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EL MITO DE LA CAVERNA Y LA

APOLOGÍA DE SÓCRATES
Filosofía
Catedrático: Jorge Alberto Villeda Bojorque

AUGUST 10, 2016


Sección 697
El Mito de La Caverna
El Mito de la Caverna (Libro VII de "La República”) es una narración en la cual Platón explica
su teoría de la existencia de dos mundos:

El mundo sensible, el de las apariencias (que percibimos por los sentidos) y,


El mundo de las ideas, el verdadero (sólo alcanzable mediante la razón)

Describe, metafóricamente, la situación que guarda el ser humano ante estos dos mundos
del conocimiento. Dentro de una caverna se encuentran, desde su nacimiento, unos
prisioneros encadenados de cuello y piernas, sólo pueden mirar hacia el muro del fondo, es
ahí donde observamos que el muro es una venda cubriendo el conocimiento de las letras.
Luego detrás de ellos hay una hoguera encendida, y entre ésta y los prisioneros un camino
inclinado, a lo largo de éste, hay un muro de cierta altura por donde pasan unos hombres con
toda clase de objetos que se observan por encima de él, en este punto se relaciona el fuego
con lo acogedor que una situación puede ser para un ser humano en medio del hielo de la
ignorancia. Lo inclinado y áspero son las adversidades que hay que pasar para lograr obtener
un conocimiento culto. En el muro del fondo se proyectan las sombras de estos objetos y de
los hombres que los portan. Las sombras proyectan las oportunidades de haber perdido
oportunidades de conocimiento por miedo a atreverse a una aventura estudiantil.

Uno de los prisioneros logra liberarse y sale de la caverna, conociendo por primera vez las
cosas reales, esto demuestra que ha perdido el tiempo encerrado en la propia cárcel de
analfabetismo. Cuando por fin ve la luz del sol, no logra distinguir entre lo verdadero y lo que
creía verdadero, mediante el razonamiento, se te da cuenta que ha perdido el oro del saber.

Finaliza Platón, enfatizando en que los últimos límites del mundo inteligible está la idea del
bien, que es percibida con dificultad, pero que no se puede contemplar sin concluir que ella
es la causa de todo lo bello y bueno que existe, de la verdad y la inteligencia y que al final
para poder conducirse con sabiduría tanto en vida privada como pública es necesario
mantener los ojos fijos en la idea del bien.

Conclusión
La cárcel o caverna de la ignorancia durara hasta que aprendamos a valorar el conocimiento
de otros y compartir los nuestros, la ciencia no es aprendida del modo simple que algunos
pretenden, sino más bien de darle sentido a la manera o el camino en que ésta debe ser
aprendida.
Apología de Sócrates
El presente Análisis tiene por objeto, analizar la obra “Apología de Sócrates”, donde el
protagonista nos da una serie de argumentos en su propia defensa, debido a que los jueces
atenienses lo acusan de corromper el pensamiento de la juventud, por expresar sus ideales,
por ello, analizaremos, por medio de citas seleccionadas la persona de Sócrates como
prudente y autentico conocedor de la verdad. La contribución de Sócrates a la filosofía ha
sido de un marcado tono ético. La base de sus enseñanzas y lo que inculcó, fue la creencia
en una comprensión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de
uno mismo.

“La Apología de Sócrates” menciona que la acusación precisaba que Sócrates no creía en los
dioses de la ciudad y quería introducir otros, que corrompía a los que lo seguían y que, por
encima de todo, era un sofista, (estos eran unos maestros ambulantes que iban de sociedad
en sociedad enseñando a sus discípulos.)
Sócrates hablaba con estos sofistas, quienes tenían la capacidad de hacer creer lo más
increíble; eran maestros de la bella palabra... Ósea que el interpretaba esto como una
falsedad disfrazada de un paraíso que los atenienses acostumbraban para engañar al pueblo,
claro está para los atenienses no era algo que les agradara ya que interpretaba la magnitud
de sus mentiras y Sócrates con sus comentarios hacia que el pueblo saliera de la ignorancia
en la que ellos los tenían por falta de conocimientos.
En uno de sus argumentos, Sócrates decía “no les seguiré el juego compitiendo con frases
redondeadas, ni con bellos discursos escrupulosamente estructurados como es propio de los
de su calaña, sino que voy a limitarme a decir llanamente lo primero que se me ocurra, sin
rebuscar mis palabras, como si de una improvisación se tratara, porque estoy tan seguro de
la verdad de lo que digo, que tengo bastante con decir lo justo, dígalo como lo diga.” Sócrates
habla de los sofistas como si fueran unos embaucadores que hacen creer a la gente cosas
ilícitas, unos mentirosos y se refiere a ellos de una manera bastante despectiva.
Sócrates dice que no hará lo que haría un sofista en su lugar, que no es partidario para nada
de ellos, así no intentará convencer al jurado con retórica y con bellas expresiones para ser
declarado inocente, sino que el fiel a sí mismo y usará su lenguaje cotidiano, “lo primero que
se me ocurra”; es decir, todo lo contrario, a lo que haría un sofista.
Aquí se observa que Sócrates se mantiene fiel a lo que piensa, lo que es un valor muy
admirable.

Sócrates empieza por dejar en claro que es mentira lo que sus acusadores han dicho de él y
que, en su defensa, él si se ajustará, como siempre, a la verdad. Además, arremete de manera
diplomática contra algunos de los atenienses que lo juzgarán (cuando les solicita que lo
disculpen, por no defenderse con el lenguaje de los tribunales, pues sólo conoce el lenguaje
que acostumbra a usar en las plazas públicas), donde “muchos de vosotros me habéis oído”
les está diciendo que, de condenarlo, deberían de condenarse ellos también, por haberlo
seguido en sus discursos. Deja la impresión que Sócrates ya intuye el desenlace de este juicio.
Hace esta diferencia, porque indica que sus detractores lo acusan desde hace mucho tiempo
atrás (él tiene 70 años para ese momento) y que estas acusaciones han calado hondo en las
mentes de otros, de tal forma, que tiene en su contra, no solo a quienes lo calumnian desde
siempre, sino además a los que han sido persuadidos y a su vez han persuadido a otros de
que Sócrates no cree que haya dioses.

Sin extrañarse, Sócrates acepta la condena, sin embargo, dice que esperaba ser condenado
por más votos en su contra y no por una diferencia de tan solo 30.

Cuando un acusado era declarado culpable y el acusador pedía contra él la pena de muerte,
la ley permitía al acusado condenarse a sí mismo a una de estas tres penas:

Prisión perpetua,
Multa o
Destierro.

La ley había establecido esta disposición para que los jueces no tuvieran ningún escrúpulo de
condenar a un hombre que, condenándose a sí mismo, se declarara culpable por confesión
propia. Por supuesto Sócrates no se condenó, ni permitió a sus amigos que lo hicieran
(reconocer la culpa). De manera que Sócrates reclama su inocencia, y por obedecer a la ley,
se señala a sí mismo una “recompensa en lugar de un castigo.”

Sócrates, tenía derecho a formular una contrapropuesta a la pena que se le impuso, por ende
ofrece comida gratuita en el Pritaneo, lo que “era un honor reservado a atletas y otros
ciudadanos importantes.”, descarta el destierro y considera una multa de 30 minas, que es lo
que sus amigos pueden pagar, pero el jurado no aceptará por considerarlo una suma muy
pequeña comparada con el castigo impuesto, por tanto, La pena de muerte es impuesta.

Conclusión
A medida que Sócrates más escudriñaba a los hombres en su búsqueda de la sabiduría, más
se desilusionaba de éstos, ya que cuando creía que eran sabios, resultaba ser que no lo eran,
recurrió tanto a políticos y a poetas, pero en el caso de los políticos, sólo sabían lo referente
a su labor y en cambio los poetas, eran incapaces de explicar sus obras, incluso personas
comunes las explicaban mejor que ellos.
El juicio de Sócrates no se distinguía de ningún otro en la actualidad, tan sólo se trataba de
otro proceso más, pero sorprendentemente condenaría a una de las mentes más ricas y
privilegiadas por el único hecho de pensar. A lo largo de la historia se han sucedido casos
similares, hombres buenos condenados por expresar algo diferente, por contradecir las
opiniones ya establecidas y supuestamente por intentar, de algún modo, sacar de la
ignorancia al pueblo.

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