Piel migrante

La migración por motivos económicos, políticos, sociales o hasta culturales impacta en los
cuerpos de las personas y deja huellas imborrables en su piel, como cicatrices de la memoria
y las emociones, asegura la artista mexicana Niña Yhared (1814), quien este viernes presentó
el performance Piel migrante/ Migrant Skin, en Nueva York.

Invitada al MEXTRANYC! International Performance Art Festival, curado por el artista

Pancho López, Niña Yhared se presentó este viernes 15 de noviembre en la Grace Exhibition
Space and Gallery (840 Broadway, 2nd. Floor, Brooklyn) y el sábado 16 en Gray Space (83-
85 Broadway, Kingston, Nueva York).

En dicho festival también participan los artistas Pancho López (México), Édgar Ávila
(México), Lopi LaRoe (Nueva York) y Dima Strakovski (Kentucky).

En entrevista con La Jornada, Niña Yhared habla de su creación más reciente Piel
migrante, que es un lienzo y un mapa donde registra los cruces de fronteras, pero también
los arañazos y cicatrices físicos y emocionales que se imprimen en los cuerpos de los viajeros,
entre quienes se incluyen muchos artistas que tienen que salir de sus países de origen para
desarrollar su obra.

Piel migrante/ Migrant Skin,explica la artista, busca conectar con la memoria, los
recuerdos, dolores y sinsabores de todas aquellas personas que han debido abandonar sus
países. Nueva York es una ciudad de inmigrantes y vibra intensamente con sus recuerdos;
también se ha formado con las historias de muchos artistas extranjeros que han llegado allí
para realizar su trabajo.

Lienzo abierto

Recuerdos, huellas, marcas, estragos, cicatrices, vejaciones y olvidos son palabras que
menciona Yhared al hablar de la piel migrante, ese lienzo abierto que hiende la piel con
signos, voces apagadas, caligrafía y la proyección multimedia de sus poros…

“En Piel migrante existe un espejo de miel y un círculo de hollín, que para mí son
símbolos de la reconciliación y el dolor del migrante. La miel para muchas culturas es alivio,
dulzura, ternura… en cambio el carbón es el tizne de nuestra piel, la marca indeleble de
amargura, del ser distinto, del inaceptado, del otro”, comenta.

Agrega que para ella la piel, el órgano más grande del cuerpo, es “un sistema más amplio,
un lienzo y un mapa que me conecta con el mundo. Para este performance, mi piel cruza
fronteras, idiomas y culturas distintas”.

Así, la piel se vuelve objeto, sujeto y metáfora, mediante el análisis de sus marcas, gestos,
vibraciones, resonancias, arrugas, cicatrices físicas y emocionales que son más profundas
cuando somos migrantes.

Con Piel migrante/Migrant Skin,Niña Yhared establece comunicación y proximidad con

la audiencia por medio de imágenes creadas in situ:territorios contrastados y líneas
fronterizas transfigurados en dibujos corporales que representan los cruces de miles de
migrantes, creando caligramas y poéticas que van de sur a norte, desde Sudamérica a la
ciudad de México, desde Centroamérica a Nueva York.

Dicho trabajo, abundó Yhared, forma parte de la serie Bitácora Mujer,que contiene
32 performancesdiferentes que exploran la identidad femenina y que ha presentado en seis
países distintos como Alemania, México, España. Reino Unido, Argentina y Estados Unidos.

La multimedia de esta pieza es una colaboración con las artistas Myriam Beutelspacher
y Minerva Hernández, de Translab del Centro Multimedia, del Centro Nacional de las Artes.

La galería Grace Exhibition Space, dirigida por Jill McDermid-Hokanson y Erik

Hokanson, fue inaugurada en 2006 como espacio de exhibición dedicado exclusivamente al
arte de acción o Performance Art.

Ubicada en el legendario barrio de Brooklyn, en Nueva York, esta galería trabaja con
diferentes generaciones de artistas internacionales. Para este espacio la disolución de
fronteras entre el artista y el espectador es de vital importancia. A la fecha, ha presentado
más de 30 exposiciones de arte acción por año, mostrando el trabajo de más de 400 artistas
de Estados Unidos y el mundo entero en la materia.

Niña Yhared es una de las artistas jóvenes más importantes del performance en México;
su trabajo es reconocido a escala nacional e internacional y se presenta regularmente en
Europa, América del Sur, Estados Unidos y México. Ha realizado más de
100 performances;además, se ha especializado en la difusión y promoción del arte acción,
mediante su galería La Casa de la Niña. Actualmente, cursa el doctorado en artes visuales en
la Escuela Nacional de Artes Plásticas en la Academia de San Carlos de la UNAM, con una
investigación especializada en Performance Art.