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Transiciones

¿Del industrialismo
al posindustrialismo?:
las desigualdades
entre economías
Observaciones preliminares
Hugo Nochteff*

* Investigador independiente del CONICET en economía. Profesor-investigador e


FLACSO. Investigador principal del Area de Economía y Tecnología de FLACSO Sede
Argentina <hugon@flacso.org.ar.>. El autor agradece a Eduardo Basualdo y a Lidia
Inés Rodríguez Olives sus sugerencias y comentarios, y a Enrique Arceo que le haya
facilitado datos elaborados a partir de diversas fuentes, especialmente sobre el sector
financiero en el período posterior a 1973, y que aún no ha publicado. Cualquier error
en el uso de tales datos, así como el conjunto del artículo, es de exclusiva respons-
abilidad del autor. Este artículo se presentó como ponencia en las Jornadas sobre “El
Estado y las perspectivas de las ciencias sociales hacia el tercer milenio”, Rosario,
30/9/99; FLACSO/UNRosario/CLACSO.
Industrialismo y posindustrialismo 2

Los países no son ricos porque tienen servicios, sino que


tienen servicios porque son ricos.

Desde un enfoque de economía política en este artículo se exponen los siguienes argumentos.
• La proposición de que se está pasando de un período de industrialismo (o industrialización, o
de sociedad industrial) a uno de posindustrialismo (o posindustrialización, o sociedad posin-
dustrial) se sostiene muy a menudo a partir de una interpretación incompleta o excesivamen-
te simplificada de un conjunto limitado de datos sobre empleo; además dicha proposición sue-
le no estar suficientemente acotada ni especificada, por lo que puede ser usada de modo erró-
neo y conducir a interpretaciones falsas de la dinámica económica.
• En la mayoría de los casos, la proposición mencionada se funda en el crecimiento de los ser-
vicios1 y, sobre todo, en la alta proporción de la población empleada en ellos. Tal fundamen-
to suele presentarse sin tener en cuenta las razones de este fenómeno, ni los cambios en las for-
mas de trabajo y las funciones de producción en los servicios, ni de qué tipo de servicios se tra-
ta, ni de las diferencias de los servicios predominantes en los países según sus productos per
capita.
• La proposición mencionada en el primer punto suele llevar a sostener que los países a los que
suele clasificarse como “en desarrollo” deben concentrarse en la creación y fomento de los ser-
vicios más que en las actividades primarias y secundarias, por una parte porque se sostiene que
ésta es la única vía -o al menos la más eficaz- para crear empleos, por otra porque se presume
que si los servicios tienen una alta participación en el valor agregado y el empleo de los países
más ricos, el sendero de los servicios es también el “sendero del desarrollo” para el resto de los
países, lo cual es diferente al primer camino de imitación trunca que hemos conocido (Fajnzyl-
ber, 1983)2 - Ello suele recomendarse sin especificar suficientemente de qué servicios se trata
y sin tener en cuenta la estructura y la dinámica macroeconómica, especialmente las de los paí-
ses periféricos.

Todo lo anterior, quede aclarado de los servicios en el producto a


desde el principio, no implica ar- precios corrientes en los países
gumentar que el creciente peso centrales y los periféricos de in-
1
En este artículo, al referirse a los servicios se excluyen en buena medida los ás tradi-
cionales, que son capital intensivos desde hace décadas, tales como electricidad, gas
o agua.
2
Buena parte de los argumentos que se exponen en este artículo siguen algunos análi-
sis desarrollados por Fernando Fajnzylber en “La industrialización trunca de América
latina” y en otras.
3 realidad económica 172

gresos medio-altos, así como en de la proposición inicial, se ar-


su demanda de empleo, no esté gumentará que afirmar que se
contribuyendo de modo muy está pasando de la industrializa-
significativo al cambio de las re- ción (o los equivalentes mencio-
laciones económicas, políticas y nados) a la posindustrialización
sociales. Por lo contrario, estas (también con sus respectivos
transformaciones están ocu- equivalentes) sin tener en cuen-
rriendo, aunque impulsadas por ta las especificaciones, acota-
cambios institucionales más ge- ciones y límites aludidos, y afir-
nerales y transformaciones en la mando implícitamente o explíci-
esfera de la producción más que tamente que los servicios son el
en la de la circulación. Sus ras- nuevo sector dinámico de la
gos y efectos no se tratarán economía puede llevar, y usual-
aquí, tanto por razones de espa- mente lleva, a serios errores po-
cio cuanto porque su propósito sitivos y normativos.
es acotar, aclarar y someter a • Por otra parte, en lo que hace a
crítica las afirmaciones genéri- la desigualdad, se argumentará
cas sobre el paso de la indus- que el caso general es que los
trialización a la posindustrializa- productos per capita de los paí-
ción mencionadas en los prime- ses (en términos de economías
ros párrafos. Tampoco (como se nacionales y de conjuntos de
verá más adelante) se descono- economías nacionales que pue-
ce o niega que la economía ac- den agruparse usando criterios
tual, comparada especialmente razonables) no están conver-
con la de la llamada “edad de giendo. En otros términos, que
oro” (1950-1973) está menos la distribución del producto entre
caracterizada por el crecimiento economías no tiende a mejorar.
de los sectores productores de Por lo contrario, y basándose
bienes y de servicios reales que teóricamente sobre Lucas
por el endeudamiento y la espe- (1988)3 y estadísticamente en
culación financiera, actividades Maddison (1995), se sostendrá
que en una primera gran divi- que en el período que se inicia
sión deben clasificarse como en torno de principios de los se-
propias de la esfera de la circu- tenta y cuyo comienzo suele da-
lación y no de la producción. tarse en 1973, tal distribución ha
En resumen, y siempre respecto empeorado. No se tratará la dis-
3
De modo extremadamente estilizado, Lucas sostiene que el lag en educación y
learning by doing entre los países avanzados y los atrasados compensa la mayor efi-
ciencia marginal de la inversión en los segundos, por lo que la diferencia en el
rendimiento del aumento del factor capital no produce convergencia. Basándose sobre
diversas causas, otros modelos de crecimiento, como los de Nelson y Wright, Patel y
Pavvitt, o Paul Romer, llegan a conclusiones similares. Para una reseña actualizada y
bastante completa del problema ver Faberger, (1994).
Industrialismo y posindustrialismo 4

tribución del ingreso al interior ción de los sectores primarios en


de las economías, pero el grue- el producto y el empleo decayó
so de la literatura demuestra sistemáticamente respecto de la
que se ha tornado creciente- del resto de la economía mundial.
mente desigual. En términos estilizados, algo
muy similar ocurrió con la indus-
Productividad y precios tria. El aumento de la productivi-
dad industrial fue, ya desde me-
diados del siglo pasado, mayor
Durante un largo período que se que la del agro, e incomparable-
inició hacia el tercer cuarto del si- mente mayor que la de los servi-
glo XVIII y se extendió hasta prin- cios. Sin embargo, por varias ra-
cipios del XX , así como durante la zones, la industria no repitió de
“revolución verde” del siglo XX, la modo lineal el sendero que habían
productividad del sector agrícola seguido los sectores primarios (y
creció más que la de la mayoría en especial los de recursos reno-
de las actividades, e incompara- vables). Entre esas razones cabe
blemente más que la del sector de mencionar las que siguen.
servicios. El aumento de la pro-
ductividad agrícola, conjugado • Los productos industriales se di-
con otros fenómenos de carácter ferenciaron mucho más que los
institucional y con el poder relativo primarios, lo que contribuyó a in-
de los actores del comercio inter- crementar más rápidamente su
nacional permitió, por una parte, y demanda.
forzó, por la otra, a reducir los pre- • A medida que en los países
cios del agro y de otros sectores más industrializados -que con-
primarios . Estas fueron las princi- centran hoy en torno del 80% de
pales - aunque de ninguna mane- la demanda mundial- las necesi-
ra las únicas- razones por las cua- dades alimentarias fueron cu-
les durante un largo período, que biertas –con las excepciones
aún dura, el producto agrícola en asociadas a las dos grandes
la mayor parte de los países cen- guerras- el crecimiento de la ca-
trales (sobre todo en los euro- pacidad de compra, impulsada
peos), se acrecentó muy rápida- justamente por los incrementos
mente en términos físicos, pero su de productividad de las activida-
producto monetario (su valor des primarias y secundarias, se
agregado) creció mucho más len- desplazó masivamente a los
tamente y su participación en el productos industriales.
empleo se redujo hasta ser casi • Gran parte del crecimiento del
insignificante respecto del empleo agro y la minería estuvo vincula-
total (no así, en las últimas déca- do con el de la industria, tanto
das, respecto del desempleo). desde el lado de sus inputs co-
Así, progresivamente, la participa- mo de sus outputs. Por una par-
5 realidad económica 172

te, ambos sectores demandaron En cuanto a los servicios, la pro-


crecientemente bienes indus- ductividad aumentó mucho más
triales (fertilizantes, plaguicidas, lentamente que la de la industria,
productos químicos para la mi- principalmente porque los gran-
nería, etc.); su función de pro- des cambios tecnológicos se pro-
ducción se acercó progresiva- dujeron en ésta y llegaron bas-
mente a la de la industria, tor- tante más tarde a lo que puede
nándose cada vez más capital denominarse genéricamente el
intensiva y –en consecuencia- “trabajo de oficina” (ver Azpiazu,
crecientemente demandante de Basualdo y Nochteff, 1988, Cap.1,
bienes de capital producidos por Rada, 1980 y 1980a, Krugman,
el sector industrial (maquinaria 1998). En cuanto a los precios, los
agrícola y minera, sistemas de mercados de servicios son tam-
comunicaciones, equipo de bién de competencia imperfecta
transporte, ductos, productos de (en muchos casos más que los in-
la bioingeniería, etc.); y se vol- dustriales, debido a que gran par-
vieron fuertemente dependien- te de los servicios no son transa-
tes de la innovación que se pro- bles), por lo que sus precios caye-
duce en la industria (esto es ron mucho menos que los de la in-
bien conocido y se está acen- dustria en relación con los aumen-
tuando hoy en la producción tos de productividad. En conjunto,
agropecuaria) . Por otra parte, todo lo anterior explica en buena
desde el punto de vista de la medida dos fenómenos: el creci-
oferta, si bien creció la diferen- miento de la participación de los
ciación de los productos prima- servicios en el producto y -espe-
rios en sentido estricto, la mayor cialmente- el aumento de su parti-
diferenciación vinculada con los cipación en la ocupación total.
sectores primarios ocurrió en las Hasta aquí, todo parece indicar
manufacturas de ese origen, que el peso creciente de los
desde los alimentos hasta los servicios está menos ligado
combustibles, los metales y los con su dinamismo endógeno
productos químicos, especial- que con su menor dinamismo
mente los de la química fina. relativo en términos de produc-
En conjunto, la demanda de ma- tividad, y a la mayor rigidez a la
nufacturas aumentó mucho más baja de sus precios relativos.
rápidamente que la de bienes pri-
marios, pero a su vez los precios Industrialización y
industriales cayeron en términos generación directa e
relativos durante muchas déca- indirecta de servicios
das, por lo cual el crecimiento físi-
co de la producción fue mucho
mayor que el crecimiento moneta- Se ha observado que el proceso
rio. de desarrollo puede ser visto co-
Industrialismo y posindustrialismo 6

mo un proceso de creciente divi- la firma industrial va dejando de


sión del trabajo y de creciente realizarlos internamente y los con-
complejidad, definiendo el incre- trata a otras empresas. Así, activi-
mento de la complejidad como el dades de servicios que se compu-
de la cantidad de agentes de los taban como industriales cuando
que depende el consumo de cual- se realizaban dentro de las firmas
quier agente y el de la dispersión manufactureras pasan a compu-
geográfica de los agentes. Esto, tarse como de servicios cuando
necesariamente, aumenta la can- se realizan fuera de ellas. Ello re-
tidad de información y de fuentes duce –ceteris paribus- la dimen-
de información de la que depende sión de la industria tanto desde el
la actividad económica de cada punto de vista del valor agregado
agente y de todos ellos y la nece- como del empleo, y aumenta la
sidad de mejorar la coordinación del sector de servicios. Esta es
entre agentes (Leijonhufvud, 1986 (en parte, ya que como se dijo se
y 1989), las cuales se incluyen en superpone en buena medida con
el sector de servicios. En este la anterior) otra forma por la cual
sentido, se puede afirmar que la el dinamismo industrial genera
industrialización es un generador servicios y, a la vez, un fenómeno
privilegiado y directo de servicios, que puede (y suele) conducir a in-
en la medida en que aumenta la terpretaciones erróneas de los da-
división del trabajo industrial en tos de producto y empleo.
primer lugar, y del social, en se- Por otra parte, la industria (y en
gundo lugar. menor medida los sectores prima-
Un proceso que en cierta medida rios) generan servicios de manera
se superpone con el anterior es el indirecta, a través del impacto del
de la externalización de servicios aumento de su productividad so-
producido por la industrialización bre el producto per capita y sobre
(y, en general, también por el cre- la magnitud y la composición del
cimiento y el cambio técnico de gasto. El incremento del producto
los sectores primarios). A medida per capita en mediano y largo pla-
que aumenta la intensidad de ca- zos es –ceteris paribus- una fun-
pital de la firma y el grado de au- ción directa y lineal del incremen-
tomación, se incrementa la pro- to de la productividad. Por ello, los
porción de trabajadores indirectos sectores que incrementan más
respecto de los directos y, a su velozmente su productividad son
vez, el grado de especialización -nuevamente ceteris paribus- los
del trabajo indirecto. Prosiguiendo impulsores del aumento del ingre-
con la lógica de la división del tra- so disponible y del nivel del gasto.
bajo, las actividades indirectas, Así, el dinamismo de la industria
que no son sino servicios a la pro- genera incrementos de ingresos
ducción, pasan a tener una mag- que permiten a su vez incremen-
nitud y una especialización tal que tar el gasto en servicios. A su vez,
7 realidad económica 172

como la jornada laboral tendió a sido ampliamente desarrollado en


reducirse en el largo plazo, por el la literatura, desde los trabajos de
mismo efecto del incremento de la Nelson (1959) hasta los de Hey-
productividad y por la presión de mann (1984), pasando por los de
los asalariados, cada vez se dis- Braun y Joy (1968) y Diamand
puso –especialmente en los paí- (1978).
ses centrales- no sólo de mayores Estilizando el modelo puede de-
ingresos para demandar sino cirse que en una economía de es-
también de más tiempo para usar te tipo (también llamada de doble
servicios. Ese es el sentido de la brecha, o de dos sectores):
afirmación citada como limen de
este trabajo: “Los países no son ri- i) los ingresos de divisas por la
cos porque tienen servicios, sino cuenta corriente del balance de
que tienen servicios porque son ri- pagos no son suficientes para
cos”4. Este efecto indirecto del di- atender a los egresos de la
namismo industrial (y del de los cuenta corriente demandados
sectores primarios) sobre el creci- por la actividad al nivel de pleno
miento de los servicios nos lleva a empleo;
otra cuestión, referida a los equili- ii) en general esto se compensa
brios macroeconómicos. con ingresos de la cuenta capi-
tal del balance de pagos, espe-
cialmente ingresos que gene-
La sustentabilidad de la
ran endeudamiento externo (y a
demanda efectiva y
su vez son generados por éste,
el empleo
en la forma de refinanciamien-
tos para permitir el pago de
La sustentabilidad (y de suyo el deudas anteriores);
aumento) de la absorción domés- iii) como el déficit de la cuenta co-
tica (consumo más inversión más rriente en nivel de pleno em-
gasto) depende, en última instan- pleo es crónico, el cociente dé-
cia, de la capacidad de afrontar ficit de cuenta corriente/ pro-
las erogaciones en divisas que és- ducto es creciente, hasta el
ta demanda. Las economías del ti- punto en que los tenedores que
po del de la Argentina (con pocas ingresan fondos por la cuenta
excepciones, todas las periféri- de capital, ante la evidencia o la
cas) tienen una tendencia crónica expectativa de la imposibilidad
a los estrangulamientos externos. de cobro del endeudamiento,
En otros términos, sus niveles de se retraen;
actividad -ceteris paribus- están
-en general- limitados por debajo iv)así sobreviene la crisis de ba-
del nivel de pleno empleo por la lance de pagos y la actividad
escasez de divisas. Este tema ha cae por debajo (generalmente

4
Sobre estos temas ver Diamand y Nochteff (eds), 1999.
Industrialismo y posindustrialismo 8

muy por debajo) del nivel de portamiento cíclico ha sido profun-


pleno empleo; damente agravado por un fenó-
v) este ciclo de expansión y au- meno que tiene efectos similares
mento del empleo -restricción y se transformó en central en la
externa abierta- recesión y caí- determinación de los ciclos: el
da del empleo podría no darse proceso “endeudamiento –fuga de
si la economía se mantuviese capitales –valorización financiera”
debajo del nivel de pleno em- que genera crisis externas aun
pleo (en estancamiento); cuando no haya déficits significati-
vos de la balanza comercial, e in-
vi)ya sea por efecto de los ciclos cluso en presencia de superávits
mencionados o por la subutili- en el intercambio de bienes y ser-
zación permanente de la capa- vicios reales (Basualdo, 1987).
cidad productiva (que en am-
bos casos desembocan en ba- Esta relación de los ingresos de
jas tasas de inversión e insufi- la cuenta corriente con el endeu-
ciencia de incorporación del damiento (supuesto que pueda
cambio técnico) la economía eliminarse o reducirse el proceso
tiende al estancamiento con al- de fuga de capitales y valorización
to desempleo (la llamada low financiera analizado en la obra ci-
equilibrium trap de R.R.Nel- tada de Basualdo) sólo puede
son). mantenerse con un superávit en la
cuenta de mercaderías que tienda
Para que en el mediano-largo y a compensar el déficit de los de-
en el largo plazos la economía más componentes de la cuenta
pueda crecer y mantener altos ni- corriente, o al menos el aumento
veles de actividad y empleo (ya de ese déficit5. Ello se debe a que
que en plazos cortos y mediano- el caso general –y el argentino en
cortos el ingreso de capitales pue- particular- entre los países de ba-
de financiar el déficit de cuenta jos y medianos ingresos (usando
corriente asociado con los altos la clasificación del Banco Mundial)
niveles de actividad económica), es que los componentes de servi-
es necesario que los ingresos por cios de la cuenta corriente sean
la cuenta corriente mantengan estructuralmente deficitarios. Es-
una relación estable e internacio- tos países (excepto, en algunos
nalmente aceptable (esto es, casos, en turismo o en fletes) son
aceptable para los tenedores de fuertemente deficitarios en la ma-
fondos) con el endeudamiento, yor parte de los servicios transa-
para que no se den los efectos bles y en los flujos no comerciales
mencionados en iii) y iv). A partir de la cuenta corriente, por las si-
de fines de los setenta, este com- guientes razones.

5
En la Argentina – como en otros países- se han incorporado a la cuenta de exporta-
ciones de bienes servicios reales.
9 realidad económica 172

i) son países cuyas firmas no tie- venta: entre 1991 y 1998 el déficit
nen -salvo muy pocas excep- del total de servicios creció un
ciones- marcas propias de 119.6% (de 5.415 a 11.889 millo-
prestigio internacional; cuyo nú- nes de dólares); el de servicios
mero de patentes es incompa- reales un 190.2%; el de intereses
rablemente menor al de las re- un 61.0 % (a pesar de las repro-
gistradas por firmas y organiza- gramaciones a plazos más largos
ciones de los países de altos in- de la deuda externa); y el de remi-
gresos y, (la causa principal de sión de utilidades un 213.5 % (da-
lo anterior) son fuertes importa- tos del Ministerio de Economía y
doras netas de tecnología6. Obras y Servicios Públicos)7.
ii) son -también en general- paí- Por lo dicho en los párrafos ante-
ses con altas deudas externas, riores, a mediano y largo plazos
por lo que sus servicios consti- los niveles de actividad y de em-
tuyen uno de los componentes pleo de los países de bajos y me-
deficitarios importantes de la dianos ingresos dependen estre-
cuenta corriente. chamente de su posibilidad de te-
iii) son receptores de inversión ex- ner superávit en la cuenta de mer-
tranjera directa (IED) y, rara vez caderías de la cuenta corriente, o
y en mucha menor proporción, sea en el intercambio de bienes
inversores directos en el exte- primarios e industriales. Debido a
rior, por lo que la remisión de que los servicios no transables no
utilidades también pesa negati- exportan pero demandan importa-
vamente en la cuenta corriente; ciones (directas, de bienes de ca-
pital e intermedios, e indirectas, a
iv)con pocas excepciones, como través de la demanda de importa-
las aludidas, son deficitarios en ciones derivada del ingreso de
la mayoría de los demás servi- sus factores) y adicionalmente tie-
cios (seguros, banca, etc.). nen un peso negativo en la balan-
Como ejemplo de lo anterior, za de servicios (por remisión de
pueden mencionarse algunos da- utilidades y pagos por marca y
tos de los principales componen- tecnología); y además a que es-
tes de servicios de la cuenta co- tos países tienen escasas (si algu-
rriente de la Argentina en los no- na) posibilidades de ser exporta-
6
Hasta hace aproximadamente cinco años había sólo dos países con superávit en los
flujos de pagos por tecnología, Estados Unidos, que prácticamente era el exportador
neto de tecnología al resto del mundo, y Suecia, con un flujo superavitario pero
insignificante comparado con el de EUA. En términos generales, se puede decir que,
exceptuando a los EUA, apenas un pequeño número de países, aun entre los de altos
ingresos, son superavitarios en este rubro, y sólo en algunos años.
7
Debido a la reprogramación de la deuda a plazos más largos, los servicios crecieron
menos que el principal, que aumentó un 128.2%, pasando de 61,3 a 139,3 miles de
millones de dólares entre 1991 y 1998.
Industrialismo y posindustrialismo 10

dores netos de servicios transa- muy diferentes de las de los paí-


bles, de inversión directa (aunque ses pobres o de ingresos medios.
lo son de capital a través de la fu- En primer lugar, en los países ri-
ga del mismo, como es el caso de cos avanzados tecnológicamente
la Argentina), o de ser acreedores el origen o motor del crecimiento
internacionales, la cuenta de mer- de los servicios es el mismo pro-
caderías debe ser, al menos en el ceso de desarrollo. Por una parte,
mediano plazo, superavitaria. De la mayor división del trabajo y la
otro modo, estas economías caen creciente especialización tecnoló-
en ciclos depresivos originados en gica -como ya se sugirió- hacen
el sector externo. En conclusión, que las empresas industriales (y
en estas economías el crecimien- primarias) externalicen servicios y
to de los servicios depende ma- que, a la vez, surjan servicios que
croeconómicamente del creci- se prestan fundamentalmente a
miento y la competitividad externa esas empresas. Por otra, la mayor
de la producción de bienes, sobre complejidad de coordinación,
todo de los industriales (dadas las combinada con el aumento del in-
tendencias del comercio mundial). greso debido a los aumentos de
Así, la recomendación que se ha productividad en los sectores pri-
hecho de que estos países tien- marios y secundarios y con la con-
dan a ser “economías de servi- solidación de las democracias en
cios” es imposible de llevar ade- los países centrales produjo un
lante, y sólo puede formularse si crecimiento muy importante del
se ignoran sus comportamientos gasto público. Es más que conoci-
macroeconómicos básicos. do que la oferta de bienes públi-
cos (en general servicios) es mu-
cho mayor en los países ricos que
Tipos de servicios y
en los demás (así, el gasto públi-
empleos
co es mayor en relación con el
producto en los países centrales;
Un fenómeno que suele no to- ver, por ejemplo, World Bank,
marse en cuenta cuando se habla 1992 y 1995).
de la “posindustrialización” y de la En segundo lugar, por lo dicho
“sociedad de servicios” es la dife- antes, los servicios que crecen en
rencia entre tipos de servicios se- los países industrializados centra-
gún los niveles de riqueza e indus- les son los que emplean mano de
trialización de las economías. En obra altamente calificada. Ello su-
las economías de industrialización cede tanto en la provisión de ser-
más avanzada tecnológicamente, vicios de tecnología, normas, me-
como son las de Estados Unidos, diciones, solución de problemas
la Unión Europea o el Japón los de ingeniería, información, proce-
servicios tienen orígenes, caracte- samiento de datos, comunicacio-
rísticas y funciones de producción
11 realidad económica 172

nes, mercadeo, etc. a las empre- que su calidad e intensidad (por


sas de los sectores primarios y se- ejemplo en salud y educación) es
cundarios, como en los bienes pú- incomparablemente inferior.
blicos (tales como salud, educa- Todas estas diferencias llevan a
ción, e infraestructura), que ade- otra: la diferencia en las funciones
más se provee en cantidades de producción. En los países cen-
(proporción de la población cu- trales los servicios son más capi-
bierta sobre la total), e intensida- tal intensivos que en los periféri-
des (servicios por habitante cu- cos y, sobre todo, son intensivos
bierto) incomparablemente mayo- en mano de obra calificada y muy
res que las que se pueden verifi- altamente calificada. Por ello, y
car en los países periféricos. por las características menciona-
En estos últimos, en cambio, el das de empleo “refugio” altamente
grueso de los servicios es total- precario, los salarios reales relati-
mente distinto desde cualquier vos (a los industriales) en los sec-
punto de vista. En primer lugar, tores de servicios en los países
una gran parte son servicios per- periféricos son mucho más bajos
sonales de bajísima calificación. que en los países ricos e indus-
Es bien conocido que el servicio trializados8.
doméstico tiene un peso significa- En definitiva, es evidente que la
tivo en el empleo en los países participación de los servicios en
periféricos e insignificante en los los países centrales y en los paí-
centrales. En segundo lugar, los ses periféricos no pueden compa-
servicios constituyen uno de los rarse linealmente, como demasia-
principales “refugios” frente al de- do a menudo se lo hace, debido a
sempleo, y ello especialmente en que se trata de servicios totalmen-
la población con menor cantidad te distintos. Más precisamente, de
de años de educación. En tercer actividades diferentes: no es lo
lugar, no sólo la oferta de bienes mismo tener 0,4 científicos y tec-
públicos (expresada en la partici- nólogos por mil habitantes dedica-
pación del gasto de gobierno en el dos al servicio de investigación y
producto) es mucho más reducida desarrollo y 3 por mil habitantes al
que en los países centrales sino servicio doméstico (América Lati-
8
Por esa razón, cuando se calculan los tipos de cambio p.p.p. (purchase power pari-
ties, o paridades de poder de compra) de los países de ingresos bajos, medianos
bajos y medianos medios (en la clasificación del Banco Mundial) éstos resultan invari-
ablemente depreciados respecto de sus tipos de cambio explícitos, debido a que los
salarios reales relativos que se pagan en los sectores de servicios de esos países son
muy inferiores a los de la industria, en comparación con lo que ocurre en los países
centrales. Cabe aclarar, para evitar confusiones, que ello no ocurre en la Argentina
actualmente porque los precios de los servicios públicos privatizados son muy altos,
independientemente del nivel de sus salarios, debido a las ganancias extraordinarias
de las empresas que los proveen.
Industrialismo y posindustrialismo 12

na y el Caribe) que tener 2,2 cien- Respecto del crecimiento indus-


tíficos y tecnólogos dedicados al trial mundial, entre 1970 y 1990, el
servicio de investigación y desa- crecimiento de la industria fue
rrollo y 0,7 al servicio doméstico igual al crecimiento del producto,
(Europa Occidental)9. con lo que su participación en el
producto se mantuvo constante:
en una proyección relativamente
El crecimiento de la
pesimista respeto de la industria,
industria
en los treinta años a partir de
1970 la caída de la participación
La industria sigue concentrada en el producto mundial caería en
en los países ricos industrializa- torno del 1.8%10, y ello considera-
dos (se usan los dos términos pa- do la deflación de precios indus-
ra distinguir a economías como triales iniciada en los noventa. No
las de Francia, Estados Unidos, parece un porcentaje suficiente
Alemania o el Japón de las de Ku- como para sostener que se está
wait y de la Unión de Emiratos pasando de la industrialización a
Arabes –ver las clasificaciones del la posindustrialización.
Banco Mundial) y el dinamismo in-
dustrial, si bien no es hoy el de la
“edad de oro”, no se ha detenido.
Respecto de lo primero, basta
con destacar que América del
Norte, Europa Occidental y el Ja-
pón, conjuntamente, tienen una
participación (1994) del 74% en el
producto industrial mundial
-24,9%, 32,2% y 16.9%, respecti-
vamente-. Si se considera que es-
tos países y regiones reúnen el
13.2% de la población mundial,
resulta que, aproximadamente, el
producto industrial per capita de
los primeros es 19 veces mayor
que el de los segundos. La rique-
za parece seguir asociada con la
industrialización (World Bank,
1996) .

9
Estimaciones de elaboración propia, para 1990, sobre la base de UNESCO, Anuario
Estadístico 1992, Ginebra 1993 y UNDP, Informe sobre el Desarrollo Humano,
Ginebra, 1998.
10
Estimación propia, elaborada sobre la base de los informes sobre la economía mundi-
al de la ONUDI y el Banco Mundial (varios años).
13 realidad económica 172

De la “edad de oro” a la producto; el mejoramiento más rá-


“economía de casino”. pido de la distribución del ingreso
Caída de la tasa de y de los salarios reales; la activi-
crecimiento y dad industrial y la inversión fija co-
desigualdad 11 mo principales ejes dinámicos de
la economía y base de las ganan-
cias; la regulación de los flujos na-
Hay un sentido específico, me-
cionales e internacionales de di-
nos tratado que el del supuesto
nero y productos financieros; la
paso de la industrialización a la
atenuación de los ciclos económi-
posindustrialización, en que la in-
cos; los menores niveles de de-
dustria perdió dinamismo. El pun-
sempleo; y la mayor convergencia
to es que en este sentido toda la
entre las tasas de crecimiento de
esfera de la producción perdió di-
los productos per capita de las di-
namismo frente a la actividad fi-
ferentes regiones del mundo. Las
nanciera. Este es el tránsito de lo
excepciones a esta convergencia
que ha dado en llamarse la “edad
fueron los países de América lati-
de oro” del capitalismo hacia la lla-
na y, en una medida levemente
mada “economía del endeuda-
menor, los de Africa, cuyos pro-
miento” o “economía de la valori-
ductos per capita crecieron mucho
zación financiera”, la segunda de
en términos absolutos, pero poco
las cuales se asemeja a la que
en términos relativos a los de los
John Maynard Keynes denominó
países de las regiones más diná-
en los veinte “economía de casi-
micas -en este orden, Europa Me-
no”.
ridional, Asia, y Europa Occiden-
La "edad de oro", que se inició tal- (Maddison, 1995).
pocos años después de la segun-
En relación con la "edad de oro",
da guerra y se extendió hasta los
a partir de 1973 los rasgos centra-
primeros años de los setenta fue
les y los senderos de la economía
el período económico y social más
mundial cambiaron en todos los
dinámico de la historia. Sus ras-
sentidos e indicadores menciona-
gos centrales, en comparación
dos. El crecimiento del producto
con cualquier otro período de la
se redujo; cayeron las tasas de in-
economía mundial desde princi-
versión mientras aumentaban las
pios del siglo XIX hasta hoy, fue-
de ganancia; el capital líquido (en
ron los siguientes: las tasas más
la forma de dinero y, sobre todo,
altas de crecimiento del producto
de productos financieros que pue-
y de la productividad; las mayores
den abarcarse con la definición de
tasas de inversión respecto del
11
Esta sección del texto se basa principalmente sobre una conferencia dictada en el
Departamento de Economía de la Facultad de Ingeniería de la UBA. Buena parte de
los datos han sido facilitados por Enrique Arceo quien, por supuesto, no es respons-
able del uso que el autor les da en este trabajo.
Industrialismo y posindustrialismo 14

apuestas a futuro o "capital ficti- sarrollados, sobre todo en los


cio") creció mucho más acelera- ochenta, por el doble efecto del
damente que el producto y el co- encarecimiento del crédito y de la
mercio, hasta llegar a órdenes de caída de los precios de las mate-
magnitud (en términos relativos a rias primas: corregidas por esa
la economía real) prácticamente caída, las tasas de interés reales
desconocidos en la historia; la ac- que pagaron estos países llega-
tividad financiera pasó a ser -en ron a aumentar aproximadamente
términos agregados- la de mayor seis veces entre fines de los se-
tasa de ganancia; los Bancos tenta y principios de los ochenta.
Centrales y los organismos inter- Adicionalmente, el predominio
nacionales en una primera etapa de la valorización financiera en
cedieron y en una segunda per- este período también impulsó el
dieron gran parte de su capacidad crecimiento de los servicios. Sin
de regulación monetaria y finan- embargo, a diferencia del creci-
ciera; la relación entre el endeu- miento virtuoso de los servicios
damiento, por una parte, y el pro- que se origina en la dinámica de
ducto y el comercio, por la otra, los sectores primarios e industria-
fue incomparablemente más alta les, el que está asociado a la
que en los períodos anteriores. “economía de casino” es un pro-
En términos globales, la tasa de ceso vicioso. Por una parte, por-
crecimiento del producto mundial, que esos servicios crecen muy
que había sido del 4,7% anual en- por encima de lo que puede sus-
tre 1950 y 1973, cayó al 2,8% tentar el crecimiento de los secto-
anual entre ese último año y 1990, res reales de la economía: cuando
y la de crecimiento del comercio las burbujas especulativas (espe-
del 7,2% al 3,9%. Al mismo tiem- cialmente las financieras) “implo-
po, los préstamos bancarios inter- tan”, arrastran consigo a los servi-
nacionales netos crecieron (entre cios que fueron generados por
1972 y 1991) del 3,7% al 16,3% ellas. Por otra, porque finalmente
de la producción mundial (8.1% la “economía de casino” conducirá
anual) y del 25,6% al 131,4% de -ceteris paribus- a una crisis gene-
la inversión bruta fija mundial ralizada (de la que las sucesivas
(9,0% anual)12. burbujas que hemos conocido en
Esta "economía de casino" (pa- los últimos años son signos ine-
rafraseando nuevamente a John quívocos) que arrastrará a esos
Maynard Keynes), tuvo un impac- servicios en nivel mundial, multi-
to negativo especialmente fuerte plicando los efectos de la crisis
sobre los países deudores no de- sobre el producto y el empleo. Fi-

12
Datos a partir de la elaboración de Enrique Arceo sobre la base de Jonathan Michie y
John Grieve Smith (ed): Managing the Global Economy, Oxford University Press,
15 realidad económica 172

nalmente, porque tanto la valori- Una referencia a


zación financiera como el creci- la Argentina
miento de los servicios asociados
a ella compiten con la inversión y Dentro del retroceso de América
en consecuencia con el creci- latina, el de la Argentina, que ya
miento, un fenómeno que es mu- se había iniciado mucho antes,
cho más acentuado en los países fue uno de los más profundos, co-
periféricos que en los ricos e in- mo se ve en la Tabla Nº 1.
dustrializados (el caso argentino,
con sus procesos de desindustria- Dentro de este período algunos
lización y de retraso relativo, el se- de los rasgos más notables del
gundo de los cuales se trata en la comportamiento de la economía
sección siguiente, es un ejemplo argentina fue la desindustrializa-
claro de ello). ción acompañada de la regresión
de la estructura industrial (hacia la
Durante este período de “econo- producción de insumos de uso di-
mía de casino” la distribución del fundido intensivos en recursos na-
ingreso empeoró y los salarios turales) y hacia los servicios (tan-
reales cayeron en prácticamente to los de tipo “empleo refugio”, in-
todo el mundo, aunque con gran- cluyendo el cuentapropismo, co-
des diferencias entre economías. mo los de empleo formal). Obvia-
Las tasas de desempleo aumen- mente la causa del retroceso no
taron entre casi dos veces y más fue el crecimiento de los servicios,
de seis veces según países y re- sino la desindustrialización y la
giones. Con pocas excepciones reestructuración regresiva, que a
los procesos de convergencia (o su vez fue la principal causa del
sea, de achicamiento de la dife- crecimiento de los servicios de
rencia entre los productos per ca- empleo menos formales13.
pita de las regiones y los países)
se transformaron en procesos de
divergencia: por ejemplo, la dife- Observaciones finales
rencia entre el producto per capita
promedio de Europa meridional y Sin duda el crecimiento de los
el de América latina aumentó de servicios, y especialmente el del
1,4 a 1,7 veces. El desempeño de empleo en ellos, produjo y seguirá
América latina fue uno de los peo- produciendo cambios en las rela-
res (Maddison, 1995). ciones y la dinámica social. Así,
por ejemplo, desde el punto de
vista de los conflictos entre asala-

13
La bibliografía sobre el tema es muy extensa, en Nochteff, H. (1994) y Nochteff, H.
(1998) se pueden encontrar análisis del tema y una bibliografía bastante completa. En
Diamand y Nochteff (1999, C.6) un enfoque conceptual desde el problema del empleo.
Industrialismo y posindustrialismo 16

Tabla Nº 1. Posición relativa de la Argentina respecto de grupos de países y


países (cociente del producto per capita de Argentina/producto per capita de
grupos de países14 –promedio aritmético- y países)

Grupo o país 1973 1992


Europa Occidental 0.68 0.34
Cuatro nuevos occidentales 0.58 0.44
Europa Meridional 1.18 0.76
Asia 3.26 1.44
Alemania 0.61 0.39
Italia 0.79 0.47
Grecia 1.02 0.74
Canadá 0.58 0.46
Corea del Sur 2.81 0.76
Brasil 2.04 1.64

Fuente: elaboración propia sobre datos de Maddison (1995)

riados y capitalistas los asalaria- • El sector más dinámico de la


dos de los sectores de servicios economía mundial en términos
han tomado una importancia in- de creación de riqueza sigue
comparablemente mayor que la siendo la industria.
que tenían hace veinte o treinta • El dinamismo de los servicios
años, cuando este tipo de conflic- está sobredimensionado esta-
tos se daban sobre todo en la in- dísticamente (si no se hace una
dustria. En este trabajo no se ha lectura minuciosa de los datos)
analizado el tema de “industriali- por las diferencias tecnológicas
zación y posindustrialización” des- y de incremento de la productivi-
de ese punto de vista, sin duda dad entre éstos y otros grandes
central. sectores de la actividad econó-
No obstante, en la discusión so- mica, así como por la externali-
bre las cuestiones que se tratan zación de servicios de las em-
en este artículo se suele ignorar o presas de los sectores primarios
enfocar de manera confusa cues- e industriales.
tiones también centrales. Sobre • El crecimiento de los servicios
las mismas, en este texto se ha está impulsado fundamental-
argumentado que: mente, directa e indirectamente,
14
El grupo Europa occidental está compuesto por 12 países, los de más alto producto
per capita de Europa; el de 4 nuevos países occidentales por Australia, Canadá,
Nueva Zelanda y EUA; el Europa meridional por Grecia, Irlanda, Portugal, España y
Turquía; el Asia por 11 países de los cuales en 1992 el de menor producto per capita
17 realidad económica 172

por el crecimiento y el cambio ca, ya que se trata de sectores


tecnológico de los sectores pri- muy diferentes en prácticamen-
marios y, sobre todo, de los in- te todos los aspectos del análi-
dustriales. sis económico y tecnológico.
• En términos macroeconómicos, • El paso de la “edad de oro”, du-
si bien la importancia del mejo- rante la cual el avance industrial
ramiento de los servicios es fun- fue el mayor de la historia, a la
damental, para que el creci- actual “economía de casino”
miento del producto y del em- efectivamente desplazó a la in-
pleo no sea detenido por los de- dustria como eje ordenador de
sequilibrios de sector externo, la economía. Pero lo mismo
las economías del tipo de la de ocurrió con cualquiera de los
la Argentina (periféricas, y espe- sectores productivos, y el resul-
cialmente de ingreso medio y tado de esta forma de “posin-
medio alto) requieren sobre todo dustrialización” ha sido negativo
del crecimiento y el incremento en términos de crecimiento eco-
de la productividad de los secto- nómico y ha impulsado una cre-
res secundarios y primarios. ciente divergencia (y por lo mis-
• La comparación lineal entre la mo desigualdad) entre las eco-
participación de los servicios en nomías centrales y las periféri-
los países ricos e industrializa- cas.
dos y la de los servicios en las
economías periféricas es de du- Julio de 1999.
dosa -si alguna- utilidad analíti-

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