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La invisibilización de discursos
alternativos en el ámbito comunitario y político en Venezuela.
Para nadie es un secreto la polarización que existe en Venezuela y que a partir del
golpe de estado del 2002 se agudizó acentuando el conflicto entre los dos bandos políticos
ya mencionados, fortaleciendo además los estereotipos asignados arbitrariamente a lxs
partidarixs de uno u otro bando, reproduciendo las descalificaciones y decretando una
enemistad a muerte, por ende, irreconciliable. Esta conflictividad no sólo se evidenció en
posturas ideológicas antagónicas y en el discurso agresivo de unxs hacia otrxs, sino que
además procuró la demarcación físico territorial en las principales ciudades del país y
específicamente en Caracas “los de Chuao vs los de Puente Llaguno”, afianzando el miedo
de las y los ciudadanos a transitar por ambos territorios por temor a ser agredidxs según
su afinidad político partidista. Dicha demarcación territorial reapareció indiscutiblemente
en los sucesos violentos de las guarimbas de 2014 y 2017: “los de Altamira y el este vs los
del centro y el oeste”. A este fenómeno se le conoce como territorialización del conflicto y
es propio del proceso de polarización política y social.
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¿Nosotros o ellos? Representaciones sociales, polarización y espacio público en Venezuela. Cuadernos del
Cendes versión On-line ISSN 2443-468X CDC v.25 n.69 Caracas dic. 2008.
el bando que señala al otro como enemigo, como rival, despliega acciones cuyo interés es
invisibilizarlo, o peor aún, eliminarlo. La profesora Lozada (2008) identifica 7 elementos
que caracterizan psicológicamente el proceso de polarización social que vive la población
venezolana:
5. Cohesión y solidaridad al interior del propio grupo y conflicto latente o manifiesto entre
grupos opuestos.
En nuestro país hace tiempo que expiró el debate de las ideas, y en su lugar se
promueven insultos hacia lxs sujetos, con oprobios y mofas que dejan mucho que decir
del nivel discursivo no sólo de quienes se encuentran a la cabeza sino de todos los actores
sociales ¿cómo se puede de esta manera participar políticamente?
Por ende, nos negamos a ser invisibilizadas, a tener una identidad política
soterrada, y por ende nos erigimos frente a esta polarización extrema más fuertes, con
más argumentos, creyendo en la humanización del discurso y en la apropiación de los
espacios públicos para denunciar nuestras posturas desde el artivismo. No somos víctimas
pero tampoco victimarias, somos sujetas políticas en una Venezuela que reclama a gritos
una solución a esta furia desatada por titanes que se pelean por sus intereses particulares.
Nos erigimos frente a la tortura de la violencia discursiva y los mecanismos de control
desatados por quienes dicen ser promotores de la paz. La paz no se decreta, se construye
y esto se logra propiciando los espacios para el encuentro de las opiniones diversas, la
tolerancia y el respeto del otro/a como un/a legítimo/u otro/a.