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Aspecto económico

El gobierno de Prado sufrió las consecuencias de la segunda guerra mundial, la


cual repercutió fuertemente en el comercio. Las importaciones bajaron
notablemente pero los productos de exportación,
como azúcar, algodón, metales y caucho aumentaron. La escasez de productos
de importación para el consumo nacional hizo surgir nuevas industrias que
reemplazaron a los productos extranjeros con buen éxito. En ese sentido se dieron
avances importantes en el proceso de industrialización del país, entre 1942 y
1947, la producción industrial pasó a representar 11.8 % de la renta nacional a
19 % aproximadamente. Apareció la industria metalmecánica y se expandió la
química, la textil, la maderera, la constructora y la pesquera.

El encarecimiento del costo de vida motivó el aumento de sueldos y salarios. Para


hacer frente a la situación de emergencia, el gobierno se vio obligado a subir el
monto de algunos impuestos, sobre todo en lo referente a los timbres, tabaco, sal,
fósforos e ingresos aduaneros.

Entre las diversas medidas que tomó el gobierno para promover el desarrollo
económico, mencionamos algunas de las más importantes:

 Se fundó la Corporación Peruana del Amazonas para impulsar el desarrollo


económico de la Amazonía, particularmente en lo referente a la extracción
del caucho, producto entonces de gran demanda por el contexto mundial.
 Por ley de 25 de junio de 1943 se creó la Corporación Peruana de Aviación
Comercial (CORPAC), destinada a incrementar el tráfico aéreo comercial
en el país y a mantener el buen funcionamiento de los aeropuertos.
 Se inició de la construcción de la Central Hidroeléctrica del Santa, en
la provincia de Huaylas del departamento de Áncash, aprovechando las
aguas del río Santa, para dotar al país de una “fuente de energía de
proporciones”, que a la vez impulsaría el desarrollo de diversas industrias,
como el de la fabricación de acero.
 Sentó las bases para la fabricación de la harina y el aceite de pescado,
para lo cual aportó con un capital de 650,000 soles, encargando su
administración a la Compañía Administradora del Guano.
 La actividad minera recibió gran impulso al reconocerse oficialmente la
Sociedad Nacional de Minería.
 La industria fabril inició un vasto plan de desarrollo al establecerse fábricas
de loza, productos lácteos, vidrio, envases, papel y cartón.

Consecuencia de la Segunda Guerra Mundial

La crisis de 1930, no afectó a Perú del mismo modo que al resto de Latinoamérica,
ya que se mantuvo en una situación económicamente favorable, merced a las
exportaciones de algodón, plomo y zinc, entre otros productos.
En el período anterior al estallido de la Segunda Guerra
Mundial, las economías de América Latina, habían
intensificado la exportación de sus materias primas y
habían asistido a la formación de una incipiente
industria local.

Perú vio afectado su mercado exportador con el


estallido de la guerra, así como también la compra de
productos al exterior. Los créditos a los acreedores
externos se vieron obstaculizados al igual que las vías
de comunicación por mar.

Alemania sufría el bloqueo comercial por parte de Gran


Bretaña, y esto afectaba indirectamente a los
peruanos, cuyas maquinarias de origen alemán
necesitaban de repuestos que debían adquirirse en ese
país. Esto perjudicaba enormemente a la industria nacional, que sin embargo
había comenzado a cobrar suma importancia, ya que al no poderse recurrir a las
importaciones, era necesario autoabastecerse.

Pero no todo era negativo. El cobre extraído del Perú fue muy útil como material
bélico para las Naciones Unidas. El petróleo peruano, impidió que las
consecuencias de la guerra fueran más ostensibles.

Los automóviles siguieron circulando y los negocios vendían productos,


provenientes, sobre todo de la industria local.
Estados Unidos se mostró muy solidaria con latinoamericana a través del
otorgamiento de créditos, ya que le eran de vital importancia las materias primas
que de este sector de América provenían.

Estados Unidos, mostró gran preocupación por acrecentar los vínculos


comerciales de ayuda mutua en América, proponiendo la creación del Cartel
Económico Interamericano.

LA POSICIÓN PERUANA ANTE LA CONTIENDA MUNDIAL

En el año 1938, se realizó la VIII Conferencia Interamericana, en Lima (Perú)


donde los países participantes firmaron la “Declaración de Lima” donde
comprometieron su ayuda mutua en caso de que cualquier país americano se
viera amenazado.

Si bien Perú siguió compartiendo los ideales que conformaron la Liga de las
Naciones, cuando Italia invadió Etiopía, se retiró de ese organismo, en 1939, al
considerar que no se habían cumplido los fines de su creación.

El segundo conflicto bélico mundial involucró relativamente a Perú, por la política


de acercamiento a Estados Unidos del presidente Manuel Prado Ugarteche, quien
gobernó desde 1939 hasta 1945. Decimos relativamente porque el accionar de la
Marina de Guerra peruana se limitó a la protección de la zona del litoral, rica en
recursos energéticos.
Luego del ataque a Pearl Hervor, por parte de Japón, Perú tomo una posición en
la contienda, repudiando el suceso, y en la Tercera Reunión de Consulta de
Cancilleres de las Repúblicas Americanas celebradas en Río de Janeiro, en enero
de 1942, se contó con una delegación peruana. Ese mismo año, el presidente
peruano, Manuel Prado Ugarteche, visitó Estados Unidos oficialmente, invitado por
el presidente Franklin Roosvelt.

El 19 de agosto de 1942, Brasil sufrió un ataque alemán sobre su barcaza “Jacira”


luego de una serie de atentados donde otras de sus embarcaciones fueron
elegidas como blanco enemigo. Esto motivó la entrada de Brasil en la guerra, y la
declaración solidaria de Perú hacia ese pueblo americano, considerando el hecho
como una agresión a todo el territorio americano.

Si bien las relaciones entre Perú y el Eje, estaban rotas desde 1942, la posición
antisemita se había hecho presente, incluso en la Cámara de Diputados, donde se
había propuesto una ley para realizar un censo de los judíos residentes en el país,
para controlar su actividad comercial y por otra ley se establecía mayores
recaudos al ingreso de extranjeros, previendo una inmigración masiva, como
consecuencia de la guerra.

Como ya se señaló, la guerra fue declarada por Perú a los nazis, luego de la
entrada al conflicto por parte de Estados Unidos, como consecuencia del ataque
de Pearl Harvor, recién a la finalización del conflicto, en febrero de 1945, pues
deseaba intervenir en la organización de las Naciones Unidas como miembro
fundador.

Se deportaron a Estados Unidos muchos ciudadanos peruanos, de origen japonés


y sus propiedades fueron confiscadas. Luego de la guerra esas personas fueron
enviadas a Japón.

COROLARIO

Luego de la guerra, el Perú salió fortalecido en sus ideas democráticas, y en 1945,


fue elegido presidente el liberal Luis Bustamante y Rivero, quien se acercó al
APRA, partido de izquierda que había nacido anti Estados Unidos, y que había
atenuado su posición, para poder actuar en la legalidad. El plan económico
fracasó y la inflación se disparó a límites insospechados. Estos hechos sumados
al asesinato del director del diario La Prensa, por militantes apristas, condujo a un
golpe militar.

Las Exportaciones

1. El Perú fue uno de los primeros países americanos en situarse al lado de las
democracias occidentales (Gobierno de Prado 1939-1945).Nuestras
importaciones bajaron marcadamente.
2. La exportación de algodón, caña de azúcar y minerales experimentaron un
considerable aumento. Aumenta notablemente la exportación de caucho.
Surgen en el país industrias cuyos productos reemplazan a los extranjeros.
3. Regresar
4. Concentración de la Colonia Alemana en un teatro limeño. Otros.- El intento
de pasar de contrabando en la valija diplomática un aparato receptor-emisor
de radio para la embajada alemana en el Perú. Julio 1941, la embajada en
Perú comunicó a Berlín que el gobierno peruano no quería dejar entrar en el
Perú, sin abrirla, una maleta del equipaje diplomático que excedía del peso.
Ese objeto consistía en un aparato de radio. >>>
5. Antes y durante la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en los Estados
Unidos, uno de los temas explotados en la campaña contra los japoneses del
Perú fue la supuesta intención de éstos de utilizar la idea de un origen común
de japoneses indígenas peruanos con fines políticos. Como una de sus
consecuencias, ocurrió la deportación de alrededor de 1800 japoneses y
peruanos de ese origen hacia los campos de concentración en los Estados
Unidos.
6. 1) Hacer un cuadro indicando las exportaciones agrícolas y minerales del
Perú en la década del 40, siglo pasado.2) Se adjuntan dos videos, contestar:
a) Medidas económicas del gobierno. b) Datos estadísticos de censos en la
época.

La Creación de la corporación Peruana del Santa

Hasta mediados del siglo pasado las palabras regionalización y


descentralización no figuraban en el lenguaje de los peruanos, menos en el de los
chimbotanos. El sistema centralista de aquel entonces había machacado en
nuestras mentes la idea de que la ejecución de toda obra de desarrollo tenía que
aprobarse y dirigirse desde Lima. Ello sin importar, por supuesto, en qué lugar del
Perú esté localizada.

La creación de la Corporación Peruana del Santa, el 6 de junio de 1943, hizo que


esta concepción, arrastrada desde el comienzo de la república, experimente en la
práctica un giro de 180 grados. Desde el punto de vista de nuestra anacrónica
burocracia, la Corporación Peruana del Santa fue la primera experiencia de
gobierno regional descentralizado en todo el país..

En virtud de ello y sin contar con los millonarios recursos del actual canon minero,
la corporación llevó a cabo una gestión pionera y sin precedentes que
lamentablemente nos ha sido emulada, al menos hasta el momento. Las obras
que hizo forman parte no solo de la historia sino también del actual desarrollo de
Chimbote. Ahí están para demostrarlo la Central Hidroeléctrica del Cañón del
Pato, SIDERPERU, el Terminal Marítimo, el vivero forestal; los hoteles de turistas
de Chimbote, Huarmey y Monterrey, los barrios fiscales, etc.

Aspecto Social e Internacionales

Las migraciones hacia las capitales dieron lugar a la aparición de los primeros
asentamientos humanos en la periferia urbana, hoy convertidos en pujantes
distritos productivos gracias a la libertad de comercio, asociación y progreso
generado desde la promulgación de la Constitución 1993. Pero en sus inicios el
freno productivo del país ocasionado por la falta de inversión mantuvo a miles en
extrema pobreza por varios años. Los migrantes y sus descendientes se
convertirían en la población mayoritaria de las ciudades, lo que llevaría a cambios
significativos en la cultura, aspecto urbano y convivencia social.
Entre 1940 y 1972 la población urbana del Perú pasaría de ser poco más del 35%
a ser el 60% de la población. Para producir se necesitan materiales y suministros
que son más económicos si la fábrica está cerca de los puertos. Es por ese motivo
que el crecimiento demográfico se concentraría en la costa, más aún si para
comunicarse con la sierra se necesitaban miles de millones de dólares en
carreteras para vencer la Cordillera de los Andes. La naturaleza destruía las
carreteras nuevas lo cual haría inestable el suministro para fábricas que decidieran
instalarse en la sierra o la selva cuando no existían carreteras suficientes y la
recaudación estatal de impuestos que permitiera su mantenimiento. Esto impedía
la colonización de la sierra y selva por parte de peruanos productivos que
incrementaran el PBI y se generara más empleo y se evite la migración. Por este
motivo la sierra y la selva del Perú tienen menor grado de desarrollo. Fueron
causas de selección natural y el enfrentamiento social ideológico con la inversión
privada, alentado por Fidel Castro desde el extranjero. No fue un retraso
productivo por alguna decisión mezquina de los grupos de poder sino geográfico.
El crecimiento urbano de Lima (que pasó de 1 a 3 millones de habitantes
entre 1950 y 1970) hizo patente que el Perú no producía la renta suficiente para
atender a la población con necesidades básicas.

Esto hacía evidente que debía multiplicarse la inversión en nuevas fábricas y


campos productivos agrarios, con las tierras que aún faltaban conquistar, y no
simplemente apropiarse de las empresas que ya existían, lo cual no aumentaría la
renta del país y se mantendrían las demandas sociales sin solucionar.

Los ingresos principales siempre han sido las exportaciones mineras,


agroindustriales (azúcar y algodón) y pesqueras, pero la limitada inversión desde
1960 se debió al ingreso de la ideología de enfrentamiento con el capital de
inversión promovida por Fidel Castro.

Esta escasez de inversión acumuló un déficit en la creación de nuevos puestos de


trabajo. El proceso de industrialización fue limitado por falta de capital nacional y
extranjero, que no deseaban arriesgarse en tiempos de enfrentamiento social
contra la inversión privada, estando abierta la posibilidad de perder la inversión a
manos de una estatización si triunfaba alguna revolución promovida por Fidel
Castro. No se fomentó el crecimiento de la productividad y prosiguió la expansión
urbana con las migraciones iniciadas desde 1950.

Fue la construcción de la infraestructura y la mejora de los servicios del Estado


desde que ingresó Odría (1948)hasta inicios de los años 60 lo que incrementó la
migración al percibir las mejoras en las ciudades...pero sin aumentar la producción
resultó que las necesidades de agua, electricidad, desagüe y demás servicios
cargó las cuentas del Estado. El aumento de sueldos de los funcionarios públicos
y privados por causa del gasto del estado permitió la consolidación de una
pequeña clase media que nunca se masificó debido al freno productivo debido a la
inestabilidad política, que se deterioró desde que salió Podría hasta 1968.
En Lima sobre todo se vivió un proceso de modernización urbana y de las
condiciones de vida de la población, pero fue desbordada por la migración.

El desarrollo siempre es lento pero seguro mientras exista planificación nacional.


Lamentablemente las distintas opciones políticas, desde el comunismo hasta el
aprismo, sin planteamientos estratégicos sustentados no presentaron un objetivo
de desarrollo a la vista y generó la inestabilidad que explotó en 1968, que en parte
se solucionó con el golpe de Estado de Velasco.

Este golpe de estado no generó mayor productividad ni promovió la inversión en


libertad, sino que inauguró un Estado macro cefálico controlista que redujo la
productividad reduciendo la recaudación tributaria. Esta ineficiencia generó recelo
en el inversionista y pronosticando un deterioro económico por varios años, con lo
cual se redujo aún más la inversión. Con menor recaudación y mayores gastos
sociales la inflación reduciría la capacidad adquisitiva con lo cual se inició el ciclo
de fuga de capitales para proteger el trabajo de años anteriores (de 1968 a 1970 el
Perú creció con la inercia de las ganancias de las empresas privadas
nacionalizadas, y luego se creció un poco más debido a los créditos fáciles dados
por los petrodólares de 1973). En ese tiempo exportábamos petróleo gracias a la
inversión privada y producción de la IPC. Este ciclo de bonanza fue decayendo
cada año hasta caer en el déficit y alentar a los promotores del terrorismo.

La Constitución 1979 agravó la situación al sacramentar la existencia de las


empresas públicas, ordenado por Francisco Morales Bermúdez, el APRA y la
Izquierda radical, debido a que todos ellos recibían prebendas del Estado y se
adecuaba a sus ideologías intervencionistas. Esto produjo el recelo de la inversión
y el estancamiento de la producción porque no se tenía confianza en la reducción
de la inflación.

La inversión es mayor mientras la inflación sea menor, y desde 1980 la inflación


no bajaba de 50% anual. Al mantener el gasto excesivo de las empresas públicas
la inflación tenía posibilidades de seguir subiendo y reducir la capacidad
adquisitiva de la población, reducir las ventas y quebrar nuevos emprendimientos
empresariales. Como esto frenaba la creación de empleo las condiciones de vida
empeoraron alimentando las protestas sociales.

Guerra contra el Ecuador

La guerra peruano-ecuatoriana, conocida también como Guerra del 41, fue uno
de los tres conflictos armados que ocurrieron entre los países americanos de
Perú y Ecuador. Comenzó el 5 de julio de 1941 y como consecuencia de ello el 29
de enero de 1942 se firma el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de
Janeiro de 1942.

Las fuerzas armadas peruanas ocuparon militarmente las siguientes provincias


(cantones) ecuatorianas:

• Costa: El Oro y Puerto Bolívar ejerciendo el Perú un bloqueo marítimo sobre la


ciudad de Guayaquil el principal puerto comercial y base naval del Ecuador.
• Sierra: Una parte menor de la Provincia de Loja y Zamora Chinchipe.

En la selva, las fuerzas armadas del Perú reivindicaron para el


Perú: Sucumbíos, Napo y Pastaza en las partes que corresponden a la antigua
Gobernación de Quijos que, según la Real Cédula del 15 de julio de 1802, pasó al
Virreinato del Perú y que Ecuador ocupó aprovechando que el Perú enfrentaba a
Chile en la guerra de 1879.
Las fuerzas armadas peruanas gobernaron y restauraron el orden en las zonas de
ocupación ecuatorianas mencionadas además de restablecer las actividades
comerciales y de telecomunicaciones.

Para Ecuador el Perú invadió su territorio; sin embargo Perú ha rechazado esta
afirmación, manifestando que la entrada de sus tropas en territorio ecuatoriano no
fue una invasión, sino una acción de represalia reconocida en el derecho
internacional, ya que esta tuvo como objetivo obligar a Ecuador manu militari a
respetar los derechos del Perú sobre las provincias de Tumbes, Jaén y Maynas,
los cuales jurídicamente están respaldados por la Real Cédula del 15 de julio de
1802, e luti possidetisiure de 1810 y el principio de la libre determinación de los
pueblos (en el caso de la provincia de Jaén de Bracamoros que, por medio de este
derecho, desde su independencia decidió ser parte del Perú) y que Ecuador se
negaba a reconocer.

Antecedentes inmediatos
Durante los gobiernos del presidente peruano Augusto B. Leguía, el Perú definió
los límites con casi todos sus países limítrofes: el Tratado Polo-Bustamante (con
Bolivia) y el Tratado Velarde-Río Branco (con Brasil) en 1909; el Tratado Salomón-
Lozano (con Colombia) en 1922; y el Tratado de Lima (con Chile) en 1929.

Quedaba pendiente el arreglo limítrofe con Ecuador, país con el que, desde fines
del siglo XIX, se habían visto frustradas diversas tentativas de solución ante la
intransigencia ecuatoriana en reclamar para sí territorios peruanos. Pese a que en
un principio el Ecuador aceptó someter el litigio al arbitraje del Rey de España, en
1910 se rebeló contra el laudo que este monarca estaba a punto de dar, porque
aparentemente iría contra sus intereses, ocasionando una grave tensión con el
Perú que casi provoca un conflicto armado. Gracias a la mediación de la
Argentina, Brasil y Estados Unidos, se evitó la guerra, pero el rey español se
inhibió de pronunciar su sentencia, fracasando así la fórmula del arbitraje. En los
años siguientes, el asunto permaneció estancado, debido a las diferencias
insalvables entre ambas partes: el Perú insistía en el arbitraje internacional,
mientras que Ecuador quería las negociaciones directas.

Por fin, en 1924, el Perú y Ecuador, mediante el Protocolo Castro Aranguren-


Ponce, acordaron una fórmula mixta para negociar la solución del problema de
límites, que consistía en combinar el arbitraje internacional con la negociación
directa paralela. Recién en 1936, ambas partes se reunieron en Washington para
negociar de acuerdo a dicha fórmula, fijando con prioridad una línea de statu
quo en calidad de frontera provisional, tomando como base los territorios que de
facto poseía cada país. Pero una vez más las conversaciones fracasaron debido a
las aspiraciones ecuatorianas de llegar al Marañón y el Amazonas, lo que
implicaba afectar la legítima soberanía peruana sobre extensos territorios. Poco
después, los ecuatorianos realizaron acciones violatorias del statu quo de 1936,
incursionando en territorio peruano, lo que obligó al Perú a establecer una nutrida
línea de puestos fronterizos, con el consiguiente desarrollo de roces y
escaramuzas entre patrullas militares. La situación se agravó en 1941,
desembocando en el conflicto.
Gobierno de José Luis Bustamante

Venció en las elecciones de 1945 a Eloy Ureta gracias al apoyo que le brindara el
Frente Democrático Nacional (coalición de partidos liderados por el APRA).José
Luis Bustamante y Rivero, figura excepcional, respetuosa de los principios
democráticos y propulsor de la soberanía marítima peruana. Nació en Arequipa en
1894 y falleció el año de 1989.

Su régimen se caracterizó por la falta de fuerza política evidenciada en el clima de


inestabilidad. El APRA había alcanzado la mayoría parlamentaria y desde el
congreso controlarían al presidente, inclusive coparon las principales áreas de la
administración pública aunque terminaron en actos de corrupción masiva. SE
incrementaron las movilizaciones sindicales, se crearon nuevas organizaciones
populares y se expandieron los medios de prensa y manifestaciones de carácter
nacionalista y popular. El parlamento aprovecho esta circunstancia para presionar
al gobierno y lograr el reconocimiento de los sindicatos, solucionar los conflictos
laborales a favor de los trabajadores.

Económicamente, el Perú ingresaba a una época compleja: nuestras


exportaciones habían descendido tanto en valor como en volumen, mientras que
las importaciones subían. Para controlar tal situación el gobierno decidió manejar
el cambio de moneda, controlar el precio de determinados productos, incrementar
los impuestos directos para aumentar los gastos públicos, subsidiar algunos
alimentos – sobre todo los importados – cuyos precios subían rápidamente de
precio en el mercado mundial. Todo ello perjudicó al sector exportador, los obreros
mejoraron su calidad de vida pero a la larga traería como consecuencia el
desabastecimiento, racionamiento de productos, largas colas, especulación de
precios y la inflación generada por el populismo con que actuó el gobierno.

El 1 de agosto de 1947, por decreto supremo 781, el gobierno declaró la


soberanía marítima sobre las 200 millas del Mar Peruano adyacente a nuestro
litoral y sobre su zócalo continental para aprovechar los recursos del subsuelo
como de las aguas e islas. Según este decreto publicado por el entonces ministro
Enrique García Sayán la soberanía sobre el espacio mencionado era para
“reservar, proteger, conservar y utilizar los recursos y riquezas naturales de toda
clase que en o debajo de dicho mar se encuentren.

El mismo año, Bustamante y Rivero aprobó La ley del Yanconaje imponiendo una
remuneración salarial en las haciendas, fijando un monto específico de arriendo
por tierras cedidas a los yanaconas, prohibiendo a los hacendados a desalojar a
los mismos de las tierras ocupadas en sus dominios y proscribió la obligación de
los yanaconas a vender su producción a los hacendados, eliminando así el
sistema de explotación que más tiempo se ha prolongado en la historia del Perú.
Las consecuencias a largo plazo no fueron las mejores pues los yanaconas -
quienes fueron en aumento - se dedicaban más a sus parcelas que al trabajo en
las tierras del hacendado.

También en 1947 se cumplieron los 25 años del Laudo de París y para dar
cumplimiento a lo estipulado, el gobierno creó La Empresa Petrolera Fiscal para
tomar el control del petróleo en el país. Extrañamente y con clara responsabilidad
aprista se firmó El Contrato de Sechura defendiendo los intereses de la empresa
norteamericana IPC para que explore y explote una vasta zona a cambio de
mayores impuestos.

Para 1947 además, se tornaba conflictiva la relación entre el gobierno y varios


sectores del país. Los exportadores no compartían la política económica del
régimen, la presión popular iba en aumento de la mano de las huelgas en la
capital y las manifestaciones y levantamientos campesinos en la sierra. El APRA
responsabilizó de todo al ejecutivo y se alejó del presidente, dejándolo cada vez
más aislado. Ese año la crisis se agudizó por la fuerte oposición que hiciera La
Alianza nacional – nucleado por Pedro Beltrán – que consiguió un ausentismo
parlamentario e impidiendo que se instale el congreso en 1947; sumado a ello el
director de La Prensa – Francisco Graña Garland – fue asesinado y se sindicó a
los apristas por la campaña anti aprista que desarrollaba el diario. Todos estos
acontecimientos hicieron que el APRA sea declarado fuera de ley.

La oposición anti aprista y las críticas de la derecha inicialmente se dirigieron a la


controvertida Ley de Imprenta que intentó controlar a los diarios de oposición. La
oposición aumentó con el mencionado Contrato de Sechura pues la oligarquía
denunciaba el entreguismo y solicitaba un mayor protagonismo de los capitales
nacionales.

En los primeros días de octubre de 1948 los apristas alentaron una sublevación de
La Marina de Guerra en el Callao. Tal acto fue reprimido con severidad por el
gobierno suspendiendo de inmediato las garantías constitucionales y reanudando
la persecución a los militantes apristas. Unas semanas después se sublevaba en
Arequipa el que fuera ministro de Hacienda del régimen: Manuel A. Odría. Fue el
final del esfuerzo fallido por instaurar un régimen democrático en el Perú y el inicio
de la dictadura militar odriísta que se prolongó hasta 1956.

Contexto de las elecciones de 1939

Las elecciones presidenciales de Perú de 1939 se realizaron el 22 de


octubre de 1939 para determinar a la presidencia del Perú para el periodo 1939-
1946. El Partido y el APRA no participaron de estas elecciones por estar proscritos
por ley.

Manuel Prado Ugarteche ganó la presidencia.

Resultados

Candidato Agrupación política Votos válidos Porcentaje

Manuel Prado Ugarteche Coalición Conservadora 262.971 77,52%

José Quesada Larrea Frente Patriótico 76.222 22,47%

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