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Relaciones Internacionales

• •• •••
Problemática de las
Relaciones Internacionales
Unidad I

� I�FACULTAD DE Ci ENCIA POLiTICA


• Y R.ELACIONES INTERNACIONALES
UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO
Licenciatura en Relaciones Internacionales
Problemática de las Relaciones Internacionales

UNIDAD I
Introducción a las Relaciones Internacionales

DEL ARENAL Celestino

2007- Madrid
Editorial: Tecnos

Pág. 402-422

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402 INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES BASES PARA LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 403
l. CONCEPTO DE RELACIONES INTERNACIONALES aquéllos empleados en la política internacional» 1• La realidad internacional es, así,
una realidad esencialmente conflictiva, en_ la que el poder militar, la guerra, tiene siem­
Sin entrar de nuevo en la cuestión terminológica, y aceptada en principio la expre­ pre la última palabra. Esta posición, aunque matizada, es también la mantenida por
sión relaciones internacionales, señalábamos en la «Introducción» que la expresión ARON: «He buscado lo que constituía la especificidad de las relaciones internaciona­
«relaciones internacionales» designa tanto un sector de la r ealidad social como la con­ les o interestatales y creo hab er encontrado esa característica específica en la legiti­
sideración científica del mismo. Nuestra indagación se orienta por lo tanto en dos direc­ midad y la legalidad del recurso a la fuerza armada por parte de los actores» 2• Esta es
ciones que están en íntima conexión y que se condicionan mutuamente. también la posición, entre otros, de REYNOLDS 3• La adopción de este criterio para defi­
Es evidente que toda delimitación conceptual del obj eto de estudio de una disci­ nir las relaciones internacionales deriva del paradigma tradicional y nos r eenvía a la
plina está condicionado implícita o. explícitamente por una opción personal que res­ teoría del «estado de naturaleza», con todas las carencias y deformaciones que ti ene,
ponde al sistema de valores y creencias propio de cada uno y al entorno científico y como veremos más adelante.
cultural en que nos movemos. Ello determina también, en gran m edida, los métodos Otro criterio atiende a los actores implicado� en las relaciones internacionales. Es
· y categorías con que nos enfrentamos a esa r ealidad. bastante habitual y se combina con frecuencia en el anterior. La mayoría de los auto­
Qué duda cabe, por otro lacio, que e l concepto de relaciones internacionaÍes, res que utilizan este criterio adoptan lo que hemos denominado el paradigma tradi­
como sector de la r ealidad social, que adopt emos está en función de la p erspectiva cional, es decir, el paradigma del Estado, en cuanto que consideran que son los Estados,
m etodológica y de la ins erción de las r elacion es internacion,ales como discipiina'. las unidades políticas, los actores privilegiados y básicos del sistema internacional.
e n uno u otro campo científico, es decir, que el cont e nido de las r elaciones inter­ Desde esta perspectiva se tiende a separar el sistema interno y el sistema internacio­
nacionales dependerá de nuestra concepción teórica. Este hecho exigiría proceder nal, estimando que éste presenta características propias. HOFFMANN apunta, en este
primero a establecer la propia concepción para a continuación delimitar la realidad <-J',_sentido, que «es la misma ausencia de una autoridad suprema y aceptada por todos la
social estudiada. Sin embargo, creemos que en orden a sentar las bas es de una teó­ '-. que explica por qué difieren tan marcadamente las r eglas deljuego en la política mun­
ría de las relaciones internacionales es más ilustrativo y coherente desde mi pí:ni.td dial de las teglas de la política interna» 4•
de vista científico-expositivo proceder previamente a formular el conc epto de rela­ Las definiciones adoptadas en base a este planteamiento desembocan, pues, en últi­
ciones internacionales como sector de la r ealidad social, lo qu e nos p ermite deh� ma instancia, en una tesis estatalista, si bien no ignoran la existencia de otros actores
mitar el campo de estudio de las r elacione s int ernacionales como disciplÍilá y factores. Así, DUNN considera que «las relaciones internacionales se ocupan de las
científica, para desde esa realidad estableci,:r a continuación nuestra concepción te·ó� cuestiones que surgen en las r elaciones entre grupos políticos autónomos en un siste­
rico-metodológica. ma mundial en el que el poder no está centrado en un punto» 5• WRIGHT define las rela­
Las relaciones _internacionales, en cuanto sector de la realidad social, han sido obje� ciones internacionales como «relaciones entre grupos con podern 6• VIRALLY, si bien
to de numerosas definiciones con alcances y características muy diferentes. A lo largo admite que las relaciones internacionales podrían definirse como «las que se estable­
de nuestro estudio de las distintas concepciones teóricas sobre las relaciones internacionales
·· cen entre grupos poíiticos distintos o entre sus miembros -individualmente o reuni-
hemos visto ya esa variedad de acotamientos de las relaciones internacionales.
En términos generales los criterios adoptados por los distintos especialistas pue­
I MoRGENTIIAU, Hans J., PoliticsAmongNations. The Strugglefor Power and Peace, NuevaYork, 1948;
den reducirse a cuatro, según se atienda a lo que se considera e specífico de las rel��
3.ª ed., 1960; versión castellana de la 3.ª ed.: La lucha por el poder y por la paz, trad. de E Cuevas Canci­
. cionés internacionales, a los actores de las mismas, al criterio de la internacionalidad no, Buenos Aires, 1963, p. 43, nota l .
o se parta de la superación del paradigma del Estado. La inclusión de unos u otros auto� 2 ARON, Raymond, «Qu'est-ce qu'une théorie des Relations Internationales?», Revue Franr;aise de

res en cada uno de los grupos no siempre puede hacerse con facilidad, pues no fal� Science Politique, vol. 17 (1967), p. 843. En su obra principal en el campo de las relaciones internaciona­
los que adoptan rriás de un criterio. les señalará, en este mismo sentido: «Las relaciones internacionales presentan una característica original
que las distingue de cualesquiera otras relaciones sociales: se desarrollan a la sombra de la guerra o, para
· El criterio más tradicional es el que procede a su definición sobre la base de consi� emplear una expresión más rigurosa, las relaciones entre Estados llevan consigo, por esencia, la alternati­
derar que_ las relaciones internacionales tienen una naturaleza específica que las diferen::'. va de la guerra o de la paz» (Pabc el Gue"e entre les nations, París, 1962; versión castellana: Paz y gue"a
cia _de las demás relaciones sociales. En esta línea se insertan los rea:listas políticos, para entre las naciones, trad. de L. Cuervo, Madrid, 1963, p. 24).
3 REYNOLDS, P. A., An lntroduction to International Relations, 2.ª ed., Londres/Nueva York, 1980,
quienes, en términ9s generales, si la política internacional, como toda política, es uria
p. 10; versión castellana de la l .ª ed.: Introducción al estudio de las relaciones internacionales, trad. de E
lucha por el poder, sin embargo, en las relaciones internacionales la violencia, la fuer­ Condomines, Madrid, 1977, p. 20.
za armada, desempeñan un papel único y primordial. Cc:imo señala MORGENTHAU, «la 4
HoFFMANN, Stanley H., Contemporary Theory in Intemational Relations, Englewood Cliffs, N. J.,
amplitud del campo cubierto por un concepto de poder político, para que sea �til ai 1960; versión castellana: Teorías contemporáneas sobre las relaciones internacionales, trad. de M. D. López
entendimie�to de la política internacional, debe ser más amplio que el campo cubier­ Martínez, Madrid, 1963, p. 20.
5 DUNN, Frederick 5., «The Scope oflnternational Relations», World Politics, vol. 1 (1948); repro­
to por un concepto adoptado para operar en el campo de la política interna. Los medios ducido en S. H. HOFFMANN, op. cit., p. 36.
políticos empleados en el segundo son mucho más estrechamente circunscritos que 6 WRIGHT, Quincy, T he Study ofInternational Relations, Nueva York, 1955, p. 7.

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404 INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES BASES PARA LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 405

dos en grupos secuñdarios-», estima que esa concepción es demasiado extensiva, por internacionales, de forma que tal concepto no r efleja la realidad, o lleva, si se quiere
lo que prefiere «limitar el objeto de nuestra disciplina únicamente a las r e lacion es en­ dar cuenta puntual de los actores,a un concepto puramente descriptivo,incapaz de apre­
tre poderes políticos que escapan a la dominación de un poder político sup eriorn 7
• ARbN hend er la naturaleza de las relaciones internacionales.
define las relacione s internacionales como «relaciones entre unidades políticas»,ílre­ El concepto de relaciones internacionales de CHEVALIER nos aproxima al te rcer
cisando, frente a la cue stión de si se incluyen en las mismas las relacione s entre [os criterio adoptado por los especialistas para definir las re lacione s internacional es. Es
individuos p ertenecientes a cada una de esas unidade s políticas, que «e l centro de [las e l crite rio de la internacionalidad, acuñado por Max HUBER: «El. conjunto d e los fenó­
relaciones internacionales viene constituido por las r elaciones que he8mos llamado inte­ menos Sociales que expresan re laciones inmediatas de los Estados e ntre sí o influyen
restatales, aquéllas que pone n en relación las unidades como tales» . HASSNER, eii la directa o indire ctamente en estas relacione s o están por ellas influidos, constituye el
misma línea, señala que son relacione s internacionales «las relaciones de coexisten­ problema de la internacionalidad. Es internacional una relación cuando se refiere a
cia,de conflicto y de cooperación entre varias unidades políticas que constituy9en �en­ las re laciones entre grupos sociales que están determinados por pod eres estatal es dis­
tros de decisión autónomos y no sometidos a una autoridad superior común» • E:h el tintos, y son internacionales en e l sentido más estricto, jurídico, las r elaciones entre
mismo sentido se orientan las definiciones de HoFFMANN • y VELLAS • Incluso B'Ru­
10 11
los Estados mismos» 14.
CAN, sin negar el papel que puede correspond e r a otros actor e s o fue rzas, desembloca · Este criterio se fija, por tanto, en la naturaleza re lacional propia de las relaciones
afirmación estatocéntrica: «Así pu s, a manera d conclusión, diré qu e las rela�
en la e e
internacionales, distinguiéndolas de las demás relaciones sociales por su.referencia a
ciones internacionales constituyen el sistema que abarca al conjunto de las coneho� Estados, a poderes estatales distintos, en cuanto que rebasan el marco de los mismos.
nes y relaciones-económicas,políticas,ideológicas,culturales,jurídicas, diplomáticas Dado que los Estados se relacionan entre sí, así como los individuos y grupos a ellos
y militares- entre Estados y sistemas de Estados, sin exceptuar a las fuerzas soµia­ suj etos, aparece un conjunto de relaciones sociales que se diferencian de las que no
l es que ti enen el poder de actuar en la escena mundial. Puesto que las r elaciones inter­ rebasan· el marco estatal. En suma, las r elacione s entre individuos, grupos sociales y
nacionales se dan en una esfera que carece de autoridad política suprema,están reguladas gobiernos son internacionales a partir de l mom ento en que entre ellos se interpone el
por la relación de fuerzas entre Estados y sistemas de Estados y sufren la influehcia fenómeno de las fronteras estatales. Como señala MERLE, mientras existan los Esta­
de la co.nciencia de las personas» , Posición ésta que se manifie sta también en G:HE­
12
dos soberanos,la separación político-jurídica del espacio será la que cree el hecho «inter­
VALIBR que, r efiriéndose a la diversidad de relacione s que configuran lo que denomi­ nacional» 15•
na «complejo relacional internacional», dice que se trata de «un entrelazamientb de Lo más característico de los autores que siguen e ste criterio es la ampliación que
relacione s de toda clase ·entre los diversos Estados, anudadas en el seno de e se medio hacen del concepto de r elaciones internacionales,pues incfüye n,o abren la puerta para
ent e
· especial que se denomina comúnmente "sociedad internacional" (y secundariam 13• su inclusión, tanto las r elacione s políticas, como las social es, económicas, ideológi­
entre los Estados y cie rtos organismos que s llaman "int rnacional e s")»
cas, culturales, etc. Con ello indudablemente acercan e l conce··pto de relaciones'inter-
e e

Hoy es innegable la diversidad de actore s de las relaciones internacionales, pues nacionales a la re alidad internacional.
no hay sector de la actividad social que no se prolongue más allá de las fronteras esta� En este sentido, SPYKMAN de fine las relaciones internacionales como «relaciones
tale s. De sde el individuo, pasando por las organizacione s internacionales, las organi­ e ntre individuos p e rt en e cientes a Estados difere ntes, o, en otros términos, la con­
zaciones no gubernamentales, las empresas transnacionale s, hasta las Igle sias 6 los ducta internacional es la conducta social de individuos o grupos dirigida a, o influí-
movimientos políticos y sindicales, encontramos una enorme varie dad de actores de . da por, la e xistencia o conducta de individuos o grupos pertenecientes a un Estado
las relaciones internacionale s. ! ·
la

bas de los acto�
1 •.
es, o
diferente» 16• DUNN, en una segunda definición de las relaciones internacionales, con­
En definitiva, definir las re laciones int rnacional e s sobr e e
sidera que son aquellas «re laciones sociale s que tiene n lugar a través de las fronte ­
e
ati nd a los Estados, a un concepto d masiado r strictivo d las r elaciones
lleva, si se e e e e e
ras nacionales» 17• H. SPROUT señala que por relaciones internacionale s se enti end e
!
i «toda manifestación de l comportamiento humano que , naciendo de un lado de una
7 VIRALLY, Mi.che!,«Relations Intemationales et Science Politique»,enLesAffaires Étrangeres, París,
1959,p, 438. . 1

14 HUBER,
. 8 ARON Raymond,Paz y guerra... , op. cit., pp. 23-24. Max,Die soziologischen Grundlagen des Volkerrechts, Berlín/Grunewald, 1928,p. 3.
9 HAsSNER,Pierre,«Nationalisme etrelations intemationales»,Revue Franr;aise de SciencePolltique, Cit. por la traducción de A. TRUYOL, La teoria de las relaciones internacio nales como sociología (Intro­
vol. 15 (1965),p. 525. ducción al estudio de las relaciones internacionales), 2.' ed. revisada y aumentada, reimpresión,Madrid,
10 HoFFMANN,Stanley H.,op. cit., p. 24. 1973,p. 62.
1

11 VELLAS, Pierre,Relationslnternationales, París, 1974,pp. 9-10. 15 MERLE,


Marce!, Sociologie des Relations Internationales, 2.' ed.,París, 1976; versión castellana:
12
BRUCAN, Silviu, TheDisso lution ofPower:A Sociology oflnternationalRelations and
Politics, Nueva So ciología de las relaciones internacionales, trad. de R. Mesa, Madrid,1978,p. 150.
polí-
York, 1971; versión castellana: La disolución del poder. Sociología de las relacio nes internacionalesy
16 SPYKMAN,
Nicholas «Methods ofApproach to the Study oflntemational Relations»,en J. MoR­
ticas, trad. de F. GonzálezAramburu,México,1974,p. 60.
Página 4GENTHAU y K. W. TuoMPSONJ., (eds.), Principies and Problems of Jnternational Politics. Selected Readings,
13 V�d.:-����-1;;.�·:'el/.... sciences so ciales dans l'enseignement supérieur. Relations I1ternaa Nueva York,1952,p. 24-25.
17 DUNN. Frederick S.• op. cit., p. 35.
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. frontera política nacional, ejerce una acción sobre el comportamiento humano del cisión, en vez de clarificar el concepto de relaciones internacionales, lo que hace es
otro lado de esa frontera» 18. introducir un nuevo factor de confusión, que en nada contribuye a delimitar el obje­
Esta posición es adoptada también, entre otros, por LEDERMANN 19,ALGER20, ROSEN­ to y sentido de nuestro estudio.
BAUM 21 y CoLARD 22. Constituye, al mismo tiempo, la posición mantenida por la mayo­ La adopción del criterio de la internacionalidad o de la localización para defi­
ria de los autores que se inscriben dentro de las denominadas concepciones científicas nir las relaciones intern¡tcionales presenta frente a los dos criterios anteriores un
de las relaciones internacionales. Por otro lado, no faltan autores que adoptan una con­ indudable progreso en orden a un exacto y real concepto de relaciones internacio­
cepción transnacional, como KEOHANE y NYE, que definen las «relaciones transna­ nales. Sin embargo, creemos que por sí sólo no es un criterio plenamente válido.
cionales» haciendo referencia a las fronteras estatales 23. En printer lugar, porque si bien nos delimita lo que constituyen las relaciones inter­
. MERLE lo ha denominado «criterio extraído de la localización», definiendo las rela­ nacionales, lo hace de una forma al mismo tiempo demasiado extensiva, que no per­
ciones internacionales como, «el conjunto de transacciones o de flujo (de transaccio­ mite captar en su última esencia las relaciones internacionales, e incompleta, por
nes) que atraviesan las fronteras o que incluso tienden a atravesarlas» 24. Las ventajas cuanto que el criterio de la internacionalidad, con ser válido· en la gran mayoría de
que presenta, en su opinión, son, de un lado, que permite incluir las manifestaciones los casos, no abarca, al centrarse en el fenómeno estatal, relaciones sociales que no
más diversas, tanto por su origen como por su contenido y, de otro, que tiene en cuen­ tienen como punto de referencia las fronteras estatales y que son plenamente inter­
ta el fenómeno :fundamental que constituye la división del mundo en Estados, pues nacionales, como es el caso de las desarrolladas por actores que no tienen una base
hace de su existencia materializada por las fronteras la condición necesaria y suficiente territoriaL En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, porque tales defi­
para que una relación pueda ser calificada de «internacional» 25. niciones, quiéranlo o no sus autores, siguen ancladas en el paradigma estatal. Aun­
En su manifestación más extensiva, FRIEDLANDER sugiere redefinir las relaciones que en estas definiciones se incorporan actores y relaciones que suponen la
internacionales, sobre la base del decreciente papel de las relaciones interestatales, como superación de la noción del Estado como único o privilegiado actor de las relacio­
«el conjunto de todas las interacciones. entre individuos y grupos que . sobrepasan
. el nes internacionales, el hecho concreto es que tales actores y relaciones· adquieren
marco interestatal» 26• su cualidad de internacionales precisamente por su referencia. a los Estados. Hoy
Desde esta misma perspectiva relacional, DUROSELLE, frente al criterio de la inter­ la realidad internacional, sin embargo, desborda una consideración exclusivamen­
nacionálidad o de la localización, tal como ha sido expuesto, prefiere la noción de
te éstatalista.
extranjero como elemento definidor de las relaciones internacionales. En su opinión Finalmente hay que señalar un cuarto criterio, superador del paradigma del Esta­
esta noción es la' única que permite englobar en el mismo concepto de reiaciones
do, que trata de proporcionar un concepto de reláciones internacioles desde perspec­
internacionales las relaciones entre Estados, unidades políticas y entre individuos o
tivas distintas a las anteriores. Criterio éste que es, en defjnitiva, la consecuencia lógica
grupo� de tipo no estatal. Así dirá que «las relaciones internacionales son el con­
junto de acontecimientos en los que una de las partes -individual o colectiva� e� que se deriva de llevar el criterio de la internacionalidad a sus últimas consecuencias.
En esta línea se incluyen toda una serie de concepciones, desde la marxista entendida
"extranjera" respecto de la otra» 27. Independientemente de lo novedoso dél plante�
amiento, nos parece que este criterio, dada su complejidad y la dificultad de su p�e- en el sentido más exacto del término, que parte de la noción de clase social, hasta todas
aquéllas que toman la noción de sociedad internacional o mundial como base para su
concepto de relaciones internacionales..
1• Vid.: Mi\NNING, C. A. W., op. cit., p. 12. Habiéndonos referido ya en extenso a los conceptos de relaciones internacionales
. 19 LEDERMANN, Laszlo, «Considérations épistemologiques sur I'étude des relations intemationales»;
formulados por los autores que se incluyen en la concepción marxista, nos ocu­
Mélanges Séfériadés, Atenas, 1961, p. 392; y «Étude et enseignement universitaire des relations· intema-
·
tionales», Mélanges, Ginebra, 1965, p. 313. paremos ahora exclusivamente de los conceptos que hacen de la sociedad inter­
2o. Ar.GER, Ch. F., «Relaciones Internacionales», Enciclopedia Internacional de las Ciencias Socia­ nacional la noción clave para la comprensión de los fenómenos·internacionales.
les, "Madrid, 1976, vol. 9, p. 188. A la anterior razón hay que añadir el hecho de que, en nuestra opinión, las clases
21 RoSENBAUM, Naomi, Readings in the /nternational Political System, Englewood Cliffs, N. J., 1970,
sociales como elemento configurador de las relaciones internacionales constitu­
p.4
22
CoLARD, Daniel, Les Relations /nternationales, 2.ª ed. revisada y completada, París, 1981, p. 12. yen no el elemento clave de las relaciones internacionales, sino uno de los elementos
23
KEOHANE, Robert O., y NYE, Joseph S., «Introductiom>, en R. O. KEoHANE, y J. S. NYE (eds.), Trans- de las mismas.
national Relations and World Politics, Cambridge, Mass., 1971, pp. XI-XII. Para los autores que siguen este criterio, las relaciones internacionales sólo pue­
2• Mmu.E, Marce!, op. cit., p. 148.
is MERLE, Marce), ibídem, p. 148.
den definirse con referencia a su existencia en el seno de .un complejo de relaciones
26 FRIEDLANDER, Saul, «Paradigme perdu et retour a l'histoire. Esquisse de quelques développements sociales que constituye la sociedad internacional. Como apunta MEDINA «la catego­
possibles a l'étude des relations intemationales», en Les relations internationales dans un monde en muta­ ría más amplia de la que se puede partir para definir el concepto de relaciones inter­
tion, Ginebra, 1977, p. 80.
21 DUROSELLE, Jean-Baptiste, Tout empire périra. Une vision théorique des relations internationales, nacionales es, efectivamente, la noción de sociedad internacional. Aunque el concepto
París, 1981, p. 42. de sociedad internacional pueda parecer excesivamente amplio para definir nuestro

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objeto de estudio, creemos que es perfectamente identificable y que recoge en forma do, es cada vez más frecuente. Para BURTON las fronteras estatales son importantes,
adecuada la materia que estudian las relaciones internacionales» 28• pero son sólo uno de los tipos de fronteras que afectan el comportamiento internacio­
La referencia a la sociedad internacional permite aprehender las relaciones! inter­ nal. Es por eso, añade, por lo que si empleamos «el término "sociedad mundial" en
nacionales desde una óptica distinta a la que utilizan los criterios anteriores, variando
vez de "relaciones internacionales", si enfocamos nuestro estudio en esta perspectiva
significativamente el alcance y sentido de las mismas, por cuanto es con relabón a
global en vez de la perspectiva "nacional" más tradicional, tenderemos a tener una ópti­
una forma social, que es más que la simple suma o. yuxtaposición de las rela9iones
ca más amplia, a plantear cuestiones que son más importantes y fundamentales para
existentes en su seno, y no con relación al Estado o a otros actores de las mism�, que
sólo son formas sociales exjstentes en el seno de esa sociedad internacional, que las la civilización y seremos capaces de afirmar mejor la relevancia de nuestro compor­
· relaciones internacionales adquieren su pleno significado. tamiento nacional respecto del entorno más amplio del mundo» 33. Como hemos teni­
PAPALIGOURAS, para quien las relaciones internacionales sólo pueden enteQ.derse do ocasión de ver al tratar de las concepciones teóricas de las relaciones internacionales
en relación a la noción de sociedad internacional, señala a este respecto que cpando . . en la década de los setenta, este.planteamiento ha abierto un nuevo panorama y nue­
se habla de sociedad internacional, .«la palabra "sociedad" designa evidentemente un vas dimensiones en el estudio de las relaciones internacionales, ampliando conside­
cierto tipo de relaciones sociales y no el conjunto de las posibilidades .de la existencia rablemente el concepto de las mismas.
social» 29• SCHWARZENBERGER más explícitamente dirá: «Para poder incluir en el tér- 1 En España, la noción de sociedad internacional como elemento definitorio de las
relaciones internacionales, ha encontrado en TRUYOL, MEDINA y MESA su más clara
. 1 •
mino asuntos internacionales todas aquéllas cuestiones que son pertinentes pljra los
propósitos de los estudios internacionales sólo tiene que aplicarse una prueba s�ple. expresion. TRUYOL parte, en su definición de las relaciones internacionales, del crite­
Tenemos que preguntarnos a nosotros mismos si estas cuestiones, y en qué grado, son rio de la internacionalidad, considerando que son «aquellas relaciones entre individuos
pertinentes desde el punto de vista de la sociedad internacional considerada en sri tota­ y colectividades humanas que en su génesis y su eficacia no se agotan en el seno de
lidad [...] . Son asuntos internacionales las relaciones entre grupos, entre grupos � indi­ una comunidad diferenciada y considerada como un todo, que fundamentalmente (pero
viduos y entre individuos, que afectan de modo esencial a la sociedad internacional no exclusivamente) es la comunidad política o Estado, sino que transcienden sus lími­
en cuanto tal» 30• CHEVALIER, a quien hemos incluido entre los autores que partbn del tes» 34• Sin embargo, da un paso más al hacer de «la sociedad internacional (universal
criterio de los actores para formular el concepto de relaciones internacionalesl tam­ o particular) en cuanto tal, y no simplemente la de los elementos de la misma», la pers­
bién pude considerarse que adopta esta perspectiva, si bien, al limitar su noció? a las pectiva desde la cual adquieren sentido esas relaciones 35• El concepto formulado por
relaciones interestatales, sigue anclado dentro del paradigma del Estado. MAIHisEN, TRUYOL tiene, así, la virtualidad de abordar las relaciones internacionales dinámica­
por el contrario en línea con el criterio señalado y afirmando que es la noción de kocie­ mente, en base a superar las limitaciones impuestas por el paradigma del Estado, abrien­
dad mundial el p1µ1to de referencia de las relaciones internacionales, se plantea la'. cues­ do el panorama de las relaciones internacionales, pero sin desconocer el relevante papel
tión eii los siguientes términos: «El concepto de un sistema de Estados parece �ue ya que el Estado desempeña en la sociedad internacional. MEDINA, desde una posición
no. es adecuado como base de nuestro estudio. Ha llegado a ser más común referirse similar, considera, como ya señalamos, que la categoría de la que se debe partir para
al sistyma internacional, ya que es evidente que otras unidades distintas de ios1 Esta� def'mir las relaciones internacionales es la noción de sociedad internacional. Su plan­
dos están implicadas crecientemente en la materia. La cuestión es si debemos ir más teamiento, aunque parte también del criterio de la internacionalidad, va igualmente
allá y adoptar el conc.epto de sociedad mundial como base del estudio de la politiba» 31• más allá: «Nos interesan los fenómenos internacionales no por el simple hecho de su
MANNING, avanzando un paso más y refiriéndose a las relaciones internacionales, con­ internacionalidad, es decir, no simplemente porque trascienden a las fronteras naciona­
sidera que «la humanidad tomada como un todo es un cosmos, un universo social en les, sino en cuanto constituyen un sistema social y político [...]» 36• Sistema social y
sí misma», y su estudio en toda su dimensión constituye «una cosmología: social» 32• político «dentro del cual surgen relaciones, no sólo entre los representantes de las uni­
La adopción de este criterio para definir las relaciones internacionales, a pesar del dades políticas autónomas sino también entre individuos y grupos particulares, a tra­
peso que todavía sigue teniendo en lasrelaciones internacionales el paradigma del Esta- vés de las fronteras estatales» 37• Línea seguida por MESA,.que, desde la perspectiva
' de la existencia de una sociedad internacional, considera que estamos ante «un com­
28 MEDINA, Manuel,La teoría de las relaciones internacionales, Madrid, 1973, pp. 148-149. Vid. tam-.
plejo relacional en el que tienen cabida todos los grupos sociales o individuales cuyos
bién en idéntico sentido: Teoría y formación de la sociedad internacional, Madrid, 1983, p. 151.
29 PAPALIGOURAS, Panayis, Théorie de la société internationale, Zúrich, 1941, pp. 123-124. 1
1

30; SCHWARZENBERGER, Georg,Power Politics.A Studyoflnternation'al Society, 2.ª ed., LondreJ, 1951;
33
BURTON, John W, World Society, Cambridge, 1972, p. 21.
3
4 TRUYOL, Antonio , op. cit., p.28. Vid. también: La sociedad internacional, 3.8 ed., Madrid, 1981,
versión castellana: La política del poder. Estudio de la sociedad internacional, trad. de J. Campos y E. Gon-
zález Pedrero, México, 1960, p. 4. p.19.
! 35 TRUYOL, Ant onio , La teoría de las relaciones internacionales como sociología, op. cit., p. 63.
31 MAnnsEN, Trygre, Research in International Relatioris, Oslo , 1963, p. 220.Vid, también: Metho-
Página 6 36
MEDINA, Manuel, La teoría de las relaciones internacionales, op. cit., p. 24, Vid. también: Teoría
dology in the Study oflnternational Relations, Oslo, 1959, p. 186.
32 MANN!NG, C.A. W, TheNature oflnternational Society, Londres, 1962, p. l . 1 yformación..., op. cit., p. 152.
37 MEDINA, Manuel, Teoría yformación..., op. cit., o. 152.
410 INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNAClUNALh:S

intereses o cuya vocación les hacen salir del limite nacional y desarrollar o completar ciencia política, como sociología o como ciencia autónoma. En función de lo ante­
sus actuaciones en el marco internacional» 38• rior, y dado que hemos optado por la noción de sociedad internacional como criterio
Nuestra posición respecto del concepto de relaciones internacionales, en cuanto definidor de las relaciones internacionales, limitaremos nuestras consideraciones al
sector de la realidad social, se ·inserta en esta línea que hace de la noción de sociedad desarrollo de esta concepción.
internacional la categoría clave, el marco de referencia, en el que encuentran sentido Los autores que definían las relaciones internacionales desde la perspectiva de la
esas relaciones sociales, si bien consideramos que el criterio de la internacionalidad, sociedad internacional o mundial nos dan ya, en consecuencia, un concepto de las rela­
con ser útil para determinar una parte importante de las relaciones que denominamos ciones internacionales, en cuanto disciplina científica. Concepto que, sin embargo, no
internacionales, no lo es para la determinación de todas las relaciones sociales inter­ siempre es idéntico, pues, sobre la base de la consideración de la sociedad internacionai,
nacionales. Consideramos igualmente que el Estado sigue siendo una unidad política no todos los autores, cuando se refieren a las relaciones internacionales como sector
que desempeña un papel relevante en la sociedad internacional, pero afirmamos el pro­ de la realidad social, significan lo mismo. Ya vimos cómo, mientras algunos privile­
tagonismo indiscutible y creciente de otros actores de las relaciones internacionales. giaban un determinado tipo de relaciones, por ejemplo, las políticas, otros se referían
Sin perjuicio de ir desarrollando más ampliamente nuestra concepción en las páginas a todo tipo de relaciones sociales. Esta diferencia de enfoque explica que sea posible
que siguen, desde la perspectiva que acabamos de señalar, definiríamos las relaciones adoptar un criterio superador del paradigma del Estado y continuar considerando las
internacionales como aquellas relaciones e_n.tre·individuos y colectividades humanas relaciones internacionales como ciencia política, como sociología o como ciencia autó­
que configuran y afectan a la sociedad iñternacional en cuanto tal. Definición abier­ noma 39.
ta que permite, en nuestra opinión aprehender de forma adecuada la compleja reali­ En cualquier caso, pensamos, como se explicará posteriormente, que el hecho de
dad internacional de nuestros días y que pone de manifiesto la categoría social en la adoptar la perspectiva de la sociedad internacional como un todo debe suponer el con­
cual las relaciones internacionales encuentran su pleno significado y que permite enfo­ siderar las relaciones internacionales como ciencia autónoma. LANDREER ha expre­
car la solución de los graves problemas del presente desde posiciones no ancladas exclu­ sado claramente esta consecuencia cuando, después de afirmar que «las relaciones
sivamente en el paradigma tradicional. internacionales como ciencia tienen dos grandes objetivos: analizar la estructura y orga­
Fijado el concepto de relaciones internacionales, como sector de la realidad social, nización social global y ocuparse de las formas a través de las cuales esta realidad se
se nos plantea la segunda perspectiva de indagación conceptual, la de las relaciones refleja en el pensamiento de los grupos ideológicos y de civilización, de los grupos
internacionales como disciplina científica y como teoría. nacionales y regionales y en general en los olvidados individuos», señala que ello exige
Es evidente que ese sector de la realidad social ha de ser objeto de consideración una perspectiva propia que no se encuentra en las disciplinas existentes 4°. Considera­
científica. El problema inicial que se plantea es el de si existe una perspectiva cientí­ mos, así, con TRUYOL, que «lo que da lugar a una disciplina especial de las relaciones
fica propia desde la que investigar e interpretar esa realidad social o si, por el contra­ internacionales es, como en toda disciplina, más que el objeto material, el punto de
rio, tal función corresponde a alguna de las disciplinas científicas ya existentes. Esta vista o perspectiva desde el cual dicho objeto material es considerado; o sea, lo que en
cuestión, la de si existe una ciencia autónoma de las relaciones internacionales, ya la la epistemología tradicional se denominará el objeto formal» 41• GoNIDEC apunta per­
tratamos y resolvimos en sentido positivo al estudiar el desarrollo de las relaciones fectamente este sentido al decir que «la ambición de las relaciones internacionales es
internacionales como disciplina científica, por lo que nos remitimos a lo dicho. Nues­ superar los aspectos particulares para operar una visión global del conjunto de los pro­
tra argumentación se basaba, entre otros argumentos, en el hecho de que el estudio de blemas internacionales, reunir lo que actualmente está disperso, recomponer el todo,
las relaciones internacionales exigía una perspectiva global, la de la sociedad inter­ hacer inteligible lo que podría denominarse el "complejo relacional internacional", del
nacional o mundial, que las demás disciplinas eran incapaces de proporcionar, si bien que emergen por fuerza los acontecimientos actuales» 42•
la necesidad de contar con las aportaciones parciales realizadas por las mismas deter­ En consecuencia, puede decirse que las relaciones internacionales son la ciencia
minaba el carácter multidisciplinario de nuestra ciencia. que se ocupa de la sociedad internacional, desde la perspectiva de esa misma socie­
El problema que ahora nos interesa es el del propio concepto de las relaciones inter­ dad internacional, y que la teoría de las relaciones internacionales es una teoría de
nacionales como disciplina científica. Concepto que está en íntima relación con el con­ la sociedad internacional. El concepto de sociedad internacional, o si se prefiere mun-
cepto de relaciones internacionales como sector de la realidad social, pues las
relaciones internacionales en cuanto disciplina científica será aquella ciencia que tiene 39
coino objeto de consideración el sector de la realidad social que se denomina relacio­ En estos casos los autores en ocasiones varían la terminología con la cual designan esta ciencia,
adoptando frente a la clásica «relaciones internacionales», expresiones como «política mundial» o «estu­
nes internacionales. Los criterios que hemos estudiado son, pues, de plena aplicación dios internacionales». Iguahnente frente a la expresión «sociedad internacional» prefieren a veces la de
en orden a definir las relaciones internacionales como ciencia, explicando en gran medi­ «sociedad mundial» o «sistema mundial».
da, según se siga uno u otro, que las relaciones internacionales se configuren como • LANDHEER, Bart, «Toe Science of!nternational Relations», en Intemationalrechliche und Staats­
0

rechtlicheAbhandlugen. Festschriftfür W. Schaetzel, Düsseldorf/Hamburgo, 1960, p. 267.


41
TRUYOL, Antonio, op. cit., p. 62.
38 MEsA, Roberto, Teoría y práctica de relaciones internacionales, 2.ª ed., Madrid,1980, p.183.
42
GONIDEC, P. F., Relations Jntemationales, 2.ª ed.. París. 1977, p. ll.

Página 7
412 INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES BASES PARA LA TEORÍA DE LAS RELACIONt:S ll'l lJ:.Kl�/1.vLV"• �--
dial, es perfectamente válido para.definir el objeto de estudio de nuestra
ciencia y reco­ rar, desde un punto de vista sociológico, es la de si estamos.ante una «sociedad» o una .,,,
ge de forma adecuada la realidad de las relaciones internacionale
s, además de pro� «comunidad». Sin entrar a fondo en el tema, que escapa al sentido de este Proyecto
porcionar a la materia de nue�o estudio una indudable unidad y
coherencia, .· docente, en-este punto partimos de la distinción que entre «sociedad» y «comunidad»
hacen Ferdinand TóNNIES y Max. SCHELER y que POCH ha aplicado a la caracteriza-
ción de las relaciones internacionales 44•
2. OBJETO DE ESTUDIO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES� Desde esta perspectiva estrictamente sociológica, la primera impresión, como lo
LA SOCIEDAD INTERNACIONAL
atestigua el propio ScHWARZENBERGER 45, es que no existe una comunidad interna­
Con todo, nuestra afirmación anterior lleva implícita una cuestión cional, sino una sociedad internacional.
impo
la que depende su total virtualidad. La cuestión de si, dadas las caracterlstic. rtai:J.te de Lo mismo cabría decir desde una perspectiva exclusivamente política, como lo hacen
as qu'e pres
senta el medio internacional; puede hablarse verdaderamente de la existen algunos de los defensores del paradigma tradicional, dado el carácter descentraliza­
cia de una
··· .
.sociedad internacional. i do, no integrado del medio internacional, y el papel del interés nacional y del poder
Desde MAQUIAVELO y HOBBES se ha desarrollado una amplia línea de en las relaciones internacionales.
pensarhient�
que considera que no existe una «sociedad» internacionial, en base al Sin embargo, esa visión de la realidad internacional tiende a desconocer las carac­
estado dJ ariar­
quía en que se encuentran las relaciones internacionales. La base de esta terísticas que ésta presenta en la actualidad. Tanto desde un punto de vista sociológi­
conc6pción
reside en la consideración de que el Estado es la suprema unidad política co como político, debido al creciente fenómeno de la interdependencia y globalización
, el punto de
referencia de todo fenómeno social. De esta forma, frente a la socieda de las relaciones internacionales, que ha hecho que los problemas a que el mundo tiene
d estatal
que a través del pacto.social reina el orden, aparecen las relaciones intemacional en la que hacer frente sean problemas comunes a todos los Estados y seres humanos, por
d domi­
nadas por la lucha, el conflicto, y, en consecuencia, alejadas de la noción de encima de las fronteras estatales, y que, por tanto, ha generado la aparición de intere­
unaJsocie­
dad que ha tomado el Estado como modelo. Junto a esta línea de pensamiento ses comunes y solidarios, que requieren soluciones igualmente comunes y solidarias,
no han
faltado' autores que han partido de una concepción radicalmente opuesta, la realidad internacional de nuestros días aparece en cierta medida como una unidad
consideran­
do que el sistemade Estados no es sino una ficción legal y política que esconde
lla rea­ natural y espontánea, que presenta caracteres reales que la acercan a la noción socioló-
lidad de una comunidad humana universal. Entre ambas posiciones se ha
desariollado gica de comunidad.
igualmente una concepción intermedia que sin negar el carácter de «comuni
dad per, En este sentido, compartimos la tesis de ROSENAU de que la lealtad humana tiende
fecta» del Estado, en palabi:as de SUÁREZ, recalca su interdependencia y necesida
d de a trascender cada vez con más fuerza las fronteras de los Estados, escapando al control
asociación y comunicación, proclamando el principio d� solidaridad de los
Esj:ados y de los mismos y abriendo el camino para la comunidad de intereses a nivel mundial46.
de los hombres como base de la sociedad internacional. Esta se presenta, así,
cómo un Desde una perspectiva jurídico-internacional, aunque no faltan estudiosos, como
fenómeno sociológico y político, pues es desde la unidad de origen y específi
ca del Charles de VISSCHER, para los que la comunidad internacional es, de momento, sólo
género humano y la ley de sociabilidad natural que formula su concept
o de cpmuni­ una exigencia de la razón o «un orden en potencia en el espíritu de los hombres; ri.o se
dadinternacional • El debilitamiento progresivo de esta última concepción. y
43
la afirma­
ción y generalización de la primera e�lica que la cuestión de la existencia de una corresponde a un orden efectivamente establecido» 47, el panorama se presenta, tam­
spciedad
internacional siga presente en algunos autores. bién, de forma diferente. CARRILLO SALCEDO, sobre la base del desarrollo más recien­
Dado que hasta ahora hemos partido en nuestras consideraciones de la exj.stenci te del derecho internacional, que atiende a los intereses generales de la comunidad
a
de una sociedad internacional, sin mayores precisiones, y aunque nos internacional, considera que, aunque ésta no ha perdido su estructura predominante­
plant�aremos
posteriormente más·en concreto esta cuestión, la primera pregunta que hay q�e acla- mente descentralizada, ni el derecho internacional se ha convertido en un sistema jurí­
dico institucionalizado, «la noción de comunidad internacional ha dejado de ser un
43 Aunque conocidas, la validez actual de las palabras de SuAREz, nos obliga a reproducirlas: «La orden en potencia en el espíritu de los hombres para comenzar a corresponder a un or­
razón de esta parte y de este derecho es que el género humano, por muy dividido que esté enl distintos den efectivamente establecido», por lo que ya no es «una mera aspiración política y
pueblos y reinos, siempre tiene alguna unidad, no sólo específica sino también por decirlo así, moral y moral, sino la columna vertebral desde la que debe ser comprendido el Derecho ínter-
politica: a ella se refiere el precepto natural de mutuo amor, el cual alcanza a todos, aún a los' extraños
y de cualquier pueblo. Por eso, aunque cada ciudad perfecta, Estado o reino sea en sí mismo uha comu­
nidad perfecta compuesta de sus miembros, sin embargo, todas ellas son de alguna manera ipiembros 44 Poca G. DE CAVIEDES, Antonio, «Comunidad internacional y sociedad internacional», Revista de
de este universo que abarca todo el género humano, pues esas comunidades por separado nunca son tan Estudios Políticos, vol. 6, n.º 12 (1943), pp. 341-400.
autárquicas que no necesiten de alguna ayuda, asociación y comunicación mutua, unas veces para estar 4
s ScHWARZENBERGER, Gerog, Power Politics, op. cit., pp. 11-12.
mejor y para mayor utilidad, otras veces por cierta necesidad e indigencia moral, como es claro por el uso 46 RosENAU, James N., The Study ofG/obal Interdependence, Londres, 1980.
mismo» [SuAREz, Francisco, De Legibus, ID, 2, 6 (ed. de J. R. Eguillor Muniozguren, I. E. P.), Macjrid, 1967, 47 VISSCHER, Charles de, Théories et réa/ités en Droit International Pub/ic, 4.' ed., París, 1970,
vol. 1, pp. 190-191]. pp. l lOy 123.

Página 8

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416 INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

de TRUYOL de que «la sociedad internacional no es sino la sociedad humana conside­ lugar, un cierto grado de aceptación de reglas e instituciones comunes para la regula­
rada bajo cierto aspecto» 56• La sociedad internacional dentro de este amplio concep­ ción y ordenación de esas relaciones. Tercero, y consecuencia de lo anterior, la exis­
to viene caracterizada principalmente por la escasa integración del medio. En este sentido tencia de un elemento de orden, precario e imperfecto, lo que significa que es posible
la sociedad internacional constituye una sociedad de tipo particular, caracterizada po; y deseable buscar nuevas formas de convivencia social a través del cambio de las estruc­
el bajo nivel de integración de sus elementos y por la autonomía de los mismos. Auto­ turas actuales. Cuarto, el hecho de que esas relaciones sociales configuran un todo com­
nomía que viene limitada, hoy, por el hecho de la acentuada y creciente interdepen­ plejo que es más que la suma de las mismas. En este sentido, en ciertos aspectos la
dencia existente entre sus partes, que engendra situaciones de desigualdad y dependencia. sociedad internacional, como tal, está condicionada no. sólo por los fines e intereses
Si de las consideraciones anteriores se desprende que existe una sociedad interna­ de sus miembros, sino igualmente por la propia naturaleza e interés del todo.
cional, lo que es más problemático es cuál sea su naturaleza y alcance, pues muchos de Tal realidad implica un variado elenco de actores, que van desde los Estados, como
los partidarios del paradigma tradicional, que admiten la existencia, la limitan a una miemln"os privilegiados, sobre todo en el plano formal, las organizaciones internacionales,
. sociedad simplemente interestatal. Expresivos de esta posición son los argwnentos esgri­ las organizaciones no gubernamentales de la más variada naturaleza y alcance, las empre­
midos por ARON en una de sus últimas aportaciones. Este autor, después de reconocer sas transnacionales y los movimientos de liberación nacional, hasta el individuo, pasan­
que el sistema interesta_tal no puede identificarse con la sociedad_ internacional, sino do por otros fenómenos sociales, como las clases sociales y grupos de presión c:uya
que representa sólo un aspecto particular de la misma, duda en dar el pasó decisivo que acttµlción en el plano internacional es de dificil concreción desde un punto de vista
le llevaría a afirmar que existe realmente una sociedad internacional más amplia que formal.
la constituida exclusivamente por Estados: «Tal vez pueda denominarse sociedad in­ __ c. La actuación de tales actores viene condicionada por una amplia serie de factores
ternacional o sociedad mundial al conjunto que engloba el sistema interestatal, la eco­ ·�- '--'"'geográficos, demográficos, económicos, ideológicos, culturales, técnico-científicos,
nomía mundial (o el mercado moodial o el sistema económico mundial) y los fenómenos militares, históricos y psicológicos, que dotan a las relaciones internacionales de una
transnacionales y supranacionales, aplicándoles el adjetivo internacional a todos los aspec­ extraordinaria complejidad. Las relaciones en sí mismas son de la más variada natu­
tos que he diferenciado. Por comodidad, denominemos sociedad internacional al con­ raleza económica, política, cultural, tecnológica, y un largo etcétera, que comprende
junto de todas esas relaciones entre Estados y entre personas privadas que permite pensar todo tipo de relaciones sociales.
en la unidad de la especie humana No creo que la fórmula sociedad internacional o, Todo lo cual, unido al carácter descentralizado y no integrado del medio en el plano
preferentemente, mundial constituya un verdadero concepto. Designa, sin describirla, del poder, proporciona a la sociedad internacional su especificidad frente - a otros tipos·
una totalidad que incluiría a la vez el sistema interestatal, el sistema económico, los moví� de sociedades.
Esta sociedad internacional, frente a la relativa simplicidad de la sociedad de la
rrúentos transnacionales y las diversas formas de intercambios [...] de sociedades civi­
les a sociedades civiles, y las instituciones supranacionales. ¿Puede denominarse sociedad posguerra, es una sociedad compleja, con dramáticos problemas de naturaleza global,
que, conio ya apuntamos al abordar la cuestión de si era una «sociedad» o una «comu­
a esta especie de totalidad, que no conserva casi ninguno de los rasgos característicos
nidad», se encuentra en proceso de mutación, de cambio o en situación de crisis, como
de una sociedad, cualquiera que sea? ¿Puede hablarse de un sistema internacional que
consecuencia de las tensiones dialécticas que se producen entre lo nuevo y lo viejo,
incluya todas las formas de la vida internacional? Lo dudo» 57•
entre el futuro y el pasado, entre un inundo de Estados que continúa anclado en el viejo
Estos argwnentos, determinados por el paradigma tradicional, no nos parecen váli­
dogma de la soberanía nacional y un mundo complejo; global e interdependiente en
dos para negar el carácter global de la actual sociedad internacional. La sociedad inter­
el que no existen fronteras, entre las soluciones nacionales y egoístas que continúan
nacional de nuestros días no es exclusivamente interestatal, sino también transnacional
ofreciendo los Estados y las soluciones comunes y solidarias que demanda el carác­
y humana, en razón de la diferente naturaleza de los actores de la misma y de su inte­
ter global y humano de los problemas.
rrelación e interacción, del carácter múltiple y variado de las relaciones e interaccio­
Es así, como establece CARRILLO, una sociedad más flexible y dinámica, que, al
nes que se producen en su seno y del alcance común y global de los problemas y mismo tiempo que ofrece más posibilidades de cambio, ofrece también más posibili­
soluciones. dades de enfrentamiento y, con ello, más inseguridad 58•
Desde esta perspectiva, cuatro son las características básicas que interesa subrayar Sumariamente, sus características más sobresalientes, todas ellas en íntima inte­
en orden a establecer el alcance de la sociedad internacional. En primer lugar, la exis­ rrelación, serían: ser una sociedad universal o planetaria, profundamente heterogénea
tencia de una pluralidad de miembros, no sólo estatales, que mantienen entre si rela­ y compleja, crecientemente interdependiente y global y políticamente no estructura­
ciones estables y no esporádicas, que son tanto de tipo cooperativo como de oposición. da o integrada.
Tales relaciones son inteligibles y susceptibles de explicación racional. En segundo Su carácter universal o planetario, consecuencia de la revolución científico�técni­
ca y comunicacional, de la expansión del sistema económico capitalista y del proce-
56 TRUYOL, Antonio, La sociedad internacional, 3.ª ed., Madrid, 1981, p. 26.
57 ARoN, Raymond, Les dernieres annés du siecle, París, 1984; ed. castellana: Los últimos años del
siglo, Madrid, 1984, p. 22.
58
CARRILLO, Juan Antonio, op. cit., p. 14.

Página 9
BASES PARA LA TEORÍA DE LAS RELACI01'1ES INTERNACIONALES 41{).
418 INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES
1
estatal,y,en consecuencia, una internacionalización o universalización de los derechos,
so de descolonización, se manifiesta tanto a nivel estatal como a nivel estrictamente
humano y se.proyecta en una unificación dei campo diplomático, en una unificación intereses y destino de los hombres. Todos los grandes problemas de nuestro tiempo, el
problema de la paz y de la guerra nuclear, la explosión demográfica, el agotamiento de
del campo estratégico,en una unificación del sistema comunicativo y en una unifica­
los recursos, la degradación del medio ambiente,la desigual distribución de la riqueza,
ción o mundialización del sistema económico.
el �ambre y la miseria humanas y la opresión, por no citar sino algunos de los más dra­
A nivel humano,estamos también ante una sociedad universal que,sobre todo cbmo
máticos y urgentes, son expresión y productos de la interdependencia y globalidad que
consecuencia de la revolución científico-técnica y comunicacional, ha roto las barre­ caracterizan a la sociedad internacional, y de la ruptura de la valide_z del referente esta­
ras tradicionales que separaban a las distintas comunidades humanas a todos los riive­
tal para hacer frente a los mismos.
les y ha dado progresivamente conciencia de ese hecho a los seres humanos. En ese Lo anterior no significa,sin embargo,como ya pusimos de manifiesto,que el dogma
contexto, al que habría que añadir los efectos producidos por la universalización del de la soberanía y las viejas creencias e intereses,aunque estén profundamente erosionados,
sistema económico, ya no es posible a nivel exclusivamente estatal la satisfaccióh de hayan sido superados. Como señala CARRILLO, «a pesar de todos estos datos de la prác­
los derechos y necesidades de los seres humanos, y la barrera entre lo interno y lo iiiter­ tica internacional, creo igualmente que seria prematuro considerar como sobrepasa­
nacional, a pesar de las fronteras estatales, ha desaparecido como elemento deliririta­ da y anacrónica la noción de soberanía estatal, y pensar que laHum_anidad o la comunidad
dor de la subjetividad internacional de los hombres y de los pueblos. Los graves probldmas internacional ha desplazado a los Estados. En otras palabras, si bien es evidente que
del mundo actual han dejado de ser problemas exclusivamente estatales paraser:no :sólo los grandes problemas globales de nuestro tiempo -son mundiales, afectan a la CClmu­
problemas globales, sino sobre todo problemas de los hombres y de la humanidad; nidac;Lm.1ernacional en su conjunto y careceri de solución en el plano exclusivamente
Se trata también de una sociedad profundamente heterogénea y compleja en tjom­ nacThnal -con lo que existe una innegable contradicción entre la mundialización de
paración con la relativa homogeneidad que caracterizó a las sociedades internacibna­ los problemas y la inexistencia de centros de decisión institucionalmente internacio­
les del pasado. La heterogeneidad, que se manifiesta en los planos geográfico y de rectirsos nales-, igualmente evidente me parece el indiscutible papel que aún dese�pefí.a la
naturales,demográfico, ideológico, político,jurídico,militar, económico,cultural,yien­ soberanía como idea-fuerza, política y jurídicamente» 59• De a:hí nace precisámeilte la
tífico-técnico y un largo etcétera, deriva no sólo de la gran variedad de actores de las especial problematicidad que presenta la solución de los problemas señalados.
relaciones internacionales,Estados,organizaciones internacionales, organizaciones no Finalmente,de las anteriores consideraciones se deduce la última caracteristica gene­
gubernamentales, empresas transnacionales, grupos sociales y políticos de la más v¡ui.a­ ral de la sociedad internacional actual, la ausencia de mi poder políti,co integrado a
da naturaleza, individuos,sino igualmente de las profundas diferencias a todos los ni­ nivel global, capaz de manejar la interdependencia, regular adecuadamente las rela­
veles que existen entre los actores de una misma naturaleza. La complejidad es prodt.lcto, ciones y conflictos de esa sociedad, imponer valores democráticos y de solidaridad y
por una parte,de la propia heterogeneidad de los actores y del carácter interdependiente, solucionar esos problemas globales.
multiforme y con frecuencia contradictorio de sus intereses, acciones y relaciones, así Nos hemos referido a la existencia de un cierto orden en la sociedad internacional
como de la naturaleza global y multidimensional de la propia sociedad internacional, · y a la necesidad de buscar nuevas formas de convivencia social en el seno dé la misma.
y por otra, de la tensión dialéctica entre el protagonismo individualista de los actores, Ello plantea un problema que cada vez está más presente en el quehacer de los inter­
sobre todo de los Estados, y la necesidad de un protagonismo de la propia sociedad nacionalistas: la relación entre orden y justicia en las relaciones internacionales. Es
interna.cional como tal. . cierto que el orden en el plano internacional constituye un valor deseable, pero no lo
Simplificando, se podría decir que esa heterogeneidad y complejidad viene '1efi�
j
es menos que la justicia es igualmente un valor a alcanzar y que orden y justicia entran
nida en cada monnento y para cada fenómeno por dos grandes ejes de problemas,puya. coii frecuencia en conflicto.
conjunción determina el carácter global y común de nuestra sociedad internacional y Sin perjuicio de volver más adelante a tratar este punto, interesa ahora señalar que,
de sus problemas, que.a su vez actúa sobre los problemas y situaciones particuÜrres. dado que la sociedad internacional no es sólo un sistema de Estados sino también; y
Por unlado,el eje de las relaciones Este-Oeste, cuya problemática parece perde�pro­ sobre todo, un medio social en el que sus miembros esenciales y principales son los
tagonismo, y, por otro; el eje de las relaciones Norte-Sur, de problemática creciente, hombres, de forma que puede decirse que la sociedad internacional es la humanidad,
que a su vez se cruzan y condicionan mutuamente, originando los más diversos! pro­ el orden internacional no puede ser un valor prioritario en todos los casos sobre la jus­
blemas, dando lugar a las más variadas situaciones e intereses en juego y condicio- ticia,sea ésta internacional, en cuanto se refiere a los Estados,humana,en cuanto tiene
muido en mayor o menor medida el comportamiento de los actores. como destinatario al hombre, o mundial, en cuanto se deriva de ese todo que constitu­
La tercera característica general de la sociedad internacional, ya puesta de �ani­ ye la sociedad internacional. Además, no debe olvidarse que el orden internacional,en
fiesto en la consideración de las dos anteriores,es su creciente interdependecia � glo­ cuanto valor deseable y a alcanzar, no puede identificarse exclusivamente con el orden
balidad, producto del carácter espacialmente cerrado,fisicamente limitado,politican;iente impuesto por los Estados, so pena de reducir la dimensión social de los hombres.
bloqueado y universal de esa sociedad internacional, y de la heterogeneidad y com­
plejidad señalada. Esta realidad ha producido una internacionalización o,mejor,ti-ans­
59 CARRILLO, Juan Antonio, ibídem, p. 212.
nacionalización de la mayor parte de los problemas, que antes se limitaban a la esfera

Página 10
420 INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Sólo una perspectiva cosmopolita, que se deriva de la noción de sociedad inter­ raleza y los factores de cambio que afectan a las interacciones entre dichos indivi­
nacional como sociedad de la humanidad, como un todo que es más que la suma de duos o grupos » 61•
su s partes en cuanto cons tituye un medio de vida en común, proporciona el criterio CoLARD, basándose en el criterio de la internacionalidad, y en consecuencia con
de realización de la justicia y de mantenimiento del orden. Sólo es a perspectiva cos ­ un planteamiento que nos parece in suficiente, pero que es expresión de una posición
mopolita, que no es una utopía, sino que descansa en la propia realidad internacio­ extendida, considera que «el estudio de las relaciones internacionales engloba las rela­
nal, nos permite formular el concepto de sociedad internacional, explicar sus ciones pacíficas o bélicas entre E stados, el papel de las organizaciones internaciona­
elementos, actores, relaciones y estructuras, señalar sus problemas, defectos e injus­ les, la influencia de las fuerzas transnacionales y el conjunto de intercambios o actividades
ticias, explorar sus soluciones y, en suma, elaborar una teoría de la sociedad inter­ que atraviesan las fronteras e statales» 62• En el mismo sentido, LEDERMANN señala que
nacional. «esta disciplina tiene por finalidad examinary explicar los factores esenciales , las fuer­
Establecido que las relaciones internacionales son la ciencia que estudia la socie­ zas profundas, las bases intelectuales, ideológicas y doctrinales así como prácticas, de
dad internacional hemos fijado el campo objeto de consideración de nuestra ciencia. las relaciones entre E stados, entre pueblo s, entre individuos y grupos de individuos
que viven en las diferentes naciones, así como las reglas, los mecanismos y las insti­
Sin embargo, de nuestras propias consideraciones en torno a la misma se desprende
la existencia de un objeto de estudio enormemente amplio y que cubre un gran núme­ tuciones que rigen estas relaciones» 63•
Frente a una delimitación de e sta naturaleza, otros intento s de fijar el ámbito de
ro de relaciones sociales internacionales cuya incidencia respecto de la sociedad inter­ las relaciones internacionales han partido de la noción de sociedad intern�cional, acer-
nacional, en cuanto tal, e s de muy distinto orden. Al formular el concepto de relaciones cándose más, como ya hemos puesto de manifiesto, a lo que con sideramos debe ser
internacionales decíamos que eran aquellas re laciones entre individuos y colectivida­ la perspectiva que ilumine la determinación del campo de estudio, bien entendiendo
des humanas que configuran y afectan a la sociedad. internacional. Se impone, pues, que, en última instancia, no hay aspecto de la vida humana que caiga fuera del ámbi­
delimitar más precisamente el campo de estudio de las relaciones internacionales, al to de las relacione s internacionales, bien limitando el campo a la sociedad internacional,
objeto de hacer factible y operativa su consideración científica. entendida en un sentido más restrictivo. GoNIDEC, al es timar que las relaciones inter­
La tarea no es fác,il, debido no sólo a la multiplicidad y la complejidad de las rela­ nacionales estudian la sociedad internacional, establece como cuestiones objeto de estu­
dones internacionales, la diversidad de niveles en que se desarrollan y la variedad de dio las siguientes : ¿Qué es la sociedad internacional? ¿ Cuál es su estructura? ¿Cuáles
actividades que compiend� sino igualmente al continuo proceso de cambio que expe­ los elementos de que se compone? ¿ Cómo se articulan estos elementos? ¿ Cuál ,es el
rimenta e1 ámbito de las relaciones internacionales, como consecuencia del fenóme­ tipo de relaciones que se establecen entre las diferentes partes de la sociedad ini:ema­
no de globalización y de la progresiva interdependencia entre el orden interno y orden ciona1? ¿Qué e s lo que contribuye a su supervivencia, a su desarrollo o a"su ocaso? 64•
internacional. Por otro lado, la delimitación del campo de estudio es relativa y :fun­ ScHWARZENBERGER, en línea parecida, afirma que «el campo de la ciencia de las rela­
cional, dependiendo en cierta medida de la perspectiva adoptada 60• A lo anterior se ciones internacionales es la sociedad internacional. Sus objetos son la evolución y estruc­
añade la dificultad adicional que supone la consideración de las relaciones interna­ tura de la sociedad internacional; los individuos y grupos que se ocupan activa_ o
cionales desde un punto de vista global, que exige superar la concepción tradicional pasivamente en este nexo social; los tipos de conducta en el medio internacional; las
que acostumbra a fijarse en las relaciones internacionales desde la óptica del Estado fuerzas que operan tras la accíón en la esfera internacional y los modelos de las cosas
y de su política exterior. A pesar de todo, la delimitación es necesaria, pues toda dis­ futuras en el plano internacional» 65• Por su parte, MEDINA, con un planteamiento simi­
ciplina científica necesita una materia de estudio y la fijación del mismo supone la lar, esp ecifica el campo de estudio de las relaciones internacionales en los siguientes
adopción de métodos de análisis concretos. En definitiva, si la perspectiva adoptada términos: «Las relaciones internacionales se ocupan, en primer lugar, del sistema inter­
determina en cierto grado el campo a es tudiar, éste a su vez condiciona en gran medi­ naciónal en s u conjunto, es decir, de la sociedad internacional, su estructura y su evo­
da el enfoque metodológico. lución. En segundo lugar, hemos de ocuparnos de los actores o p!lrticipantes en el sistema:
La delimitación del campo de estudio se ha realizado, así, desde planteamientos Estados, organizaciones internacionales, grupos particulares, individuos. En tercer lugar,
diversos . REYNOLDS, desde el planteamiento clásico que considera las relaciones inter­ habremos de es tudiar los factores ambientales y las fuerzas, sociales y espirituales,
nacionales en situación de anarquía, establece que «el objeto de la ciencia de las rela­ que actúan en la esfera internacional. Finalmente, habremos de considerar el proceso
ciones internacionales es, por con siguiente, el estudio de la naturaleza, de la
dirección y de las influencias que sufren las relaciones entre individuos o grupos 61 REYNOLDS, P. A., op. cit., p. 10 de la 2.' ed. inglesa y p. 20 de la versión castellana de la l.ª ed.
que actúan en un campo especial de configuración anárquica, as í como e l de la natu-
inglesa.
62 COLARD, Daniel, op. cit., p. 12.
63 LEDERMANN, Laszlo, «Considerations épistemologiques...», op. cit., p. 393, y «Étude et en-
60
Un útil y extenso esfuerzo de delimitar el ámbito de las relaciones internacionales puede verse en: seignement...», op. cit., p. 312.
PLATIG, E. Raymond, International Relations Research: Problems ofEvaluation andAdvancement, Santa 64 GoNIDEC, P. F., op. cit., p. 13.
Bárbara, Cal., 1967, pp. 26-44. 65 ScHWARZENBERGER, Georg, op. cit., p. 3.

Página 11
422 INTRODUCCIÓNA LAS RELACIONES INTERNACIONALES BASES PARA LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 423
de formación de decisiones en la esfera internacional y las interacciones entre las uni- 3. PRINCIPALES PROBLEMAS DE UNA TEORÍA DE LAS RELACIONES
dades del sistema» 66• INTERNACIONALES
Aceptada por nosotros una delimitación de esta naturaleza, por cuanto, tomaódo
como punto de partida la sociedad internacional, establece las realidades que hatj. de La teoría de las relaciones internacionales es, como se ha señalado, teoría de la socie­
ser objeto de estudio de las relaciones internacionales, al basarse en una enumeración dad internacional. Sin embargo, a pesar del importante desarrollo teórico y metodoló­
de las mismas, que fija y aclara nuestro campo de investigación, creemos, sin embaigo, gico que han experimentado las relaciones internacionales a partir de la Segunda Guerra
que es indispensable adoptar un criterio que permita seleccionar, de entre ese amplí­ Mundial, nuestra comprensión y análisis de la actual sociedad internacional se encuen­
simo y dificilmente operativo catálogo de fenómenos que tienen lugar en cada una de tra todavía en una situación muy precaria y alejada de las urgentes exigencias que plan­
las realidades enumeradas, aquellos que sobresalen por su incidencia en el curso de tean las relaciones internacionales. Las razones de esta insuficiencia de la teoría de las
los acontecimientos internacionales y, en defmitiva, por su incidencia en la propia socie­ relaciones internacionales de cara a hacer frente a la problemática internacional de nues­
dad internacional. Qué duda cabe, en este sentido, que no tienen la misma importan­ tros días son varias y complejas. En nuestra opinión, los principales problemas que expli­
cia desde la perspectiva de la sociedad internacional, por ejemplo, las relaciones turísticas can la actual incapacidad o insuficiencia en que se mueven las relaciones internacionales,
entre individuos de distintos Estados y las re�aciones económicas entre Estados. Así, en su intento de interpretar y explicar la realidad internacional, se pueden agrupar en
a efectos de hacer operativo y significativo el estudio de las relaciones intemacidna­ dos grandes apartados, según se derivan de las dificultades intrínsecas que presenta todo
les es necesario fijar un criterio que nos proporcione la pauta de nuestra indagación y intento de elaborar una teoría científica en el campo de las ciencias sociales y en par­
haga inteligible nuestro estudio. ticular en el de las relaciones internacionales, a consecuencia tanto de las característi­
Como ha señalado BRUCAN, «una de las razones por las que han fracasado hasta alioia cas del objeto estudiado como de la problemática propia que la noción de teoría científica
los intentos de construir un modelo del sistema internacional ha sido la incapacidad de presenta, o según emanen de la falta de adecuación entre los conceptos y categorías emplea­
tomar una perspectiva que sea, a la vez, lo suficientemente comprensiva como para abar­ dos y la realidad a la que se aplican.
car a todas las fuerzas que actúan en el dominio mundial y lo suficientemente discrimi­ Nuestra intención en este apartado no es analizar exhaustivamente esos problemas
nativa como para distinguir entre fuerzas que son permanentes y decisivas; otras que!scin que se presentan en la elaboración de una teoría de las relaciones internacionales, sino
intermedias y otras más que son simplemente contingentes y accidentales» 67• simplemente llamar la atención sobre aquellos que nos parecen más significativos en
No podemos, pues, pretender el análisis de todas las relaciones internacionales, orden a sentar las bases de una teoría de las relaciones internacionales 69• Si queremos
pues hay muchas que son periféricas desde el punto de vista de la sociedad interna­ obtener un conocimiento científico de ese medio social y de las relaciones que en él
cional. En esta cuestión es la perspectiva global la que nos permite seleccionar los f4nó� se desenvuelven, es necesario un mínimo de ordenación conceptual y metodológica
menos internacionales a la hora de su estudio. Se ha de aplicar un criterio de relevancia, lo que exige previamente una toma de conciencia de los problemas teóricos a que nos
en el sentido explicitado por SCHWARZENBERGER: «Tenemos que preguntarnos a noso­ enfrentamos.
tros mismos si estas cuestiones, y en qué grado, son pertinentes desde el punto de .Jista Pero ¿qué entendemos por «teoría»? Empleamos el término «teoría», en un sentido
de la sociedad internacional considerada en su totalidad>> 68• Es su incidencia en la esfuic­ amplio, como un conjunto coherente y, en principio, sistemático de generalizaciones
tura y dinámica de la sociedad intern�cional en cuanto tal lo que proporciona la p��ta sobre un fenómeno o fenómenos sociales, obtenidas a partir de ciertos postulados o
de nuestro estudio, bien entendido que esa relevancia po<ha derivarse tanto de. la! irri­ inducidas de la realidad, que explican lógicamente o dan sentido a esa misma reali­
portancia cuantitativa como de la importancia cualitativa de las relaciones·o fenómenos dad que es objeto de consideración. Sólo a través de la teoría es posible establecer un
a considerar. Con ello enlazamos con nuestro concepto de las relaciones internaciona­ marco de análisis que posibilite la ordenación coherentemente de la multitud de datos
les, en cuanto sector dé la realidad social, como aquellas relaciones entre individuos y hechos que configuran las relaciones internacionales en un modelo comprensivo.
y colectividades humanas que configuran y afectan de modo esencial a la sociedad El primer problema a que se enfrenta la teoría es el derivado del carácter subjeti­
internacional en cuanto tal. vo, personal, que tiene toda aproximación y análisis de la realidad social. El mito de
Tal criterio ha de ser en todo caso orientativo y nunca se ha de adoptar en téµrri­ la ciencia neutral en el campo de las ciencias sociales no es más que eso, un mito, que
nos ·absolutos, pues debemos ser conscientes de que lo relevante está en funciótj. del no se corresponde con la realidad. Mito que, por otro lado, a pesar de los intentos rea­
propio planteamiento personal y de la perspectiva que cada uno sigue a la hora de enfren- lizados por algunos de los autores que se incluyen dentro de la concepción científica
tarse con el estudio de la realidad internacional. de las relaciones internacionales, se ha derrumbado claramente en nuestros días. EHo
no supone, sin embargo, negar todo sentido objetivo a la labor teórica, pues ésta se l;ia
66
MEDINA, Manuel, La teoría de las relaciones internacionales, op. cit, pp. 151-152.
67
BRUCAN, Silviu, op. cit., pp. 65-66. 69
Para este punto, vid., también: ARENAL, Celestino del, «Problemas y perspectivas de las relaciones
68
ScHWARZENBERGER, Georg, op. cit., p. 4. Vid. en sentido parecido: MATHISEN, Trygre, Reseafch in internacionales como teoría y como ciencia», en Pensamiento Jurídico y Sociedad Internacional. Estudios
Jnternational Relations, op. cit., p. 222. · en honor del profesor D.Antonio Truyol, Madrid, 1986, vol. I, pp. 123-146.
Página 12
1
Las Relaciones Internacionales: Consideraciones

disciplinarias

Dra. Luz Araceli González Uresti 1

RESUMEN

Los estudios y reflexiones en torno a los procesos mundiales, fuesen éstos en

términos de guerra, paz, alianzas, cooperación u otros mecanismos de convive11cia,

han estado presentes desde la más remota antigüedad como parte de las inquietudes

de distintos pensadores. Aportes como los de Chanakya (Kautilya) en India, Mencio y

Sun Tzu en China, o el propio Tucídides en la antigua Grecia, no hacen sino

evidenciar la producción intelectual de temas relativos a los asuntos más allá de las

fronteras propias que se remontan varios siglos antes de nuestra era. Con el devenir

del tiempo distintas áreas como la F!!osofía, la Historia, el Derecho y más tarde la

Economía y la Política se fueron adjudicando la tarea de ser el espacio de reflexión de

los temas internacionales, y no va a ser sino hasta los inicios del siglo XX que verá la

luz una nueva disciplina: las Relaciones Internacionales. No obstante ésta, desde sus

orígenes y hasta nuestros días, ha estado inmersa en diversos debates en torno a su

naturaleza, especificidad, consistencia epistemológica y posición disciplinaria en el

contexto de las ciencias sociales, llegándose incluso, en algunos ámbitos, a negar su

propia existencia. En este marco, resulta imperativo hacer algunas reflexiones en torno

al peso y significado que han logrado alcanzar los estudios internacionales en nuestrps

1
Doctora en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM). Profesora-investigadora del Departamento de Relaciones
Internacionales y Ciencia Política del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
(ITESM). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONACYT), México. Autor¡_¡ de varios artículos sobre teoría de relaciones internacionales y
política mundial.

Página 13
días, al amparo de esta disciplina tan cuestionada por diversas comunidades

epistémicas.

ABSTRACT

Studies and reflection regarding international processes, whether in the areas of peace

or war, conflict or cooperation or any other form of socializing have been present since

the most remate antiquity, as part of the interests of severa! thinkers. Contributions

such as those of Kautilya in India, Mencius and Sun Tzu in Ancient China, or

Thucydides in Classical Greece are clear evidence of intellectual production on tapies

devoted to affairs beyond local boarders, which were already the focus of attention long

befare our era. As time went by, different disciplines such as Philosophy, History, Law,

and later Economics and Political Science laid a claim on the duty of analyzing

international affairs and it would not actually be until the beginning of the 201h century
..
that the new discipline of international relations was born. Since its inception in the field

of the social sciences, however, IR has been immersing in a series of debates

regarding its nature, specificity and epistemological consistency. Sorne have even

denied its status as a scientific discipline. In this context it becomes imperative to

reflect upan the meaning and specific weight reached by international studies in these

days and review the status of this discipline still questioned within the realm of diverse

epistemic communities.

Introducción

Considerando que desde sus orígenes como disciplina social a principios del siglo XX2 ,

y hasta nuestros días, el estudio de las Relaciones Internacionales se ha caracterizado

por la presencia de diversos· debates en torno a su naturaleza, especificidad,

2
David J. Sarquís. Relaciones Internacionales: una perspectiva sistémica, Porrúa, México, 2005, pp. 173-
176.

Página 14
consistencia epistemológica y posición disciplinaria en el contexto de las ciencias

sociales, llegándose incluso a negar la propia existencia de la disciplina, resulta

imperativo hacer algunas reflexiones alrededor del peso y significado que han logrado

alcanzar los estudios internacionales en nuestros días, al amparo de esta disciplina tan

cuestionada por diversas comunidades epistémicas.

Incluso debemos evaluar las polémicas que giran, no sólo en relación con su posición

disciplinaria, sino con el interior de sus propias comunidades de estudiosos, quienes

constantemente proclaman la existencia de profundos debates teóricos y

paradigmáticos en el seno de la disciplina 3 •

Es común escuchar en diversos espacios que van desde la academia hasta charras

más informales, afirmaciones que sostienen que las Relaciones Internacionales no son

una disciplina propiamente, pues sólo es una rama de la Sociología, o bien, otros que

la vinculan con la Ciencia Política, con la Economía e incluso muchos que la ubican en
. .
términos de su identificación disciplinaria con el Derecho, al punto de utilizarse como

sinónimos las nociones de relaciones internacionales, política internacional, derecho

internacional o incluso diplomacia.

No obstante, más allá de estos cuestionamientos en torno a su validez y ubicación

como disciplina, hoy prácticamente nadie puede cuestionar la imperiosa necesidad y

utilidad que se tiene de estudiar los temas relacionados con los asuntos mundiales. El

mundo contemporáneo, caracterizado entre otras, por las tendencias de � la

globalización, la interdependencia y el aceleramiento de los contactos de todo tipo a

nivel internacional, ha puesto en evidencia la creciente necesidad de entender,

analizar y sobre todo formar profesionlstas mejor capacitados para dar cuenta de esta

dinámica. Sin embargo, este reconocimiento que se refleja en el número creciente de

instituciones que incorporan en sus planes de estudio los temas internacionales, ya

sea como materias complementarias o propiamente como licenciaturas o estudios de

3 Celestino Del Arenal. Introducción a las Relaciones Internacionales, Tecnos, España. 1992, p. 25.

Página 15
especialidad y posgrados, el estatus de tales estudios sigue siendo motivo de debate

y controversia, pues aún hay quienes niegan la cientificidad y el carácter disciplinario

de éstos.

Debemos aclarar, que si bien durante muchos años, incluso siglos, los hombres

habían escrito y reflexionado sobre los fenómenos internacionales, no va a ser sino

hasta el periodo entre guerras del siglo pasado en el que esta materia de estudio se

formaliza y adquiere carácter disciplinario. Por lo tanto y derivado de su reciente

incorporación al plano de las ciencias sociales, pues no ha cumplido aún cien años de

vida, es que ésta se ha visto sometida a las más duras críticas sobre su estatus y

vinculación con otras áreas del saber.

El trabajo que a continuación se presenta busca hacer algunas reflexiones en torno a

la problemática disciplinaria .en la que han estado inmersos los estudios

internacionales, recapitular sobre el surgimiento y la consolidación de esta área de

estudio y analizar el papel que esta disciplina tiene en el contexto de las ciencias en

general y de las sociales en particular, partiendo de la tesis central q ue las Relaciones

Internacionales son una disciplina más del amplio espectro de las ciencias sociales, y

que si bien se ha nutrido de los aportes de otras áreas como la política, el derecho, la

sociología, entre otras, esto no le niega su especificidad y existencia propia.

El arranque del tumultuoso siglo XX y la disciplina de las Relaciones

Internacionales

Si partimos de la consideración que··una disciplina se define como un conjunto de

conocimientos organizados y s,stematizados orientados a la enseñanza y formación

de profesionales en un área del saber humano, y en consecuencia, la actividad

disciplinaria se identifica como la formulación y reformulación incesante de un cuerpo

de conocimientos sobre una materia objeto de interés social4 , o como lo apunta la Dra.

4 Cfr. H. Heckhausen. "Disciplina e lnterdisciplinariedad", en lnterdisciplinariedad, de G. Berger, ANUIES,


1980.

Página 16
Arroyo Pichardo: "por disciplina debe entenderse un conjunto de conocimientos

organizados para la enseñanza; de ahí su diferencia con la ciencia, que es el resultado

no de la actividad de enseñanza sino de investigación" 5, podemos señalar que el

surgimiento de toda disciplina está directamente vinculado a una actividad científica

previa, es decir, mientras que la actividad disciplinaria está orientada a la enseñanza y

el aprendizaje de conocimientos científicos, la ciencia se entiende como esa actividad

humana que busca dar respuesta a las incógnitas surgidas en la mente de lps

investigadores sobre determinados asuntos o aspectos de la realidad que se perciben

como problemáticos. Asimismo, debe destacarse que el quehacer científico como

actividad intelectual está directamente condicionado por el mundo real, o sea, los

cambios, retos y necesidades que presenta el entorno, se convierten en objeto de

indagación científica.

En consideración de lo anterior, es que para poder entender el advenimiento de las

Relaciones Internacionales como una disciplina más dentro del contexto de las

Ciencias Sociales es imperativo detenernos un poco para recordar cuáles eran las

condiciones imperantes en el mundo en aquella época.

Al inicio del siglo XX parecía primar en la atmósfera de las sociedades desarrolladas

un ambiente de confianza y optimismo derivado de los importantes logros y avances

de la era del capitalismo industrial, producto de la modernidad que no hacía sino

garantizar el progreso y el bienestar- de la sociedad. Las promesas del progreso

afincadas en el pensamiento lib_eral e individualista de la época garantizaban, por lo

menos para los pueblos de Europa occidental y Estados Unidos, la aurora de una

nueva y más feliz era en la historia de la humanidad, tal y como lo relata Michael

Howard en uno de sus trabajos 6 .

5 Graciela Arroyo Pichardo. "El carácter disciplinario de las Relaciones Internacionales y su estructura
dentro del nuevo plan de estudios", en Revista Relaciones Internacionales, No. 16, Vol. V, enero-marzo
1977, UNAM, México D.F, p. 29
6 Michael Howard. Historia Oxford del Siglo XX, Edit. Planeta, España, 1999, p. 27.

Página 17
El capitalismo liberal afincado en las ventajas materiales que otorgaban la revolución

industrial, el libre mercado, la producción en serie, aunado al proyecto político en el

que la democracia liberal iba ganando terreno con sus ideales de igualdad política,

libertad d e expresión de asociación y de participación en la vida pública de los estados

con la extensión del sufragio y la instauración de gobiernos representativos, se iría


�-
convirtiendo en el germen que paulatinamente llevaría a los proyectos políticos de la

época a confrontaciones, prácticamente inéditas, no obstante, "en 1900 las fuerzas de

· la ciencia, la razón, y el progreso que se relacionaban con la Ilustración del Siglo XVIII

parecían haber ganado el combate en Europa" 7•

La llegada y consolidación del ferrocarril, los buques de vapor, el desarrollo de la

electricidad, el motor de combustión interna, y los avances en la física, química y

evidentemente en el área de las comunicaciones y transportes no hacían sino

evidenciar las virtudes del progreso y con ello la idea de la "Bel/e Epoque" se

afianzaba en la mente de los europeos y norteamericanos, prueba de ello fue la

Exposición Universal de 1900. "Estos avances en ciencia y tecnología... crearon a

ambos lados del Atlántico, una convicción casi indiscutible de la superioridad cultural y

hasta racial de las razas "blancas" respecto al resto de la humanidad ... creencia que

solía combinarse con un sentido del deber de llevar las "bendiciones" de la


8
"civilización" a los pueblos "atrasados" • Crece así la confianza en que las

innovaciones tecnológicas y el uso y perfeccionamiento de las máquinas generarán

beneficios y mejores condiciones de vida para toda la humanidad y no sólo para unos

cuantos. No obstante, las rivalidades entre Alemania, Inglaterra, Francia y Estados

Unidos, entre otros, se iban agudizando por la carrera que se habían impuesto a sí

mismos por alcanzar el mayor nivel de progreso y hacerlo extensivo como parte de su

"misión civilizadora". Estas rivalidades serían la nota constante que marcarían las

7
Ibídem, p. 28
8
Ibídem, p. 33

Página 18
relaciones internacionales de las primeras décadas del naciente siglo XX y que

marcarían el estallido de dos conflagraciones de alcance mundial9 •

La política internacional del naciente siglo se definía, como de hecho sigue ocurriendo,

como esas relaciones de poder entre dos o más actores, estatales y no estatales,

pertenecientes a diferentes sistemas políticos, donde la anarquía y la lucha por el

poder es la constante 10• De ahí que el enfrentamiento entre los diversos protagonistas

inició desde las más veladas intenciones de dominio o imposición, hasta las más

abiertas y burdas políticas agresivas e intervencionistas derivadas sobre todo de la

presencia permanente de intereses antagónicos que derivaron en el estallido de las

guerras mundiales.

Al revisar los procesos de la sociedad internacional del siglo pasado, y de cualquier

otra época, no podemos dejar de observar la recurrencia permanente y alternada de

esquemas de cooperación y conflicto. Los analistas señalan que al realizar un estudio

detallado de los diferentes procesos históricos, difícilmente podríamos identificar

situaciones de conflicto puro o de cooperación total. Ambos comportamientos están

siempre presentes, pues hasta en la más devastadora de las guerras podemos

observar intentos de cooperación y por el contrario, en cualquier situación de apoyo y

cooperación suelen observars�. aun de la manera más velada, la existencia de

intereses encontrados. Esta lógica y su comprensión será en gran medida una de las

motivaciones que llevaron al diseño de una nueva disciplina11•

De esta forma, el devenir del siglo XX se caracterizó por una permanente oscilación

entre esquemas de cooperación y mecanismos de conflicto, cuya dinámica fue

configurando no sólo la política mundial, sino todas las áreas de vinculación entre los

pueblos, incluso hasta en los momentos de mayor tensión que derivaron en guerras

9 Pasquale Villani. La edad contemporánea 1800-1914, Editorial Ariel, España 1996, pp. 9-11.
10 Manfred Wilhelmy. Polftica internacional: enfoques y realidades, Grupo Editor Latinoamericano,
Argentina, 1988, pp. 32-35.
11 Para una aproximación más profunda de esta dinámica véase la ya clásica obra de Raymond Aron.
Paz y guerra entre las naciones, Alianza Editorlál, Vols. 1 y 11, España, 1985.

Página 19
devastadoras, pues como el mismo Karl van Clausewitz escribió: "la guerra es la mera

continuación de la política por otros medios", por lo que "la guerra no es simplemente
...
un acto político, sino un verdadero instrumento político" 12• De ahí que no es de

sorprender que el periodo que nos ocupa haya estado flanqueado por dos

conflagraciones de alcance mundial, g,ue se convirtieron en el escenario que enmarcó

el nacimiento y expansión de la disciplina de las Relaciones Internacionales.

Autores como Cárdenas Elorduy o Celestino Del Arenal, por sólo mencionar algunos,

coinciden en señalar el año 1919, como la fecha oficial que marca el surgimiento de la

disciplina que nos ocupa13. El año no es casual, representa en sentido histórico y no

cronológico del inicio real del siglo XX, ya que la Gran Guerra de 1914-1918 vino a

derribar los supuestos fundamentales en los que se había estructurado el orden

internacional prácticamente desde la época del Congreso de Viena, y al mismo tiempo

sentó las bases para una nueva organización internacional y una nueva forma -de

entendimiento del ámbito mundial.

"La PGM, también conocida como la "Gran Guerra", supuestamente destinada a

terminar con todas las guerras, ha sido considerada por varios especialistas como el

momento decisivo que marca, para la sociedad de la "Bella Época", de manera por

demás traumática, el fin de una visión idílica fincada en la ilusión de una forma de

progreso lineal y acumulativa, al mismo tiempo que el inicio real del tumultuoso siglo

XX, el cual quedará permanentemente marcado por esa herida"14•

Como ya habíamos apuntado, toda ciencia responde a una problemática concreta que

se presenta ante los ojos del estudioso, quien toma conciencia de la necesidad de

explicarla y teorizar sobre ella; así durante el periodo de la primera posguerra se vª a

reconocer de manera expresa, la existencia de una serie de procesos, que si bien


12
Karl van Clausewitz. De la guerra, Editorial Colofón, México, 1999, p. 24.
13
Emilio Cárdenas Elorduy. "El camino hacia la teoría de las relaciones internacionales. Biografía de una
disciplina", en Revista Mexicana de Ciencia Política, No. 63, p. S. Celestino Del Arenal. Op. cit, pp. 41-49.
14
David Sarquís R. "El "orden internacional" como objeto de estudio en las relaciones internacionales",
en Revista de Humanidades, No. 7, Tecnológico de Monterrey, Mty. México, 2000, pp. 79-88.

Página 20
habían estado presentes desde siempre en el ámbito de las interacciones entre Las

sociedades, no habían sido analizados desde una perspectiva amplia y

omnicomprensiva. Además las experiencias de la conflagración llevarían a los

estudiosos a la necesidad no sólo de formular explicaciones de lo ocurrido, sino a

proponer visiones prescriptivas ·y teleológicas, capaces de orientar el esfuerzo de los

encargados de los procesos de toma de decisión en las más altas esferas del poder

nacional.

Así, los años posteriores a 1919 fueron el escenario en el que surgió y se desarrolló la

nueva disciplina de las relaciones internacionales; área del conocimiento destinada, en

su origen, a dar cuenta de las causas que propician la guerra, tomando como objeto

de estudio la Gran Guerra de 1914-1918, y a encontrar, desde perspectivas teórico-

analíticas, los mecanismos que garantizaran la paz internacional. De ahí que en sus

orígenes se les vea una marcada inclinación a la polemología, disciplina que estudia

las causas de la guerra, y a la irenología, es decir, a la corriente de investigación que

estudia la paz a partir de un cierto compromiso personal y social, en el que se da a

ésta una valoración de máxima prioridad, afincada en la normatividad.

Las Relaciones Internacionales, surgimiento y antecedentes disciplinarios

Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, va a darse todo un movimiento

intelectual que buscaba dar cuenta de las causas que habían llevado a tan devastador

acontecimiento, así como a tratar de entender las condiciones que propiciaban la paz,

para intentar garantizarla a largo plazo. Esta situación dio por resultado la aparición de
...
la primera cátedra de relaciones internacionales formalmente y, en consecuencia, todo

un trabajo intelectual encaminado a generar explicaciones sobre la guerra y la paz.

Cabe aclarar que cuando hablamos de relaciones internacionales, de manera general

podemos referirnos a la realida� objeto de estudio que se pretende analizar, y a la

disciplina misma con la que se aborda esa parcela de la realidad. En consecuencia, el

estudio de las relaciones internacionales puede abordarse desde dos ámbitos o

Página 21
niveles de análisis claramente diferenciables, pero íntimamente vinculados. Por una

parte, la problemática internacional__ puede ser estudiada desde la perspectiva

ontológica, es decir el plano de la búsqueda de lo definitorio de las relaciones

internacionales como fenómeno observable en la realidad, o sea, como objeto

material. Y por otra, está la perspectiva epistemológica, es decir, la referente a los

problemas de cómo conocer ese conjunto de fenómenos, desde enfoques

disciplinarios, a lo que denominamos objeto formal.

Rafael Calduch comenta al respecto: "El objeto material de una ciencia se define como

la parcela de la realidad que se intenta conocer mediante la formulación de teorías y la

utilización de un método científico. Naturalmente diferentes ciencias se distinguen

entre sí por su objeto material, es decir por tomar como objeto de sus investigaciones
15
distintas partes de la realidad" • En cuanto a este particular, las relaciones
·-
internacionales se enfrentan a un grave problema, ya que la delimitación de su objeto

material propiamente dicho, es decir, su objeto de estudio, ha sido tema de

encarnizados debates, pues si partimos de la consideración de que las relaciones

internacionales se encargan del análisis y comprensión de los vínculos e interacciones

que se dan entre los grupos sociales pertenecientes a unidades políticamente

autónomas, o lo que los autores de la escuela sociológica han llamado la sociedad

internacional, la pregunta que naturalmente surge es: ¿cómo es posible que se hable

de una disciplina que aún no cumple un siglo de vida, y al mismo tiempo aborde un

fenómeno tan antiguo como la propia existencia de grupos humanos? ¿Acaso, antes

del siglo XX no se habían llevado a cabo estudios sobre lo internacional?

En relación con lo anterior, y a efecto de precisar en torno a esta problemática

podemos empezar por señalar _que si bien es cierto, las relaciones internacionales

como fenómeno observable en la práctica, existen desde que una colectividad humana

entra en contacto con otra, no ocurre así con el estudio encargado de analizar tal

15
Rafael Calduch. Relaciones Internacionales, Ediciones en Ciencias Sociales, España, 1991, p. 19.

Página 22
·-
situación. Incluso, el hecho mismo de que a principios del siglo XX los estudiosos

tomaran conciencia de la necesidad por organizar una disciplina específica que

abordara tal problemática, no significa que antes de su existencia no hubiese habido

ya intentos de reflexionar y explicar la dinámica internacional. Es decir, que hubiese

reflexiones de carácter teórico sobre el ámbito de lo internacional.

Lo anterior nos obliga a distinguir entre lo que ha sido el desarrollo teórico de las

relaciones internacionales y la evolución disciplinaria propiamente dicha. El quehacer

científico, entendido como la indagación, la correlación de acontecimientos, la

c;Jescripción de líneas de causalidad e interconexión entre los hechos observados, son

todas actividades que exigen de un esfuerzo de organización que fácilmente puede

extraviarse en ausencia de un hilo conductor, es decir, en ausencia de un marco

teórico. No olvidemos que a final de cuentas, una teoría no es sino un intento de

explicación de la realidad, que por lo menos debe ser sistemática, objetiva, racional y

verdadera desde el punto de vista de la lógica, lo que permite su verificación. Así

entendida, una teoría se convierte en el instrumento indispensable para aprehender la

realidad, superando los enfoques meramente descriptivos, aparenciales y

fenomenológicos, y éstos no necesariamente surgen en un contexto disciplinario

exclusivo.

Sobre este tema, Del Arenal señala que "la existencia de una teoría internacional �es

mucho más antigua que la disciplina o ciencia de las relaciones internacionales. La

teoría de lo internacional inicia con las primeras interpretaciones del mundo

internacional, realizadas mucho antes de nuestra era y en círculos de civilizaciones

muchas veces alejados de Occidente" 16• Aportaciones de autores como Kautilya,

Mencio, Tucídides, Polibio o lbn Jaldun, se hayan como sustratum filosófico y como

reflexiones pioneras en el ámbito del estudio de lo internacional.

16
Celestino Del Arenal. Op. cit, p. 23.

Página 23
Desde un plano propiamente disciplinario, los procesos internacionales han sido

abordados desde distintas áreas a lo largo del tiempo, tal es el caso de la Historia

Internacional, que desde los enfoques de historia general, historia universal, historia de

los tratados e historia diplomática, se ocupó de manera especializada y específica de

los asuntos mundiales. Aunque evidentemente, estos estudios se abocaron de forma

significativa al origen y evolución en el tiempo de los procesos internacionales,

elaborando explicaciones de carácter genético en los términos que Hegenberg 17

señala, y descuidaron la perspectiva analítica y teleológica de éstos. Los historiadores

de lo internacional se concentraron demasiado en el pasado, sin atender o poder

prever los escenarios futuros, o por lo menos las tendencias posibles.

Por su parte, el Derecho Internacional está considerado por muchos como la disciplina

que antes de las relaciones internacionales se ocupó de investigar y prescribir sobre

los temas mundiales. En esta labor se destaca la escuela española del derecho

natural de los siglos XVI y XVII, con autores como Vitoria, Suárez y Vázquez de

Menchaca, entre otros, quienes desde una óptica eminentemente juridicista y

teológica abordaran los temas de la dinámica mundial. No obstante, va a ser en el

siglo XVIII cuando aparece una disciplina jurídica internacional separada de la

teología, cuyo principal objetivo será crear un marco de entendimiento de lo

internacional a partir de la idea de un derecho internacional con sentido universal, la

cual buscaba interpretar globalmente. .Jas relaciones internacionales, a partir de una

nueva filosofía jurídica de la sociedad internacional 18 •

La perspectiva jurídica, con sus enfoques normativos, pacifistas e institucionalistas,

dominará en gran medida el ámbito explicativo durante varios siglos, e incluso ya

entrado el propio siglo XX, el derecho internacional público siguió siendo la disciplina

17 Leónidas Hegenberg, en su libro: Introducción a la filosofía de la ciencia, Edit. Herder, España, p. 50,
comenta: Las explicaciones denominadas genéticas son aquellas basadas en investigación histórica en
las que se da cuenta de una situación dada en función del estado de cosas precedentes y de la evolución
del hecho mismo. 1979.
18 Cfr. Antonio Truyol. Historia de la Filosofía del Derecho y del estado. Tecnos, Madrid, 1982.

Página 24
que mayor influencia ejerció sobre la naciente ciencia de las relaciones

internacionales, sin embargo, su incapacidad se hizo evidente al no poder dar cuenta

de los procesos políticos y de las relaciones de poder, que suelen sobrepasar el plano

normativo, los cuales tuvieron su mayor expresión en los acontecimientos mundiales

acaecidos entre 1914 y 1918-19, así como la Segunda Guerra Mundial y demás

conflagraciones, cuyo análisis requirió la incorporación de perspectivas más amplias y

complejas.

Al lado del Derecho Internacional, y de la Historia, tanto la de los tratados como la

propiamente universal, alguno� estudiosos, como Hedley Bull, han incluido a la

Diplomacia como la ciencia que durante el siglo XIX también aspiró a dar cuenta de

manera científica, de las relaciones entre estados. Adicionalmente podemos

mencionar que previo al siglo XX, la Filosofía y la Ciencia Política, así como la

Sociología y otras áreas tales como la Geografía o la misma Economía, buscaron

indagar y explicar la dinámica mundial 19 ; no obstante, a pesar de todos esos intentos

explicativos, no se logró visualizar, y menos aún evitar el advenimiento de la

conflagración mundial, ya que todos los estudios existentes se centraban en uno u otro

aspecto de los procesos, sin lograr constituir una perspectiva integradora. Por ello y

sobre todo a raíz de las aceleradas transformaciones que fue sufriendo la sociedad

internacional a principios del siglo XX, así como a la toma de conciencia de la

necesidad de estudiar globalmente la compleja realidad internacional, superando los

enfoques existentes debido a la insuficiencia de éstos, se concluyó que, con el

propósito de dar respuesta a los nuevos problemas que estaba viviendo el mundo en

ese entonces, era necesario crear una disciplina específica de las relaciones

internacionales, capaz de aglutinar las valiosas aportaciones de las disciplinas

existentes en una novedosa visión integral y totalizadora.

Las Relaciones Internacionales: Características disciplinarias

19 Eduardo Ortíz. El estudio de las Relaciones Internacionales, Fondo de Cultura Económica, Chile, 2000.

Página 25
Con frecuencia nos encontramos ante diversas reflexiones o especulaciones en torno

a los procesos internacionales, las cuales se ubican en un nivel meramente descriptivo

o aparencia!, es decir, que se limitan, sólo a enumerar de manera superficial, una

serie de características supuestamente distintivas de un fenómeno específico o nos

presentan un enfoque desde perspectivas muy simplistas, o bien, se conforman con

relatar sucesos medianamente acomodados de forma cronológica, pero carentes de


..
cualquier esfuerzo de reflexión, análisis causal e interpretación, lo que da por resultado

aproximaciones sensiblemente reduccionistas, al fenómeno internacional, distanciadas

del nivel científico y en general restringidas al plano de la mera opinión.

La ciencia de las relaciones internacionales y su ángulo disciplinario justamente han

buscado generar el conocimiento científico en torno a la realidad mundial, con el fin de

superar esos enfoques limitados y poco analíticos. No obstante, el carácter científico

de las relaciones internacionales ha sido fuertemente cuestionado e incluso se· han

alzado voces que señalan que esta área del conocimiento se encuentra en una etapa

precientífica, pues según ellos, la ausencia de un objeto de estudio propio y una

metodología comúnmente aceptada (no olvidemos que las relaciones internacionales

desde sus orígenes y hasta nuestros días se hallan en debate teórico y paradigmático)

son elementos suficientes para �egarle el carácter de cientificidad.

Sin entrar en la discusión arriba señalada, pues en nuestra opinión carece de sustento,

basta con preguntarse, ¿en qué ciencia no hay debate en cuanto a los métodos,

teorías y conceptos, o bien sobre la exclusividad del objeto de estudio? Consideramos,

desde este punto de vista, que las relaciones internacionales son, sin lugar a duda,

una ciencia más del amplio espectro de las ciencias sociales, que a lo largo del siglo

XX se ganaron un lugar, por demás protagónico, por encima de otras disciplinas

sociales. Este éxito fue alcanzado gracias a su capacidad explicativa para dar cuen1a,

de manera integral, de las transformaciones del sistema mundo, entre las que se

destacan los acelerados procesos de interdependencia, globalización, aceleramiento

Página 26
de las transacciones, así como la emergencia de nuevos actores internacionales, los

cuales, rompiendo la lógica tradicional de Estado-Nación, han llegado a reclamar un

papel en el ámbito de la sociedad internacional, debido a que su desempeño incide de

manera directa en el rumbo que siguen los procesos mundiales 20•

No podemos seguir, de ninguna mañera, negando la cientificidad de los estudios

internacionales. Ya que, si por ciencia se entiende la actividad del pensamiento

humano, que explica la realidad exterior de una forma clara y sistemática, y la ciencia,

sobrepone, entonces la razón a los sentidos; razón que, al completar la percepción

permite el entendimiento y la explicación de la naturaleza, con miras a dar respuesta a

las interrogantes que surgen en el estudioso como producto de su interacción y

contemplación de la propia realidad, ¿qué argumento válido puede erguirse para

cuestionar el carácter científico de los estudios de relaciones internacionales hoy?

En términos generales, la ciencia busca rebasar la percepción sensorial para centrarse

en la razón que constata y verifica la idea que se tiene del objeto estudiado; por lo

tanto, ésta aspira a aprehender la reaJidad, evaluarla, transformarla y generar en este

proceso el conocimiento científico. Sin embargo, el mundo es tan complejo, que para

avanzar en el proceso de su aprehensión, la ciencia ha tenido que fragmentarse y

especializarse, dando origen a la formulación de disciplinas académicas que permiten

la delimitación de un área de conocimiento particular.

Gabriel Gutiérrez Pantoja nos dice en su libro Teoría de Relaciones Internacionales,

que, el cómo conocer "científicamente" al mundo ha llevado a proponer diversas

formas de clasificación de las ciencias, de conformidad con las características del

objeto de estudio; una de las más comunes es la que se hace en ciencias empíricas o

fácticas y en ciencias formales. Las ciencias empíricas o fácticas concentran su

atención en la realidad material, objetiva, tangible, en suma, en el universo en que

20
Luz Araceli González Uresti. "Viejas· y nuevos actores de la dinámica internacional", en Arellanes,
Paulina. Escenarios, Actores y Conflictos Internacionales, Grupo Editorial Patria, México, 2008.

Página 27
vivimos, y esta atención involucra especialmente la utilización de los sentidos para- la

aprehensión de la realidad. A su vez, las ciencias fácticas se dividen en ciencias

naturales y ciencias sociales; las primeras comprenden todos los objetos, más o

menos estables, pasivos, no racionales: flora y fauna, minerales y vegetales,

terrenales y siderales. En esfas ciencias se establecen proposiciones que son

consideradas leyes que se observan, se experimentan y se verifican. Cada elemento

del complejo universo se convierte en objeto de alguna división de la ciencia o de la

subdivisión o derivación de alguna de ellas.

Lo mismo sucede con las llamadas ciencias sociales, cada grupo social dedicado a la

división de cada ciencia tiene un objeto de estudio, y cada objeto de estudio es una

actividad humana que se realiza en sociedad, es decir, en la conjunción e interacción

de los seres humanos.

Para lograr el conocimiento de la interacción de los seres humanos en sociedad se

han creado diversa s ciencias, que luego forman una tradición y se constituyen en un

ámbito especializado de estudio; Si pensamos en alguna actividad del ser humano en

sociedad, detrás de ésta encontraremos un grupo social que se interesa en conocerla,

entenderla, explicarla e incluso hasta predecirla.

En la división de estas ciencias o esfuerzos cognoscitivos de las actividades humanas

podemos encontrar además del derecho, la ciencia política, la economía, la psicología,

la antropología, y la sociología, a las relaciones internacionales, que no son otra cosa

que la búsqueda del conocimiento en torno a las actividades de los individuos y grupos

sociales que se identifican como nacionales entre sí y que están separados de otros,

generalmente por fronteras geopolíticas21 ; las interacciones que los vinculan entre sí

normalmente trascienden esos límites políticos, generando así un ámbito de

observación específico para el internacionalista.

21
Gabriel Gutiérrez Pantoja. Teoría de las Relaciones Internacionales, Edit. Harla, México, 1997, pp. 19-
20.

Página 28
Todas las ciencias sociales ubican su atención y reconocen como centro de sus

reflexiones al hombre, tanto en términos individuales (la psicología), como en términos

colectivos (la sociología), y abordan como objeto de indagación actividades que el

hombre desempeña, por ejemplo los fenómenos del poder, de la administración de los

recursos, de la comunicación, o la aplicación y creación de normas en el grupo. De

este modo, dichas actividades dan origen a disciplinas como la Ciencia Política, la

Economía o el Derecho, entre otras.

En el caso concreto de las relaciones internacionales, según hemos señalado, éstas

surgen como una disciplina juridicista y normativa estrechamente vinculada al derecho,

lo mismo que a la historia, tanto diplomática como de los tratados, y con una marcaaa

inclinación a la irenología y la polemología, pues el tema de la Paz se halla en el

centro de las preocupaciones de los primeros análisis disciplinarios; sin embargo, con

el correr de los años su espectro analítico se ha ido haciendo cada vez más amplio,

reconociendo su deuda teórica con la ciencia política, la economía, la sociología y una

amplia gama de disciplinas que de manera directa o indirecta han contribuido a

desarrollar el cuerpo teórico y metodológico específico de las relaciones

internacionales.

A partir de lo anterior, podemos afirmar que la disciplina de las relaciones

internacionales se ha venido constituyendo como un área de conocimiento sumamente

amplia, pues su objetivo de aprehender la realidad de manera integral y 4

omnicomprensiva, exige de un esfuerzo de integración y síntesis de las aportaciones

desarrolladas en diversas áreas del conocimiento. Es en virtud de esta situación que la

interdisciplinariedad, la multidisciplinafíedad y la transdisciplinariedad, han sido desde

su inicio, sus características esenciales.

Sobre este tema, Roberto Peña comenta:

"El tema de la interdisciplinariedad y cientificidad en Relaciones Internacionales nos

ubica en el centro de la polémica histórica, relativamente añeja pero trascendental

Página 29
ante la actual revalorización y reestructuración de las Ciencias Sociales en el mundo,

sobre el cuestionado status de nuestra disciplina, su reconocimiento como ciencia

social con identidad propia, los prolegómenos de su esencia interdisciplinaria y su

estructuración epistemológica"22 •

Durante la propia evolución de la disciplina y prácticamente hasta nuestros días,

muchos estudiosos han cuestionado el carácter científico y la autonomía disciplinaria

de las relaciones internacionales. Autores como Schwarzenberger llegaron a sostener

que el estudio de las relaciones internacionales no era, sino sólo una rama de�·'ª

sociología que se ocupaba de la sociedad internacional; motivo por el cual no podía

otorgársela el carácter de ciencia autónoma23 •


..
Incluso, la escuela norteamericana negó por mucho tiempo, y ciertos sectores

continúan haciéndolo, la autonomía de los estudios internacionales, refiriéndolos como

un apéndice de la Ciencia Política. Al respecto Schumann24 afirma: "la expansión de la

ciencia política en los Estados Unidos ha permitido a los especialistas, después de

haber logrado liberarse poco a poco de la tutela de los historiadores, de los juristas y

de los economistas; apropiarse del dominio de los estudios internacionales. De esta

forma, el auge de las relaciones internacionales, en este país es un aspecto del auge

de la ciencia política". Sobre esta misma línea, William Fox, en su obra, La enseñanza
.•.
de las relaciones internacionales en Estados Unidos, comenta: "el haber colocado el

"poder" en el centro del análisis internacional ha ubicado a las relaciones

internacionales como una rama d�- la ciencia política. Por lo tanto, el papel

hegemónico que la ciencia política tiene en las universidades norteamericanas ha

marcado de manera decisiva la evolución y configuración de las relaciones

22
Roberto Peña Guerrero. "lnterdisciplinariedad y Cientificidad en Relaciones Internacionales", en Cid,
lleana {Comp.). Lecturas básicas para introducción al estudio de las Relaciones Internacionales, UNAM,
México, 1998, p. 180.
23
George Schwarzenberger. Power Politics. A Study of lnternational Society, Oxford, Londres, 1960, p. 8
24 Frederick Schumann. El estudio de las relaciones internacionales en Estados Unidos, en Del Arenal,
Celestino. Op. cit, p. 52

Página 30
internacionales, que durante mucho tiempo siguió fielmente los avatares teórico­

metodológicos de la ciencia política" 25•

Hoy siguen estando vigentes las discusiones sobre la autonomía y cientificidad de las

relaciones internacionales como disciplina. Importantes sectores, particularmente

europeos, siguen considerando a esta área de estudio como una rama del derecho o

bien de la sociología; en tanto que en los Estados Unidos se inclinan más a verla como

especialidad de la ciencia política.

A pesar de lo anterior, existe también un nutrido grupo de estudiosos que se han

concentrado en demostrar la auton<:>mía de las Relaciones Internacionales, pues

consideran que los equívocos en su apreciación se han derivado fundamentalmente

de las características propias de este campo de estudio. Es en esta línea en la que se

inscribe la escuela mexicana de relaciones internacionales, la cual no se ha

desprendido del todo de los enfoques dominantes, que centran su atención en los

aportes del mundo anglosajón. En México, a diferencia de algunos países europeos e

incluso los propios Estados Unidos en los que los estudios internacionales fueron

incorporados como apéndices de áreas corno la Ciencia Política, el Derecho o la

Sociología, situación que en muchos casos se proyecta hasta nuestros días, -la

disciplina nació con una personalidad propia que la distinguía del resto de los estudios

existentes al cobijo de las ciencias sociales, no obstante y desde sus inicios, siempre
·-
reconoció su deuda intelectual con el amplio espectro de las ciencias sociales de las

que se nutría y de donde· se derivarán sus propios rasgos de inter y

transdisciplinariedad.

Es decir, no podemos señalar que las Relaciones Internacionales sean un área del

conocimiento abocada a un sector de la realidad exclusivo en absoluto. Muy por el

contrario, al abordar un aspecto de la realidad social, debe, de manera impostergable,

recurrir a los avances de otras disciplinas de las ciencias sociales; de ahí su carácter

25
Cfr. Del Arenal. Op. cit, p. 53.

Página 31
interdisciplinario. Es decir, al ser las Relaciones Internacionales una ciencia más de

este campo, debe recurrir a las formulaciones y disquisiciones de áreas afines como el

Derecho, la Economía, la Ciencia Política y la Sociología, entre otras, todas las cuales

son interdisciplinarias en la medida que se retroalimentan continuamente para su

avance, revisando de manera crítica y constante el de las demás.

Esto no significa que alguna de ellas deba quedar subordinada ante cualesquiera de

las otras, pues al incorporar la característica de la transdisciplinariedad, entendida ésta

como el elemento de integración y síntesis de los datos aportados por otras

disciplinas, el resultado de la investigación en cada área aporta un contenido superior

referido a su campo de observación específico, lo que les confiere a las Relaciones

Internacionales su carácter propio en las ciencias sociales. Además, si incorporamos

la noción de la multidisciplinariedaif6 , referida como el esfuerzo de conjugación de los

diversos conocimientos y explicaciones aportados por un amplio elenco de disciplinas,

incluso más allá de las propiamente sociales, la construcción epistemológica de las

Relaciones Internacionales sustenta su propia cientificidad.

En consecuencia, las Relaciones Internacionales, como prácticamente todas las

ciencias, recurren a conocimientos, conceptos y perspectivas elaborados en otras

áreas. Lo que hace que esos conocimientos sean útiles y al mismo tiempo

diferenciables en la nueva ciencia, es el hecho de que tales aportaciones adquieran

una función instrumental que facilite, pero no sustituya, las explicaciones y los

conocimientos alcanzados 27 •

En conclusión, podemos señalar, rescatando lo expuesto por Roberto Peña en el

trabajo ya referido, que el estatus de cientificidad de las Relaciones Internacionales no

se deriva de otra disciplina social, no de un enfoque interdisciplinario, sino es un logro

propio del proceso cognoscitivo de la realidad internacional y sus fenómenos

26
Cfr. Rafael Calduch. Ob.cit, p. 24-27.
27
Sheldon Anderson et al. Jnternational Studies, an lnterdisciplinary Approach to Global Jssues,
Westview Press, Philadelphia, 2008.

Página 32
específicos, y del proyecto integral teórico-metodológico que se refleja en su

estructuración epistemológica propia.

Una aproximación al debate teórico clásico en Relaciones Internacionales

Desde sus orígenes como disciplina social, el estudio de las relaciones internacionales

se ha caracterizado por la presencia de diversas concepciones e interpretaciones de

su objeto propio de estudio. Como ya hemos apuntado, no es extraño escuchar en

múltiples foros y reiteradas ocasiones la afirmación que sostiene que los estudios

internacionales se hallan en etapa de debate teórico y paradigmático.

Desd.e el momento mismo del surgimiento de la disciplina hemos observado distintos

intentos por dar cuenta de lo que ocurre en la realidad que constituye nuestro objeto

de estudio. En este sentido, el menú de opciones muestra, desde las visiones más

apegadas a enfoques jurídico-normativos hasta las de pretensiones más cientificistas,

que han servido como marco explicativo del fenómeno internacional; sin embargo, y a

pesar de la multiplicidad de éstas, hasta la fecha nunca se ha formulado una

explicación de alcance general y global universalmente aceptada y de hecho es poco

probable que ésta pueda siquiera s�rgir (o fuese incluso deseable), debido a la

complejidad de la sociedad internacional y los múltiples procesos que en ella se

gestan.

Hablar de teoría o mejor dicho, de teorías de relaciones internacionales, implica

ubicarnos en el plano epistemológico, es decir, en el objeto formal de la disciplina que

encierra una amplia gama de conceptos, categorías, modelos y visiones

paradigmáticas, que en muchas ocasiones se enfrentan y sé disputan el derecho de

explicar lo que ocurre en la realidad.

En el ámbito concreto de las relaciones internacionales, como en otras ciencias en

general y en las sociales en particular, es prácticamente imposible encontrar o

formular una teoría capaz de abarcar a la totalidad de su objeto de estudio; la teoría

Página 33
general aún no se ha construido, por tal motivo surgen diversas interpretaciones y

explicaciones del mismo objeto de estuqio, lo cual propicia que, al ser abordado des.de

varias perspectivas, pareciera que se están refiriendo a realidades distintas.

Uno de los primeros debates teóricos en que estuvo inmersa la disciplina de relaciones

internacionales fue el que se dio entre los teóricos idealistas y los realistas durante el

periodo correspondiente a entreguerras mundiales, que hoy sigue vigente con algunas

reformulaciones que se expresan en sus perspectivas neo (neorrealismo y

neoliberalismo o neoinstitucionalismo liberal).

El debate teórico actual, particularmente en el seno de la academia norteamericana,

gira en torno a la tradición realista y liberal con ciertas reformulaciones y adecuaciones

que buscan superar las limitaciones y deficiencias que a la luz del paso del tiempo se

fueron evidenciando; aunque esto no significa que sean las únicas propuestas

explicativas que existen en nuestro ámbito disciplinario; más aún, de hecho puede

señalarse que este debate se ha convertido en instrumento ideológico para conducir al

resto del mundo por el camino de ia reflexión internacional como si ésta se diera sólo

en términos de la ya histórica pu!Jna entre idealistas y realistas.

De manera particular pareciera que hacia el cierre del siglo pasado, logró imponerse el

triunfo del orden neoliberal sobre la base de los valores democráticos, burgueses y de

mercado, que con todo y sus intenciones "pacifistas y conciliatorias" dejan ver a todas

luces su firme determinación de hacer la guerra contra todo aquel que atente contra

esta lógica. En este sentido, Doyle28 reconoce que los estados liberales siempre están

prestos a encontrar la justificación liberal para hacer la guerra a los estados no

liberales.

Recordemos cómo la década de los noventa, se caracterizó por el gran énfasis puesto

sobre el pensamiento neoliberal, particularmente en el mundo subdesarrollado, pero

28
Cfr. Charles Kegley. Controversies in lnternational Relations Theory. Realism and the Neo/ibera/
Challenge, St. Martin's Press, New York, 1995.

Página 34
siempre orientado y guiado desde fuera, por la vía de las directrices y "sugerencias" de

organismos internacionales como el FMI o el Banco Mundial, por sólo señalar los más

representativos; también hemos sido testigos del fuerte impulso dado por algunos

países como Estados Unidos y Gran Bretaña a esta tendencia, lo cual ha generado la

imagen, ya reiterada, del triunfo del liberalismo. Sin embargo, la dinámica mundial ha

propiciado la emergencia de un debate intelectual muy intenso. Los neorrealistas, en

gran medida, se han esforzado por cuestionar la forma de ver el mundo de los

neoliberales y ponen en tela de juicio varios de sus argumentos.

Los neorrealistas cuestionan la afirmación neoliberal que sostiene que los estados

pueden trabajar juntos con la ayuda de las instituciones internacionales para la

promoción de los intereses comunes. Los neorrealistas sostienen que la lucha por·el

poder y la seguridad son y serán las constantes de las relaciones internacionales y

que sólo se coopera aparentemente para la consecución de un interés individual

mayor, en consecuencia, desde su perspectiva, los organismos internacionales no son

sino meros instrumentos de la política de poder de los estados.

Kenneth Waltr9 es uno de los autores neorrealistas que busca demostrar la vigencia

de este pensamiento para el análisis contemporáneo en relaciones internacionales.

Waltz señala que, a diferencia de otras corrientes de pensamiento, el neorrealismo se

constituye realmente en una teoría sistemática nomotética,. es decir, basada en la

búsqueda de regularidades que ayuden a formular vinculaciones, además propone la

incorporación de una serie de conceptos y categorías que permiten superar las

deficiencias explicativas de los realistas tradicionales, pero sin perder algunos de sus

elementos esenciales.

Al igual que el pensamiento neolÍberal, el neorrealista se nutre de múltiples

concepciones e interpretaciones·en las que autores como Waltz, Gilpin, Keohane, Nye,

Krasner, y otros, han hecho aportaciones que ciertamente enriquecen la discusión,

29 Kenneth Waltz. Theory of /nternational Politics, Me. Graw-Hill New York 1982.
, ,

Página 35
pero que al mismo tiempo crean la . .imagen de dispersión, debido a los múltiples

ángulos de observación de los que parten.

En este sentido, podemos citar a Karen Mingst, cuando afirma que no podemos hablar

de una sola tradición realista o neorrealista, sino de "realismos" que si bien, todos ellos

asumen un grupo determinado de presupuestos, cada uno asigna distinta importancia

a las diversas proposiciones y articula diferencias claras, no obstante, todos

comparten el énfasis en el Estado como actor unitario autónomo dentro de un sistema

internacional anárquico30•

Si hoy nos preguntamos, cuál es el estado actual de la teoría de relaciones

internacionales, podemos, sin temor a equivocarnos, afirmar que prácticamente

seguimos anclados en muchas de las,_mismas visiones .paradigmáticas surgidas hace

ya varias décadas, y lo único que se ha hecho, en la mayoría de los casos, es

reformular viejas nociones, de ahí la abrumadora presencia de los neologismos, en la

actualidad tan en boga, tales como el neorrealismo, el neofuncionalismo,

neoestructuralismo, neoinstitucionalismo, u otros cuyos planteamientos retoman

nociones ya trabajadas, pero supuestamente reforzadas o enriquecidas a la luz de la

experiencia y la reflexión.

Ciertamente a esta línea de "neos" se han sumado otros debates y aportaciones en

los que podemos identificar a la teoría crítica 31, el constructivismo y los enfoques

reflectivistas 32, así como los llamados enfoques normativos, teorías de género

(feminismo), y estudios que incorporan la ética 33 y la moral 34 en las relaciones

3
° Karen Mingst. Fundamentos de las. Relaciones Internacionales, Colección Estudios Internacionales,
CIDE, México, 2006, p. 132.
31 Para este enfoque se recomienda: Andrew Linklater. Critica/ Theory and World Politics. Routledge,
New York, 2007, y Steven C. Roach. Critica/ Theory and lnternational Relations. A Reader, Routledge,
New York, 2008.
32 Véase: Stefano Guzzini and Anna Leander. Constructivism and lnternational Relations. Alexander
Wendt and his Critics, Routledge, New York, 2006.
33
Para el tema de la ética en Relaciones Internacionales se recomiendan: Gordon Graham. Ethics and
lnternational Re/ations, Blackwell Publishing, Australia, 2008; Héctor Cuadra. Reflexiones sobre ética y
política internacional, Universidad Iberoamericana, México, 2008; Joel H. Rosenthal and Christian Barry.
Ethics &lnternational Affairs. A Reader, Georgetown University Press, Washington, D.C. 2009.

Página 36
internacionales, además de la· amplia gama de propuestas "post" tales como el

postestructuralismo y el postcolonialismo35 , a todo lo cual hemos de añadir los debates

que giran en torno a la modernidad y la postmodernidad, el globalismo frente al

regionalismo, el universalismo ante los dilemas de los localismos y muchos otros que

no hacen sino evidenciar y corroborar no sólo la amplia producción intelectual en el

campo de las relaciones internacionales, sino que al mismo tiempo refuerzan la tesis

que nuestra disciplina se halla en un continuo debate teórico y paradigmático, cuya


.
complejidad y amplitud sólo es equiparable a la propia complejidad del objeto de
-
estudio al que dirige su atención, es decir, la sociedad internacional, la cual

difícilmente puede ser analizada y por qué no, transformada, desde una única

panorámica.

Conclusión

Después de este breve recorrido en torno a la historia, evolución y características de la

disciplina de relaciones internacionales, vale la pena destacar, que si bien este ámbito

de estudio no ha cumplido aún un siglo de existencia, y en consecuencia es

definitivamente una disciplina muy joven, y más cuando la comparamos con el

derecho, la economía u otras áreas, cuya existencia data de varios siglos, no podemos

dejar de observar su rápido crecimiento y consolidación en el plano de las Ciencias

Sociales.

Sin temor a equivocarnos, podemos s�ñalar que las Relaciones Internacionales se han

constituido, al inicio de este siglo XXI, como la ciencia social por excelencia, gracias

tanto a su capacidad explicativa y potencial epistemológico, así como a su visión

integral y totalizante de los procesos sociales, que hoy han roto los límites nacionales,

impuestos por fronteras políticas, proyectándose de manera significativa en ámbitos

regionales, continentales o incluso mundiales.


34
Véase: Pascal Boníface. Moral et relations internationales, lnstítut de Relations lnternatíonales et
Stratégiques, Presses Universitaires de France, París, 2000.
35
Cfr. Martín Griffiths. lnternational Relations Theory for the Twenty-first Century, Routledge, New York,
2007.

Página 37
En el caso particular de los p aíses latinoamericanos, aunque esto no es excluyente

para el resto del mundo, hemos sido testigos de una transformación numérica y

cualitativa de las instituciones, tanto públicas como privadas, que han incorporado en

sus planes de estudio esta disciplina, proceso particularmente notorio, a partir de la

segunda mitad de la década de los ochenta, en la que los cambios vertiginosos en la

estructura y dinámica internacional derivada, entre otros hechos, de la caída del M�ro

de Berlín, la desintegración de la URSS y la consecuente disolución del bloque

socialista, así como del fortalecimiento de los lazos económicos y la agudización de

las interdependencias de todo tipo, aunado a la emergencia de nuevos temas de

discusión en las agendas mundiales y la presencia de nuevos actores internacionales,

profundizó la necesidad de contar con especialistas capaces de dar cuenta de esa

nueva realidad.

A pesar del carácter interdisciplinario de nuestra rama de estudio, debemos reconocer

que las Relaciones Internacionales no son ciencia política, por lo tanto, no hay que

confundirlas con política internacional, pues ésta es sólo un aspecto del amplio

espectro analítico que integra el estudio de esta disciplina. Tampoco son Economía, ni

Sociología; son una disciplina que se ha ganado, en términos gnoseológicos, un lugar

propio en el ámbito de las ciencias sociales, pero que no desconoce su deuda

intelectual con el amplio abanico de,_posibilidades que ofr�cen los avances de las

ciencias en general. Multidisciplinariedad y transdisciplinariedad son, en esencia,

rasgos innegables de las Relaciones Internacionales, que le confieren su gran alcance

epistemológico.

Página 38
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ESTHER BARBÉ
Catedrática de Relaciones Internacionales
de la Universidad Autónoma de Barcelona

RELACIONES
INTERNACIONALES

-4-
tecnos�

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Diseño de cubierta:
J. M. Domínguez y J. Sánchez Cuenca

Impresión de cubierta:
Gráficas Malina
.A Lluís

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los artículos 534 bis a) y siguientes del Código Penal vigente, po·
drán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quie­
nes sin la preceptiva autorización reprodujeren o plagiaren, en todo o
en parte, una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier
tipo de soporte.

© EsniER BARBÉ lzUEL, 1995


© EDITORIAL TECNOS;-S.A., 1995
Juan Ignacio Luca de Tena, 15 - 28027 Madrid·
ISBN: 84-309-2754-9
Depósito Legal: M- 37266-1995
Printed in Spain. Impreso en España por Egraf, Luis l. 5-7, 28021 Madrid

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196 RELACIONES INTER NACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 197
cuando la sociedad estadounidense ha sido consciente de que su país era el primero a empresas del grupo en quince países diferentes). Esa diversificación geográfica de
del mundo por las inversiones extranjeras en él radicadas ha vivido un intenso de­ la producción tiende, por otra parte, a favorecer la creación de «regiones producti­
bate en tomo a la «venta» de su país a las empresas japonesas y europeas. vas» (por ejemplo, el caso de Japón con los países ASEAN). En suma, la orienta­
. ción de la inversión y la distribución geográfica de la producción que llevan a cabo
las empresas transnacionales está regionalizando la economía mundial (tres gran­
CUADRO 18 des regiones con sus centros en la Unión Europea, los Estados Unidos y Japón), en
detrimento de los países que quedan al margen (África y las zonas más pobres de
Balance del papel de las empresas transnacionales Asia y América Latina).
En suma, las empresas transnacionales están densamente concentradas en el
Positivo Negativo centro del sistema (exportador de la mayor parte de inversiones y receptor de las
tres cuartas partes de dichas inversiones). Aunque el origen de las inversiones se
• Aumentar el volumen del comercio mun- • Crear oligopolios que reducen la compe- haya diversificado (el retroceso de los Estados Unidos se ha visto compensado con
dial. tencia y la libre empresa.
• Formar capital añadido para activar el de- • Conseguir capital en los países recepto-
el avance de Japón, Canadá, Alemania o Suiza, entre otros), su destino queda den­
sarrollo. res, en detrimento de la industria local, y tro del círculo central.
• Financiar créditos. exportar beneficios a los países de origen. Así, las empresas transnacionales son un instrumento de globalización desde el
• Apoyar el libre comercio y desmontar las • Crear un sistema de deudores y de depen- momento en que organizan la producción mundial. Ahora bien, de la misma ma­
barreras comerciales. dencias financieras. nera que ocurría con las organizaciones internacionales y con las ONG, esa glo­
• Favorecer el desarrollo tecnológico. • Monopolizar la producción y controlar su
• Transferir tecnología a los países en vías distribución mundial.
balización tiene una trama central mucho más densa en la que la presencia masiva
de desarrollo. • Exportar tecnología no adecuada a los de actores internacionales no estatales es sintomática, junto con las desigualdades
• Reducir costes aprovechando el principio países en vías de desarrollo. observadas en el sistema de estados, de una de las grandes fracturas del actual sis­
de las ventajas comparativas. • Impedir el crecimiento de la industria lo- tema internacional (la fractura centro-periferia).
• Generar empleo. cal en el Tercer Mundo, que depende de
• Apoyar la formación de trabajadores. la tecnología del Primer Mundo.
• Extender la ocasión de comprar nuevos • Crear carteles que contribuyen a generar
productos a través de la internacionaliza- inflación. 3. LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA INTERNACIONAL
ción de la producción. • Limitar los salarios de los trabajadores.
• Mundializar el márketing y los métodos • Limitar la oferta de materias primas en La estructura del sistema internacional ya ha sido definida en estas páginas
publicitarios. mercados internacionales.
• Potenciar el crecimiento nacional y facili- • Erosionar culturas tradicionales, creando
como la configuración de poder surgida de las relaciones entre los actores22º. La no­
tar la modernización de los países en vías una cultura mundial, dominada por el ción de estructura sirve, a nivel analítico, para establecer los límites dentro de los
de desarrollo. consumismo. que se mueven los actores en su conjunto. Como escribe BRUCAN, «son las estruc­
• Generar bienestar y riqueza • Aumentar la diferencia entre ricos y po- turas, las capacidades y las relaciones de poder que prevalecen en el sistema en un
• Favorecer las relaciones pacíficas entre bres.
los estados, que desean preservar un or- • Aumentar el bienestar de las elites del
determinado momento las que determinan el carácter de la pauta de las relaciones
den que les reporta riqueza y comercio. Tercer Mundo a costa de los pobres. entre naciones y, de tal manera, la naturaleza del sistema intemacional»221 • En rea­
• Romper las barreras nacionales y acelerar • Apoyar los regímenes represivos en nom- lidad, los análisis que centran su interés en la estructura del sisteina y en su man­
la globalización de la economía y de las bre de la estabilidad y el orden. tenimiento, en tanto que factor de orden en las relaciones internacionales (determi­
reglas que rigen el comercio internado- • Desafiar la soberanía nacional y poner en nismo estructural), son los responsables de convertir la lógica sistémica en una
na!. peligro la autonomía del estado-nación.
lógica conservadora y defensora del statu qua222.
El análisis de la sociedad internacional en base a la lógica estructural no tiene
Fuente: C. W. KEGLEY y E. R WITTKOPF, World Politics. Tremí and Transformation, St Martin's Press, necesariamente finalidad conservadora; eso sí, parte de la lógica jerárquica. En
Nueva York, 1993 (4.ª ed.), pp. 190-191. efecto, la jerarquía que ya hemos abordado en relación con los actores -,-las po-

En lo que respecta al incremento del comercio internacional -positivo para los


interdependentistas- éste se ha visto muy potenciado por la estrategia de diversi­ 22º Entre nosotros el tema ha sido abordado por M. MEDINA, «Concepto de estructura en la sociedad

ficación geográfica de la producción, adoptada por las empresas transnacionales. internacional», Revista de Estudios Internacionales, vol. 3, n.º 4, 1982, pp. 985-1003.
221 S. BRUCAN, La disolución del poder, Siglo XXI, México, 1974 (ed. en inglés, 1971), p. 14.
Ello ha generado elevadas cifras de comercio intrafirmas (el modelo de automóvil 222 Es el caso del realismo estructural, representado por la obra de K. WALTZ, Theory of Internatio­
Ford Escort, vendido en Europa en los años ochenta, involucraba en su fabricación nal Politics, Wesley, Reading, 1979_

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198 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 199
tencias/estados del sistema_.:. es determinante de la estructura del sistema. De ahí mentos de análisis aplicables a cualquier sistema histórico internacional, hay que
que, para ser más precisos, debamos definir la estructura como la configuración de hacer una salvedad en tomo a la relación actual entre potencias y actores privados
poder generada por las potencias del sistema. en el terreno técnico-económico (empresas transnacionales, financieras, banca,
Si reducimos los actores que configuran la estructura I del sistema a las poten­ etc.). En esta obra se defiende, en principio, la idea de la convergencia entre el po­
cias es porque, a nuestro parecer, sólo ellas disponen del poder estructural que per­ der del estado y el de sus empre_s�_tr_ans11ªcionales, como mínimo en lo que afecta
mite dictar las reglas de juego a nivel global en el sistema internacional. Si en es­ a los casos que nos ocupan (potencias centrales del sistema). Esta teoría ha sido de­
tas páginas se utiliza el concepto de sistema internacional y no el de sistema de sarrollada por Robert Gn..PIN en relación con los Estados Unidos229. Ahora bien, los
estados, a pesar de que se define la estructura en base exclusivamente a las poten­ ajustes entre la lógica interestatal y la lógica transnacional no siempre son fáciles.
cias, es porque no se desestiman los aspectos transnacional.es implicados en el con­ Quizás el momento que nos ha tocado vivir es un momento de ajustes difíciles, de
trol del poder por parte de las potencias. Se sigue, por tahto, la primera acepción «turbulencia» como nos dice el término acuñado por James Rosenau. De ahí, como
apuntada, a continuación, por PisTONE: «Mientras bastante a menudo se tiende a veremos, la dificultad para ajustar los instrumentos de análisis (la estructura, por
usar indistintamente la expresión "sistema internacional" y' "sistema de estados", en ejemplo) a la actual sociedad internacional.
nuestra opinión es más correcto usar la primera expresión!cuando nos referimos al La noción de estructura, en tanto que elemento de análisis, ha de servimos para
conjunto constituido por un sistema de estados y por la sociedad transnacional que comprender la realidad. En ese sentido, PisToNE introduce uno de los elementos que
aquél encuadra; y la segunda expresión cuando en cambio nos limitamos a consi­ más ha interesado a los teóricos del sistema internacional, al escribir: «La jerarquía
derar el sistema de los estados, prescindiendo del tipo concreto de sociedad trans­ entre estados y el equilibrio entre las grandes potencias constituyen los dos ele­
nacional al que está vinculado»223 • mentos estructurales fundamentales en el marco de la anarquía internacional, que
Se ha apuntado que sólo las potencias disponen del poi:ler estructural. Recorde­ la transforman de una simple pluralidad caótica de estados en un sistema de esta­
mos que el concepto de poder estructural ya fue abordado' en el capítulo VI a par­ dos, o sea en una realidad caracterizada por un orden relativo y por tanto relativa­
tir de la formulación de Susan S1RANGE224• Según dicha formulación, el poder es­ mente más comprensible y más previsible en sus procesos concretos»230•
tructural comporta el control sobre la seguridad, sobre la producción, sobre las La noción de equilibrio entre las grandes potencias en el sistema internacional
finanzas y sobre los conocimientos (ciencia, técnica y cultura). Los análisis histó­ (balance ofpower o equilibrio de poder, en la terminología de uso habitual) tiene
ricos sobre el auge y la desaparición de las potencias225 nos muestran que en, ma­ una larga trayectoria en el pensamiento político occidental, en general, y en la teo­
yor o menor medida, las cuatro dimensiones del poder aquí enunciadas están pre­ ría de las relaciones internacionales, en particular. No vamos a abordar aquí el tema
sentes. Los análisis de los globalistas, por otra parte, nos indican que las en toda su complejidad231. Sí hemos visto que el mismo está directamente asociado
dimensiones soft del poder (comunicaciones, finanzas) son vitales en la actuali­ al mantenimiento del orden (relativo) en el sistema internacional. Una de las pre­
dad226. En paralelo, el fin de la guerra fría trajo consigo un reviva! del pesimismo guntas más clásicas a la hora de abordar el orden en el sistema es en tomo a quién
histórico, que sitúa nuevamente el control sobre la seguridad como un factor cen­ o quiénes establecen dicho orden. O, de una forma más precisa, cuántas son las po­
tral en el análisis227. Estas referencias nos sirven para justificar el carácter multi­ tencias que conforman la estructura. El número de potencias es el criterio más ha­
dimensional del poder, aquí adoptado. La pregunta podría surgir en tomo a la ca­ bitualmente utilizado para establecer la tipología de sistemas internacionales. Aquí
pacidad de las potencias para controlar todas las dimensiones del poder hablaremos de tres tipos de sistemas: multipolar, bipolar y unipolar o imperial232.
(seguridad-producción-finanzas-ideas)228. Si bien aquí se trata de ofrecer instru- Antes de abordar los tres tipos de sistemas, debemos introducir un segundo cri­
terio útil para el análisis, en tomo a los «sentimientos» de las potencias o, en otras
palabras, a los sistemas de valores de las potencias. En ese sentido, Raymond ARON
223 S. PlsTONE, «Relaciones Internacionales», en N. BoBBIO (comp.), Diccionario de Política, Siglo
XXI, México, 1988 (ed. orig. en italiano, 1983), p. 372.
224
Nos referimos a S. STRANGE, States and markets, op. cit.
225
Entre dichos trabajos, y dado su impacto sobre el análisis de la p�lítica exterior estadounidense,
destaca P. KENNIIDY, The Rise and Fall of the Great Powers, op. cit. 229
Véase R. Gil.PIN, R., U.S. Power and the Multinational Corporation, Basic Books, Nueva York,
226 El concepto de soft power lo popularizó J. NYE, Bound to lead. The Changing Nature of Ameri­ 1975.
can Power, op. cit. 230 S. P!STONE, «Relaciones Internacionales», op. cit., p. 365.
227
Un buen ejemplo del renacimiento del pesimismo histórico es el artículo de J. MEARSHEIMER, 231
Véase E. BARBÉ, «El «equilibrio del poder» en la teoría de las relaciones internacionales», Re­
«Back to the fiiture: 1nstability in Europe after the Cold War»,-./ntemational Security, vol. 15, ne° 1, vista CIDOB d'Afers lntemacionals, n_º 11, 1987, pp. _5-17.
1990, pp. 5-56. 232 La mayor parte de autores distinguen en estos términos entre sistemas internacionales. R. ARoN,
228
S. Strange sostiene que el control sobre los cuatro elementos a la vez, cuando se da, es propio del Paz y gue"a entre las naciones vol. 1, op. cit., distingue entre equilibrio pluripolar y equilibrio bipolar.
estado o bien, apunta la profesora británica, de asociaciones criminales como la mafia, que suman el Morton Kaplan, Kenneth Waltz, Hedley Bull o Staliley Hoffman, por mencionar a algunos autores de
control sobre su seguridad, sus fmanzas, sus empresas productivas y, además, un sistema de valores primera línea, también recurren al criterio del número de potencias para tipificar los sistemas interna­
(lealtad) en forma de comunidad. Véase S. STRANGE, States and markets, op. cit_ cionales.

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200 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 201
CUADRO 19
escribe:«[...] me parece fundamental la distinción entre sistemas homogéneos y sis­
temas heterogéneos. Llamo sistemas homogéneos a aquellos en los· cuales los Es­ Sistema unipolar o imperial

o
tados pertenecen al mismo tipo y obedecen al mismo concepto de política. Llamo
heterogéneos, por el contrario, a aquellos sistemas en los que los Estados están or­
ganizados de acuerdo con otros principios y proclaman valores contradictorios»233 •
No hay que olvidar que el control sobre las ideas (sistemas de valores) constituye • Poder de coerción = potencia hegemónica.
una de las dimensiones del poder estructural. Por tanto, una fuente de poder para
las potencias. En ese sentido, la homogeneidad facilita la comunicación en el sis­
,'
,'
:: \\ • Homogeneidad del sistema de valores
' 1 \
\ (impuesto por potencia hegemónica).
tema, mientras que la heterogeneidad la dificulta, en tanto que las identidades son
' 1
' 1 \
' 1 \

'
' \
diferentes, incluso excluyentes (enemigos por naturaleza).
1
' 1 \
\ • Estabilidad = hegemonía.
:
.

oI
La noción de equilibrio, entre dos o entre varias potencias, está presente res­ / \

ot \ • Cambio = Erosión interna de la potencia


pectivamente en el sistema bipolar y en el sistema multipolar. Sin embargo, el sis­
tema unipolar o sistema imperial está determinado por la lógica de la hegemonía.
La tipificación de dichos sistemas nos ha de servir para dar respuesta a una serie de
o hegemónica, cambio inducido desde el
exterior del sistema o por relaciones en
horizontal entre los otros estados del sis­

O
preguntas básicas, vinculadas al establecimiento del orden: ¿quién establece la tema
agenda internacional?, ¿quién determina o influye habitualmente en las negocia­
(potencias)
ciones globales?, ¿quién tiene capacidad para formular soluciones y, en caso ex­
tremo, para imponer soluciones, aunque sea «lejos de casa» y mediante el uso de
la fuerza?, ¿qué políticas nacionales e internacionales son las que producen más im­ Q (otros estados)
pacto a nivel mundial?
El sistema unipolar o sistema imperial responde a la lógica imperial (véase cua­
dro 19). Es decir, una única potencia establece la agenda, dicta las normas y con­
trola todas las fuentes del poder. Esto último significa que la potencia hegemónica tencias gozan de capacidades equivalentes y superiores a las de las restantes unida­
reúne en sus manos el poder de coerción (inmensamente superior al de las otras uni­ des del sistema (incluso si estas últimas se alían), y de un mecanismo para establecer
dades del sistema, aun aliándose) e impone su sistema de valores. Nos hallamos, el equilibrio bipolar (disuasión nuclear mutua en el caso del sistema de la guerra fría).
por tanto, frente a un sistema homogéneo por definición, en el que las relaciones de Dos potencias establecen la agenda, las normas e imponen la coerción al conjunto. El
dominación se dan en vertical (de arriba abajo). La estabilidad del sistema entrará sistema puede ser homogéneo, caso de que las dos potencias compartan los mismos
en crisis en el momento en que la lógica de funcionamiento se altere. Lo que puede valores, y heterogéneo, caso de no ser así. Esto último comporta voluntad por parte
ocurrir porque las relaciones en horizontal entre las otras unidades del sistema lle­ de cada una de las potencias de imponer a las restantes unidades su sistema de valo­
guen a erosionar el poder de la potencia he9.emónica, porque la propia potencia he­ res. Lo que puede suponer un sistema dividido, por razones de identidad, entre dos
gemónica se erosione internamente (luchas intestinas, derroche de recursos), o bien bloques, como lo ocurrido durante más de cuatro décadas entre un bloque comunista
porque se produzca un cambio inducido desde el exterior del sistema («invasión de y otro capitalista. En el caso del sistema bipolar, el cambio de sistema puede derivar
los bárbaros»). de diversas situaciones: el fracaso del equilibrio bipolar y la consiguiente guerra en­
Robert Gil.PIN234 y Raymond .AR.oN235 han atribuido a los Estados Unidos surgi­ tre las dos potencias, una erosión del liderazgo de las potencias (una o las dos) res­
dos de la segunda guerra mundial respectivamente el calificativo de «potencia he­ pecto de los propios estados que lideran, o bien una erosión generalizada del sistema
gemónica» y de «república imperial». Lo que nos lleva a pensar que esta categoría gracias al establecimiento de relaciones interbloques por parte de los estados lidera­
de análisis nos puede ser útil, así como las dos siguientes, a la hora de abordar el dos a un lado y otro. Estas posibles evoluciones de un sistema bipolar nos serán de
sistema internacional desde 1945 hasta nuestros días. utilidad para analizar la evolución de la sociedad internacional nacida en 1945.
El sistema bipolar está determinado por el equilibrio entre dos potencias (véase El sistema multipolar está· determinado por el equilibrio entre varias potencias
cuadro 20). Lo que significa que nos encontramos en un sistema en el que dos po- (véase cuadro 21). Los ejemplos históricos (la Europa de los siglos XVIII y XIX) si­
túan la cifra, en este caso, entre cinco y siete. Se trata de potencias con capacida­
des. aproximadamente equivalentes. De tal manera, que el poder de coerción está.
más dividido que en el caso anterior y el mecanismo de equilibrio en el sistema está
asociado a la idea de alianza. En efecto, la alianza se contrapone a cualquier intento
233
Ibídem, p. 140. de hegemonía por parte de alguna de las potencias. Lo que en muchos casos supone
234
En referencia a R GII.PIN, War & Change in World Politics, Cambridge UP, Cambridge, 1981. el recurso a la fuerza como mecanismo de equilibrio entre las potencias. En este
235
Véase R ARoN, La República Imperial, Alianza, Madrid, 1976 (ed. orig. en francés, 1973).

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202 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 203
CUADRO 20 CUADRO 21

o�
Sistema bipolar Sistema multipolar

·O • Poder de coerción = dos potencias. • Poder de coerción = n potencias (habitual­


mente cinco o siete).
,,, • Homogeneidad o heterogeneidad (sistema de
>' t '� .,.,.,' i '\,, • Homogeneidad o heterogeneidad (sistema
/ 11 ',' valores de las potencias). La heterogenidad
> ' �
/

propicia la creación de bloques liderados por de valores de las potencias). Heterogenei­


potencias. dad suscita mayor incertidumbre.
000 000 • Estabilidad = equilibrio multipolar (habi­
• Estabilidad = equilibrio bipolar.
tualmente sistema de alianzas entre las po­

O
• Cambio = erosión del liderazgo de las poten- . tencias).
cias respecto de los estados liderados, enfren-.
(potencias) tamiento entre las potencias (guerra), erosión • Cambio = alteración de las alianzas entre
de la bipolaridad interbloques por parte de los las potencias (guerra como método habi­
O (otros estados)
otros estados, etc. tual) o aparición de nuevas potencias en el
sistema.
O (potencias)
caso, la heterogeneidad del sistema introduce incertidumbre permanente respecto
del valor de las alianzas. El ejemplo más clásico de sistema multipolar heterogéneo
es el sistema europeo de los años treinta, en el que se contraponíkn tres sistemas de A propósito de la polaridad del sistema, queremos recordar en este punto que
valores (liberalismo, socialismo y fascismo), mientras que la imagen de sistema el carácter bipolar o multipolar del mismo ha sido motivo de constante preocupa­
multipolar homogéneo ha estado asociada durante largos períodos de tiempo al sis­ ción por parte de los teóricos a lo largo de las últimas décadas. En ese sentido, se
tema europeo de estados, con el Congreso de Viena (1815) como momento simbó� puede destacar el debate entre los autores que defienden la mayor estabilidad del
lico236• El cambio de sistema, en este caso, va a estar habitualmente supeditado a sistema bipolar (Kenneth Waltz, por ejemplo) frente a los autores (como Raymond
un cambio de alianzas, que puede degenerar en una guerra entre potencias e, in­ Aron o Morton Kaplan) que ven en el multipolarismo un marco más flexible y mo­
cluso, en la aparición de nuevas potencias. derado239. A modo de ejemplo, se puede mencionar que Stanley Hoffmann y Hed­
La tipología aquí ofrecida, que combina número de potencias y criterio ideoló­ ley Bull, respectivamente, se han mostrado en contra y a favor de la idea de que el
gico, es básica. Algunos autores la desarrollan creando una serie de modelos más sistema internacional de los años setenta se pueda calificar de equilibrio del po­
complejos. El ejemplo más clásico, en este sentido, es el de Morton KA.PLAN, quien, der240. Lo que hace de Stanley Hoffmann uno de los autores que a lo largo de los
a partir de cinco modelos iniciales (sistema de equilibrio del poder, sistema bipolar años ha escrito sobre la inestabilidad del sistema surgido de la segunda guerra mun­
rígido, sistema bipolar flexible, sistema jerárquico internacional y sistema ·univer­ dial y su constante proceso de evolución. Todo ello mucho antes de 1989.
sal internacional), fue creando nuevas posibilidades237• La aplicación más intere­ Creación, cambio y desaparición de un sistema internacional son, todos ellos,
sante de estas tipologías la encontramos en una serie de estudios históricos en los temas que nos remiten de nuevo a la estructura. La pregunta que se plantea en este
que se ha intentado llevar a cabo un trabajo de clasificación y de ordenación de la caso es: ¿cómo y por qué ciertos estados se convierten en potencias dominantes en
historia de las relaciones internacionales, «materia prima para el teórico», en pala­ el sistema? La teoría más extendida, en este sentido, nos explica que el proceso de
bras de Kenneth THOMPSON238. cambio de sistema está vinculado a una guerra general, de la que surge una nueva

n6 El Congreso de Viena ha ejercido una atracción sobre teóricos de las relaciones internacionales,
que han llevado.a la práctica sus ideas sobre la estabilidad en el sistema internacional desde posiciones n9 En la compilación de J. RosENAU, International Politics and Foreign Policy, op. cit., hay un ca­
de privilegio. Es el caso de H. KissINGER, Un mundo restaurado, Fondo de Cultura Económica, México, pítulo dedicado a los equilibrios y deséqui!ibrios en el sistema en el que se aborda;·por p-arte de 1os­
1973 (ed. orig. en inglés, 1964). autores mencionados y otros (Deutsch, Singer, Rosecrance, Young), todo lo relacionado con el debate
n7 M. KAPLAN (comp.), System and Process in International Politics,,Wiley, Nueva York, 1957. sobre la estabilidad en el sistema bipolar y en el multipolar.
ns K THOMPSON, «Toward a Theory of Intemational Politics», American Political Science Review, 240 La posición de ambos autores es recogida en forma de debate por H. LEVJNE, World Politics De­

n.º 49, 1955. bated. A Reader in Contemporary Jssues, McGraw Hill, Nueva York, 1983, pp. 86-94.

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204 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 205
configuración de potencias, encargadas de establecer las normas del nuevo sistema (complexe relati�nnel intemational), en especial cuando se aborda la segunda va­
(conferencia de paz, nuevo ord�n internacional, etc.), tal y como ocurrió en 1815, riable (la intensidad de las interacciones) y- se presta a interpretaciones múltiples.
en 1919 o en 1945 241 . Estas teorías contemplan habitualmente como criterio la de­ be ahí que el objetivo de este breve apartado se centre en identificar, clasificar y
saparición de determinados actores y la aparición de otros nuevos. Pero ¿qué ocu­ definir los tipos de interacciones más básicas en el proceso internacional.
rre cuando, aun permaneciendo, cambian las funciones de una potencia determi­ Antes de entrar en dicho terreno, hay que matizar lo escrito por Brecher en el
nada? ¿Nos encontramos frente a un cambio en el sistema o frente a un cambio de sentido de que «cada estructura posee el proceso de interacción que le corres­
sistema, de nuevo tipo? Estas preguntas están lógicamente vinculadas a un proceso ponde». En realidad, la estructura no es un elemento estático en tanto que el pro­
histórico muy concreto. El proceso que estamos viviendo desde finales de la década ceso la dinamiza constantemente. Sin embargo, sí es cierto que una estructura rí­
de los ochenta y que ha supuesto el fin de la guerra fría, la desaparición de la ló­ gida (los primeros años de la guerra fría, por ejemplo) supone interacciones más
gica bipolar, la desintegración del bloque del este y de la propia Unión Soviética, pautadas. Por consiguiente, cuando la estructura es más flexible (distensión de los
etc. La evolución y los cambios del sistema surgido de la segunda guerra mundial años setenta) o está cargada de incertidumbres (década de los noventa), el proceso
serán tratados en los capítulos VIII y IX. Antes, sin embargo, de entrar en ese tema es central para el analista por su potencial de cambio. Una obra reciente, publicada
se va a sistematizar, en el último apartado de este capítulo, la dimensión más com­ en España, lo corrobora: «Siguiendo la tradicional clasificación de la realidad in­
pleja del sistema internacional como instrumento de análisis: el proceso. A conti­ ternacional en tres niveles --estructuras, procesos y actores-, parece dominar cada
nuación se aborda, pues, el proceso, erosionador constante, si se quiere poner en es­ vez más [...] la visión de que si en la Guerra Fría se daba primacía de las estructu­
tos términos, de la estructura del sistema internacional. ras, en la post-Guerra Fría y el mundo globalizado, la primacía es de los proce­
sos»243_
Hecha esta salvedad, comencemos por definir qué entendemos por interaccio­
4. EL PROCESO DEL SISTEMA INTERNACIONAL nes internacionales. Siguiendo a Hoc.KING y SMITH, «las interacciones internacio­
nales son procesos políticamente relevantes de comunicación e intercambio entre
los actores en el sistema internacional»244. El criterio de relevancia política, cuya
. \
Se ha indicado en el apartado anterior que el proceso constituye el aspecto di-
námico del sistema internacional, en tanto que sus interacciones van a ser las que consecuencia es la redistribución del poder en el sistema, nos permite dilucidar en­
determinen la erosión de la estructura y, :finalmente, el cambio de sistema. En ese tre los actos relevantes y los que no lo son.
sentido, es interesante partir de BRECHER para reordenar los componentes del sis­ Esos procesos de comunicación y de intercambio se sitúan, si seguimos la de­
tema y entrar en el proceso, en concreto. Según este autor, «un sistema posee a la finición de Brecher, en un continuum conflicto/cooperación. De ahí que identifi­
vez componentes estáticos y dinámicos. La estructura nos indica cómo se sitúan los quemos como tipos fundamentales de interacción los dos apuntados: conflicto y
actores, los unos respecto de los otros. Sus variables fundamentales son el número cooperación. Cada uno de ellos va a ser tratado, a continuación, de modo sepa­
de actores y la distribución del poder entre ellos. El proceso designa las redes de rado.
interacción entre los actores de un sistema. Las variables fundamentales de in­ Sin embargo, no hay que olvidar que se sitúan en un continuum y, en conse­
teracción son el tipo, identificado siguiendo un continuum conflicto/cooperación, y cuencia, son algo así como los grados de «fiebre» que registra un termómetro apli­
la intensidad, que traduce el volumen de interacciones durante un período determi­ cado a un enfermo llamado sociedad internacional. Cuando ese termómetro llega a
nado. Se postula la existencia de un vínculo entre la estructura y el proceso: cada su nivel más alto (máximo peligro para la sociedad internacional) registra el má­
estructura posee el proceso de interacción que le corresponde y una estructura crea ximo nivel del conflicto de intereses en escena. En otras palabras, se entra en una
y mantiene interacciones regulares»242 . situación de guerra. En el extremo opuesto, cuando el termómetro llega a su nivel
Una vez definido el proceso como las redes de interacción que se originan en­ más bajo se podría decir que el conflicto de intereses ha desaparecido. Existe una
tre los actores de un sistema, se trataría de abordar las dos variables fundamenta­ situación de armonía. ¿Cómo? Al fundirse, mediante un proceso de integración, los
les del mismo: los tipos de interacción y la intensidad de las mismas. La lógica glo­ diversos intereses existentes en uno solo. Aparecería, así, un interés nuevo (interés
bal o reticular, propia de la sociedad transnacional, es extremadamente compleja _ europeo, por ejemplo) que sustituiría a los anteriores intereses estatales. Hasta
cierto punto, con la integración desaparece la propia lógica del sistema internacio­
nal (básicamente un sistema de estados). Entre un extremo (guerra) y otro (inte­
gradón), el continuum de interacciones internacionales pasa por etapas diversas
. .24• Esta idea es defendida por numerosoo·autorcs. Entre ellos, R. ARoN, Paz y guerra entre las na­
ciones, op. cit..; R. Gil.PIN, War & Change in World Politics, op. cit.; y L. BoNANATE, «Sistema político
internazionale», en L. BoNANATE (comp.), Política Intemazionale, La Nuova, Florencia, 1979, pp. 352-
397. 243
Véase A. ORTEGA, La Razón de Europa, E!País/Aguilar, Madrid, 1994, p. 36.
242M. BRECHER, «Systeme et crise en politique intemationale», en B. KoRANY, Analyse des relations 244
B. HOCKING y M. SMITH, World Politics. An Introduction to lntemational Relations, Harves­
intemationales. Approches, concepts et données, Gaetan Morin, Montreal, 1987, p. 83. ter/Wheatsheaf, Nueva York, 1990, pp. 216-217.

Página 77
Página 78
RELACIONES
INTERNACIONALES
El pensan1iento
de los clás_ícos

Edición compilada por


JOHN A. VASQUEZ

.. �UMUSA
NORIEGA EDITORES
MÉXICO.• España• Ve�ezuela• Colombia

Página 79
VERSIÓN AUTORIZADA EN ESPAÑOL DE LA OBRA
PUBLICADA EN INGLÉS CON EL TÍTULO:
CLASSICS OF INTERNATIONAL
RELATIONS.
© PRENTICE-HALL, INC.
A la memoria de
COLABORADORA EN LA TRADUCCIÓN:
Sean Henehan Vasquez
ISADORA SOMERVILE ALZATE

LA PRESENTACIÓN Y DISPOSICIÓN EN CONJUITTO DE t Octubre 12, 1982

RELACIONES INTERNACIONALES
EL PENSAMIEITTO DE LOS CLÁSICOS

SON PROPIEDAD DEL EDITOR. NINGUNA PARTE DE


ESTA OBRA PUEDE SER REPRODUCIDA O TRANSMI­
TIDA, MEDIANTE NINGÚN SISTEMA O MÉTODO,
ELECTRÓNICO O MECÁNICO (INCLUYENDO EL FOTO­
COPIADO, LA GRABACIÓN O CUALQUIER SISTEMA DE
RECUPERACIÓN Y ALMACENAMIENTO DE INFOR­
MACIÓN), SIN CONSENTIMIENTO POR ESCRITO DEL
EDITOR.

DERECHOS RESEf:\VADOS:

© 1997, EDITORIAL UMUSA, S.A. DE C.V.


GRUPO NORIEGA EDITORES
BALDERAS 95, MÉXICO, D.F.
C.P. 06040
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CANIEM NúM. 121

PRIMERA REIMPRESIÓN

HECHO EN MÉXICO
ISBN 968-18-4805-5

Página 80
333

��tema político.Los actores que pertenecen mayor de la coalición cobrara predominio por
Algunos obstáculos en la investigación de sistemas internacionales

[rema son exclusivamente de índole nacio­ encima de los miembros menores de su propia
tiies como Francia, Alemania, Italia, etc.Son coalición.He aquí una de las razones por las cua­
iblos actores nacionales -como mínimo­ les los miembros de una exitosa co:ilición pue­
. ?deben ajustarse ·a la clasificación de "actor den enemistarse entre sí; también es posible que
fórtal esencial" a efecto de que el sistema negocien con los perdedores pata obtener ma,
�ione. yores beneficios de éstos que de sus propios
¡(sistema
,, internacional de "la balanza del aliados.
,': se caracteriza por la operación de las si­ La sexta regla declara que la membresía den­
tes normas esenciales, mismas que cons- tro del sistema depende exclusivamente del
_n la conducta característica del sistema: 1) comportamiento que corresponda a las normas
ementar las capacidades, pero negociar an­ o reglas esenciales del sistema de "la balanza del
pelear; 2) pelear antes que dejar de in­ poder''.Ante una reducción del número de ac­
, entar las capacidades; 3) dejar de pelear tores esenciales, el sistema internacional de "la
que
que eliminar a un actor esencial; 4) opo­ balanza del poder" perderá estabilidad.Por tan­
e a toda coalición o actor individual que to, el mantener un número de actores naciona­
�penda a asumir una postura predominante les esenciales por encima de un límite mínimo
36. Algunos obstáculos en la investigación
!�o del sistema; 5) limitar o imponer restric­ crítico se erige en condición necesaria para la
�lies a aquellos actores que acepten principios estabilidad del sistema.La mejor manera de lo­
de sistemas-internacionales
·µuzacionales supranacionales; y 6) permitir grarlo es restituir la membresía plena dentro del
. aquellos actores nacionales esenciales que sistema a los actores derrotados o a los rebel­
,án sido derrotados o limitados reingresen al des reformados.
MORTON A. KA.PLAN

·ema como socios de funciones aceptables, Pese a que toda acción o alineación en par­
Este ensayo intentará ofrecer una explicación Del mismo modo en que es posible construir,} jmar las medidas-necesarias para que un ac­ ticular puede ser resultado de "accidentes" -es
breve y no técnica de algunos de los modelos modelos alternativos de sistemas políticos -por) � ;antes prescindible, ingrese a la clasificación decir, del conjunto de condiciones específicas
teóricos empleados en System and Process in ejemplo, democráticos o totalitarios- así como':} "actor esencial.Tratar a todo actor esencial que producen la acción o la alineación, inclui­
lnternational Politics. ..Hay una serie de con­ de sistemas familiares -por ejemplo familias nu- ) no socio de funciones aceptable. dos elementos tales como golpes de suerte o
sidera ciones teóricas que sustentan este ensayo. cleares, familias extensas, monógamas o políga:: Las dos primeras reglas del sistema interna­ factores de personalidad- una,elevada correla­
Una de ellas se refiere a que efectivamente se mas-, así también es posible construir distintos . .", . al de "la balanza del poder" reflejan que ción entre el patrón de comportamiento nacional
presenta cierto patrón de conducta repetible o modelos de sistemas internacionales...En esta xiste ningún subsistema político dentro del y las reglas esenciales del sistema internacional
característica dentro del sistema internacional. sección se presentan seis modelos alternativos · --.. ma social internacional. Por ende, los ac- representaría una confirmación de las prediccio­
Otra señala qrn! este comportamiento correspon­ de sistemas internacionales que, por supuesto, es nacionales esenciales deben depender de nes que· arroja la teoría.. .
de a un patrón porque los elementos del patrón no agotan las posibilidades.Sin embargo, se pre- · · 'ismos o de sus aliados para conseguir pro­ No es posible reducir el número de reglas
son congruentes internamente y porque además tende que exploren precisamente el continuo de .. . ión.Ahora bien, si muestran debilidad, sus esenciales. El fracaso operativo de cualquier
satisfacen necesidades de cobertura tanto inter­ posibilidades.Estos modelos, en su actual estado idos pueden abandonarlos.En consecuencia, regla resultará en el fracaso de, por los menos,
nacional como nadonaL Una tercera conside-. de desarrollo, son de índole heurística; ahora 'actor nacional esencial debe ser capaz, bajo otra regla... Las reglas del sistema son inter­
ración expone que los patrones internacionales que, si poseen cierto grado de conveniencia, ;cunstancias extremas, de proteger sus propios dependientes.Por ejemplo, la incapacidad de
de conducta se encuentran interrelacionados, de pueden dar acceso a una organización más sig­ [ores nacionales.La tercera norma esencial ilus­ reincorporar o de reemplazar actores naciona­
maneras que es factible especificar, con las ca­ nificativa del conocimiento existente, así como �l hecho de que otras naciones son valiosas les esenciales derrotados finalmente interferirá
racterísticas de las entidades que participan en a una organización más productiva de la futura
f
•iiµo aliados potenciales. Además, la nacio- con la formación de coaliciones capaces de im­
la política internacional, y con las funciones que investigación.Sólo dos de los modelos -el siste- -µdad puede fijar límites a la expansión po­ poner restricciones a actores nacionales rebeldes_
realizan... ma de "la balanza del poder" y el sistema bipolar f,icial. o a coaliciones potencialmente predominan­
disgregado- poseen contrapartes históricas. iLas reglas cuarta y quinta reconocen que una tes...
�:ilición predominante, o un actor nacional de En resumen, las reglas constituyen normas
"J.es características, puede constituir un riesgo de equilibrio para el sistema.Sin en:ibargo, esto
Eo� �tereses de otros act�res nacionales.Por no implica que los actores se apeguen a ellas sólo
Condensado de "Sorne Problems of Interna­

...El sistema lñternacional de "la balama del · -ífr , parte, si una coalición adquiriera prepon­ porque son n:oi:mas de equilibrio, a menos que
tional Systems Research", de Morton A. Kaplan, Sistema de "la balanza delpoder"
publicado por vez primera en International

preso con autorización del autor. Notas al cal­ poder" constituye un sistema social internacio­ •. érancia, sería muy probable que el miembro un actor tenga un interés especial en preservar el
Political Communities: AnAnthology (Garden

nal que no integra entre sus componentes a un


City, N.Y.: Anchor, 1966), pp. 469-486. Reim­
ce suprimidas.
332

Página 81
334 La balanza del poder Algunos obstáculos en la investigación de sistemas internacionales 335

equilibrio del sistema.Las restricciones impues­ r�glas del j�ego, por ejemplo, algu�en lque adWl� 1�mpre y cuando ninguna �e las alianzas cobre puesto que evitaba que cualquier alimza adqui­
1

tas al actor deben motivarlo a conducirse en tue contrariamente a las reglas esenciales del s· :;¡}�. ·ºª marcada prepo11deranc1a en cuanto a capa- riera predominio. Según la forma ideal del sis­
consonancia con las reglas; o, si uno o más ac­ tema; en el ejemplo analJzado, un partjcipani¿;fü� :; rt
a des. El sistema �i:nde a pr�serv3:1"se porque tema, cualquier actor nacional esta calificado
tores no sienten tal motivación, los demás de­ � ue bus q� e la h ge
� 11;1 orua; fallas en el pujo dé$ftr: M º � uando una nac1on e51 p�tlcular mtente pre­ para desempeñar esa función. En el sistema bi­
ben ser motivados a actuar de tal modo que informac1on qu� 1IDp1dan q�e un actor �aciona ;�{S pmmar sobre l� demas, esta ?ebe actuar de polar libre, sin embargo, la función de integra­
obliguen a los actores rebeldes a apegarse nue­ adop:e las�-�d1das necesan�s para proteger sutt �o do tal q�e _ev1te que c_ualqmer otra nación ción consiste realmente en una mediación. El
vamente a una conducta congruente con las re­ p�-op1a posib�n en el plano mternacional; cam.J/:J& igre tal obJet1vo, con e}, fm de prot�ger sus in­ actJr que la desempeña no se une a ninguno de
glas.Así pues, 125 reglas se consideran desde una b1os de capacidad que se tornen acumhlativ os\'Y:I t�reses.Al igual que la mano mvis1ble" de la los dos bandos, sino que funge como mediador
perspectiva de normatividad -es decir, como y, al hacerlo, �crementen la disparida� inicia ii?J to.�petenci� descrita por Ad� Smi�! el siste­ entre las partes contendientes. Por ende, sólo
descriptoras del comportamiento que preserva­ entre _las capac1�ades de los actores na�iona les(g', ,} m�eI?ac1onal pose� u�a v1�ilanc1a informal aquellos que no son miembros de ningún blo­
rá el equilibrio del sistema- o de predicción esenc1ales; 1 conflictos entre las prescripciones de'r"� f9nst1tmda por el propio mteres, por lo que no que, o las organizaciones de actores universa­
-como predictoras de que los actores se com­ diferentes reglas bajo ciertas condiciones¡ dificut}'::f, bay necesidad de un subsistema político. 'les, pueden desempeñar la función integradora
portarán de tal manera si las otras variables pre­
sentes en el sistema y el entorno se encuentran
tades que se originen en la logística del proces0 f ,,r, l El surgimiento de poderosos actores rebeldes, ro el sistema bipolar libre.. .
"balanceador", el reducido número de!acto res)/; �s contramedidas inadecuadas por parte de ac­ Al haber sólo dos agrupamientos principales
en sus puntos de equilibrio.Si, por el contra­ esenciales o una falta de flexibilidad del meca": '} Jotes fieles, las nuevas ideologías internacionales en el sistema bipolar, todo cambio vertiginoso en
rio, las demás variables del sistema y del entor­ nismo "balanceador". . . ; .: &.,el crecimiento de sistemas supranacionales las capacidades militares tiende a desestabilizar
no no se encuentran en equilibrio, se espera eL La inestabilidad puede darse, aun cuando'\ ¡ {bmo el bloque comunista, con sus organiza­ al sistema.Por esta razón, el hecho de que los
surgimiento de un comportamiento rebelde. ninguno de los diversos actores nacional�s tenga" .; 9ones internacionales de partidos políticos, ta­ bloques principales posean sistemas nucleares
Es relativamente sencillo encontrar ejemplos la intenci�� de derrocar al sistema de ''laibalanza: (1 peron la_ campan�,de la muerte para el sistema de segundo ataque, se constituye en factor ne­
históricos que ilustren el funcionamiento del sis­ del poder ... Incluso el esfuerzo por derrotar l mternac1onal de la balanza del poder". cesario para la estabilidad dentro. del sistema.
tema de "la balanza del poder". Los estados a Napoleón y por constreñir al territorio galo a : • �.- A continuación citamos las reglas del siste­
europeos habrían aceptado a Napoleón si éste sus límites históricos tuvo algunos ef�,ctos. de• ; J Sistema bipolar libre ma bipolar libre:
hubiera estado dispuesto a seguir las reglas del es_ta especie. Dicho esfu�rzo, aun cuando se ape- · , ·"! .. .
juego.La restauración de los Borbones al po­ go a l� reglas cuarta, �u1;0ta y sexta, co�tribuyó . : t) �n lu�a� �el sis.tema ��enor -�uego de un 1. Todos los bloques suscritos a los principios in­
der permitió la aplicación de la regla 3.De no tamb1en al engrandec1ID1ento de Prusia, ¡trastor- .P.e,nodo _1ruc1aj d� mest�b1hd�d- hizo su apari- tegradores de jerarquía plena o mixta tienen la
haber sido esto posible, el sistema internacio­ nando en consecuencia el equilibrio interno en- ,qon el sistema bipolar libre. Este difiere en mu- obligación de eliminar al bloque riyal.
nal se habría desestabilizado de inmediato. La tre los actores germanos. Es probable q�e dicho · jhos aspectos de importancia del sistema de "la 2. Todos los bloques suscritos a los principios in­
readmisión de francia al sistema internacional episodio desencadenara el proceso que, poste- "lal� del poder". Los actores supranacionales tegradores de jerarquía plena o mixta deben ne­
después de la restaur,ición cumplió lo estipula- riormente, produjo la hegemonía prusa! dentro ,part1c1pan dentro del sistema internacional. Pue- gociar antes que combatir; librar guerras menores
de Alemania y la hegemonía alemana ddntro de• . qen ser actores en bloque, tales como la OTAN ames que enfrascarse en grandes conflagraciones;
do por la regla 6.
Europa. Así pues, s.e movilizó un proceso :dinámi- Q, el bloque Comunista, o actores universales, y participar en estas últimas -bajo conocimiento
El concierto europeo, magistralmente descrito pleno del riesgo y de los costos que implican­
por Mowat, ilustra la primera regla.La regla 4 co que no se pudo compensar mediante crambios wmo las Naciones Unidas. Casi todos los acto-
t�s nacionales pertenecen a la organización de antes que fracasar en la eliminación del bloque
queda ejemplificada por la entente cordiale, y dentro de las alineaciones o de fas coaliciones. rival.·
la segunda por la historia general de los siglos El sistema de "la balanza del poder'( da lu- áttores universales, y muchos de ellos� -incluida 3. Todos los actores de los bloques deben incremen­
dieciocho y diecinueve.Ahora bien, es probable gar a las siguientes consecuencias: las alianzas } mayoría de los principales actores nacionales- tar sus capacidades en la medida que lo hagan los
que el mejor ejemplo de la regla 3 lo constituya tienden a ser específicas, de corta duración, y .· _ertenecen a uno u otro de los bloques predorni- del bloque opuesto.
la diplomacia que dirigiq Bismarck hacia Sadowa, a variai: de acuerdo con el factor ventaja y no �. antes. No obstante, algunos actor.es nacionales 4. Todos los actores de los bloques suscritos a los
aunque sus motivaciones fµeron mucho más con la ideología (incluso bajo condiciones de . yede no pertenecer . a ninguna de las organiza- principios organizativos no jerárquicos, deben ne­
complejas que lo que la simple regla pudiera indi: guerra).Las guerras tienden a ser lirnit:¡.das en 9ones_ en bloque. gociar antes que combatir para incrementar ca­
sus objetivos. Existe una amplia gama de Jegis- \. A diferencia del sistema internacional de "la pácidades; librar guerras menores antes que dejar
car. Este ensayo no se propone barajear referen­ de incrementar capacidades, pero a la vez refre­
cias históricas. El lector pµede rea.li7.ar su propia ladón internacional de aplicación universal den- balanza del poder"' donde las regl� se aplican
- �e manera niforme � todo actor nacional, las narse de iniciar grandes conflagraciones por esa
investigación para determinar si el comporta­ tro del sistema. Entre las reglas más significativas � causa.
miento internacional efectivamente tendió a ape­ de ley aplicable destacan aquellas que se ocu- r�gl�s �senc1ales del sistema bipolar libre trazan 5. Todos los actores de los bloques ·deben partici­
garse a estas reglas durante dichos siglos. pan de los ¡reglamentos de guerra y de ila doc- tlistmc1ones, por ejemplo, entre las funciones par en grandes conflagraciones antes que permi­
Los cambios de condiciones que pueden pro­ trina de no intervención. gue desempeñan aquellos actores que sí son tir que el bloque rival alcance una posición de
piciar la desestabilización del sistema internacio­ En su forma ideal, el sistema de "la bal:;i¡Jza ,.. iembros de. bloques y aquellos que no lo son. _ fuerza ·preponderante.
nal de "la balanza del poder" son: la existencia del poder" 1 es un sistema que permite c�alquier · , E�1, el sistema de "la balanza del poder", la 6. Todos los miembros de los bloques deben subordi­
de un actor nacional esencial que no siga las combinación ct, actores dentro ct, las alianzas, . c,on dcl "balanceador" ora ct, integración, nar los objetivos del acmr universal a los objetirns
,r

Página 82
336 La balanza del poder
Algunos obstáculos en la investigación de sistemas internacionales 337
de su propio bloque, ante la eventualidad de que para fines de mediación y, hast.a cierto punto, paci
surja un grave conflicto entre ambos objetivos, ra desalentar la guerra. � ;que tenga acceso directo a los recursos y a lo lanzara en una posición vulnerable -por ia
�";_ � instalaciones, así como de la proporción que merma en su arsenal- al ataque de una tercera
pero deben subordinar los objetivos del bloque
rival a aquéllos del actor universal. Sistema bipolar cerrado g_f)�e entre s�s capacidades_ y las de los actores nación -un ataque nada improbable si el que
7. Todos los actores nacionales no miembros del · - ·:-,;;; . ·ac1onales miembros del sistema. aquella lanzó en primera instancia no fue pro­
bloque deben coordinar sus objetivos naciona­ El sistema internacional bipolar cerrado re::.'.'�- J; .' vocado, o si la tercera nación tuviera intencio­
les con aquéllos del actor universal, así como tra­
tar de subordinar los objetivos de los actores del �resenta una modificación del sistema bipolar':?� 1
, Sistema . ,
Jerarqmco . nes perversas-.En todo caso, esa posición de
libre, donde tanto los actores no miembros deU;") íl' . . . . , vulnerabilidad del atacante a un ataque subse­
bloque a los del actor universal. . ; El siste a mternac10 l de ¡erarqmas puede cuente por parte de un tercer estado tendería
8. Los actores del bloque deben esforzarse por bloque como lus actor�s universales desapare�' ,nf 1 � . � _
aumentar la membresía de su bloque, pero tole­ c�n por completo, o de¡an de ser significativos.; i\ �r de!Ilocratt�o o auton�no en cu_anto a l� for­ a inhibir al primero, salvo en circunstancias de
rar la posición de no miembro de un actor na­
cion;i.l dado si la única alternativa es obligar a ese
Sm e�bargo, a menos que ambos bloques
orgarucen d� acuerdo con un orden jerárq uico;'
se'/:
t .. J!.l;l._ Si evol�ciona a par�lf, de un s!stema 1tJ.ter­ provocación extrema.
�� 10nal_ uruversal -qmza en razon de que las En este mundo, sería escasa la necesidad de
actor nacional a integrarse al bloque rival o apo- · · el sistema propenderá a la inestabilidad. : ). '.satisfacciones provocadas por la exitosa opera- integrar alianzas específicas. Si dichas alianzas
yar sus objetivos. No existe función integradora o mediador a •··�·. "-'.é:ión de dicho sistema internacional universal llegaran a darse, cabría pensar que su naturale­
9. Los actores nacionales no miembros del bloque
deben proceder de modo t.al que reduzcan el pe­ dentro del sistema bipolar cerrado. Por tan to .j exaltan el deseo de lograr un sistema internacio­ za fuera no ideológica. Las naciones podrían
ligro de guerra entre los actores del bloque. habrá una tendencia hacia un grado elevado d� , {p.al más integrado y solidario- es probable que aliarse mediante pactos que establecieran la obli­
10. Los no miembros del bloque deben rehusarse a tensión disfuncional dentro del sistema razón ' 'tobre la forma de sistema democrático. Si, por gación de ejercer represalias contra cualquier
l contrario,_ un bloqu� victo�ioso o poderoso "agresor" que lanzara un ataque nuclear, o que
apoyar las políticas que emprenda un actor del �or. l� cual el sistema bipolar cerrado n� cons- lf
bloque contra otro, salvo en sus funciones co­ titurra un organismo altamente estable O bien -F;impone el sistema de ¡erarqmas sobre actores rebasara ciertas proporciones previamente es­
mo miembros de un actor universal. integrado. · �nacionales dispuestos, entonces cabe la proba- pecificadas, en contra de algún miembro de la
11. Los actores universales deben reducir la incom­ . 1bilidad de que el sistema internacional sea auto­ alianza.
:í{ritario. En este sistema, no surgen expectativas de
patibilidad entre los bloques.
12. Los actores universales deben convocar a la mo­
Sistema Universal
f. El sistema de jerarquías contiene a otro, de guerras prolongadas de contravalores o de con­
vilización de actores nacionales no miembros del El sistema internacional universal podría iimdole política.Dentro de éste, las líneas funcio­ trafuerza. Si acaso se emplearan armas nuclea­
bloque contra casos de flagrante rebeldía, por crearse como consecuencia del funcionamien­ í!ihales de organización ejercen mayor fuerza que res, esto sería en actos limitados de represalia
ejemplo, si un actor del bloque recurre a la fuer­ to de una organización de actores universaies �las geográficas. Dicha característica ampliamente para efectos de advertencia, o en otras formas es­
za. Esta regla, a menos que fuera contrabalanceada
por las demás, permitiría que el actor universal dentro de un.sistema bipolar libre. El sistema 1fjntegrada del sistema internacional de jerarquías trictamente limitadas también. Las guerras que
se convirtiera en el prototipo de un sistema in­ universal, en contraste con los sistemas inter­ f:propicia una mayor estabilidad. La intersección efectivamente ocurrieran no presentarían una
ternacional universal. nacionales previamente descritos, contaría con �ifuncional impide enormemente una eficiente or­ tendencia nuclear, y serían limitadas tanto en
un sistema político en calidad de subsistema del ¡g�zación contra el sistema internacional, o el área geográfica como en métodos de combate.
. . .Ahora expondremos las consecuencias del sistema social internacional. No obstante, es po­ ;petrro del mismo. Aun cuando la constitución Las contiendas sublimitadas se darían con ma­
sistema bipolar libre.Las alianzas tienden a ser sible que este sistema político fuera del tipo con­ ildel sistema permitiese dicho retiro, la integra­ yor frecuencia que las guerras reales.
a largo plazo, a fundamentarse en intereses per­ federado, es decir, que operara con base en fción de los recursos elevaría los costos del mis­ No obstante, el sistema contaría aparente­
manentes y no cambiantes, y a incluir compo­ gobiernos territoriales y no en seres humanos Wmo hasta niveles exagerados. mente con cierto potencial para desencadenar
nentes ideológicos. Las guerras, si no fuera por de manera directa. :jf.-
;,\:!:.'..
guerras, o conflictos catalíticos. Es decir, si una
el temor a las de índole nuclear, tenderían a ser El sistema internacional universal sería un sis­ I �
Sistema de veto unitario nación se invoh.rcrara en un ataque de contra­
fuerza, de acuerdo con algunás opiniones, es­
ilimitadas.No obstante, repito, el temor a la es­ tema integrado y solidario. Pese a la eventuali­ �
calada nuclear cobra tales dimensiones que, de dad del surgimiento de agrupaciones políticas t Imaginemos un mundo en el que aproxima- to desencadenaría probablemente un at.aque
hecho, existe una mayor moderación en cuan­ informales dentro del sistema, los conflictos de fdamente veinte naciones al azar posean sistemas contra la misma por parte de un tercer estado.
to a las guerras que en el sistema de "la balanza intereses se resolverían de acuerdo con las re­ .1;.nucle�es capaces de lanzar un primer ataque, Asimismo, un ataque anónimo o un accidente
del poder". Por ende, las guerras tienden a ser glas políticas del sistema. Por otra parte, se con­ rnada increíble, por cierto.Es decir, cada una de catalizaría una serie de guerras.No es posible
muy limitadas, e incluso son escasas. En lo to­ formaría un cuerpo de funcionarios políticos y f.estas naciones contaría con un sistema nuclear negar tales posibilidades, especialmente si se
cante al campo legislativo, existen menos res­ de administradores que guardaran lealtad pri­ t;que no eliminaría por completo las fuerzas ene­ exacerban las tensiones dentro del sistema. Pese
tricciones hacia la intervención que en el sistema mordial al sisterria internacional, antes que a l,migas en un primer ataque, pero que -si todo a todo, resultan improbables tanto los primeros
de "la balanza del poder", y aquellas limitantes cualquier subsistema territorial del sistema in­ ¡�nciona de acuerdo con los planes- merma­ ataques como las guerras accidentales, dada la
liflª a tal grado las fuerzas enemigas que se pu- inexistencia de fuerzas creíbles de primer ataque,
que efectivamente se presentan, se desprenden
en gran medida del temor a una éscalada:.-se em­
ternacional.
El hecho de que el sistema internacional uni­ Jf clier� contemplar la posibilidad de una guerra a así como la disponibilida_c! de sisJem� acle_cuados
plea la organización universal principalmente versal sea estable o no depende de la medida partlf de un primer ataque. Sin embargo, incluso de mando y control. .. Aquellas naciones equi­
un primer ataque exitoso dejaría a la nación que padas con fuerzas nucleares dentro del sistema
. .

Página 83
338 La balanza del poder

,':;,
de veto unitario mostrarán una inclinación a la trocederían en importancia, y se cpntendrfan'
¡

autosuficiencia, y al rechazo de presiones ex­ ambiciones hegemónicas -priinordialmei '


ternas, aun cuando éstas provengan de organi­ por la obvia incapacidad para cri�talizarlas>Añ
zaciones universales. De manera particular, las te la presencia real de una agresión, las fu ndó'
funciones de la organización universal que se nes de protección tenderíanª. de�plazarse a la¡
ocupan del cambio político tenderán a reducir­ espaldas de "otros", dada la unposibilidad de
se. Lo anterior quedará reforzado por la desa­ una_;isign�ción "?atura!" d� dich� función. (es
parición del problema del colonialismo como decrr, casi cualqmer potencia nuc�ear podrfa ele(
asunto fundamental de la política mundial. sem¡I>eñar esta función; no existiría una presióf¡{fi
Las políticas exteriores de las grandes poten­ específica sobre una nación en esAecial para é¡úé:!'is•'
cias nudeares propenderían a ser aislacionistas. 1a asumiera.
. ). . . , 1 . •'·"�'

, · ;�;;
Las alianz.as, como ya hemos especificado, re-

37. La transición del poder


A. F. K. ÜRGANSKI

J... Se proclama que la balanza del poder pro­ terra y de Francia. El equilibrio local de poder
�duce paz. Ya hemos observado que realmente entre Francia y Alemania desembocó en la Gue­
f hubo periodos en los que hubo una distribución rra Franco-Prusa, y los cálculos erróneos de Ale­
Jequitativa del poder entre contendientes, o en mania en cuanto a que su poderío balanceaba
r!(que las partes involucradas así lo creyeron, pero el de sus probables enemigos causaron la Pri­
lfrl análisis revela que tales periodos fueron más la mera Guerra Mundial, que puso fin al siglo de
lexcepción que la regla. El estudio aún más me­
f iiculoso revela que efectivamente se trató de
paz.
En el intervalo de las dos Guerras Mundia­
tperiodos de guerra, y no de paz. les, nuevamente gozamos de paz y de una pre­
¡;: En el transcurso del siglo dieciocho, último ponderancia de poder por parte de los Aliados.
'f]siglo del periodo bautizado como la edad de oro Cuando Alemania volvió a levantarse hasta el
.l(Fde la balanza del poder, se sucedieron constan- grado en que el poder de las naciones del Eje
� tes guerras. Durante el siglo diecinueve, después se aproximó de hecho al de los aliados Euro­
fde las Guerras Napoleónicas, privó una paz ca­
peos, la guerra hizo inevitable acto de presen­
tsi continua. Generalmente a la balanza del poder
}f se le confiere amplio crédito por ese siglo de paz
cia, y el ataque se fundamentó en la equívoca
suposición de que el poderío de los Estados Uni­
� pero, según nuestra observación preliminar, no
� hubo equilibrio en absoluto, sino una excesiva dos no se encontraba involucrado. Actualmen­
f preponderancia de poder en manos de Ingla- te priva de nuevo un estado de paz, en el que
los Estados Unidos enarbolan la preponderan­
j{ cia de poder.
t Condensado de World Politics, de A. F. K. Aparentemente,, la relación existente entre la
{ Organski (New York: Knopf, 1958), pp. 292-293, paz y la balanza del poder es exactamente opues­
t325-333, 338,{:opyrigh-r-© 1958, A. F. K. Or­
,fganski. Reimpreso con autorización de Alfred ta a lo que hasta ahora se ha proclaíñádo� Los -
"!;,: A. Knopf, Inc, y del autor. periodos de equilibrio, real o imaginario, son
t
339

Página 84
El nuevo
orden mundial nuevo
Daniel W. Drezner

ASCENSOS Y CAÍDAS gurando una paz y una prosperidad relati­


Durante el siglo xx, la lista de las grandes vas por seis décadas, así como incalculables
potencias del mundo fue previsiblemente beneficios para Estados Unidos. Pero, a me­
corta: Estados Unidos, la Unión Soviéti­ nos que las potencias ascendentes como
ca,Japón y Europa noroccidental. El siglo China e India se incorporen a esta estruc­
xxI será diferente. China e India están tura, el futuro de estos regímenes interna­
emergiendo como pesos completos en lo cionales será incómodamente incierto.
económico y lo político. China tiene más Dado su desempeño en los últimos seis
de un billón de dólares en reservas de divi­ años, uno no esperaría que la administra­
sa fuerte, el sector de alta tecnología de ción Bush maneje este desafío demasiado
India está creciendo a pasos agigantados, y bien. Después de todo, sus impulsos uni­
ambos países, ya reconocidos como poten­ lateralistas, expuestos vívidamente en la
cias nucleares, están produciendo flotas guerra de lrak, se han convertido en un
navales. El Consejo de Inteligencia Nacio­ pararrayos para las críticas de su política
nal, un grupo de especialistas del gobierno exterior. Pero la controversia sobre lrak ha
estadounidense, prevé que para 2025 China e opacado un componente más pragmático
India serán la segu nda y cuarta economías y multilateral de la gran estrategia de la
más grandes del mundo, respectivamente. administración Bush: el intento de Wash­
Tal crecimiento está dando paso a una era ington de dar una nueva configuración a
multipolar en la política mundial. la política exterior estadounidense y las
Este desplazamiento tectónico plantea­ instituciones internacionales a fin de ajus­
rá un desafío a las instituciones globales tarse a los virajes en la distribución global
dominadas por Estados Unido·s que han del poder. El gobierno de Bush ha estado
existido desde la década de 1940. A ins­ reasignando los recursos de la rama ejecu­
tancias de Washington, estos regímenes tiva para concentrarse en las potencias
multilaterales han promovido la liberali­ ascendentes. En un intento de asegurar que
zación comercial, los mercados de capital estos países acojan los principios centrales
abierto y la no proliferación nuclear, ase- del orden mundial creado por Estados Uni-

DANIEL W. DREZNER es profesor adjunto de Política Internacional en la


Fletcher School of Law and Diplomacy en la Tufts University y autor de Ali
Politics Is Global.

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