Autoliderazgo: El liderazgo comienza en ti mismo

Todo comienza en ti… Para ello es imprescindible que comiences el liderazgo por ti mismo.

Es necesario transitar un camino de autodescubrimiento. Quiérete, conócete y aprende a

gestionar tus emociones (positivas o negativas), a conocer tus objetivos, tus fortalezas, tus
mejoras. Esta es la mejor forma de enfrentarte con los obstáculos que nos pone la propia
vida.

Si quieres ser mejor líder, invierte en tu desarrollo personal, ya que no solo influirá en tu
mejor empleabilidad sino que se reflejará en la productividad de tu equipo y permítanme
que comparta mi experiencia personal: recuerdo que una de mis principales valoraciones al
acabar la certificación como coach ejecutivo profesional CORAOPS fue y sigue siendo…cómo
voy a liderar a un equipo de personas si no me lidero yo antes, ahora, con las herramientas
aprendidas, las competencias nuevas que he desarrollado me conozco mejor y estoy en
disposición de facilitar además que los coachees y mis colaboradores saquen el talento que
llevan dentro.

Para empezar, quisiera darte una definición de liderazgo que a mí me encanta como
coach, liderar es talento para influir y que sucedan las cosas, por tanto,
con autoliderazgo me refiero a la capacidad (talento) para influenciarnos a nosotros
mismos.

Trabajar nuestro autoliderazgo nos ayuda a entender que somos protagonistas, implica la
capacidad de liderar nuestra vida, nuestra realidad, nuestras creencias, fortalezas y la
libertad de elegir cambiarla o no, por tanto, podemos formar parte activa de lo que pasa a
nuestro alrededor y eso es una oportunidad muy valiosa para cada uno de nosotros. A partir
de ahí, podemos mejorar cada día cómo nos comunicamos, ser más productivos, mejorar
nuestras relaciones con otros a través de una gestión adecuada de los conflictos y sacar lo
mejor de nosotros mismos en equipo. Una de las máximas del pensamiento kaizen es “pasos
pequeños, metas grandes”, es la mejora continua, así que todos juntos podemos conseguir
grandes objetivos aprendiendo un poco cada día. Para todo ello debes tomar conciencia y
por supuesto entrenarte para sacar lo mejor de ti y seguir en un proceso de aprendizaje que
será fundamental para tener éxito, Descubrir tu auténtico liderazgo requiere del
compromiso de desarrollarse a sí mismo.

Las habilidades para el autoliderazgo se adquieren y aprenden a través del entrenamiento

continuo, “Crearás aquello en lo que creas”

Doce claves para autoliderarse

La autorresponsabilidad (1) es la primera clave del autoliderazgo. No puedo cambiar lo que

sucede fuera pero sí puedo cambiarme a mí mismo. Con este cambio de quien soy, como
pienso, cómo actúo, cómo respondo a lo que pasa sí puedo cambiar la realidad de mí
alrededor, “siempre partiendo de mí”. En palabras de Stephen Covey: “Tus actos siempre
hablan más alto y más claro que tus palabras”.

Conocer nuestras debilidades y fortalezas para superar los obstáculos que te va a poner la
propia vida. Autoconocimiento (2)
Solucionador de problemas. Autoeficiente (3). Gestionar el cambio. El líder no trae
problemas, “los soluciona”, en cada dificultad que encuentra ve oportunidades para crear
soluciones, transformarlas será una ventaja competitiva.

Gestión emocional (4). Vivir, persistir, insistir, resistir a todo el proceso de liderazgo y
autoliderazgo. Para superar todas las frustraciones que van a ir surgiendo en el camino, y en
este proceso de aprendizaje vamos a tener que persistir, insistir y resistir (P.I.R.) porque nos
vamos a equivocar mucho. Con esta fuerza mental irás superando los obstáculos ya que
desarrollarás resiliencia (5), y esta te devolverá la sonrisa y fuerza la superarlos.

Elaborar y ejecutar una estrategia (6) a través de unos objetivos (7) claros y por supuesto
con su plan de acción.

Crear hábitos (8) para ser productivos. Hay tres vitaminas (A, D y C) (9) que nos lo van a
facilitar: (Autodisciplina, Disciplina y Concentración), para ser eficaces hacia los objetivos
que nos hemos marcado.

Hacerte amigo del poder de entusiasmo (10). Con la vocación por lo que haces y lleno de
pasión brillarás y además lo contagiarás a tu equipo.

¡Quiérete tú primero! Porque si no lo haces perderás todo el valor. Cuando crees en tí mismo,
tienes esa libertad para enfocarte en mejorar y alcanzar tu máximo potencial, este es el poder
de tu autoestima (11). Maslow, en su Pirámide de las necesidades, nos habla de las
necesidades de la estima (reconocimiento), esta pérdida de necesidades se refleja en una
baja autoestima e ideas de inferioridad. El tener satisfecha esta necesidad nos apoya el
sentido de vida y la valoración como individuo y como profesional. Estos son los primeros
escalones que nos llevan a autorrealizarnos, ¡sueño de toda persona, lo reconozca o no!

Por último, están tus valores (12), te has preguntado ¿Quién eres? ¿Qué te hace distinto a los
demás? ¿Qué te hace único como persona?

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función
de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir,
apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. Como
nexo entre nuestras creencias y nuestros comportamientos, trabajarlos es clave para
provocar cambios profundos y duraderos. También son fuente de satisfacción y plenitud.

Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos.

Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes. Ser ético

(sabiendo que muchas veces es difícil) te hará ser auténtico.

De acuerdo con Stephen Covey, el liderazgo personal o autoliderazgo es el proceso que

consiste en mantener la perspectiva y los valores ante uno mismo y llevar una vida acorde
con ellos.

En respuesta a esta pregunta ¿Qué necesitan profesionales y empresas……unos de

otros…? Te desvelo los cuatro que pilares iré desarrollando en números sucesivos.

Aquéllos profesionales que conozcan qué pueden aportar a su equipo y a la organización

(autoconocimiento), que quieran influir en su realidad (proactividad), que sean y se sientan
capaces de conseguir cosas (autoeficacia), y que además de saber marcarse objetivos,
¡luchen por cumplirlos!
A modo de resumen, el autoliderazgo implica hacernos responsables de nuestra realidad, la
cual construimos con sus posibilidades y sus límites, y con la capacidad que tenemos para
elegir cambiarla o no. Implica autoconocimiento y fe en uno mismo, tomar conciencia de
nuestro propio poder. Nuestra vida está condicionada por muchos factores, ¡pero no está
determinada! Ahí radica esencialmente también nuestra libertad como seres humanos. Para
poder liderar nuestra vida y nuestra carrera profesional, necesitamos conocer y trabajar
estos cuatro pilares que nos permitirán orientarnos al logro y “coger las riendas”. Es el
punto de partida esencial para desarrollar nuestra empleabilidad.

Debemos tomar la realidad desde el punto de vista de quien se hace responsable de ella, y
no como víctima de lo que nos rodea. Trabajar desde esta visión de “protagonista” nos
permitirá influir más en los resultados, en aquello que nos proponemos. ¿Estás dispuesto a
abordar el gran reto de autoliderarte?.