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Mercedes Loperena
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incluso al aire libre y en donde se re- cal en su interior (Fig. 1). Estos diseños
vela, a través de miles de imágenes rea- se complementan con otra serie de sig-
listas y abstractas, un medio de expre- nos pertenecientes al sexo opuesto, al-
sión y de comunicación visual... como gunos de ellos falos muy realistas.
una película muda, pero que responde a
un mensaje, a una búsqueda de respues- ¿Qué es lo que se ha podido deducir o in·
tas eternas, a preguntas inquietantes, terpretar de este conjunto de signos se·
como el origen de las cosas, del univer- xuales?
so y de nosotros mismos; es decir, res- raire y los de A. Leroi-Gourhan, los
ponden a una forma particular de en- Lo primero que podemos notar es que cuales descubrieron, con sus metódicas
tender el mundo. El sexo está dentro de los signos responden a reglas estricta- investigaciones, la constallLe asociación
esa visión cosmogónica. mente ideológicas y frecuentemente los de las figuras de bisollle-caballo, así co-
. Para mí todo parece indicar que ese encontramos asociados o emparejados, mo de los signos femeninos y mascu-
momento, el de las antiguas comunida- como expresando la unión o fusión de linos (Fig. 2).
des del Paleolítico superior, culmina en un conjunto binario femenino-mascu- Cuando contemplamos un conjunto
un largo proceso que podríamos deno- lino. Además se ha podido comprobar rupestre de este periodo, enseguida nos
minar el inicio de la gestación del pen que tanto la vulva como el falo están llama la atención esta combinación de
samiento "moderno" y actual. A juzgar vinculados a otr.os símbolos abstractos y imágenes; muchas veces se superponen
por los innumerables signos ideográfi- a ciertos animales. Por ejemplo: las vul- entre ellas, o bien, se sitúan unas aliado
cos existentes en el planeta, es innega- vas están asociad~s, o representadas por de las otras. Es innegable que estas com-
ble que somos una especie que funciona imágenes en forma de estructuras rec- posiciones forman códigos e indican, se-
con símbolos; basta con dar una ojeada tangulares, como tablones de ajedrez, gún los citados autores, mitogramas que
a las revistas que se editan en cualquier llamados "tectiformes", o bien, empa- deben estar vinculados a temas de fe-
país para comprobar que todavía la as- rentadas con el bisonte y los bóvidos; cundidad y reproducción. El tema es
trología y los horóscopos, por ejemplo, es decir que signos femeninos abstrac- sumamente complejo y creo que aún no
juegan un papel importante en nuestro tos y animales forman un todo orgáni- conviene imponer interpretaciones muy
tiempo. co, al igual que sucede con el mundo precisas y definitivas, pues aunque en
Aquellos grupos de cazadores debie- masculino, en donde los trazos verti- cierta medida pudieran ser correctas,
ron inventar historias, mitos y leyendas, cales, las barras o líneas ramificadas y hay que seguir investigando en la bús-
lo que fuera necesario para hacer com- los caballos representan a esta parte queda de significados y, por el momen-
prensible lo incomprensible y así dar complementaria. to, es mejor pedir a los especialistas
explicación a su propio mundo. A tra- Por el momento, todavía no son muy prudencia y perseverancia.
vés de los ritos y ceremonias intenta- numerosos los estudios interpretativos Parece evidente que las composicio- ....
ban comunicarse con ese mundo sobre- de la iconografía del Paleolítico, pe- nes o esquemas ideográficos están per-
natural y, muy posiblemente, por esa ro de todos modos hay que mencionar fectamente ordenados y determinados
razón es que aparece por primera vez los' trabajos de Mme. Laming-Empe- por un pensamiento, digamos, religioso,
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centrado en ese carácter de oposición y
complementariedad de los valores feme-
ninos y masculinos. En esa misma línea Fig. 4. Grabados de
vulvas femeninas en la
cabe observar que cuando vemos una
cueva de San Boljitas,
retícula (símbolo femenino) al lado de Baja California Sur,
un caballo o de un trazo ramiforme -M~ico.
(símbolo masculino), es como si viéra-
Fig. 5. Pintura rupestre
mos el dibujo de un corazón atravesado del Tassili, África del
por una flecha y dos iniciales: son códi- none. Una pareja hace el
gos amorosos y de complementariedad. amor.
Aparte de las representaciones pinta-
Fig. 6. Cerámica romana
das o grabadas en las cuevas, tenemos a con una pareja haciendo
las famosas "Venus" paleolíticas, que el amor.
son pequeñas esculturas de Arte Mue-
ble que nos muestran a mujeres de
cuerpo macizo y compacto, con grandes
pechos, rasgos de esteatopigia (grasa en
las caderas), brazos endebles, muy poco
marcados, situados sobre los pechos o el
abdomen; todos estos detalles parecen
apoyar la interpretación de la reproduc-
ción y la fecundidad femenina (Fig. 3).
Es lógico pensar que la mujer desem-
peñó un papel fundamental en el pensa-
miento mágico-mítico de los pueblos ca-
zadores como elemento creador. Por lo existen grandes vulvas femeninas escul- cazadores Kalahari, los Bosquimanos de
tanto, hay que suponer que a través de pidas en las rocas, muy similares tipo- Sudáfrica, en donde la denominada
ella se originó lo que podríamos llamar lógicamente a las del Paleolítico euro- danza del Eland (antílope) constituye un
el paso mágico-biológico, de aquí segu- asiático, pero realizadas, al parecer, en rito de paso femenino, el cual se rela-
ramente la existencia de los signos fe- el primer milenio a.C. También en las ciona con la luna; digamos que lo que
meninos emparentados con determina- cuevas de &ja California, en México, se celebra es la primera menstruación o
dos animales, con el fin de crear a los aparecen miles de estos diseños (Fig. 4). regla de las jóvenes, una fiesta que, en
ancestros míticos y divinos. Con esa En este caso parece tratarse de expre- definitiva, podría ser muy similar a la
interpretación entraríamos de lleno en siones realizadas durante determinadas que se celebra en México para las quin-
el mundo de los mitogramas, muy difl- ceremonias y tal vez en ritos de inicia- ceañeras. En la ceremonia bosquimana
ciles de comprender en su estricto sen- ción o de paso. En esta misma área me- participan hombre~ disfrazados de antÍ-
tido original. xicana se localizan imágenes de mujeres lopes, hombres jóvenes y mujeres emba-
pintadas a tamaño natural y en donde se razadas; se dice que el sol fecundará a
¿Se puede hablar de regiones o de épo- aprovechó el relieve voluptuoso de la la luna. Si repasamos las composiciones
cas en las que aparecen ideograffUU de roca para indicar el vientre embarazado pictográficas del Cono Sur de África
este tipo? de las mujeres. Aquí, de nuevo, se encontraremos escenas de cierta anti-
Parece ser que durante todo el Paleo- puede comprobar el papel creador que güedad, en donde se representa y se
lítico superior se realizaron en Euro- la mujer debió desempeñar. describe esta misma ceremonia.
asia innumerables representaciones grá- Otras festividades relacionadas con el
ficas sobre el sexo; es un periodo que ¿Se podría laablar de ceremonias o ritos sexo las hallamos en las evidencias ar-
podemos estimar entre el 35,000 y el reltu:imuulos con el SftI) entre los pue. queológicas de los pueblos agrícolas en
10,000 antes de nuestra era, pero, en blos protohist6rWn' donde el nexo tierra-mujer-fecundidad
el fondo, no depende estrictamente del aparece de manera determinante y con
tiempo, sino, más bien; del estadio cul- En muchas evidencias arqueológicas y claridad. De todos modos, cabe obser-
tural y tecnológico. Por ejemplo: en etnológicas se demuestra que la luna var que en sociedades más desarrolladas
otros pueblos de cazadores más recien- es un elemento dé carácter femenino del mundo antiguo no faltan dioses
tes o incluso actuales podemos encon- y que sus fases están simbólicamente masculinos relacionados con la creación
trar expresiones gráficas muy parecidas; asociadas con el concepto de la gesta- y haciendo el amor con mujeres o dio-
es decir, que en gran parte el nivel so- ción, de tal modo que la luna llena sas. Esto lo podemos contemplar en
cio-cultural parece determinar estas res- está relacionada directamente con las ciertos códices del México prehispánico,
puestas a necesidades ideológicas afines. mujeres embarazadas. Para poner un como Chac, dios de la lluvia, que apare-
En el suroeste de los Estados Unidos ejemplo podría hablar de los actuales ce con la diosa lunar. En otras ocasiones
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vemos a las deidades haciendo el amor Esta es la parte femenina, la imagen tal' erótico. Yo no lo sé, pero creo que
debajo de una manta o al dios del pla- de la naturaleza, de la fecundidad, que el erotismo, tal como ahora lo concebi-
cer, el coyote o el dios mono, con el desafortunadamente irá desaparecien- mos, es decir, al estilo que marcaron los
miembro viril bien marcado e incluso do de muchas creencias y religiones griegos como símbolo de amor y deseo,
en los mitos podemos advertir que el en donde impera el dominio masculino. no lo conozco en los registros arqueoló-
dios Quetzalcoatl, después de recoger Son culturas patriarcales en donde lo fe- gicos. Tal vez las Venus paleolíticas ex-
los huesos de los antepasados humanos menino queda restringido a un segundo presaron erotismo para sus creadores,
en el Mictlan o inframundo, los pulve- plano. pero debo confesar que están muy lejos
riza y se autosacrifica punzándose el del canon de la Afrodita griega o de la
pene con un fémur puntiagudo para dar ¿Existen registros de sexualidad como Venus romana. De todos modos, los
vida a los nuevos mexicanos con su san- práctica cotidiana, al margen de las gustos varían con el tiempo; recordemos
gre derramada sobre sus huesos. Tam- creencias religiosas? a las mujeres pintadas por Rembrandl.
bién en la Grecia antigua tenemos otros Posiblemente debió existir una cierta
ejemplos sobre el papel del sexo: el dios Según las evidencias arqueológicas, pa- dosis de erotismo y sensualidad entre
Cronos mutila el miembro de su padre rece ser que no fue un tema que les ciertas imágenes. Entre las composicio-
Urano y de este órgano masculino nace nes rupestres de Australia, África, Eu-
Afrodita, la diosa del amor. En épocas ropa y América, aparecen mujeres des-
más recientes tenemos manifestaciones nudas, a veces corriendo, danzando e
muy claras y evidentes, como el caso de incluso posando para el artista y que, sin
la India medieval, en donde, de manera ánimo de comparar, podrían estar con-
similar al mundo romano, se rendía cul- cebidas siguiendo el simbolismo o la
to al sagrado Lingam, el órgano mas- idea de las ninfas griegas. Creo que sí
culino del dios Siva. En México tenemos se podría hablar de un cierto grado de
fiestas en donde la diosa T!azolteotl, la erotismo, interpretado como deseo
personificación de la Madre Tierra, era amoroso, pero no llegan al nivel de cali-
venerada con ceremonias en las que dad de las representaciones del mundo
diversos individuos aparecen con el fa- Fig. 7. Parejas divinas haciendo el amor en la romano (Fig. 6), o de las esculturas de
fachada de los templos hindús. Edad Media.
lo en la mano para fecundar la tierra. los templos hinduistas de la Edad Media
Todo ello prueba que existieron diver- preocupara demasiado; no creo que (Fig. 7). Por poner un claro ejemplo de
sos ritos y ceremonias en las que el sexo existieran tabúes y, menos, represión erotismo, en los santuarios de la India,
era venerado con devoción. por el tema. De todos modos, existen el dios Siva aparece junto a su Sakti, la
manifestaciones de grabados paleolíticos divinidad femenina que lo complemen-
¿Cree que el concepto de dualidad, de
y postpaleolíticos, sobre todo en Euro- ta; lo mismo sucede en México con los
complementariedad de lo femenino y lo
pa, en donde se perciben parejas ha- señores de la dualidad del principio divi-
masculino, se ha perdido en las creen·
ciendo el amor, pero con un disefío no. Si recordamos las fachadas de estos
cias?
muy esquemático y poco realista. Tam- santuarios de la India, nos vienen a la
Bueno, en realidad llega un momen- bién entre las pinturas y grabados ru- mente las numerosas imágenes femeni-
to en la historia o, mejor dicho, en el pestres de Australia se hallan hombres nas que, bajo los ojos de ciertas culturas,
desarrollo de las culturas, en el que desnudos cuyo pene se encuentra en sobre todo las occidentales, resultan de
el sistema ideológico y la organización contacto con la vulva de varias mujeres. un marcado carácter erótico. Pensemos
social se vuelve más patriarcal y domina En África, en el Tassili, se pueden con- en el Mithuna, es decir, las posiciones
una sola divinidad o fuerza creadora: la templar representaciones de tipo amo- de amor de las parejas divinas inspiradas
masculina. Esto lo podemos rastrear en roso, escenas que corresponden a comu- en el libro del Kama-Sutra. En fin, di-
la misma Biblia, en donde aparece la nidades pastoriles del Neolítico, compo- gamos que con esas características no
serpiente, un antiquísimo dios creador siciones que recuerdan las pinturas de conocemos nada en las etapas más an-
que representaba a la Madre Tierra, pe- las tumbas etruscas en Italia, en donde tiguas de la Protohistoria, solamente al-
ro ahí lo encontramos en un segundo vemos a las parejas en pleno acto se- gunos diseños muy esquemáticos. Se po-
plano; alguien la margina y aparece xual (Fig. 5). dría pensar que todavía tenemos pocas
como la mala de la película, le cambian evidencias sobre este tema. No sé. De
el papel que había desempeñado hasta ¿Se conocen imágenes que expresen se· todos modos, no parece un tema tabú al
entonces. Si recordamos a las antiguas xualidad o erotismo en el arte prehistó- que se intenta reprimir, sino todo lo con~
diosas del Mediterráneo, notaremos rico o, mejor dicho, protohistórico? trario. Me parece que el amor se vio
que uno de los atributos es la serpiente, como algo muy natural, nada sofistica-
un signo femenino similar al de Quet- Lo primero que deberíamos saber es si do, algo que había que venerar y en
zalcoatl: es una serpiente emplumada o para los autores del denominado Arte donde naturaleza, religión y sexo estu-
bien, muere entre las garras del águila Paleolítico el diseño y la estética de un vieron íntimamente unidos; es un tema
para dar vida a los pueblos de México. bisonte o de un caballo les podía resul- sacralizado. ()
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