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SUSTANCIAS HIDROFILAS.

Una sustancia se denomina hidrófila cuando tiene una clara afinidad por el agua, en general es el
comportamiento de una sustancia frente al agua, atrayéndola o repeliéndola, respectivamente.
(Magnaplus, 2019)
Esta característica está muy ligada con la polaridad de las moléculas que constituyen la materia
que se estudia. El agua es una sustancia formada por dos átomos de hidrógeno que se unen a otro
de oxígeno mediante enlaces covalentes. Dada la mayor electronegatividad del oxígeno con
respecto al hidrógeno, las parejas de electrones compartidos se hallan más desplazados hacia el
oxígeno, con lo que aparece una polaridad que confiere a cada molécula de agua el carácter de
dipolo.
Es así como, si en el agua se sitúa una sustancia polar, como, por ejemplo, una sal, la interacción
entre sus moléculas, polares, y las del agua, también polares, hará que ambas materias se inter
penetren y lleguen a una mezcla íntima, cosa que no sucederá si la sustancia que se deposita es
apolar. Por su comportamiento, la primera sustancia sería hidrófila, mientras que la segunda sería
hidrófoba.
Así pues, cuando al agua se le incorpora una sustancia iónica se produce una atracción entre las
moléculas de agua y los iones de la sustancia que supera la cohesión de las propias moléculas de
este líquido, lo que conlleva un aumento de la tensión superficial. Si, por el contrario, la sustancia
es apolar, por ejemplo, una grasa, el efecto es el contrario, lo que implica una disminución de la
tensión superficial. (Magnaplus, 2019)
Además de los aminoácidos y proteínas, aldehídos, cetonas, ácidos grasos y sustancias
detergentes poseen en sus estructuras moleculares una zona hidrófoba y otra hidrófila.

LEYES DE LA QUÍMICA FACILITAN LA SOLUBILIDAD.


Se denomina solubilidad a la capacidad de una determinada sustancia para disolverse, es decir, la
capacidad del disolvente para diluir un soluto, en términos cualitativos. (Educating online, S.F.).
Se expresa como la máxima cantidad de gramos de soluto disueltos por cada 100 ml de disolvente,
o la máxima cantidad de gramos de soluto disueltos por cada 100 g de disolvente, según la
fórmula:

Mientras mayor sea la fuerza de atracción entre las partículas del disolvente y del soluto, mayor
será la solubilidad. Sin embargo, mientras más intensas sean las fuerzas entre las partículas del
soluto menor será la solubilidad. La mayoría de las sales iónicas se disuelven en agua, que es un
disolvente polar.
Principales factores o leyes que facilitan y afectan a la solubilidad.
1- Polaridad
En la mayoría de los casos, los solutos se disuelven en disolventes que tienen una polaridad
similar. Los químicos usan un aforismo popular para describir esta característica de solutos y
disolventes: “semejante disuelve semejante”.
Los solutos no polares no se disuelven en disolventes polares y viceversa (Educating online, S.F.).
2- Efecto del ion común
El efecto ion común, es un término que describe la disminución en la solubilidad de un compuesto
iónico cuando se añade a la mezcla una sal que contiene un ion que ya existe en el equilibrio
químico.
Este efecto se explica mejor por el principio de Le Châtelier este principio dicta que el esfuerzo
adicional en este lado del producto del equilibrio da como resultado el cambio de equilibrio hacia
el lado de los reactantes para aliviar esta nueva tensión.
Debido al cambio hacia el lado del reaccionante, la solubilidad del sulfato cálcico ligeramente
soluble se reduce aún más (Erica Terán, 2019).
3- Temperatura
La temperatura tiene un efecto directo sobre la solubilidad. Para la mayoría de los sólidos iónicos,
el aumento de la temperatura aumenta la rapidez con la que se puede hacer la solución.
A medida que la temperatura aumenta, las partículas del sólido se mueven más rápido, lo que
aumenta las posibilidades de que interactúen con más partículas del disolvente. Esto da como
resultado el aumento de la velocidad a la que se produce una solución.
La temperatura también puede aumentar la cantidad de soluto que se puede disolver en un
disolvente. En términos generales, a medida que aumenta la temperatura, se disuelven más
partículas de soluto. (Erica Terán, 2019).
4- Presión
El segundo factor, la presión, afecta a la solubilidad de un gas en un líquido, pero nunca de un
sólido que se disuelve en un líquido.
Cuando se aplica presión a un gas que está por encima de la superficie de un disolvente, el gas se
moverá al disolvente y ocupará algunos de los espacios entre las partículas del disolvente.
5- Naturaleza del soluto
La naturaleza del soluto y del solvente y la presencia de otros compuestos químicos en la solución
afectan la solubilidad.
6- Factores mecánicos
En contraste con la velocidad de disolución, la cual depende principalmente de la temperatura, la
velocidad de recristalización depende de la concentración de soluto en la superficie de la red
cristalina, caso que se favorece cuando una solución está inmóvil.

BIBLIOGRAFIA:

1. Magnaplus. (20 de Abril de 2019). MUNICIPALIDAD DE IDIAZABAL. Obtenido de


http://idiazabal.magnaplus.org/articulo/-/articulo/AD1486/hidrofilia-e-hidrofobia
2. Erica Terán, D. L. (2019, Abril 20). Solubility and Factors Affecting Solubility.
Recuperado de chem.libretexts.org.
3. Educating online. (S.F.). Factors affecting solubility. Recuperado de
solubilityofthings.com.

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