Antropogenico: El término antropogénico se refiere a los efectos, procesos o materiales que son el resultado de actividades humanas a diferencia de los que tienen causas naturales sin influencia humana. Normalmente se usa para describir contaminaciones ambientales en forma de desechos químicos o biológicos como consecuencia de las actividades económicas, tales como la producción de dióxido de carbono por consumo de combustibles fósiles. Actividades: Las actividades antropogénicas incluyen industria, agricultura, minería, transporte, const rucción, urbanización y deforestación. El deterioro del ambiente tiene un origen antropogenico, el primer impacto negativo al ambiente surgió cuando la especie cambio sus hábitos nómadas recolectores, a hábitos sedentarios y surge así la agricultura, la primera actividad que altera drásticamente el equilibrio del ecosistema. La población humana comenzó a instalarse en poblados hace unos 10 000 años. Sumarían en ese momento entre cinco y diez millones de personas, un número que no afectaba de forma importante al ecosistema. A partir de entonces el crecimiento de la población fue gradual, pero relativamente lento hasta llegar al siglo XX en el que este crecimiento se ha acelerado. Al crecimiento en población se ha unido el progreso técnico que nos ha dotado de una capacidad de modificar el ambiente desconocida hasta hace unos cien años. Selvas que tardaron miles de años en formarse o depósitos de petróleo que se acumularon a lo largo de millones de años están siendo consumidos en el transcurso de una sola generación. La base de la oferta energética, tanto para producción de electricidad, como para abastecer la inmensa flota de vehículos que circula por el globo, es el petróleo y el gas. Estos dos recursos no renovables representan el 96% de los insumos utilizados para el transporte mundial de bienes y personas.
La agricultura siempre ha supuesto un impacto ambiental
fuerte. Hay que talar bosques para tener suelo apto para el cultivo, hacer embalses de agua para regar, canalizar ríos, etc. La agricultura moderna ha multiplicado los impactos negativos sobre el ambiente. La destrucción y salinización del suelo, la contaminación por plaguicidas y fertilizantes, la deforestación o la pérdida de biodiversidad genética, son problemas muy importantes a los que hay que hacer frente para poder seguir disfrutando de las ventajas que la revolución verde nos ha traído. La especie Homo sapiens, es decir, el ser humano, apareció tardíamente en la historia de la Tierra, pero ha sido capaz de modificar el medio ambiente con sus actividades. Aunque, al parecer, los humanos hicieron su aparición en África, no tardaron en dispersarse por todo el mundo. Gracias a sus peculiares capacidades mentales y físicas, lograron escapar a las constricciones medioambientales que limitaban a otras especies y alterar el medio ambiente para adaptarlo a sus necesidades. Aunque los primeros humanos sin duda vivieron más o menos en armonía con el medio ambiente, como los demás animales, su alejamiento de la vida salvaje comenzó en la prehistoria, con la primera revolución agrícola. La capacidad de controlar y usar el fuego les permitió modificar o eliminar la vegetación natural, y la domesticación y pastoreo de animales herbívoros llevó al sobrepastoreo y a la erosión del suelo. El cultivo de plantas originó también la destrucción de la vegetación natural para hacer hueco a las cosechas y la demanda de leña condujo a la denudación de montañas y al agotamiento de bosques enteros. Los animales salvajes se cazaban por su carne y eran destruidos en caso de ser considerados plagas o depredadores. El crecimiento se puede medir en términos nominales o reales (descontando los efectos de la inflación). Si el PIB nominal ha aumentado a una tasa de crecimiento del 5% y la inflación alcanza una tasa del 4% en el mismo periodo, podemos decir, en términos reales, que la tasa de crecimiento es del 1%, que es el aumento real del PIB. El descubrimiento del fuego es uno de los eventos más importantes en la historia de la humanidad, ya que con ello se mejoran las condiciones de vida de la especie. Al mismo tiempo se produjo un fuerte impacto en el ambiente, para citar un ejemplo analicemos lo que ocurrió en Australia donde el humano llegó hace unos 50 mil años. Con él llegó también el fuego y grandes incendios en esas tierras ocasionaron la extinción de especies como el león marsupial y el “wombat” que dejaron de existir hace unos 20 a 5 mil años. Australia perdió del 74 al 85% de su mega fauna. Es posible que los humanos no hayan sido la única causa de su extinción pero hay que recordar que nuestra especie lleva más de 50 mil años produciendo grandes incendios en las sabanas de África. Es un compromiso humanitario proveer alimentos a la población mundial. En respuesta a ello surge la ganadería cuyas prácticas no han sido amigables al ambiente. Cada vez que comemos una hamburguesa vale la pena reflexionar acerca de las implicaciones ambientales para poder obtener una libra de carne de res, ya que según las estadísticas se pierden cinco metros de bosque lluvioso para cada hamburguesa (según Monge el at). Grandes extensiones de bosque han sido devastadas para ser convertidas en pastizales que proveen alimento al ganado vacuno. La destrucción del bosque trae consigo la destrucción del hábitat de gran cantidad de especies animales y vegetales. Esta suele pasar desapercibida como una actividad que origina perdida de biodiversidad, sin embargo, las especies exóticas representan un peligro para las especies nativas ya que las desplazan de su hábitat natural por competencias de espacio y alimento. Se calcula que son causantes del 40% de las extinciones desde 1600. En la actualidad se atribuye este mismo efecto a las especies transgénicas que se considera contaminan a las especies locales mediante mecanismos de polinización cruzada y que pueden llegar incluso a eliminar a la especie natural no manipulada. Aunque no es muy común en el trópico, en los invernaderos se busca aumentar la temperatura interior mediante mecanismos que permiten la llegada de la luz infrarroja del sol, pero que a la vez impiden su salida, con lo cual se genera un incremento de la temperatura al interior del mismo que provee las condiciones apropiadas para ciertas especies vegetales. De este fenómeno controlado por los seres humanos se deriva el concepto de fenómeno que se esta dando a nivel mundial, ya que los contaminantes provienen de la contaminación atmosférica, principalmente de la deforestación y de la combustión del petróleo y sus derivados que provocan el mismo efecto en el planeta. Esto hace relación a ciertas condiciones en la que no se destruye un ecosistema completo, pero se reduce su área con lo cual quedan espacios alrededor de fragmentos de bosque que quedan aislados, restringiendo a las especies propias de este espacio a aglomerarse y a intensificar su lucha por alimento y espacio, los cuales se vuelven muy escasos. Al igual que las actividades anteriores, la destrucción del hábitat con un fin deliberado, es la consecuencia de actividades como construcción de carreteras, aeropuertos, complejos hoteleros, proyectos habitacionales y otras obras de infraestructura asociadas al desarrollo, nos trae las siguientes consecuencias: perdidas de lugares de anidación, relleno de pantanos, lagunas y otros cuerpos de agua, utilización de especies exóticas para ornamento, alteración de espacios de reproducción, contaminación de cuerpos de agua, muerte de gran cantidad de especies de invertebrados que viven en el suelo. Las actividades antropogénicas mencionadas hasta este momento, son responsables en conjunto del llamado “CAMBIO CLIMATICO”. Aunque no es posible predecir con exactitud los efectos del cambio climático, los científicos, con ayuda de la tecnología, hacen simulaciones computarizadas que les permiten hacer proyecciones y es seguro que este cambio tendrá un gran impacto en: la agricultura, el nivel de los océanos, las ciudades a la orilla del mar, las masas polares y otras. Esta es la forma en que vivimos en nuestro planeta, estas son las actividades que nos contaminan; aunque a veces creamos que es necesario hacerlas, pero debemos de buscar la forma de disminuir su efecto en nuestro mundo. Tú puedes evitar contaminar tu entorno con la simple actividad de NO tirar la basura a la calle, enseñarle a los tuyos a no hacerlo y buscar la información de cómo lo puedes mejorar.