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ACORDADA CS 4/2007
1.2 Con relación al art. 280 del Código federal fue planteada su
inconstitucionalidad sobre la base de considerar que violaba los arts. 14, 16, 17,
18, 28 y 31 de la Ley Suprema. Esencialmente el problema estaba en la eventual
desigualdad que provocaría la selección discrecional de causas ante la hipótesis de
expedientes que, encontrándose vinculados por simetría de cuestiones, uno de ellos
no fuera admitido frente a otro que se resolviera tramitar.
1.3 Pero también, la reforma del art. 280 puso en crisis la garantía de
motivación de las sentencias, toda vez que no respaldaba ese criterio, el auto que
“con la sola invocación de esta norma" –art. 280, Código Procesal-, podía expulsar
del recurso extraordinario una causa eventualmente importante.
1.4 Para Sagüés [...] “la discrecionalidad sana parece referirse a un arbitrio
legítimo, sensato, aproximadamente igualitario, y desde luego, no arbitrario, ni
inequitativo, ni discriminatorio e irrazonable. En una palabra, la discrecionalidad
sana es impuesta por la ley 23.774, y resultaría compatible con la Constitución.
Pero la discrecionalidad no sana resultaría primero ilegal (por vulnerar el art. 280
del Código Procesal), y además inconstitucional (por atentar contra el debido
proceso y la igualdad) (1)”.
Pero el permiso de análisis los condujo a sostener que el art. 280 del Código
Procesal faculta a la Corte a ejercer su jurisdicción extraordinaria en casos de
trascendencia, aún cuando existiera algún obstáculo formal para acceder a la
misma; sin que la desestimación de un recurso extraordinario con la sola invocación
de dicha norma importe confirmar ni afirmar la justicia o el acierto de la decisión
recurrida.
1
. Sagüés, Néstor Pedro, El "writ of certiorari" argentino (Las reformas de la ley 23.774, respecto al
recurso extraordinario), La Ley, 1990-C, 717.
elementos que tornen manifiesta la frustración del derecho a la jurisdicción en
debido proceso (2).
2
. CS, 1993/02/02, “Rodríguez, Luis Emeterio c/ Rodríguez de Schreyer, Carmen Isabel y otro”, Fallos,
316:64.
2.3 Cabe pensar, al cabo de estas reflexiones, que cuando la Corte decide
aplicar el certiorari, las diferencias de criterios entre quienes así lo votan y los que
argumentan la procedencia formal, no permiten visualizar esquema alguno que
permita reconocer donde está la trascendencia. Bien dice Oteiza que […] “la falta de
definiciones ha ido deslegitimando el uso de la herramienta ya que la Corte no ha
fijado reglas claras sobre qué cuestiones son dignas de atención. En este sentido la
sana discreción debe ser tratada con sumo cuidado para no dejar margen a la
inseguridad que hoy pareciera estar presente” (3).
3
. Oteiza, Eduardo D., El certiorari o el uso de la discrecionalidad por la Corte Suprema sin un rumbo
preciso, JA, 4/2/1998.
4
. CS, 1990/07/13, fallo antes citado.
3.3 Para Gelli, la similitud entre el certiorari y la gravedad institucional
deriva de que, en ambos, la Corte Suprema admite la revisión con fundamento en
la trascendencia del caso. Y eso es todo, pues el primero fue establecido para
restringir el control y el segundo para extenderlo (5).
5
. Gelli, El "writ of certiorari" en perspectiva, cit., La Ley, 1994-B, 880.
6
. Fallos, 289:36; 292:229; 307:973.
7
. Fallos, 238:391.
8
. Fallos, 306:250.
9
. Fallos, 257:132.
10
. Fallos, 300:417.
11
. Fallos, 300:1110.
d) las que ostentan trascendencia que interesan no sólo a las partes en el litigio
sino también a la comunidad o a algún sector de ella.
4. Determinación de lo trascendente
12
. CS, 2009/06/23, “Romero, Carlos Ernesto c/Andrés Fabián Lema s/desalojo - recurso de casación e
inconstitucionalidad”.
13
. Guastavino, Elías, Recurso extraordinario de inconstitucionalidad, tomo I, La Rocca, Buenos Aires,
1992, p. 488.
4.3 El tercer orden de análisis se da con las sentencias arbitrarias, que
según nuestra opinión, son pronunciamientos inconstitucionales porque violan el
debido proceso en cualquiera de sus manifestaciones. Este es uno de los aspectos
más conflictivos, porque la tendencia de la ley 23.774 fue, justamente, eludir con el
certiorari los recursos fundados en la arbitrariedad, basados en lo insustancial o
intrascendente (15). Los tipos de arbitrariedad repercuten en la validez del fallo e
inciden en los derechos de las partes y, a veces, se proyectan por la extensión y
efectos de la cosa juzgada y el peso de la jurisprudencia.
14
. Sagüés, Néstor Pedro, El "writ of certiorari" argentino (Las reformas de la ley 23.774, respecto al
recurso extraordinario), La Ley, 1990-C, 717 y ss.
15
. Para Sagüés hay que distinguir la arbitrariedad normativa de la fáctica. En materia de arbitrariedad
normativa, los maxi errores de interpretación tendrán generalmente trascendencia, ya que una exégesis
insalvablemente errónea, absurda, imprudente, inequitativa, etc., de una norma, importa un problema que
puede exceder el mero interés de las partes y proyectarse a otras situaciones. Los maxi errores de
aplicación, en cambio, podrán o no tener trascendencia, según las distintas situaciones. En cuanto la
arbitrariedad fáctica, los maxi errores en la valoración de las pruebas (v. gr., omisión de probanzas
decisivas; sentencias basadas en pruebas inexistentes, o que no realizan una meritación razonable de las
pruebas, etc.), conciernen habitualmente nada más que al caso específico donde se presenta el vicio, y no
se proyectan (dada su singularidad) a otros expedientes. No habría pues aquí -en principio-
"trascendencia". En síntesis, la "trascendencia" se emparentaría, prima facie, con asuntos de
interpretación normativa, antes que con problemas de aplicación o de arbitrariedad fáctica (Sagüés, El
"writ of certiorari" argentino (Las reformas de la ley 23.774, respecto al recurso extraordinario), cit., La
Ley, 1990-C, 717 y ss.).
16
. Guastavino, Recurso extraordinario de inconstitucionalidad, tomo I, cit., p. 491.
17
. Fallos, 248:195.
4.5 El último escalón se instala con la trascendencia, propiamente dicha.
Esta es la repercusión social, la evaluación de los efectos, la significancia del fallo,
la urgencia del conflicto, etc. Para ellos el requisito de la cuestión federal es
“intrascendente” aunque siempre exista una cuestión constitucional implícita desde
que todos los derechos tienen un fundamento directo o mediato en la norma básica
del Estado. Con esto quiere significarse que un asunto sin trascendencia normativa
puede contar con trascendencia social, y entonces resultaría irrechazable el recurso
extraordinario (18).
5. Fundamentación de la trascendencia
18
. Sagüés, El "writ of certiorari" argentino (Las reformas de la ley 23.774, respecto al recurso
extraordinario), cit., La Ley, 1990-C, 717 y ss.
institucional emergente, o, de ser el caso, la arbitrariedad correspondiente que se
denuncia. Y todo ello con una mirada común: evitar que la Corte invoque el
certiorari.
En Puerto Rico, por ejemplo, la petición no podrá tener más de veinte (20)
páginas, índice y apéndice exclusive. Se hará formar parte de la petición un
apéndice que contendrá una copia literal de: 1) las alegaciones de las partes; 2) la
sentencia, resolución u orden del Tribunal Superior (incluyendo las conclusiones de
hecho y de derecho en que se funda) cuya revisión se solicita; y 3) cualquier otra
resolución u orden, o escrito de cualquiera de las partes, que forme parte del legajo
en el Tribunal Superior y en que se discuta expresamente cualquier asunto que se
plantee en la petición de certiorari; y 4) cualquier otro documento que forme parte
del récord en el Tribunal Superior, y que pueda ser útil a este tribunal al tomar su
decisión sobre la expedición del auto.
19
. Morello, Augusto Mario, Actualidad del recurso extraordinario, Platense – Abeledo Perrot, Buenos
Aires, 1995, p. 81.
tribunal que en el año 2006 (Ley 26.183) pasó a quedar compuesta por siete
miembros con la intención de volver al número de cinco (5) tal como era en sus
orígenes de 1860, dispuso poner en marcha la Acordada 4/2007.
6.3 En el texto se lee que es obligación del interesado cumplir con los
recaudos procesales, y en especial hacer un relato claro y preciso de todas las
circunstancias relevantes del caso que estén relacionadas con las cuestiones que se
invocan como de índole federal, con indicación del momento en el que se
presentaron por primera vez dichas cuestiones, de cuándo y cómo el recurrente
introdujo el planteo respectivo y, en su caso, de cómo lo mantuvo con
posterioridad.
Parece obvio –diría Morello- que a esta altura, que si el propio órgano
destinatario del recurso extraordinario y cuya palabra es la final al sellar su destino,
se ha replegado a desempeñarse preferentemente como Tribunal de Garantías
Constitucionales y asegurador de la supremacía de la ley fundamental, el enfoque y
la técnica de la apelación federal debían absorber profundas innovaciones, para así
adaptarse a esos desplazamientos. O lo que es lo mismo, que la elaboración de los
objetivos del escrito en que se deduce el recurso extraordinario aunque en lo
medular no dejará de revestirse con el ropaje histórico, al verse ahora el tribunal
descargado en buena medida del lastre opulento que en sus buenas épocas
constituyó el inagotable granero de la sentencia arbitraria, aunque siga siendo el
mismo viene constreñido a actuar, sin embargo, de otro modo (20).
7. Conflictos de interpretación
20
. Morello, Actualidad del recurso extraordinario, cit., p. 110.
desarrollo de todas las cuestiones, directas e indirectas de índole federal, en la
medida que “no se considerará ninguna cuestión que no haya sido incluida aquí”.
7.3 La explicación podría llegar con el artículo 3°, que sería el indicativo de
las cargas de fundamentación del recurso; donde el interesado tiene que
argumentar las cuestiones que solamente ha enunciado, mencionado o citado en la
carátula; pero resulta que en “los capítulos sucesivos” del recurso extraordinario no
se debe “incurrir en reiteraciones innecesarias” (art. 3° párrafo final del comienzo).
21
. CS, 2007/10/25, “Movimiento por la Dignidad y la Independencia O. N. s/acta N° 13 de la H. Junta
Electoral Nacional de la Capital Federal”, (voto del Dr. Enrique Santiago Petracchi), Fallos, 330:4587.
7.4 Tradicionalmente, la fundamentación del recurso extraordinario requirió
de una rigurosa planificación técnica, donde la presentación y el orden formaron
parte de las condiciones de admisibilidad. Hasta hoy, todos los puntos
controvertidos que justifican planteos concretos y específicos no se satisfacen con
expresiones superficiales o genéricas. Es imprescindible la suficiencia en la
impugnación, como igualmente lo requiere el ejercicio de la defensa de la contraria
y el deber de expedirse del tribunal en una sentencia motivada e intrínsecamente
justa.
7.8 Las conclusiones a las que arribamos coinciden con aquellos que
sostienen que […] “la Corte Suprema luego de la reforma comienza una mayor
reflexión sobre sus funciones como tribunal constitucional. En gran medida, luego
de simplificado el procedimiento el Tribunal puede analizar qué casos son los que
22
. CS, 2009/05/19, “Leiva, Luis Alberto s/ pedido de enjuiciamiento”, L. 1259. XXXVIII; RHE
23
. CS, 2008/04/22, “De la Cruz, Eduardo Matías (Procurador General de la Suprema Corte de Justicia)
s/acusa -causa N° 93.631-“, Fallos, 331:810.
24
. CS, 2008/04/08, “Unión de Usuarios y Consumidores c/Compañía Euromédica de Salud s/amparo”,
Fallos, 331:563. El recurso extraordinario carece de la fundamentación autónoma que exige el artículo 15
de la ley 48, si no se demuestra, en las circunstancias concretas del sub lite, la vulneración constitucional
invocada, ya que el apelante alega la afectación al principio de congruencia sólo con base en el cambio de
calificación legal dispuesto por el a quo y en el análisis que dicho tribunal realizó acerca de ambas figuras
penales, mas omite referirse a los hechos que constituyeron la materia del juicio e indicar en qué consistió
la variación que -en su opinión- habrían sufrido, a pesar de que esta última circunstancia es la que importa
y decide la cuestión (CS, 2007/12/11, “Antognazza, María Alexandra s/p.s.a. abandono de persona
calificado -causa Nº 19.143/2003-“, Fallos, 330:4945). También se agrega que, el recurso extraordinario
no cumple con el requisito de fundamentación autónoma exigido en el art. 15 de la ley 48 si el relato de
los hechos y los agravios expuestos, resultan insuficientes para refutar adecuadamente los fundamentos de
la sentencia impugnada, y no logran demostrar la violación de las garantías constitucionales invocadas
por el recurrente, ni la configuración de un supuesto de arbitrariedad que justifique la intervención de la
Corte por la vía del art. 14 de la ley 48” (CS, 2007/09/25, “Das Neves, Mario y otro s/denuncia”, La Ley
Online).
debe resolver porque plantean cuestiones constitucionales importantes y cuáles no”
(25).
25
. Sola, Juan Vicente, La Acordada 4/2007 y el control de constitucionalidad, Suplemento Especial.
Técnica jurídica de los Recursos Extraordinario y de queja, La Ley, 2007 (abril), p. 39
26
. Dice Gelli que […]: “Ese recaudo que limita la extensión de los escritos de los recursos
extraordinarios y los de queja, puede muy bien ir de la mano con la celebración de audiencias públicas en
las cuales las partes expongan ante el Tribunal, durante un plazo previamente establecido por la Corte
Suprema, sus argumentos principales. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se celebran con provecho
ese tipo de audiencias ante el Tribunal Superior de Justicia, en los casos en que se plantean conflictos de
poderes o de demanda la declaración directa de la inconstitucionalidad de leyes, decretos o normas de
carácter general. La Corte Suprema ya ha ordenado audiencias públicas en el caso "Mendoza", referido a
derechos colectivos de protección ambiental. Tanto los escritos concisos como los argumentos orales
expuestos en audiencias públicas durante un lapso limitado y preestablecido, exigen ir al núcleo de los
problemas y ayudan a que la opinión pública se anoticie acerca de cuestiones trascendentes” (Gelli, María
Angélica, Las reglas creadas por la Corte para la interposición del recurso extraordinario, Suplemento
Especial. Técnica jurídica de los Recursos Extraordinario y de queja, La Ley, 2007 (abril), p. 1).
Es posible que el modelo seguido para la extensión se haya tomado de las
Rules of the Supreme Court of the United Status (27), que la acordada define
buscando disciplinar la técnica del recurso (28).
27
. Pizzolo, Calógero, El límite de páginas y la sanción por incumplimiento de los requisitos formales en
la Acordada 4/2007 de la Corte Suprema, Suplemento Especial, cit., p. 34.
28
. En tal sentido, Bianchi apunta que […]: "En nuestro sistema, salvo la forma escrita y los requisitos
mínimos que rigen para los restantes escritos judiciales, el recurso extraordinario queda librado a la
imaginación y libre creación de cada letrado en lo atinente a su contenido, disposición de los capítulos y
extensión. Muy por el contrario, en los Estados Unidos, rigen formas muy rígidas en relación con estos
aspectos, las cuales están detalladamente descriptas en las Reglas 14 (contenido de la petición) y en la
Regla 33 donde se detalla el tamaño de las hojas que deben ser empleadas, el color de las mismas, el tipo
de letra, el espacio entre renglones, etc. Se establece también allí la extensión máxima que pueden tener
los escritos" (Bianchi, Alberto B., ¿Ha fracasado el certiorari?, La Ley, 2004-A, 1381; ver Tettamanti de
Ramella, El recurso extraordinario federal estrena ropaje: La acordada N° 4/2007, cit., La Ley, 2007-
E, 703).
29
. Fallos, 194:116; 214:157.
30
. ver Tettamanti de Ramella, El recurso extraordinario federal estrena ropaje: La acordada N° 4/2007,
cit., La Ley, 2007-E, 703).
en la mayoría de los casos es posible ser breve y contundente en la presentación de
los antecedentes del expediente y el desarrollo de los argumentos. También
pensamos que un escrito que respete estos límites probablemente tenga mayor
fuerza de convicción que otro que abunde en aspectos o circunstancias
innecesarias. No obstante, existe otro tipo de causas que, por la complejidad del
tema que se discute, los tropiezos habidos durante su trámite o los años de litigio,
no será pasible de ser analizado, resumido y alegado en la extensión requerida,
todo ello dentro del exiguo plazo de diez días. Probablemente sea en éstos donde
ceda y deba flexibilizarse esta novedosa exigencia, abriendo camino a la salvedad
anunciada en el párr. 1º del art. 11 (vgr., <.la Corte desestimará la apelación con
la sola mención de la norma reglamentaria pertinente, salvo que, según su sana
discreción el incumplimiento no constituya un obstáculo para la admisibilidad de la
pretensión recursiva>)” (31).
El deber de citar los fallos de la Corte con la mención del tomo y página de
la publicación oficial (colección Fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación)
31
. Garay, El recurso extraordinario y su reglamentación por la Acordada 4/2007, JA, 02/05/2007.
32
. CS, 2008/12/22, "Andino, Adrián c/ Laboratorio y Molino Porta S.A. y otros", La Ley, , 2009-B, 7, cita
de Chiacchiera Castro - Calderón, La acordada 4/2007 en la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia, La Ley, 29/05/2009, p. 1.
se puede recabar, ante la ausencia de la obra, en la excelente página web del
tribunal (www.csjn.gov.ar).
Bien dicen Morello y Rosales Cuello que […] “la lectura de su articulado
muestra que se pretende regresar al ejercicio del recurso extraordinario clásico,
según la letra de los artículos 14, 15 y 16 de la ley 48. Los recaudos que exige
cumplimentar están especialmente dirigidos a demostrar la estricta concurrencia de
los requisitos propios, comunes y procesales del recurso federal en la versión
diseñada por esa norma y también por la jurisprudencia elaborada a su respecto.
Además, se ha establecido una serie de previsiones encaminadas a darle más
prolijidad, precisión y claridad a los recursos y quejas interpuestas ante el máximo
tribunal, facilitando el estudio de su admisibilidad. Esa ha sido la respuesta de la
Corte para evitar la proliferación de recursos o quejas extensos, pero escasamente
fundados, imprecisos e inundados de generalidades, citas y sumarios desvinculados
de la cuestión a resolver” (36).
33
. CS, 2007/12/11, “Alessio, Liliana Graciela c/Vicente Giorgi S.A.”.
34
. CS, 2007/12/11, “Arazi, Débora Alejandra c/Poder Ejecutivo Nacional”.
35
. CS, 2007/12/11, “García, José Rafael s/causa Nº 6350”.
36
. Morello, Augusto M. – Rosales Cuello, Ramiro, Práctica del recurso extraordinario, La Ley, Buenos
Aires, 2009, p. 337.
formularios y técnicas que se indican, como si el recurso extraordinario fuera un
crucigrama a descifrar y completar.
37
. Morello.– Rosales Cuello, Práctica del recurso extraordinario, cit., p. 339.
38
. Fallos 308:1836.
pauperis, se limita a transcribir sintéticamente los agravios que había alegado el
imputado en dicha presentación, sin darle fundamento técnico ni desarrollo para
una crítica concreta y razonada a los argumentos de la sentencia condenatoria, ello
importa un inadmisible menoscabo al derecho de defensa en juicio del acusado que
determina la nulidad del recurso de casación por carecer de una asistencia efectiva
de la defensa, máxime que se trataba de una defensa técnica provista por el Estado
y que la debida fundamentación de esa impugnación resultaba fundamental para
que se cumpliera eficazmente con la revisión integral de la sentencia condenatoria
(39).
39
. CS, 2007/08/07, “Noriega, Manuel s/p.s.a. robo calificado -causa Nº 3/03”, Fallos, 330:3526.
40
. CS, 2006/06/20, “Cardozo, Gustavo Fabián s/ recurso de casación”, Fallos, 329:2265.
al respecto que no tenga que obligar a la lectura del expediente para una cabal
comprensión del asunto (41).
10.2 Ahora bien, si la repulsa viene señalada por no dar cumplimiento con
tal o cual disposición de la Acordada 4/2007, el recurso directo toma alguno de los
siguientes caminos: a) provoca una suerte de reposición in extremis contra la
providencia interlocutoria que expulsa al recurrente del sendero federal; b) opera
como recurso de nulidad, o c) trabaja como recurso de inconstitucionalidad o
extraordinario puro (42) que, en nuestro parecer, es la única posibilidad que tiene la
Corte para atender.
10.3 De allí que, sería una reposición en última instancia, cuando se quiera
demostrar que la falta de un requisito formal que echa la suerte del recurso
denegado, en realidad está cumplido pero que resulta inadvertido por el tribunal
superior.
41
. CS, 2003/02/06, “Oswald, Victoria María y otros c/ Lalor S.A. Consignataria Mandataria y
Financiera”, Fallos 326:34.
42
. Cfr. Rojas, Jorge A., Las nuevas fronteras del recurso extraordinario federal, La Ley, 2008.E, 858 y ss.
43
. CS, 2007/12/18, “Provincia del Chaco c/Moro, Julio y Paz de Obes, Graciela Azucena y/o cualquier
otro ocupante”.
44
. CS, 2007/11/27, “Zocchi, Gisela Mariana y otro c/Sidi, Claudio David y otros”, Fallos, 330:4891.
45
. CS, 2008/08/26, “Porta, Ezio y otros c/Pérez Juárez, Ricardo José y otro”, Fallos, 329:4454.
10.4 Como recurso de nulidad contra el auto denegatorio, caben iguales
reflexiones, porque en la práctica no es una providencia nula por error formal, sino
en todo caso, un déficit de apreciación que se debe atacar como vicio del
juzgamiento, y como tal, dentro del carril de la queja por apelación denegada.
10.5 Queda una cuestión más, supongamos que el auto de rechazo aporta
fundamentos que no dijo en la sentencia impugnada. Ante tal situación sería
evidente la injusticia de aplicar el párrafo final de artículo sexto que veda la
posibilidad de utilizar la queja para cuestiones no planteadas en el recurso
extraordinario. La “sorpresa” del auto denegatorio, ampliando fundamentos,
produce un agravio federal que se puede agregar en la presentación directa ante la
Corte.
46
. Fallos, 310:1789; 311:64, entre otros.
47
. Gozaíni, Osvaldo A., Indebida ampliación de argumentos en el auto que atiende la admisión del
recurso extraordinario federal, ED, 28/09/1992.