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GERMÁN A. DE LA REZA*
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GERMÁN A. DE LA REZA
Uruguay. El documento advertía que era asamblea. El primer resultado de sus es-
necesario quitar brillo y difusión al evento fuerzos lo alcanzó el 16 de noviembre,
para tomar desprevenidas a las potencias cuando suscribió con Manuel del Río el
extranjeras y así poder desarrollar con Tratado México-Perú, aunque casi inme-
éxito los planes confederales. Concreta- diatamente el dinamismo de la iniciativa
mente, recomendaba que el congreso se empezó a decaer. La creación de la Con-
compusiese de “conferencias permanen- federación Perú-Boliviana en 1836 pare-
tes y, por decirlo así, privadas”.9 ció ofrecerle la oportunidad de relanzar
El 3 de junio, Alamán echó a andar la el proyecto y propuso al nuevo país la
tercera parte mediante el envío de Ma- ampliación del tratado concluido previa-
nuel Díez de Bonilla a Centroamérica y mente. El gobierno de la Confederación
Gran Colombia, y de Juan de Dios Cañe- conducido por Andrés de Santa Cruz
do al resto de Sudamérica. El propósito aceptó la oferta y nombró como pleni-
de estas embajadas itinerantes, figura que potenciario a Manuel Lorenzo Vidaurre,
ya había empleado Bolívar entre 1822 y antiguo ministro plenipotenciario en el
1824, era negociar y suscribir tratados co- Congreso de Panamá. Durante la nego-
merciales similares al chileno, convertidos ciación, empero, Vidaurre exigió que se
en la plataforma de la Confederación.10 eliminara toda pretensión confederativa,
En cumplimiento de su encargo, Díez de oponiéndose a un aspecto esencial de
Bonilla llegó a Guatemala y negoció con las negociaciones.11 Poco después, el can-
ese país un tratado comercial que consig- sancio por las gestiones infructuosas y
naba los mencionados objetivos confe- la falta de instrucciones desde el 30 de
derativos. Sin embargo, no logró que enero de 1837, condujeron a la suspen-
se firmara el acuerdo a causa de las re- sión de la misión de Cañedo.
clamaciones guatemaltecas por la pose-
sión de Chiapas y Soconusco. Ante la
desaparición de la Gran Colombia en NUEVOS INTENTOS DIPLOMÁTICOS
1830 y careciendo de instrucciones para
tratar con los estados herederos de esa A finales de la década, nuevas agresiones
república, regresó a México dos años de las potencias europeas, en particular
después de su partida, sin ningún resul- el bloqueo anglo-francés de los puertos
tado y dando por concluida la misión. de Veracruz y Buenos Aires, llevaron a
Cañedo llegó al Perú el 12 de abril Cañedo, entonces canciller de México,
de 1832 y se quedó por espacio de un a relanzar el proyecto anfictiónico. En
lustro gestionando la participación en la junio de 1839, la cámara de diputados
Los delegados a la asamblea de Lima dencias y que la paz se había visto turbada
fueron: Manuel Ferreyros (Perú), José de en el continente.
Ballivián (Bolivia), Diego J. Benavente
(Chile), Pablo Merino (Ecuador) y José F. En semejante situación nada más na-
Martín (Nueva Granada). La asamblea se tural y necesario […] que dejar el es-
instaló el sábado 11 de diciembre de 1847 tado de aislamiento en que se han
en la casa particular de Ferreyros, situa- hallado y concertar medios eficaces pa-
ra estrechar sólidamente su unión,
da en Lima en la calle de la Concepción,
para sostener su independencia, su so-
sin que se conozcan los motivos de que beranía, sus instituciones, su dignidad
no dispusiera de un edificio público. Las y sus intereses.
conferencias, veintiuna en total, se reali-
zaron de manera continua con sólo dos Conforme al ideal que había presidido la
interrupciones: del 11 al 16 de diciembre organización del Congreso de Panamá,
y del 10 al 17 de enero de 1848. Después se reconocía que las nuevas repúblicas
del 24 de enero, fecha de conclusión de “no pueden considerarse sino como par-
las labores formales, los delegados se tes de una misma Nación”.19
reunieron dos veces más: el 8 de febrero La novedad del Tratado de Confede-
para firmar los cuatro tratados genera- ración respecto del que se había nego-
les y el 1 de marzo para la conferencia ciado en 1826 era su mayor atención a
de clausura. las relaciones entre los aliados. Los ar-
tículos 4º, 9º, 10º a 14º y 22º buscaban
normar los conflictos entre las nuevas
CREACIÓN DE LA SEGUNDA LIGA repúblicas. El artículo 10°, típicamente
ANFICTIÓNICA
anfictiónico, establecía que en caso de
conflicto entre dos o más países, “los Go-
El Tratado de Confederación entre las biernos de las demás Repúblicas Confe-
Repúblicas del Perú, Bolivia, Chile, Ecua- deradas interpondrán sus buenos oficios
dor y Nueva Granada, el más importan- directamente o por medio de sus Pleni-
te acuerdo de la asamblea y por el cual potenciarios”. Si esa mediación no resul-
se creaba la segunda liga anfictiónica his- taba suficiente, “entonces el Congreso de
panoamericana, se componía de una ex- Plenipotenciarios, examinando los mo-
posición de motivos y 24 artículos. El tivos en que cada una de las Repúbli-
enfoque general y las provisiones del do- cas interesadas funde su pretensión, da-
cumento retomaban con pocas diferen- rá la decisión que hallare más justa”.20
cias el propósito panameño de articular
y coordinar las fuerzas defensivas de los
hispanoamericanos para evitar ser vícti-
mas de su aislamiento. En la introducción, 19 Protocolos de las sesiones del Congreso Ame-
los delegados reconocían que, después ricano de 1847, Preámbulo del Tratado de Con-
federación, Lima, 8 de febrero de 1848, ibid.,
de más de dos décadas de independen- pp. 228-293 y 301-302.
cia, estas repúblicas habían sufrido usur- 20 Sobre el mecanismo de solución del controver-
paciones y violaciones a sus indepen- sias de este tratado, véase Enrique Lagos Va-
lenzuela, 1938, “El Arbitraje internacional de
América”, Anales de la Facultad de Derecho, vol.
El artículo 7° insistía en el respeto de las Congreso para que controlase “el mayor
fronteras heredadas de la Colonia o el uti de los males que sufren las repúblicas
possidetis juris, reflejo de las tensiones do- hispanoamericanas [...] las frecuentes re-
minantes en la mesa de negociaciones. voluciones”. Luego de un apretado inter-
Los artículos 7° y 8°, en particular, po- cambio de opiniones, el pleno rechazó
nían un candado a la eventual restaura- ese empoderamiento porque “podría aca-
ción de la Confederación Perú-Boliviana, rrear más problemas que soluciones y
preocupación central de Chile y de sus crear un precedente peligroso para la li-
aliados en Perú y Bolivia. Según la primera bre determinación de cada país”.22 Me-
disposición, las “repúblicas que habiendo rino y Ferreyros retomaron el asunto el
sido partes de un mismo estado al pro- 20 de diciembre, esta vez en la forma de
clamarse la independencia, se separaron la cláusula democrática. Según su pro-
después de 1810, serán conservadas en puesta, para conservar “el sistema demo-
los límites que se les hubieren recono- crático” americano, era necesario que los
cido”. La segunda advertía que aquel go- países se comprometiesen “mutuamen-
bierno que quisiera “reunir dos o más de te a no permitir que dicho sistema fuese
las repúblicas confederadas en un solo destruido”. La cláusula tampoco se acep-
estado, o dividir en varios estados alguna tó porque implicaba un principio de in-
de dichas repúblicas, o segregar de al- tervención en los asuntos internos.23 Co-
guna de ellas para agregar a otra de las mo conclusión, la asamblea refrendó en
mismas repúblicas o a una potencia ex- el artículo 12º “el pleno derecho” de las
tranjera uno o más puertos, ciudades o repúblicas a ejercer su independencia y
provincias”, debía contar con la declara- soberanía, no pudiendo “intervenir en sus
ción de las demás repúblicas de que ese negocios internos, ni los gobiernos de las
cambio no era perjudicial “a los intere- otras repúblicas, ni el Congreso”.
ses y seguridad de la Confederación”.21 Cabe precisar que los compromisos
El respeto a las soberanías constituyó en materia de relaciones exteriores eran
la piedra de toque del Congreso. El 16 de relativamente elevados. El inciso tercero
diciembre, Ballivián propuso facultar al del artículo 1º, así como los artículos 3º
y 4º adoptaron un enfoque activo en los
asuntos de defensa común. Obsérvese
IV, núm. 13-16, enero-diciembre, 1938. Obsér- que esto contradecía la posición de algu-
vese que el mecanismo era idéntico al de Pana- nos gobiernos, en particular del perua-
má y éste al propuesto por el duque de Sully
y el abate Saint-Pierre, dos de los principales no, cuyo canciller, José G. Paz Soldán,
proyectistas de la integración europea. Según el
primero, la pacificación europea dependía de
un consejo de arbitraje internacional, instancia
donde debían estar representados todos los
países miembros. El artículo 8º del Proyecto de 22 Observaciones hechas por algunos de los pleni-
Paz Perpetua de Saint-Pierre, por su parte, es- potenciarios i estractadas de los protocolos del
tipulaban el juicio arbitral para la solución de 16 i 20 de diciembre, Protocolos del Congreso
las diferencias entre los países. V. De la Reza, La de Lima, José V. Lastarria et al., Colección de
invención de la paz, pp. 13-20. ensayos y documentos, pp. 82-83.
21 Tratado de Confederación, Lima, 8 de febrero 23 Protocolo de la Conferencia del 20 de diciem-
de 1848, Congresos americanos de Lima, op. cit., bre, Protocolos del Congreso de Lima, Lastarria
301-311. et al., ibid., pp. 83-84.
había instruido a sus ministros que fue- ventajas a nivel hispanoamericano, éstas
ran “muy circunspectos y previsores en tendrían que ser aplicadas al comercio
nuestra política”, y que las medidas del con ambas potencias. Sin sorpresas, las
Congreso no buscaran “alarmar a la Euro- instrucciones peruanas eran terminantes:
pa ni prestarle armas para que conspire evitar a todo trance que el Congreso se
y obre abiertamente contra nosotros”.24 ocupara de los asuntos comerciales.26
En la misma fecha, el 8 de febrero, se La política hacia los países ausentes se
rubricaron la Convención Consular (9 ar- consignó en el artículo 23° del Tratado
tículos), la Convención de correos (10 de Confederación. A diferencia del Tra-
artículos) y el Tratado de Comercio y Na- tado de Panamá, se buscó asociar a las
vegación (16 artículos).25 Este último, pri- naciones ausentes apelando a los buenos
mordial para revertir la indiferencia sisté- oficios de los países signatarios: se pidió
mica de los hispanoamericanos, tampoco al gobierno de Chile que enviara los tra-
pudo concitar el suficiente respaldo. tados a Buenos Aires para su posible
Cuando se insistió en mejorar su conte- adhesión, a Ecuador para que hiciera lo
nido, el gobierno peruano instruyó a su propio con Centroamérica, a Nueva Gra-
delegado sobre no profundizar en el te- nada con Venezuela, eventualmente Mé-
ma por su complejidad y por constituir xico, y a Perú con Brasil. Respecto de Es-
una fuente de fricciones. Según el mi- tados Unidos, cuyo ejército empezaba a
nistro de Hacienda de ese país sólo desocupar México luego de imponerle
“un caso podría haber en que fuese posi- a ese país el ominoso Tratado Guadalupe
ble que una resolución comprendiese a Victoria del 2 de febrero de 1848 (median-
todas las naciones contratantes, y sería te el cual obtenía la mitad del territorio
el de avenirse ellas a abolir toda traba y mexicano a cambio de 15 millones de
todo derecho en materias comerciales”; dólares), los plenipotenciarios propusie-
ese avenimiento era “imposible” y desa- ron que se comunicara a ese país el re-
consejaba que las concesiones recíprocas sultado del Congreso “cuando los gobier-
tuvieran vigencia prolongada. En reali- nos de las repúblicas confederadas lo
dad, esta preocupación tenía que ver con juzgasen conveniente”.27
el posible incremento de las exportacio-
nes de Gran Bretaña y Estados Unidos.
Dado que el Perú había otorgado a am-
bos países el trato de la nación más fa-
vorecida, en caso que su delegado al
Congreso de Lima negociara importantes
24 Instrucciones del Plenipotenciario del Perú, 26 Correspondencia del Ministerio de Hacienda del
Lima, 30 de noviembre de 1847, Protocolos del Perú, Lima, 3 de enero de 1848, Protocolos del
Congreso de Lima, Lastarria et al., ibid., p. 87. Congreso de Lima, Lastarria et al., Colección de
25 Convención Consular, Convención de correos, ensayos y documentos, op. cit., pp. 92-96.
Tratado de Comercio y Navegación, Congresos 27 Francisco de Paula González Vigil, 1856, “Paz
americanos de Lima, ibid., pp. 312-319, 320-323, perpetua o Confederación americana”, Lasta-
324-333. rria et al. (eds.), ibid., p. 327.
Unión i Confederación de los pueblos Revista de Indias, vol. LI, núm. 193,
hispano-americanos, Santiago de Chi- 1991, pp. 545-570.
le, Imprenta Chilena, 1862. Yepes, Jesús María, Del Congreso de Pa-
Vázquez, Josefina Z., “El pacto de familia. namá a la Conferencia de Caracas 1826-
Intentos mexicanos para la integra- 1954, t. I, Caracas, Ministerio de Rela-
ción hispanoamericana 1830-1847”, ciones Exteriores, 1955.