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Chracas la propiedad de la tierras haciendas comunidades de orige en

tierras bajas y el ayllu

Con la conquista española, las tierras americanas pasaron a ser consideradas propiedad real. Esto implicaba
que solo a través de una gracia y mercedes solo las podía dar el Rey, pero este autorizo a algunos
conquistadores, a virreyes, e incluso a los cabildos, a otorgar tierras a españoles si estos deseaban fundar
poblaciones, siempre yu cuando el hecho no perjudicara a los indígenas. (Burga 1976:89,90,91).Hacia 1550,
las tierras que se encontraban próximas a las ciudades empezaron a ser valorizadas (Keith 1976:54).

Los españoles migrantes que llegaron a Charcas en una segunda y hasta tercer5a ola, se encontraron con
que ya estaba repartida en encomiendas; fue necesario entonces que la mayoría de españoles no
privilegiados con encomiendas, encontraran otra forma de ganarse la vida. Al principio esto significo
inversiones en rebaños de ganado ovino, porcino, vacuno, y caprino, y poco a poco, la inversión se hizo
mayor en pequeñas empresas agrícolas.

Entre 1550-1560, la habilidad de algunos de los gobernadores para asignar concesiones de tierras agrícolas,
hizo posible el brote de un reducido sector de la económica independiente dedicada a la agricultura y a la
crianza del ganado, sector que con los años se hizo cada vez más independiente (Keith 1976:4).

En la Colonia, la tierra no valía casi nada como tal, su valor estaba en la posibilidad de contar con mano de
obra estable que trabajara los cultivos. (Crespo etal. 1984:25). Más adelante se valorizaría más si contaba con
construcciones, canales de riego e instrumentos de trabajo. (Burga 1976:109).

Esta mano de obra estable la tuvieron los encomenderos, por eso no es de extrañarse que algunos de los
primeros hacendados hubiesen sido también encomenderos. Lo cual no significa que todos los encomenderos
hubiesen pasado a ser hacendados. Tenemos así dos grupos de hacendados: los que no contaban con
ningún reparto de manos de obra y, los que teniendo la mano de obra de sus encomiendas, la usaban para
roturar las tierras de su hacienda. En ese periodo temprano, las haciendas nacen alrededor de las ciudades
fundadas, los pueblos y los campamentos mineros.

En Charcas, hubo una creciente cantidad de europeos que ya tenían ranchos y pequeñas granjas, hacia 1560.
Eran alrededor de mil los españoles, que según los cálculos, estaban asentados en Chuquisaca , Tarija,
Mizque, Cochabamba, Tomina, Paspaya, Pilaya, Cliza, Sacaba, etc…y que se ganaban la vida mediante la
agricultura.

Cuando el Virrey Toledo llego a Charcas en 1570, encontró que los colonizadores españoles habían
negociado, arrendado, comprando, cohesionando o simplemente ocupado las tierras de muchos ayllus
andinos. (Larson 1992: 101-103).

Los indios solían arrendar o vender pequeñas parcela a los españoles, que poco a poco acabaron enajenando
las tierras comunales. (Keith 1976:23). El Ayllu no pudo detener esta apropiación de sus tierras de comunidad
ya que la presión fiscal era tal, que solo les quedaba el arriendo o venta de su patrimonio para cumplir con los
tributos. Una de las transacciones registradas, nos habla del pago de 560 pesos a los indígenas de Cliza, por
una cantidad de parcelas de tierra no especificada, alegando que los indígenas necesitaban dinero constante
para comprar vacas, ovejas e incluso llamas.

Vemos entonces que las primeras haciendas nacen de operaciones tanto de carácter oneroso como
coercitivo.

Para la Corona, sin embargo, las haciendas eran un problema, ya que los indios de las haciendas no pagaban
el tributo. Recordemos que el tributo lo pagaban los originarios. Un indio que había buscado refugio,
trabajando en una hacienda, no era ya un originario, y así grandes masas de tributarios, dejaron de serlo.
Con las reformas toledanas, el panorama de la propiedad cambio totalmente. Toledo, como parte de un
proyecto global, busco acabar con el dominio de los encomenderos y para esto regulo la disolución de las
encomiendas. Paulatinamente, desapareció la propiedad vinculada al encomendero y se consolido la
propiedad de contornos mas definidos. (Burga 197:97).

Esto ocasiono que algunas veces los ex encomenderos se apropiaran de la tierra y retuvieran la mano de obra
indígena que antes les correspondía por la encomienda.

La mayoría de las reformas de Toledo, queriéndolo o no, acabaron legitimando los despojos de tierras
indígenas. Por ejemplo, las concesiones de tierras dadas a los fundadores de la ciudad de Cochabamba en
1574, Toledo regulo que todos los que fundaran la ciudad serian vecinos y, al ser vecino se tenía derecho a
una parcela de tierra. (Larson 1992:105,106). Tras esto, la Corona otorgo títulos de propiedad par legitimar la
apropiación individual de la tierra por los europeos. Por estos títulos. La Corona obtuvo grandes ganancias ya
que para que la tierra fuese considerada como propiedad individual, la persona debía pagar ciertos derechos
a la Corona.

Reconociendo la necesidad de mano de obra de estas haciendas, Toledo institucionalizo las relaciones
laborales serviles en las haciendas cerealeras de los valle del Alto Perú esta mano de obra permanente la
formaban los yanaconas. Los yanaconas eran trabajadores agrícolas que dependían del señor para su
subsistencia (Larson 1992:109-116).

También existía una fuerza de trabajo temporal. Esta la formaban indios de ayllus que pasaban un tiempo en
las haciendas, sobre todo en el periodo de cosecha en julio y agosto, y que después volvían a sus ayllus.
Estos indios eran pagados, tanto con productos de la hacienda, como en dinero. Sebill 1989:95; Larson 1992:
109). Pero la mayoría de los hacendado dependían de un grupo nuclear de trabajadores permanentes, o sea
de su yanaconas.

Otra de las reformas de Toledo que acabo favoreciendo la expropiación de tierras comunales, fue la reducción
de indios en Pueblos de Indios. Esto significo romper con los cánones andinos de ocupación del espacio y
empezar a vivir en pueblos como lo hacían los españoles.

Debemos añadir a esto, el gran descenso demográfico que hubo en el siglo XVI, por las guerras civiles y las
epidemias. Ambos factores dejaron grandes territorios abiertos a la colonización española y las haciendas se
extendieron yací los territorios mas fértiles (Larson 1992:109)

A la vista de los españoles, estos territorios eran “terrenos baldíos”; es con esta mentalidad que para 1593 se
realiza la primera “composición de tierras baldías o realengas”. Esta composición de tierras es el segundo
mecanismo, después de las gracias o mercedes, que la Corona utiliza para llenar sus arcas (Burga 1976:99)

Para las comunidades este es un nuevo mecanismo de usurpación de sus tierras, ya que esos territorios no
eran baldíos sino de propiedad de la comunidad. Esta composición consiste en subastar de forma pública
esas tierras vacas o baldías. (Crespo et. Alt. 1984:20). Por lo tanto, la subasta es otra forma de usurpación de
tierras.
EL AYLLU EN LA COLONIA (1535 a 1824)
Hacia 1535 penetró procedente del Perú, más al sur del lago Titicaca, el dominico fray Tomás de San Martín
y, más tarde, los hermanos Gonzalo y Hernando Pizarro, que terminaron la conquista de Alto Perú hacia 1538,
después de vencer una tenaz resistencia de los indígenas. La mayor proximidad al Perú hizo que Bolivia se
inclinase decididamente hacia aquella región. Cuando en 1544 se descubrieron las ricas minas de plata de
Potosí, la colonización se inclinó hacia la explotación minera, y cuando Irala llegó en 1547 procedente
del Paraguay, la vocación de Bolivia ya estaba decidida. La colonización se afirma con la fundación de una
serie de ciudades: Chuquisaca (Sucre), La Paz, Villa de Oropesa (Cochabamba), Santa Cruz, Oruro y otras.
En el mes de octubre de 1548 Mendoza salió con un grupo de españoles a dar cumplimiento a las órdenes de
la Gasca y fundar la ciudad, fue a recorrer no un camino desconocido sino intensamente transitado por él en
el pasado, en una y otra dirección. Al salir del Cuzco era la Calzada ancha y muy fuerte de cantería y
siguiendo siempre hacia el sur atravesaba sucesivamente el señorío de los indios Cavinas, Canes y Canches,
hasta llegar al Lago Titicaca. Sobre el rio Desaguadero hacia un puente desde los tiempos de los incas.
Pasando Tiwanacu, ya en plena tierra de collas, los españoles llegaron a Laja, que era el lugar elegido (Cieza
de León, 1553).El día sábado 20 de octubre de 1548, un año después de la batalla de Guarina, el grupo entro
a la pequeña Iglesia del pueblo de Laja, y allí Mendoza enseño a Francisco Barrionuevo, Alonzo de Zayas,
Francisco de Herrera Girón, Martin de Olmos y Francisco de Cámara, la provisión de nombraba Justicia Mayor
de la ciudad Nuestra Señora de La Paz

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