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Análisis psicológico de la política feminista posmoderna como

postura ideológica en mujeres estudiantes de psicología de una


universidad de Trujillo.

Autores:
Cruzado Hurtado, Erika Raquel
Pérez García, Marco Antonio

Trujillo – Perú
2019

Introducción
El feminismo se concibe como un movimiento de emancipación de la mujer, que
durante muchos años ha ido obteniendo diferentes influencias. Comparándola con
otros movimientos, ha posicionado una transformación en el pensar y accionar de
las personas, por medio de teoría y práctica de sus diferentes postulados.
(Gamba, S., 2007).

Para entender mejor qué es el feminismo y su relación con la filosofía


posmoderna, hay que remontarse a los umbrales del feminismo surgida en el siglo
XVIII y XIX; donde nace la primera ola junto al feminismo ilustrado y la revolución
francesa (1789).

La Revolución Francesa, fue uno de los acontecimientos que sirvió para que las
mujeres empezaran a expresarse de manera grupal, gracias a figuras como
Condorcet y Mary Wollstonecraft; quienes con sus obras hacían expresión a la
independencia e igualdad de las mujeres tanto en sus vidas personales como
sociales, postulando también los derechos políticos; como el derecho al voto.
Aunque tomaron conciencia del colectivo oprimido, el feminismo fue derrotado y
aquellas mujeres que participaron de la emancipación fueron castigadas con la
guillotina o el exilio.

A finales de siglo 19 e inicios del siglo 20 se presenta la segunda ola, en donde


los postulados de Rousseau, tenían como propósito volver a argumentar la
exclusión de las mujeres de los diferentes ámbitos de participación, los cuales
tomaron fuerza y fueron Hegel y Schopenhauer; quienes abordaban la misoginia
romántica.

En Estado Unidos (1840), la mayoría de las mujeres empezaron a desempeñarse


en el ámbito político y social, dicho acontecimiento provocó que en 1848, se
aprobara uno de los textos principales del sufragismo americano.

En Inglaterra (1951), intentaron ser democráticos en la adquisición de sus


objetivos, el cual duró aproximadamente cuarenta años. John Stuar Mill fue un
aliado de las mujeres Inglesas, permitiéndole presentar al Parlamento la petición
hacia el voto femenino. El estallido de la Primera Guerra Mundial ayudó a la
aprobación de la ley del sufragio femenino, el cual ocurrió en 1917; debido a este
acontecimiento nadie se opuso a las demandas de las sufragistas.
En España el feminismo tardó un poco en darse. En 1914 el artículo 34 de la
constitución se aprobó, haciendo el reconocimiento de las mujeres al voto. Las
mujeres en 1920 crearon varias agrupaciones feministas, con temas prioritarios
como la educación, el derecho al voto y la reforma del código.

En los años 30, casi todos los países desarrollados habían aceptado el derecho
de las mujeres al voto, excepto Suiza, que lo reconoció hasta 1970.

Las mujeres también plantearon el derecho a una carrera profesional sin


excepción de la profesión a elegir, compartir la patria potestad de los hijos,
igualdad de salarios para igual trabajo e igualdad en la administración de los
bienes conyugales.

Las feministas del siglo XIX y XX, buscaban también la igualdad de los derechos
democráticos, basado en principios liberales.

Una obra fundamental para el feminismo fue el libro de Simone de Beauvoir


(1949), llamado “El segundo sexo”, en cual facilitó la entrada a la tercera ola del
feminismo, con su análisis al afirmar que “no se nace mujer, se llega a serlo”.

Y, ¿Porque se habla de un feminismo postmodernista?, por la sencilla razón de


que este movimiento político tiene sus bases filosóficas derivadas de pensadores
posmodernistas en los primeros años del siglo 20, el concepto posmodernismo
impactó en aspectos de la literatura, historia, arquitectura y arte, llegando a
convertirse una corriente que fluye en todos los ámbitos de la cultura, e incluso de
la nuestra. (Perry, A., 2000)

El problema que los posmodernistas descubrieron al finalizar los 60’s, fue que
existe una cantidad de maneras casi infinita de interpretar un hecho, por ejemplo,
si se toma la biblia o una obra de Shakespeare, hay un sinfín de potenciales
interpretaciones a los que se puede derivar, porque es muy complejo y
sofisticado; al imaginar que se puede interpretar, la palabra, la frase, el párrafo, el
capítulo, se puede interpretar en todos los sentidos de la obra y de toda la
tradición, teniendo en cuenta también la información previa almacenada es los
esquemas mentales, luego en el contexto de la discusión que se está teniendo y
todo esto afectaría en cómo se interpreta la obra.
En conclusión, existe una cantidad infinita de maneras para interpretar un texto,
una cantidad infinita de formas para ver el mundo, he aquí la famosa frase de
Nietzsche “No existe la verdad, solo interpretaciones.” Posteriormente, los
posmodernistas, concluyeron que no hay una forma correcta de interpretar los
hechos, se pueden interpretar de cualquier forma, proveniente de ello se
generaron términos como “diversidad” y términos que anduvieron en crisis como
“Igualdad”, “Libertad” y “Progreso.”

No es sino, con la aparición de Jacques Derrida a mediados de los 70’s, quien


concluyó que la gente interpreta el mundo de una forma que facilita su adquisición
de poder, se dice que el poder es la razón. Además en la misma época, inventó la
deconstrucción y genera el término de “falogocentrismo”, que refiere como lo
masculino se ha puesto en posición de ventaja o superioridad ante lo femenino.
He aquí, que el posmodernismo es la base filosófica del feminismo actual.

A partir de Derrida al finalizar los 70’s, se integraron términos como “huella”,


“exclusión” y “represión.” Se dice que dicho autor genera dudas similares a la
relación entre Marx y el marxismo, cabe resaltar que Derrida era un neomarxsista
francés, el termino desconstrucción debe someterse a un análisis profundo para
no ser convertido en una herramienta de poder discursivo centralizado. (Krieger,
P. 2004)

De tal manera, se puede argumentar que son los mismos axiomas ideológicos del
posmodernismo los que componen a la política feminista, que busca una igualdad
totalitaria, promoviendo una visión del mundo en la que los hombres son los
opresores lo que equivale en el discurso marxista a un “capitalista”, y las mujeres
son las oprimidas a lo que se podría llamar “proletariado”.

El feminismo postmoderno o la tercera ola de feminismo aparece en pequeños


grupos informales de mujeres que se reunían para intercambiar experiencias de
auto concienciación, ha sido criticada y es un movimiento de los muchos que han
generado cambios a finales del siglo XX hasta la actualidad, presenta ideas de
igualdad y equidad de género, que pretenden erradicar la jerarquía patriarcal
considerada como injusta, por lo tanto la práctica del pensamiento feminista pone
a disposición una solución para desarrollar sociedades más justas para todos los
seres humanos.
Durante años el empeño de la ideología feminista para alcanzar la igualdad y
equidad de género ha sido inmenso en diferentes dimensiones, sin embargo los
resultados de datos empíricos demuestran cierta contrariedad frente al impacto
biopsicosocial que se esperaba y las leyes que se han generado desde la política
feminista las cuales se han aprobado en muchos países.

Según Gracia, E. & Marlo, J. (2016) en su artículo “La violencia de pareja íntima
contra las mujeres y la paradoja nórdica” concluyó que los Países Nórdicos son
los estados con mayor igualdad de género y que poseen más altas tasas de
violencia contra la mujer, los investigadores la han denominado “Paradoja
Nórdica” y destacan que el conocimiento de las causas de esta paradoja puede
abrir nuevas perspectivas para orientar la investigación en violencia de pareja con
el propósito de atender adecuadamente a este problema de salud pública,
además señalan que al parecer la igualdad de género no tiene relación con alta
tasa de violencia de pareja en dichos países, se plantea la hipótesis en una
tercera variable aun no considerada, también manifiestan que estos estados
poseen similitud en igualdad de género y que son casi iguales en características
que aumentan los niveles de violencia de género como las conductas adictivas al
alcohol.

Otro estudio conducido, por Steat, G. & Geary, D (2018) desarrolló una
investigación denominada, “La paradoja de la igualdad de género en ciencia,
tecnología, ingeniería y educación matemática” se analizaron los datos de 475
000 adolescentes de 65 países y encontró una paradoja en la equidad de género,
pues entre mayor igualdad haya en una sociedad, las diferencias entre sexos se
remarcan aún más; concluyeron que en países escandinavos (Suecia, Noruega o
Finlandia), donde hay niveles más altos de equidad de género, no cuentan con
muchas graduadas en Matemáticas, Ciencia, Ingeniería y Tecnología. Por otro
lado, en países más conservadores cuentan con más mujeres graduadas en
dichas carreras, los investigadores aseguran que en países más liberales y ricos,
las preferencias personales se expresan con más fuerza, por el contrario en
países con menos oportunidades dichas carreas bien remuneradas pueden
resultar atractivas para las mujeres.
En el Perú, en correspondencia del INEI Instituto Nacional de Estadística (2017)
en su documento “Brechas de género”, concluye que la desigualdad en el Perú
posee una media de 0,391 que vacila entre 0 (sin desigualdad) y 1 (desigualdad
completa). Se tomaron en cuenta tres dimensiones: mercado laboral,
empoderamiento y salud reproductiva, se dice que mientras mayor sea las
disparidades de genero de en todas las dimensiones, más alto será el valor del
índice de desigualdad. Refieren que el índice de desigualdad de género es
necesario para comprender las brechas entre hombres y mujeres, es útil medir las
desventajas que padecen las mujeres, ya que permite observar el progreso de los
objetivos de la equidad de género que son erradicar la jerarquía del patriarcado
con el fin de llegar a la igualdad perfecta e impulsar a los gobiernos a tomar cartas
en el asunto.

La inclinación del siguiente tratado se centra en describir de manera clara la


estructura y funcionamiento de la ideología política del feminismo postmoderno, y
analizar desde una perspectiva psicológica, sus principales conceptos como
postura ideológica en estudiantes universitarias de psicología de la ciudad de
Trujillo.
I. EL FEMINISMO
I.1. Breve historia del feminismo
El feminismo está remontado en el siglo XVIII y XIX, con la
presencia de la primera ola y la lucha constante de la mujer por
defender sus derechos y la igualdad. El feminismo ilustrado y la
Revolución Francesa fueron el contexto ideal para llevar el discurso
de la igualdad en el ámbito político.

La Revolución Francesa (1789), sirvió como campo de expresión de


las mujeres y de muchos autores; es el caso de Condorcet (1743) y
Mary Wollstonecraft (1792); quienes con sus obras hacían énfasis a
la importancia del papel social de la mujer y a la supresión de los
bienes y derechos. Wollstonecraft, decía que la clave de todo era el
acceso a una educación, en donde las mujeres por medio de
actividades puedan desarrollarse independientemente, accediendo a
un pago proveniente de su trabajo o esfuerzo. Sin embargo no se
dio la importancia del caso al derecho al voto femenino.

En 1804, el Código Civil Napoleónico negó los derechos de las


mujeres y generó leyes en donde sean consideradas como niñas;
dependiendo de algún apoderado para realizar alguna actividad;
castigando el adulterio y el aborto. Por último, las mujeres eran
reservadas de acceder a los tramos de una educación media o
superior.

Los castigos impuestos como la guillotina y el exilio eran para las


mujeres que habían colaborado y tenían relevancia en la
participación política. Se reconocía a las mujeres solo como madres
y esposas, más no, como seres con derechos y bienes liberales. Es
por esto, que el sufragismo tenía como principal objetivo entrar a las
instituciones por medio de la educación y lograr el voto.

La segunda ola del feminismo se presenta en la segunda mitad del


siglo XIX y del siglo XX; en donde muchos filósofos tomaron
relevancia, tales como: Hegel, Schopenhauer, Kierkegaard y
Nietzche; quienes argumentaban que las mujeres deben ser
excluidas de las diferentes actividades que no sean el de hijas,
madres, esposas y amas de casa, añadiendo que el sexo masculino
es la encarnación del espíritu, y la naturaleza en el sexo femenino
es una estrategia para producir ser.

En 1840 en Estados Unidos de Norteamérica, se aprobó unos textos


del sufragismo americano, el cual se dió por medio de la Declaración
de Séneca Fall, donde se pretendía conseguir para las mujeres la
ciudadanía civil y cambiar las costumbres y la moral. El derecho a la
educación y al voto era el objetivo del sufragismo. Dicho movimiento
sufragista involucraba a todas las mujeres sin excepción y todas
ellas compartían discriminaciones semejantes.

En 1951 en Inglaterra, John Stuart Mill, quién era un aliado de las


sufragistas inglesas, estaba a favor de que se lograra el voto
femenino y el 1828 logró que las féminas puedan sufragar en
igualdad por medio de la petición que hizo al parlamento.

La Primera Guerra Mundial, sirvió como aliado para que los hombres
fueran a la guerra y las mujeres tomaran el mando de la economía
industrial, y la administración pública. En dicho contexto, el Rey
Jorge V; no pudo oponerse a la ley del sufragio femenino,
aprobándola en 1917.

En 1914, en el Estado Español, la constitución aprueba el artículo


34, el cual reconocía el derecho de las féminas al sufragio. Ya en
1920, muchas agrupaciones de feministas buscaban el derecho al
voto, la reforma del código y la educación en las mujeres.

En 1970, Suiza aceptó el voto femenino, y las sufragistas sentían


que habían logrado lo que tanto anhelaban, pero el feminismo
pareció entrar en una etapa de recesión.
En el siglo XIX y XX las feministas se basaban en principios liberales
y hacían énfasis de los aspectos igualitarios tales como: libre acceso
a la educación en las universidades, administración de los bienes
conyugales e igualdad de salarios y temas referidos a la patria
potestad de los hijos.
A mediados del siglo XIX, el socialismo de inspiración marxista se
impuso en la clase obrera; abordando cuestiones femeninas sobre el
origen social de la opresión de las mujeres; separándolas unas de
las otras de acuerdo a su clase social. A pesar de estar de acuerdo y
apoyarlas en sus demandas, las acusaban de olvidarse de la
situación que pasaban las proletarias.

El gobierno y los comunicadores, luego de la Segunda Guerra


Mundial, intentaron que las mujeres regresen a sus antiguos
quehaceres en sus hogares e impedir la competencia en el mercado
laboral con los hombres. Luego del proceso, la influencia de la obra
de Simone de Beauvoir (1949), llamada “El segundo sexo” fue
fundamental para el feminismo y se consideró fundamental en el
sufragismo dándole apertura a la tercera ola.

La tercera ola se presenta a mediados del siglo 20 y el mensaje de


Betty Friedan con su obra “La Mística de la feminidad” (1963),
obtuvo una influencia en las mujeres que sentían un vacío a causa
de no ser valoradas por lo que son, sino por las funciones que
ejercían como esposas, madres y amas de casa, logrando romper
esas barreras que les impedían ser autónomas e incorporarse al
mundo laboral. Betty, en 1966, crea la Organización Nacional de
mujeres (NOW), quienes consideraban que los problemas de las
féminas tendrían solución, mediante la adquisición de los derechos,
la ampliación de estas y la incorporación a la vida pública. Logrando
ser la feminista más influyente del feminismo liberal, el cual tenía el
concepto que en existía una desigualdad entre los sexos. Sin
embargo, fue al feminismo radical, el cual se oponía al liberalismo,
quien fue el protagonista en las décadas de los 70 y 80.

En los años setenta se realizaron trasformaciones en los valores y


en el estilo de vida de las mujeres. Existía un descontento del papel
que jugaba las féminas en el “Movimiento de libertad de la mujer”, el
cual buscada separarse de los varones y ser autónomas; a pesar
que todas estaban de acuerdo, discrepaban en relación a la
naturaleza y el fin de la separación; Dándose dos maneras de
separación del feminismo radical: “Políticas”, el cual decía que la
opresión de las mujeres se produce por el capitalismo ; y la otra eran
las “feministas”, quienes acusaban a los hombres de favorecerse
con su dominación. Esto quiere decir, que el nombre de feminismo
radical, saltó a ser solo para aquellas personas que estaban de
acuerdo con las posiciones teóricas de las “feministas”.

Entre los años 1967 y 1975 el feminismo radical norteamericano


consideraba “privadas” a los centros de dominación patriarcal.
También organizó los grupos de autoconciencia que impulsaba a los
participantes a declarar sus vivencias personales de opresión para
ser analizada y luego lograr su transformación. Se caracterizaba por
su exigente impulso de igualdad y antijerárquico, en pocas palabras,
ninguna mujer podía pasar por encima de otra, es por esto que no
existían líderes, sino los grupos eran formados por afinidad o
amistad. En estas fechas las obras de Kate Millet y Sulamit
Firestone (1970) fueron fundamentales en dicho contexto, llevando
consigo conceptos de patriarcado, género y casta sexual.

Con la evolución del feminismo radical estadounidense, se dió paso


a un nuevo tipo de feminismo conocido como feminismo cultural,
centrado en la diferencia, y exaltando los valores del feminismo y
sus principios que defienden la diferencia sexual, el cual condena la
heterosexualidad, y proporciona como única alternativa de una
cultura no contaminante al lesbianismo.

Los años ochenta fue inicio para que se intentara desaparecer al


movimiento feminista por medio de una formación conservadora
reactiva, y tanto, el poder, la autoridad y el prestigio seguían en
manos de los varones, motivo por el cual las mujeres se vieron
forzadas a utilizar el sistema de cuotas que les permitía estar
presentes y visibles en todos los ámbitos públicos.

En los últimos años han ido apareciendo pequeños grupos de


mujeres informales que se reunían para intercambiar vivencias y
promover la auto concienciación, etc. Pero con el pasar del tiempo
todas estas agrupaciones se han transformado en asociaciones de
apoyo a las mujeres, las cuales muchas veces son apoyadas por el
estado, por medio de programas que las benefician. Muchos de
estos programas son incentivados por las universidades que hacen
que las mujeres no se sientan solas y puedan saber que allí afuera
hay una realidad muy distinta a la suya.

I.2. Definición de ideología


La ideología es un término que puede interpretarse como una
interconexión de conceptos envueltos en narrativas que moldean
fuertemente el pensamiento y acción del ser humano.

Según Colon, A. (2006), desde una perspectiva política, la ideología


se considera como el grupo de ideas que yacen en un colectivo
político, por ende una doctrina o ideología política contiene un trío
de ejes fundamentales:
a) Capacidad del ser humano para diagnosticar, analizar y criticar el
presente a partir de causas profundas.
b) Presenta soluciones antes los problemas que hacen padecer a la
cultura.
c) Presenta un plan de acción para alcanzar un ideal o un
mejoramiento del futuro.

I.3. Definición de feminismo


La teoría explicativa del feminismo sobre la situación de las mujeres
dentro de los sistemas sociales, se define de varias maneras y
tienen el mismo fin; otorgarles a las mujeres fortaleza y
emanciparlas de la sumisión que han sido víctimas por parte del
hombre.

El feminismo es un movimiento político y social que se desarrolla


con una serie de acontecimientos, en donde la mujer toma
conciencia de la dominación y explotación que han sufrido a causa
del hombre en el en el patriarcado durante las diferentes etapas de
la historia; lo cual las mueve a la trasformación de su sexo mediante
la liberación en la sociedad que requiera.

Hablar de feminismo es sumergirnos en la realidad de muchas


mujeres que toman conciencia de las discriminaciones sufridas
durante mucho tiempo y que actualmente por medio de
organizaciones buscan la igualdad de derechos y acabar con
aquellas injusticias en la sociedad. Hay que tener en cuenta que la
palabra feminismo apareció en un momento posterior de las
primeras manifestaciones grupales que defendían los derechos de
las mujeres.

Para María Moliner (1967) se trata de una “doctrina en donde ambos


géneros tienen los mismos derechos y está encaminado a conseguir
la igualdad”.

Se define como un pensamiento antropológico, porque han pasado


tres siglos desde su existencia y tiene como idea la igualdad entre
ambos sexos.

Existe un Ciber Colectivo de mujeres en la red en donde define al


feminismo como una corriente de pensamiento, que busca la
defensa de oportunidades y derechos para ambos sexos (hombres y
mujeres).

I.4. Política feminista posmoderna


La política feminista posmoderna, considera al feminismo “moderno”
o de la tercera ola del feminismo como un derivado de la teoría del
feminismo, la cual encaja dentro del ámbito político porque está
relacionado al pensamiento y a la acción, y tiene como propósito
fundamental: terminar con el poder tiránico patriarcal hacia la mujer.

El feminismo de la igualdad de los años 60, y el principio llamado


“la diferencia es política”, argumenta que la sociedad es la que
obliga a que se diferencien los hombres con las mujeres, y propone
el alcance de la igualdad de todos. Sin embargo, el feminismo de la
diferencia argumenta que “la diferencia es ontológica”, por lo tanto
hay una identidad de mujer que se debe retomar y plasmar a nivel
público. En la década del noventa, en un debate dentro del
feminismo, se generan tres críticas a las teorías ético-políticas de la
edad contemporánea
Se presentaron las tres siguientes cuestiones:
a) Discriminación por sexo
Se observa que a pesar de la existencia de leyes en contra de la
discriminación o los intentos de eliminar el sexismo, la
desigualdad sexual es estable. Este hecho yace su origen en el
poder que ejerce el hombre hacia la mujer, que hace innecesaria
la acción de discriminar. El feminismo de la igualdad planteó
como propuesta: exterminar la diferencia sexual cuando sea
injusta.

De esta manera se llegaron a notables avances, pero de forma


limitada, ya que la cultura sigue estando dominada por los
propósitos del patriarcado. Se dice que la desigualdad sexual no
es un problema de discriminación injusta, sino de tiranía,
entonces la solución está en la tenencia de poder. Por lo tanto
son necesarios cambios en la sociedad y en las teorías de
justicia, para que el poder de la mujer sea efectivo.

b) La distinción de lo público/privado
El hecho de que un ámbito central de la desigualdad sexual yace
en la familia, esta ha quedado fuera del debate político, por ende
se asume que la justicia solo participa en un mundo público y
que la familiar es parte de la forma de vida íntima.

El feminismo reclama que lo íntimo sea parte del globo político,


ya que en el hogar es donde se concibe la desigualdad y uno de
los escenarios donde el hombre ejerce su poder dominante.

El feminismo crítica que la política liberal pone su atención en la


cultura pública, pero evade la vida hogareña que ocurre dentro
de ella y no se da porque se reconozca como aspecto de la vida
privada, sino porque los teóricos políticos no les importa
erradicar una diferenciación sexual que les conviene a sus
beneficios. Las feministas, por su lado critican el derecho a tener
como forma de vida la intimidad, ya que al entender como
legitimidad a que el gobierno no interfiera es el ámbito familiar,
esta queda fuera de la justicia pública, por lo tanto proponen que
la política de derecho se aplique también en el hogar.

c) La ética del cuidado


La ética del cuidado recalca la importancia de la razón moral
femenina, la forma en como las mujeres solucionan cuestiones
morales y que deberían aplicarse en la sociedad.

Se trata de una ética de cuidado que se preocupe por el


bienestar de los demás haciendo responsables a las personas de
proteger a quienes los rodean. A diferencia de la ética de justicia
que se limita a las responsabilidades del cuidado de los otros; la
ética del cuidado busca desarrollar la disposición moral en vez
de conocer la moral correcta, busca soluciones personalizadas a
cada hecho, en vez de aplicar principios universales, y se ocupa
del cuidado del otro con el fin de preservar su bienestar.
I.5. Bases filosóficas
Posmodernismo
Se hace necesario escrudiñar el pensamiento posmodernista
para entender la situación actual de la cultura a nivel mundial, ya
que esta corriente filosófica posee un rol muy influyente,
especialmente en el ámbito político (que es donde ahora reside
el feminismo) se considera que es el nuevo campo de juego del
marxismo. Esta filosofía entro en auge en los 70’s, luego de que
el marxismo clásico, en el campo económico donde se situó,
quedó altamente desacreditado, por lo que en la actualidad es
prácticamente irrazonable defenderlo en público a pesar de que
haya tenido un gran impacto intelectual mientras duró como tal.

La idea que generó el marxismo, es que observa el panorama de


la economía como un campo de batalla, donde proletarios y
burgueses, luchan por el poder, y que los sistemas económicos
están destinados a esclavizar a la gente, a mantenerla pobre y
sometida a menos que se realizara una reforma radical del
sistema basado en algo así como una “política de equidad”.

A lo largo de todo el siglo XX. Con resultados asesinos, el


marxismo fue la doctrina política-económica más destructiva que
el intelecto humano haya creado, incluyendo el nazismo, porque
las muertes que se dieron por el comunismo superan a los
delitos cometidos por Hitler, se puede conocer a más detalle
sobre estos actos desastrosos del régimen comunista que fueron
denunciados en el ensayo “Archipiélago Gulag” realizado por el
escritor ruso Aleksandr Solyenitzin en 1973. (Güel, J &
Fernández, E., 2007)

Para finales de los años 60s, la evidencia de que el comunismo


era una falla catastrófica, era muy abrumadora, que incluso los
intelectuales franceses (quienes tienen cultura intelectual muy
importante y desde hace mucho tiempo, allí los intelectuales son
muy influyentes), como Jean Paul Sartre tuvo que admitir para
finales de los 60’s que el experimento de todos los dictadores
como en Rusia, China, etc., y sus variantes, eran un desastre
catastrófico, mencionó el peligro del marxismo al querer
convertirse en saber absoluto (Triana, E. 1980)

a) Jaques Derrida
Con la aparición de Jacques Derrida a mediados de los 70’s,
quien concluyó que la gente interpreta el mundo de una forma
que facilita su adquisición de poder, se dice que el poder es la
razón.

Acuñó el término “falogocentrismo”, que refiere como lo


masculino se ha puesto en posición de ventaja o superioridad
ante lo femenino. He aquí, que el posmodernismo es la base
filosófica del feminismo actual. Este término se usó para
describir la base axiomática de occidente, tanto como el
occidente judeocristiano y el occidente iluminado. Derrida
hizo un seguimiento al judeocristianismo, el modernismo, el
renacimiento y la iluminación, haciendo una crítica de todo
esto. Y concluyo que en todo ese tiempo el occidente fue
dominando por lo masculino.

Una de sus principales proposiciones es que existe una


cantidad infinita de maneras de interpretar una situación o
cualquier texto, el cual resultó evidente en muchos ámbitos
de conocimientos. A partir de ese argumento, la crítica que
realizó a la sociedad logocéntrica, fue una destrucción a la
idea del individuo como una fuerza hablante, como una fuerza
comunicadora, por eso a los posmodernistas les interesa
tanto el colectivismo. (Krieger, P. 2004)

I.5.1. Bases políticas


Izquierda política moderna.
Movimiento político nacido en la revolución francesa, viene a ser
una agrupación de posturas políticas que asumen como ideal
principal el argumento de la igualdad social, y se pone en contra
del movimiento de la derecha, que asume la desigualdad cultural
como un hecho natural e inamovible.

La izquierda política se clasifica en varias ramas ideológicas, en


el caso de feminismo, esta yace en los movimientos colectivos.

Es el extremo de la de esta postura política el cual se ha visto


claramente en países de Latinoamérica, sea el caso de los
gobiernos de: Cuba, Bolivia, Ecuador, Venezuela, etc. Es
característico de estos gobiernos tomar a quienes no estén de
acuerdo sus ideas, como “desleales”, ya que resaltan la
importancia de la identidad grupal y les interesa en lo mínimo la
individualidad.

Según Hobsbawn, E. (s.f.), la manifestación de esta ideología


que se puede llamar “Política identitaria” se puede contemplar
como sus variantes, el movimiento LGTBI y el colectivo
Feminista.

I.5.2. Conceptos básicos


a) Género
Según las teorías feministas el término “Género” se utilizó en
el siglo XX, el cual impulsaba al desarrollo de políticas de
igualdad y hacía referencias a las características masculinas
y femeninas, el cual puede ser aprendido, educado, cambiado
y manipulado. También se entiende como la construcción
cultural y social que define las distintas características
afectivas, emocionales, intelectuales que son naturales en
hombres y mujeres.
Actualmente hablar de género está vinculada a violencia, con
una variedad de políticas que va de la mano con la palabra
“mujer”. La palabra “genero” ha ido cambiando y es muy
comúnmente utilizada. Tanto jurados, académicos, feministas,
agentes sociales los usan y lo posicionan a favor o en contra
de lo que el término aporta en sus respectivos sistemas. La
percepción que se otorgado desde un uso común es
asemejar la palabra genero con sexo. Sin embargo las
teóricas feministas al apropiarse del término lo hicieron para
darle un nuevo significado.

Desde la perspectiva feminista, el género, es una herramienta


de análisis que sirve para detectar problemas, más no para
darle una solución; un ejemplo de ello es la invisibilidad que
recibe la mujer bajo un falso universal que la hace insuficiente
frente a los poderes públicos

En el Diccionario panhispánico de dudas (2005) define a la


palabra género como conjunto de seres u objetos con
características comunes, clase o estilo. También, la gramática
la define como sustantivo y pronombre que se puede
clasificar en femenino y masculino.

Mediante el género se protege una ideología que promueve


un impulso institucional de las políticas de igualdad que se
han desarrollado hasta el momento.

b) Igualdad y equidad de género


Hablar de igualdad de derechos y oportunidades entre
hombres y mujeres, es hablar de igualdad de género en el
ámbito privado como público. También se considera pieza
clave para el desarrollo sostenible de la sociedad.
En tanto, hablar de equidad de género es asociar la idea de
justicia, por medio de principios éticos normativos, que cubre
los intereses y necesidades de las personas que son
diferentes, sobre todo en aquellas situaciones en las que se
encuentran en desventaja.

Según el sociólogo Manuel Garretón “la equidad de género,


es la igualdad de oportunidades individuales que satisfacen
las necesidades básicas socialmente definidas. También
refiere que existe una distancia social entre poder y riqueza;
explicando que una sociedad puede ser equitativa y desigual
a la vez. Si se hace una diferencia entre ambos conceptos, la
equidad de género es recibir lo que a cada uno le
corresponde. La igualdad de género, en cambio, es tener los
mismos derechos ante la ley.

En la equidad de género se implanta un principio de justicia a


la igualdad de género, la cual se debe implantar primero, para
que pueda existir una figura de equidad de género.

Amelia Valcárcel nos dice que no se puede prescindir de


equidad e igualdad de género, puesto que la igualdad es
ética y la equidad es política.

c) Brecha salarial
El concepto de brecha salarial, tiene su origen en la
connotación de género que se da en las diferencias de
retribución entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.

El concepto de brecha salarial de las desigualdades en el


seno de las empresas y en términos análogos se da como la
diferencia entre la remuneración de los trabajadores.

La Organización para la cooperación y el desarrollo


económicos (OCDE), refiere que la brecha salarial es la
diferencia que se da entre las mujeres y los hombres con
respecto a los salarios recibidos, trabajos similares o de
similar valor.

d) Sexismo
El sexismo es el poder que ejerce un grupo de personas
sobre otra en razón a su sexo.

Sau, V. (2002), en su obra “Diccionario Ideológico Feminista”,


define al sexismo como un conjunto de métodos que han sido
empleados desde el patriarcado con el fin de mantener
subordinada y explotada a la mujer.

Lameiras, M. (2003), lo define como una manera de actuar de


los seres humanos y que está dirigida a las personas en
virtud de su sexo biológico y que asume diferentes conductas
y características; dejando a manifiesto el superioridad del
sexo masculino sobre el femenino.

Se trata de actitudes que favorezcan a la jerarquización y


desigualdad que provocan la diferencia sexual. Cabe resaltar
que el sexismo no se asemeja al machismo; es un
comportamiento individual o grupal que desprecia un sexo y
ayuda a la dominación de los varones y subordinación de las
mujeres.

II. ANÁLISIS PSICOLÓGICO DE LOS PRINCIPALES CONCEPTOS DE LA


POLÍTICA FEMINISTA POSTMODERNA.

La política feminista posmoderna a partir del ideal de la justicia social


derivada de la izquierda política, emplea la ética del cuidado que propone
ideas de protección. Por ejemplo: en universidades de los Estados Unidos
de Norteamérica, obviamente se podría pensar que una idea puede ser:
“que las personas no deben insultar y mucho menos golpear a las
mujeres”, y tienen razón, sin embargo a lo que se refiere es a no ser
expuestos a ideas que las hagan sentir marginalizadas o degradadas.
Básicamente esto ha paralizado la libertad de expresión, todos tienen
miedo decir lo que piensan, porque pueden ser rápidamente acusados de
misóginos, llevados ante la comisión de igualdad de oportunidades.

Algunas leyes como la C-16 en Canadá (Ley que incluye la protección de


identidad y género, y determina como crimen de odio la discriminación
basa en identidad y género) pueden confinar, multar o mandar a terapia
anti-prejuicios a un individuo que no se dirija con el discurso obligatorio a
favor de la protección de la identidad y género.

Un caso real fue el de James Damore, un ex ingeniero de Google que fue


despedido en agosto del 2017 tras publicar un documento en el que realizó
una crítica a las políticas de diversidad de la compañía, usó resultados de
estudios científicos y aseguró que la ausencia de féminas en función de
liderazgo se deben a causas biológicas, manifestó que los hombres por sus
propias competencias naturales tienden a centrarse en ser programadores
informáticos u otras ciencias, debido al interés que tienen por las cosas;
mientras que las mujeres se inclinan a los sentimientos y la belleza,
carreras de interés por las personas, como: enfermería, asistencia social,
psicología, etc. Tras este hecho, fue retirado de la organización, acusado
de discriminador, dañino y perturbador y que la información expuesta en el
documento se halla fuera de las leyes de protección del entorno laboral,
manifestó Jayme Sophir, abogado supervisor en la junta Nacional de
Relaciones Laborales.
No sería posible exagerar el peligro que podría llegar a causar más
adelante estas ideas políticas, por ello desde esta perspectiva, se
considera la ética de cuidado como absurdo, como idea de pensamiento y
acción en las universitarias de psicología de la ciudad de Trujillo.

La idea de que el género es meramente una construcción social, es


simplemente una declaración axiomática, más que una consecuencia de un
análisis de estudios empíricos, no se puede decir que los genitales son una
construcción social o que las diferencias de peso o altura lo sean, se puede
argumentar que es posible que haya cierto efecto medioambiental y
cultural, en cada objeto complejo, y es difícil delimitar cuáles son sus
efectos.
La ideología del feminismo posmoderno rechaza las diferencias
encontradas a nivel biológico, incluso las denuncia como una forma de
opresión sistemática que ha generado el patriarcado a través de la ciencia
en la historia.

Existen diferencias genuinas en las personas, en cuanto a inteligencia,


temperamento e intereses, etc., y que la causa de estas diferencias sea
una condición biológica subyacente está probada abrumadoramente. Por
ejemplo, en un estudio de asociación de Ratio Digital e intereses
profesionales, dirigido por Weis, E. F (2007), demostraron que existen
asociaciones entre la proporción de la longitud de los dedos y los intereses
profesionales que se sabe que son diferentes entre hombres y mujeres, por
ende, las diferencias de sexo en los intereses profesionales pueden
atribuirse parcialmente a la influencia de los andrógenos prenatales en el
desarrollo del cerebro.

La teoría del rol social, que es el punto base de la política feminista, es


inadecuada para explicar algunas de las variaciones culturales observadas
en las personalidades de hombres y mujeres.

Las teorías evolutivas con respecto a las diferencias de género evocadas


ecológicamente pueden resultar más útiles para explicar la variación global
en la personalidad humana.

El feminismo desde su política ha integrado el término de “masculinidad


toxica,” ¿Y qué significa eso? ¿Existe también la “Feminidad tóxica”?.
Culpar a los hombres por ser hombres, y obligarles a ser más femeninos
no es la solución al problema, el feminismo posmoderno es lo que trata de
hacer a través de su política, al introducir programas para erradicar
conductas masculinas que desde la perspectiva patológica de ellos es
considerada como algo tóxico.

La política feminista, mediante sus propuestas recrimina la agresividad de


los hombres, aspecto que es innato en los hombres, en sus deseos de
competir, ganar, ser atractivamente seres con virtudes. Su ideología de
baja resolución no observa el problema en profundidad. El resultado de
quitar aspectos innatos del hombre, hacen que se vuelvan confundidos,
vacíos, con la moral por el piso; eso produce hombres débiles, que carecen
de poder, son resentidos, viven vidas sin sentido, no son hombres
maduros, esos hombres se vuelven fuentes de maldad, esos hombres no
han integrado bien su agresividad, son eternamente adolescentes.

Los hombres fuertes, no son hombres tiránicos, son hombres poderosos,


son hombres competentes y responsables, que son cuidadosos con sus
dichos y hechos. El feminismo quiere que se eliminen las competencias de
un verdadero hombre, piensa que reprimiendo sus instintos más profundos
los harán buenos, lo cual es un error.

Los hombres buenos, son agresivos, pero saben controlar esa parte de su
personalidad, porque la han integrado correctamente, los hombres buenos,
no son para nada hombres pasivos, ni neutrales, son hombres que
enfrentan los conflictos porque son concienzudos, los hombres buenos son
hábiles y competentes.
La igualdad de género como propuesta de la política feminista es
paradójica, ya que se ha visto países más igualitarios en género, al
disminuir la desigualdad generada por variables socio-ambientales entre
ambos géneros, se maximizan las diferencias biogenéticas, porque es todo
lo que habría. ¿O algo más?

Las guerreras feministas del cuartel de la izquierda posmoderna, han


implantado la idea de que la jerarquía es un producto social del tiránico
patriarcado de occidente, su ideología pone en un saco a la biología y la
arroja al vacío. Niegan las ciencias naturales para culpar de lo injusto al
hombre. Sus ideales no tienen respaldo científico sólido. La biología de la
evolución y las neurociencias demuestran que las jerarquías son más
antiguas que los árboles.

Jordan Peterson, reconocido psicólogo clínico canadiense, afirma en su


libro “Mapas de significado”, que la jerarquía es una solución al problema
de que muchos agentes, cosas o entes, de un mismo tipo convivan en un
mismo sitio, es decir, se requiere un principio de orden, de organización.
Lo cierto es que las jerarquías producen ganadores y perdedores y eso es
lo que alienta a los guerreros de la justicia social, por otra parte está
demostrado que el exceso de desigualdad provoca culturas inestables, lo
que hace razonable la preocupación de la izquierda posmoderna, sin
embargo no es razonable culpar la desigualdad al capitalismo o al famoso
patriarcado, ya que es un idea científicamente falsa.

La idea de una brecha salarial, desde las ciencias sociales, es pobremente


formulada, ya que la manera en que se conceptualiza es errónea, siendo
que no es un problema de una sola variable, es un problema de múltiples
variables. La idea de que hombres y mujeres no hacen la misma cantidad
de dinero debido a la discriminación por género o por el “sexismo”, no es
científica, más bien, es una flojera intelectual asumir que en todas esas
situaciones en donde las mujeres no lo hacen lo mismo que los hombres, o
viceversa, que la razón de esto esté determinado por opresión, ya que hay
muchas razones para ello.

De acuerdo con Farrell, W. (2005) en su libro “Porque los varones ganan


más” expone alrededor de 42 razones del porque lo hombres hacen más
dinero y unas de ellas es que los hombres tienden a desenvolverse en
ocupaciones más peligrosas, además desmantela los mitos sobre el
supuesto poder masculino, el cual ha sido engañosamente conceptualizado
como poder tiránico dominante lo que en realidad sería habilidad o
competencia.

Hay hombres, por ejemplo en Trujillo, que están encargados de la gerencia


de grandes empresas de construcción civil, son individuos que trabajan
alrededor de 80 horas semanales, están muy motivados en su trabajo, son
muy inteligentes y concienzudos, no evitan el conflicto, lidian a diario con
enemigos poderosos que son parte de la competencia, como el caso de un
pariente mío que frecuentemente tiene que confrontar a otras
organizaciones que intentan invadir sus terrenos de canteras, esas
personas no son nada amables, o competir con otras empresas altamente
competentes para ganar una obra, entonces, la cuestión aquí sería ¿Por
qué hay hombres que optan por este tipos de trabajos? ¿Qué les pasa por
la mente para invertir de lleno toda su juventud en estas labores, en lugar
de estar tranquilos en un trabajo de menos horas, con menos riesgo y
exigencia u ocupando el tiempo en disfrutar de otras actividades?

Las brechas entre hombres y mujeres existen, realmente sí, pero cualquier
científico que sea serio, sabe y reconoce la importancia de analizar el
problema en relación a todas las variables posibles, para determinar lo que
es real, entonces no se puede argumentar que la única causa de una
brecha salarial sea el prejuicio por género.

El feminismo argumenta que la brecha existe aún en situaciones donde las


mujeres ganan mucho menos que los hombres por el mismo trabajo, pero
la pregunta es ¿Y quién define que trabajo del uno y el otro es el mismo?
Recientemente han surgido los “consultores de diversidad” en EE. UU., por
ejemplo, se puede imaginar que se toma una jerarquía, de una empresa de
venta de telefonía, se analiza la estructura jerárquica de la empresa, se
despliega la representación de las personas de la empresa por su
categoría identitaria: cuantos hombres, cuántas mujeres, cuantos
transexuales, se divide por raza, por etnia, por orientación sexual.

Algunas categorías agrupan más personas que otras, razas por ejemplo, el
problema de esto es que hay varias formas de clasificar a las personas en
grupos axiomáticos, pero no hay forma evidente de determinar qué grupo
es más importante que otro, he aquí donde la política de izquierda radical
emplea el juego de agrupar y desagrupar, se prioriza la jerarquía más baja,
y se hace la pregunta: ¿Es 50% hombres y 50% mujeres? Si la respuesta
es negativa, la razón causal es “opresión sistemática”, “prejuicio”,
“intolerancia” y “misoginia”. Luego se dice que la personas de la empresa
son intolerantes y misóginos, si no es conscientemente se dice que es
inconscientemente, posteriormente se arma un plan de acción para reducir
la desigualdad en ese nivel jerárquico que representa proporcionalmente la
organización. El analista escoge convenientemente que grupo se
representara y a cual pertenece cada persona, aunque existan una
cantidad infinita de formas de agrupar a las personas, y con qué población
compararla. Con ese enfoque se puede mantener a la gente, es una
inestabilidad permanente.
Por ende, no se comparte en lo absoluto esta política del feminismo
posmoderno, es un parásito engendrado por el marxismo el cual a través
de Jaques Derrida y demás pensadores posmodernos, todos neomarxistas,
hicieron una jugada “maestra” en cambiar la cancha de juego del marxismo
clásico de burgués contra clase obrera en la economía, a hombres vs
mujeres en el poder, porque para ellos todo es poder, porque sencillamente
están hambrientos de poder, es una clara “proyección” si se quiere ver
desde el punto de vista del pensamiento psicoanalítico.

III. POLÍTICA FEMINISTA POSMODERNA EN ESTUDIANTES


UNIVERSITARIAS DE PSICOLOGÍA DE LA CIUDAD DE TRUJILLO.

La política feminista tiene como finalidad destruir el llamado patriarcado


tiránico que ha establecido dominio sobre las mujeres y llegar a la igualdad
perfecta entre hombres y mujeres, a través de ideas de protección
concebidas de una supuesta compasión por lo demás. ¿Sera buena esta
postura ideológica para las estudiantes universitarias de psicología?

El problema de esta ideología es que resulta atractiva para las mujeres


estudiantes de psicología, lo cual no significa que sea un medio viable para
solucionar problemáticas sociales. Es peligroso para las mujeres que
toman asumen postura política, ya que se desvían de sus
responsabilidades esenciales, ya que éste sistema de pensamiento se
centra constantemente en resaltar lo injusto en todo, y que la injusticia y los
males de la sociedad son causa del patriarcado.

Realmente este es el juego, juego patológico de por sí. El juego que los
neo-marxistas han desplazado hacia las universidades, especialmente
corroyendo las humanidades. Porque solo genera emociones negativas
constantes en las mujeres que asumen esta ideas, genera crisis de
masculinidad, y afecta principalmente a las mujeres del sector universitario
de psicología quienes suelen estar receptivas a esta política en los últimos
años.

La ciudad de Trujillo es una de las más violentas de todo el Perú, y la


causa de ello no se debe a la observación de baja resolución del
feminismo, es anticientífico pensar que las mujeres son violentadas por ser
mujeres, ya que existe variedad de causas que podrían generar violencia.

Se debe tomar en cuenta el temperamento que ciertamente es una variable


influenciada por la cultura, analizar el carácter que contiene un factor
biológico hereditario, y la personalidad en sí, además del consumo de
drogas, entre otros trastornos, etc.
No como el estudio que realizo el INEI acerca de las brechas entre
hombres y mujeres, que no es más que un descriptivo arbitrario de escaso
análisis científico, absolutamente no-sofisticado, ya que no toma en cuenta
variables como personalidad e intereses, que son importantes si se quiere
definir diferencias entre géneros. Quien haya hecho un estudio a partir de
esos datos, se puede asegurar que desconoce una válida metodología de
investigación psicológica o simplemente no es un científico serio. Ese es
otro problema y peligro para las estudiantes de psicología en el desarrollo
de investigaciones.

La política del feminismo tiene como ideología la “equidad” que es lo


mismo que igualdad de resultados, y es una doctrina del marxismo. Esta
idea no es nada buena que las estudiantes universitarias la crean como
verdad, aunque de manera superficial parezca razonable pensar “Si todos
los recursos no son distribuidos equitativamente a la población, entonces el
sistema es injusto” (esta forma de pensar y actuar en base a lo justo, es
compleja, por lo que es razonable cuestionar ¿Qué es justicia, que es lo
justo?, ya que son términos complejos de definir), la cuestión sería ¿para
que se esfuerzan las estudiantes mujeres? ¿Si no es para sobresalir de la
mediocridad? Porque ese es el motivo real de alguien que se esfuerza,
trabaja en aprender una habilidad o se empodera, es para hacer
desigualdad, porque si las estudiantes universitarias trabajan duro merecen
un resultado diferente, a menos que la ideología del feminismo quiera que
ellas dejen de trabajar duro, como lo que paso en la Unión Soviética, el
chiste de “Ellos fingen pagarnos, nosotros fingimos trabajar.”

Las estudiantes universitarias de Trujillo, son la parte privilegiada de la


población, son favorecidas de estar en un lugar donde el conocimiento las
hará sofisticadas, están en una institución forjando una carrera, una marca
de ellas mismas, se debería estar agradecido por ello, y sería más
saludable pensar así, en lugar de estar fijándose en la injusticia, que solo
genera resentimiento, en quienes tienen ese pensamiento. Sin embargo, se
espera que la universidad sea un medio importante en el desarrollo
saludable de las estudiantes, pero aun así existen mujeres que están
introducidas en la política feminista en los movimientos como “ni una
menos,”, “las respondonas,” etc. Entonces, ¿Qué sucede? ¿Por qué
asumen esta política como identidad? ¿Qué, acaso no conocen las bases
filosóficas de esta política que viene de la izquierda radical? ¿No saben
que son las mismas ideas que Marx propuso y quienes intentaron realizar
su utopía cargaron millones de fallecidos? ¿O es tanta la introyección que
han hecho de estos axiomas políticos que cualquier intento por
desvanecerlas son peligrosos para su yo? En parte podría decirse que las
estudiantes Trujillanas tengan cierto factor que las predispone a escoger
estas políticas, en lo que respecta a la psicometría, se ha demostrado la
relación entre el neuroticismo y la política liberal de donde pertenece la
ideología feminista, que es lo contrario a la política conservadora que se
caracteriza por el equilibrio emocional, y también podría deberse a un
factor de apertura la experiencia que caracteriza los liberales, en cuanto a
ello habría que realizar un estudio en las universitarias de la ciudad de
Trujillo para averiguar dicha relación entre personalidad y política.

Otro aspecto sería la educación universitaria, se han revisado las mallas de


las universidades donde se dicta el programa profesional de psicología y
en ninguna de ellas existe alguna materia en referencia a la psicología de
la política, psicología de la religión, o algún curso donde se expongan parte
de la historia política. Se ha demostrado no solo el conocimiento, sino
también la forma de adquirir conocimiento define parcialmente la
asociación entre personalidad y orientación, por lo que es fundamental la
educación en ese ámbito.

La política feminista posmoderna es una postura política que las


estudiantes universitarias de la ciudad de Trujillo no deberían asumir como
verdad, por el mismo de hecho de ser una ideología, es un peligro tomar
como verdad lo que este movimiento opine, ya que las soluciones reales a
problemas complejos no parten de opiniones, lo relevante son las
evidencias, a partir de ello se acciona. Es extremadamente útil conocer a
profundidad este movimiento político, criticar y juzgar lo que ofrece, como
fuerzas pensantes que son las estudiantes.
IV. CONCLUSIONES
Tras desarrollar esta investigación, se pretendió describir de manera clara
el funcionar de la estructura de la ideología política del feminismo
postmoderno, y analizar desde una perspectiva psicológica, sus principales
conceptos como postura ideológica en estudiantes universitarias de la
ciudad de Trujillo. De tal manera, se presentan las conclusiones como
resultados de esta monografía:

 El feminismo posmoderno es una ideología política basada en la


defensa de la igualdad de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, y
que tiene como propósito erradicar la jerarquía patriarcal, ya que la
considera como fuente opresión hacia las mujeres.

 Los conceptos de ideología política del feminismo posmoderno ofrecen


una visión de baja resolución antes los diversos problemas complejos
de la sociedad, la investigación científica destruye las opiniones
ideológicas del pensamiento feminista.

 Centrar la observación en las injusticias, como lo hace esta ideología,


es una práctica relacionada con las emociones negativas, y con el rasgo
de personalidad neuroticismo, hace que las personas se desvíen de sus
responsabilidades fundamentales y significativas, empuja al
resentimiento y termina proyectando el hambre de poder.

 La ideología feminista posmoderna, no es una buena opción para


integrar al pensamiento y acción de las estudiantes universitarias de
psicología, porque esto conllevaría no solo al desvío personal sino
también al desvío del trabajo científico.

 Las escuelas de psicología en la ciudad de Trujillo, en sus programas


educativos, no cuentan con cursos de historia política o psicología
política y religión, que permitan inducir a un entendimiento profundo del
comportamiento humano influenciado por la política y religión.
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