Bogotá, 6 de marzo de 2017

PARA: Miss Sandra J. Acosta

DE: Abel Gutiérrez
Referencia: Respuesta a las observaciones frente la inconformidad del proceso académico evidenciado en el aula.

Comedidamente, me dirijo de una manera respetuosa para atender y dar respuesta formal a las observaciones realizadas por usted en el cuaderno del
menor Abel José, con el siguiente documento a saber:

A propósito de la atención a la diversidad en el aula

La educación escolar tiene como finalidad fundamental promover de forma intencional el desarrollo de ciertas capacidades y la apropiación de
determinados contenidos de la cultura necesarios para que los estudiante puedan ser miembros activos en su marco sociocultural de referencia.
En este sentido, la ley General de Educación dice en su artículo 15:“la educación prescolar corresponde la ofrecida al niño para su desarrollo integral
en los aspectos biológicos, cognoscitivos, sicomotriz, socio-afectivo y espiritual”. Ley 115 de 1994

En razón a ella, en las aulas de clase se debe abarcar un cúmulo de vivencias cotidianas en torno al contexto y la realidad inmediata de los
estudiantes que fomenten el reconocimiento, la aceptación, la valoración de las cualidades, debilidades; atendiendo a la diversidad de estilos y
ritmos de aprendizaje; lo que favorece potenciar, las emociones, sentimientos y motivaciones de los niños y niñas en el fortalecimiento de sus
capacidades y crecimiento personal. Para conseguir la finalidad señalada, el colegio ha de conseguir el difícil equilibrio de ofrecer una respuesta
educativa, a la vez comprensiva y diversificada; proporcionando una cultura común a todos los estudiantes, que evite la discriminación y
desigualdad de oportunidades, y respetando al mismo tiempo sus características y necesidades individuales.

Existen unas necesidades educativas comunes, compartidas por todos los alumnos, que hacen referencia a los aprendizajes esenciales para su
desarrollo personal y socialización, que están expresadas en el currículo escolar; referente del que usted hace alarde basada en la Ley 115 de 1994.

Sin embargo, no todos los estudiantes se enfrentan con el mismo bagaje y de la misma forma a los aprendizajes en él establecidos, todos los niños
y niñas tienen capacidades, intereses, ritmos, motivaciones y experiencias diferentes que mediatizan su proceso de aprendizaje, haciendo que sea
único e irrepetible en cada caso, para lo cual las instituciones educativas al inicio de cada año escolar ejercitan los procesos de caracterización a
través de la evaluación diagnóstica que les permita tener además, de lo psicosocial, informe de los ritmos y estilos de aprendizaje individualizados
de los aprendientes. Esto es pertinente, ya que la institución con su cuerpo docente y equipo interdisciplinario especializado debe adoptar e
implementar estrategias pedagógicas en la atención a poblaciones con necesidades individuales distintas y realizar las adaptaciones curriculares
con los cambios necesarios y pertinentes.

Al respecto, la psicopedagoga Cynthia Duk, y la psicóloga Pía Sius, al conceptualizar que son adaptaciones curriculares lo definen como “un
instrumento o estrategia de individualización de la enseñanza, por cuanto son modificaciones que se realizan en la programación curricular común
para atender las diferencias individuales de los alumnos”1 .

En este sentido, es importante que en la institución se realice la plena caracterización de la población heterogénea que se atiende, ya que los
ritmos y estilos de aprendizaje de los estudiantes difieren unos de otros, las capacidades, potencialidades, los intereses y las motivaciones son
distintos. El concepto de diversidad nos remite al hecho de que todos los alumnos tienen unas necesidades educativas individuales propias y
específicas para poder acceder a las experiencias de aprendizaje necesarias para su socialización, cuya satisfacción requiere una atención
pedagógica individualizada; y a esto, es a lo que se refiere nuestra inconformidad en el proceso que usted adelanta con el menor Abel José.

Porque, el cuerpo docente del colegio debe tomar como punto de partida, el reconocimiento de los diferentes modos de aprendizaje de los
estudiantes para luego tomar como referente el currículo oficial en el que se debe revisar los objetivos fundamentales y los contenidos por
asignatura sugeridos en cada ciclo de enseñanza; esto con el fin, de realizar las adaptaciones necesarias que asegure el éxito del proceso de
aprendizaje de todos los estudiantes. Para ello, se debe definir una planificación educativa, revisando desde luego, las prácticas docentes y
haciendo las modificaciones que respondan las diferencias individuales de los niños, niñas.

Para finalizar concluyo que la atención a las diferencias individuales en el aula debe enfocarse en la revisión al currículo oficial para realizar las
adaptaciones curriculares que propenda al éxito de los estudiantes y no al retroceso de procesos académicos vistos. Considero además, que si al
concebir nuestras prácticas pedagógicas atendiendo debidamente las particularidades individuales de cada estudiante a partir de un acertado
diagnostico el cual debemos ir actualizando sistemáticamente, los resultados del proceso será un cambio de actitud que conlleve al mejoramiento
continuo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Sin otro particular,

Abel Gutiérrez

1
Cynthia Duk, Ana M. Hernández. Pía Sius. LAS ADAPTACIONES CURRICULARES: Una estrategia de individualización de la enseñanza. Pág. 2 .