INSTITUTO DE ENLACES EDUCATIVOS

Contribución de la Familia en el desarrollo

integral de la persona.

Norma Esther Piña Loera

Profra. Amillanahi Aguilar Gallardo

Evaluación Final

Lic. Educación Familiar

Primer Cuatrimestre

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 INTRODUCCION

La familia como eje fundamental de la sociedad y de la nación; no sería posible

sin el apoyo en el entorno familiar, la educación comienza en el seno del hogar, no obstante,
hemos dejado de lado valores fundamentales para ello, tales como el amor, la tolerancia, y el
respeto. Por lo que el papel de la mujer en la familia resulta trascendental para estos fines.

Aunque actualmente el valor de la libertad se ha manipulado de tal manera que

se ha confundido con “libertinaje”, de allí que los niños ahora sean más difíciles de educar,
siendo padres permisivos, y faltos de carácter.

Sin embargo, hay quienes estamos preocupados por la educación de nuestros

hijos, y no solo en lo académico y la realización profesional; sino lo más importante, en
educarlos para la vida con amor. Cubriendo además sus necesidades fisiológicas, de
seguridad, sociales, culturales, de autoestima y de autorrealización.

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 DESARROLLO

No se podría obtener un desarrollo integral de la persona, sin antes valorar lo

que en su conjunto puede llevar a su realización.

Los valores, las virtudes, la exigencia, las relaciones interpersonales, el amor,

la sabiduría, los símbolos que cada individuo posee son los conceptos que lo llevan a poder
realizarse y que surgen en primera instancia en la familia. Sin alguno de ellos, sería por demás
difícil el poder completar la meta de realización.

De aquí surge la importancia de la educación:

a) Provee conocimientos
b) Ayuda al desenvolvimiento de la vida diaria
c) Adquiere seguridad
d) Mediante la educación surge el conocimiento, herramienta para la vida
e) Proceso de producción en la economía

La historia nos narra cómo eran las dinámicas en la vida familiar, donde se conoce que
la mujer era sin duda la única en el sistema que no podía tener acceso a una educación formal;
sin embargo, pese a no recibir esta formación, fue sin duda, personaje principal, pues
enseñaba a las hijas quehaceres propios del hogar, y era quien más adelante apoyaría a
personajes ilustres en sus acciones policitas, o sociales.

A partir del siglo XIX, el entorno social y familiar ha ido teniendo diversas
modificaciones, entre las que destacan: el papel de la mujer en la familia, y la dinámica familiar
para la vida diaria, pues además de que se han implementado derechos que protegen a el
lado femenino, también se ha tenido que involucrar en el lado laboral, pues en la actualidad
es muy indispensable no solo para la realización de la mujer, sino para la solvencia económica
en la familia, que sean ambos padres quienes contribuyan a sostener el hogar.

Debido a ello, las relaciones con los hijos, se han ajustado, pues ahora es muy común
que sean otros familiares (tíos, abuelos), quienes se encarguen del cuidado de los hijos, y
además de que los hijos tienen ya múltiples funciones y actividades no solo escolares, para
su desarrollo y capacitación. El ejemplo que den los padres, será el modelo a seguir que
observen los hijos más adelante. Y de allí surgirá la exigencia para los deberes de los hijos.

Pero los padres deberán exigir en base a la edad de los hijos, y lo que para ellos sea
primordial; siendo coherente y realista con lo que se exige; y en contraparte, los padres

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deberán ser ejemplo a seguir para los niños y adolescentes; un claro ejemplo sería; cuando
un padre es asiduo a la lectura, por consiguiente, el hijo estará familiarizado con este hábito.

La mujer deberá ser directora de su hogar, siendo participes de la economía del hogar,
mediante estos motivos: “Por vocación profesional, mujeres que desean seguir cultivando, a
dedicación parcial, aquella especialidad o actividad profesional para la que se había
preparado, en su día. Por necesidades económicas pueden combinarse ambos motivos; Por
variación para conseguir con esa alternancia un mayor equilibrio psíquico y emocional, y por
evasión del hogar”. (Collagen, 1979)

Para poder llegar al desarrollo integral, será necesario también que a los hijos no solo
se les eduque en la familia sobre valores, aceptación, compromiso, amistad, amor, sino
también la sexualidad. Si bien los planes de estudio actualmente manejan desde la educación
básica diversos temas, será importante que mediante la confianza con los padres e hijos, se
aborden los temas sobre el cuerpo humano, su cuidado, sus diferencias, los cambios que
deberán presentar de acuerdo a la edad que tengan. En la escuela, lo podrán realimentar,
pero ya con un conocimiento previo que venga del hogar.

No olvidemos que los Padres son los educadores principales de los hijos, sin olvidar
que no hay libertad absoluta en la educación, pues somos formadores no solo de personas,
sino de seres humanos con carácter, ilusiones y también libres de ignorancia.

El gobierno actualmente se ocupa de promover, y apoyar a la familia, mediante

organismos como el “Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia”; el cuál a su vez
participa mediante becas, comedores comunitarios, ayuda en lactancia materna, y ayuda a
personas de la tercera edad y discapacitados, entre otros. Además de promover la protección
y cuidado del menor.

Pero, no solo es el gobierno quien debe de enfocarse en nuestra niñez y los adultos
en situación vulnerable, somos los demás ciudadanos quienes primeramente deberíamos de
prevenir situaciones que pongan en riesgo a estos seres humanos. Y nuevamente nos lleva a
la educación en la familia, en la sociedad. No es en la escuela donde se eduque al alumno,
allí es donde aprenderá asignaturas para su formación académica, que le brinden la
oportunidad de poder avanzar de grado, pero sin que adquiera valores que no se le han
proporcionado en el núcleo familiar.

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CONCLUSIONES:

Si bien, desde el inicio de nuestra sociedad, ha existido diversas maneras de ver a la

familia, esta ha sido sin duda alguna la parte fundamental en que se basan las grandes
historias y personajes que conocemos.

No obstante, es trabajo fundamental de los padres, el formar a personas no solo con

valores, sino también con aspiraciones a ser mejor cada día; debido a que nuestra sociedad
actual vive deprisa, es en el seno del hogar donde surgen el amor, la confianza, la motivación
y el compromiso, para poder tener un objetivo que permita enfrentar y prepararnos para la vida
adulta. Y el que permita también lograr la plenitud no nada más laboral, sino personal y social.

Materialmente los hijos pueden tener lo mejor, sin embargo, esto carece de valor,
cuando no se les brinda el tiempo y la atención, además del amor que ellos necesitan; no es
impedimento el trabajo, pero también no podemos ser permisivos, pues se pierden las normas
y costumbres y esto provocaría el caos en la familia y la sociedad.

A diario vemos en las noticias, escenas devastadoras de violencia, de delincuencia,

que no nos ponemos a pensar… ¿Dónde está la familia de estos jóvenes?, ¿En que momento
su familia perdió el control de ellos?... ¿Estamos a tiempo todavía?, SI, mientras que seamos
consientes de lo mal que estamos haciendo.

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Referencias
CDMX, S. d. (2019). Sistema de Desarrollo Integral de la Familia de la CDMX . Obtenido de
https://www.dif.cdmx.gob.mx/

Collagen. (1979). Un hogar es una empresa. Barcelona: Plaza y Janéz.