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La planeación urbana en Colombia:

años sesenta-ochenta. Discursos, consultores y comunidades académicas*


por John Fredy Ramírez Ríos**
Fecha de recepción: 25 de febrero de 2010
Fecha de aceptación: 28 de marzo de 2011
Fecha de modificación: 6 de mayo de 2011

Resumen
En esta reflexión teórica se analizan algunos rasgos del proceso de profesionalización de la planeación urbana en Colombia
desde la década de los sesenta hasta la de los ochenta del siglo XX. Se rescata el uso que hicieron los consultores urbanos
locales de tres tipos de discurso sobre el papel de la planeación urbana en el país: el discurso técnico-metodológico, el discurso
sociotécnico y el discurso reactivo; y el papel de algunas comunidades académicas en la legitimación o crítica del paradigma
comprehensivo de planificación. Este estudio descriptivo se apoya en los testimonios de algunos planificadores y textos de la
época; que se interpretan bajo la distinción general entre teorías procedimentales y sustantivas de la planeación. El objetivo de
la reflexión es ofrecer un esquema provisional de comprensión del lugar asignado a la planeación urbana y sus especialistas,
dentro de entornos institucionales académicos y gubernamentales, como parte de una teoría local de la planeación.
Palabras clave
Planeación urbana, planeación comprehensiva, teoría de la planeación, rol, discurso, comunidades académicas.

Urban Planning in Colombia between the 1960s and 80s:


Discourses, Consultants, and Academic Communities
Abstract
This theoretical paper is about the professionalization of urban planning in Colombia (which is still on-going) from the 1960s to the
1980s. It highlights three types of discourse used by urban planners regarding the role of urban planning in the country: the technical-
methodological, the socio-technical, and the reactive discourse. It also points to the role played by certain academic communities in
legitimizing or criticizing the comprehensive planning paradigm. This descriptive study is based on the testimonies of various
urban planners and publications from the period in question. They are interpreted under the general distinction made between
procedural and substantive theories of planning. The goal is to offer a provisional framework for the understanding of the place
assigned to urban planning and its specialists, within the context of academic and governmental institutions, as part of a theory
of local planning.
Key words:
Urban Planning, Comprehensive Planning, Planning Theory, Role, Discourse, Academic Communities.

O planejamento urbano na Colômbia:


anos sessenta – oitenta. Discursos, consultores e comunidades acadêmicas
Resumo
Nessa reflexão teórica se analisam alguns traços do processo de profissionalização do planejamento urbano na Colômbia
desde a década sessenta até a oitenta do século XX. Resgata-se o uso que fizeram os consultores urbanos locais de três tipos
de discurso sobre o papel do planejamento urbano no país: o discurso técnico-metodológico, o discurso sociotécnico e o
discurso reativo; e o papel de algumas comunidades acadêmicas na legitimação ou crítica do paradigma compreensivo de
planejamento. Este estudo descritivo se apoia nos testemunhos de alguns planificadores e textos da época; que se interpretam
sob a distinção geral entre teorias procedimentais e substanciais do planejamento. O objetivo da reflexão é oferecer um
esquema provisional de compreensão do lugar designado ao planejamento urbano e seus especialistas, dentro de ambientes
institucionais, acadêmicos e governamentais, como parte de uma teoria local de planejamento.

Palavras chave
Planejamento urbano, planejamento compreensivo, teoria do planejamento, rol, discurso, comunidades econômicas.

* Este trabajo presenta resultados de investigación del proyecto de grado de la Maestría en Urbanismo, financiada por la Dirección de Investigación de la
Universidad Nacional de Colombia.
** Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. Estudiante de la Maestría de Urbanismo en la misma universidad. Ex becario del Programa
Jóvenes Investigadores, modalidad Colciencias, año 2010. Correo electrónico: jframirezri@unal.edu.co

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la arquitectura modernista;2 y empezó a incorporar las
nuevas perspectivas del paradigma comprehensivo de
los departamentos de Planificación Aplicada de uni-
versidades norteamericanas y anglosajonas.3 Para en-
tender cómo se dio ese proceso de cambio progresivo
a forma de concebir la práctica profesional se hace necesario revisar de qué forma la PU antes de
de la planeación urbana (PU) en Colombia dependió, 1950 se había afirmado alrededor del primero. Al res-
durante la segunda mitad del siglo XX, de la opinión pecto, Luque Valdivia explica que en el proceso inicial
experta de profesionales especializados en temas urba- de formación de la disciplina urbanística,4 tanto en la
nos. Especialistas que guiaron de manera coyuntural la experiencia continental como anglosajona, compitie-
elaboración de artículos académicos, documentos de ron una serie de programas (tradiciones) que ya tenían
políticas o planes urbanos. Cada uno de ellos, al acreditar como común denominador prestar especial atención al
orígenes disciplinares heterogéneos, y tras haberse for- diseño de los aspectos estéticos de la ciudad (Valdivia
mado bajo el paradigma comprehensivo de planificación, 2000, 19). En la Town Planning Conference de 1910
impulsó discursos diversos alrededor del rol asignado a la confluyeron los programas continentales provenientes
práctica de la PU en comunidades académicas, o agenció de la Städtebau y la École des Beaux-Arts centrados en el
los mismos en entidades gubernamentales bajo la figura modelo urbano, como también el programa anglosajón
del consultor. El objeto de esta reflexión teórica es descri- del Planning, que buscaba ampliar el interés sistémico
bir de manera holística una muestra representativa –no u organicista del urbanismo, o sea que involucrara as-
exhaustiva– de esos discursos, comunidades y consulto- pectos territoriales, geográficos, sociales y económicos
res relacionados con la PU nacional –con especial énfasis concernientes a la “evolución urbana”. A partir de 1920,
en la planeación de Bogotá– desde los años sesenta hasta el Movimiento Moderno logró con mucho éxito integrar
los ochenta. La reflexión se lleva a cabo por medio del los aportes de ambos programas, manteniendo en la
análisis de algunos fragmentos de documentos (nacio- práctica de la disciplina el énfasis físico proveniente de
nales e internacionales) de la época, que evidencian un la simbiosis entre urbanismo y la arquitectura que le
proceso inacabado de profesionalización local de aquel fue característico hasta mediados del siglo XX. En otras
conocimiento consistente en orientar la construcción de palabras, el urbanismo del Movimiento que giró en
la ciudad (Valdivia 2000, 11). Es posible que se reniegue torno a los Congresos Internacionales de Arquitectura
de la existencia definida, tanto en Colombia como en el Moderna (CIAM) proveyó a la disciplina del paradigma
mundo, de la PU entendida como disciplina profesional. epistemológico que requería, como se puede deducir de
El autor de esta reflexión no riñe del todo con esa posi- lo que dice Valdivia: “El Urbanismo de los CIAM no
ción, pero sí considera posible identificar “hitos” que han sólo conduce y condiciona los resultados urbanísticos
venido dándole cierta “identidad disciplinar”. Identidad del Movimiento Moderno, sino que penetra además
que, tanto aquí como en las escuelas internacionales más intensamente en la tradición anglosajona del Planning
avanzadas de planeación, siempre ha contado con un ca- y aparece como interlocutor imprescindible del organi-
rácter científico problemático.1 cismo y de los continuadores de la Städtebau” (Valdivia
2000, 25). Así, entonces, a finales de la década de los

La planeación comprehensiva como paradigma


y la génesis de los discursos sobre la 2 Y en menor medida, de la ingeniería civil (Taylor 1998, 4).
planeación urbana 3 Un caso paradigmático fue el surgimiento, a comienzos de los cincuen-
ta, del Programa de Planificación de la Universidad de Chicago, que
fue liderado por un grupo de investigadores en “planificación aplicada”
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el núcleo epis- (Foley 1964, 60).
témico de la PU dejó progresivamente de depender 4 Si bien en este artículo se usan indistintamente urbanismo y planea-
del paradigma modelístico-estético (Valdivia 2000) de ción urbana para referirse a lo mismo, no se desconoce que ambas no-
ciones le dan un énfasis epistemológico distinto a esta disciplina. Más
allá de una simple diferenciación lingüística (“Urbanisme”, en idioma
francés; “Town Planning”, en inglés británico; “Urban Planning” o
1 Al respecto, la PU requiere tanto de un acumulado de conocimientos “City Planning”, en inglés americano), existe una diferencia epistémi-
validados propios de una disciplina científica como de la más empíri- ca que bien la explica Arturo Almandoz, en su texto “Urban Planning
ca y contingente habilidad de un oficio o una técnica. Así lo explica and Historiography in Latin America” (2006). El análisis que ofrece
Luque Valdivia: “Cuando escribimos del estatuto epistemológico del Almandoz al respecto no desvirtúa el hecho de que se está hablando
urbanismo nos referimos a la peculiar naturaleza de un saber teórico de lo mismo en términos formales, y que las variaciones dependen pre-
y práctico, en el que la razón y el sentimiento, el rigor y la creatividad cisamente del tipo de epistemología que domine la interpretación de lo
están habitualmente presentes” (Valdivia 2000, 13). que, en esencia, es la disciplina.

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cuarenta ya se daba una PU híbrida que combinaba el nombre de PU. Por su parte, el segundo factor, el de
los principios de planeación física y del diseño urbano la crisis tanto del modelo urbano como de la figura del
(Taylor 1998) con aquellos propios de la planificación plan, era consecuencia de una nueva realidad urbana-
sistémica. Arturo Almandoz (2006) explica que en las regional que, a finales de los cincuenta, retrataba el sur-
últimas propuestas urbanísticas de Le Corbusier, como gimiento de 150 ciudades con un área metropolitana
el Plan Piloto y Regulador, ya se combinaban la teoría de más de un millón de habitantes (Foley 1972). De
tradicional de las funciones humanas urbanas,5 la teoría de acuerdo con John W. Dyckman (1964), una realidad
los planes maestros, la teoría de las unidades vecinales, urbana de esa naturaleza significó para la PU que de-
las ordenanzas de zonificación y la teoría de la planifica- jara de entender la ciudad como un “sistema funcional
ción del ámbito urbano-regional. cerrado” y la comprendiera ahora como un “sistema
funcional abierto”. En el primer caso, la PU buscaba,
A mediados de los cincuenta, los miembros de los en términos epistémicos, delimitar un número de fun-
CIAM se dispersaron por un conflicto generacional y ciones humanas básicas; y por esa razón el plan urbano
estructural6 que, a la postre, sumió en crisis el paradig- se concebía como “producto, como guía precisa hacia
ma modelístico mismo que había sostenido la práctica una forma de desarrollo futura bien definida” (Dyckman
profesional de la PU; lo que dio lugar a que se fortale- 1964, 209). Mientras tanto, en el segundo sistema, la
ciera la dimensión sistémica de la planeación (sin que PU respondía, más bien, a la necesidad de facilitar las
nunca despareciera la dimensión espacial), por los nue- posibilidades de acceso a funciones diversas de asocia-
vos avances tecnológicos y científicos. Eso dio pie a la ción, identidad, crecimiento, movilidad (Valdivia 2000,
emergencia del paradigma comprehensivo (PC), que se 26). En este último caso el plan surgía como “el resul-
explica, además, por los siguientes dos factores: la con- tado de la toma de decisiones de muchos individuos
solidación de las ciencias sociales aplicadas en la esfera que ejercen una amplia gama de elección” (Dyckman
científica y la crisis del modelo y plan urbanos tradicio- 1964, 208). Para ejemplificar lo anterior, mientras
nales. El primer factor tenía que ver con la provisión de que Charles-Édouard Jeanneret –Le Corbusier– en su
utilidad a la investigación social, de acuerdo con las nece- estudio Plan Piloto para Bogotá pretendía “poner orden”
sidades de desarrollo social y económico de los Estados (Le Corbusier 1988, 3), ya a finales de los sesenta, un
nacionales.7 A partir de ahora, no sólo la arquitectura estudio como Alternativas para el desarrollo de Bogotá te-
tenía la posibilidad de proveer el marco epistémico para nía la intención de “analizar orientaciones” (CID 1969,
que el urbanismo diera soluciones a las problemáticas vii). Así, entonces, “el deseo físico de conformar la so-
urbano-regionales, sino que también la economía, la so- ciedad a través de la forma física da paso –de un modo
ciología, la administración, entre otras ciencias sociales, ciertamente equívoco– al objetivo de proporcionar a la
apoyarían el desarrollo de modelos para esta discipli- sociedad, y a cada uno de los hombres, el marco para
na, que de ahora en adelante se conocería mejor con desarrollar sus opciones vitales” (Valdivia 2000, 26).

El posicionamiento del PC desató, después de 1960,


5 Además de las cuatro funciones tradicionales, se dio la incorporación de
la quinta función, denominada “centro cívico”, o llamada también “el cora- el surgimiento de innumerables teorías encargadas de
zón de la ciudad”, del VIII Congreso de los CIAM, en 1951. La aparición revisar de nuevo el papel asignado a la práctica profe-
de esa función tardía de la PU tradicional reflejaba, en parte, las transfor- sional de la PU. En el ámbito internacional, teóricos de
maciones epistémicas de la PU a finales de la primera mitad del siglo XX.
la planeación como Patsy Healey, Michael J. Thomas,
6 “La crisis provocada en el CIAM IX por los jóvenes profesionales que
asisten al Congreso pudo entenderse en un primer momento como Nigel Taylor, Oren Yiftachel, entre otros, han plantea-
una simple crisis generacional […] En realidad, la crisis respondía a do esquemas tipológicos con los cuales han tratado de
un proceso más complejo que mostraba la fractura que se produce en sintetizar el conjunto de esas teorías y las relaciones
esos años entre la compleja base cultural que late bajo el Movimiento
Moderno –una concepción racionalista en que convive el idealismo de continuidad-ruptura que han mantenido respecto
hegeliano y el positivismo, amalgamados en una ciega confianza en la del nuevo paradigma.8 Ellos se han servido de la creen-
razón–, y las filosofías existencialistas y fenomenológicas que alientan cia racionalizada de Andreas Faludi, quien consideraba
la cultura de la posguerra” (Valdivia 2000, 26).
7 Un análisis más detallado y amplio del surgimiento de este tipo de ciencia
que la planeación se podía mover en dos planos sepa-
social puede verse en los trabajos del sociólogo norteamericano Robert. rables (Paris 1982, 5; Allmendinger 2002, 79): el plano
K. Merton. El posicionamiento del paradigma comprehensivo no niega el de los valores y los principios éticos propios de una
hecho de que otro tipo de epistemologías, tradicionales o no, hayan con- sociedad (lo sustantivo), y el plano de las necesidades y
tinuado operando. Luque Valdivia muestra cómo una derivación del ur-
banismo basado en la disciplina de la arquitectura prevaleció en algunas
escuelas italianas luego de 1960. El hecho es que el impacto del nuevo
paradigma comprehensivo fue muy determinante en la teoría-práctica de 8 No existe ningún esquema que pueda abarcar de forma exacta el desa-
la PU colombiana del período de estudio de esta reflexión. rrollo de las teorías de planeación.

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los procedimientos propios de la planificación (lo pro- La aparición del DNP, el CID y el discurso
cedimental). De acuerdo con lo anterior, Healey y Tho- sobre el rol técnico-metodológico de la
mas explican que las teorías de planeación se pueden planeación urbana
categorizar por el énfasis que han prestado a uno de
esos dos planos. Así, entonces, existen teorías proce- Este tipo de discurso fue liderado en Colombia desde
dimentales de la planeación donde se ha promulgado sus comienzos, a finales de la década de los cuarenta,12
que es rol propio de la PU y sus especialistas formular por economistas formados en teoría económica keyne-
procedimientos, metodologías, cursos de acción, sin siana (Coats 1983), y bebía de las fuentes de las teo-
que importe mucho el medio sobre el cual se planifica. rías sinópticas de planeación de corte procedimental, las
Mientras tanto, las teorías sustantivas de la planeación cuales se caracterizaban por abordar los problemas des-
han mantenido una posición crítica de ese rol técnico de un punto de vista sistémico, usar modelos matemá-
y han ampliado el margen de acción del planificador y ticos y relacionar medios (recursos y limitaciones) con
la PU hasta el estudio detallado del medio sobre el cual fines objetivos (Hudson 1979, 389). De acuerdo con
se planifica: la comunidad, el gobierno, etc. (Lapintie esa lógica procedimental, los consultores líderes de este
2009). En las teorías procedimentales ha imperado discurso en el país han considerado que la PU debería
la apelación a principios provenientes de la teoría de responder a la necesidad general de desarrollo económi-
los sistemas, de la economía aplicada o de las ciencias co de la sociedad, por medio de la definición de institu-
de la administración; entretanto, en las segundas, se ciones, planes y metodologías que la vincularan con los
ha hecho uso recurrente de las formulaciones críticas objetivos de industrialización y crecimiento. Al respec-
de la economía política. No es posible aplicar de for- to, Lauchlin Currie afirmaba: “probably nobody would
ma exacta ese modelo de interpretación internacional disagree with the statement that urban planning should
de evolución de las teorías de PU en el ámbito local; form an integral element of national planning, yet al-
no obstante, una conceptualización de tal naturaleza most nowhere is this a reality […] planning has been too
ofrece luces9 sobre los discursos locales acerca del rol often considered to be a matter of esthetics, or of ensu-
asignado a su práctica en Colombia. Siguiendo la ló- ring enough air and light, and has not sufficiently taken
gica de la clasificación entre teorías procedimentales into account the strenght of economic forces” (Currie
y sustantivas, el autor de esta reflexión considera que 1975, 37 y 39). En la misión del Banco Internacional
en Colombia han predominado, en el tiempo de estu- de Reconstrucción y Fomento, que Currie encabezó en
dio ya señalado,10 tres tipos de discursos diferentes so- 1949 como consultor, él afirmaba que la intención de
bre el rol de la PU: un discurso técnico-metodológico implementar un “Programa de Fomento para Colombia”
(de carácter procedimental), un discurso reactivo de era “a self-generating rise in the standard of living of
la PU (de carácter sustantivo) y un discurso sociotéc- underdeveloped area” (Currie 1950, 102). Para alcanzar
nico (que combina ambos). Asociado a cada discurso, dicho objetivo, Currie sugirió al gobierno de turno crear
ha hecho su aparición un conjunto de consultores o una entidad de orden nacional que permitiera “atacar”,
comunidades académicas representativos, como se al mismo tiempo, problemáticas de desarrollo en el
muestra a continuación.11 ámbito urbano, social y económico; porque argumen-
taba que “it is, for example, unreasonable to expect one
agency of government or one division of one agency to
9 Sobre la pertinencia o no del uso de esas interpretaciones en el become outstandingly efficient while the general level
ámbito local, no sobra la aclaración de Taylor: “since the Second of government efficiency is low” (Currie 1950, 105).
World War, the kind of town planning that has been practiced and Esa recomendación explica el surgimiento posterior del
debated in Britain has been similar in many respects to town plan-
ning in other advanced capitalist democracies. So even thought Departamento Nacional de Planeación (DNP),13 que
what I describe here is the development of town planning thought
in Britain, much of this thought came from places, especially the
USA. I therefore hope that readers in other countries will find this 12 Este discurso sobre la PU tendrá su momento de mayor desarrollo en
account of interest and relevance for them” (Taylor 1998, vi). la primera mitad de la década de los setenta.
10 Pero que se pueden proyectar hasta el presente. 13 Este Departamento nace conceptualmente en 1951 y fue el primero
11 La relación que se propone entre un tipo de discurso y una co- de su tipo en toda Latinoamérica (James 1973, 37). Legalmente, fue
munidad académica o entidad determinada no busca, de ninguna constituido en 1958 y reformado en 1968. Se presentan las funciones
manera, generar estereotipos o rígidas clasificaciones. Por ejem- que tenía el DNP según el testimonio de un catedrático de PU de la
plo, hubo muchos casos en que una institución como el CID aco- época: “to prepare plans and programs for national investments and
gió discursos reactivos de la PU, y no sólo técnico-metodológicos, expenditures corresponding to national development plans; to direct,
como se indica más adelante. Sin embargo, por sus orígenes y na- revise, and coordinate the work of the various ministries related to
turaleza, el CID sirvió propiamente a la institucionalización del general plans of development; to work with the Office of the Budget to
segundo tipo de discurso. incorporate ministerial budgets into general plans of development; and

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permitió la institucionalización en la esfera política de urbanización informal, se ahorrarían gastos en trans-


este tipo de discurso sobre el rol técnico de la PU en el porte para el ciudadano y se mantendrían las relacio-
país, y el diagnóstico de una serie de metodologías que nes de vecindad que se daban en las mismas zonas de
permitieran vincular la necesidad de fomentar al mismo crecimiento informal.
tiempo el crecimiento ecónómico, la industrialización y
la urbanización del país. Dicho diagnóstico se pone de Por otra parte, pero en estrecha relación con lo an-
manifiesto en el contenido procedimental de la mayo- terior, Currie sabía que en el ámbito científico las
ría de los artículos sobre PU de la revista Planeación y universidades locales no estaban dotadas de los pre-
Desarrollo en el período que va desde 1960 hasta 1980. supuestos, especialistas y soportes teóricos precisos
para apoyar a la esfera política en el estudio, genera-
Una de esas metodologías consistía en el modelo de ción e implementación de ese tipo de metodologías
desarrollo urbano ciudades dentro de la ciudad (CDC). de PU (Ilpes 1972). Por esa razón impulsó, a mediados de
La definición básica del modelo CDC era “the provi- los sesenta, la creación del Centro de Investigación del
sion of housing, jobs, and services concentrated in a Desarrollo (CID) en la Universidad Nacional. El CID
single locality” (Gakenheimer 1976, 51). El principio incorporó la enseñanza de las ciencias sociales aplica-
urbanístico básico para la implementación del modelo das14 y, en sus comienzos, fue un centro autónomo que
era el de la autosuficiencia: “the same people who live no dependía de ninguna facultad o departamento. Eso
in the locality also work there, thus creating commu- tuvo consecuencias importantes: a. no dependía del
nity atmosphere and causing savings in travel costs” limitado presupuesto de la Universidad sino de dona-
(Gakenheimer 1976, 51). Las primeras experiencias de ciones de fundaciones; b. los profesores e investigado-
CDC se remontaban a algunos proyectos-programa ad- res no necesariamente eran de carrera docente. Existía
ministrados por la Universidad de Chicago y por el US una gran libertad para incorporarse al centro y formaba
Department of Housing and Urban Development en la para sí mismo los académicos que requería; c. muchos
década de los cincuenta y de los sesenta (Gakenheimer de los cursos eran dictados por profesores visitantes de
1976, 51). El modelo no fue concebido originalmente universidades norteamericanas: la Universidad de Chi-
para la PU de ciudades de países en desarrollo; sin em- cago (de la cual ya se ha referido su importancia en el
bargo, el DNP y Currie lo usaron como el mejor mé- posicionamiento del PC y en el desarrollo del modelo
todo para impulsar el crecimiento económico del país CDC), la Universidad de Pensilvania y el Instituto Tec-
por medio de una política de urbanización no expansi- nológico de Massachusetts. De acuerdo con su misión
va. Hay que recordar que, para la época, el diagnóstico y filosofía, el CID lideró, en el período de 1971-1975,
mostraba que el desarrollo de una política de orien- debates inéditos sobre el crecimiento urbano, formó
tación de la urbanización para el país debía ser una planificadores, apoyó la realización de planes proce-
alternativa a los tres paradigmas que existían, a saber: dimentales y documentos de política pública urbana,
a. el modelo anglosajón, que se basaba en la creación como Alternativas para el Desarrollo Urbano de Bogotá.
de ciudades nuevas; b. el modelo norteamericano, que Fase II. Este último documento recogió muchas de las
se basaba en la construcción de suburbios; c. el mode- ideas anteriormente expuestas, por ejemplo, las que se
lo asiático, que combinaba la urbanización expansiva desprenden de los siguientes apartados: “la urbaniza-
con altas densidades habitacionales. Currie, en su libro ción es indispensable para el desarrollo del país” (CID
Taming The Megalopolis: A Design for Urban Growth, 1969, ix), “la planeación del desarrollo urbano no puede
editado en 1976 por UN-Habitat, explicaba cómo ha- ser tratada separadamente del problema del desarrollo”
cer crecer la ciudad por medio de la generación de (CID 1969, 10), “no es cuestión de valores personales
centralidades integrales: “high density self-contained o estéticos, aunque esto esté dentro del problema, sino
new cities accommodating about 400,000 persons cuestión de suyo económico” (CID 1969, 10), “uno de
built within or adjacent to existing metropolitan areas” los principios fundamentales del presente estudio es
(en Rodwin 1978, 1083). Currie consideró que con el de la convivencia de lograr en la ciudad la máxima
la implementación del modelo CDC se aprovecharía la
industria de la construcción como un factor de creci-
miento económico, se solucionarían los problemas de la 14 Edmundo Fuenzalida expone como sigue la razón estructural que
dio lugar a este instituto, y que se mantiene en línea con lo que se
argumenta en esta reflexión: “an entire reorganization of knowledge
institutions and styles took place after 1950 to suit the needs of the
to act as staff to the National Council for Economic and Social Policy developmentalist states. The new professionals adopted the empirical
which recommends the basic economic and social policies, plans, and social science model of research and teaching produced primarily in
programs for the country” (James 1973, 37). the United States” (Fuenzalida, citado en Escobar 1988, 431).

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asociación y proximidad de los diversos usos de terreno de una institucionalidad que la recicla sin la necesaria
–hasta el grado que ello sea compatible con la higiene y fundamentación, volviendo la necesidad del “desarrollo
la estética–” (CID 1969, 54). urbano” algo metódicamente banal. Ejemplo de ello es
el discurso reciente sobre las cuatro (¿o cinco?) “loco-
El CID le sirvió además al mismo Currie para relanzar su motoras”, versión reencauchada del discurso sobre los
planteamiento, no tenido en cuenta por la esfera políti- “sectores líderes”, y donde la realidad urbana nacional
ca, de volver líder el sector de construcción de vivienda sigue siendo totalmente incomprendida.
urbana, y que había desarrollado en su texto Operación
Colombia, de 1960. El gobierno de Carlos Lleras Res-
trepo había hecho caso omiso de la sugerencia, porque La Sociedad Colombiana de Planificación,
estuvo más interesado en el discurso sociotécnico del el CPU y el discurso sobre el rol sociotécnico
arquitecto-planificador Edgar Reveiz (ver el siguien- de la PU
te apartado). Con el lanzamiento de una segunda edi-
ción de su obra –con el apoyo de los economistas Luis Este segundo discurso sobre el rol de la PU, que tuvo
Bernando Flórez y César González–, sus convicciones mucha fuerza en la década de los sesenta en el país,
sobre el papel del ahorro privado (UPAC), la construc- se caracterizó por la adopción combinada de algunos
ción masiva de vivienda urbana y la metodología CDC principios de tres tipos de teorías procedimentales de
fueron incorporadas dentro del documento de política planeación: incrementalismo, planeación social e imple-
pública Ciudades dentro de la Ciudad, de 1972, y el Plan mentación y política. Dichas aproximaciones, sin negar
de Desarrollo de las Cuatro Estrategias, de 1971, del go- el papel técnico de la PU, han insistido en el hecho de
bierno de Misael Pastrana Borrero (Garrido 2004). Es que la planeación debería también considerar el medio
posible, además, rastrear algunos principios de este dis- político-social sobre el cual opera (Hudson 1979, 389-
curso de PU en la Ley Orgánica de Desarrollo Urbano, 390). Este discurso fue liderado, a finales de los cincuen-
Ley 61 de 1978, que obligaba a los municipios de más ta, por comunidades de planificadores latinoamericanos
de 20.000 habitantes a la realización de Planes Integra- y locales, que empezaron a experimentar dificultades al
dos de Desarrollo, con el objeto de “lograr condiciones tratar de articular el trabajo de la oficina de planeación
óptimas para el desarrollo de las ciudades y de sus áreas nacional con el de las oficinas municipales de planifi-
de influencia en los aspectos físico, económico, social y cación (OEA 1972, 18), y que reclamaban también de
administrativo […] con base en las técnicas modernas la práctica de la PU las siguientes acciones: ofrecer un
de PU y de coordinación urbano-regional”. En el plan diagnóstico más agudo de la realidad, analizar el tipo
que la Alcaldía de Bogotá formuló para dar cumplimien- de gobierno, su estructura político-administrativa, invo-
to a la anterior ley, Acuerdo 7 de 1979, se obligaba, por lucrar a la población en la toma de decisiones y tener
ejemplo, a “estimular la utilización y densificación de en consideración las “variables no económicas” (Ilpes
las áreas localizadas al Sur y al Occidente de la Ciudad 1972, 15). Los planificadores de este tipo de discurso
[…] promover el incremento de la densidad en las áreas comenzaron criticando la política de impulso a la indus-
desarrolladas, así como la densificación de aquellas por trialización y urbanización intensivas que los consulto-
desarrollar, a fin de obtener por esa manera un uso más res del anterior discurso le habían asignado a la práctica
intenso del suelo urbano, evitar la expansión horizontal de PU, porque, según decían, se desconocían las con-
de la Ciudad y la generación de nuevas centralidades”. diciones políticas locales y regionales mínimas para ello
(Utria 1971, 27). Al respecto, se afirmaba: “es necesario
Para concluir, es útil destacar que, dado que este tipo evaluar los resultados que han logrado las Oficinas de
discurso sobre la PU nació y creció como un ejercicio de Planeación Municipal, no solo en sus aspectos técni-
consultoría para entidades de alto nivel del Estado nacio- cos, sino también en su impacto sobre la organización
nal, se ha granjeado alrededor de sí mismo una fuerte administrativa y política de las comunidades locales; las
institucionalidad política que lo protege, fomenta y sos- instituciones urbanas, el mecanismo de las decisiones,
tiene. Eso ha dado como resultado que se sigan adop- el proceso de elaboración de los planes, y la participa-
tando, de forma canónica, sus principios en el ámbito de ción activa del sector popular en la planificación” (SCP
la formulación de políticas públicas urbanas; principios 1972, 11-12 y 15).
que, por lo demás, suelen ser generalmente caducos o
inadecuados respecto a la realidad que trata de interpre- En Colombia, este discurso sociotécnico sobre el rol
tar. En esa medida, la teoría que soporta este tipo de PU de la PU representó muchas de las posturas de los
suele volverse “abstracta”, porque surge como inercia miembros e invitados de la Sociedad Colombiana de

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Planificación15 (SCP). La Sociedad acogió a los consul- Figura 1. La búsqueda de un papel profesional para el pla-
tores interesados en la PU del PC, que no estaban to- nificador urbano en Colombia.
talmente alineados con el discurso sobre el rol técnico16
de la PU del DNP y el CID, y sobre lo cual afirmaban:
“Creemos que la planificación no es una panacea por sí
misma, ni tampoco que involucre ideologías del desa-
rrollo. Considerarla así estaríamos frente a un intento
de tecnocracia o de dictadura científica o tecnológica.
La responsabilidad del desarrollo es de la población, de la
comunidad en general, del consenso de todos sus miem- IV Congreso de la Sociedad
bros” (SCP 1972, 15). La SCP organizó, a mediados Colombiana de Planificación
de 1958, la primera Reunión Nacional de Oficinas de Fuente: SCP 1972, 153.
Planes Reguladores, de la cual surgió la siguiente decla-
ración: “Solicitar al Gobierno Nacional se sirva acoger a El alcalde mayor de Bogotá,
don Emilio Urrea (izquier-
la Sociedad Colombiana de Planificación como cuerpo da). Figura también el doctor
consultivo en Asuntos de Planificación” (SCP 1958, 8). Pedro Pablo Morcillo, presi-
La SCP pretendió establecer un diálogo de alto nivel dente de la Sociedad Colom-
con las entidades nacionales de planificación por me- biana de Planificación en 1971.
dio de la realización de los Congresos y Simposios de
Fuente: SCP 1972, 151.
Planificación y Urbanismo, en los cuales se caracteri-
zaba cuál debía ser el papel “profesional”17 (ver la figu-
ra 1) de los planificadores urbanos en la administración El auge de este discurso sociotécnico de la PU estuvo
pública, con afirmaciones como ésta: “el planificador muy unido a la problemática que significaba el rompi-
debe ser el promotor principal en la conformación de miento de la cuadricefalia urbana que había caracteri-
los hechos políticos, al considerar la ciudad como per- zado el desarrollo urbano-regional del país. El problema
teneciente a un sistema urbano y conformado a su vez de la regionalización se convirtió en un asunto de dis-
por sistemas estructurales y conocer profundamente cusión de los congresos de la SCP, ya que se consideró
ambos” (SCP 1972, 11-12). que eran las regiones donde se daban formas de “orga-
nización social” plenamente identificables, que debían
ser atendidas por la práctica de la PU, y que eran pre-
cisamente su medio político. La Sociedad precisamente
15 Esta sociedad nació bajo el amparo del Centro Interamericano de Vi- recogió muchos de los postulados del arquitecto-planifi-
vienda y Planeamiento (Cinva), una entidad transnacional creada por
la Organización de Estados Americanos en la década de los cincuenta, cador Edgar Reveiz, quien fue fundador, a mediados de
y que tenía su sede principal en la Universidad Nacional, sede Bogotá. los sesenta, del Centro de Planificación y Urbanismo
Fue liderada en sus comienzos por el arquitecto-planificador Jorge Gai- (CPU) de la Universidad de los Andes.18 Reveiz era cer-
tán Cortés y el administrador Pablo Morcillo. Hoy en día esta Sociedad
existe de manera formal, sin ningún tipo de incidencia en el ámbito cano al gobierno de Carlos Lleras Restrepo, y, de acuer-
académico o político. do con los principios de la escuela de planificación de
16 Virgilio Barco se refería a dicho rol de forma sarcástica: “la planeación los polos de desarrollo,19 consideró que la práctica PU
de las ciudades toma la forma de esquemas físicos limitados a zonifica- debía servir a la administración del territorio, por medio
ciones más o menos teóricas y a trazados de vías, que crean la sensación
en sus autores y en sus ejecutores de que están anticipando, controlan- de la identificación de unas ciudades líderes que debían
do y dirigiendo el crecimiento y el desarrollo de las urbes” (Barco s. f., ser los centros locales de desarrollo. Solamente en los
21). Por su parte, Francisco J. Uribe, en su artículo “Un marco general Planes y Programas de Desarrollo (1969-1972) del mis-
para el enfoque de la planificación del Desarrollo Regional” (1985), se
refería así al rol procedimental: “el ejercicio de la planificación debe mo gobierno de Lleras Restrepo se recogieron algunas
entenderse más bien como un proceso a través del cual se debe generar
un flujo de decisiones sobre la evolución del sistema regional. Esto debe
conducir como es lógico a cambios en las operaciones y los instrumen-
tos de los planificadores. Por una parte, deberá conducir al abandono 18 Si el CID de la Universidad Nacional había sido el nicho académico
de la intención de escribir planes integrales de desarrollo, y a su sustitu- del discurso técnico-metodológico de PU, el CPU cumplió esta misma
ción por una combinación de estrategia general y un conjunto de planes labor para este discurso sociotécnico. Habiendo nacido como una insti-
parciales, programas y proyectos que permitan una mayor flexibiliza- tución autónoma de la Universidad de los Andes, no dependía tampoco
ción de acción” (Uribe Echevarría 1985, 6). de la Facultad de Arquitectura; así como el CID tampoco dependió en
17 Papel asignado que no estuvo exento de críticas: “parece increíble que sus comienzos de la Facultad de Economía.
se haya supuesto que un pequeño grupo de técnicos iba a conseguir 19 Una teoría de planeación que se había desarrollado en el Instituto de
en periodos relativamente cortos lo que un sistema social y político no Ciencias Económicas Aplicadas de Francia, institución fundada por el
había logrado en decenios” (Ilpes 1972, 8). economista François Perroux a mediados del siglo XX.

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recomendaciones de este tipo de discurso sociotécnico desde la década de los sesenta, han hecho uso de estas
de PU (Conroy 1973, 372). Además de ese plan, existió teorías sustantivas de la planeación en sus dos vertientes
el Proyecto de Ley Sobre Planeación Regional, Depar- e inauguraron un discurso reactivo que critica el rol
tamental, Metropolitana y Municipal, que consideraba técnico, e incluso sociotécnico, que los especialistas de
“la instancia regional en el proceso de planeación, y los otros discursos le estaban otorgando a la práctica
autorizaba la delimitación de las regiones y la creación de la PU. Ellos han considerado que una práctica de
de polos de desarrollo, lo mismo que el establecimiento esa naturaleza desconoce la esencia de la realidad ur-
para su promoción” (DNP 1970, 340-341). Desde sus bana colombiana y que, en algunos casos, claramente
comienzos, este discurso sobre la PU no tuvo las reper- responde a los intereses de las clases dominantes (Por-
cusiones políticas y científicas que pretendió. Tanto la tes 1973, 21). Así, entonces, estos especialistas se han
SCP como el CPU desaparecieron rápidamente de las centrado en denunciar el carácter “consultivo” y “poli-
esferas académica y política. Su objetivo de afianzar en civo” de la práctica de la PU del PC, buscando con ello
el análisis académico el sistema urbano-regional se ha reivindicar su carácter humanístico.21 Si los anteriores
mantenido gracias a aislados esfuerzos de investigación, discursos han considerado que el papel de la práctica
sin que exista un desarrollo sistemático de indagación de la PU está vinculado con el fomento del crecimiento
en este campo ni, mucho menos, un reflejo adecuado económico o la gerencia de un sistema urbano-regional,
en la esfera política de las acciones que se deberían este discurso ha insistido que es rol de la PU conocer
adoptar en la línea de alcanzar ese propósito. la población y la forma de asentarse en el territorio. Di-
cho medio sociopolítico de la PU debería ser estudiado
como un fenómeno urbano en toda su integralidad, y no
Los anti-Currie, Ascofame y el discurso reactivo simplemente ser considerado un impedimento para la
sobre el rol técnico de la planeación urbana lógica procedimental de planificación o, peor aún, una
amenaza para la paz social (Vernez 1973, 3).
Este discurso recoge una serie de teorías moderadas y
radicales de la planeación de carácter sustantivo, las cua- El técnico urbanista francés Jacques Aprile-Gniset22
les han planteado críticas a las posiciones de las teorías y el arquitecto Ramiro Cardona lideraron, en sus co-
procedimentales de planeación. Las primeras provenían mienzos, el desarrollo teórico de los conceptos de este
de algunas posiciones de investigadores de la Escuela discurso reactivo de la PU. El primero fue profesor en
Marginalista Urbana de Norteamérica y la Comisión reconocidos departamentos de urbanismo de univer-
Económica para América Latina y del Caribe (Cepal); sidades de Colombia y asesoró la realización de varios
las segundas, por su parte, de obras de Manuel Cas- planes urbanos (Aprile-Gniset 1992, 8-9). A diferencia
tells, David Harvey, Henri Lefebvre, inspirados en el de Lauchlin Currie, que tenía una perspectiva nacional
neomarxismo y la economía política; e investigadores la- del problema urbano, y requería de las variables ma-
tinoamericanos como Fernando Cardoso, Enzo Faletto, croeconómicas, Aprile-Gniset valoraba la experiencia
Jaime Valenzuela, Jorge Bernés y Emilio Pradilla, que local-municipal, usaba técnicas etnográficas para dar
interpretaron el accionar de la PU en términos de de- soporte a sus recomendaciones de política, y consideró
pendencia poscolonial. Dichas teorías han solido consi- siempre exploratorio su trabajo basado en los postulados
derar que la práctica rutinaria de la PU no ha partido de del materialismo histórico (Aprile-Gniset 1992, 748).
un conocimiento profundo de la ciudad, y que los pla- Dados esos postulados, el rol que asignaba a la PU esta-
nificadores han respondido, en realidad, a una serie de ba condicionado por los siguientes tres factores: “modo
condicionamientos provenientes de las lógicas propias de producción”, “formación socio-económica”, “forma-
del capitalismo.20 Ambas tendencias han mantenido, ción espacial (Trazados)”, que son los que permiten que
desde los años sesenta, una posición clara de crítica al la “ingeniería” y la “arquitectura” hagan posible el
rol técnico y sociotécnico asignado a la PU bajo el pa-
radigma comprehensivo, pero se han diferenciado en su
valoración final de la forma en que se debiera concebir 21 Esto es, que en su práctica se rompan las barreras establecidas entre pla-
su práctica: la primera ha abogado por su reorientación, nificador, ciudad como objeto de conocimiento y experiencia urbana, las
mientras que la segunda ha luchado por su supresión cuales se generan por la aplicación estandarizada de técnicas de PU. De
manera tal que el planificador urbano se sienta íntegramente comprome-
o total redefinición. Algunos planificadores en Colombia, tido con aquello que planifica, impidiendo que simplemente considere
“profesión liberal” su “quehacer” respecto a la ciudad.
22 Jacques Aprile-Gniset fue un ciudadano francés que visitó Colombia a
20 Acumulación de capital que, por ejemplo, es el factor determinante del mediados de la década de los sesenta, y era en ese entonces miembro
desarrollo urbano. de una Misión Técnica Francesa (Saldarriaga 1992, 5).

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“urbanismo” de los “hábitats” (Aprile-Gniset 1992, 751). legitimización de este tipo de hábitat, introduciendo al-
Así, entonces, para este especialista la práctica de la PU gunas modificaciones relacionadas con sus estándares,
no podía ser independiente de la evolución histórica de podrá dar base a funcionales y realistas programas de
la ciudad misma, porque “también esta sujeción condi- recepción” (Cardona 1972, 19-20) El discurso reacti-
ciona el urbanismo, no sólo la localización de la ciudad vo moderado de Cardona y Ascofame se basaba en la
sino su trazado y su diseño, las expresiones que adopta convicción de que la práctica de la PU debía tener en
la arquitectura urbana pública y privada, institucional y cuenta la “racionalidad” de la familia de bajos ingresos,
residencial” (Aprile-Gniset 1992, 754-755). De acuerdo y al respecto se afirmaba:
con eso, las “formas de la ciudad” se producen a partir
de la realidad dada, y nunca se pueden crear de la nada; Exploraremos la racionalidad de la decisión de la
por lo que toda práctica de PU, según este autor, debía familia de bajos ingresos, de adquirir la propiedad
tener en cuenta la crítica transición histórica vivida por de un terreno en un barrio clandestino y edificar su
las ciudades colombianas, luego de la segunda mitad vivienda por medio de desarrollo progresivo […] Estos
del siglo XX, sobre lo cual afirmaba lo siguiente: “Ciuda- análisis nos llevarán a formular un grupo de esque-
des como Pasto, Popayán, Santa Marta y Pamplona, por mas para una política de vivienda metropolitana que
ejemplo, fueron las urbes de una sociedad del pasado y busque expandir, facilitar y mejorar la construcción de
de una época que concluyó. Pasado su auge entraron en vivienda por desarrollo progresivo, al mismo tiempo
competencia para sobrevivir, luchando contra ciudades que está de acuerdo con el objetivo del desarrollo eco-
nuevas, muy dinámicas y en ascenso rápido” (Aprile- nómico metropolitano (Vernez 1973, 4).
Gniset 1992, 753-754). Aprile-Gniset, junto con Gilma
Mosquera, escribieron en 1978 un texto paradigmáti- Mientras que en el discurso técnico sobre la PU la vi-
co de esta visión de la PU titulado Dos ensayos sobre la vienda aparecía como un factor de crecimiento econó-
ciudad colombiana, el cual “anticipó muchos intereses mico, y las políticas de PU se orientaban a fomentar la
que posteriormente habrían de cobrar importancia en industria de la construcción, en este discurso reactivo,
la discusión sobre la ciudad: el proceso histórico de la las viviendas precarias y los asentamientos informales
formación, el valor de los centros históricos, la interven- no se valoraban simplemente como obstáculos o defec-
ción en el tejido de la ciudad, la vivienda de los sectores tos de la planificación, sino como el hábitat propio de
populares” (Saldarriaga 1992, 6). comunidades en proceso de transición de sociedades
rurales a urbanas. Sus especialistas consideraron que
Por otra parte, el arquitecto-urbanista Ramiro Cardona el Estado no comprendía cómo intervenir esa realidad
lideró una comunidad académica llamada Asociación que no respondía a los parámetros convencionales del
Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), análisis económico, y que, por el contrario, sus erradas
que se centraría en los “Programas de Fomento de la políticas estimulaban precisamente el crecimiento de
Motivación y el Liderazgo para la Organización de la Co- “urbanizaciones clandestinas”. Se afirmaba al respecto:
munidad” como un objetivo fundamental de la práctica “Mientras que el gobierno ofrece subsidio a unidades
de la PU. Para presentar los avances en el logro de ese completas de vivienda principalmente para beneficio de
objetivo, en 1968 apareció la compilación de ponencias familias con ingreso medio y alto-medio, una política
del II Seminario Nacional sobre Urbanización, intitula- de ‘laissez-faire’ ayudaba a conformar el desarrollo de
da Las migraciones internas en Colombia. Una de esas urbanizaciones clandestinas” (Vernez 1973, 15). Urba-
ponencias se titulaba “Mejoramiento de tugurios y asen- nizaciones que precisamente se convirtieron en el cen-
tamientos no controlados. Los aspectos sociales” (Car- tro de atención de varios organismos de cooperación
dona 1972), donde Cardona, haciendo uso de técnicas internacional, como el Institute for Housing Studies de
cuantitativas y análisis económicos de población, criti- Róterdam y la Sociedad Interamericana de Planifica-
caba algunos programas de habilitación de asentamien- ción, los cuales empezaron a financiar investigaciones
tos que profundizaban la marginalidad (Cardona 1972, locales sobre el problema de la vivienda a bajo costo.
3), y llegaba a las siguientes conclusiones: “el objeto Investigaciones que fueron lideradas por comunidades lo-
real de nuestra atención es la ciudad, los programas de cales de investigadores asentados en diversos centros y
orientación deberán ser encaminados a la participación programas de posgrado, por ejemplo, el Centro de Estu-
en el sistema social urbano […] Es eminente la crea- dios del Hábitat Popular (Cehap) y el Programa de Pos-
ción de mecanismos de recepción y orientación utili- grado en Planeación Urbano-Regional (PPUR), ambos
zando las actuales tendencias, en las cuales las llamadas de la Universidad Nacional, sede Medellín; el Centro
‘casas de inquilinato’ juegan un papel preponderante; la Interdisciplinario de Estudios Regionales (Cider) de la

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Universidad de los Andes; el Centro de Estudios para el pragmática que podía ofrecer el tradicional “código ur-
Desarrollo (CEDE) de la Universidad de los Andes; la bano”; una situación que, de entrada, no distaba mu-
Corporación Centro Regional de Población (CCRP); cho de lo que estaba sucediendo en el campo de la PU
la Universidad del Valle. Si se observa, además, la lista en el mundo occidental, cuando se hacía mención de
de investigaciones en el campo de PU que fueron fi- una crisis generalizada de la planeación dirigida desde
nanciadas por el recién creado Colciencias en el perío- el Estado y sus instituciones. El autor de este artículo
do que va desde 1970 hasta 1990, se destacan análisis cree que no sólo la crisis del Estado de bienestar fue el
cuantitativos y cualitativos muy detallados sobre el im- detonante del marchitamiento de la PU en el país, sino
pacto de las políticas de PU y la realidad de la vivienda también la falta de teoría institucional local que hubiera
urbana, que terminaban insistiendo siempre en la va- permitido sostener, en la esfera científica, el estatus dis-
loración positiva y en la orientación profesional de las ciplinar y profesional de la PU. Una teoría que hubiese
experiencias de autoconstrucción. puesto sobre la agenda académica la discusión del rol
académico y profesional de los planificadores urbanos
(y sus centros de investigación) dentro de los entornos
La crisis ochentera del urbanismo nacional institucionales de planificación establecidos. Se insiste
y una lección para el futuro en el hecho de ambicionar una teoría local de la PU
nacional que ofrezca una interpretación de la práctica
En la década de los ochenta, las instituciones naciona- del urbanismo fuera del mero contexto de la acción po-
les que habían tradicionalmente liderado los discursos lítica-pública de planificar el ordenamiento de la ciudad
sobre el rol de la PU sucumbieron por diversas circuns- o del territorio; ello con el ánimo de evitar que se mar-
tancias. A pesar de que no carecían de prestigio (Ilpes chite, de nuevo, el reciente posicionamiento de nuevas
1972, 11), sus propuestas de planificación no estaban comunidades que agencian discursos sobre PU.
siendo tenidas en cuenta para controlar y orientar el cre-
cimiento de la ciudad. Así, entonces, el CID fue objeto
de ataques en un ambiente radicalizado de izquierda que
volvió sospechoso todo discurso acerca del desarrollo, y Referencias
colapsó debido a las contradicciones internas que sufría
en una institución como la Universidad Nacional, que 1. Allmendinger, Philip. 2002. Towards a Post-Positivist
para la época aún contaba con una estructura tradicional Typology of Planning Theory. Planning Theory 1: 77.
de enseñanza profesional. Por su parte, las propuestas
de comunidades como la SCP, Ascofame y el CPU se 2. Almandoz, Arturo. 2006. Urban Planning and Historiography
volvieron marginales y ajenas al Gobierno, cuando sus in Latin America. Progress in Planning 65: 81-123.
pretensiones originales habían sido precisamente ser 3. Aprile-Gniset, Jacques. 1992. La ciudad colombiana. Siglo
órganos consultivos. El DNP, en su afán de sectorizar XIX y siglo XX. Bogotá: Taller Gráficos – Banco Popular.
todos los ámbitos sociales y económicos, terminó por asig-
narle un espacio mínimo a la PU. La situación mostraba 4. Barco, Virgilio. S. f. Asentamientos humanos. Marco
que ninguna de ellas fue capaz, en últimas, de articu- general. Cuadernos de la Sociedad Colombiana de
larse con los centros decisorios de políticas. Se generó Planificación 20-21: 3-7.
una situación “cancerosa” dentro de la estructura pro-
5. Cardona, Ramiro. 1972. Mejoramiento de tugurios y
fesional y disciplinaria de la PU nacional. Se le empezó
asentamientos no controlados. Los aspectos sociales.
a dar poco espacio al debate teórico especializado y se
Revista de Planeación y Desarrollo 4, no.1): 3-21.
reforzó la tendencia a asumir de forma acrítica cualquier
tendencia de interpretación de la PU. Esta “apatía” se 6. Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID). 1969.
derivaba de la percepción de la poca práctica que pare- Alternativas para el desarrollo urbano de Bogotá. Bogotá:
cía tener la teoría de la planeación, y la percepción “per- Universidad Nacional de Colombia.
versa” de que quienes hacían teoría olvidaban la práctica
(Healey, McDougall y Thomas 1982, 14). 7. Coats, Alfred William. 1983. Reseña del libro The Role of
Economic Advisers in Developing Countries, de Lauchlin
En los años ochenta lo único que parecía tener algún Currie. The Journal of Economic History 43, no. 3: 770.
impacto dentro de la PU nacional eran la promoción y 8. Conroy, Michael. 1973. Rejection of Growth Center
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