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Se presenta una forma sencilla de crear un dipolo, usando una batería para
cargar dos pequeñas esferas conductoras conectadas a terminales opuestas.
También se ilustra una porción del campo eléctrico estático creado por el
dipolo. A distancias mucho mayores que d, la magnitud de este campo
disminuye en forma inversamente proporcional al cubo de la distancia al dipolo.
Supongamos que de repente se invierte la polaridad de la batería. Sabemos
que esta acción hará que se invierta la dirección del campo. Hagamos ahora
una pregunta básica: "¿Se sentirá de inmediato en todas partes este cambio en
el campo?" En otras palabras, ¿una carga de prueba en el punto A
experimentará de inmediato una inversión de la fuerza eléctrica? Nada que
hayamos visto hasta ahora nos permite responder a esta pregunta; por lo tanto,
pasemos a otra observación. Al invertir la polaridad de la batería, la carga debe
fluir por el dipolo durante el proceso de inversión del campo eléctrico. Durante
este tiempo, la corriente producida por el flujo de carga debe crear un campo
magnético. La pregunta es entonces: "¿Este campo magnético se percibe de
inmediato en el punto A?" De esta observación surge otra pregunta. Al invertir
el voltaje de la batería producimos un cambio en el campo eléctrico. Este
cambio crea a su vez un campo magnético por la corriente que produce el flujo
de carga entre las esferas. ¿Es posible generalizar este efecto a una situación
en la que no fluye carga en la región del campo eléctrico cambiante? Dicho de
otra manera, "¿un campo eléctrico cambiante induce siempre un campo
magnético, aunque no fluyan cargas?". Para responder a esta pregunta,
consideremos el ejemplo de las placas de capacitor que aparece en la figura
Usted podrá verificar que las unidades de esta expresión son amperes. El
punto clave de la nueva idea de Maxwell era que los campos magnéticos
pueden producirse tanto con una corriente real I. Usó la suma de los dos
términos, en la ley de Ampére, en lugar de solamente I. Maxwell escribió las
leyes conocidas con su nuevo postulado en una forma matemática conocida
como ecuaciones diferenciales. Aunque no podemos analizar los detalles
matemáticos en este curso, hay varias observaciones interesantes e
importantes que pueden hacerse en forma cualitativa. Como sus ecuaciones
incorporaban lo que ya se conocía sobre la electricidad y el magnetismo,
incluidas las constantes físicas conocidas Maxwell obtuvo ecuaciones
dependientes del tiempo que relacionaban E con B. Las soluciones de estas
ecuaciones representan oscilaciones senoidales (ondas) de la magnitud de los
campos. Asimismo, las ecuaciones predijeron que estas oscilaciones, ahora
llamadas ondas electromagnéticas, viajan por el espacio vacío con una
velocidad v determinada exclusivamente por las constantes fundamentales
contenidas en la ecuación:
visible
1887, casi diez años después de la muerte de Maxwell, el físico alemán
Heinrich Hertz (18571894) produjo ondas electromagnéticas a frecuencias
cercanas a los 10 8 Hz, ondas que ahora se conocen como ondas de radio.
Hertz midió la longitud de onda de sus ondas y calculó que su velocidad era 3.2
x 10 8 m/s, una cifra suficientemente precisa para demostrar en forma
experimental que las ondas de luz y de radio eran ejemplos del mismo tipo de
fenómeno ondulatorio. Regresemos a las preguntas que se hicieron al iniciar la
sección.
1 ¿Se transmiten en forma instantánea a todos los puntos los cambios en los
campos eléctricos y magnéticos? La respuesta es no. Todo cambio en uno de
estos campos se aleja de la fuente a velocidad c, de manera que a una
distancia r de la fuente se requiere un tiempo
Tomado de:
Bueche, Frederick J.; Jerde, David A.. Fundamentos de física II (6a. ed.).