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Los Hongos Tibetanos popularmente conocidos como kéfir de agua, son una mezcla de bacterias y
levaduras que se encuentran en una matriz de polisacáridos creada por bacterias. Así como con los granos
de kéfir (búlgaros), los microbios presentes en los tibicos actúan en simbiosis para mantener un cultivo
estable, semejantes a masas gelatinosas compactas de color blanquecino o amarillento, translúcidas u
opalescentes de forma irregular y tamaño variable. Los tibicos pueden fermentar en diversos líquidos
azucarados, alimentándose del azúcar para producir ácido láctico, etanol y dióxido de carbono, lo que hace
que el agua esté carbonatada.
Apenas recibas los hongos, destápalos, lávalos con agua preferiblemente filtrada,
vierte los hongos en una jarra de vidrio con suficiente agua y un trozo de panela
para alimentarlos.
Tápalos con una servilleta o una tela.
No meter los hongos a la nevera
No usar recipientes metálicos
Déjalos reproduciendo por 24 horas, al día siguiente colar el agua (en una coladera
no metálica), y la bebida está lista para tomar o refrigerar y disfrutar de sus
bondades.
Repetir el procedimiento
Nota: Tiempo máximo de fermentación 36 horas. El hongo tibetano después de
ese periodo se convierte en vinagre.
Nota: Los hongos no se comen, solo se utiliza el agua después de su proceso de fermentación con la panela,
azúcar o fruta.