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CICLO: V I - 2018
FORMAS ESPECIALES DE CONCLUSIÓN DE UN PROCESO.
- Conciliación;
- Allanamiento y reconocimiento;
- Transacción judicial;
- Desistimiento de la pretensión;
Abandono.
Conciliación.
El artículo 323º del Código Procesal Civil establece que: “las partes pueden
conciliar su conflicto de intereses en cualquier estado del proceso, siempre que
no se haya expedido sentencia en segunda instancia”. Esta figura evita que el
órgano judicial actué, si las partes pueden resolver el conflicto por su cuenta.
De este modo, la conciliación tiene que cumplir con ciertas formalidades, como
por ejemplo que esta se desarrolle frene al juez del proceso en la audiencia
respectiva, o que éste convoque de oficio una nueva audiencia, o cuando lo
soliciten las partes; de otro lado, el juez no podrá ser pasible de recusación por
emitir sus opiniones en esta audiencia.
En la audiencia de conciliación estarán presentes las partes, o sus
representantes, donde estos expondrán sus razones; el juez escuchará a
ambas partes y en ese instante propondrá la solución al conflicto, o en su
defecto suspenderá la audiencia por un periodo máximo de 10 días. Si la
solución que propone el juez es aceptada por las partes, se procederá a su
anotación en el Libro de Conciliaciones de cada órgano judicial; de otro lado, si
una de las partes o ambas no se encuentran de acuerdo con lo propuesto, se
levantará un acta indicando la propuesta y quien no estuvo de acuerdo con
esta. Si en la expedición de la sentencia, el juez otorga iguales o menores
derechos que los propuestos y rechazados, la parte que estuvo en contra de la
conciliación recibirá una multa no menor de 2 ni mayor de 10 Unidades de
Referencia Procesal, excepto en los casos de alimentos. La conciliación surte
el mismo efecto que la sentencia con rango de cosa juzgada.
Allanamiento y reconocimiento.
Allanarse consiste en convenir en el fundamento de hecho de la pretensión, es
decir reconocer lo que la pretensión señala en el extremo de los hechos;
mientras que el reconocimiento consiste en aceptar/admitir la fundamentación
de hecho y la fundamentación jurídica. El demandado puede allanarse en
cualquier momento previo a la sentencia, pero no podrá hacerlo en los casos
previstos en el artículo 132º del Código Procesal Civil.
Transacción judicial.
Esta modalidad se aplica sobre derechos patrimoniales. Las partes pretenden a
través de este medio evitar un pleito o terminar un proceso que ya inició. La
transacción judicial se ejecuta de la misma forma que la sentencia y la
extrajudicial a través de la vía del Proceso Único de Ejecución (artículo 1312
del Código Civil).
De este modo, debemos tener en cuenta que si dentro de las clausulas de la
transacción, alguna de estas es nula o anulable, toda la transacción quedaría
sin efecto. Se puede realizar una tasación judicial hasta el momento en que el
expediente se encuentre en la Sala Casatoria (Corte Suprema), una vez que se
vota y existe unanimidad en los votos, aún se puede transar, empero, si existe
discordia ya no se puede aplicar esta modalidad.
Desistimiento.
Se le llama también arrepentimiento, este no se presume y debe ser expreso,
asimismo el documento que lo contenga debe tener la firma legalizada de quien
se desista. El desistimiento está previsto en el artículo 340 del Código Procesal
Civil y siguientes, y son de tres clases:
- Desistimiento de la pretensión.- este se puede dar hasta antes de emitida
una sentencia de primera instancia salvo que esta sea convencional; la
resolución que acepta el desistimiento de la pretensión tiene efectos de una
demanda infundada con valor de cosa juzgada.
- Desistimiento del proceso.- No tiene calidad de cosa juzgada, este
desistimiento se hace a pedido del demandante, es decir es una opción;
empero, si el demandado se opone a al desistimiento el proceso debe
continuar.
- Desistimiento de un acto procesal.- El desistimiento de alguno de estos
actos, sea medio impugnatorio, medio de defensa u otro, deja sin efecto la
situación procesal favorable a su titular. Si el desistimiento es de un medio
impugnatorio, su efecto es dejar firme el acto impugnado, salvo que se hubiera
interpuesto adhesión (artículo 343º del Código Procesal Civil).
Abandono.
Es llamado perención o caducidad del proceso. Si un proceso queda paralizado
por un máximo de 4 meses se producirá el abandono, estos cuatro meses se
contabilizan desde el momento de la presentación de la demanda o el último
acto realizado. Este acto opera de Pleno Derecho, es decir ocurrido los 4
meses se produce el abandono sin necesidad que el juez emita una resolución
donde declare el abandono del proceso. Si ya existe sentencia no puede existir
abandono del proceso.
Así, no hay abandonos:
- En procesos no contenciosos;
- En procesos en ejecución de sentencia;
- Cuando la paralización se deba al juez, solo se da por causa de las partes;
- Si transcurrido los cuatro meses, este acto beneficie a la parte demandada.
El abandono se declara a través de un auto emitido por el juez, el cual puede
ser apelado solo por error de computo (es decir conteo de los cuatro meses),
una vez declaro un proceso en abandono el proceso concluye. Para finalizar,
debemos tener en cuenta que el abandono no afecta la pretensión, es decir, se
puede volver a demandar bajo la misma pretensión, esto transcurrido un año
desde que el proceso se declaró en abandono.
Hay que tener en cuenta que si el padre o la madre que está obligado a pasar
pensión se atrasa en tres o más pagos, se puede solicitar al juzgado:
LA POSESIÓN Y SU PROTECCIÓN
DEFENSAS POSESORIAS
INTERDICTOS
Los interdictos son defensas posesorias que tienen una finalidad conservativa
de la posesión; puesto que están dirigidas a mantener un estado de hecho
(posesión de hecho), el cual ha sido modificado por actos del perturbador o
despojante.
Debemos precisar que a través de los interdictos lo que se protege o tutela, es
el status quo posesorio, por lo que, como señala Gonzales Barrón “la cognición
del proceso es sumaria (limitación de controversia), con restricción de medios
probatorios y abreviación del procedimiento” (2011, p. 61).
U. Álvarez, citado por Luis Díez-Picazo (2007, p. 643), indica que “El solicitante
de un interdicto no ejercita una acción. Mediante la acción se trata de poner en
marcha un derecho o de reaccionar frente a la lesión o la insatisfacción que el
derecho ha sufrido. En las cuestiones interdictales no se solventan derechos
mediante un juicio, sino que se trata de mantener el orden jurídico
administrativo y de policía que debe reinar en una comunidad”.
Por su parte, Hinostroza Minguez (2012, p. 720) refiere que, “los interdictos son
asuntos contenciosos cuyo objeto de debate lo constituye el hecho de la
posesión (y no el derecho a ésta), que se tramitan en vía de proceso
sumarísimo (art. 546 –inc. 5) del C.P.C.)”.
Del Articulado mencionado, podemos colegir que quien atiende los interdictos,
o cuestiones posesorias, es única y exclusivamente el Juez Especializado en lo
Civil, o de ser el caso el Juez Mixto; y sólo puede accionar mediante un
interdicto aquel poseedor -inmediato- que sea objeto de perturbación o
despojo, contra esta defensa posesoria no se puede argumentar tener un
derecho real sobre el bien (salvo que el despojo –o perturbación- sea por una
orden judicial). Ahora bien, el interdicto tiene plazo prescriptivo, la cual es de un
año (o doce meses), contado desde el inicio del hecho; esto conlleva a decir
que transcurrido doce meses luego del hecho perturbador o del despojo, el
accionante sólo podrá accionar ejerciendo su derecho a la posesión.
Además de lo referido, también podemos exponer una sub clasificación de los
interdictos: de recobrar y de retener.
Si el despojo del cual se habla proviene de una orden judicial o de una defensa
posesoria extrajudicial, no tendrá lugar el interdicto de recobrar.
ACCIONES POSESORIAS
El código civil ni el código procesal civil, contempla mayor alcance sobre las
acciones posesorias, empero la doctrina se ha encargado de atenderla; es por
ello que, debemos referir que las acciones posesorias tienen una sub
clasificación: Acción Posesoria de Mejor Derecho de Posesión y Acción
Posesoria de Desalojo (o desahucio).
Consideramos que esta acción puede ser invocada por el poseedor mediato,
con el fin de recuperar la posesión inmediata que le corresponde. Asimismo,
debemos hacer hincapié, que quien reclama o acciona con esta defensa
posesoria, no tiene calidad de despojado, sino de titular con dominio.
Nótese, que las acciones posesorias, son una subclase de las Defensas
Posesorias Judiciales (pues, porque de otro lado están los interdictos), siendo
así, las defensas posesorias frente a las acciones posesorias operan como
género, y las acciones posesorias frente a las defensas posesorias operan
como especie.
Con ello queremos demostrar que estas dos figuras jurídicas no son sinónimos,
como erradamente se viene entendiendo y/o manifestando durante en el
ejercicio profesional o en las aulas universitarias, sino que muy por el contrario.
Para culminar, debemos indicar que toda acción posesoria -ya sea de mejor
derecho de posesión o de desalojo- es una defensa posesoria -judicial-;
empero, no toda defensa posesoria es una acción posesoria.
CONCLUSIONES