Mundo Jurídico UDLA, 1 (1) 2016

Issn: 2539-4266 (en Línea)

APLICACIÓN DEL PRINCIPIO PRO DAMNATO FRENTE A LA CADUCIDAD

DEL MEDIO DE CONTROL DE REPARACIÓN DIRECTA CUANDO SE DAN
CIRCUNSTANCIAS OSCURAS E INCIERTAS.

Carlos Arturo Sánchez Medina1

RESUMEN
El Congreso de la República establece el fenómeno jurídico de la caducidad con fundamento en el principio de libertad de
configuración legislativa y seguridad jurídica, contraponiéndose en ocasiones al derecho de acceso a la administración de
justicia; por lo que se pretende analizar los diferentes pronunciamientos de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado
Colombiano sobre el computo del término de caducidad del medio de control de reparación directa por hechos inciertos y
oscuros. Se ilustra la forma en como examinando los casos que la doctrina a denominado “Hechos oscuros o dudosos” en
donde se establece una excepción al cómputo del término de caducidad y el resiente pronunciamiento de unificación juris-
prudencial de la Corte Constitucional, en donde a criterio del autor se deja de un lado elementos importantes para endilgar la
responsabilidad del Estado.

Palabras Clave: Acceso a la administración de Justicia, Caducidad, Hechos Oscuros e Inciertos, Reparación Directa, Segu-
ridad Jurídica.

EXCEPTION TO THE TERM EXPIRATION OF THE CONTROL MEANS DI-

RECT REPAIR FOR DOUBTFUL FACTS AND OBSCURE CIRCUMSTANCES

ABSTRACT

The Congress Establishes the legal phenomenon of expiry on the basis of the principle of freedom of legislative and legal
security configuration , opposing On occasions the Right of Access to Justice Administration ; As to analyze different pro-
nouncements of the Constitutional Court and the State Council Colombiano on the calculation of the term’s expiration Means
of Control by Direct Repair : uncertain and obscure facts . how as illustrated by examining the cases That the doctrine of a
so- called “obscure or doubtful facts” in where did derogates from the calculation of term expiration and the resents pronoun-
cement of jurisprudential unification of the Constitutional Court Important elements foist State Responsibility.

Keywords: Access to administration of justice, Shelf Life, Dark and Uncertain Acts, Direct Repair, Legal Certainty
 Sánchez Medina C. A. / Mundo Jurídico UDLA 1 (1)2016
Introducción
Instaurar límites temporales para el ejercicio opor-
tuno del derecho de acción a los usuarios de la ad-
ministración de justicia, es función exclusiva del
legislador lo anterior con fundamento en el prin-
cipio de libertad de configuración legislativa, el
cual tiene un amplio margen de acción, sus límites
radican solamente en la razonabilidad y proporcio-
nalidad de los instrumentos o mecanismos que im-
plementen para llevar a cabo la materialización de
los derechos amparados constitucionalmente.
Precisamente en desarrollo del principio de igual-
dad procesal nace la imperiosa necesidad de esta-
blecer términos judiciales que, de manera impera-
tiva, exijan la realización de los actos procesales
en un determinado momento, so pena de asumir las
consecuencias adversas que al respecto establece
el ordenamiento procesal; por tal razón la función
de instaurar términos judiciales está a cargo del le-
gislador, quien los crea con el fin de materializar el
derecho al debido proceso, la igualdad de las par-
tes, la economía procesal y, en especial, el derecho
de contradicción, pues nada más garantista en un
estado social de derecho que la administración de
justicia brinde a los sujetos procesales igualdad de
derechos y obligaciones, posibilitando acudir ante
las autoridades judiciales con estricta sujeción a
los procedimientos prestablecidos.
Pero ¿qué sucede en los casos donde los hechos
que dan origen a la controversia jurídica son os-
curos e inciertos? ¿Cómo dar aplicación a los tér-
minos procesales instituidos por el legislador?, y
¿desde qué momento empezar a contar el término
de caducidad?, interrogantes que son desarrollados
en el presente artículo, sustentado en la doctrina y
jurisprudencia existente alrededor del tema.
Metodología.
Para el desarrollo de este artículo se ha utilizado
una metodología descriptiva, a cerca de las excep-
ciones al cómputo del término de caducidad del
medio de control de reparación directa.
Aplicación del principio pro damnato frente a la caducidad del medio de control de reparación directa cuando se dan circunstancias oscuras e inciertas.
Aplicación del término de caducidad en el me-
dio de control de reparación directa cuando los
hechos son oscuros e inciertos.
Establecer los términos de caducidad de los medios
de control contencioso administrativos es una pre-
rrogativa legislativa que va más allá del desarro-
llo de la cláusula general de crear leyes, toda vez,
que dicha ocupación conlleva a salvaguardar prin-
cipios superiores como la igualdad procesal y la
seguridad jurídica, los cuales exigen la realización
de los actos procesales en un determinado momen-
to, es decir, que su perfeccionamiento no se quede
supeditado en el tiempo de forma indeterminada
o perpetua. Al respecto la Corte Constitucional se
pronunció a través de una sentencia de tutela así:
En desarrollo del principio de igualdad pro-
cesal surgió la imperiosa necesidad de es-
tablecer términos judiciales que, de manera
imperativa, exijan la realización de los actos
procesales en un determinado momento, so
pena de asumir las consecuencias adversas
que al respecto establece el ordenamiento
procesal. En efecto, dejar al libre arbitrio de
los sujetos procesales el señalamiento de las
distintas oportunidades y etapas de un proce-
so, afectaría gravemente el debido proceso,
la igualdad de las partes, la economía pro-
cesal y, en especial, tornaría de difícil reali-
zación el principio de contradicción. Nótese
como una atribución en dicho sentido, impe-
diría ofrecerles a los sujetos procesales los
mismos derechos y, a su vez, exigirles igua-
les obligaciones.
Por otra parte, la importancia de limitar en el
tiempo la realización de los actos procesales
que le interesan a las partes o le correspon-
den al juez, tiene como propósito velar por
la salvaguarda del principio de la seguridad
jurídica. A este respecto, justo es decir que
el señalamiento de un término judicial indu-
dablemente otorga certeza sobre el momento
en el cual ocurrirá la solución de un asunto
sometido a consideración de la Administra-
ción de justicia y, por ello, permite consoli-
 Sánchez Medina C. A. / Mundo Jurídico UDLA 1 (1)2016
dar situaciones jurídicas en beneficio de las
personas que acuden a la jurisdicción. (Cor-
te Constitucional de Colombia. Sentencia
T­1165 de 2003 (M.P. Rodrigo Escobar Gil:
diciembre 04 de 2003)).
Uno de los términos creados por el legislador en
materia judicial ha sido el fenómeno de la caduci-
dad, entendida esta como: “La pérdida o extinción
de una acción o un derecho por inacción del titu-
lar en un plazo perentorio”. (Enciclopedia jurídica,
2014). Ahora bien, dicha definición debe abordarse
desde una concepción jurisprudencial, en aras de
lograr una mayor precisión.
En palabras del máximo órgano de la jurisdicción
constitucional la caducidad ha sido definida en un
sentido amplio como:
Una institución jurídico procesal a través de
la cual, el legislador, en uso de su potestad de
configuración normativa, limita en el tiem-
po el derecho que tiene toda persona de ac-
ceder a la jurisdicción con el fin de obtener
pronta y cumplida justicia, y su fundamento
se halla en la necesidad que tiene el conglo-
merado social de obtener seguridad jurídica,
para evitar la paralización del tráfico jurídi-
co. Corte Constitucional de Colombia. Sen-
tencia C­401 de 2010 (M.P. Gabriel Eduardo
Mendoza Martelo: mayo 26 de 2010).
En sentido lato, expresada la definición de cadu-
cidad, es oportuno estudiar su aplicabilidad en los
procesos judiciales de la Jurisdicción de lo Con-
tencioso Administrativo, regulados en la Ley 1437
de 2011 (Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo Colombiano
[C.P.A.C.A]. Ley 1437 de 2011. Enero 18 de 2011.
Diario Oficial No. 47.956 (Colombia)) que, como
instituto procesal, obtiene la calidad de ser una ex-
cepción al derecho de acción judicial consignado
en los artículos 89 y 229 de la Constitución Políti-
ca; dichos fundamentos constitucionales determi-
nan la facultad subjetiva que le asiste a toda perso-
na natural o jurídica de acceder a la administración
de justicia en aras de buscar ante todo la protección
Aplicación del principio pro damnato frente a la caducidad del medio de control de reparación directa cuando se dan circunstancias oscuras e inciertas.
material de los derechos y la resolución definitiva
de los conflictos que se ponen en conocimiento de
dicha jurisdicción.
En estricto sentido, para el medio de control de Re-
paración Directa, la caducidad fue establecida por
el legislador a través del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrati-
vo Colombiano [C.P.A.C.A]. (Ley 1437 de 2011.
Enero 18 de 2011. Diario Oficial No. 47.956 (Co-
lombia)), en el CAPÍTULO III “Requisitos de la
Demanda” artículo 164, numeral segundo, literal
i), así:
Artículo 164. Oportunidad para presentar la
demanda. La demanda deberá ser presenta-
da:
(...)
2. En los siguientes términos, so pena de que
opere la caducidad:
(...)
i) Cuando se pretenda la reparación directa,
la demanda deberá presentarse dentro del
término de dos (2) años, contados a partir del
día siguiente al de la ocurrencia de la acción
u omisión causante del daño, o de cuando el
demandante tuvo o debió tener conocimiento
del mismo si fue en fecha posterior y siempre
que pruebe la imposibilidad de haberlo cono-
cido en la fecha de su ocurrencia.
Sin embargo, el término para formular la
pretensión de reparación directa derivada del
delito de desaparición forzada, se contará a
partir de la fecha en que aparezca la víctima
o en su defecto desde la ejecutoria del fallo
definitivo adoptado en el proceso penal, sin
perjuicio de que la demanda con tal preten-
sión pueda intentarse desde el momento en
que ocurrieron los hechos que dieron lugar a
la desaparición.
De la normatividad citada de forma precedente, se
puede colegir que, conforme a la estructuración
conceptual de nuestra legislación, la figura de la
 Sánchez Medina C. A. / Mundo Jurídico UDLA 1 (1)2016
caducidad en el medio de control de reparación
directa, es de estricto orden público y de obligato-
rio cumplimiento, innegociable e irrenunciable en
cuanto implica el reconocimiento normativo de un
lapso habilitador para el ejercicio de ciertas accio-
nes judiciales. Corte Constitucional de Colombia.
Sentencia C­832 de 2001 (M.P. Rodrigo Escobar
Gil: agosto 08 de 2001).
Al respecto el Consejo de Estado, recientemente
se pronunció por medio de una sentencia proferi-
da por la Sala de lo Contencioso Administrativo,
Sección Tercera, Subsección C, en un caso judi-
cial, en donde el problema jurídico giraba en torno
a la caducidad del medio de control de Reparación
Directa, al estudio de su concepto y el cómputo del
fenómeno. El alto tribunal afirmó lo siguiente:
La caducidad se institucionaliza como un
concepto temporal, perentorio y preclusivo
de orden, estabilidad, interés general y segu-
ridad jurídica para los asociados y la admi-
nistración desde la perspectiva procesal, ge-
nerando certidumbre en cuanto a los tiempos
de las personas para hacer valer sus derechos
ante las autoridades judiciales. En este senti-
do, las consecuencias del acaecimiento de la
condición temporal que es manifiesta en toda
caducidad implica la pérdida de oportunidad
para reclamar por la vía judicial los derechos
que se consideren vulnerados por causa de la
actividad de la administración pública. (Con-
sejo de Estado. Sala de lo Contencioso Ad-
ministrativo. Sección Tercera. Subsección C.
Proceso 49962 (C.P. Jaime Orlando Santofi-
mio Gamboa; Julio 2 de 2007)).
Igualmente, la Corte Constitucional por medio de
una sentencia hito, abordó el tópico de la cadu-
cidad, con ponencia del Dr. Carlos Gaviria Díaz
(Q.E.P.D), el cual esgrimió:
De otro lado, resulta necesario dotar de fir-
meza a las determinaciones oficiales estable-
ciendo un momento a partir del cual ya no
es posible controvertir algunas actuaciones.
De lo contrario, el sistema jurídico se vería
Aplicación del principio pro damnato frente a la caducidad del medio de control de reparación directa cuando se dan circunstancias oscuras e inciertas.
abocado a un estado de permanente latencia
en donde la incertidumbre e imprecisión que
rodearían el quehacer estatal entorpecerían el
desarrollo de las funciones públicas. En reite-
radas ocasiones, ha dicho la Corte: ‘La cadu-
cidad es la extinción del derecho a la acción
por cualquier causa, como el transcurso del
tiempo, de manera que si el actor deja trans-
currir los plazos fijados por la ley en forma
objetiva, sin presentar la demanda, el men-
cionado derecho fenece inexorablemente, sin
que pueda alegarse excusas algunas para re-
vivirlos. Dichos plazos constituyen entonces
una garantía para la seguridad jurídica y el
interés general. Y es que la caducidad repre-
senta el límite dentro del cual el ciudadano
debe reclamar del Estado determinado dere-
cho; por ende, la actitud negligente de quien
estuvo legitimado en la causa no puede ser
objeto de protección, pues es un hecho cierto
que quien dentro de las oportunidades proce-
sales fijadas por la ley ejerce sus derechos,
no se verá expuesto a perderlos por la ocu-
rrencia del fenómeno indicado. Ahora bien:
los términos de caducidad no pueden inter-
pretarse como una forma de negar el acceso a
la justicia, precisamente porque la limitación
de plazo para impugnar ciertos actos –y es
algo en lo que se debe insistir– está susten-
tada en el principio de seguridad jurídica y
crea una carga proporcionada en cabeza de
los ciudadanos para que se interesen y parti-
cipen prontamente en el control de actos que
vulneran el ordenamiento jurídico. Ha aña-
dido la Corte: ‘El derecho de acceso a la ad-
ministración de justicia sufriría grave distor-
sión en su verdadero significado si, como lo
desean los demandantes, éste pudiera conce-
birse como una posibilidad ilimitada, abier-
ta a los ciudadanos sin condicionamientos
de ninguna especie. Semejante concepción
conduciría a la parálisis absoluta del aparato
encargado de administrar justicia. Implícita-
mente supondría además la exoneración del
individuo de toda ética de compromiso con
la buena marcha de la justicia, y con su pres-
tación recta y eficaz. Y, en fin, el sacrificio de
 Sánchez Medina C. A. / Mundo Jurídico UDLA 1 (1)2016
la colectividad, al prevalecer el interés par-
ticular sobre el general. En suma, esa con-
cepción impediría su funcionamiento eficaz,
y conduciría a la imposibilidad de que el Es-
tado brindara a los ciudadanos reales posibi-
lidades de resolución de sus conflictos. Todo
lo cual sí resultaría francamente contrario a
la Carta. Corte Constitucional de Colombia.
Sentencia C-781 de 1999 (M.P. Carlos Gavi-
ria Díaz: octubre 13 de 1999).
Haciendo una interpretación exegética al artículo
164 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo, no cabe duda
que la oportunidad para presentar una demanda,
por regla general, es de “dos años contados a partir
del día siguiente al de la ocurrencia de la acción u
omisión causante del daño, o de cuando el deman-
dante tuvo o debió tener conocimiento del mismo
si fue en fecha posterior y siempre que pruebe la
imposibilidad de haberlo conocido en la fecha de
su ocurrencia”, so pena de que opere la caducidad
cuando se pretenda la reparación directa. Sin em-
bargo es posible que se presenten casos oscuros
o que generen duda respecto de la ocurrencia de
los hechos generadores del daño, eventos en los
cuales el operador judicial realiza una excepción
y el término deberá empezar a contarse desde que
se tenga claridad de las circunstancias de tiempo,
modo y lugar configurativas la situación fáctica an-
tijurídica.
Es así como la Corte Constitucional, a través de
revisión determino que:
El Tribunal Administrativo del Tolima incu-
rrió en un defecto sustantivo porque aplicó el
término de caducidad de la acción estableci-
do en el numeral 8 del artículo 136 del decre-
to 01 de 1984 [con fuerza de ley]. Por el cual
se reforma el Código Contencioso Adminis-
trativo. Enero 02 de 1984. D. O. No. 36439,
sin acudir a principios constitucionales, des-
conociendo la jurisprudencia del Consejo de
Estado sobre caducidad de responsabilidad
médico sanitaria, y sin valorar las pruebas
que obran en el expediente, que impedían de-
Aplicación del principio pro damnato frente a la caducidad del medio de control de reparación directa cuando se dan circunstancias oscuras e inciertas.
terminar una fecha exacta en la cual se pro-
dujo el daño o se conoció, además advirtió
que en esa oportunidad no podía atribuirse el
desconocimiento del daño a la negligencia a
los accionantes, sino a las particularidades de
la enfermedad, por lo cual no podía contabi-
lizarse la caducidad desde el diagnóstico de
la enfermedad. Corte Constitucional de Co-
lombia. Sentencia T-075 de 2014 (M.P. Mau-
ricio González Cuervo: febrero 07 de 2014).
Corolario de lo anterior, se tiene entonces que por
vía jurisprudencial la Corte Constitucional ha ad-
mitido algunas excepciones al termino de caduci-
dad en el medio de reparación directa, tales como:
“(i) que la caducidad de la acción puede contarse
a partir del día siguiente a que se conozca el daño.
(ii) Se manifieste el daño o, (iii) En los casos en
que el perjuicio sea irreversible y el paciente tenga
conocimiento del mismo”. (Corte Constitucional
de Colombia. Sentencia T-075 de 2014 (M.P. Mau-
ricio González Cuervo: febrero 07 de 2014)).
A modo de ilustración, en la sentencia de la Sec-
ción Tercera del Consejo de Estado, se reiteró que
pueden darse casos en virtud de los cuales resulta-
ba incierta u oscura la determinación de la situa-
ción fáctica constitutiva del hecho generador del
daño, casos en los cuales era aplicable el principio
pro damnatum, para tal efecto, pregonó:
Eventos en los cuales la manifestación o co-
nocimiento del daño no coincida con el acae-
cimiento mismo del hecho que le dio origen,
resultando –en consecuencia- ajeno a un
principio de justicia que, por esa circunstan-
cia, que no depende ciertamente del afectado
por el hecho dañoso, quien no podría obtener
la protección judicial correspondiente.
Por lo cual, en aplicación del principio pro
damnatum y teniendo en cuenta que el fun-
damento de la acción de reparación directa
es el daño, la jurisprudencia contencioso
administrativa ha aceptado que el término
de caducidad empiece a correr a partir del
momento en que se conozca o se manifieste
 Sánchez Medina C. A. / Mundo Jurídico UDLA 1 (1)2016
el daño, pues no en todos los casos, la ocu-
rrencia del hecho, la omisión u operación ad-
ministrativa coinciden con la consolidación
del daño. Consejo de Estado, Sala de lo Con-
tencioso Administrativo, Sección Tercera.
Subsección A. Proceso 20109 (C.P. Hernan
Andrade Rincón; marzo 10 de 2011).
Lo anterior, porque hay eventos en los cuales el
perjuicio, como lo sostiene la Corte, “se produce
o se manifiesta en un momento posterior o se trata
de daños permanentes, de tracto sucesivo o que se
agravan con el tiempo, surgen dificultades para su
determinación”. Corte Constitucional de Colom-
bia. Sentencia T-075 de 2014 (M.P. Mauricio Gon-
zález Cuervo: febrero 07 de 2014).
Así las cosas, estimó que el derecho a reclamar un
perjuicio sólo se manifiesta a partir del momento
en que éste surge, ya que como ha mencionado la
jurisprudencia del Consejo de Estado, es razonable
considerar que en ciertos eventos el daño se mani-
fieste tiempo después de la ocurrencia del hecho o
la omisión de la administración que causó el per-
juicio.
La caducidad “deberá contarse a partir de dicha
existencia o manifestación fáctica, pues el daño
es la primera condición para la procedencia de la
acción reparatoria” (Consejo De Estado, Sala De
Lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera,
Subsección A. Proceso 2555 (C.P. Mauricio Fajar-
do Gómez; diciembre 09 de 2013)). Por lo cual se
ha recomendado por el máximo órgano de la juris-
dicción contencioso administrativa que:
Para la solución de los casos difíciles como
los de los daños que se agravan con el tiem-
po, o de aquéllos que se producen sucesiva-
mente, o de los que son el resultado de he-
chos sucesivos, el juez debe tener la máxima
prudencia para definir el término de caduci-
dad de la acción, de tal manera que si bien
dé aplicación a la norma legal, la cual está
prevista como garantía de seguridad jurídica,
no se niegue la reparación cuando el cono-
cimiento o manifestación de tales daños no
Aplicación del principio pro damnato frente a la caducidad del medio de control de reparación directa cuando se dan circunstancias oscuras e inciertas.
concurra con su origen. (Ibídem)
Por otra parte, el Consejo de Estado al estudiar un
caso de reparación directa contra el extinto Institu-
to de Seguros Sociales (I.S.S.) por falla en el ser-
vicio médico por oblito quirúrgico, estableció que
“a la luz del numeral 8º del artículo 136 C.C.A, el
cómputo de la caducidad empieza a contar desde
el día siguiente al hecho, el suceso o el fenóme-
no que genera el daño, sin que deba confundirse
el hecho con las secuelas o los efectos de éste”.
(Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Admi-
nistrativo. Sección Tercera, Subsección C. Proceso
20836 (C.P. Hernán Andrade Rincón; septiembre
10 de 2014)).
Sin embargo, recalcó que:
Es diferente el término en el que empieza a
correr la caducidad cuando el demandante
tiene conocimiento del daño mucho tiempo
después de la ocurrencia del hecho, la ope-
ración u omisión administrativa, razón por la
cual en estos eventos “en aplicación del prin-
cipio de prevalencia del derecho sustancial
sobre el formal (artículo 228 C.P.), el conteo
debe iniciarse a partir de la fecha en que la
persona -o personas- tuvieron conocimiento
del daño; una interpretación contraria supon-
dría cercenar el mencionado derecho funda-
mental, así como el derecho de acción, y el
supuesto lógico de que lo que no se conoce
sólo existe para el sujeto cuando lo advierte
o se pone de manifiesto”.
“La jurisprudencia del Consejo de Estado
ha dicho que, cuando el hecho causante del
daño no coincida temporalmente con que el
afectado lo haya conocido, en virtud del prin-
cipio pro accione conduce al juez a computar
el plazo de caducidad a partir del momento
en el cual el demandante conoció la existen-
cia del daño por la razón de que sólo a partir
de esta fecha tiene un interés actual para acu-
dir a la jurisdicción a reclamar la reparación
del daño. Porque, cuando el daño se produce
de forma paulatina como efecto de sucesivos
 Sánchez Medina C. A. / Mundo Jurídico UDLA 1 (1)2016
hechos u omisiones, o causas dañosas diver-
sas, en cuyo caso el término para reclamar la
indemnización de perjuicios corre de manera
independiente para cada uno de los daños de-
rivados de sucesivos eventos”. Corte Cons-
titucional de Colombia. Sentencia T-075 de
2014. (M.P. Mauricio González Cuervo: fe-
brero 7 de 2014).
Por ejemplo, en la sentencia de la Sección Tercera
del Consejo de Estado del 10 de marzo de 2011,
se reiteró que pueden darse casos “en los cuales
la manifestación o conocimiento del daño no coin-
cida con el acaecimiento mismo del hecho que le
dio origen, resultando –en consecuencia- ajeno a
un principio de justicia que, por esa circunstancia,
que no depende ciertamente del afectado por el he-
cho dañoso, quien no podría obtener la protección
judicial correspondiente”. (Consejo de Estado,
Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección
Tercera. Subsección A. Proceso 20109. (C.P. Her-
nán Andrade Rincón)).
Por lo cual, en aplicación del principio pro danma-
tum y teniendo en cuenta que el fundamento de la
acción de reparación directa es el daño, la jurispru-
dencia contencioso administrativa ha aceptado que
el término de caducidad inice a correr a partir del
momento en que se conozca o se manifieste el daño,
toda vez que no en todos los casos la ocurrencia
del hecho, la omisión u operación administrativa
coinciden con la consolidación del daño, por lo que
hay eventos en los cuales el perjuicio “se produce
o se manifiesta en un momento posterior o se trata
de daños permanentes, de tracto sucesivo o que se
agravan con el tiempo, surgen dificultades para su
determinación”
Reflexiones finales
Vía jurisprudencial se ha determinado que el tér-
mino a partir del cual se debe computar el término
de caducidad del medio de control de reparación
directa, es en principio, el establecido en el literal
i) del artículo 164 del C.P.A.C.A., esto es, dos años
contados a partir del día siguiente a la ocurrencia
de la acción u omisión causante del daño. No obs-
Aplicación del principio pro damnato frente a la caducidad del medio de control de reparación directa cuando se dan circunstancias oscuras e inciertas.
tante, hay casos en los cuales el daño no ha sido
visible, razón por la cual el afectado no conoce los
efectos que acarreó la acción u omisión de las en-
tidades estatales, eventos en los que el daño podría
extenderse en el tiempo y ser perceptible solo tiem-
po después, por lo tanto, el término de caducidad
debe contabilizarse excepcionalmente, observando
las particularidades de cada caso en concreto, sin
dejar de observar los elementos propios para en-
dilgar responsabilidad patrimonial al Estado, como
lo son el daño antijurídico, la imputación y el nexo
de causalidad.
En todo caso, y bajo los lineamientos del principio
pro damnato y pro action, en el evento en que, de
acuerdo con las circunstancias particulares de cada
caso, existiera duda acerca de la fecha exacta en
que el demandante tuvo o debió tener conocimien-
to certero del daño irrogado, debe darse prevalen-
cia al derecho fundamental al Acceso a la Admi-
nistración de Justicia en armonía con los principios
precitados. Es así como el operador judicial, debe
permitir el acceso a la administración de justicia
interpretando el recurso o medio de control inter-
puesto de forma favorable a lo solicitado por las
partes para la efectividad de sus derechos.
REFERENCIAS JURISPRUDENCIA-
LES
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Admi-
nistrativo, Sección Tercera. Subsección A, 19001-
23-31-000-1998-00451-01(20109) (Consejo de
Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Sección Tercera. Subsección A 10 de marzo de
2011).
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Ad-
ministrativo. Sección Tercera, Subsección C, Exp.
20836 (Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo. Sección Tercera, Subsección C 24
de 03 de 2011).
Consejo de Estado, Seccion tercera, Subseccion
C, Radicación: 25000-23-36-000-2013-01520-01
(49962) (Consejo de Estado, Seccion tercera, Sub-
seccion C 20 de Octubre de 2014).
 Sánchez Medina C. A. / Mundo Jurídico UDLA 1 (1)2016
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Admi-
nistrativo, Expediente 13237 (Rad. 2555) (Consejo 1 Carlos Arturo Sánchez Medina
de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo Abogado Litigante, egresado de la Universidad de
16 de agosto de 2001). la Amazonia, estudiante de la Especialización en
Derecho Contencioso Administrativo de la misma
Consejo de estado Sala de lo Contencioso Admi- alma mater. Email: carlos.casm28@gmail.com
nistrativo, Sección Tercera. Subsección A. Senten-
cia del diez (10) de marzo de dos mil once (2011).
Expediente: 19001-23-31-000-1998-00451-
01(20109). Actor: Reinel Orozco. Demandado:
Instituto Nacional de Vías. M.P. Hernán Andrade
Rincón.

Enciclopedia jurídica. (2014). Obtenido de Dic-

cionario Juridico de Derecho: http://www.enciclo-
pedia-juridica.biz14.com/d/caducidad/caducidad.
htm

Ley 1437 (18 de 01 de 2011) Código de Procedi-

miento Administrativo y de lo Contencioso Admi-
nistrativo.

Sentencia C-410, Expediente D-7928 (Corte

Constitucional 26 de mayo de 2010).

Sentencia C-781 (Corte Constitucional 13 de Oc-

tubre de 1999).

Sentencia C-832 (Corte Contitucional 08 de Agos-

to de 2001).

Sentencia T-00075, T-4.062.262 (Corte Constitu-

cional 7 de febrero de 2014).

Sentencia T-1165, Expediente T-778896 (Corte

Constitucional 04 de Diciembre de 2003).

Sentencia T-516, T-2246341 (Corte Constitucio-

nal 30 de julio de 2009).

Recibido: 14 de abril de 2016

Aceptado: 30 de junio de 2016

Aplicación del principio pro damnato frente a la caducidad del medio de control de reparación directa cuando se dan circunstancias oscuras e inciertas.