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Asignatura:
Filosofía General
Tema:
Tarea VIII
Facilitador (a):
Ana Díaz Sandoval
FECHA
06/03/2019
Actividad VIII: Filosofía Cristiana y Medieval
Consultar en el texto básico de la asignatura, recursos en plataforma y otras
fuentes los contenidos de la Unidad VIII
Para desarrollar esta actividad, debes estudiar el contenido de la unidad VIII
de tu texto y en otras fuentes incluyendo la web, luego realiza las actividades
que se te presentan a continuación.
a) Enumera las características del pensamiento filosófico de San Agustín
y Santo Tomás de Aquino.
Santo Tomás de Aquino junto con San Agustín es uno de los más grandes
filósofos que existió en el edad media, debido a las características que la historia
nos describe sobre este periodo, es que se sabe que fue un periodo que estuvo
fuertemente marcado por el pensamiento religioso en todos los aspectos de la vida
del hombre, es por ello que Santo Tomás decide recoger la antigua filosofía
griega, especialmente la de Aristóteles para así adaptarla al nuevo orden que ese
vivía en aquella época.
De las antiguas ideas de Aristóteles, Santo Tomás acepta aquellas que hablan
acerca de la estructura del ser con conceptos tales como la forma y la materia los
cuales acepta como los componentes del ente y que la unión de estos hace la
esencia o sustancia de algo, añade que Dios es quien es el único de ser que es
capaz de unir la forma y la materia, el cuerpo y el alma para dar forma al ente,
esto será algo que Santo Tomás aporte a la filosofía Aristotélica ya que este no
busca basarse en el concepto de ser sino que se centrará en el ente, lo particular,
sensible; de esta forma explica que todo aquello que existe en la naturaleza, que
posee una esencia sin la cual dejaría de ser y que además es aquello que se es
capaz de conocer es ente y lo que no es ente es lo que lo generó, en este caso el
Dios cristiano; en este punto es cuando la filosofía de Aristóteles comienza a
mezclarse con las ideas propias del cristianismo para así formar lo que Santo
Tomás llamó "fe consciente", en la cual el creyente tiene la tarea directa de
razonara acerca de Dios y su creación, entendiendo que para afirmar la existencia
de Dios no es necesario verlo basta con ver el ente, sus creaturas para darse
cuenta de que existe en todas partes, para así lograr fortalecer las creencias
religiosas.
Uno de los conceptos más importantes con el que está de acuerdo es con el de
esencia o substancia, es decir aquello que hace que una cosa sea lo que es, esto
apoyándose secundariamente pero no necesariamente en sus accidentes
(cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, acción y pasión) formando así lo que
conocemos como el ente, la cosa, lo particular; sin embargo una aportación que
hace a estos conceptos es el de incluir a Dios como aquel que une la forma y la
materia para llegar al ente y que de este toda naturaleza surja, respecto a la
esencia afirma que Dios es el creador de todo y que este es la esencia de la
realidad por lo tanto la realidad sin Dios no existe, sería imposible que Dios no
existiera ya que habría nada.
Como parte de estas ideas religiosas y como de las más importantes en la filosofía
medieval, Santo Tomás para probar la existencia de Dios creó cinco vías a través
de las cuales se puede argumentar que Dios existe.
IV. En la cuarta vía Santo Tomás argumenta la existencia de Dios desde los
grados de perfección, esto quiere decir que el hombre imperfecto procede de algo
perfecto, ningún hombre es totalmente bueno y bello pues la suprema bondad y la
suprema belleza solo las posee Dios y lo que el hombre posee solo es un reflejo
de Dios de forma limitada, por lo tanto para que lo bueno y bello exista en el
hombre este debe acercarse a Dios; si lo bueno y bello no procedieran de Dios
entonces de dónde lo hacen, no podrían engendrarse en la nada.
Otra de las ideas que Santo Tomás planteó es que para el estudio del ente este
puede ser visto desde distintas clasificaciones como lo puede ser individualmente,
por género, por especie, así las cosas pueden ser distintas según la categoría en
la cual se le estudia, una persona puede ser estudiada individualmente, como
hombre, por su edad, etc; Tomás de Aquino precisa que para analizar al ente
primeramente es necesario establecer la categoría desde la cual se le estudiará.
II. Unum: el ente es una unidad, si esta unidad llega a separarse se forman
otros entes con sus propias características.
III. Aliquid: este trascendental hace referencia a la distinción que existe entre los
entes, ese algo que hace a un ente diferente que otros, lo cual lleva a la existencia
de todos los entes y no a uno solo.
San Agustín
“¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Tú estabas
dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era me lanzaba
sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, pero yo no
estaba contigo; me retenían lejos de ti cosas que no existirían si no existieran en ti.
Pero tú me llamaste y clamaste hasta romper finalmente mi sordera. Con tu fulgor
espléndido pusiste en fuga mi ceguera. Tu fragancia penetró en mi respiración y
ahora suspiro por ti. Gusté tu sabor y por eso ahora tengo más hambre y más sed
de ese gusto. Me tocaste y con tu tacto me encendiste en tu paz”.
“Entonces tú, [mi Dios], tratándome con mano suavísima y llena de misericordia,
fuiste modelando poco a poco mi corazón”.
“[Dios mío], los hombres te consultan sobre lo que quieren oír, pero no siempre
quieren oír lo que tú les respondes. Y el buen siervo tuyo es aquel que no se
empeña en oírte decir lo que a él le gustaría, sino que está sinceramente
dispuesto a oír lo que tú le digas”.
“¡Oh Señor omnipotente y bueno, que cuidas de cada uno de tus hijos como si
fuera el único, y que de todos cuidas como si fueran uno solo!”
“Ella lloraba por mi muerte espiritual, [Dios mío], con la fe que tú le habías dado, y
tú escuchaste su clamor. La oíste cuando ella con sus lágrimas regaba la tierra
ante tus ojos; ella oraba por mí en todas partes, y tú oíste su plegaria… Sus
preces llegaban a tu presencia, pero tú me dejabas todavía volverme y revolverme
en la oscuridad”.
“¿Cómo podía ser que tú desoyeras y rechazaras las lágrimas de la que [Mónica,
mi madre] no te pedía oro ni plata ni bien alguno pasajero sino la salud espiritual
de su hijo, que era suyo porque tú se lo habías dado?”.
“Habíamos pensado contribuir con lo que cada uno tuviera para formar con lo de
todos un patrimonio común, de modo que por nuestra sincera amistad no hubiera
entre nosotros tuyo y mío, sino que todo fuera de todos y de cada uno”.
“No te acercas, [oh Dios], sino a los de corazón contrito, ni te dejas encontrar por
los soberbios por más que en su curiosidad y pericia sean capaces de contar las
estrellas y conocer y medir los caminos de los astros por las regiones siderales”.
10. La muerte no es el final. La verdadera vida está junto a Dios. Deseoso de ser
inmortal, el ser humano lucha por evitar la muerte, por prolongar la juventud, y
desprecia todo lo que le recuerda que la vida es pasajera, que el cuerpo se
deteriora y que tendrá un final. San Agustín nos recuerda que nuestro verdadero
hogar es el Cielo.