Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
En esta trama los docentes serían los encargados de educar cerebros y los
psicólogos “entrenadores de conducta y emociones para lograr adaptaciones
eficaces”ii. Pero ¿se tratan de esto las intervenciones en salud mental?
Nos han hecho creer que el “Tiempo es dinero” y que cuanto más rápidos y
objetivos sean los diagnósticos, mejor para todos. Así aparecen evaluaciones que
emplean la realidad virtual para “facilitar los diagnósticos”.
Tomaremos uno como modelo de análisis para pensar los paradigmas de época.
AULA es un test de evaluación que emplea la realidad virtual para facilitar el
diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad (TDAH)
El sistema AULA analiza el comportamiento del niño o niña dentro de una clase
escolar virtual. La prueba es percibida inicialmente como un juego, en el que hay
que realizar una tarea mientras se presentan diferentes distractores típicos de un
aula escolar. El test evalúa la existencia de TDA-H focalizando en la atención
sostenida, la impulsividad, la actividad motora excesiva (Hiperactividad) y la
tendencia a la distracción. Como resultado final, el sistema otorga un informe de
evaluación que ayudará al clínico a realizar un diagnóstico más preciso y seguro.
En la publicidad de dicho test se puede leer lo siguiente: AULA constituye “una
ventaja importante, ya que aporta una serie de medidas objetivas de las funciones
ejecutivas ¿Se puede pedir más? Pues pongámonos a soñar para que la
tecnología y la investigación nos regalen esa precisión que necesitamos en la
evaluación del comportamiento”. (AULA, 2012)
Es decir, se parte de la premisa que son las conductas manifiestas y cuantificables
las que nos darán el diagnóstico de un niño, sin tomar en cuenta que las mismas
manifestaciones clínicas pueden ser producto de múltiples causas. O sea, un niño
puede estar desatento en lo escolar porque la propuesta no es interesante, porque
tiene problemas sociales con sus compañeros, porque está viviendo situaciones
de violencia y/o abusos, porque padece una depresión, un estado psicótico,
porque no oye o no ve bien, entre muchísimas razones, y que solo en el encuentro
con otro humano que tenga tiempo, disponibilidad y escucha, se posibilitará un
diagnóstico.
Cabe señalar que en este escrito no estamos poniendo en discusión la existencia
de cada vez más niños con problemas atencionales y/o hiperactividad, lo que se
cuestiona es que todos ellos puedan ser englobados en una única entidad
diagnóstica, que este sea el modo de realizar diagnósticos psicopatológicos y que
se utilice en niños que están constituyendo su subjetividad y su cerebro una
estrategia terapéutica prioritariamente medicamentosa, aunque en la mayoría de
las investigaciones se señale que esto no debería ser así.
Ahora bien, ¿al servicio de qué está esta modalidad “gatillo fácil” en relación al
diagnóstico?
En el año 2013 se lanzó al mercado de los diagnósticos el “Libro Blanco sobre el
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): propuestas políticas
para abordar el impacto social, el coste y los resultados a largo plazo en apoyo a
los afectados”. Los autores son S. Young, M. Fitzgerald, M.J. Postma, sin embargo
no hay que dejar de mencionar que en la misma portada pero en letra
notoriamente más pequeña, se lee que este proyecto ha sido iniciado, impulsado y
financiado por la compañía biofarmacéutica Shire AG. Este libro se presenta como
el “manual de las buenas prácticas en relación al TDA-H y la medicina basada en
la evidencia”. Curiosamente, al mismo tiempo que se publicaba este libro en
España, Shire lanzaba al mercado español Equasym (metilfenidato en cápsulas
duras de liberación modificada), para el tratamiento del TDAH, diseñado para
proporcionar niveles plasmáticos terapéuticos durante un periodo de
aproximadamente 8 horas, lo que coincide con la jornada escolar. (Redacción
Madrid, 2013)
El problema que se plantea cuando la salud y los diagnósticos son una mercancía
regulada por el mercado, es que muchas veces se terminan creando en los
departamentos de marketing de los laboratorios, enfermedades para los cuales
ciertos medicamentos parecerían útiles. Con respecto al TDA-H aparece una
situación curiosa, como no existe ninguna prueba de laboratorio que lo determine,
se utiliza la supuesta respuesta positiva al fármaco para diagnosticar “la
enfermedad”. Es importante aclarar que en relación a ninguna otra “enfermedad”,
el diagnóstico se realiza por la respuesta al medicamento, ya que eso desconoce,
entre otras cosas, el factor de respuesta positiva al placebo. Esto nos plantea un
problema ético insoslayable que los profesionales de la salud no podemos
desconocer.
A diferencia de la época cuando I. Illich (1975) y M. Foucault (1990) construyeron
el concepto de Medicalización, en el cual el Estado tenía un fuerte protagonismo
en cuanto a las decisiones ligadas a la Salud Pública, en la actualidad nos
encontramos con que la expansión de las áreas de incumbencia de la medicina se
encuentra fomentada por una industria creciente y poderosa, que está en manos
de unos pocos privados, que ha dado lugar al proceso de medicamentalización de
la vida. (Iriart, C., 2013)
Aquí se combinan distintos factores, por una parte el corrimiento del Estado en
cuanto a garantizar Educación y Salud para todos, con un auge de las políticas
neoliberales, un negocio multimillonario en manos de los laboratorios y por el otro
una sociedad que busca la adaptación de los sujetos a las condiciones de
exigencia actuales, sin medir costos, lo cual lleva con frecuencia a los adultos a
introducir y naturalizar el aumento exponencial de consumo de psicofármacos en
la infancia buscando la adaptación del niño a los requerimientos que le impone la
época, sin medir las consecuencias a largo plazo de dichas intrusiones.
Les presentaré una viñeta para que podamos pensar cómo estas cuestiones
atraviesan la clínica actual y tienen consecuencias subjetivas indefectiblemente.
Conocí a José cuando tenía 6 años. Ya había pasado por 3 mudanzas
internacionales (de México a Buenos Aires y viceversa 2 veces), 4 cambios de
colegio, 1 diagnóstico psiquiátrico (Trastorno por déficit de atención con
Hiperactividad, TDA-H), 1 medicación psicofarmacológica (Metilfenidato, Ritalina el
nombre comercial).
La contestación de José podría parecer una respuesta loca, desatada, como él,
sin embargo me parecía que esa frase encerraba mucho más de lo que el propio
niño sabía que sabía.
Cito a los padres y les planteo mi extrañeza ante la actitud de José y hago
referencia a esta frase enigmática del niño, la madre empalidece y rompe en llanto
y expresa que es imposible que José sepa algo de esto ya que ella nunca lo había
hablado con nadie. Relata que cuando ella estaba embarazada, su padre (el
abuelo del niño) muere en un “accidente” poco claro. Su padre era fumigador de
campos, trabajaba con su avioneta y era muy experto, y cuando ella cursaba su
quinto mes de embarazo le avisan que había muerto inexplicablemente porque su
avioneta se desmoronó sin tener ningún desperfecto técnico, ni obstáculo natural
que justifique el accidente. No hablaba a menudo con él, pero luego de su muerte,
por distintas conversaciones con amigos del padre, se dio cuenta que estaba muy
deprimido. Decide no indagar más para no hacerle daño a su bebé, con su
tristeza. Sin embargo, no puede dejar de sentirse culpable por no haber registrado
el sufrimiento de su padre. Resuelven llamar al hijo con el mismo nombre del
abuelo fallecido. Es significativo que su marido, se enterara en esa entrevista que
su mujer sospechaba que su padre se había suicidado. Siempre se sorprendían
por el parecido entre su hijo y el abuelo.
Lo mortífero en el cuerpo
Freud nos plantea en “Más allá del principio del placer” (1920) que el niño, a partir
de la repetición, intenta dominar lo displacentero, sin embargo cuando la
experiencia displacentera no puede ser ligada a otras representaciones esto
puede ocasionar un desborde pulsional.
Para que el niño pequeño pueda metabolizar esas cantidades de excitación que
irrumpen de modo insoportable, es necesaria la presencia de un Otro que opere
como intérprete, que oferte significantes para que lo displacentero pueda ser
enlazado. Empero cuando el Otro falla en sus posibilidades de sostén, el pequeño
queda desamparado ante esa irrupción masiva de un displacer que no puede
terminar de evacuar y de un sinsentido que no le permite anudar lo corporal a lo
simbólico, dejando el cuerpo desamarrado, loco. Es aquí cuando se presentan los
desbordes. Niños desbordados, padres excedidos, que no pueden acotar, dejando
a los pequeños sin contención, en estado de desamparo, en un “más allá del
principio del placer”. (Untoiglich, G., 2011)
Siempre es necesario indagar a qué está atento un niño que no está atento a lo
escolar, ya que partimos de la premisa que no existen niños desatentos en lo
absoluto, sino niños que no pueden seguir el ritmo académico porque su atención
está focalizada en aspectos más relevantes de su vida o de su historia, como
puede ser la violencia doméstica, aspectos no develados de la historia del niño o
de las figuras de sostén, abusos intrafamiliares, problemáticas sociales,
económicas, etc.
José corría sin parar y la respuesta de “la ciencia oficial” era acallarlo con
psicofármacos, sin embargo la subjetividad de José se rebelaba ante este intento
de encorsetamiento químico, hasta que pudo ser alojado y enlazado con su
historia, hasta que la tristeza materna pudo ser nombrada y albergada, hasta que
el padre pudo mirar a este niño desde su propio sufrimiento y armar un borde para
este pequeño desbordado.
El psicoanálisis nos permite tomar esos hilos sueltos y retejer la trama que
sostenga al niño y sus padres en entramados singulares que posibiliten nuevos
enlaces.
Bibliografía
Bergès, J. (2004). Acaso los niños hiperkinéticos tienen algo que ver con la
psicomotricidad?. Citado 9 de Julio, 2004, disponible en www.freud-
lacan.com/articles/article.php?id_article=00023
Freud, S. (1920) Más allá del principio de placer. Psicología de las masas y
análisis del yo y otras obras. Volumen 18 (1920-22). Amorrortu editores
Revista ACLPP (2012) AULA Test que pretende evaluar los procesos atencionales
y ayudar en el diagnóstico del TDAh. Revista ACLPP, Nº 26. Recuperado de
file:///C:/Users/Gisela/Downloads/Dialnet-Aula-3871089.pdf Accesible el 15 de
agosto de 2016
Riviere, P.(S/F) citado en Héroes colectivos Recuperado en
http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-301221-2016-06-08.html
Accesible el 14 de agosto de 2016
Young, Fitzgerald, Postma (2013) TDAH: hacer visible lo invisible. Libro Blanco
sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): propuestas
políticas para abordar el impacto social, el coste y los resultados a largo plazo en
apoyo a los afectados. Recuperado de http://feaadah.org/medimg83 Accesible el
15 de agosto de 2016
i
giselauntoiglich@gmail.com Dra. en Psicología, UBA
Codirectora del Programa de Actualización: “Problemáticas Clínicas Actuales en la Infancia" Posgrado UBA.
Profesora invitada por diferentes universidades extranjeras.
Miembro fundador del Forum Infancias.
Supervisora de los equipos de concurrentes y residentes de psicopedagogía del Hospital de Niños R. Gutierrez,
del Hospital Durand y del C.E.S.A.C. N° 15 de la Ciudad de Buenos Aires. Supervisora del Equipo
Interdisciplinario del Centro de Desarrollo Infantil y de Estimulación Temprana "El Nido" de San Isidro. CENTES
N° 3
Autora y coautora de numerosos textos, entre ellos: Autismos y otras patologías graves en la infancia (Noveduc,
2015); En la infancia los diagnósticos se escriben con lápiz (Noveduc, 2013); Versiones actuales del sufrimiento
infantil (Noveduc, 2011); Patologías actuales en la infancia (Noveduc, 2009)
ii
Así lo expresa el documento del proyecto de reconversión del Hospital de emergencias psiquiátricas Torcuato
de Alvear en Hospital de Neurociencias Aplicadas "Torcuato de Alvear"