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aparece a fines del siglo XV. En el siglo XVIII se caracterizó por la sobriedad en sus portadas, a
Recién en la segunda mitad del siglo XIX se empezaron a utilizar tintas y papeles de
diversos colores, se mezclaron distintos tipos de letras de distintos estilos en portadas y títulos y
como objeto, sino de aclarar e intensificar el sentido del mensaje, pues estaba al servicio del texto
y era un complemento del mismo. Eran frecuentes los grabados de pequeño tamaño, que se
tiradas y la mejora del rendimiento de la producción, disminuir los elevados costos del libro y
que dejara de ser un instrumento al servicio de una minoría culta y poderosa y aspirara a alcanzar
física del libro, buscando con ello ganar nuevos lectores. La función del editor se independiza de
para hacer frente a la demanda bibliográfica. El negocio editorial inventa nuevas vías de
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desarrollo: carteles publicitarios, anuncios en los periódicos, suscripciones para obras en muchos
El siglo XX, por su parte, supone el triunfo total de la técnica. Los avances afectan a todos
los aspectos físicos del libro (impresión, ilustración y encuadernación) y permiten un aumento
La industria editorial pasa a concentrarse en grandes empresas, las cuales suelen estar
relacionadas con otros medios de comunicación, como la prensa, la radio o la televisión. Las
ventas, realizadas en un principio solo en librerías, comienzan a hacerse también por correo: el
editor pone sus libros a disposición del público a través de anuncios y catálogos y los envía.
Hacia fines del siglo XX y principios del siglo XXI, surgen nuevos elementos de
quioscos, supermercados y centros comerciales. El libro empieza muchas veces a formar parte,
sobre todo en el caso de la literatura infantil y juvenil, del merchandising de películas o de series
atractivas.
El siglo XXI, desde el punto de vista editorial, está marcado por la creación del libro
gozar de cierto prestigio y a plantear cierta duda sobre el futuro del libro impreso.
Si bien esta breve reseña histórica tiene como protagonista al libro en general, son los
libros destinados a niños y jóvenes en los que más han impactado las estrategias de
libros en función del éxito en las ventas y a crear diferentes tipos de estrategias para poder
enfrentar las demandas del mercado. Según los mercadólogos, las estrategias sirven para
plaza, producto.
Así, vemos cómo las editoriales implementan estrategias para diferenciar sus
importante (esta estrategia competitiva se hace muy evidente al comienzo del ciclo lectivo) o
proponen usos alternativos de sus productos (libros que incluyen juegos, Cd de música o páginas
para dibujar o pintar, stickers para completar las imágenes que aparecen en el libro, etc.) o
implementan métodos para incentivar la fidelidad del comprador: publicación de historias que se
continúan de un libro a otro o historias distintas pero que proponen un mismo pacto de lectura y
Otras estrategias tienen que ver con los estudios de mercado que se realizan para tomar
decisiones en relación con la publicación, precio y distribución del libro. Hoy, en nuestro país,
con una escolaridad obligatoria de 14 años (desde sala de cuatro años hasta 5to año de la
fotocopias que no pocas veces están institucionalizadas y ocupan parte de los anaqueles de las
Las editoriales miran con muy buenos ojos el “mercado escolar” por su amplitud y
en esta tarea, es protagonista. Como no se puede pensar la escuela sin libros, el gobierno escolar
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realiza grandes compras de libros de LIJ y manuales escolares para ser distribuidos luego en las
escuelas.
También las bibliotecas (públicas, populares, barriales) han incorporado la LIJ y destinan
parte de sus presupuestos a su compra y, en algunos casos, han acondicionado un espacio físico
mercado porque hoy son etapas de la vida que gozan de un estatus privilegiado. La infancia no
siempre ha sido considerada como una etapa de la vida con necesidades específicas y la
adolescencia, por su parte, es una invención que tiene poco más de medio siglo. De manera que la
mayor parte de los seres humanos a lo largo de la historia de la humanidad, no tuvo la posibilidad
de tener una infancia y una adolescencia. La enseñanza obligatoria y el ingreso tardío al mundo
del trabajo han provocado la elaboración de productos para el ocio infantil y juvenil: música,
cine, programas de televisión, ropa, lugares de juegos, de reunión, de comida. De esta lista no
En relación directa con el tipo de mercado se ponen en juego las estrategias referidas al
precio. Las editoriales o bien deciden realizar ediciones económicas, con precios más accesibles,
o bien ediciones más costosas por la calidad del papel, el tipo de encuadernación y la dureza de
tapas y contratapas. La calidad de la edición y, por ende, el precio, tienen relación directa con el
Más allá de la diferencia de precio dada por la calidad del objeto libro, también hay
diferencias de precios en ediciones de igual calidad. Fijar precios inferiores o superiores a los de
la competencia puede igualmente originar resultados satisfactorios, ya que el precio elevado está,
Otras estrategias que han sido resultado de la ampliación del mercado de la LIJ son las
que tienen que ver con la venta y promoción: muchas editoriales abren al público sus propias
librerías, aparece la figura del promotor y se multiplican las visitas de escritores a bibliotecas y
escuelas.
La figura del promotor que recorre escuelas, presenta libros, agenda teléfonos de docentes
y se pone al frente de los stands en las ferias de libros (que hoy tienen más de shoppings que de
ferias) resulta fundamental para dar a conocer “lo nuevo”. Los libros de LIJ surgen en cantidades
casi agobiantes para quien decide leer antes de recomendar o incluir en la “lista de lecturas”.
Los docentes tienen que conocer lo publicado, pues si el producto no se hace conocer, no
van a saber que existe y, por lo tanto, no van a recomendarlo o comprarlo. Las promociones se
realizan para cubrir necesidades concretas: las de la escuela, en un periodo de tiempo limitado: el
ciclo lectivo.
acudir a la librería son también criterios “silenciosos” de selección. Entre esos criterios agregaría
también la necesidad de hacer leer los libros que ya están en la biblioteca de la escuela o que ya
incluye en él no solo los elementos verbales, sino también las manifestaciones icónicas
(ilustraciones), materiales (tipografía, diseño) y puramente factuales (hechos que pesan sobre la
recepción, información que circula por distintos medios). De manera que podemos incluir entre
autor me permite incluir también como paratexto las propuestas didácticas, estén dentro del
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objeto libro o fuera de él. Se trata de un paratexto editorial con función autoral (Alvarado; 1994;
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actividades para la producción escrita; propuestas para trabajar con otras disciplinas.
La razón es sencilla y evidente: son una ayuda y facilitan el trabajo docente. Todo está
escuela que se pretende inclusiva, o si puede “funcionar” fuera de la sala de reuniones donde
Un aspecto para destacar en relación con lo anteriormente expuesto es que los libros de
LIJ que son acompañados por estas propuestas no son más caros que aquellos que no las traen.
Esto tiene una explicación: en muchos casos es imposible incrementar las ventas de un producto
sin aumentar el presupuesto. Para la empresa editorial, hacerse cargo de estos costos no sería un
El hecho es que las propuestas didácticas son una “tentación” y, a veces, un criterio
Entre las estrategias directamente relacionadas con el objeto libro aparecen las que
están centradas en el “envase”, esto es, las tapas, contratapas, solapas, portadillas y portadas.
aquellos aspectos que no son de la autoría del escritor sino del editor o del grupo editorial, pero
que hacen al primer contacto del lector con el libro y a partir de los cuales planteará sus hipótesis
de lectura. Se trata del paratexto del editor que tiene una clara función persuasiva.
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La preocupación por el envase “atractivo” hace que muchas veces el diseñador imite el
mundo gráfico1 utilizado en los programas infantiles o en los videojuegos y recree en las tapas de
los libros de LIJ el clima, el tono o el lenguaje de la televisión, los anuncios publicitarios y los
artículos de consumo con los que compite el libro. Un paratexto icónico2 atractivo, rico en
imágenes y colores, con grandes títulos y personajes al estilo Barbie, Hello Kitty, Hanna
Montana, Mario Kart o Freeman, pueden llevar a plantear hipótesis de lectura más ligada a estos
En estas últimas, el diseño y las decisiones editoriales referidas al paratexto son comunes
al conjunto de libros que las integran, dándoles de esta manera una identidad material y visual
perfectamente reconocible.
Cada colección suele ser identificada con un nombre (El Barco de Vapor, Los
Caminadores, Aldea literaria, Azulejos, por mencionar solo algunas) acompañado de un logotipo
colección. Igualmente, el tipo de contenido reservado para la contratapa se repite en todos los
ejemplares que integran el conjunto: resumen del argumento, en los libros destinados a los más
Las series, a su vez, son identificadas con la leyenda “a partir de…” como indicador de
edad, con un nombre (serie Del Tipito, serie Del Boleto, etc.), o bien con un color que es lo único
que cambia en el diseño de tapa y contratapa de una serie a otra de una misma colección. Este
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Si bien la ilustración en la LIJ cumple una función ligada al significado original de la palabra, esto es, “dar luz”,
“esclarecer” mostrando, hago referencia solo a la ilustración que tiene por objeto embellecer u ornamentar el libro y
que, por lo tanto, cumple una finalidad comercial.
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Maite Alvarado denomina “paratexto icónico” al conjunto de elementos icónicos (ilustraciones) y materiales
(gráficas) que ponen el acento en lo perceptivo (1994; 8).
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color identificatorio aparece también en el lomo, que incluye el título, el nombre del autor y el
logotipo.
También el diseño gráfico de la portada y el formato del libro se mantienen en una misma
colección y serie: cuadrados y de cantos romos para las series de los más pequeños, formato de
libro de bolsillo para las destinadas a lectores desde los 6 años. El número de páginas, si bien
varía según la edad del lector, es una constante también en cada serie, de manera que los lomos
son similares.
Según Gemma Lluch (2004), desde un punto de vista comercial, la colección busca la
repetición del acto de elección y compra y la identificación o la fidelidad del comprador y del
lector, que se convierte en una suerte de “coleccionista”. Por su parte, Genette sostiene que la
publicación de colecciones responde “(…) a una necesidad, por parte de los grandes editores, de
Mejorar el producto, editar nuevos libros, evaluarlos, ver qué es lo que la gente (niños,
jóvenes, docentes, padres) quiere es fundamental para una empresa editorial, para seguir siendo
imprescindible ejercer la selección. Si bien, como ya dije, esta es una práctica frecuente en los
adultos mediadores (docentes, padres, bibliotecarios) lo que hay que revisar no es el ejercicio de
recomiendo y hago leer), en otras desde criterios pedagógicos (el tema de este libro me viene
bien para trabajar algún contenido «transversal», o es de fácil lectura y no les va a resultar difícil
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de leer por sí mismos), o desde criterios morales (el libro es aparentemente correcto, no voy a
Creo que una manera de orientar la selección de buenas obras literarias para niños y
jóvenes consiste en acceder a los discursos críticos puestos al servicio del texto que circulan por
concretar la lectura, que la predispone y condiciona, que acompaña y coopera con el trabajo de
construcción o reconstrucción del sentido que hace el lector, podemos considerar estos discursos
como elementos paratextuales: los límites del paratexto, desde una perspectiva pragmática, están
Nadie puede leer todo lo que se publica y por eso resulta indispensable que las mismas
personas dedicadas a trabajar con la LIJ puedan desbrozar un poco el camino, opinar y, por lo
tanto, recomendar o no. Y en esto radica la más importante función de la crítica: descubrir libros
valiosos por su calidad literaria, obras que no deberían pasar inadvertidas, pero también escribir
sobre aquellos libros que están injustamente de moda y que no vale la pena leer.
Existen ya sitios de internet desligados de las editoriales y, por ende, sin “intereses
de voces autorizadas. Tienen una larga y seria trayectoria de trabajo hasta la fecha: EDELIJ,
de Castilla-La Mancha.
En estas prácticas y discursos hay que incluir también los elaborados por los mismos
adultos mediadores y, por qué no, por los mismos lectores, niños o adolescentes.
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Han aparecido, aunque en forma incipiente, blogs, foros de lectores y páginas en las que
docentes y alumnos comparten experiencias y vuelcan comentarios sobre sus lecturas literarias
cuya riqueza radica en que son “simplemente lectores”. Estas formas de animación a la lectura
tienen que ser promovidas, porque a través del correo electrónico, chat, Facebook o Twitter,
niños y adolescentes pueden dar a conocer sus opiniones, recomendar un libro a otro lector, pedir
información sobre otros libros del mismo autor o de temáticas similares. Para los mediadores son
una herramienta muy útil de información para conocer las opiniones y gustos de los lectores.
Creo que todas estas voces son las que hay que escuchar a la hora de seleccionar, pero
también se trata de generar, como docentes en ejercicio, los propios discursos que den cuenta de
nuestras lecturas, de cómo “funcionan” en el aula, para que otros se alimenten de ellas. Estos
discursos deberán contener suficiente información para que un padre pueda decidirse a la hora de
elegir un libro, para que un bibliotecario decida incorporar una obra a su fondo, para que otro
docente recomiende en clase su lectura y para que el público especializado sepa situar esa
este sentido, nos brindan la oportunidad de hacerlo en interacción con otras personas que pueden
trabajo colaborativo entre sus miembros, aglutinados alrededor de un objeto de estudio, la LIJ,
por el que hay un interés compartido. La oportunidad es única, solo hay que animarse.
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Bibliografía
FEVRE, Lucien y MARTIN, Henri-Jean. La aparición del libro. México DF: Fondo de Cultura
Económica, 2005.
nº 9. http://www.cerlalc.org/secciones/libro_desarrollo/Boletin_9.pdf
http://www.ediciona.com/documents/recursos/espacio_iberoamericano_del_libro.pdf
CEDRO. Taller de Ideas sobre el Libro (TILO). Nuevas estrategias de marketing editorial para
http://cedro.org/docs/documentos/conclusionestilo.pdf