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UNIVERSIDAD

JOSE CARLOS MARIATEGUI

CURSO: DERECHO PROCESAL CIVIL II

DOCENTE: DR. SANTOS ATANACIO


PALACIOS LLOCLLA

TEMA: PROCESOS ABREVIADOS


SUMARISIMOS

ALUMNO: WILLIAM DAVID LUNA


CANALES

CICLO: V I - 2018
FORMAS ESPECIALES DE CONCLUSIÓN DE UN PROCESO.
- Conciliación;
- Allanamiento y reconocimiento;
- Transacción judicial;
- Desistimiento de la pretensión;
Abandono.
Conciliación.
El artículo 323º del Código Procesal Civil establece que: “las partes pueden
conciliar su conflicto de intereses en cualquier estado del proceso, siempre que
no se haya expedido sentencia en segunda instancia”. Esta figura evita que el
órgano judicial actué, si las partes pueden resolver el conflicto por su cuenta.
De este modo, la conciliación tiene que cumplir con ciertas formalidades, como
por ejemplo que esta se desarrolle frene al juez del proceso en la audiencia
respectiva, o que éste convoque de oficio una nueva audiencia, o cuando lo
soliciten las partes; de otro lado, el juez no podrá ser pasible de recusación por
emitir sus opiniones en esta audiencia.
En la audiencia de conciliación estarán presentes las partes, o sus
representantes, donde estos expondrán sus razones; el juez escuchará a
ambas partes y en ese instante propondrá la solución al conflicto, o en su
defecto suspenderá la audiencia por un periodo máximo de 10 días. Si la
solución que propone el juez es aceptada por las partes, se procederá a su
anotación en el Libro de Conciliaciones de cada órgano judicial; de otro lado, si
una de las partes o ambas no se encuentran de acuerdo con lo propuesto, se
levantará un acta indicando la propuesta y quien no estuvo de acuerdo con
esta. Si en la expedición de la sentencia, el juez otorga iguales o menores
derechos que los propuestos y rechazados, la parte que estuvo en contra de la
conciliación recibirá una multa no menor de 2 ni mayor de 10 Unidades de
Referencia Procesal, excepto en los casos de alimentos. La conciliación surte
el mismo efecto que la sentencia con rango de cosa juzgada.
Allanamiento y reconocimiento.
Allanarse consiste en convenir en el fundamento de hecho de la pretensión, es
decir reconocer lo que la pretensión señala en el extremo de los hechos;
mientras que el reconocimiento consiste en aceptar/admitir la fundamentación
de hecho y la fundamentación jurídica. El demandado puede allanarse en
cualquier momento previo a la sentencia, pero no podrá hacerlo en los casos
previstos en el artículo 132º del Código Procesal Civil.
Transacción judicial.
Esta modalidad se aplica sobre derechos patrimoniales. Las partes pretenden a
través de este medio evitar un pleito o terminar un proceso que ya inició. La
transacción judicial se ejecuta de la misma forma que la sentencia y la
extrajudicial a través de la vía del Proceso Único de Ejecución (artículo 1312
del Código Civil).
De este modo, debemos tener en cuenta que si dentro de las clausulas de la
transacción, alguna de estas es nula o anulable, toda la transacción quedaría
sin efecto. Se puede realizar una tasación judicial hasta el momento en que el
expediente se encuentre en la Sala Casatoria (Corte Suprema), una vez que se
vota y existe unanimidad en los votos, aún se puede transar, empero, si existe
discordia ya no se puede aplicar esta modalidad.
Desistimiento.
Se le llama también arrepentimiento, este no se presume y debe ser expreso,
asimismo el documento que lo contenga debe tener la firma legalizada de quien
se desista. El desistimiento está previsto en el artículo 340 del Código Procesal
Civil y siguientes, y son de tres clases:
- Desistimiento de la pretensión.- este se puede dar hasta antes de emitida
una sentencia de primera instancia salvo que esta sea convencional; la
resolución que acepta el desistimiento de la pretensión tiene efectos de una
demanda infundada con valor de cosa juzgada.
- Desistimiento del proceso.- No tiene calidad de cosa juzgada, este
desistimiento se hace a pedido del demandante, es decir es una opción;
empero, si el demandado se opone a al desistimiento el proceso debe
continuar.
- Desistimiento de un acto procesal.- El desistimiento de alguno de estos
actos, sea medio impugnatorio, medio de defensa u otro, deja sin efecto la
situación procesal favorable a su titular. Si el desistimiento es de un medio
impugnatorio, su efecto es dejar firme el acto impugnado, salvo que se hubiera
interpuesto adhesión (artículo 343º del Código Procesal Civil).
Abandono.
Es llamado perención o caducidad del proceso. Si un proceso queda paralizado
por un máximo de 4 meses se producirá el abandono, estos cuatro meses se
contabilizan desde el momento de la presentación de la demanda o el último
acto realizado. Este acto opera de Pleno Derecho, es decir ocurrido los 4
meses se produce el abandono sin necesidad que el juez emita una resolución
donde declare el abandono del proceso. Si ya existe sentencia no puede existir
abandono del proceso.
Así, no hay abandonos:
- En procesos no contenciosos;
- En procesos en ejecución de sentencia;
- Cuando la paralización se deba al juez, solo se da por causa de las partes;
- Si transcurrido los cuatro meses, este acto beneficie a la parte demandada.
El abandono se declara a través de un auto emitido por el juez, el cual puede
ser apelado solo por error de computo (es decir conteo de los cuatro meses),
una vez declaro un proceso en abandono el proceso concluye. Para finalizar,
debemos tener en cuenta que el abandono no afecta la pretensión, es decir, se
puede volver a demandar bajo la misma pretensión, esto transcurrido un año
desde que el proceso se declaró en abandono.

CUANDO SE INTERPONE UNA DEMANDA DEALIMENTOS

Todos los padres y madres tienen el deber y derecho de alimentar, educar y


dar seguridad a sus hijos e hijas.
Aquí hablaremos sobre cómo tramitar una pensión de alimentos.

La pensión de alimentos comprende todo aquello que se necesita para el


sustento de un o una menor, es decir, los alimentos y las necesidades de
estudio, salud, vivienda, vestimenta y recreo.

Pueden solicitar una pensión de alimentos:

 La madre o el padre que no posee el dinero suficiente para pagar los


gastos de la crianza del hijo o hija menor de edad.
 También, el hijo o hija mayor de edad con incapacidad física o mental
comprobada; o que esté cursando estudios exitosos, hasta los 28 años.
 Y las mujeres embarazadas.

La pensión de alimentos se solicita a través de una demanda dirigida al


Juzgado de Paz Letrado del lugar donde vive la madre o padre que demanda o
es demandado.

Para ello se debe presentar lo siguiente:

 Copia del DNI de la persona que solicita alimentos.


 Partida de nacimiento del niño o adolescente.
 Nombre completo del padre o madre demandado, su dirección de
domicilio o de su lugar de trabajo.
 Constancia de estudios del hijo o hija.
 Boletas o recibos de pago sobre gastos ocasionados por la crianza del
hijo o hija (salud, vestido, alimentación, educación, recreo, etc.).

Hay que tener en cuenta que si el padre o la madre que está obligado a pasar
pensión se atrasa en tres o más pagos, se puede solicitar al juzgado:

 Restringir al padre la visita a su hijo o hija.


 Inscripción en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (Redam).
 Se retenga sus ingresos, cuentas bancarias, objetos o posesiones que
tenga.

De la misma manera, puede ser denunciado penalmente por Omisión de


Asistencia Familiar.

Recuerda que para presentar una demanda de alimentos no necesitas contar


con firma de abogado y el trámite es gratuito

LA POSESIÓN Y SU PROTECCIÓN

Actualmente, la posesión que ejerce toda persona (natural o jurídica), puede


verse vulnerada mediante despojo o perturbaciones contra la misma posesión,
o tal puede ser el caso, de que existan dos personas que ostentan ser
poseedores de un mismo bien.

Ante las situaciones antes descritas, surge la protección posesoria, la misma


que legal y doctrinariamente lo identificamos mucho más rápido con la
denominación de Defensas Posesorias (hay quienes, se refieren a lo mismo,
indicando acciones posesorias).

Además, de marcar conceptos jurídicos y dejar sentado nuestra posición sobre


Defensas Posesorias, consideramos necesario aclarar que, no es lo mismo
referirnos a Defensas Posesorias y acciones posesorias como sinónimos, lo
que si no podemos negar es la estrecha vinculación que tienen éstas, puesto
que la primera resulta tener mayor amplitud (término general) que el segundo
(término específico).

DEFENSAS POSESORIAS

Al respecto el Código Civil, en el Capítulo Sexto, del Título I -Posesión-, de la


Sección Tercera -Derechos reales principales-, del Libro V –Derechos Reales-,
dedica dos artículos para referirse al tema in examine, Defensas Posesorias,
siendo que el Artículo 920º prescribe la Defensa Posesoria Extrajudicial y el
Artículo 921º prescribe la Defensa Posesoria Judicial, por lo que en esta
ocasión el Código Civil no alberga una definición -legal- respecto a Defensas
Posesorias, empero, por nuestra parte manifestamos que la Defensa
Posesoria, considerada, también, como defensa protectora, es una institución
jurídica, que otorga al poseedor el mecanismo de protección de su posesión,
sea ésta mediata o inmediata.

Asimismo, las Defensas Posesorias se clasifican en Defensa Posesoria


Extrajudicial y Defensas Posesoria Judicial.

No perdamos de vista que las Defensas Posesorias tienen el fin de proteger la


posesión del poseedor, ante cualquier atentado que se le pretenda.

DEFENSA POSESORIA EXTRAJUDICIAL

Ahora corresponde ocuparnos sobre la Defensa Posesoria Extrajudicial, la cual


es un mecanismo privado, protector de la posesión, tiene lugar cuando se priva
o perturba la posesión -del poseedor-, siendo que éste de manera inmediata
recupera la posesión o la tranquilidad de la misma, por la fuerza de su propia
mano con ayuda de las autoridades, sea policial y/o municipal.
La Defensa Posesoria Extrajudicial resulta ser la acción privada o personal, que
puede realizar cualquier persona, que reciba atentados contra su pacífica,
pública y continua posesión.

Consideramos que, esta defensa resulta siendo un derecho de autodefensa del


poseedor, sin embargo, éste derecho no es absoluto, esto quiere decir que, no
puede llegar a extremos de lesionar otros derechos.
Al respecto, el Código Civil en su Artículo 920º establece que “El poseedor
puede repeler la fuerza que se emplee contra él o el bien y recobrarlo, si fuera
desposeído. La acción se realiza dentro de los quince (15) días siguientes a
que tome conocimiento de la desposesión. En cualquier caso, debe abstenerse
de las vías no justificadas por las circunstancias. …

En ningún caso procede la defensa posesoria si el poseedor precario ha


usufructuado el bien como propietario por lo menos diez (10) años.
La Policía Nacional del Perú así como las Municipalidades respectivas, en el
marco de sus competencias previstas en la Ley Orgánica de Municipalidades,
deben prestar apoyo necesario a efectos de garantizar el estricto cumplimiento
del presente artículo, bajo responsabilidad”.

La defensa posesoria extrajudicial debe ser realizada, en un plazo no mayor a


quince días, luego de la desposesión o del conocimiento de la misma; además
quien ejerce ésta defensa posesoria debe abstenerse de las vías de hecho no
adecuadas a las circunstancias, esto quiere decir, que aquel que ejerce su
autodefensa posesoria, no puede cometer delitos, pues, si para conservar o
recuperar la posesión hay que cometer delitos (matar, causar daños), ese acto
delictivo no está justificado por la Defensa Posesoria Extrajudicial; para ello, la
Policía Nacional del Perú y la Municipalidad del distrito o provincia, está en la
obligación de prestar apoyo a fin de que se cumpla con la Defensa Posesoria
Extrajudicial.

DEFENSAS POSESORIAS JUDICIALES

La protección posesoria o defensa posesoria, se puede ejercer a través de un


proceso judicial, en donde el Juzgador evaluará lo peticionado y decidirá.
Este tipo de Defensa Posesoria, es un mecanismo jurídico protector y
recuperador de la posesión, donde generalmente, quien acciona en protección
de su posesión somete la controversia en un proceso judicial, ya sea, a través
de un Interdicto o una Acción Posesoria.

El Código Civil en su Artículo 921º establece que “Todo poseedor de muebles


inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos.
Si su posesión es de más de un año puede rechazar los interdictos que se
promuevan contra él”; el referido artículo nos proporciona una sub clasificación
de la defensa posesoria judicial. Consideramos, que no resulta, justo sólo
atender acciones posesorias o interdictos de bienes muebles que estén
inscritos, en tal caso, lo que se podría proponer como segunda opción respecto
a los bienes muebles, es que tengan un valor considerable, siendo calculado
en base a las URP o UIT.

Finalmente, queremos cerrar esta discusión manifestando que la Defensa


Posesoria Extrajudicial, es la acción que realiza el poseedor ante los órganos
jurisdiccionales del Poder Judicial, con el único fin de solucionar cuestiones
posesorias (interdictos) y/o cuestiones petitorias (acciones posesorias).

INTERDICTOS
Los interdictos son defensas posesorias que tienen una finalidad conservativa
de la posesión; puesto que están dirigidas a mantener un estado de hecho
(posesión de hecho), el cual ha sido modificado por actos del perturbador o
despojante.
Debemos precisar que a través de los interdictos lo que se protege o tutela, es
el status quo posesorio, por lo que, como señala Gonzales Barrón “la cognición
del proceso es sumaria (limitación de controversia), con restricción de medios
probatorios y abreviación del procedimiento” (2011, p. 61).

Mediante los interdictos, no se discute derechos subjetivos, sino única y


exclusivamente la defensa del estado posesorio, o sea, se genera una cuestión
de hecho.

Siendo así, corresponde indicar algunas características de los interdictos:

a) Carácter breve sumario;

b) Otorga tutela judicial provisional (interina) de la posesión;

c) Sólo se discuten el hecho de la posesión; d) No se prejuzgan o

Atienden derechos de terceros; y,

e) Evita u mayor perjuicio o daño al poseedor.

U. Álvarez, citado por Luis Díez-Picazo (2007, p. 643), indica que “El solicitante
de un interdicto no ejercita una acción. Mediante la acción se trata de poner en
marcha un derecho o de reaccionar frente a la lesión o la insatisfacción que el
derecho ha sufrido. En las cuestiones interdictales no se solventan derechos
mediante un juicio, sino que se trata de mantener el orden jurídico
administrativo y de policía que debe reinar en una comunidad”.
Por su parte, Hinostroza Minguez (2012, p. 720) refiere que, “los interdictos son
asuntos contenciosos cuyo objeto de debate lo constituye el hecho de la
posesión (y no el derecho a ésta), que se tramitan en vía de proceso
sumarísimo (art. 546 –inc. 5) del C.P.C.)”.

Al respecto, debemos indicar que los interdictos se encuentran regulados por el


Código Procesal Civil, en la Sección Quinta –Procesos contenciosos-, Título III
–Proceso Sumarísimo-, Capítulo II –Disposiciones Generales-, Subcapítulo 5º,
albergándose desde Artículo 597º al 607º.

Del Articulado mencionado, podemos colegir que quien atiende los interdictos,
o cuestiones posesorias, es única y exclusivamente el Juez Especializado en lo
Civil, o de ser el caso el Juez Mixto; y sólo puede accionar mediante un
interdicto aquel poseedor -inmediato- que sea objeto de perturbación o
despojo, contra esta defensa posesoria no se puede argumentar tener un
derecho real sobre el bien (salvo que el despojo –o perturbación- sea por una
orden judicial). Ahora bien, el interdicto tiene plazo prescriptivo, la cual es de un
año (o doce meses), contado desde el inicio del hecho; esto conlleva a decir
que transcurrido doce meses luego del hecho perturbador o del despojo, el
accionante sólo podrá accionar ejerciendo su derecho a la posesión.
Además de lo referido, también podemos exponer una sub clasificación de los
interdictos: de recobrar y de retener.

El interdicto de recobrar, conocido también, como interdicto de reintegración,


de despojo y recuperativo, es aquella defensa posesoria judicial de carácter
breve, por la cual se busca restituir el bien –mueble o inmueble- al poseedor o
tenedor objeto de despojo. Este mecanismo jurídico tiene por objeto la
recuperación del bien, total o parcial, por parte del despojado, bastando sólo
acreditar su posesión –de hecho- y el acto desposesorio.

Si el despojo del cual se habla proviene de una orden judicial o de una defensa
posesoria extrajudicial, no tendrá lugar el interdicto de recobrar.

El interdicto de retener, conocido también, como interdicto conservatorio o de


mantenimiento; es aquella defensa posesoria judicial de carácter sumario, por
el cual se busca, que el poseedor o tenedor, conserve y mantenga la posesión
de su bien –mueble inscrito o inmueble-, y que cese todo tipo acto
perturbatorio. El objeto del referido interdicto, es conservar la posesión y cesar
todo tipo de acto perturbatorio (inquietar, molestar o lesionar la posesión). La
condición del poseedor o tenedor debe ser de perturbado o inquietado, más no
de despojado, puesto que de ser despojado, dará lugar al interdicto de recobrar
y no de retener.

El medio probatorio idóneo para invocar el interdicto de retener, debe ser la


posesión –de hecho- del perturbado y los actos perturbatorios por parte del
demandado.

ACCIONES POSESORIAS

El otro tipo de defensas posesorias judiciales son las acciones posesorias,


donde resulta que para accionar con esta defensa posesoria judicial es
requisito indispensable contar con un título que acredite la posesión como
derecho, y ya no sólo como hecho.

Las acciones posesorias, atienden cuestiones petitorias sobre la titularidad de


un derecho real. Es aquella defensa posesoria judicial, que tiene lugar única y
exclusivamente, cuando existe una cuestión de derecho a la posesión, siendo
esto así, sólo se conceden acciones posesorias a quienes tienen derecho a la
posesión.

Las acciones posesorias, podemos considerarlos como caminos petitorios, ya


que en el interdicto sólo se juzga el hecho de la posesión, en cambio, en las
acciones posesorias el derecho de la posesión.

El código civil ni el código procesal civil, contempla mayor alcance sobre las
acciones posesorias, empero la doctrina se ha encargado de atenderla; es por
ello que, debemos referir que las acciones posesorias tienen una sub
clasificación: Acción Posesoria de Mejor Derecho de Posesión y Acción
Posesoria de Desalojo (o desahucio).

Acción Posesoria de Mejor Derecho de Posesión, llamada también,


Concurrencia de Poseedores, esta defensa posesoria tiene carácter judicial, y
aparece cuando dos o más personas –naturales o jurídicas- se atribuyen
calidad de poseedores con justo título, de ahí la concurrencia de poseedores.
Al respecto, sólo nos queda referir que el Artículo 921º del Código Civil
contempla la existencia de las acciones posesorias, sin embargo no las
desarrolla, mucho el menos el Código Procesal Civil, sin embargo, los incisos
1) y 4) del Artículo 475º de citado código adjetivo, consideran que se tramitan
en proceso de conocimiento, ante los juzgados civiles, asuntos contenciosos
(1) que no tengan vía procedimental, no estén atribuidos por la ley a otros
órganos jurisdiccionales; y, (4) cuando el demandante considere que la
cuestión solo es de derecho.

Ante la concurrencia de poseedores sobre un mismo bien, la posesión no


puede reconocerse en dos personalidades distintas, salvo sean coposeedores,
es por ello que si la posesión se discute mediante títulos, se le reconocerá el
mejor derecho de posesión a quien logre acreditar el carácter derivativo de la
posesión (tracto sucesivo de la posesión) y la antigüedad del título, y si los
títulos presentados tiene la misma fecha, se considerará la posesión de hecho,
quien es el poseedor actual, y que no podemos perder de vista que la posesión
de hecho se presume como posesión legítima.

Acción Posesoria de Desalojo, llamada también Juicio de Desahucio, esta


defensa posesoria judicial opera cuando el poseedor con justo título, y con
animus de dueño, cede –en arrendamiento- la posesión del bien que posee, a
otra persona para que éste posea por él, haciendo uso, goce y disfrute del bien,
por un lapso de tiempo; o cuando un tercero ingresa a poseer un bien sin título
alguno en ausencia de su actual poseedor.

Consideramos que esta acción puede ser invocada por el poseedor mediato,
con el fin de recuperar la posesión inmediata que le corresponde. Asimismo,
debemos hacer hincapié, que quien reclama o acciona con esta defensa
posesoria, no tiene calidad de despojado, sino de titular con dominio.

DIFERENCIA ENTRE DEFENSAS POSESORIAS Y ACCIONES


POSESORIAS

Durante el desarrollo del presente artículo jurídico, hemos examinado ambos


temas que ahora pretendemos marcar la diferencia, y pues, como mostramos
en el gráfico, las Defensas Posesorias opera como un todo frente a las
acciones posesorias, siendo que en el primero encontramos Defensas
Posesorias Extrajudicial y Judiciales, y en esta última, tenemos, por un lado a
los interdictos y por el otro a las Acciones Posesorias.

Nótese, que las acciones posesorias, son una subclase de las Defensas
Posesorias Judiciales (pues, porque de otro lado están los interdictos), siendo
así, las defensas posesorias frente a las acciones posesorias operan como
género, y las acciones posesorias frente a las defensas posesorias operan
como especie.

Con ello queremos demostrar que estas dos figuras jurídicas no son sinónimos,
como erradamente se viene entendiendo y/o manifestando durante en el
ejercicio profesional o en las aulas universitarias, sino que muy por el contrario.
Para culminar, debemos indicar que toda acción posesoria -ya sea de mejor
derecho de posesión o de desalojo- es una defensa posesoria -judicial-;
empero, no toda defensa posesoria es una acción posesoria.

CONCLUSIONES

1. La posesión es la dominación o potestad que recae sobre un bien –


mueble o inmueble- con ánimo (intención) de dueño. Para ello es
necesario los elementos de corpus y animus.
2. Cualquier atentado (despojo, perturbación, concurrencia de poseedores)
que se cometa contra la posesión del poseedor puede ser atendida por
las defensas posesorias, conocidas también como protección posesoria.
3. Las Defensas Posesorias, es la institución jurídica, que otorga al
poseedor el mecanismo de protección de su posesión, sea ésta mediata
o inmediata, ante cualquier atentado contra su posesión. Se clasifica en
Defensa Posesoria Judicial y Defensa Posesoria Extrajudicial.
4. La Defensa Posesoria Extrajudicial es el mecanismo privado, protector
de la posesión; que tiene lugar cuando se priva o perturba la posesión
del poseedor, siendo que éste de manera inmediata (15 días) recupera
la posesión o la tranquilidad de la misma, por la fuerza de su propia
mano con ayuda de las autoridades, sea policial y/o municipal.
5. La Defensa Posesoria Judicial es un mecanismo jurídico protector y
recuperador de la posesión, donde generalmente, quien acciona en
protección de su posesión somete la controversia en un proceso judicial,
ya sea invocando un Interdicto o una Acción Posesoria.
6. Los Interdictos son defensas posesorias judiciales que tienen por
finalidad la conservación y recuperación de la posesión; ya que dirigidos
a mantener un estado de hecho (posesión de hecho), el cual ha sido
modificado por actos del perturbador o despojante. Contra la
desposesión interdicto de recobrar; y, contra la perturbación de la
posesión interdicto de retener.
7. Las Acciones Posesorias, son defensas posesorias judiciales, que tiene
lugar única y exclusivamente, cuando existe una cuestión de derecho
sobre la posesión, siendo así sólo se conceden acciones posesorias a
quienes tienen derecho a la posesión mediante un título. Ante la
concurrencia de poseedores tenemos la acción de mejor derecho de
posesión y ante la negativa de devolver el bien a su poseedor mediato
con justo título acción de desalojo.
8. La Defensa Posesoria frente a la acción posesoria, opera como género,
y la última de las mencionadas frente a la primera, opera como especie.
Por consiguiente, toda acción posesoria es una defensa posesoria;
empero, no toda defensa posesoria es una acción posesoria.

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