiento previsto por
el artículo 318 del Código de Procedimiento Civil no existía éste registro nacional,
lo cual, se reitera, constituye una originalidad e innovación de la norma.

La gran importancia de la reforma al implementar éste registro nacional de


personas emplazadas, radica en que dicho registro brinda una mayor eficacia a la
figura del emplazamiento, al hacer factible una mejor organización y control de
éste tópico, lo cual genera mayor confiabilidad y facilidad de la búsqueda y
comunicación de las personas en materia de emplazamiento, ya que con el
avance tecnológico de nuestros tiempos, se permitirá a las personas ingresar a un
sistema que les permita verificar si están siendo emplazados y cuál Despacho
Judicial los está vinculando a un proceso; pues resulta ineludible aceptar que un
periódico, aun cuando sea de amplia circulación nacional o local no otorga tales
ventajas ni cuenta con tan amplia difusión actual como si la tiene INTERNET,
máxime cuando la práctica cotidiana muestra cómo la prensa escrita ha perdido
protagonismo en el ámbito de las comunicaciones, sumado a que por razones de
distribución y presentación de la información en los periódicos, la sección judicial
es de las menos atrayentes y se encuentra dentro de las menos leídas por la
población.

De la misma manera, la Ley 1564 de 2012 en el parágrafo del artículo 295 dispuso
los cimientos y las bases para que en el futuro, cuando se implementen los
recursos técnicos propios de la digitalización y sistematización global de la
administración de justicia, la notificación por estado se realice y tenga lugar a
través de mensajes de datos.
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Sin embargo, es fundamental afirmar que la posibilidad de acudir al uso de las


tecnologías de la información suministradas por el Internet, el mensaje de datos y
el correo electrónico, constituían alternativas que ya contemplaba el parágrafo del
artículo 315, el inciso final del artículo 320 y el parágrafo primero del artículo 320
desde la reforma efectuada por la Ley 794 de 2003, aun cuando, ellas resultaban
una eventual posibilidad inoperante por la dinámica formalista que terminó
prevaleciendo en la práctica forense con fundamento en lo dispuesto por la
primera parte de los artículos 315 y 320; motivo por el que la novedad del Código
General del Proceso consiste en dar fuerza, eficacia y vigor de aplicación general
perentoria o expresa a lo que antes era una mera expectativa.

Acerca de éste tema, López Blanco dice lo siguiente:

Finalmente se involucra como un parágrafo del artículo 315 previsión que en similar
sentido se hallaba en el artículo 320 acerca de la obligación para efectos de las
notificaciones personales, que tienen los comerciantes de registrar en la Cámara de
Comercio o en la oficina de registro correspondiente del lugar donde funcione su
sede principal, sucursal o agencia, la dirección donde recibirán notificaciones
judiciales, ampliada la exigencia, para estar a tono con la época a “registrar,
además, una dirección electrónica, lo que prepara para futuros avances, pero no
permite todavía surtir las comunicaciones por éste medio, ante la perentoria
exigencia del numeral 1 del artículo 315 acerca de la remisión de la comunicación
de la cual debe quedar copia con las formalidades y datos que allí se exigen.

(…) Adicionalmente la norma, en su inciso final y en el parágrafo primero se anticipa


a lo que en un futuro, que veo muy lejano, deba darse, sentando las pautas para la
forma como se puede notificar por vía de correo electrónico, aspectos todos sujetos
a reglamentación que ojala se dé y, lo importante, se acompañe de las inversiones
que su implementación conlleva. (2005, pp. 708 y 725).

De otro lado, el Código General del Proceso indicó en el inciso segundo del
artículo 301 una precisión novedosa en materia de notificaciones, en cuanto a que
si antes de librar orden de pago o admitir la demanda, existe reconocimiento de
personería, cuando suceda lo uno o lo otro, la notificación se surtirá por estado; lo
cual se explica si se tiene presente que ante el reconocimiento de personería de
uno de los sujetos procesales sobra la necesidad de realizar una notificación
personal posterior, por cuanto ya existe una vinculación procesal que impone a
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dicho sujeto procesal reconocido la carga de vigilancia y supervisión para estar al


tanto de lo sucedido en la actuación.

Como complemento a lo anterior, la Ley 1564 de 2012 prescribió en el inciso final


del artículo 301 que si existe declaratoria de nulidad, habrá lugar a la notificación
por conducta concluyente desde el día en que se solicitó la nulidad, aun cuando
dejó en claro que los términos para excepcionar se cuentan a partir de la
ejecutoria del auto que declaró la nulidad o de la providencia que ordena obedecer
lo dispuesto por el superior. Aquí, se observa que el Código General del Proceso
introduce una sustancial modificación en lo atinente al momento en que opera la
notificación por conducta concluyente en el caso de decreto de nulidad procesal,
debido a que de acuerdo con la reforma de la Ley 794 al artículo 330 del Código
de Procedimiento Civil se dispuso que la notificación se entenderá surtida al día
siguiente de la ejecutoria del auto que decretó la nulidad o al día siguiente de la
ejecutoria del auto de obedecimiento a lo dispuesto por el superior.

Tal como lo explica López Blanco:

La sana modificación introducida por la Ley 794 de 2003 determina que una vez
ejecutoriado el auto que decretó la nulidad por indebida notificación o notificado el
de obedecimiento a lo ordenado por el superior, la providencia se entenderá
notificada por conducta concluyente al día siguiente. (2005, p. 736).

No obstante, es esencial aclarar que el cómputo de los términos de traslado en la


nueva norma conserva las directrices que se habían establecido desde el Código
de Procedimiento Civil en el artículo 87 y que actualmente contempla el artículo 91
de la Ley 1564 de 2012, en donde se aclara que en el evento de notificación por
conducta concluyente, el demandado puede retirar las copias de la Secretaría
dentro de los tres días siguientes, vencidos los cuales comienza a correr el
traslado de la demanda.
17

3. CONCLUSIONES Y COMENTARIOS PERSONALES.

De lo expuesto, es posible afirmar que, a nivel general, las modificaciones


introducidas por la Ley 1564 de 2012 en materia de las notificaciones judiciales
contienen propuestas idóneas y necesarias para la administración de justicia
nacional, debido a que se conserva la esencia que se venía manejando con el
Código de Procedimiento Civil, la cual se actualiza y se ajusta con el fin de
eliminar aquellos elementos que en la práctica del proceso dificultaban y
obstaculizaban el buen curso de la actuación, brindando un amplio margen de
posibilidad a las partes para realizar las notificaciones con el fin de desplegar su
iniciativa e interés en la celeridad del proceso y permitiendo la utilización de
herramientas novedosas de la tecnología (como el correo electrónico o el mensaje
de datos) con las cuales se puede lograr mayor agilidad en la comunicación si se
les compara con el tradicional correo postal mediante empresa de mensajería o
publicación en prensa y radio; ello de cara a la realidad colombiana en donde la
congestión judicial y la falta de celeridad en el trámite de los procesos se han
convertido en problemas graves de la administración de justicia.

Lo anterior, debido a que nuestro contexto judicial hacia necesario reexaminar el


manejo que se estaba dando a los aspectos principales de la notificación personal,
la notificación por aviso y el emplazamiento, lo cual ameritaba encontrar un
sistema eficaz que asegure que las notificaciones se realizaran dentro de
prudentes términos, pues una de las causas básicas de la demora en el trámite de
los procesos civiles radica en el prolongado término que requiere surtir la
notificación de las providencias a las partes (principalmente al demandado), que
tradicionalmente ha demorado meses y años en algunos casos preocupantes. Por
éste motivo, se observa que el Código General del Proceso buscó facilitar o
promover la utilización de los avances establecidos por la tecnología y la
informática en aras de reducir el tiempo invertido en lograr la comunicación de los
actos procesales a los sujetos e intervinientes.
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De igual forma, resulta positiva la medida destinada a crear un registro nacional de


personas emplazadas, cuya particularidad y carácter específico sin duda alguna
brindara mejores posibilidades a la ciudadanía en general para conocer o
enterarse con mayor exactitud o eficacia de las providencias judiciales que se les
comunica a la distancia, para adquirir mayor conciencia sobre el profundo
significado de las consecuencias que genera el emplazamiento, como quiera que
la práctica judicial mostraba la poca efectividad que actualmente tenía el sistema
de emplazamiento implementado por el Código de Procedimiento Civil mediante la
sola publicación en prensa y radio, propiciada quizás por el desuso en que han
caído estos medios de comunicación frente a la tendencia del auge que
adquirieren otras herramientas comunicativas como la televisión o INTERNET.

De ésta manera, los propósitos generales de la norma han de ser materia de


acogida, aunque su eficacia como solución a los problemas de la administración
de justicia dependerán en gran parte de la actitud generada en los sujetos
participes del proceso judicial, pues son ellos quienes harán de la propuesta una
herramienta completa y eficaz.

No obstante, en materia de notificaciones el Código General del Proceso es


susceptible de generar críticas y disensos al no compartirse los fundamentos que
llevan a establecer sus disposiciones. En éste aspecto, el autor no comparte las
razones por las cuales se suprimió la frase del artículo 314 del Código de
Procedimiento Civil que dispone la notificación personal para “la primera
providencia que se dicte en todo proceso”, en atención a que se considera le
asiste razón al profesor López Blanco en sus apreciaciones sobre la finalidad de la
disposición eliminada, la cual debió conservarse y sería conveniente restablecer
en futuras reformas, pues se trata de velar por el respeto del derecho fundamental
al debido proceso.

Lo dicho, por cuanto la notificación personal de la primera providencia que se dicte


en todo proceso garantiza que se logre un conocimiento directo y material de la
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existencia del proceso por parte de todos los sujetos procesales (y en particular
del demandado), máxime cuando la falta de cuidado y diligencia en éste tema
podría generar la grave equivocación de tramitar procesos sin permitir la real y
material participación de sus directos involucrados, lo cual equivaldría al
desconocimiento de derechos fundamentales y de garantías contempladas incluso
en Tratados Internacionales.

REFERENCIAS

Acero Gallego, Luis Guillermo. (2013) “Algunos comentarios sobre providencias y


recursos en el Código General del Proceso”. En Universidad Libre (Eds.)
Memorias del XXXIII Congreso Colombiano de Derecho Procesal, Bogotá D.C.

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Grupo de Investigación en nuevas tecnologías de la Universidad de Antioquia


(UDEA) (2012). [En línea 2015]. Extraído de:
http://www.udea.edu.co/portal/page/portal/bActualidad/Principal_UdeA/UdeANotici
as/Formacion1/Los%20retos%20tras%20el%20nuevo%20C%C3%B3digo
%20General%20del%20proceso En fecha [17 de Mayo de 2015 – recuperado
Septiembre 26 de 2012].

López Blanco, Hernán Fabio. (2005) “Instituciones de Derecho Procesal Civil


Colombiano. Tomo I: Parte General”. Editorial Dupré Editores, Bogotá D.C.
20

Muñoz Montoya, Juan Carlos. (2013) “Salió el Código General del Proceso,
pero…” (En línea 2015). Extraído de:
http://munozmontoya.wordpress.com/2012/07/14/sali-el-cdigo-general-del-
proceso-pero/. En fecha [17 de Mayo de 2015].

Nisimblat, Nattan (2013). “Relaciones Jurídicas y TIC’S: Tensiones, implicaciones y


desafíos en la Administración de Justicia”. (En línea 2015). Extraído de:
http://nisimblat.net/images/JUSTICIA_DIGITAL.pdf En fecha [17 de Mayo de
2015].

PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Sala de Prensa. Sistema Informativo de


Gobierno (SIG) (2012). “El Código General del Proceso representa una verdadera
revolución para el ciudadano de a pie”. (En línea 2015). Extraído de:
http://wsp.presidencia.gov.co/Prensa/2012/Julio/Paginas/20120712_08.aspx. En
fecha [17 de Mayo de 2015].

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