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EN LO PRINCIPAL: QUERELLA INFRACCIONAL; EN EL PRIMER OTROSÍ:

DEMANDA CIVIL DE INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS; EN EL SEGUNDO


OTROSÍ: PATROCINIO Y PODER.

S.J.L. de Policía Local de Colina

ANIBAL CALDERÓN ARRIAGADA, chileno, abogado, cédula nacional de identidad


N° 10.392.064-7, en calidad de mandatario judicial de doña MYRIAM HORTENSIA
GODOY FERNÁNDEZ, chilena, dueña de casa, cédula nacional de identidad N°
9.879.987-7, domiciliada en Hijuela E Norte, Condominio Sol y Luna, Parcela 5A, Batuco,
comuna de Lampa, en estos autos causa rol 5553-17/VG, a U.S. respetuosamente decimos:

Que, en mi calidad de mandatario judicial, vengo en interponer querella infraccional en


contra de don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ OLMOS, chileno, empleado, cédula
nacional de identidad N° 15.066.264-8, domiciliado en Calle Principal 1 Pob. Eliecer Estay,
comuna de Llay Llay, en virtud de los fundamentos de hecho y de derecho que paso a
exponer a continuación:

LOS HECHOS

Con fecha 07 de febrero de 2018, siendo aproximadamente las 18:30 horas, don JUAN
PEDRO TOBAR ARENAS, chileno, chofer, cédula nacional de identidad N° 7.627.465-7,
domiciliado en Avenida Italia N° 473, comuna de Lampa, ciudad de Santiago, conducía el
automóvil P.P.U. CXXG-88, marca Hyundai, modelo Accent, color negro, año 2013, el cual
se trabajaba como taxi colectivo en dicho momento y, además, es de propiedad de mi
representada, doña MYRIAM HORTENSIA GODOY FERNÁNDEZ.

Según consta en el parte policial, don JUAN PEDRO TOBAR ARENAS, a la hora
señalada, conducía el vehículo antes individualizado por la Carretera 5 Norte. Al llegar al
kilómetro 25, el conductor procedió a subir el paso a nivel ubicado en el cruce Liray, con
sentido de sur a norte y con dirección a Batuco, teniendo el derecho preferente de paso,
cuando el vehículo que conducía fue impactado en el costado delantero izquierdo por la
camioneta P.P.U. YW-3799-K, marca Chevrolet, modelo Luv Dmax 3.0, color verde, año
2007, la cual circulaba en la primera pista del paso sobre nivel señalado, con sentido
poniente a oriente. Cabe hacer presente que la camioneta que impactó a mi vehículo era
conducida por don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ OLMOS, quien no respetó una señal
PARE ubicada en la zona de los hechos.

Una vez ocurrido el accidente, el querellado, don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ


OLMOS, se bajó de la camioneta que conducía y frente a carabineros, a bomberos y a
varios testigos declaró expresamente que “no se percató de la existencia de una señal
PARE en el lugar”, lo cual quedó consignado en el parte policial.

Es importante señalar que, producto de este accidente de tránsito, mi vehículo sufrió daños
de gran consideración y no pudo seguir circulando como taxi colectivo. Por lo demás, estos
perjuicios fundan la demanda civil que interpongo en un otrosí de este escrito.

A través de los hechos narrados, S.S. podrá advertir que, en el momento del accidente, el
querellado de autos no se encontraba atento a las condiciones del tránsito, pues no
advirtió la existencia de una señal PARE e impactó a mi vehículo, aun cuando este último
tenía el derecho preferente de paso.

Asimismo, cabe hacer presente a S.S. que el día del accidente había luz natural, que el
pavimento se encontraba seco y que tengo numerosos testigos de los hechos reseñados en
esta presentación.

EL DERECHO

El artículo 114 de la Ley de Tránsito, Nº 18.290, establece que: “Todo conductor deberá
mantener el control de su vehículo durante la circulación y conducirlo conforme a las
normas de seguridad determinadas en esta ley, sin que motivo alguno justifique el
desconocimiento o incumplimiento de ellas.

Asimismo, los conductores estarán obligados a mantenerse atentos a las condiciones del
tránsito del momento.”.

Según se desprende de los hechos ya descritos, en el presente caso, el querellado no se


encontraba atento a las condiciones del tránsito al momento de la colisión, toda vez que
declaró de forma expresa no haberse percatado de la existencia de la señal “PARE” que
había en el lugar.

Por otro lado, el artículo 144 de la precitada Ley, establece que “El conductor que enfrente
el signo “PARE” deberá detener el vehículo y permitir el paso a los que circulen por la
otra vía, y reiniciará la marcha sólo cuando pueda hacerlo en condiciones que eliminen
toda posibilidad de accidente”. Además, el artículo 197 N° 2 del mismo cuerpo legal
prescribe que no detenerse ante la señal “PARE” es una infracción o contravención
gravísima.

Como ya se señaló, en este caso, el conductor querellado no se detuvo al momento de


enfrentarse al signo “PARE”, razón por la cual impactó al vehículo P.P.U. CXXG-88, el
cual gozaba de derecho preferente de paso y, además, incurrió en una infracción de carácter
gravísima, provocando diversos perjuicios que se demandan en un otrosí de esta
presentación.
Asimismo, el artículo 172 N° 10 de la Ley de Tránsito establece que: “En los accidentes
del tránsito, constituyen presunción de responsabilidad del conductor, los siguientes casos:
10.- No respetar el derecho preferente de paso de peatones o vehículos y las indicaciones
del tránsito dirigido o señalizado”. En el caso de autos, el querellado, don JOAQUÍN
EDUARDO ORTIZ OLMOS, no respetó el derecho preferente de paso del que gozaba el
vehículo P.P.U. CXXG-88 y, además, vulneró las indicaciones del tránsito al no advertir la
existencia de una señal “PARE” en el lugar de los hechos. Por lo tanto, existe una
presunción legal de responsabilidad en contra del querellado de conformidad al artículo
transcrito.

Finalmente, es importante destacar que el artículo 174, de la Ley de Tránsito prescribe que
“De las infracciones a los preceptos del tránsito será responsable el conductor del
vehículo…”, razón por la cual, interpongo la presente querella en contra de don JOAQUÍN
EDUARDO ORTIZ OLMOS, puesto que él conducía la camioneta P.P.U. YW-3799-K al
momento de producirse el accidente de tránsito.

POR TANTO, en virtud de lo expuesto y de lo dispuesto en la Ley N° 18.287, que


establece el procedimiento ante los Juzgados de Policía Local; en los artículos 114, 144,
172 número 10, 174 y 197 número 2 de la Ley N° 18.290, Ley de Tránsito; y en las demás
normas legales pertinentes,

RUEGO A U.S.: tener por interpuesta querella infraccional en contra de don JOAQUÍN
EDUARDO ORTIZ OLMOS, chileno, empleado, cédula nacional de identidad N°
15.066.264-8, domiciliado en domiciliado en Calle Principal 1 Pob. Eliecer Estay, comuna
de Llay Llay, acogerla a tramitación, y, en defintiva, condenar al querellado por las
infracciones a los preceptos que establece la Ley de Tránsito, con la expresa condenación
en costas.

PRIMER OTROSÍ: ANIBAL CALDERÓN ARRIAGADA, chileno, abogado, cédula


nacional de identidad N° 10.392.064-7, en calidad de mandatario judicial de doña
MYRIAM HORTENSIA GODOY FERNÁNDEZ, chilena, dueña de casa, cédula
nacional de identidad N° 9.879.987-7, domiciliada Hijuela E Norte, Condominio Sol y
Luna, Parcela 5A, Batuco, comuna de Lampa, en estos autos causa rol 5553-17/VG, a U.S.
respetuosamente decimos:

Que, en la representación que invisto, vengo en interponer demanda civil de indemnización


de perjuicios, solidariamente, en contra de don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ OLMOS,
empleado, cédula nacional de identidad N° 15.066.264-8, domiciliado en Calle Principal 1
Pob. Eliecer Estay, comuna de Llay Llay, en su calidad de conductor de la camioneta P.P.U.
YW-3799-K; y en contra de don RODRIGO ANTONIO FUENTEALBA MORAGA,
ignoro profesión u oficio, cédula nacional de identidad N° 7.852.364-6, domiciliado en
Avenida Santa Teresa N° 1337, comuna de Los Andes, en su calidad de propietario de la
camioneta P.P.U. YW-3799-K a la fecha del accidente, en virtud de los mismos
fundamentos de hecho establecidos en lo principal de esta presentación y de los siguientes
fundamentos de derecho:

RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL

El artículo 2314 de nuestro Código Civil prescribe lo siguiente: “El que ha cometido un
delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es obligado a la indemnización; sin
perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el delito o cuasidelito”.

En un similar sentido, el artículo 2329 del mismo cuerpo legal señala que “Por regla
general todo daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser
reparado por ésta…”

En nuestra doctrina, Enrique Barros Bourie1 ha entendido que los requisitos para que nazca
responsabilidad civil extracontractual son los siguientes:

- Un hecho voluntario, es decir, una acción u omisión ejecutada por una persona
capaz.

- Que el hecho voluntario sea realizado con culpa o dolo, ya que en nuestro derecho
se recoge la doctrina clásica, según la cual el fundamento de la responsabilidad
extracontractual está en la culpa del autor, que comprende la culpa como tal y
también el dolo, sin importar el grado en que se incurra. En síntesis, la
responsabilidad requiere que el daño sea imputable.

- Que exista un daño, ya que se ha entendido que sin daño no hay obligación de
reparar. El daño comprende todo menoscabo que experimente un individuo en su
persona y bienes, la pérdida de un beneficio de índole material o moral, de orden
patrimonial o extrapatrimonial.

- Que haya una relación de causalidad entre la acción u omisión culpable y el daño.
Es decir, el hecho ilícito ha de ser considerado la causa del daño y el daño el efecto
del hecho ilícito, siendo posible imputar el resultado dañino a la conducta del autor.

En un sentido similar al del precitado autor, René Ramos Pazos 2 postula que los requisitos
de la responsabilidad extracontractual son los siguientes:

- Que el autor del hecho ilícito sea capaz.

- Que haya imputabilidad, esto es, culpa o dolo del autor.

- Que exista un daño.

- Que concurra un nexo causal entre el hecho u omisión dolosa o culpable y el daño.

1
BARROS BOURIE, Enrique. Tratado de responsabilidad extracontractual.
2
RAMOS PAZOS, Reneé . De la responsabilidad extracontractual.
En el caso en comento, se cumplen los referidos requisitos para que nazca responsabilidad
civil extracontractual, según se detalla a continuación:

1. Concurrencia de una acción u omisión ejecutada por una persona capaz

En el presente caso, el conductor del vehículo, don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ


OLMOS, incurrió en una acción al conducir la camioneta la camioneta P.P.U. YW-3799-K,
no respetar una señal “PARE” y, en consecuencia, colisionar el vehículo P.P.U. CXGG-88,
de propiedad de doña MYRIAM HORTENSIA GODOY FERNÁNDEZ, el cual gozaba
de derecho preferente de paso. Por lo demás, don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ
OLMOS es una persona legalmente capaz, al igual que el propietario del vehículo a la
fecha del accidente, don RODRIGO ANTONIO FUENTEALBA MORAGA.

2. Existencia de una acción culpable

Según expresa nuestra doctrina, no basta con causar daño a otro para que se genere la
obligación de indemnizar, sino que, además, es necesario que el acto o hecho que produce
el daño sea resultado de una conducta dolosa o culpable del actor. Ello resulta de relacionar
el artículo 2314 con el artículo 2284 incisos 3° y 4° del Código Civil. Es decir, se responde
por haber incurrido en un delito o en un cuasidelito que ha inferido daño a otro. En el caso
del delito hay intención de dañar (dolo) y en el caso del cuasidelito no existe tal intención
de dañar (culpa).

Arturo Alessandri Rodríguez3 define la culpa como “la falta de aquella diligencia o
cuidado que los hombres prudentes emplean ordinariamente en sus actos y negocios
propios”. Por su parte, los artículos 2319 y 2329 del Código Civil la hacen sinónimo de
descuido o negligencia.

Conforme a los hechos analizados, podemos observar que estamos en presencia de una
acción a lo menos culpable, toda vez que don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ OLMOS
reconoció expresamente no haber advertido la existencia de una señal “PARE” en el lugar
del accidente, razón por la cual impactó al vehículo de propiedad de mi representada,
generándole daños de gran consideración.

La conducta del demandado refleja una clara negligencia de su parte, puesto que el artículo
144 de la Ley de Tránsito, establece que “El conductor que enfrente el signo “PARE”
deberá detener el vehículo y permitir el paso a los que circulen por la otra vía, y reiniciará
la marcha sólo cuando pueda hacerlo en condiciones que eliminen toda posibilidad de
accidente”. Además, el artículo 197 N° 2 del mismo cuerpo legal prescribe que no
detenerse ante la señal “PARE” es una infracción o contravención de carácter gravísimo.

Asimismo, el artículo 172 N° 10 de la Ley de Tránsito establece que: “En los accidentes
del tránsito, constituyen presunción de responsabilidad del conductor, los siguientes casos:

3
ALESSANDRI RODRIÍGUEZ, Arturo. De la responsabilidad extracontractual en el derecho civil chileno.
10.- No respetar el derecho preferente de paso de peatones o vehículos y las indicaciones
del tránsito dirigido o señalizado”.

Por lo tanto, es posible concluir que el querellado infraccional y demandado civil no iba
atento a las condiciones e indicaciones del tránsito al momento en que ocurrieron los
hechos, puesto que no respetó la señal PARE, ni tampoco respetó el derecho preferente de
paso del vehículo al cual colisionó, y, por ende, actuó, a lo menos, con culpa.

3. Existencia de daños

El actuar negligente del querellado infraccional y demandado civil le provocó los siguientes
daños a mi representada:

DAÑO EMERGENTE: Producto de la colisión, el vehículo P.P.U. CXGG-88, de


propiedad de mi representada, quedó inutilizable y, prácticamente, con pérdida total. Cabe
señalar que el costo de los repuestos y de la reparación del vehículo ascienden a la suma de
$2.853.000.-

Además, luego de la colisión, tuvo que contratar un servicio de grúa para trasladar el
vehículo, el cual tuvo un valor de $40.000.-

Por lo anterior, se avalúa el daño emergente en la suma total de $2.893.000.-

LUCRO CESANTE: Como ya se señaló en esta presentación, el vehículo P.P.U. CXGG-


88, de propiedad de mi representada, se trabajaba de lunes a sábado como taxi colectivo en
la línea Mapocho-Batuco. El valor del pasaje era de $1700 y el vehículo tenía una
capacidad de 4 pasajeros, razón por la cual obtenía una entrega diaria de $25.000.

Cabe hacer presente que el vehículo no se trabaja y se encuentra inutilizable desde el


momento del accidente, es decir, desde el 07 de febrero del año 2017.

En nuestra doctrina, el lucro cesante ha sido entendido como la frustración de una legítima
utilidad que hubiera incrementado el patrimonio de no haber sucedido el hecho dañoso y,
en este caso, mi representada se vio impedida de seguir obteniendo ganancias a través de
la utilización del vehículo como taxi colectivo, toda vez que, como ya se señaló, éste quedó
inutilizable luego de la colisión.

Por lo anterior, se avalúa el lucro cesante en la suma total de $1.200.000.-, que es el


equivalente a lo que mi representada dejó de percibir entre el mes de febrero y el mes de
abril del año 2017, por no poder trabajar el vehículo y mientras adquiría un nuevo
automóvil para explotar la patente de taxi colectivo.

DAÑO MORAL: Producto de la colisión a su vehículo, mi representada ha sufrido un


daño moral, consistente en la frustración que le ha provocado el hecho de no obtener una
justa compensación de parte de los demandados, lo cual le ha impedido reparar su vehículo
y obtener provecho del mismo. Además, es importante señalar que el accidente se produjo
hace más de un año y medio, y a la fecha mi representada no recibe solución alguna. Por lo
anterior, se avalúa el daño moral en la suma total de $500.000.-

SUMA TOTAL DE LOS PERJUICIOS DEMANDADOS: Por tanto, se demanda por


concepto de indemnización de perjuicios la suma total de $4.493.000.-, o la suma que S.S.
estime conforme a derecho y al mérito del proceso.

4. Existencia de nexo causal entre la acción culpable y el daño

Hernán Corral Talciani4 define al nexo causal como la “relación que debe existir entre el
comportamiento voluntario e ilícito del autor, y el daño sufrido por la víctima”. Este
requisito se encuentra implícitamente en el artículo 2314 del Código Civil, el cual señala
que, para ser fuente de responsabilidad, el delito o cuasidelito debe haber inferido daño a
otro; repiten la misma idea los artículos 2318, 2319 y 2325 del precitado cuerpo legal.

En este caso, existe una clara relación de causalidad entre el hecho ilícito y los daños
demandados, pues, debido a que el conductor no respetó el signo PARE ni el derecho
preferente de paso del vehículo de propiedad de mi representa, se produjo la colisión y, en
consecuencia, los perjuicios ya señalados.

SOLIDARIDAD

Es del caso señalar que, en la especie, resulta aplicable el artículo 174 de la Ley de
Tránsito, N° 18.290, el cual prescribe que:

“De las infracciones a los preceptos del tránsito será responsable el conductor del
vehículo.

El conductor, el propietario del vehículo y el tenedor del mismo a cualquier título, a menos
que estos últimos acrediten que el vehículo fue usado contra su voluntad, son
solidariamente responsables de los daños o perjuicios que se ocasionen con su uso, sin
perjuicio de la responsabilidad de terceros de conformidad a la legislación vigente…”.

Según consta en Certificado de Inscripción y Anotaciones Vigentes del vehículo P.P.U.


YW.3779-K, emitido con fecha 08 de febrero de 2017, que acompaño en un otrosí de esta
presentación, el propietario del vehículo al momento del accidente era don RODRIGO
ANTONIO FUENTEALBA MORAGA.

Por lo anterior, don RODRIGO ANTONIO FUENTEALBA MORAGA, en su calidad de


propietario del vehículo, y don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ OLMOS, en su calidad de
conductor del vehículo, resultan solidariamente responsables de los perjuicios causados.

POR TANTO, en virtud de lo expuesto y de lo dispuesto en la Ley N° 18.287, que


establece el procedimiento ante los Juzgados de Policía Local; en los artículos 2284, 2314,

4
CORRAL TALCIANI, Hernáé n. Lecciones de responsabilidad civil extracontractual.
2318, 2319, 2325 y 2329 del Código Civil; 144, 172 N° 10, 174 y 197 N° 2 de la Ley de
Tránsito, N° 18.290; y en las demás normas legales pertinentes,

RUEGO A U.S. Tener por interpuesta demanda civil de indemnización de perjuicios en


contra de don JOAQUÍN EDUARDO ORTIZ OLMOS, en su calidad de conductor, y en
contra de don RODRIGO ANTONIO FUENTEALBA MORAGA, en su calidad de
propietario del vehículo placa patente YW.3779-K, ambos ya individualizados, acogerla a
tramitación y, en definitiva, condenarlos solidariamente al pago de la suma $4.493.000.-,
expresada en lo principal de esta presentación, con reajustes e intereses en su caso, o a la
suma de dinero que S.S. determine por este concepto conforme a derecho y al mérito del
proceso, con la expresa condenación en costas.

SEGUNDO OTROSÍ: Que, por este acto, y en virtud de lo dispuesto en el artículo 9°


inciso segundo de la Ley N° 18.287, que establece el procedimiento ante los Juzgados de
Policía Local, vengo en solicitar a S.S. la suspensión de la audiencia de contestación,
conciliación y prueba decretada en autos para el día 12 de octubre de 2018, a las 12:00 hrs.,
y que, además, se sirva fijar nuevo día y hora para la realización de la misma. Lo anterior se
funda en que, a la fecha, no se ha notificado la demanda civil de autos.

TERCER OTROSÍ: Que, por este acto, solicito a S.S. tener por acompañados el siguiente
documento:

-Certificado de Inscripción y Anotaciones Vigentes en el Registro de Vehículos


Motorizados de la camioneta marca Chevrolet, modelo Luv DMax 3.0, año 2007, P.P.U.
YW.3779-K, emitido por el Servicio de Registro Civil e Identificación con fecha 08 de
febrero de 2017, en el cual consta que, a la fecha del accidente de tránsito, el propietario era
don RODRIGO ANTONIO FUENTEALBA MORAGA.

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