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La Edad Media comienza con la caída del Imperio Romano occidental, pero la literatura
hispánica medieval es más tardía; es decir, en Hispania, los modelos medievales no
comenzaron a escribirse cuando comenzó esta etapa histórica. En esta época, la lengua
literaria era el latín.
La literatura medieval española abarca tres siglos diferentes: XIII, XIV y XV. Los dos primeros
siglos (XIII, XIV) y el último (XV) son diferenciados, ya que este último es el siglo en el que
las lenguas vernáculas toman importancia. Es decir, las lenguas predominantes en esta
época eran las romances y las vernáculas, y estas últimas empiezan a predominar en el
siglo XV. En este siglo, se podría comentar que se inicia el prerrenacimiento.
En términos generales, denominamos Siglo de Oro a el período literario y artístico entre los
siglos XVI y XVII. En un principio, Siglo de Oro se refería al período desde Cervantes hasta
Calderón. Pero hoy en día, se considera Siglo de Oro también al siglo XVI. En estos siglos se
suceden dos grandes momentos artísticos y culturales: Renacimiento y Barroco.
-El Renacimiento
-El Barroco
A finales del siglo XVI (hacia finales del 1580) aparecen nuevas inquietudes literarias,
culturales, etc. En este momento se le da comienzo a la época del Barroco, el movimiento
literario que predomina en todo el siglo XVII, e incluso a principios del Siglo XVIII. Góngora y
Quevedo son dos de los autores más representativos de la época, proporcionando estos la
fórmula completa del ideario barroco.
Los historiadores incluyen el siglo XVIII. dentro de la llamada Edad Moderna. La Edad
Moderna termina con la Revolución francesa, dándole inicio a la Edad Contemporánea.
Este siglo tiene fuertes vínculos con el Siglo de Oro, ya que el Barroco predomina en la
primera mitad del siglo. Pero, cuando comienza la segunda mitad del siglo XVIII, el
Neoclasicismo del siglo XVIII lo sustituye.
El Neoclasicismo del XVIII tiene sus primeras formulaciones en los años 1730-1740, cuando
se publica la primera edición de Ignacio de Luzán.
El clasicismo nace en el siglo XVI, fruto del humanismo. Los autores clasicistas recuperan la
teoría literaria grecolatina. A partir de la primera mitad del siglo XVI, se escribe una serie de
tratados poéticos, y en estos tratados (primero escritos en Italia y posteriormente imitados
en España y en otros lugares) se presentaba una idea de la literatura en la que
predominaban dos personalidades: Horacio y Aristóteles. Estos textos eran los textos de
cabecera por los que se elaboraron las obras clasicistas. Finalmente, hay que comentar que
en los lugares donde el Barroco no tuvo importancia, se mantenía el neoclasicismo en el
siglo XVII.
Por tanto, hemos visto que en el siglo XVIII se mantiene el Barroco y también el
neoclasicismo. Pero, al mismo tiempo, ocurre un movimiento filosófico históricamente
conocido como la Ilustración, y con ella, llega el prerromanticismo. Como autores
característicos prerrománticos encontramos al neoclásico Meléndez Valdés, al ilustrado
Jovellanos y al neoclásico e ilustrado Cadalso, con su obra neoclásica Cartas marruecas y su
obra ilustrada Las noches lúgubres.
El siglo XIX se organiza en dos polos que contienen o comparten varios elementos
característicos. Por un lado, en la primera mitad del siglo tenemos el Romanticismo, que
llega a su apogeo hacia el 1830, con autores españoles característicos como Larra y
Espronceda. Por otro lado, en la segunda mitad del siglo, hacia el 1870-1880, tenemos el
A finales del siglo XIX el Realismo entra en crisis. Por tanto, adopta la literatura española
dos movimientos literarios: el Modernismo y la Generación del 98. Estos movimientos,
ambos, rechazan el realismo.
· El Vanguardismo
El rechazo del realismo y de la ideología cientifista dará lugar a la época de las vanguardias
artísticas y literarias, entre los años 1920 y 1930. Se caracterizan tanto en arte como en
literatura, por un rasgo fundamental: la indagación utilizando el lenguaje y el arte. Gómez
de la Serna es uno de los autores españoles más representativos.
· La Generación del 14
· La Generación del 27
EDAD MEDIA
El copista, antes de copiar el texto, preparaba la página con el encuadre. Había varios
momentos: a) el copista copiaba el texto; b) el copista u otra persona añadía rúbricas y las
capitales (mayúsculas), normalmente iban en color rojo; c) posteriormente se dibujaban
las miniaturas (en los libros más lujosos).
Los talleres de copia, en latín llamados scriptorium, eran los escritorios (Edad Media)
donde trabajaban los copistas medievales. Normalmente pertenecían a conventos,
monasterios, universidades y cortes reales (esto eran los tipos de escritorios). Lo que se
copiaba en estos talleres eran textos en latín generalmente. Los textos escritos en lengua
vulgar eran considerados menos importantes, y la copia de estos era de mucho menor
calidad. Las copias de los textos latinos son más exactas y más cuidadas; al contrario de lo
que pasa en los vulgares, en los que los copistas se permiten añadir más libertades.
INCIPIT: encabezamiento.
EXPLICIT: el final, término. El título, el nombre del copista y/o el año pueden constar.
SIGLOS DE ORO
Las formas de transmisión literaria cambian en el Renacimiento; así, hay tres tipos: la oral,
la manuscrita y la impresa. Esta última altera y revoluciona los procesos de transmisión
literaria.
La transmisión oral afecta a los chistes, refranes, etc. Esta se mantiene, por tanto. Hay una
intensa comunicación entre la literatura oral y la escrita. Por ejemplo, la literatura escrita
suele incorporar formas de la literatura oral (como es el caso de las letrillas). Hay una
intensa comunicación entre oralidad y escritura en el Siglo de Oro (Romancero nuevo). La
literatura de transmisión oral influye en la escrita de una manera muy fuerte en el Siglo de
Oro.
La difusión de la imprenta comienza a partir del siglo XV, aunque esta no acabó con la
difusión manuscrita de textos. Al contrario, esta fue la forma más normal, esta se siguió
utilizando para formas breves (por ejemplo, la poesía lírica). A veces, si las obras eran de
carácter sintáctico, heterodoxo, etc., no se imprimían, se copiaban. Se copiaban
manuscritamente también las obras de teatro. Aunque, más tarde, los impresores
comenzaron a imprimir obras de teatro para ver si era negocio, y esto triunfó. Los
manuscritos del Siglo de Oro son muy diferentes característicamente en función del
género, del copista, etc.
*) Aclaraciones.
SIGNATURA – Valía para que los impresores diferenciaran las caras de los pliegos.
La crítica textual es una disciplina que tiene como fin restaurar la literalidad original de un
texto depurándolo de las deturpaciones (deterioros) que han ido produciendo en él los
errores que se acumulan a lo largo de su transmisión textual/histórica. Y, además, en la
medida de lo posible, explicando los errores que se han ido acumulando sobre él a lo largo
de su transmisión histórica.
· La recensio
El positivo indica en qué testimonios están todas las lecciones; tanto las que nosotros
hemos utilizado para editarla, tanto las que se han desechado.
El negativo indica solo las desechadas.