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\\'Í~IEMPOS REVUELTOS (1968-1974)
No hubo, contra lo que anunciaba Martín Luther IGng, una auténtica re/;
volución; el mensaje de protesta de los jóvenes no bastó para movilizar al'
conjunto de la sociedad. Herbert Marcuse teorizó en El hombre unidi{
mensiona/la.decadencia del potencial revolucionario en las sociedad~'
capitalistas; donde una organización aparentemente tolerante había creac
do nuevas formas de control social que conseguían desmovilizar a la el~+
se obrera, estimulando su afán de consumo y facilitando que se integrar~·
plenamente. Las capas medias de la población y los túveles superiores d~
los trabajadores se adaptaron a un sistema que les ofrecía la posibilidai!
de poseer bienes y servicios que antes estaban reservados a los ricos.
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preparase la trampa en que cayó el núnístro ele Defensa, cuya falta real,',
pudo ser la ele haber mostrado escaso entusiasmo ante las propuestas d~':)
acercamiento a Estados Unidos. El 13 ele septiembre de 1971, asustado'al',,
verse cada vez más acosado, Lin huyó con su esposa y su hijo hacia la''{
Unión Soviética, pero el avión en que viajaban, que había despegad~';
apresuradamente, sin cargar suficiente combustible, se estrelló en Monl'(
golia y todos sus ocupantes fallecieron.
Era la hora de la pacificación y de poner fin a las persecuciones. El;
«gran desorden bajo el cielO>>, basado en una movilización de las masas);'.
y en especial de los jóvenes, había creado las condiciones que permitiríar<.
construir un nuevo <<gran orden bajo el cielo>>. Fue Zhou Enlai, siguiendM
las órdenes de Mao, quien se encargó de iniciar el proceso de pacificació~\
y aprovechó las circunstancias para calmar el clima revolucionario, dtii\
volver la libertad a muchos cuadros perseguidos y margioados, y recupé:i':'
rar la nmmalidad en el teneno de las relaciones internacionales, donde ei{t
1972 se iba a producir el gran viraje de la aproximación a Estados Un{;j'
dos, con motivo de la visita de Nixon.
Deng Xiaoping regresó a Beijing en 1973. Cuando Mao le preguntó{!
<<¿Dónde has estado durante todos estos años?>>, Deng contestó: <<Espermi\i'
do». <<Bien -replicó Mao--, trabaja duro y mantente sano.» Con el apoyd''
de Mao, Deng comenzó a refonnar la economía, actuando enérgicament~'
contra los grupos obreros radicales que se oponían a los cambios, y ertt,il
prendió con la núsma detenninación y eficacia la «rectificación» del ejét;;'
cito. Su ascenso en los escalones del poder fue rápido, hasta que en enerO:
de 1976 se produjo la muerte de Zbou, que era todavía jefe del gobierno<)~
China, y Deng, que pronunció el discurso en su ftmeral en la plaza de Tüif'
nanmén, parecía presentarse como su sucesor. Lo cual sirvió para ql\~
Jiang Qing y su gmpo de radicales denunciasen el acto como una mm1id;
bra contranevolucionaria y despertaran la desconfianza de Mao, con 1~
que consiguieron que se destituyese a Deng de todos sus cargos y que s~'
iniciase una feroz campaña de persecución contra él, acusándole de des{
viacionismo de· derecha. Mao nombró entonces a Hua Guofeng como.vii,
cepresidente deLconúté central y primer ministro, lo que significaba qM
le ungía comosu sucesor al frente tanto del partido como del gobiernoj'
Por entonces <<el Gran timonel» había perdido por completo la visió~
del ojo izquierdo y tenía graves problemas de salud. Durante los tres úlUé
m os años de su vida Jos médicos le mantuvieron vivo a base de inyeccio'
nes de drogas que le dejaban la mayor pmte del tiempo en estado de com~:
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iJ~JCHARD M. NrxoN
;fuchard Mulhouse Nixon, que había sido miembro activo de las campa-
"%as anticomunistas de la época del macru:thismo, fue escogido como vice-
,'t>tesídente por Eisenhower, que nunca le mostró aprecio personal, y fra,
:'basó en su intento de disputar la presidencia a Kennedy en 1960 (perdió
"por escasa diferencia de votos y quedó convencido de que le habían roba-
'ÚqJa elección con malas rutes, lo cual puede que tuviese cierto funda-
Jhento).
f;,\" Su gran oportunidad llegó en 1968, cuando, como candidato por el
';'/J[U'(Ído Republicano, acertó a recoger el voto racista del sur, que los de-
ij¡¡ócratas perdieron como consecuencia de las leyes de derechos civiles
'lt~.Johnson, y supo encarnar a la vez un populismo que se nutría de los
¡Í)jedos de la <<mayoría silenciosa» blanca que de~confiaba del rumbo que
''&staba tomando una sociedad que parecfa al borde de la guena civil, con
fuovimientos de oposición a la gueiTa1 y disturbios raciales que causaban
~irntos de muertos. A lo que había que añadir el malestar que causaba la
;~iluación económica, con inflación y paro (lo que se iba a denominm· «es-
't~nllacióm> ) .
.;:·,,,, Saboteó, por otra parte, el inicio de las negociaciones sobre la paz en
{Yietnam, que pudieron haberle dado la victoria a su contrincante demó-
'#ata, Hubmt Humphrey, en lo que fue un acto de traición que Johnson no
}JUiso revelar para no crear una grave crisis política. Consiguió reunir
l!bundmtes donaciones para su campaña, alg¡mas inconfesables, .como la
.(le. la jtmta militar de Grecia (otras, de donantes personales, las pagaría
.después repartiendo embajadas).
·wodo en Nixon era falso y estaba calculado. Cuando en enero de 1969 tomó
'89sesión de la presidencia habló ante todo en su discurso inaugural de los
'llroblemas internos que dividím a la sociedad norteameticana, puesto que
Jgs votos que le habían llevado al poder eran los de los ciudadanos inquie-
·w~ por la agitación social, a los que prometió una política de <<ley y or-
den». Pero una vez eu el poder hizo muy poco en este teneno. «El pa{g:.',
podría funcionar domésticamente sin un presidente -afirmaba-. Para ¡(j\
que se necesita un presidente es para la política exterior.>>
La transclipción de las cintas que recogieron sus conversaciones en"liÚ
Casa Blanca le muestran preocupado ante todo por los grandes ternas dé•
política internacional en que esperaba cimentar su fama de gran estadistiú\
De los problemas de la sociedad norteamelicana le impmtaban sobtk
todo, en la medida en que le afectaban personalmente, las protestas conttiii·
la gueiTa de Vietnam y en especial las de los estudiantes,2 que iniciara&
una huelga en que pruticiparon dos millones y medio en un total de sete-c":(
cientos centros, incluyendo Kent "S tate, donde el4 de mayo de 1970 mierrl~·:•
bros de la Guardia nacional de Ohio dispararon contra un grupo de esiti•·
diantes qne se manifestaban, mataron a cuatro e hirieron a otros nuev.,;,<
Cinco días después, 61 9 de mayo, unos setenta y cinco mil mru1ifestante~·
se reunieron cerca de la Casa Blanca, haciendo sentir a Nixon la gravedatÍ"
de la protesta. .
En junio, el presidente reunió a los directores de las grandes agencia~\'
de inteligencia (FBI, CIA, NSA; DIA) para diseñar un plM clMdestino·d~'
vigilancia y represión contra los gmpos subversivos de estudiantes, n<W
gros, izquierdistas, etc. Se trataba de continuar la lucha secreta que el FB'i•l
y laCIA mantenían contra los movimientos de protesta, iniciada en 19$§··
con la puesta en marcha del programa Cointelpro, basado en la conVié':i:'
ción de que tras estos movimientos había oscuras fuerzas antiamericana~:;;'
Una de las organizaciones contra las que el FBI se empeñó con más dut/5ri'
za, incluyendo el asesinato de dos de sus líderes, fue el movimiento de lo'~'.
Panteras Negras (Black panthers), fundado en Oakland en 1966 para lll'ic
char contra la brutalidad policial.
Esta campaña de represión intetior recibió un duro golpe cuando eíF
marzo· de 1971 un grupo de ocho activistas contra la gueiTa, persortái
comunes que nunca fueron descubiertas, e!]trÓ en una oficina del FBI e¡j::
Media (Pensilvania) y robó una serie de documentos secretos que envla~''
ron a periodistas y miembros del Congreso: unos documentos que revé~\
!aban hasta qué Plinto el FBI y laCIA se habían convertido en una policía'