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EAP: CONTABILIDAD

1. EL DERECHO LABORAL PERUANO Y LOS TRATADOS


INTERNACIONALES
2. LA ORGANIZACION INTERNACIONAL DEL TRABAJO

ALUMNO: VELARDE ROSALES, Wilkerson Gamaliel

Huánuco 2018
EL DERECHO LABORAL PERUANO Y LOS TRATADOS INTERNACIONALES

La Constitución Política del Perú establece que "Los derechos humanos y libertades que
la constitución reconoce, se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de
derechos humanos y con los tratados y acuerdos Internacionales sobre las mismas materias
ratificados por el Perú". Y cuando tocamos el tema del derecho laboral inmediatamente
tenemos que tratar sobre la dignidad de la persona que trabaja y el término dignidad deriva del
vocablo en latín dignitas, y del adjetivo digno, que significa valioso, con honor, merecedor. La
dignidad es la cualidad de digno e indica, por tanto, que alguien es merecedor de algo o que una
cosa posee un nivel de calidad aceptable.
La dignidad humana es un valor o un derecho inviolable e intangible de la persona, es un
derecho fundamental y es el valor inherente al ser humano porque es un ser racional que
posee libertad y es capaz de crear cosas. Esto quiere decir que todos los seres humanos pueden
modelar, cambiar y mejorar sus vidas ejerciendo su libertad y por medio de la toma de
decisiones.
La dignidad se basa en el respeto y la estima que una persona tiene de sí misma y es merecedora
de ese respeto por otros porque todos merecemos respeto sin importar cómo somos. Cuando
reconocemos las diferencias de cada persona y toleramos esas diferencias, la persona puede
sentirse digna, con honor y libre.
En el Preámbulo de La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 habla de la
"dignidad intrínseca (...) de todos los miembros de la familia humana", y luego afirma en su
artículo 1º que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos".

La Dignidad
En este caso, es positiva y fomenta la sensación de plenitud y satisfacción, reforzando la
personalidad. La esclavitud, entonces, se ha usado para personas que no se trataban como tales
ni como dignas, es decir, antiguamente se decía que el esclavo no era una persona humana, sino
un objeto.
La dignidad también es el respeto y la estima que merece una cosa o una acción. Es una
excelencia, un realce de esa cosa o acción.
También se habla de dignidad si las personas en su manera de comportarse, lo hacen con
gravedad, decencia, caballerosidad, nobleza, decoro, lealtad, generosidad, hidalguía y
pundonor. Por ejemplo, a la hora de cumplir con los compromisos, la dignidad se refiere a la
formalidad, a la honestidad y a la honra de las personas.
En términos de excelencias, la dignidad es un cargo honorífico o un puesto de gran autoridad,
prestigio y honor, por ejemplo, los cargos políticos, como el cargo de Rey, de presidente o de
emperador. Y también son las personas que ocupan ese cargo o puesto, estas son
representantes y tienen una distinción, denominándolas dignidades o dignatarios.
En la teología cristiana, el hombre es una criatura de Dios y, por lo tanto, posee dignidad. Según
el Catecismo de la Iglesia Católica, el hombre ha sido creado a imagen de Dios, en el sentido que
es capaz de conocer y amar libremente a su propio Creador. Y el hombre no es solamente algo,
sino alguien capaz de conocerse, de darse libremente y de entrar en comunión con Dios y las
otras personas.
"La dignidad humana es aquella condición especial que reviste todo ser humano por el hecho de
serlo, y lo caracteriza de forma permanente y fundamental desde su concepción hasta
su muerte".
Esta frase nos deja muy en claro que la dignidad humana es una condición inherente al ser
humano, es decir, que no se puede renunciar a esta; teniendo en cuenta esto, entramos a
analizar el ¿qué es? Y ¿por qué existe? Dicha condición que resulta ser tan importante tanto
para la sociedad como para el ordenamiento jurídico existente en nuestro país; pero del mismo
modo, podemos darnos cuenta de que la razón por la cual existe la protección a esta condición
es el simple hecho de que el ser humano exista y se mueva constantemente dentro de
un grupo social que, de una u otra manera lo determina con el paso del tiempo como un ser
humano a cabalidad, con todo lo que él es y con todo lo que el ser humano implica.
Por ello, decimos que la dignidad humana como condición de ser humano, es el hecho de
acceder sin ningún costo o remuneración económica a los derechos y las obligaciones que poco
a poco, se van generando con el paso del tiempo y de acuerdo a las condiciones sociales en las
que normalmente se mueve por el hecho de estar o pertenecer a un grupo social; esto implica
pues, un respeto mutuo de sus derechos como lo son a tener una vida digna, con un honor, con
una buena reputación, sin ser de ninguna manera objeto de ultrajes o humillaciones.
De otra parte, la dignidad humana existe porque el ser humano se distingue de
los animales precisamente por el hecho de tener autodeterminación y a su vez,
una igualdad frente a los seres de su misma especie con respecto al trato; pero respetando
siempre, de una u otra forma, las diferencias que les dan la esencia de ser humano como tal que
hace que la convivencia entre la sociedad misma se haga interesante, productiva y constructiva.

La Dignidad Humana, un valor fundamental en el Trabajador


En la filosofía moderna y en la ética actual se propaga una subjetivización de los valores y del
bien; desde DAVID HUME, existe una corriente de pensamiento que se expresa en la idea de que
no es posible derivar ningún tipo de deber a partir del ser de las cosas. El paso siguiente nos lleva
a concluir que por valores entendemos nuestras impresiones, reacciones y juicios, con lo cual
convertimos el deber en un fruto de nuestra voluntad o de nuestras decisiones.
En el positivismo jurídico tipo KELSEN el derecho es el resultado de la voluntad de las
autoridades del estado, que son las que determinan aquello que es legalmente correcto - y
legítimo - y lo que no lo es.
En ética, el positivismo y el empirismo afirman que bueno y malo son decisiones meramente
irracionales o puro objeto de impresiones o reacciones, o sea, del campo emocional. Tanto en
el positivismo como en el empirismo existe aún, es verdad, la idea de valores, pero sólo como
una idea subjetiva o como objeto de consenso.
En realidad esto conduce a un relativismo total. Así por ejemplo, el grupo podría acordar que
los judíos no son seres humanos o que no poseen dignidad, y que por tanto se los puede asesinar
sin miedo a castigo alguno. Para esta teoría no existe ningún fundamento que se base en
la naturaleza de las cosas y cualquier punto de vista puede además variar de una a otra época.
No existe ninguna barrera segura de valores frente a la arbitrariedad del estado y el ejercicio de
la violencia.
Sin embargo, el propio conocimiento y la apertura natural a los demás nos permite reconocer
en ellos y en nosotros el poder de la inteligencia y la grandeza de la libertad. Con su inteligencia,
el hombre es capaz de trascenderse y de trascender el mundo en que vive y del que forma parte,
es capaz de contemplarse a sí mismo y de contemplar el mundo como objetos. Por otro lado,
el corazón humano posee deseos insaciables de amor y de felicidad que le llevan a volcarse - con
mayor o menor acierto- en personas y empresas. Todo ello es algo innato que forma parte de
su mismo ser y siempre le acompaña, aunque a veces se halle escondido por la enfermedad o la
inconsciencia.
En conclusión la dignidad humana a la vez que forma parte del mundo, el hombre lo trasciende
y muestra una singular capacidad - por su inteligencia y por su libertad - de dominarlo. Y se
siente impulsado a la acción con esta finalidad. Podemos aceptar por tanto que el valor del ser
humano es de un orden superior con respecto al de los demás seres del cosmos.
La dignidad propia del hombre es un valor singular que fácilmente puede reconocerse. Lo
podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los demás. Pero ni podemos otorgarlo ni
está en nuestra mano retirárselo a alguien. Es algo que nos viene dado. Es anterior a nuestra
voluntad y reclama de nosotros una actitud proporcionada, adecuada: reconocerlo y aceptarlo
como un valor supremo (actitud de respeto) o bien ignorarlo o rechazarlo.
Este valor singular que es la dignidad humana se nos presenta como una llamada al respeto
incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho, debe extenderse a todos los que
lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso mismo, aún en el caso de que toda la sociedad
decidiera por consenso dejar de respetar la dignidad humana, ésta seguiría siendo una realidad
presente en cada ciudadano. Aún cuando algunos fueran relegados a un trato indigno,
perseguidos, encerrados en campos de concentración o eliminados, este desprecio no cambiaria
en nada su valor inconmensurable en tanto que seres humanos.

Derechos Humanos Laborales


Cuando mencionamos los derechos humanos se encuentran inmersos los derechos
laborales del trabajador. El tratadista Canessa Montejo nos explica que éstos "son ese conjunto
de derechos laborales recogidos en los tratados internacionales de derechos humanos y
consagrados en los textos constitucionales, que resultan indispensables para el respeto de la
dignidad humana dentro de las relaciones laborales y que aseguran la satisfacción de las
necesidades básicas dentro del mundo del trabajo".
Marcos-Sánchez y Rodríguez manifiestan que los derechos humanos laborales "son los que se
orientan a posibilitar condiciones mínimas de vida y de trabajo para todas las personas así como
para la defensa, reivindicación y participación sociopolítica".
El derecho del trabajo sólo protege según Neves Mujica a aquel trabajo desempeñado
por la persona, con una finalidad productiva, por cuenta ajena, libre y subordinado.
Si el trabajo tiene una finalidad productiva significa obtener un ingreso económico o un bien
patrimonial, aun cuando su intención no sea la única y en la realidad se alcance o no se llegue a
lograr. Laborar por cuenta ajena significa que el trabajo tiene que ser realizado por encargo de
otros, el cual paga por la labor y se convierte en propietario (Titular) de
los bienes o servicios producidos. Por trabajo libre se entiende, que la prestación
del servicio debe originarse en un acuerdo de voluntades es decir, que exista un libre
consentimiento de las partes, vale decir una decisión voluntaria.
Por otra parte, la normativa laboral peruana no ha definido ni desarrollado las características de
las partes o sujetos de una relación laboral, a pesar de la importancia que tiene una regulación
de este tema; esta importancia radica en identificar a los sujetos que hacen posible la relación
laboral sin dejar de reconocer la trascendencia de la naturaleza de los mismos, pues cada vez
resulta más complicado reconocer a una de estas partes, por los nuevos fenómenos
empresariales, los sistemas económicos, el avance del trabajo autónomo, etc., para que
la legislación laboral pueda brindarles la tutela adecuada en su desenvolvimiento dentro del
mundo laboral.
La realización de la labor por el trabajador constituye la obligación fundamental de éste;
es, la razón de ser del contrato de trabajo; en torno a esta obligación se articula un conjunto de
derechos y obligaciones, tanto del empleador como del trabajador, que en conjunto, conforman
el proceso de la prestación del trabajo; estas obligaciones y derechos podrían ser agrupados en
cuatro secciones; la primera referente al ámbito físico de la prestación del trabajo y a las
condiciones materiales que éste debe ofrecer; la segunda relativa a la prestación en sí de la
labor; la tercera concerniente a la duración de la labor; y la cuarta sobre la suspensión de ésta.

El Centro de Trabajo
Es el local donde el trabajo se efectúa, donde se hallan los instrumentos de producción y
confluyen los insumos o materias primas para que la producción de bienes y servicios tenga
lugar. Se trata de un concepto más concreto que el de establecimiento que es una parte de la
empresa dedicada a un aspecto determinado de la producción, y más reducido también que el
de empresa, que es la unidad de producción; así, una empresa puede tener varios
establecimientos especializados o dedicados al mismo rubro en varios lugares, y cada uno de
ellos puede tener varios centros de trabajo. Pero no resulta absolutamente necesario que la
labor se ejecute en el centro de trabajo durante todo el tiempo. En ciertos trabajos, como en el
de los comisionistas, controladores, vigilantes, encuestadores, mensajeros, etc., sólo se toca el
centro de trabajo para recibir los encargos o tareas y dar cuenta de la labor realizada que se
efectúa ambulatoriamente con los clientes, usuarios, interesados, etc., de una circunscripción
territorial determinada; en otros casos, el centro de trabajo cambia de lugar cada cierto tiempo,
como en las obras de construcción civil; o se desplaza permanentemente, como en
las operaciones de pesca y transporte en barcos y aviones, ómnibus, camiones y automóviles.
El trabajador cumple su obligación de suministrar su fuerza de trabajo poniéndose a su
disposición del empleador para efectuar la labor; esta obligación presenta los siguientes
caracteres: se trata de una obligación de hacer que toma la forma de una actividad continua
durante la jornada de trabajo; el contenido de esta obligación no es, pues, una obra, un
resultado final, aunque para los efectos del pago se tome en cuenta las unidades efectuadas por
el trabajador; ello quiere decir que en tanto éste se encuentra dentro de la jornada está obligado
a realizar las tareas que se le señalen y el empleador a darle esas tareas; es lo que sucede con
los comisionistas, los trabajadores a domicilio, los albañiles de construcción civil, los peluqueros
y otros trabajadores remunerados a rendimiento. La clase de actividad debe ser señalada por el
acuerdo del empleador y el trabajador; es lo que se denomina la labor o, en general, la clase de
tareas; se le puede indicar sólo de manera amplia o se le puede precisar minuciosamente, pero
su designación no debe faltar; así por ejemplo se puede contratar a un trabajador para ejercer
una actividad de trabajador; o más explícitamente se puede indicar que es para el cargo
de gerente general, o de tornero, o de secretaria, o de contador, etc., entendiéndose que la
labor es la genérica propia de estas ocupaciones; o se puede, en otros casos, contratar a un
químico para ocuparse de los asuntos comerciales y a otro para los asuntos laborales; acordada
la clase de labor a efectuar, no sería posible que una de las partes la cambie; si se contrató, por
ejemplo, que la labor sería de carpintero, no pondrían el trabajador ni el empleador
unilateralmente variar dicha labor. Los datos relativos a la labor pueden ser materia de
un contrato escrito; es lo que debería suceder si la ocupación fuera muy especializada; si no se
le precisase, se debe entender que es la labor inherente a la calificación profesional del
trabajador conocida y aceptada por las partes expresa, o tácitamente como ejecución de la
labor. En todo caso, la prueba de que es una determinada labor y no otra corresponderá a la
parte que la invoque y en la ejecución de la labor el empleador tiene el poder
de dirección y control, y la obligación de proporcionar el trabajo o señalar la tarea que el
trabajador debe ejecutar; este, por su lado, debe ejecutar personalmente el trabajo, obedecer
las órdenes del empleador y realizar la labor según su calificación profesional, y con eficacia y
probidad.

La Remuneración
El Empleador tiene como obligación fundamental pagar la remuneración, en
contraprestación de la fuerza de trabajo entregada por el trabajador, y que él utiliza en la
producción de los bienes y servicios objeto de su actividad. A este pago se le ha dado la
denominación genérica de remuneración, y también la de retribución; la denominación más
antigua es, no obstante la de salario, que viene de la palabra latina salarium, la que, a su vez,
deriva de sal, con la cual se hacían ciertos pagos. El término salario, subsiste con la misma
generalidad que la expresión remuneración, pese a que, con una significación más restringida,
indica también el pago efectuado al trabajador en general. El Convenio 95 de la OIT, de junio de
1949, sobre la protección del salario utiliza esta denominación al decir "A los efectos del
presente Convenio, el término "salario" significa la remuneración o ganancia, sea cual fuere su
denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, fijada por
acuerdo o por la legislación nacional, y debida por un empleador a un trabajador en virtud de
un contrato de trabajo, escrito o verbal, por el trabajo que éste haya efectuado o deba efectuar
o por servicios que haya prestado o deba prestar". (Artículo 1º).
La palabra sueldo indica la retribución al empleador, procede de la voz francesa soulde,
derivada, a su vez, del término sou, antigua fracción monetaria; el sueldo o soldada era el pago
a los soldados mercenarios o a contrata. Las expresiones indicadas deben ser distinguidas de los
términos estipendio, emolumento, derecho y honorarios; dice Guillermo Cabanellas:
"Estipendio es la cantidad estipulada de antemano por un trabajo cualquiera; deriva de stare y
de pondus, estar o atenerse al peso o a la cantidad convenida para el pago. Emolumento es lo
que aumenta nuestro haber y lo que hace crecer nuestros bienes, y expresa la idea de
sobresueldo o gaje, como término opuesto a menoscabo o detrimento. Derechos son pagos
especiales determinados por arancel, por disposiciones legales en vigencia; honorarios es como
el salario distinguido, honroso, que se da a los profesionales académicos por sus trabajos
particulares.
El término remuneración, o su equivalente salario, tienen diferentes acepciones, según su
extensión; se le puede considerar en un sentido amplio y en un sentido restringido.; en el
primero; abarca la totalidad de los pagos directos al trabajador, cualesquiera que sean la
modalidad y ocasión del pago, y las contribuciones o cargas debidas por la empresa a terceros,
como las de seguridad social y otras, que revierten en el trabajador, a su familia o a la sociedad
entera como determinadas prestaciones. La remuneración así entendida, que podría llamarse
remuneración o salario global, constituye la inversión que el empleador hace en la fuerza de
trabajo, y, como tal, se transfiere al valor de los bienes y servicios producidos. La suma de la
remuneración global de todos y cada uno de los trabajadores forma el ingreso económico
nacional correspondiente a este grupo social, o ingresos procedentes del trabajo dependiente,
frente a los ingresos de los propietarios de los medios de producción o derivados del capital. Y
en el sentido restringido del término remuneración o salario podemos decir; que son los pagos
designados o hechos por el empleador directamente al trabajador ya sean en dinero o en
especies, periódica o esporádicamente, o por una sola vez, durante el curso del contrato de
trabajo; son pagos periódicos las cantidades abonadas al trabajador al terminar ciertos períodos
que pueden ser semanales, quincenales, mensuales, semestrales o anuales o de otra duración
fija; son pagos esporádicos aquellos que se hacen sin sujeción a períodos determinados,
pudiendo comprender también las denominadas liberalidades del empleador, son pagos
efectuados por una sola vez los que dan, por ejemplo , al término de la relación laboral, como la
compensación por tiempo servicios,; y por último la remuneración o el salario deben ser
distinguidos de algunas cantidades de dinero o bienes que el empleador entrega al trabajador
para posibilitar o facilitar su labor, como medio de protección o porque así conviene a la
empresa.
Por último, podemos decir que la remuneración presenta un carácter jurídico, uno económico y
otro social.
El carácter jurídico de la remuneración dimana del hecho de ser la remuneración una
contraprestación que en la estructura del contrato de trabajo, ya sea como un acuerdo o como
una relación en ejecución, equilibra la obligación del trabajador de poner a disposición del
empleador su fuerza de trabajo y esta reciprocidad obligacional constituye la causa del contrato
de trabajo.
El carácter económico de la remuneración es inherente a su naturaleza como inversión
del empresario en fuerza de trabajo: es decir, que económicamente la remuneración paga un
recurso de la producción, la mano de obra, que se encuentra en el mercado; ello explica que, a
excepción de la participación en las utilidades, la remuneración se contabilice, en todos los
casos, como un gasto de la empresa incluso cuando su origen es un acto unilateral del
empleador, que se transfiere al precio del producto, y que, en definitiva, lo paga
el consumidor del bien o el usuario del servicio producidos gracias al trabajo.
Y el carácter social de la remuneración se origina en la calidad de ingreso económico que tiene
ese pago, destinado a atender las necesidades personales y familiares del trabajador; el adjetivo
social designa todo cuanto se aplica a satisfacer las necesidades individuales y colectivas de las
mayorías sociales cuyos ingresos proceden del trabajo personal; como casi la totalidad de las
familias de trabajadores dependen de esos ingresos para subsistir, se le ha atribuido a la
remuneración un carácter alimentario, por ser su finalidad semejante a los alimentos previstos
por el derecho de familia.

LA ORGANIZACION INTERNACIONAL DEL TRABAJO


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es un organismo especializado de
las Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales.
Fue fundada el 11 de abril de 1919, en virtud del Tratado de Versalles. Su Constitución,
sancionada en 1919, se complementa con la Declaración de Filadelfia de 1944.
La OIT tiene un gobierno tripartito, integrado por los representantes de los gobiernos,
de los sindicatos y de los empleadores. Su órgano supremo es la Conferencia Internacional del
Trabajo, que se reúne anualmente en junio. Su órgano ejecutivo es el Consejo de
Administración, que se reúne cuatrimestralmente en Ginebra. Toma decisiones sobre políticas
de la OIT y establece el programa y presupuesto que posteriormente son presentados a la
Conferencia para su aprobación. También elige al Director General. En 2012 fue elegido para el
cargo el británico Guy Ryder. La sede central se encuentra en Ginebra (Suiza).
En 1969 la OIT recibió el Premio Nobel de la Paz.1 Está integrada por 187 estados
nacionales (2012). No tiene potestad para sancionar a los gobiernos. No tiene presidente, tiene
director.
Historia

La Organización Internacional del Trabajo fue fundada en 1919. Las negociaciones


tuvieron la particularidad de ser realizadas entre los gobiernos, los sindicatos y las
organizaciones de empleadores, quienes tomaron como base la Asociación Internacional para la
Protección Legal de los Trabajadores2 que había sido fundada en Basilea en 1901para establecer
la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo,2 adoptada por la Conferencia de
Paz de París e incluida en la sección XIII del Tratado de Versallessituado en Francia.

La constitución de la OIT tuvo lugar en la conferencia de Washington celebrada entre el


29 de octubre y 29 de noviembre de 1919, en la que participó como representante de las
organizaciones obreras españolas Francisco Largo Caballero, secretario general de la
socialista Unión General de Trabajadores, resultando elegido miembro de su Consejo de
Administración y colaborando a partir de entonces muy estrechamente con el primer director
general de la OIT, el francés Albert Thomas.3

La Organización Internacional del Trabajo se organizó desde un principio con un


gobierno tripartito, único en su género, integrado por representantes de los gobiernos, los
trabajadores y los empleadores y eligió como primer Director General al francés Albert
Thomas.4

Entre 1919 y 1921 la OIT sancionó dieciséis convenios internacionales del trabajo y dieciocho
recomendaciones y en 1926 se introdujo un mecanismo de control, aún vigente, por el cual cada
país debe presentar anualmente una memoria informando sobre el estado de aplicación de las
normas internacionales. Con el fin de examinar esas memorias se creó también la Comisión de
Expertos, integrada por juristas independientes, que cada año presenta su informe a la
Conferencia.

En 1934, bajo el gobierno de Franklin D. Roosevelt, los Estados Unidos solicitaron su


ingreso en calidad de miembro de la OIT. Durante la Segunda Guerra Mundial la OIT se instaló
temporalmente en Montreal.

En 1944, cuando aún la guerra no había terminado, la Conferencia Internacional del


Trabajo en Filadelfia aprobó la Declaración de Filadelfia que se integró como anexo a la
Constitución, fijando los principios, fines y objetivos de la OIT. En 1948 se adoptó el Convenio
sobre Libertad Sindical, n.º 87.5

En 1977 Estados Unidos se retiró de la OIT causando una crisis presupuestaria debido a
la disminución automática del presupuesto en un 25% que ello significó, pero pudo controlarse
hasta su reingreso en 1980.

En los años 80 la OIT desempeñó un papel decisivo en el desarrollo del Sindicato


Solidaridad dirigido por Lech Wałęsa, aplicando el Convenio sobre la Libertad Sindical (1948).

Finalizada la Guerra Fría y frente al proceso de globalización y deterioro de los derechos


laborales en todo el mundo, la OIT ha señalado la necesidad de dar prioridad al cumplimiento
de las Normas y Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo garantizados por los ocho
convenios fundamentales (libertad sindical, negociación colectiva, abolición del trabajo forzoso,
abolición del trabajo infantil, eliminación de la discriminación en materia de empleo y
ocupación), destacando los conceptos de empleo digno y democratización de la globalización.6
y esa es su función.

Órganos

Sede de la OIT en Ginebra.


Conferencia Internacional

La Conferencia Internacional del Trabajo es el órgano superior de la OIT. Se reúne


anualmente, en junio, en Ginebra. Está integrada por cuatro delegados por cada país miembro,
dos de ellos elegidos por el gobierno, y los otros dos propuestos por las organizaciones de
trabajadores y empleadores respectivamente. De este modo, la mitad de los integrantes de la
Conferencia representan a los gobiernos, en tanto que una cuarta parte integra el bloque de
trabajadores, y la otra cuarta parte integra el bloque de empleadores.

A la Conferencia Internacional le corresponde la sanción de las normas internacionales


del trabajo, fundamentalmente convenios y recomendaciones, por las dos terceras partes de
sus miembros.

También corresponde a la Conferencia Internacional examinar las memorias anuales


que cada país debe presentar sobre el estado de la aplicación de las normas internacionales, y
eventualmente aprobar recomendaciones en los casos en que existen deficiencias. En esa tarea
la Conferencia cuenta con la ayuda de la importante Comisión de Expertos que debe examinar
cada memoria y producir un informe a la Conferencia recomendando los cursos de acción en
cada caso.

A partir de 1998 la Conferencia debe examinar el Informe Global sobre lo que ordena
la Declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo (DFT),7
que debe preparar la Oficina, debiendo dar cuenta, cada año en forma rotativa, el estado en que
se encuentran cada uno de estos puntos:

 libertad sindical y de asociación y reconocimiento efectivo del derecho a la negociación


colectiva;
 la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio;
 la abolición efectiva del trabajo infantil,
 la eliminación de la discriminación en el empleo y la ocupación.

Comisión de Expertos

La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR) es un


organismo permanente asesor de la Conferencia Internacional, integrado por juristas
especialistas en Derecho Internacional del Trabajo.

La función de la Comisión de Expertos es examinar las memorias que todos los países
tienen la obligación de presentar cada año, detallando el estado en que se encuentra la
aplicación de los convenios internacionales en su territorio.

Cada año la Comisión de Expertos debe presentar su informe a la Conferencia, con la


opinión que le merece cada situación y las recomendaciones que propone en cada caso. Las
opiniones de la Comisión de Expertos han adquirido gran importancia jurídica para la
interpretación de las normas internacionales y se encuentran recopiladas
como jurisprudenciaen cada convenio, en la base de datos ILOLEX.

Consejo de Administración

El Consejo de Administración está integrado por 56 personas. De los 28 integrantes que


corresponden a los gobiernos, 10 son designados directamente por los diez países de mayor
importancia industrial (Alemania, Brasil, China, Estados
Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) y el resto por los delegados
gubernamentales en la Conferencia. Los otros 18 miembros corresponden en partes iguales a
los trabajadores y empleadores y son elegidos por los bloques correspondientes en la
Conferencia. Los miembros se renuevan cada tres años.

Es el órgano ejecutivo de la OIT, se reúne cuatrimestralmente y actúa a través de la Oficina


Internacional del Trabajo, cuya reglas de funcionamiento establece.

Comité de Libertad Sindica

El Comité de Libertad Sindical (CLS) es un importante organismo que depende del Consejo de
Administración, integrado por nueve de sus miembros y un presidente independiente,
pertenecientes por partes iguales a los tres bloques (Estados, Empleadores y Trabajadores). Su
función es intervenir en las quejas relacionadas con la libertad sindical, derivadas de las posibles
violaciones de los Convenios Internacionales n.º 87 y 98 y aquellos que resultan
complementarios.

La importancia del CLS radica en el alto perfil político de sus miembros, y en la facultad que tiene
para formular recomendaciones críticas a los gobiernos, cuando determina que la libertad
sindical ha sido afectada.

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