Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
FACULTAD DE ENFERMERÍA
ASIGNATURA: DESARROLLO HUMANO EN CONTEXTO I
DOCENTE: Adriana Amador.
INTEGRANTES: Laura Restrepo, Luisa Paipilla, Wilson Carranza, Chelsea Cortés, Mónica
Acevedo y Paola Cortés.
ARTRITIS REUMATOIDEA
1. DEFINICIÓN
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar cualquier
articulación, causando la destrucción de los huesos por y cartílagos gracias a mecanismos
efectores de la enfermedad que causa lesión en los tejidos como son los neutrófilos,
sinoviocitos tipo fibroblasto, macrófagos y todas las enzimas principales implicadas en el
proceso de destrucción son las metaloproteinasas.
Tiene una predisposición genética gracias a los genes encargados de codificar los
complejos de histocompatibilidad y el receptor de linfocitos; tres de los cinco subtipos de
HLA DR4, Dw4, Dw14 y Dw15, son los que se asocian con mayor susceptibilidad de
padecer artritis reumatoidea. Finalmente es de vital importancia su diagnóstico temprano
antes de un daño irreversible y pérdida total de la funcionalidad ósea, finalmente retrasando
la limitación funcional promoviendo la calidad de vida.
2. CAUSAS
Todavía no se sabe la causa de la AR; sin embargo, el sistema inmunológico del cuerpo
desempeña un papel importante en la inflamación y en el daño que la AR ocasiona en las
articulaciones. El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo contra bacterias, virus y
otras células extrañas. En la AR, el sistema inmunológico ataca el sinovio, el revestimiento
de las membranas que envuelven las articulaciones, esto puede afectar a otros órganos del
cuerpo. En la AR, las células del sistema inmunológico invaden los tejidos de las
articulaciones y provocan inflamación, esto produce el engrosamiento del sinovio, lo cual,
con el tiempo, puede destruir el cartílago y el hueso que están dentro de la articulación. Los
tendones y ligamentos que mantienen unida la articulación se debilitan y se estiran.
Gradualmente, la articulación pierde su forma y su alineación.
Los médicos no saben qué dispara este proceso, pero parecería ser probable que haya un
componente genético.
Los genes desempeñan un papel importante en el desarrollo de la AR. Los genes que están
asociados con la AR son más frecuentes en la población anglosajona. Sin embargo, no
todas estas personas llegarán a desarrollar AR. Se cree que estos genes generan, en
algunas personas, una susceptibilidad o tendencia a incrementar el riesgo de desarrollar
AR.
Aún se desconoce la razón por la cual algunas personas que poseen estos genes presentan
mayor riesgo de desarrollar AR y otras no, pero si bien los genes no provocan realmente
artritis reumatoide, es posible que puedan hacer que la persona sea más vulnerable a los
factores ambientales, que pueden disparar la enfermedad.
3. SIGNOS Y SÍNTOMAS
Las manifestaciones clínicas de la Artritis Reumatoide son variables y algunos estudios han
revelado que los pacientes mal controlados o con formas agresivas de la enfermedad
tienden a tener hasta 10 años menos en su expectativa de vida, de igual manera la
enfermedad se acompaña de un deterioro funcional, evoluciona a deformidad articular y
progresión hasta la discapacidad. La Artritis Reumatoide en la mayor parte de los pacientes
se puede manifestar con síntomas algo insidiosos; Dolor en las articulaciones que es quizá
el síntoma más común que manifiestan los pacientes, en la mañanas se presenta una
dificultad para el inicio de los movimientos (Rigidez matutina) que tiene una duración
variable. Las articulaciones que más presentan daño son los dedos de las manos, los
codos, los hombros, las caderas, las rodillas, los tobillos y los dedos de los pies.
Otros síntomas que pueden presentarse menos frecuentemente, pero que deberían ya
alarmar al paciente para que consulte al reumatólogo son: dolor persistente de cuello,
hormigueo en miembros inferiores y superiores, tos continua, ronquera mantenida, falta de
aire, sequedad bucal, enrojecimiento ocular, prurito vaginal, astenia (debilidad o fatiga
generalizada), anorexia (trastorno de la alimentación que se manifiesta en el peso
relativamente bajo de la persona), debilidad generalizada y síntomas músculo-esqueléticos
de localización inespecífica, estos síntomas preceden la aparición de la sinovitis y que es la
inflamación de la membrana sinovial, la cual si es mantenida puede generar un daño en el
hueso, por el lugar donde se fija a esta membrana y de la misma manera se pueden
lesionar los ligamentos y tendones circundantes y hasta provocar que el cartílago adelgace
y desaparezca.
Daño Articular:
“Las deformidades que más caracterizan a la enfermedad son la desviación radial a nivel de
la muñeca con desviación cubital de los dedos, muy a menudo con subluxación palmar de
las falanges proximales (deformidad en Z), hiperextensión de la articulación interfalángica
proximal con flexión compensadora de interfalángica distal (deformidad en cuello de cisne),
deformidad por flexión de las articulaciones interfalángicas proximales por extensión de las
interfalángicas distales (deformidad en botón), entre otras” .(1)
Manifestaciones Extraarticulares:
La Artritis Reumatoide es una enfermedad multiorgánica lo que quiere decir, que puede
comprometer cualquier sistema comprometiendo la vida de los pacientes que cursan
afecciones que involucran estas manifestaciones en comparación con lo que padecen AR
de manera menos agresiva. Los nódulos reumatoides se pueden aparecer en cualquier
órgano, en sitios de presión como la bolsa olecraniana, el área proximal del cubito, etc. Su
consistencia se caracteriza por ser firme, adheridos a planos profundos e indoloros. El
compromiso cardíaco es alto, principalmente la pericarditis, también enfermedad pulmonar
manifestada como pleuritis, y algunas veces neumonitis intersticiales, nódulos pulmonares,
bronquiolitis obliterante y con menor frecuencia hipertensión pulmonar. En cuanto al
compromiso neurológico, se dan neuropatías por atrapamiento, mielopatía cervical,
mononeuritis múltiple (vasculitis), y polineuropatías que por lo general son secundarios a
alteraciones vasculíticos.
4. PREVENCIÓN
Actividad física:
Es importante que durante el reposo se adopte una postura adecuada, evitando la flexión de
las articulaciones. Durante el descanso nocturno, por ejemplo, pueden utilizarse dispositivos
como férulas, con el objetivo de mantener estiradas las extremidades y evitar así el dolor y
la inflamación.
Es fundamental mantener un peso corporal adecuado, sobre todo para reducir el riesgo de
sufrir artritis de rodilla y de cadera. Las personas con obesidad o sobrepeso soportan una
gran carga en las articulaciones que, con el paso de los años, determinarán un aumento del
riesgo de padecer esta enfermedad.
5. TRATAMIENTOS Y CUIDADOS
TRATAMIENTOS :
Tratamiento farmacológico:
● Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los glucocorticoides: para aliviar el dolor
y la inflamación.
Estos fármacos van dirigidos hacia nuevas dianas, como son el factor de necrosis
tumoral (TNF-α) y la interleukina 1 (IL-1), ambas citoquinas son mediadores de la
inflamación crónica producida en la artritis. El TNF-α se detecta mayoritariamente en
los estadios tempranos de la enfermedad, mientras la IL-1 se encuentra elevada en
todas las fases de la artritis. Dentro de los fármacos considerados como agentes
biológicos encontramos: —Infliximab.
—Etanercept.
—Anakinra.
Infliximab y etanercept actúan sobre el TNF-α y anakinra sobre la IL-1. (Alcalde, E.
M., Blanco, 2003)
CUIDADOS :
6. PRONÓSTICO DE LA ENFERMEDAD
Segun Garcia, L (2015) La evolución clínica de los pacientes es una variable difícil de
predecir debido a que la mayoría de ellos presentan actividad mantenida en el tiempo
aunque de carácter fluctuante, acompañado de un grado variable de deformidad articular y
deterioro funcional. La progresión más rápida tiene lugar durante los seis primeros años de
la enfermedad y después la evolución es más lenta. Tras 10-12 años, más del 70% de los
pacientes presentan signos de incapacidad o de deformidad articular.
Existen una serie de factores que se pueden encontrar presentes en el momento del
diagnóstico y que suponen un peor pronóstico:
La presencia de uno o más de estos factores implica enfermedad con peor pronóstico.
Aquellos pacientes que carecen de estos factores van a presentar cuadros más indolentes y
que evolucionan más lentamente. El objetivo terapéutico consiste en conseguir la mínima
actividad inflamatoria posible y mantenerla durante el máximo tiempo posible. Los
tratamientos más precoces y más intensos mejoran el pronóstico de la AR entendida en
términos de incapacidad funcional, daño estructural y/o mortalidad. (Garcia, 2015).
Por ejemplo, en un estudio por Kroot y cols. se concluyó que los enfermos con AR que
tienen anti-CCP positivos desarrollan un daño radiológico más severo a los seis años que
en aquellos donde son negativos estos anticuerpos. Otros factores que influyeron en el
daño radiológico fueron la presencia de FR positivo y el índice radiológico inicial. Sin
embargo, en la discapacidad funcional influyeron el sexo, la edad al inicio, la presencia de
FR positivo y el índice de actividad DAS inicial. (Garcia, 2015).
BIBLIOGRAFÍA
- Alcalde, E. M., Blanco, S. C., García, F. S., & Castillo, J. G. (2003). Nuevas
perspectivas en el tratamiento de la artritis reumatoide. Farm Hosp, 6, 360-370.