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Alumno: Marco Antonio Guardamino Ojeda Código: 19010248

Curso: Estrategias de Aprendizaje Sección: 4

Ensayo crítico:
¿Se está aprendiendo profundamente en las universidades?

Luego de conocer un poco de la historia de la humanidad, nos habremos


preguntado en algún momento ¿cómo llegamos a tener lo que tenemos en nuestro
alrededor?, ¿cómo es que el hombre llegó de ser un individuo creyente sin
cuestionamiento de lo que un grupo perteneciente a una sociedad estratificada decía
a tomar una foto de un agujero negro a millones de kilómetros?, ¿cómo somos
capaces ahora de desarrollar mejoras en nuestra calidad de vida a tal punto de poder,
a veces, vencer a una muerte segura? Estas preguntas y muchas otras conllevan a
pensar sobre el origen de tal conocimiento acumulado durante varios siglos. Y sí, gran
parte de ello se lo debemos a las universidades.
Es así que, a través de la historia, miles de universidades se han creado
alrededor del mundo con el fin de crear conocimiento que pueda hacernos entender
mejor la existencia de todo, así como mejorar nuestra productividad y calidad de vida.
Ya sea en Europa, con sus universidades más antiguas y famosas, o en América
Latina, en donde el conocimiento también se escribe en español, el saber se crea o
se actualiza cada vez más rápido gracias a la globalización y al acceso cada vez más
fácil de la información. Sin embargo, no todos los que estudian en una universidad lo
hacen con la intención de actualizar o crear conocimiento, y menos aprender a usarlo.
En el Perú, muchos estudiantes universitarios ni siquiera aprenden profundamente lo
que se les enseña en las aulas universitarias debido a factores que involucran a los
estudiantes, el Gobierno, las universidades y los profesores.

Lamentablemente en el Perú, y probablemente también en algunos países


latinoamericanos, en donde la mayor parte del empleo ofertado es informal, es
necesario un grado académico universitario a veces para poder ascender en un
trabajo mal remunerado o incluso para poder aplicar a uno. Es entonces que una gran
cantidad de personas acuden a varias universidades a informarse sobre los pagos que
deben hacer durante sus años de estudio de una carrera universitaria de interés para
poder obtener eventualmente un grado académico. Es aquí donde un gran problema
surge: algunos estudiantes no tienen el interés de aprender profundamente, no
estudian una carrera universitaria con el objetivo de crear o actualizar conocimiento,
sino con el mero fin de obtener un diploma en físico para mejorar su calidad de vida
al poder aspirar a un ingreso mayor al que hubieran tenido si no tuvieran “el cartón”.
Por otro lado, el Gobierno no ha estado promoviendo una enseñanza
universitaria con un enfoque orientado a la investigación, y es a través de esta que los
estudiantes no solo aprenden, sino que lo hacen profunda y críticamente. Las mallas
curriculares de muchas universidades contienen cursos en los cuales impera la
educación tradicional (el profesor monólogo y el estudiante memorista) o sus
diferentes variantes. Es así que no se incentiva al estudiante a desarrollar un
pensamiento crítico fuerte de lo que escucha y una curiosidad que lo pueda llevar a
emprender investigaciones de la infinidad de temas que existen. No hay horas
dedicadas exclusivamente a desarrollar una investigación, a excepción del último año
académico en el que ahora (recién luego de la puesta en marcha de la polémica Ley
Universitaria) es necesario realizar un trabajo de investigación para obtener el primer
grado universitario.
Además, en varias universidades no se ofrecen talleres que puedan ayudar a
formar estrategias de aprendizaje útiles para la vida universitaria del estudiante, así
como el acompañamiento de este durante su carrera. Todos los estudiantes
universitarios provienen de una realidad familiar y socioeconómica diferente, que ha
influenciado durante varios años su formación escolar y en una de las más importantes
elecciones de sus vidas (las carreras universitarias que formarán las bases de su vida
profesional). Es por ello que comenzar un camino académico de varios años sin
estrategias de aprendizaje puede ser desventajoso provocando que no haya
generalmente un aprendizaje profundo y no se interiorice este en el know-how del
futuro del país.

Asimismo, los profesores influyen en el hecho de que no haya un aprendizaje


profundo por parte de los estudiantes. Hay varios profesores que pueden conocer
mucho del tema que enseñan, pero sus prácticas pedagógicas no son las más
adecuadas para transmitir su conocimiento al estudiante. El caso de que haya varios
profesores así dentro de una universidad hace que los estudiantes sean enseñados
de diferentes maneras (no siempre las mejores). Así es como se forma una brecha
entre las calidad de enseñanza dentro de una misma universidad; por ello es necesario
que los profesores de un mismo curso coordinen para llegar a implementar una mejor
forma de transmitir su conocimiento a los estudiantes, motivándolos a poner de su
parte para profundizar en lo aprendido del tema en clase.
En conclusión, no hay solo un responsable de la falla en el proceso de
aprendizaje de muchos estudiantes universitarios, sino varios. Es necesario que todas
las partes involucradas (gobierno, universidades, profesores y estudiantes) pongan de
su parte para que el aprendizaje universitario sea de mejor calidad, y así evitar formar
profesionales que solo sepan a medias lo que deberían saber profundamente. Ya sea
a través de leyes, incentivos, adecuada infraestructura o una mejor predisposición al
cambio, la decisión que se tome para mejorar la enseñanza de aprender repercutirá
en los profesionales y la economía del mañana.

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