Plascencia Carbajal Vanessa

Gpo: 5203

Consultas ciudadanas como aval de despojo y ecocidio en el sureste

La colonización occidental de los pueblos originarios del Abya Yala1 que inició en el
siglo 16 no ha terminado. La gente indígena sigue siendo rechazada e invisibilizada
por las mayorías, sus voces y vivencias son negadas. Solo se les recuerda para
folklorizar la “cultura mexicana” o cuando se les intenta homogeneizar al dominante
proyecto de nación con procesos de aculturación sino que exterminio.

En las elecciones presidenciales de 2018 en el territorio llamado México resultó

electo Andrés Manuel López Obrador. Por más que parezca ser nacionalista sus
ideas occidentales de “progreso” son contrarias al buen vivir de los seres que
habitan esos territorios. Durante la marcha del 25N Sebastiana López Ruiz,
originaria del pueblo de Peña Limonar, una comunidad indígena del norte de
Chiapas señaló que “no creemos en el discurso de bienestar y desarrollo a favor de
nosotras las mujeres y de nuestros pueblos. Tenemos claro que seguirán buscando
controlar y arrebatarnos nuestros territorios. Porque las ideas de desarrollo y
mercantilización de la tierra y el territorio, seguirán estando presentes en este nuevo
gobierno, sin importar las violaciones a los derechos humanos, poniendo en riesgo
la vida de todo ser vivo.”

Una de las acciones que ha realizado el gobierno en transición ha sido la

implementación de referéndums. Estos referéndums o “consultas ciudadanas”
pueden parecer ejercicios de democratización de la toma de decisiones federales,
sin embargo sus objetivos reales distan mucho de eso. Habermas dice que dos de
las formas fundamentales de coordinar la acción en la sociedad son por
consentimiento y por influencia. “La acción coordinada por influjo ocurre cuando
uno o más de los actores emplean, más que razones, incentivos: amenazas de
fuerza, dinero, juego con relaciones emocionales, retórica manipuladora y cosas

1 En el pueblo Kuna se conocía así antes de la invasión europea a las tierras que hoy se nombran
América. En la lengua del pueblo Kuna Abya Yala significa "tierra madura", "tierra viva" o "tierra en
florecimiento".
parecidas” (Sitton). Los referéndums del gobierno en transición corresponden a
esos métodos típicos de usar la influencia para coordinar la acción en sociedad. Sus
consultas no han sido libres, ni informadas, ni culturalmente adecuadas y en los
casos del NAIM y el Tren Maya tampoco han sido previas.

La primer consulta ciudadana tuvo lugar a finales de octubre del presente año, en
ella se puso a votación si la construcción del NAIM sería en Texcoco o en Santa
Lucía. Los resultados fueron a favor de la opción dada por AMLO: se eligió la base
aérea de Santa Lucía. Para representantes de ocho asociaciones de municipios
colindantes con Santa Lucía la consulta fue “arbitraria e inducida”. Armando
Hernández, delegado de la comunidad de Reyes Acozac declaró que “Sí va a ser
realmente muy afectada esta zona, más que beneficio nos va a traer afectaciones,
principalmente en la destrucción del ecosistema, la sobreexplotación de mantos
acuíferos y la dotación de agua para un aeropuerto de esa magnitud”.

La segunda consulta ciudadana fue realizada el 24 y 25 de noviembre, ésta

consistía en votar a favor o contra de 10 proyectos entre los que se encuentran:
programas sociales, la construcción de refinerías, del Tren Maya y del Corredor
Comercial y Ferroviario del Istmo de Tehuantepec. Estos últimos dos son parecidos
a otros megaproyectos, como el Plan Puebla Panamá, que se han encargado de
destrozar el ecosistema del sureste con fines meramente mercantiles. El presente
trabajo se centrará en lo relacionado al Tren Maya. Este megaproyecto tiene la
finalidad de conectar puntos turísticos en el sureste de México. En el referéndum
participaron casi 946.081 personas, menos del 1% de la lista de electores. La
construcción del Tren Maya fue aceptada por el 89.9% de esxs votantes.

Resulta escabroso pensar que una consulta ciudadana contestada en su mayoría

por ciudadadanxs citadinxs puede ser una decisión legitima cuando el proyecto se
realizará en zonas campesinas o selvas alejadas de sus contextos cercanos.
Berger y Luckmann (1968) afirman que hay zonas de la vida cotidiana que por su
lejanía con mi persona “no tengo un interés pragmático en esas zonas, o bien mi
interés por ellas es indirecto en tanto puedan ser para mí zonas manipulativas en
potencia.” Por lo que podría asumirse que las personas citadinas que votaron a favor
del tren maya reflejan que su interés es continuar con el despojo de los territorios
que habitan los pueblos originarios y demás seres.

Comunidades indígenas de la península de Yucatán2 manifestaron su rechazo hacia

la consulta ciudadana sobre el Tren Maya antes de que ésta se realizará. No la
legitiman sin importar que el resultado “sea a favor o en contra” porque “no es
permisible que ninguna persona fuera de la Península de Yucatán pretenda decidir
lo que se puede hacer o dejar de hacer en nuestros territorios”. Esto es entendible
porque las realidades pueden llegar a ser muy distintas entre un ciudadano y una
indígena, por lo que dar la decisión a alguien ajenx de cierta realidad parece ridículo.
En este sentido Berger y Luckmann (1968) sostienen que “Lo que es "real" para un
monje del Tíbet puede no ser "real" para un hombre de negocios
norteamericano.[…] las acumulaciones específicas de "realidad" y "conocimiento"
pertenecen a contextos sociales específicos.”

Los grupos que se verán beneficiadas del Tren Maya no son la población común,
son una minoría compuesta por gente dueña de cadenas hoteleras, de transporte y
de restaurantes. Estas personas aunque tal vez más cercanas a la situación en el
sentido espacial resultan más ajenas en lo afectivo hacia quienes habitan esos
territorios. Berger y Luckmann (1968) consideran que “en las situaciones "cara a
cara" debo tomar en cuenta a mis semejantes, mientras que en mis meros
contemporáneos puedo pensar si quiero, pero no necesariamente”.

Otro agente en el hecho psicosocial del fenómeno de las consultas ciudadanas son
lxs teóricxs. Dentro de ellxs hay gente en contra de los megaproyectos en el sureste.
Varixs investigadores, académicxs, escritores, y científicxs hicieron una carta al
presidente electo pidiéndole que no realizara las consutlas sobre el Tren Maya ni
del Corredor Ferriovario Comercial del Itsmo de Tehuantepec. Aunque su postura
abona a la defensa de estos territorios también es cierto lo que dicen Berger y

2 Las comunidades que firman el documento se encuentran representadas en las organizaciones

Coordinación “Unir Fuerzas para la Defensa del Territorio”, Prodiversa A. C., Red de Productores
de Servicios Ambientales Ya’ax Sot’ Ot’ Yook’ol Kaab A. C., Colectivo de Comunidades Mayas de
los Chenes, Muuch Kambal A. C., Consejo Indígena de Atasta, Cladem Yucatán, Movimiento de
Resistencia Civil, Candelraria Campeche, Sociedad Cooperativa Turística Repobladores de
Chiquila y Ejido de Conhuas en Calakmul.
Luckmann (1968) cuando afirman que “Es debilidad natural de los teorizadores
exagerar la importancia del pensamiento teórico en la sociedad y en la historia”. En
respuesta a esta carta Andrés Manuel López dijo “Miren lo que no saben los
abajofirmantes, lo digo con respeto y reconozco que la mayoría son personas muy
inteligentes, pero aunque parezca increíble, les falta baño de pueblo”.

Puede haber diversas opiniones porque salen de personas provenientes de distintas

realidades. Sin embargo lo que hacen las consultas ciudadanas es darles poder de
elección a lxs citadinxs mientras silencia a quienes viven ancestralmente en los
territorios del sureste. Estxs últimxs no quieren el Tren Maya, dice Sebastiana López
“confirmamos nuestro repudió a este y otros megaproyectos del nuevo gobierno que
sólo transgreden nuestra cultura ancestral, nuestros sitios sagrados, manantiales,
la biodiversidad milenaria y la cosmovisión que tenemos de la tierra y el territorio
como pueblos nativos de México y originarios de este país”.

Ya sea “consultando” o sin consultar la marcha del “progreso” como proyecto

globalizador será difícil de detener; destruyendo a su paso pueblos, especies, ríos
y la vida en general.

Referencias

 Berger, P. y Luckmann, T. (1968). La construcción social de la realidad.

Buenos Aires: Amorrurtu. pp. 13-66
 Santana, R. (2018, noviembre 22). El Tren Maya sólo beneficiará a pudientes
y extranjeros: Indígenas de la península de Yucatán. Proceso. Recuperado
en noviembre 29, 2018, de https://www.proceso.com.mx/560787/el-tren-
maya-solo-beneficiara-a-pudientes-y-extranjeros-indigenas-de-la-peninsula-
e-yucatan
 Sitton, J. (2006). Habermas y la sociedad contemporánea. México: FCE.
Capítulos III y IV
 Tren Maya: Consulta indígena debe respetar estándares internacionales,
pide CNDH; será libre e informada, responde AMLO. (2018, Noviembre
 23). Animal Politico. Recuperado en noviembre 29, 2018, de
https://www.animalpolitico.com/2018/11/licitaciones-tren-maya-consulta-
indigenas/
 Vecinos de Santa Lucía tampoco quieren el nuevo aeropuerto. (2018, octubre
30). Cultura Colectiva. Recuperado en noviembre 29, 2018, de
https://news.culturacolectiva.com/mexico/pobladores-cercano-a-base-
aerea-santa-lucia-rechazan-aeropuerto/